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Manual de Semiología

Dr. José Luis Flores Navarro

Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez


Farmacia y Bioquímica
Profesor encargado del Curso de Semiología
Introducción a la semiología

La semiología es la ciencia que estudia los síntomas y signos de las enfermedades.

Síntoma, molestia o sensaciones subjetivas de la enfermedad.

Signo, manifestación objetiva o física de la enfermedad.

Síndrome es una agrupación de síntomas y signos, que puede tener diferentes


causas.

Al principio podemos plantear un síndrome sin poder identificar a qué


enfermedad corresponde. Los exámenes auxiliares, la evolución y el
conocimiento de las características de cada enfermedad, nos permitirán un
diagnóstico específico.

El objetivo de la semiología es llegar a conocer el diagnóstico. Y tiene distintos


grados de precisión. (diagnóstico sindrómico, anatómico, etiológico)

Para recoger la información de un padecimiento o enfermedad se seguir un


método clínico. Se debe aprender a preguntar y cómo hacerlo. Con la información
se confecciona la historia clínica. Al conocimiento que se obtiene mediante la
entrevista médica, se agrega la información que aporta el exámen físico.
Historia clínica

La entrevista médica y la relación con el paciente.

La interacción médico - paciente y su grupo familiar es importante.

Lugar dónde se desarrolla la entrevista.

El lugar debe ser adecuado. Es necesario disponer de algún grado de comodidad,


privacidad, silencio e iluminación.

Es necesaria suficiente privacidad, respetando el “secreto profesional”.

El manejo del tiempo.

Se debe programar un tiempo razonable para atender bien a cada paciente, es


importante poder guiar la entrevista, saber qué preguntar y evitar que el
paciente divague sobre aspectos que nada aportan.

La entrevista médica.

Tomando contacto con el paciente.

Saludarlo por su nombre al momento de iniciar la conversación, se pueden tener


frases de acogida, tales como: ¿qué lo trae a consultar? ¿qué molestias ha
tenido? ¿en qué le puedo ayudar?

Saber escoger el trato más adecuado para cada paciente.

El trato debe ser siempre respetuoso, aunque ajustado a las circunstancias. Con
personas adultas con las que no hay mayor confianza, lo más adecuado es un trato
formal, en el que la relación es de “usted”.

Con niños o personas conocidas resulta mejor un trato más informal. El resultado
final depende mucho de la personalidad del paciente, su edad, su situación.
Saber escuchar y ser capaz de dirigir la entrevista.

Los primeros minutos deben ser dejados para que el paciente exprese sus
molestias y dé a conocer el motivo de su consulta. Posteriormente, en la medida
que el médico se orienta respecto a los problemas, toma más control de la
entrevista para precisar mejor las molestias.

Saber qué preguntar.

Es importante integrar los síntomas y los signos clínicos sobre la base


de síndromes. Además, saber cómo se relacionan las distintas molestias. Y se
dejan las molestias de importancia menor de lado.

Cómo presentar la información.

Se sigue un esquema tradicional en el que se identifica al paciente, se menciona


el motivo de la consulta, luego se cuenta la enfermedad actual, se revisan los
antecedentes y finalmente se deja constancia del examen físico siguiendo un
orden establecido.

Una buena historia clínica no es la que es más larga, sino aquella en la que la
información se presenta resumida, bien hilvanada, ajustada a los hechos.

Los alumnos y su contribución.

Los alumnos pueden ayudar a los médicos tratantes en aspectos específicos. Por
ejemplo, cuando descubren aspectos de la historia clínica todavía desconocidos.

El examen físico.

Respetar el pudor del paciente.

Los pacientes necesitan cierta privacidad para sacarse y ponerse la ropa. Al


momento de examinar, se debe lograr un balance entre la necesidad de ver bien
el cuerpo del paciente y respetar su pudor.

Los médicos varones deben tener presente la conveniencia de estar acompañados


por personal femenino cuando efectúan el exámen de mamas o el exámen
ginecológico en una mujer.
Ser delicado al momento de examinar.

Se debe tener cuidado de no producir más dolor de lo estrictamente necesario.

Se debe evitar examinar con las manos y el instrumental frío en los meses de
invierno.

Disponer de todo lo necesario para efectuar un buen exámen físico.

Tener un lugar con una camilla, suficiente privacidad, buena iluminación y


disponer de los instrumentos que sean necesarios: estetoscopio, manómetro de
presión, balanza, etcétera. Todo el material que toma contacto con el paciente
debe estar limpio.

Respetar las medidas de aislamiento bacteriológico.

El lavado de manos entre cada paciente es muy importante para evitar


transmitir infecciones.

Informar al paciente.

Después de haber efectuado la anamnesis, el examen físico y de haber escrito


algunas anotaciones en la ficha clínica, es necesario explicarle al paciente, con la
mayor claridad posible, lo que tiene, lo que eso significa, el pronóstico asociado,
y lo que debe hacer.

El médico debe ser muy honesto y prudente en la forma de entregar la


información, especialmente en el caso de diagnósticos de mal pronóstico.

La despedida también es importante.

Una vez concluido todo este proceso, llega el momento de despedirse. Si el


encuentro ocurrió en una consulta, se acompaña al paciente y sus acompañantes
a la salida y se despiden.
La Historia Clínica

Secciones que forman parte de la historia clínica.

1) Identificación del paciente.


2) Problema principal o motivo de consulta.
3) Enfermedad actual o anamnesis próxima.
4) Antecedentes o anamnesis remota.
5) Revisión por sistemas.

Al registrar la información, se debe anotar la fecha y la hora.

Identificación del paciente.

En esta parte se precisa quién es la persona. Siempre debe ir el nombre y


la edad. También puede ser importante incluir otra información, como: teléfono,
actividad o profesión, etc.

Problema principal o motivo de consulta.

En esta parte se menciona el motivo por el cual la persona consulta, sus signos y
síntomas.

Enfermedad actual

Esta es la parte más importante de la historia clínica. En esta sección se precisa


qué le ha pasado al paciente. Se mencionan en forma ordenada los distintos
síntomas que la persona ha presentado.

 Es adecuado adaptar el lenguaje a términos más técnicos. Por ejemplo,


decir que el paciente tuvo una deposición melénica, en vez de “deposición
negra” Las manifestaciones se deben relatar en la secuencia y en los días
en que se presentan. Por ejemplo, se usan términos como: “Anoche…”,
“Hace tres días…”, “Dos días después se agregó...”, etc.

Antecedentes

En esta parte se mencionan distintos antecedentes ordenados según su


naturaleza. Se tienden a ordenar de la siguiente forma:

 Antecedentes mórbidos (médicos, quirúrgicos, traumatismos).


 Antecedentes ginecoobstétricos.
 Hábitos Nocivos.
 Antecedentes sobre uso de medicamentos.
 Alergias.
 Transfusión de productos sanguíneos.
 Antecedentes sociales y personales.
 Antecedentes familiares.
 Inmunizaciones.

Antecedentes mórbidos (médicos, quirúrgicos, traumatismos).

Incluye enfermedades, operaciones y traumatismos que el paciente ha tenido a


lo largo de su vida. Se indican aquellas patologías más importantes.

Si en la anamnesis se mencionó alguna enfermedad que tenía el paciente, en esta


sección se entregan más detalles: desde cuánto tiene la enfermedad, cómo ha
evolucionado, con qué se trata.

También se menciona en esta parte el antecedente de transfusiones de


productos sanguíneos.

Antecedentes ginecoobstétricos.

En las mujeres se debe precisar:

Respecto a sus menstruaciones:

 Edad de la primera menstruación (menarquia). Entre los 11 y 15 años.


 Edad en que dejó de menstruar (menopausia). Entre los 45 y 55 años.

Características de las menstruaciones:

- Duración y cantidad de sangre. Duran 2 a 6 días. La cantidad 60-80ml.


- Frecuencia. Normalmente se presentan cada 25 a 28 días.
- Fecha de la última menstruación (FUR = fecha de la última regla).

Términos usados respecto a las menstruaciones son:

- Dismenorrea: menstruaciones dolorosas.


- Hipermenorrea o menorragia: menstruaciones abundantes.
- Hipomenorrea: menstruaciones escasas.
- Polimenorrea: si ocurren con intervalos menores de 21 días.
- Oligomenorrea: si los intervalos son entre 36 y 90 días.
- Amenorrea: si no ocurren menstruaciones en 90 días.
- Metrorragia: no se ajusta al ciclo sexual, es irregular y continua.

Información sobre los embarazos:

 Cuántos embarazos, si fueron de término o prematuros, partos vaginales


o por cesárea.
 Problemas asociados al embarazo.
 Antecedentes de abortos.
 Número de hijos vivos.

A veces se usan fórmulas obstétricas (FO), para expresar en forma abreviada


esta información:

 Precisar los partos de término, partos prematuros, abortos espontáneos,


abortos provocados y número de hijos vivos. Por ejemplo, la FO = 2,0,1,0,2
corresponde a una mujer que ha tenido dos partos de término, ninguno
prematuro, un aborto espontáneo, ningún aborto provocado y tiene dos
hijos vivos.

El embarazo dura 40 semanas (9 meses), con variación entre 37 y 42 semanas.

 Parto de término: ocurre pasadas las 37 semanas de embarazo.


 Parto de pretérmino o prematuro: ocurre entre las 22 y 36 semanas.
Aborto: expulsión del feto antes de las 22 semanas (habitualmente
presenta un peso menor de 500 gramos).

