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MESA REDONDA
ESTUDIOS DE SALUD SEXUAL Y SEXUALIDAD A LA BOLIVIANA
MESA 5: SALUD PÚBLICA, MEDICINA E INTERCULTURALIDAD
XXXIII REUNIÓN ANUAL DE ETNOLOGÍA
22 de agosto de 2019
La Paz-Bolivia

Gracia Violeta Ross Quiroga


graciavioleta@gmail.com
WhatsApp +591 70678041

Mi nombre es Violeta Ross, soy antropóloga y realice estudios de Maestría en Género,


Salud Sexual y Reproductiva en la Universidad Peruana Cayetano Heredia en Perú.
Desde al año 2000, fecha en que recibí mi diagnóstico positivo al VIH, asumí roles de
liderazgo en la defensa de los derechos humanos de las personas que vivimos con el
VIH. Soy una sobreviviente de violencia sexual.
Por causa de estas experiencias, he optado por el uso del método autobiográfico,
haciendo político aquello que desde el cuerpo y la identidad se vive, se siente y se lucha.
Mi necesidad personal de tener los medicamentos, de alertar a las mujeres sobre las
conexiones entre la violencia con el VIH y otros problemas de salud sexual como la
violencia sexual, han hecho que teja historias de vida con demandas políticas
sustentadas en el testimonio personal y comunitario.
Respecto a la PRIMERA PREGUNTA sobre la importancia del estudio de la salud
sexual y sexualidad en las Ciencias Sociales, observo que aunque tenemos muchas
herramientas metodológicas y teóricas para abordar esta fascinante área, por causa de
los prejuicios o quizás, debido a las dificultades que plantea el tema, el acercamiento aun
es bastante médico, salubrista, es decir desde la política de salud o lo que se supone
que pretende ser y no desde el cuerpo, la identidad, la vivencia, el placer y las alianzas
que se pueden tejer entre personas y en la vida cotidiana.
Para la comunidad de personas con VIH que tengo el honor de liderar, la Red Nacional
de Personas con VIH (REDBOL) desde el año 2000, ha sido tan importante demostrar la
perspectiva de la persona, compartir las historias, hacer visibles las similitudes, deshacer
los miedos y la inmensa desinformación y prejuicios en torno a las personas que vivimos
con el VIH.
En cuanto fundamos nuestra red fue muy claro que todo estudio realizado en VIH y sida
estaba basado en los enfoques biomédicos y de esta manera, en el control, la vigilancia,
la lucha (nótese la terminología militar que denunciamos muchas veces) contra el virus
y su transmisión. Esta lucha contra el VIH fácilmente se convierte en la lucha contra las
personas con el VIH.
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Por esos vacíos, las personas que vivimos con el VIH comenzamos a estudiar nuestras
propias historias de vida, tratando de añadir a la vigilancia epidemiológica, la
comprensión de las historias de las personas, tratamos de sacar el lente del microscopio,
dejar de ver al virus y comenzar a ver a las personas y entender por qué y cómo sucede
la transmisión del VIH.
Ahí precisamente, radica la importancia de las Ciencias Sociales, en el entendimiento de
la sexualidad humana en el contexto de una epidemia como el VIH. Hoy en día, existe
información, las y los jóvenes conocen del VIH y del condón; sin embargo, todavía
registramos muchos casos nuevos de VIH en jóvenes. ¿Por qué? Porque no entendemos
la sexualidad humana. Con mucha facilidad asumimos que las personas van a usar el
condón si tan solo lo tienen a mano. No comprendemos lo tentador del riesgo para los y
las jóvenes y, también para las y los adultos mayores (en los últimos años se han
registrado casos de VIH en adultos mayores, que liberados de las responsabilidades de
la familia y del embarazo, están teniendo actividad sexual y en consecuencia,
adquiriendo el VIH).
Otro vacío en el estudio de la salud sexual y la sexualidad es el tema del placer, el
derecho al placer y las formas en que las personas tienen placer sexual. Si
comprenderíamos mejor las razones por las cuales algunas personas tienen relaciones
sexuales, entenderíamos por qué razones la prevención de un embarazo o de una
infección de trasmisión sexual, no parecen prioritarias en las decisiones que algunas
personas toman.
Desde las Ciencias Sociales, siento que sí se ha estudiado el tema de la violencia de
género pero tenemos tantos estudios y poco acuerdo sobre cómo actuar y en qué
momento. Aunque hay muchos avances en el estudio de las masculinidades, a través de
estudios con mujeres con VIH, mujeres transgénero y trabajadoras sexuales hemos visto
la necesidad de investigar cómo la violencia tiene raíces en la niñez temprana y cómo
esto define la sexualidad de las personas, quizás irreversiblemente.
Los avances médicos plantean nuevos desafíos de investigación en relación a la
sexualidad y la salud sexual en el contexto del VIH. Avances que ni siquiera imaginamos
posibles cinco años atrás.
En VIH y sida tenemos estrategias como el I=I, lo que significa Indetectable =
Intransmisible. La Organización Mundial de la Salud ha determinado en varios ensayos
clínicos que una persona con VIH que tiene Carga Viral Indetectable (el recuento de las
copias del VIH en su sangre), no puede transmitir el VIH. Una persona con VIH puede
llegar a tener una Carga Viral Indetectable si toma el medicamento cumplidamente y no
tiene resistencia al medicamento. Este nivel de indetectabilidad del VIH se mide cada
seis meses.
Esta información médica es un gran noticia porque significa una posibilidad para aquellas
parejas sero discordantes, aquellos donde uno tiene el VIH y el otro no. Si tendríamos
más información en esta área, podríamos reducir grandemente la carga de estigma que
se pone en las espaldas de las personas que vivimos con el VIH. Para muchas personas,
significaría la posibilidad de tener una pareja sin el estigma del VIH y sin la preocupación
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de transmitir el VIH a su ser amado, además la posibilidad de concebir hijos con la