Otras informaciones que pueden ser de interés:

 Métodos anticonceptivos
 Presencia de otros flujos vaginales.
 Fecha del último frotis cervical (PAP) o de la última mamografía.
 Enfermedades o procedimientos ginecológicos.

Hábitos Nocivos: Tabaquismo, Ingesta de bebidas alcohólicas, uso de drogas.


Se debe precisar de forma objetiva la frecuencia y cantidad.
Medicamentos que utiliza.

 el nombre genérico y su concentración.


 el nombre con el que el fármaco se comercializa.
 la forma de administración.
 la frecuencia.

Alergias.

Describir los alergenos, que son las sustancias ante las cuales se desencadenan
las respuestas alérgicas. Por ejemplo, medicamentos, alimentos, sustancias que
están en el ambiente, sustancias que entran en contacto con la piel.

Antecedentes sociales y personales.

Permiten conocerlo mejor, pueden incluir: composición familiar, tipo de casa


habitación, disponibilidad de agua potable, presencia de animales domésticos,
nivel de educación, actividad laboral o profesión, previsión o seguro de salud,
etc.

Antecedentes familiares.

En esta sección se precisan enfermedades que presenten o hayan presentado


familiares cercanos por la posibilidad que sean heredables. Entre estas
enfermedades, destacan: hipertensión arterial, diabetes mellitus, alteraciones
de los lípidos en la sangre (dislipidemias), antecedentes de enfermedades
coronarias, cánceres de distinto tipo (mama, colon), enfermedades
cerebrovasculares, alergias, asma, trastornos psiquiátricos, enfermedades
genéticas, gota, hemofilia, etc.

Inmunizaciones.

Según el cuadro clínico que presente el paciente puede ser importante señalar
las inmunizaciones que el paciente ha recibido.

En niños habitualmente se sigue un programa de vacunación mediante el cual se


protege contra sarampión, coqueluche, tétanos, difteria, tuberculosis,
poliomielitis, parotiditis, rubéola, neumococos, y eventualmente hepatitis A y B.
5) Revisión por sistemas.

Conviene tener algún método para evitar que se escape algo importante. Una
breve revisión por los sistemas que todavía no se han explorado da más seguridad
que la información está completa.

La extensión de esta revisión debe ser breve. Preguntar acerca de:

 Síntomas generales: fiebre, cambios en el peso, malestar general, apetito,


tránsito intestinal, sudoración nocturna, insomnio, angustia.
 Sistema respiratorio: disnea, tos, expectoración, hemoptisis, puntada de
costado, obstrucción bronquial.
 Sistema cardiovascular: disnea de esfuerzo, ortopnea, disnea paroxística
nocturna, edema de extremidades inferiores, dolor precordial.
 Sistema gastrointestinal o digestivo: apetito, náuseas, vómitos, disfagia,
pirosis, diarrea, constipación, melena.
 Sistema genitourinario: disuria dolorosa o de esfuerzo, poliaquiuria,
poliuria, nicturia, alteración del chorro urinario, hematuria, dolor en fosas
lumbares.
 Sistema endocrino: baja de peso, intolerancia al frío o al calor, temblor
fino, ronquera, somnolencia, sequedad de la piel.
 Sistema neurológico: cefalea, mareos, problemas de coordinación,
paresias, parestesias.

Las buenas historias clínicas contienen la información que es importante. Deben


ser fáciles de leer y entender y, finalmente, permiten plantear las hipótesis
diagnósticas correspondientes.

Mientras más práctica se tiene y mejores son los conocimientos sobre las
enfermedades, las historias clínicas son cada vez mejores. Se distingue mejor
lo importante de lo superfluo, se agrupan los síntomas en mejor forma y se hacen
interrogatorios más dirigidos y eficientes.
Síntomas frecuentes.
Al conversar con el paciente se usarán términos que le sean entendibles.
Posteriormente al transcribir la información a la ficha se seleccionan las
palabras que correspondan en el lenguaje médico. Ejemplo, si el paciente orina
muy seguido, tiene una poliaquiuria; si siente que le falta el aire o la respiración,
presenta disnea.

Identificación de los síntomas.

Durante la conversación con el paciente, cada síntoma se trata de caracterizar.

Qué es lo que siente, en qué parte del cuerpo, a dónde se irradia, cuándo
comenzó, cómo ha evolucionado, con qué se modifica, a qué otros síntomas o
manifestaciones se asocia.

Es conveniente establecer una prioridad en el análisis de los distintos síntomas,


ya que algunos tienen más importancia que otros.

Respecto del dolor:

 cólico: es aquel que aumenta de intensidad hasta llegar a un máximo y


luego disminuye; es característico de vísceras huecas que poseen una
pared muscular (ejemplo: intestino, vesícula biliar).
 urente: como una quemadura (ejemplo: dolor del herpes zóster).
 dolor de carácter sordo: mantenido, de intensidad mediana, incómodo.
 constrictivo: de tipo opresivo.
 pulsátil: asociado al pulso arterial.
 neuralgia: dolor que sigue el recorrido de un nervio.
 de tipo punzante “puntada de costado”
 fulgurante: como un rayo o una descarga eléctrica.
 terebrante: intenso, como si fuera producido por un taladro.

Intensidad del dolor.

Según la intensidad, el dolor puede interferir de distintas formas: limitar los


movimientos, afectar la actividad diaria y el estado anímico, no dejar dormir,
etcétera. Es una sensación que sólo la siente quien la sufre.
Una forma de graficar este aspecto es pedirle al paciente que ubique su dolor
en una escala del 1 al 10, siendo 10 el dolor más intenso que pueda existir.

Síntomas como manifestación de afecciones de algunos sistemas.

Sistema respiratorio y cardíaco.

Tos:

 presentación en el tiempo (ejemplo: ocasional, persistente, nocturna).


 intensidad (ejemplo: puede ser tan intensa que el paciente queda agotado).
 seca o húmeda (según se asocie o no a expectoración)
 factores favorecedores (ejemplo: en relación a ejercicios).
 asociada a sensación de disnea, dolor costal, fiebre, etcétera.

Expectoración:

 mucosa: tiene aspecto claro


 mucopurulenta: de color amarillento.
 expectoración hemoptoica: es una expectoración que contiene sangre.
 hemoptisis: es la eliminación de sangre fresca, aireada, junto a accesos
de tos, y que proviene del árbol bronquial.
 broncorrea: eliminación de gran cantidad de expectoración en las 24
horas (sobre media taza).
 vómica: es la eliminación de una sola vez de gran cantidad de líquido debido
al vaciamiento de una colección pulmonar (ejemplo: quiste hidatídico roto).

Descargas por la nariz:

 rinorrea: es la salida de secreciones por la nariz. Puede ser


acuosa, mucopurulenta o sanguinolenta.
 epistaxis: sangrado por la nariz.

Sensación de falta de aire al respirar:

 disnea: es una sensación de falta de aire al respirar. Se presenta en


enfermedades pulmonares, del corazón y en anemias intensas.
 ortopnea: es la condición en la cual el paciente respira mejor estando
sentado o semisentado, y no tolera estar acostado plano.
 disnea paroxística nocturna: ocurre en algunos pacientes con
insuficiencia cardíaca durante las noches, una vez que están acostados.

Dolor precordial:

 dolor anginoso o coronario: es de tipo constrictivo, se presenta en


relación a esfuerzos físicos, se puede irradiar a la mandíbula, al hombro y
al brazo izquierdo, se alivia con el reposo. Si se presenta en relación a un
esfuerzo físico y luego cede con el reposo, se habla
de angina (o ángor) de esfuerzo. Si se presenta estando el paciente en
reposo o en relación a un mínimo esfuerzo, se habla de angina de
reposo o angina inestable, y es una condición que puede seguirse en
cualquier momento de un infarto al miocardio.
 dolor por una costocondritis o inflamación de la unión de una costilla con
el esternón: es un dolor localizado que aumenta al tocar la zona inflamada.
 dolor por un espasmo esofágico: puede ser muy parecido al dolor
coronario y muchas veces se piensa en él una vez que se ha descartado un
problema coronario.
 dolor de una pericarditis: es más mantenido, prolongado, de carácter
sordo, y puede aumentar con la inspiración.

Dolor costal:

 dolor pleural o “puntada de costado”: es un dolor de tipo punzante, que


aumenta con la inspiración. Se localiza de preferencia en un costado del
tórax.
 dolor costal por una fractura costal: es bastante intenso y aumenta con
movimientos y al presionar en el sitio de la fractura.
 dolores referidos a un costado debido a un herpes zóster.

Algunas asociaciones de síntomas en cuadros respiratorios o cardiacos:

 en neumonías: tos, expectoración mucopurulenta, fiebre y, eventualmente,


dolor torácico y disnea.
 en asma: disnea, accesos de tos, especialmente en las noches o con
esfuerzos físicos, sibilancias al respirar.
 en insuficiencia cardíaca: disnea de esfuerzos, ortopnea, disnea
paroxística nocturna, edema de extremidades inferiores y nicturia.
 en problemas coronarios: dolor anginoso en relación a esfuerzos físicos,
angustia, sensación de “muerte inminente”, disnea.

Dolor abdominal:

Tener en especial atención a su ubicación:

 dolores en la parte alta y medial (región del epigastrio): en esta zona se


ubica el dolor ulceroso debido a una úlcera duodenal o gástrica (en forma
característica aparece cuando el estómago está vacío y se calma con los
alimentos). Estas manifestaciones relacionadas con la sensación de
“acidez” se denominan pirosis.
 dolores en la parte alta del abdomen, pero hacia el lado derecho (región
del hipocondrio derecho): las afecciones biliares y del hígado tienden a
manifestarse en esta zona. Por ejemplo, los cólicos biliares se presentan
después de ingerir comidas grasas o frituras y muchas veces se
acompañan de vómitos.
 dolores en la parte alta del abdomen, pero hacia el lado izquierdo (región
del hipocondrio izquierdo): en esta región se pueden presentar afecciones
del páncreas.
 dolor en la región periumbilical: los cólicos del intestino delgado se
manifiestan en esta zona. También afecciones de la aorta abdominal.
 los costados del abdomen se llaman los flancos. En el flanco derecho se
reflejan dolores que vienen de los riñones o el colon ascendente. En
el flanco izquierdo se reflejan las vísceras de ese lado.
 por debajo del ombligo, en la zona media, está el hipogastrio, en donde se
reflejan los cólicos del intestino grueso, la vejiga, el útero.
 hacia los lados del hipogastrio están las regiones inguinales. A derecha se
ubica el apéndice, ovario, trompa de Falopio y la llegada a la vejiga del
uréter derecho. A izquierda se ubican afecciones del colon sigmoides,
ovario, trompa de Falopio y la llegada a la vejiga del uréter izquierdo.
 hacia las regiones lumbares, ubicadas en la parte posterior del abdomen,
a cada lado, a nivel de la cintura, se reflejan dolores provenientes de los
riñones. De esta forma, en un cólico renal es frecuente que el paciente
se queje de dolor que parte en una de las regiones lumbares y se irradia
hacia el flanco del mismo lado, en dirección de los genitales externos.

Síntomas relacionados con el sistema digestivo.


 odinofagia: es el dolor de garganta al tragar
 disfagia: es una dificultad para tragar o para que los alimentos bajen por
el esófago. Puede ser disfagia a sólidos y a líquidos
 anorexia: es la falta de apetito.
 náuseas: es el deseo de vomitar
 vómitos: son la expulsión violenta por la boca de materias contenidas en el
estómago.

pueden ser: -alimenticios, biliosos, porráceos (color oscuro), fecaloídeos.


-hematemesis: es un vómito con sangre roja o parcialmente digerida.

 respecto a la evacuación intestinal o defecación, conviene preguntar la


frecuencia con que ocurre, el aspecto de las deposiciones, su
consistencia:

-constipación, estitiquez o estreñimiento: cuando la frecuencia de


defecación ocurre cada varios días y con dificultad.

-diarrea: se refiere a deposiciones líquidas o con mayor contenido de


agua.

-disentería: se refiere a diarrea con mucosidades y sangre;


frecuentemente se acompaña de pujo (son contracciones voluntarias o
involuntarias a nivel rectal que dan la sensación de querer seguir
evacuando) y tenesmo rectal (es el deseo, aunque la ampolla rectal esté
vacía).

-deposición lientérica: que tiene alimentos no digeridos, como arroz,


carne o trozos de tallarines. Se presenta en cuadros de malabsorción
intestinal.

- deposición esteatorrea: tiene mayor contenido de aceite o grasas


proveniente de los alimentos. Su aspecto es brillante, grasoso, se observa
en cuadros de malabsorción intestinal.

-hematoquezia, rectorragia, colorragia o hemorragia digestiva baja:


es una deposición con sangre roja, fresca.
-melena: es una deposición negra, como alquitrán, de olor muy fuerte, de
consistencia pastosa. Se debe a un sangramiento digestivo alto, por arriba
del ángulo de Treitz. No debe confundirse con deposiciones más oscuras
que se deben a la ingesta de algunos medicamentos (por ejemplo,
suplementos con fierro).

Síntomas relacionados con el sistema nefrourológico.

 disuria de esfuerzo: es una dificultad para orinar. Por ejemplo, ocurre


en personas con crecimiento de la próstata a quienes les cuesta comenzar
la micción y el chorro de orina es delgado, con menos potencia.
 disuria dolorosa: consiste en sentir dolor al orinar, tal como ocurre en
pacientes con cistitis.
 poliaquiuria: es orinar en forma frecuente, más seguido de lo que es
habitual.
 Cambios en el volumen de orina en 24 horas:
-poliuria: es orinar gran cantidad en las 24 horas, sobre 2.500 ml.
-oliguria: es orinar menos de 400 ml en 24 horas.
-anuria: es orinar menos de 100 ml en 24 horas, o no orinar.
-nicturia: es orinar más cantidad en la noche que en el día.

 cólico renal: es un dolor con las características de un cólico (que aumenta,


llega a un máximo y luego disminuye), que tiende a ubicarse en una de las
fosas renales y se irradia hacia la región de los genitales externos.
Habitualmente es de gran intensidad, produce mucha inquietud en el
paciente y con frecuencia se acompaña de náuseas y vómitos.
 Cambios en el aspecto de la orina:

- hematuria: es una orina con sangre. Puede ser una hematuria


macroscópica (si se va a simple vista), o microscópica (si sólo se detecta
a nivel de laboratorio).

- coluria: es una orina impregnada con pigmentos biliares. Se caracteriza


porque al agitarla en el recipiente que la contiene, se forma una espuma
de color amarillo, una orina espumosa puede deberse a que tiene una
cantidad aumentada de proteínas, una orina más turbia puede deberse a
que existe una infección, es frecuente que también se sienta un olor más
fuerte, que le llama la atención al paciente.
Síntomas relacionados con el sistema nervioso.

 cefalea: es dolor de cabeza. Según su presentación se pueden distinguir


algunas posibilidades diagnósticas:

- jaquecas: el dolor tiende a presentarse como una hemicránea, o sea,


duele la mitad de la cabeza, muchas veces englobando el ojo; es frecuente
la presencia de náuseas y vómitos. Es más frecuente en mujeres y
evoluciona con crisis de dolor que se van repitiendo en el tiempo.

- cefalea tensional: el dolor es más frecuente en la región occipital o en


las regiones frontoparietales. Es frecuente que aumenten hacia el final
del día.

- cefalea en el contexto de una hipertensión endocraneana: el dolor


compromete toda la cabeza, y con frecuencia se acompaña de vómitos
explosivos.

- cefalea en el contexto de una hemorragia subaracnoídea: el dolor se


instala en forma brusca e intensa. Según la intensidad del sangramiento
puede asociarse a vómitos y compromiso de conciencia.

 vértigo: la persona nota que se siente muy mareada y todo “gira” a su


alrededor. El término “mareo” es más inespecífico ya que puede tener
distintos significados: sentirse inestable, estar “como flotando en el
aire”, sentir que el piso se mueve, etc.
 tinnitus o acúfenos: es la sensación de sentir un ruido constante en los
oídos.
 fotofobia: es una molestia o intolerancia anormal a la luz.
 diplopía: es la sensación de ver doble; este fenómeno se acentúa al mirar
hacia un lado. Habitualmente se asocia a una falta de paralelismo de los
ejes oculares (estrabismo).
 amaurosis: es la falta de visión de uno o ambos ojos (ceguera), sin una
lesión aparente. Habitualmente se debe a un compromiso de la retina, el
nervio óptico o la corteza visual.
 parestesias: es la sensación de “hormigueo” o “adormecimiento” en una
zona del cuerpo.
Síntomas generales:

 síndrome febril: es el conjunto de síntomas y signos relacionados con las


temperaturas elevadas: cefalea, dolores musculares (mialgias),
taquicardia (pulso rápido), polipnea (frecuencia respiratoria aumentada),
piel algo sudorosa, mejillas eritematosas, ojos brillantes, orina más oscura
y escasa.
 pérdida de peso: es otro aspecto importante de caracterizar. Se debe
preguntar en cuánto tiempo ha ocurrido la pérdida de peso y de qué
magnitud ha sido.

- un paciente diabético descompensado presentará polidipsia, poliuria


y polifagia.
- un paciente con malabsorción presentará diarrea, posiblemente esteatorrea
(deposiciones con más grasa) y lientería (deposiciones con alimentos no
digeridos).
- un paciente con hipertiroidismo presentará polidefecación (deposiciones más
seguidas que lo habitual), intolerancia al calor y nerviosismo.
- otras causas: cánceres, infecciones prolongadas, depresión, etc.
Principales síndromes clínicos.
Se presentan a continuación una selección de síntomas y signos que
conforman síndromes clínicos.

Conocer los distintos síndromes sirve para orientarse en el diagnóstico de un


paciente ya que son formas de presentación de distintas enfermedades.

Relacionados con el Sistema cardiovascular:

 Síndrome anginoso: se caracteriza por un dolor retroesternal, de


carácter opresivo, que se irradia hacia la mandíbula, hombros, extremidad
superior izquierda (borde cubital), espalda, de pocos minutos de duración,
que se desencadena o aumenta con esfuerzos físicos, emociones, frío, y
que se alivia con el reposo.

 Insuficiencia cardíaca: se caracteriza por disnea en relación a esfuerzos


físicos, disnea paroxística nocturna, ortopnea, nicturia. También tos,
intranquilidad, fatiga o debilidad muscular. En el examen físico se
encuentra taquipnea, taquicardia, pulso débil, sudoración, ingurgitación
yugular, cardiomegalia, soplos cardíacos, derrames pleurales,
crepitaciones en pulmones, hepatomegalia, edema de extremidades
inferiores.