seguridad de no transmitir el VIH a la pareja.
Otro avance en VIH es la estrategia llamada PrEP (Profilaxis Pre Exposición al riesgo),
la misma, se trata de una pastilla con dos medicamentos antirretrovirales (el tratamiento
de VIH tiene tres medicamentos). Se usa PrEp para aquellas personas que están muy
expuestas al VIH y que tienen dificultades para usar el preservativo y funciona muy bien.
Existen ensayos clínicos con muchos voluntarios que demuestran que PrEP es una
medida segura para personas que están muy expuestas al VIH. Es como una pastilla del
día después para prevenir embarazos no deseados, pero se toma antes de la exposición
al riesgo. En Bolivia no se usa pero existe mucha demanda informal para el medicamento
Truvada y/o su versión genérica, medicamento que se usa para PrEP.
Sobre la SEGUNDA PREGUNTA relacionada a las metodologías y marcos teóricos
usados en este tema, el VIH y sida, es muy típico el uso de marcos teóricos de Salud
Pública que frecuentemente entran en tensión con el enfoque de los Derechos Humanos.

Los enfoques de Salud Pública no son malos necesariamente, sino que ponen el énfasis
en la prevención de la transmisión, en la colectividad, en el rol de Estado que de cierta
forma, se siente autorizado a intervenir en la vida privada, usando el argumento del bien
público. Por esta razón en Bolivia el ofrecimiento del test del VIH a las mujeres
embarazadas es obligatorio. El examen de VIH semestral a las Trabajadoras Sexuales
es obligatorio. Pero este enfoque no analiza las situaciones de vulnerabilidad social y de
género que las mujeres tienen.

Una de las consecuencias de este enfoque usado en investigación y, en consecuencia,


en las políticas públicas es la culpabilización de las mujeres, atribuyéndonos el rol de
vectores del VIH, para las familias o clientes (en el caso de las Trabajadoras Sexuales).

El fin de estas medidas de salud pública es prevenir la transmisión del VIH al recién
nacido y/o a los clientes, pero no es proteger a la mujer de la adquisición del VIH, una
política así en Bolivia, dirigida a la prevención del VIH en las mujeres, no existe.

Y esto me lleva a hablar de las metodologías. El VIH se considera un problema de salud


y, en consecuencia, mucha de la investigación es biomédica. Ese enfoque no es malo
pero es insuficiente. Nuestra demanda es poner la atención en las personas y no en el
virus. El VIH es un virus que se transmite por comportamientos, se agudiza en
comunidades que no respetan los derechos y autonomía de las mujeres y de las minorías
sexuales, germina en la pobreza y en la desigualdad social, pero ninguno de estos temas
se investiga.

Nuestra organización, REDBOL ha tratado de aportar información para cubrir este vacío.
Hemos hechos investigaciones cualitativas sobre la migración y el VIH, los problemas de
la niñez con VIH, afectada y vulnerable al VIH, las experiencias de violencia de mujeres
con VIH, mujeres transgénero y trabajadoras sexuales, hombres gay y mujeres
lesbianas.
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Existen algunos estudios sobre la situación del VIH en poblaciones indígenas realizadas
y sobe el estigma del VIH realizadas por el Ministerio de Salud, son buenos aportes pero
una investigación que no se traduce en políticas públicas, quizás logra la mitad de su
cometido.

En relación a la TERCERA PREGUNTA, sobre el avance en los estudios en salud


sexual y sexualidad, considero que no ha sido fácil separar la sexualidad de la
reproducción y quizás no sea sencillo en el futuro, porque las causas de la asociación de
estas dos áreas, son políticas más que metodológicas.

Una falta de avance es precisamente el poco reconocimiento que los estudios cualitativos
y liderados por las comunidades tienen a la hora de decidir políticas públicas y
presupuestos. Se continua menospreciando aquellas investigaciones realizadas por la
comunidad misma, se siguen cuestionando las formas de definición de las muestras y
sus características estadísticas.

Nuestra investigación sobre violencia en tres poblaciones de mujeres fue muy buena,
inclusive reconocida por tomadores de decisión, pero se señalaba que la muestra era
muy pequeña para hacer una inferencia. Realizamos aquella investigación el año 2015,
antes de la aprobación de la ley 348, alertamos sobre la terrible asociación del VIH y las
diversas formas de violencia, especialmente en casos de mujeres que no cumplían el rol
impuesto por el sistema de género dominante, señalamos que la violencia era excesiva,
precisamente porque se trataba de mujeres que no cumplían el rol de la “buena mujer”.
Denunciamos la violencia machista contra mujeres que transgredían las normas,
precisamente por ser mujeres con el VIH, por cobrar dinero por la actividad sexual o por
ser mujeres transgénero.

Meses luego de nuestro estudio, en Bolivia se atestiguaron una serie de agresiones


contra mujeres en política y ahora estamos ante la situación de violencia contra las
mujeres y niñas que ustedes conocen. No sé si era necesario tener más datos de mujeres
agredidas y asesinadas, nuestro estudio ya sumaba a los muchos estudios existentes en
violencia y aun se desechó por haber sido pequeño, y, las violencias contra mujeres
suman y siguen, eso es una falta de avance.

Este es un ejemplo de cómo los estudios con metodologías cualitativas y desde el nivel
comunitario se desprecian por no ser suficientemente “científicos” según los estándares
de algunos, para solamente comprobar que son un ejemplo de una realidad casi
generalizada.

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