Relacionados con el Sistema respiratorio:

 Insuficiencia respiratoria: Entre los síntomas destacan disnea,


fatigabilidad, anorexia. Al examen físico se puede encontrar polipnea,
cianosis, compromiso de conciencia, sudoración, taquicardia, respiración
dificultosa, un examen pulmonar alterado. En los exámenes de laboratorio
se puede encontrar hipoxemia, hipercarbia, poliglobulia.

Relacionados con el Sistema endocrino

 Síndrome hipertiroídeo: el paciente puede experimentar sensación


excesiva de calor, baja de peso, apetito conservado o aumentado,
polidefecación, palpitaciones, fatigabilidad. También nerviosismo,
intranquilidad, en las mujeres, oligomenorrea o amenorrea, también piel
caliente, suave, húmeda, temblor fino en las manos.
 Síndrome hipotiroídeo: los síntomas que lo sugieren son sensibilidad al
frío, fatiga, disminución del apetito, somnolencia, falta de concentración,
apatía, constipación, alza de peso y en las mujeres menstruaciones
abundantes y duraderas (menorragias). En el examen físico puede
presentarse una facie poco expresiva, algo vultuosa, con ojos rasgados; a
veces se pierden los bordes laterales de las cejas. La lengua es grande
(macroglosia). La piel es seca y áspera, e impresiona infiltrada
(mixedema). El paciente se nota pálido. El pelo es ralo y seco y tiende a
caerse; las uñas son quebradizas. El pensamiento es lento (bradipsiquia).
La voz es ronca. El pulso es lento (bradicardia).

 Síndrome de Cushing (por exceso de glucocorticoides): los pacientes


pueden presentar astenia intensa, debilidad muscular (especialmente
proximal). En las mujeres puede ocurrir una alteración de sus
menstruaciones, con amenorrea u oligomenorrea. En el examen físico
destaca una tendencia a la obesidad faciotroncular, de modo que la cara
se ve redonda (cara de "luna llena"), y en el tronco se acumula grasa ("giba
de búfalo"). Las mejillas presentan un color rojizo. La piel se aprecia
atrófica y frágil, las vénulas y capilares se transparentan, y existe
fragilidad capilar con tendencia a desarrollar petequias y equímosis; en la
pared abdominal se desarrollan estrías rojo-vinosas. Es frecuente que se
desarrolle acné e hirsutismo. Las masas musculares tienden a estar
disminuidas. Las cifras de presión arterial se registran elevadas
(hipertensión arterial). Las determinaciones de laboratorio muestran
niveles elevados de cortisol, intolerancia a la glucosa e hipopotasemia. En
los huesos se desarrolla osteoporosis.

Relacionados con el Sistema digestivo:

 Síndrome ulceroso: se caracteriza por dolor en el epigastrio de carácter


urente, que se alivia con los alimentos o antiácidos (presenta ritmo).

 Síndrome pilórico: se debe a una obstrucción del canal pilórico y se


caracteriza por vómitos en los que se reconocen alimentos ingeridos varias
horas antes. También se presentan náuseas y dolor en la mitad superior
del abdomen. Si los vómitos son biliosos significaría que la obstrucción es
más abajo que la desembocadura del colédoco.
 Síndrome disentérico: se caracteriza porque el paciente tiene diarrea
acompañada de mucosidades y sangre. También se presenta dolor
abdominal de tipo cólico, pujo y tenesmo rectal; puede haber fiebre.

 Síndrome de malabsorción: en su presentación más frecuente el enfermo


baja de peso y presenta deposiciones con aumento de su contenido líquido
(diarrea o deposiciones blandas), con alimentos no digeridos (lientería) y
aumento de la cantidad de grasa (esteatorrea). Frecuentemente se asocia
a distensión abdominal.

 Síndrome de insuficiencia hepática: Es frecuente que el paciente sienta


anorexia, náuseas, vómitos, y astenia. Dependiendo de la enfermedad de
base las manifestaciones podrán variar. En cuadros colestásicos es
frecuente que exista prurito. En otros puede ocurrir baja de peso y dolor
en el cuadrante superior derecho del abdomen. En el examen físico se
puede encontrar ictericia, asterixis, palma hepática, hipertrofia
parotídea, disminución del vello corporal, telangiectasias aracneiformes
("arañas vasculares"), ascitis, circulación colateral aumentada en la pared
abdominal (eventualmente de tipo porto-cava), cambios en el tamaño y
consistencia del hígado, esplenomegalia, fétor hepático, equímosis,
ginecomastia, disminución de las masas musculares. La orina puede ser
colúrica y las deposiciones acólicas. Habiendo hipoalbuminemia es
frecuente encontrar ascitis y edema, especialmente en las extremidades
inferiores. Si se desarrolla encefalopatía hepática puede haber
compromiso de conciencia. Los exámenes de laboratorio mostrarán las
pruebas hepáticas y de coagulación alteradas. Los niveles de amonio en la
sangre y de glutamina en el líquido cefalorraquídeo pueden estar elevados.

Relacionados con los riñones:

 Síndrome nefrítico agudo: es frecuente que exista un antecedente de


infección estreptocócica y que una vez que se ha instalado el cuadro se
presente hematuria y oliguria. En el examen físico el paciente presenta
una facie vultuosa, edema (de párpados, manos y pies) e hipertensión
arterial. Los exámenes de laboratorio pueden mostrar un sedimento de
orina con proteinuria, hematuria y cilindros hemáticos. Se pueden
encontrar cifras de nitrógeno ureico y creatinina algo elevadas.
 Síndrome nefrótico: las características principales son el desarrollo de
un cuadro edematoso que puede llegar a la anasarca. En los exámenes de
laboratorio la alteración principal es una proteinuria en orina de 24 horas
que alcanza cifras superiores a los 3,5 gramos. Esto lleva a
una hipoalbuminemia, con valores inferiores a los 3,0 g/dl. También se
encuentra hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia.

 Síndrome urémico: se asocia a insuficiencia renal. Los pacientes


presentan anorexia, astenia, náuseas, vómitos, baja de peso, oliguria,
prurito, somnolencia. En el examen físico se puede encontrar palidez,
edema, una facie vultuosa. La piel tiende a hiperpigmentarse y se presenta
seca y con finas escamas ("escarcha urémica"). En las extremidades se
puede encontrar asterixis y en casos avanzados se encuentran mioclonías.
El aliento tiene un aroma especial (fétor urémico). La respiración es de
tipo acidótica. Existe tendencia a las equímosis. En los exámenes de
laboratorio destaca la elevación del nitrógeno ureico y de la creatinina,
acidosis metabólica, hiperpotasemia y anemia.

Relacionado con la micción:

 Síndrome prostático: se caracteriza por disuria de esfuerzo, poliaquiuria,


disminución del calibre y de la fuerza del chorro miccional, goteo terminal
o micción en dos o más tiempos, sensación de micción incompleta. En el
examen físico se puede palpar una próstata grande y en casos avanzados,
un "globo" vesical.

Relacionados con el sistema hematológico:

 Síndrome anémico: puede manifestarse con disnea de esfuerzos,


palpitaciones, cefalea, fatigabilidad fácil. En casos intensos puede
desencadenar angina de pecho o insuficiencia cardíaca. Estas
manifestaciones dependen mucho de la velocidad de instalación de la
anemia, de la magnitud de ella y de las condiciones basales del paciente.
En el examen físico destaca la palidez de la piel y de las mucosas,
taquicardia, pulso amplio, un soplo sistólico de eyección de tipo funcional
y, eventualmente, edema periférico. En los exámenes de laboratorio
destacan niveles de hematócrito y hemoglobina disminuidos.
 Síndrome hemorragíparo: se presentan equímosis y petequias en la piel y
mucosas (púrpura). También existe tendencia a sangramientos como
epistaxis, gingivorragia, melena, hematuria, metrorragia, y formación de
hematomas. En los exámenes de laboratorio se pueden encontrar
alteradas las pruebas de coagulación (tiempo de protrombina, de
tromboplastina, de sangría, el recuento de las plaquetas y otras más
específicas).

Relacionados con el Sistema Neurológico:

 Síndrome meníngeo: se caracteriza porque el paciente presenta cefalea,


fiebre, náuseas, vómitos (que pueden ser explosivos), dolor en la espalda,
la región lumbar o el cuello. En general, el paciente está decaído y puede
estar comprometido de conciencia. En el examen físico los signos más
específicos son la rigidez de nuca y los signos de Brudzinsky y de Kernig.
El diagnóstico se confirma con el estudio del líquido cefalorraquídeo que
está alterado.

 Síndrome de hipertensión endocraneana: el enfermo presenta cefalea,


vómitos explosivos y compromiso de conciencia. En el examen físico se
puede encontrar edema de la papila en el fondo de ojo. También es
frecuente encontrar bradicardia.
La Ficha Clínica del hospital
Consta de varias secciones.

En la portada se identifica al paciente: nombre, número de identificación.


También puede ser un buen lugar para destacar aspectos específicos como la
existencia de alguna alergia (por ejemplo, alergia a la penicilina).

Luego van archivadas las hospitalizaciones y consultas según fecha de


ocurrencia.

Si la información se refiere a una hospitalización se va a encontrar:

- el ingreso del paciente (anamnesis, antecedentes y examen físico).


- los diagnósticos.
- las evoluciones de cada día con sus indicaciones.
- los exámenes. la epicrisis (o resumen de egreso).
- hojas de enfermería. la hoja gráfica (registro signos vitales)

Cuando el paciente se va a su casa, se efectúa la epicrisis, que es un resumen de


lo más importante de la hospitalización (esto evita tener que revisar cada vez
toda la información generada durante la hospitalización).
Esquema de la información clínica
A continuación se presenta un esquema para presentar la información obtenida
en la historia clínica y el examen físico:

Historia Clínica y Examen Físico:

Identificación del paciente.

Motivo de consulta (Problema principal).

Anamnesis próxima (Enfermedad Actual).

Antecedentes:
a) Mórbidos (médicos y quirúrgicos)
b) Ginecoobstétricos en mujeres
c) Hábitos.
d Medicamentos.
e) Alergias.
f) Antecedentes sociales y personales.
g) Antecedentes familiares.
h) Inmunizaciones.

Breve revisión por sistemas.

Exámen Físico General.

1. Posición y decúbito.
2. Marcha o deambulación.
3. Facie y expresión de fisonomía.
4. Conciencia y estado psíquico.
5. Constitución y estado nutritivo. Peso y talla.
6. Piel y anexos.
7. Sistema linfático.
8. Pulso arterial.
9. Respiración.
10. Temperatura.
11. Presión arterial.
Exámen Físico Segmentario.

 Cabeza (aspectos generales, ojos, nariz, boca y faringe, oídos).


 Cuello.
 Tórax:
- Caja torácica.
- Mamas.
- Pulmones.
- Corazón.
- Abdomen y regiones inguinales.
- Vísceras abdominales:
 Hígado.
 Bazo.
 Riñones.
 Genitales externos.
 Columna y Extremidades.

Exámenes específicos:

 Tacto rectal y de próstata.


 Ginecológico.

Examen neurológico.

1) Conciencia y examen mental.


2) Nervios craneales

I. Nervio olfativo.
II. Nervio óptico y fondo de ojo.
III. Nervio motor ocular común.
IV. Nervio troclear o patético.
V. Nervio trigémino.
VI. Nervio abducente o motor ocular externo.
VII. Nervio facial.
VIII. Nervio auditivo.
IX. Nervio glosofaríngeo.
X. Nervio vago.
XI. Nervio espinal accesorio.
XII. Nervio hipogloso.
3) El sistema motor (movimientos, fuerzas, tono, reflejos, coordinación).
4) Examen de la sensibilidad (dolor y temperatura, posición y vibración, tacto).
5) Signos de irritación meníngea.

Hipótesis diagnósticas.
Exámen Físico

El exámen físico general:

1. Posición y decúbito.

La posición se refiere a la postura que la persona adopta estando de pie o


acostada. Decúbito dice relación con la posición acostada.

Los decúbitos normales de una persona que puede moverse sin limitaciones son:

 Decúbito dorsal o supino activo, si está de espalda.


 Decúbito lateral activo, si está sobre un costado.
 Decúbito ventral o prono, si está boca abajo, sobre el vientre

Ejemplos de posiciones que la persona adopta por aspectos de la enfermedad:

 Postura antiálgica o antálgica: posición que adopta el enfermo para evitar


el dolor.
 Postura de pie del paciente con enfermedad de Parkinson: se nota
rígido, inclinado ligeramente hacia adelante, algo encorvado, con las
extremidades superiores adosadas a los flancos y con un temblor grueso.
 Postura de pie del paciente con una hemiplejía: en el hemicuerpo
paralizado su brazo se encuentra en contacto con el costado y el
antebrazo y la mano, están en semiflexión y pronación (palma hacia abajo);
la pierna, a su vez, permanece en extensión.
 Posición de Fowler: la cama del paciente se levanta colocando unos tacos
bajo las patas de la cabecera de la cama, de modo que la cabeza queda
más alta que los pies. Se usa en situaciones de insuficiencia arterial
aguda.
 Posición de Trendelenburg: la cama del paciente se levanta colocando unos
tacos, de modo que los pies quedan más altos que la cabeza. Se usa en
situaciones de edema o tromboflebitis de las extremidades inferiores.
 Posición ginecológica: la paciente es colocada en un decúbito dorsal, con
sus piernas flectadas y separadas. Facilita el examen ginecológico.

2. Marcha o deambulación

Se refiere a la forma como el paciente camina. Lo normal es hacerlo en forma


activa, con control de los movimientos, en los que se nota coordinación y armonía.
La persona se desplaza de acuerdo a su voluntad, siguiendo las trayectorias que
decida. Es normal que presente algún grado de braceo, que no se desvíe en forma
involuntaria del trayecto que desea seguir, que el punto de gravedad del cuerpo
esté centrado sobre su base de sustentación o ligeramente adelante, que los
pasos sean de un tamaño parecido, etc. Esta forma de deambular se altera en
distintas enfermedades.

Los trastornos de la marcha en general se deben a alguno de los siguientes


trastornos:

 dolor.
 problemas articulares.
 debilidad muscular.
 falta de control del movimiento.

Marcha de pacientes con polineuritis: debido a una imposibilidad de efectuar


una flexión dorsal del pie por debilidad de los músculos tibiales anteriores y
extensores de los dedos, la persona debe levantar la pierna más de lo normal
para evitar arrastrar el pie. Luego, al bajar la pierna, apoya primero la punta del
pié y luego el resto de la planta. Se encuentra en pacientes con polineuritis o
polineuropatías periféricas. Esta forma de caminar también se ha llamado
marcha equina, por remedar el trote elegante de algunos caballos.

Marcha atáxica o tabética: se caracteriza por ser inestable y el paciente mira


el suelo como una forma de compensar. La coordinación está alterada de modo
que en cada paso la extremidad inferior es levantada con más fuerza que la
necesaria y luego el pie cae bruscamente golpeando el suelo con toda la planta.
Esta es una manifestación de una ataxia sensorial que se da en pacientes con
trastornos propioceptivos importantes.

 Marcha cerebelosa: es otra forma de ataxia y consiste en un deambular


vacilante, como lo que se puede apreciar en una persona ebria. Se
encuentra en pacientes con síndrome cerebeloso.
 Marcha espástica: las piernas permanecen juntas y rígidas debido a una
hipertonía de tipo piramidal. Para avanzar, la persona efectúa movimientos
alternantes con sus caderas y logra dar pasos cortos. Se presenta en
paciente con enfermedades de la médula espinal, asociadas a espasticidad.
 Marcha del hemipléjico: la extremidad inferior del lado pléjico se
encuentra extendida y espástica. La pierna comprometida avanza
efectuando un semicírculo y en su recorrido arrastra el borde externo y
la punta del pie. El brazo pléjico permanece en contacto con el tronco, el
antebrazo flectado y la mano en pronación. Cuando la otra pierna avanza,
sólo lo hace hasta alcanzar la posición de la pierna pléjica, sin avanzar más
allá.
 Marcha parkinsoniana: se caracteriza por pasos cortos, una postura del
cuerpo flectada hacia delante, movimientos rígidos y ausencia de braceo.
Se ve en pacientes con enfermedad de Parkinson. La postura hacia delante
les puede llevar a perder la estabilidad y acelerar la marcha para no caer
(esto se conoce como marcha festinante). La rigidez los lleva a girar en
bloque y muchas veces tienen dificultad para iniciar los primeros pasos.

3. Facies y expresión fisonómica.

Se refiere al aspecto o expresión de la cara.

 Facie acromegálica: se caracteriza por la prominencia de la mandíbula,


protrusión del hueso frontal, rasgos toscos por crecimiento de huesos y
tejidos blandos, lengua grande (macroglosia). Se encuentra en tumores
hipofisiarios productores de hormona de crecimiento.
 Facie cushingoide: la cara se ve más redonda (“cara de luna llena”), la piel
se aprecia más fina y eritematosa y es frecuente observar mayor cantidad
de vellos y lesiones de acné. Se ve en cuadros asociados a exceso de
corticoides.
 Facie hipertiroidia: se caracteriza por una mirada expresiva, que está
determinada por una ligera retracción del párpado superior; en algunos
pacientes existe un exoftalmo (protrusión de los globos oculares). La piel
se aprecia fina y húmeda. Se asocia a un exceso de hormona tiroídea. Al
solicitar al paciente que siga con la mirada el dedo del examinador desde
arriba hacia abajo, se hace más notoria la esclera del ojo entre el borde
superior del iris y el borde del párpado superior. Este es el signo de
Graefe.
 Facie hipotiroidia o mixedematosa: destaca la poca expresividad del
rostro, asociado a rasgos abotagados (viene de “hinchazón”), aspecto
pálido amarillento, piel áspera y pastosa, pelo escaso, edema periorbitario
y macroglosia; con alguna frecuencia se pierden las cejas en los lados
externos. Se asocia a cuadros en los que existe un déficit de hormona
tiroidea.
 Facie hipocrática: puede encontrarse en enfermedades graves como una
peritonitis aguda o un estado de shock (colapso circulatorio). Se
caracteriza por un perfil enjuto (delgado), con ojos hundidos, ojeras,
palidez y sudor frío.

 Facie mongólica (del síndrome de Down): se aprecia una inclinación


mongoloide de los ojos, con pliegues epicánticos (pliegue de la piel que
cubre el ángulo interno y carúncula de los ojos), puente nasal aplanado,
implantación baja de las orejas y macroglosia

 Facie parkinsoniana: se ve en pacientes con enfermedad de Parkinson. Se


caracteriza porque la cara presenta muy poca expresividad (hipomimia) y
los pacientes pestañean poco. Ocasionalmente se les puede escurrir un
poco de saliva por las comisuras labiales.

 Facie febril: se caracteriza por rubicundez, especialmente de las mejillas,


y ojos brillantes.

4. Conciencia y estado psíquico (Examen mental).

Se obtiene información respecto al grado de alerta, el juicio, la inteligencia, la


memoria, el estado de ánimo. Estos son aspectos que forman parte de la
evaluación del estado mental de una persona y es necesario saber identificarlos
y analizarlos.

Habitualmente, mientras transcurre la conversación con el paciente, se captan


los distintos aspectos, esto permite también formarse una idea del nivel de
conciencia, la inteligencia, el estado anímico, su educación, etc.

1) NIVEL DE CONCIENCIA. Este parámetro se refiere al compromiso


cuantitativo de conciencia (o nivel de alerta) y la capacidad de ubicarse u
orientarse (capacidad de identificarse a sí mismo, orientación en el tiempo,
respecto al lugar en dónde está, reconocimiento de personas).

Capacidad de orientarse:

 Orientación respecto a sí mismo: ¿Cómo se llama? ¿qué edad tiene? ¿en


qué trabaja?
 Orientación en el tiempo: ¿En qué fecha estamos? ¿Qué día de la semana
es hoy?
 Orientación en el espacio: ¿Dónde se encuentra? ¿Está en un hospital?
¿En su casa?
 Orientación respecto a personas: ¿Quién soy yo? o ¿Quién es esta
persona?

Compromiso cuantitativo de conciencia:

Se evalúa el grado de lucidez o el compromiso cuantitativo de conciencia,


especialmente en lo referente a la dificultad para despertar y dar respuestas
ante estímulos externos.

La diferencia de los distintos niveles se va determinando según el tipo de


estímulo que es necesario aplicar y la calidad de las respuestas que se obtienen.

Los niveles de compromiso de conciencia son:

 Lucidez. Estado de plena alerta. Corresponde a la persona normal, que es


capaz de mantener una conversación y dar respuestas a las preguntas que
se le formulan
 Somnolencia. El paciente impresiona durmiendo pero al llamarlo por su
nombre o hablarle en voz más fuerte abre los ojos, mira al examinador,
responde preguntas y luego nuevamente sigue durmiendo.

 Obnubilación (sopor superficial) Es necesario tocar o agitar al paciente,


como tratando de despertarlo. Ante esto, abre los ojos, mira al
examinador, pero responde lentamente y está algo desorientado
(confuso). No muestra interés en el medio ambiente.
 Sopor. Es una etapa más avanzada de compromiso cuantitativo de
conciencia. Para obtener respuestas es necesario aplicar estímulos
dolorosos. Las respuestas verbales son lentas o, incluso, ausentes. No
tiene conciencia de sí mismo ni del ambiente.
 Coma. Es el nivel más avanzado de compromiso cuantitativo de conciencia.
No es posible obtener respuestas ni siquiera aplicando estímulos
dolorosos. Algunas reacciones que se pueden presentar, son, en realidad,
reflejos. Los signos vitales se mantienen.

2) LENGUAJE

Se aprecia si la persona es capaz de :

 entender preguntas, responder preguntas en forma adecuada.


 entender textos escritos, escribir un idea, nombrar objetos que se le
muestran.

Evaluación del lenguaje.

Se conversa con el paciente y se evalúa cómo es la comunicación que se logra. Si


se aprecia un trastorno, podría ser necesario ir a un nivel más básico, con
preguntas u órdenes simples, como: “Saque la lengua”, “Levante las manos”,
“Cierre los ojos”, etc. Si el paciente responde en forma adecuada, significa que
es capaz de comprender la orden y entregar una respuesta.

Una afasia es una pérdida o alteración del lenguaje y sus características


dependerán de la ubicación del daño cerebral. Puede ser:

 afasia global: pérdida casi completa de la comprensión y emisión del


lenguaje
 afasia motora o de Broca: la persona comprende lo que se le dice o se le
muestra, pero no logra emitir las palabras para comunicarse.
 afasia sensorial o de Wernicke: en este caso la persona no comprende
lo que se le dice, aunque es capaz de emitir palabras, pero de todas
formas no se le lograr entender ya que intercala parafasias (sustitución
de una palabra por otra, con distinto significado).

No se debe confundir con una disartria, que es una dificultad en la articulación


de las palabras, ni con una disfonía, que se relaciona con cambios del tono de la
voz.
Una alexia es una incapacidad para comprender un texto escrito y
una agrafia es una incapacidad para escribir.

3) MEMORIA.

Es la capacidad de recordar (acontecimientos recientes o más antiguos) y de


retener nueva información.

 Memoria de hechos remotos. Para investigarla se pregunta sobre


cumpleaños, fechas nacionales memorables, respecto a la familia, dónde
estudió, dónde trabajó, etc. Las personas que están desarrollando una
demencia, como se ve en la enfermedad de Alzheimer, tienden a recordar
mejor los hechos remotos que los recientes.
 Memoria de hechos recientes. Se pregunta por acontecimientos
ocurridos en el día (ojalá que puedan ser ratificados de modo de evitar
una confabulación, que sería inventar hechos para compensar defectos de
la memoria).
 Capacidad para aprender cosas nuevas o memoria inmediata. Se le
mencionan al paciente tres objetos (por ejemplo, lápiz, auto, reloj), y se
le repite hasta que lo memorice. Después de conversar un rato de otros
temas, se le pide a la persona que vuelva a mencionar los tres objetos.

4) FUNCIONES COGNITIVAS SUPERIORES.

 Pensamiento abstracto. Se altera en situaciones en que la conciencia y


la concentración están comprometidas. Para evaluar este aspecto, se
pregunta sobre:
- semejanzas (ej.: ¿en qué se parece un avión a un barco? ¿una manzana a
una pera?).
- diferencias (ej.: ¿en qué se diferencia un enano de un niño? ¿un río de
una laguna?).
 Cálculo aritmético y series invertidas. Se le solicita al paciente
efectuar:
- operaciones matemáticas simples (ej.: sumas, restas, etc.: 4 + 8 – 7...).
 Capacidad para reproducir un dibujo. Al paciente se le pasa una hoja en
blanco y un lápiz y se le pide que haga un dibujo.

5) ESTRUCTURACIÓN DEL PENSAMIENTO Y PERCEPCIONES.


La alteración principal del examen mental en algunos pacientes está en la
estructuración del pensamiento, en su contenido y en una falla en la percepción
o interpretación que hacen del medio ambiente. Esto lleva a distintas
alteraciones de tipo cualitativo de la conciencia, como son los estados
confusionales, los delirios y las psicosis.

Confusión. En este estado, el paciente no es capaz de enjuiciar en forma


correcta su situación y presenta desorientación en el tiempo y en el
espacio, es incapaz de reconocer personas y objetos que le debieran ser
familiares, no se concentra y su memoria falla.

Delirio. El paciente impresiona desconectado de la realidad, con ideas


incoherentes. Presenta cambios agudos y fluctuantes en su estado mental
en comparación a su estado basal y dificultades para concentrarse o
seguir una conversación. A esto se suma un pensamiento desorganizado,
con un flujo de ideas ilógico, y algún grado de compromiso de conciencia
(desde somnoliento a estar hiperalerta).

Puede presentar ilusiones, que sería una interpretación errónea de


estímulos externos reales (por ejemplo, un ruido lo interpreta como un
mensaje) o alucinaciones, que sería la percepción de estímulos externos
sensoriales que no existen (por ejemplo, siente que le están hablando o ve
objetos que en la realidad no existen).

Psicosis. La persona presenta una desorganización profunda del juicio


crítico y de su relación con la realidad. Esto se asocia a trastornos de la
personalidad y del pensamiento. La persona puede tener ideas delirantes
y alucinaciones (por ejemplo, sentir voces que le ordenan efectuar
determinadas misiones).

6) ESTADO ANÍMICO Y PERSONALIDAD.

A medida que se conversa con el paciente, se captan aspectos de su


personalidad, su estado anímico, sus emociones, sentimientos, forma de
reaccionar, etc. A través de este proceso, se puede plantear, por ejemplo, si el
paciente está angustiado o depresivo.
Trastornos del examen mental.

 Demencia. Cuando se desarrolla en un adulto, habitualmente se va


instalando lentamente y va progresivamente deteriorando a la persona en
sus condiciones intelectuales. Su nivel de alerta se mantiene normal hasta
etapas avanzadas. El ánimo es bastante plano y puede desarrollar una
depresión. Los procesos mentales se van empobreciendo.
 Delirio. La instalación tiende a ser aguda y la evolución es fluctuante. En
las noches el compromiso tiende a ser mayor. El ritmo sueño-vigilia se
altera (tendencia a estar despierto en la noche y dormir en el día). El nivel
de atención y la capacidad de concentrarse se comprometen. La persona
puede estar somnolienta o agitada, y puede alternar a lo largo de las
horas. El ánimo también es fluctuante. El pensamiento se altera y la
persona impresiona desorientada (confusa), incoherente, pudiendo
presentar ilusiones y alucinaciones.
 Depresión. La persona presenta poco interés en cosas que antes le
interesaban, no disfruta de actividades que le eran placenteras
(anhedonia), rehusa actividades sociales, con frecuencia presenta
trastornos del sueño, siente poca energía, le cuesta levantarse en las
mañanas, le cuesta dirigirse a su trabajo, está pesimista, le cuesta
concentrarse y tomar decisiones, nota que la memoria le falla, está muy
sensible, pudiendo presentar un llanto fácil, siente que su vida tiene poco
sentido, está autorreferente, y en casos graves, puede concebir ideas
suicidas. El apetito tiende a estar disminuido, come menos, baja de peso,
desarrolla más constipación.

Otros trastornos:
Trastornos de ansiedad (dentro de los cuales están los trastornos de
pánico, las fobias sociales, los trastornos obsesivos – compulsivo, etc.).

Episodios maníacos o hipomaníacos (trastornos bipolares en los que existe


alternancia entre estados maníacos y depresivos).

Psicosis de distinto tipo (incluyendo las esquizofrenias, psicosis por drogas,


etc.).

EVALUACIÓN DE UNA POSIBLE DEMENCIA.


Un test que se usa para evaluar una posible demencia es el Mini-Mental Status
Examination (MMSE) de Folstein, que da un puntaje máximo de 30 puntos. Es
un test que se usa para evaluar la función cognitiva y para hacer seguimiento en
etapas posteriores.

Se evalúan cinco aspecto (Orientación, Memoria inmediata, Concentración y


Cálculo, Recuerdo diferido, Comprensión del lenguaje).

Se considera sugerente de una demencia valores bajo 23 puntos y la descartan


valores sobre 24 puntos.

Evaluación del compromiso de conciencia mediante la Escala de Glasgow:

Evaluar el grado de compromiso de conciencia, basado en tres aspectos:

Compromiso motor: Puntaje


obedece comando verbal 6
respuesta a dolor y localiza dolor 5
Flexión-retirada; retira. 4
Rigidez de decorticación 3
Rigidez de descerebración 2
Sin respuesta 1
Respuesta Verbal:
Orientado y conversa 5
Desorientado y conversa 4
Palabras inapropiadas 3
Sonidos incomprensibles 2
Sin respuesta 1
Apertura de ojos:
Apertura espontánea 4
Al comando verbal 3
Al dolor 2
Sin respuesta 1
Puntaje Máximo: 15
6. Piel y anexos de la piel.

Se deben evaluar los siguientes aspectos:

 Color.
 Humedad y untuosidad.
 Turgor y elasticidad.
 Temperatura.
 Lesiones (primarias y secundarias).
 Anexos de la piel: pelos y uñas.

Al respecto, conviene tener presente lo siguiente:

Color.

La coloración de la piel depende de varias características.

 La cantidad de pigmento melánico (melanina): depende de la raza, la


herencia y la exposición al sol. Es normal que en ciertas zonas del cuerpo
exista una mayor pigmentación, como en pezones, genitales externos o
alrededor de orificios naturales.
 Lo opuesto sucede cuando falta el pigmento melánico. Si el trastorno es
generalizado, da lugar al albinismo y si es localizado, al vitiligo. Las
cicatrices también pueden presentarse descoloridas.
 El grosor de la piel y su perfusión sanguínea. En esto participa la riqueza
de capilares sanguíneos, lo bien o mal perfundida que esté la piel, el nivel
de vasoconstricción o vasodilatación, si el paciente tiene anemia o tiene
exceso de glóbulos rojos (poliglobulia), si la sangre está bien oxigenada o
desaturada.

Según esto la piel podrá presentar un color rosado normal, palidez (anemia o
vasoconstricción), cianosis (porcentaje aumentado de hemoglobina desaturada
de oxígeno), rubicundez (vasodilatación o poliglobulia), etc. Por supuesto, estos
cambios se aprecian mejor en personas caucásicas (de raza blanca).

La cianosis se presenta cuando existe una oxigenación defectuosa, con mayor


cantidad de hemoglobina reducida (no oxigenada). Si es una cianosis central,
habitualmente asociada a hipoxemia, el color violáceo se aprecia en la lengua, los
labios, los lechos ungueales, orejas.
Si se trata de una cianosis periférica, por ejemplo, por vasoconstricción debido
a ambiente frío, la lengua está rosada, pero se aprecia el color violáceo en los
labios, las orejas y las manos. En estados de shock (colapso circulatorio)
asociados a vasoconstricción cutánea, la piel se aprecia pálida y existe frialdad
en manos, pies, orejas, punta de la nariz.

 Otros pigmentos. Estos pueden ser de distinta naturaleza.

-bilirrubina: cuando los niveles en el suero sobrepasan los 2 mg/dL es


posible detectar ictericia. En la esclera es dónde más fácilmente se
detecta. El examen conviene efectuarlo con luz natural.

-carotenos: su aumento puede dar una coloración amarillenta de la piel.


Esto se observa con la ingesta de algunas frutas.

 Oscurecimiento de la piel debido enfermedades:

-hemocromatosis (existen depósitos aumentados de fierro).


-insuficiencia suprarrenal (enfermedad de Addison).
-cirrosis hepática.
-insuficiencia renal crónica.

Cambios localizados de pigmentación:

-hiperpigmentación por fenómenos físicos: por roces o traumatismos.

-cambios de coloración en las mejillas:

- cloasma gravídico: hiperpigmentación de las mejillas y muchas veces


también de la frente o el resto de la cara. Se ve en relación a embarazos
o la ingesta de estrógenos.

- Mariposa lúpica”: hiperpigmentación de las mejillas en pacientes con


lupus eritematoso sistémico.

- Rosácea: afección de la piel que se manifiesta con una coloración rosada


de la nariz y las mejillas.
Humedad y untuosidad.

 Humedad. Es una cualidad que depende de la hidratación, la acción de las


glándulas sudoríparas, el calor ambiental y el estado neurovegetativo.
 Untuosidad. Es la condición oleosa que puede adquirir la piel por efecto
de las glándulas sebáceas.

Turgor y elasticidad.

 Turgor. Es la resistencia que se aprecia al efectuar un pliegue en la piel


(por ejemplo, en el antebrazo o bajo la clavícula). Se relaciona con la
hidratación de la persona y por lo tanto disminuye en personas
deshidratadas (pero también disminuye con los años).
 Elasticidad. Se refleja por la rapidez que desaparece un pliegue al soltar
la piel. Depende de la cantidad de tejido elástico. Es máxima en los bebés
y está muy disminuida en los ancianos.

Temperatura. Puede estar normal, aumentada o disminuida:

- fiebre: aumento sistémico de la temperatura, sobre 37,5ºC.


- hipotermia: disminución de la temperatura, bajo la normalidad (35,5ºC).
- aumento localizado de la temperatura: habitualmente por una inflamación.
- disminución localizada de la temperatura: debido a fenómenos regionales (por
ejemplo, mala circulación distal por vasoconstricción o isquemia localizada).

Lesiones cutáneas.

Fijarse en aspectos como los siguientes:

1. Características de las lesiones más elementales (ej.: máculas, pápulas,


vesículas, etc.).
2. Evolución de las lesiones desde que se presentan por primera vez.
3. Ubicación de ellas en el cuerpo. En este sentido conviene fijarse si son:
- únicas o múltiples.
- simétricas o asimétricas (afectan un lado del cuerpo, o ambos).
- localizadas (sólo en un sector, como el herpes zoster) o generalizadas.
- de distribución centrípeta (predominan en el tronco y el abdomen,
como el sarampión) o centrífuga (predominan en las extremidades)
- ubicación preferente (zonas expuestas al sol, como la cara, el escote,
las manos, como ocurre en reacciones de fotosensibilidad)
1. Confluencia de las lesiones (ej.: máculas que confluyen y dan un aspecto
“cartográfico”, como ocurre en el exantema morbiliforme del sarampión).
2. Síntomas asociados (ej.: lesiones que dan dolor o sensación de quemazón,
como en el herpes zoster).
3. Circunstancias en las que aparecen (ej.: reacción de fotosensibilidad que
aparece mientras se está tomando tetraciclina).

Clasificación de las lesiones.

Lesiones elementales: son aquellas que se presentan como primera manifestación


de la enfermedad cutánea y se les logra identificar como tales, antes que
confluyan o cambien en su aspecto (ej.: máculas, pápulas, vesículas).

Lesiones secundarias: son aquellas que son consecuencia de otra lesión (ej.:
costras, cicatrices).

Exantema: se denomina así la condición en la cual las lesiones se presentan en


forma difusa en todo el cuerpo (ej.: exantema morbiliforme del sarampión;
exantema de la varicela).

Enantema: es el compromiso de las mucosas.

Descripción de las principales lesiones cutáneas que es posible encontrar:

Eritema. Es un enrojecimiento de la piel. Se produce por una vasodilatación o un


aumento de la perfusión. Al aplicar presión con un dedo, la lesión tiende a
blanquearse al exprimir los vasos sanguíneos y luego, al soltar la presión, el área
se reperfunde.

Mácula. Es una mancha no solevantada; es un cambio localizado de la coloración.


El color dependerá del mecanismo involucrado: depósito de hemoglobina (café-
amarillento), depósito de melanina (café-negruzco, azulado), por vasodilatación
(enrojecido), por déficit de pigmento melánico (blanquecino).

Pápula. Es una lesión solevantada, circunscrita, de menos de 1 cm, en general


redonda. Su superficie puede ser suave o rugosa (papilomatosa).

Nódulo. Es una lesión sólida, redondeada, mayor de 1 cm, bien circunscrita. Es


equivalente a una pápula, pero mayor de 1 cm.
Tumor. Es una lesión que se produce por proliferación celular; puede ser benigna
o maligna.

Vesícula. Es una lesión de contenido líquido, solevantada, circunscrita, de menos


de 1 cm, con una cubierta que generalmente está a tensión. El contenido puede
ser claro, turbio o hemorrágico.

Ampolla o bula. Es una lesión de contenido líquido, solevantada, circunscrita, de


más de 1 cm, con una cubierta tensa o flácida. El contenido puede ser claro,
turbio o hemorrágico.

Pústula. Es una vesícula con material purulento.

Placa. Es una lesión plana o levemente solevantada, mayor de 1 cm. Puede ser
una lesión en sí misma o el resultado de la confluencia de otras lesiones.

Escama. Es una delgada lámina de estrato córneo que forma laminillas

Erosión. Es una lesión debida a pérdida de la epidermis, sin comprometer la


dermis. Al sanar, no deja cicatriz.

Ulceración. Es una solución de continuidad que compromete la epidermis y parte


de la dermis, de modo que al sanar deja una cicatriz. Si la ulceración es lineal, se
llama fisura. Si la ulceración afecta una mucosa, se llama afta.

Costra. Se produce por desecación de exudados (sanguinolentos o serosos).

Cicatriz. Es la reparación por tejido fibroso de un corte o lesión profunda de la


piel. Puede ser atrófica o hipertrófica. Se llama queloide a una cicatriz
hipertrófica.

Roncha. Es una lesión de bordes solevantados y netos, no permanente,


habitualmente muy pruriginosa, debida a edema del dermis e hipodermis. Es
característica de las urticarias.

Liquenificación. Es un engrosamiento de la epidermis y, a veces, de la dermis,


como consecuencia de rascarse durante un tiempo prolongado

Telangiectasia. Corresponde a dilataciones y mayor de desarrollo de capilares.


telangiectasias aracneiformes o “arañas vasculares”.
Petequia. Lesión por extravasación de sangre, tamaño de la cabeza de un alfiler.

Equímosis. Se conoce como "moretón" y se debe a extravasación de sangre

Víbice. Lesión de forma lineal debida a extravasación de sangre (golpe lineal).

Efélide. Es lo que se conoce como "peca" y se debe a concentración localizada de


pigmento melánico.

Anexos de la piel: pelos y uñas.

Pelos.

La distribución es diferente en hombres y en mujeres, y cambia con la edad.

 Calvicie. Ausencia o caída del pelo a nivel del cuero cabelludo,


especialmente en las regiones fronto-parietales.
 Alopecía. Es una caída del pelo por distintos motivos y en distinto grado
de extensión. Puede ser difusa o más localizada, como ocurre en la alopecía
areata (en la que se encuentran áreas redondas en las que se ha perdido
el pelo). Puede deberse a factores psicógenos, quimioterapia, infecciones
(ej: tiñas), radioterapia, etc.
 Hirsutismo. Aumento del vello en la mujer (especialmente cuando se nota
en la región del labio superior, barba, pecho y espalda).

Uñas.

Las uñas tienen normalmente una convexidad en sentido longitudinal y horizontal.

 Acropaquia, dedo hipocrático o en palillo de tambor. La falange distal


está engrosada y la uña toma la forma de un vidrio de reloj. Se asocia a
patologías como:

- cáncer pulmonar.
- fibrosis pulmonar.
- cardiopatías cianóticas.
- bronquiectasias.
- endocarditis bacterianas.
- cirrosis hepática.
- enfermedades inflamatorias del intestino (Crohn, colitis ulcerosa).
 Coiloniquia o uña en cuchara. Tiene una forma cóncava. Se ha descrito en
anemias ferroprivas, pero es poco frecuente de encontrar. Puede ser
también una condición natural.
 Uñas en psoriasis. Ocasionalmente se aprecia en la placa ungueal pequeñas
depresiones, como si hubiera sido picoteada.
 Lechos ungueales pálidos. En anemia.
 Lechos ungueales cianóticos. En cuadros de hipoxemia o mala perfusión.
 Hemorragias subungueales o en astilla. Son pequeñas marcas en el
sentido longitudinal (como una astilla incrustada) que pueden deberse a
traumatismos o una posible endocarditis bacteriana.
 Puede ser normal la presencia de manchas blanquecinas transversales.

7. Sistema linfático

Está formado por una extensa red que drena la linfa desde los tejidos y la
devuelve a la circulación venosa. Al no contar con un mecanismo de bombeo
propio, el movimiento de la linfa es bastante más lento que la sangre. En el
trayecto, se interponen ganglios linfáticos que tienen una importante función
inmunológica.

Los ganglios linfáticos están distribuidos en todo el cuerpo, pero se concentran


en algunos territorios: cuello, axilas, mediastino, regiones paraaórticas y
retroperitoneales, regiones inguinales. Normalmente son de menos de 1 cm y la
mayoría no son palpables. En regiones inguinales, no es tan raro llegar a palpar
algunos ganglios pequeños, sin mayor significado.

El compromiso de los ganglios puede deberse a una enfermedad sistémica (ej.:


enfermedad de Hodgkin, mononucleosis infecciosa) o como resultado
de procesos en la vecindad (ej.: una infección en la mano, un melanoma que da
metástasis al grupo ganglionar vecino).

Al examen físico se buscan en los siguientes lugares:

 cabeza (preauriculares, retroauriculares, occipitales).


 cuello (submentonianos y submandibulares, regiones laterales del cuello).
 axilas
 regiones inguinales
Algunos ejemplos de adenopatías:

 en región preauricular: buscar alguna infección ocular.


 retroauriculares: infección del lóbulo de la oreja relacionada con aros.
 occipitales: infecciones en el cuero cabelludo en los territorios vecinos.
 submandibulares: amigdalitis, absceso dental de la arcada inferior.
 cadenas cervicales: metástasis de tumores faríngeos, compromiso de tipo
tuberculoso (escrófula), enfermedad de Hodgkin (linfoma), infecciones
virales (mononucleosis infecciosa, infección por VIH, sarampión, etc).
 supraclaviculares: metástasis de tumores dentro del tórax, linfoma,
metástasis de cáncer de mama (que también compromete ganglios
infraclaviculares y axilares). A veces, el compromiso es por un tumor de
la cavidad abdominal (ej.: adenopatía en el espacio supraclavicular
izquierdo que deriva de un cáncer gástrico: signo de Troisier).
 axila: metástasis de cáncer de mama, metástasis de un melanoma en el
brazo, infecciones locales (ej.: de glándulas sudoríparas o sebáceas) o de
la extremidad superior.
 regiones inguinales: infecciones o metástasis provenientes de lesiones de
la extremidad inferior o genitales externos.

Entre las enfermedades que más frecuentemente se relacionan con adenopatías,


destacan:

 infecciones virales: como mononucleosis infecciosa por virus de Epstein-


Barr, infección por citomegalovirus, VIH y muchas otras. Frecuentemente
dan adenopatías en cadenas cervicales, pero también pueden afectar
otros territorios ganglionares.
 enfermedad de Hodgkin: tiene especial predilección por ganglios
cervicales y supraclaviculares.
 escrófula: es una forma especial de tuberculosis que compromete ganglios
del cuello.
 cáncer de mama con metástasis axilares.
 melanoma: da metástasis en región inguinal (si la lesión primaria está en
el pie) o en la axila (si está en el brazo), pero también puede darlas a
distancia. Además de estos ejemplos, se pueden encontrar adenopatías en
muchas otras situaciones: enfermedades inmunológicas y tumorales, por
otros agentes infecciosos, etc.
Aspectos que se deben identificar al encontrar adenopatías:

1. Regiones del cuerpo comprometidas


2. Tamaño y número
3. Consistencia: lo normal es que los ganglios tengan una consistencia
elástica; los tumores metastásicos pueden conferir una estructura más
dura; los procesos infecciosos, especialmente si existe reblandecimiento,
se asocian a una consistencia más blanda.
4. Sensibilidad a la palpación
5. Límites: interesa precisar si los ganglios están libres o si tienden a
confluir (ej., en el linfoma de Hodgkin se pueden encontrar masas
multilobuladas por fusión de varios ganglios).
6. Movilidad: interesa constatar si se pueden desplazar o se encuentran
adheridos a planos profundos.
7. Compromiso de la piel: si se aprecian signos de inflamación (procesos
infecciosos)
8. Lesiones en la vecindad: buscar de dónde surgió el problema: un tumor,
una infección.

8. Pulso arterial.

El pulso arterial depende de las contracciones del ventrículo izquierdo, la


cantidad de sangre que es eyectada en cada sístole, la frecuencia y ritmicidad
con que ocurre, y la onda de presión que se produce a través del sistema arterial
que depende también de la distensibilidad de la aorta y de las principales
arterias, y de la resistencia arteriolar periférica.

El pulso normal se palpa como una onda, con una fase ascendente y otra
descendente. Normalmente tiene una amplitud que permite palparlo fácilmente
y una ritmicidad regular.

El pulso arterial se puede palpar en distintas partes del cuerpo:

 pulso carotídeo. Se busca en el recorrido de las arterias carótidas, medial


al borde anterior del músculo esternocleidomastoídeo.
 pulso axilar. Se palpa profundo en la fosa de la axila, por detrás del borde
posterior del músculo pectoral mayor.
 pulso braquial. Se palpa sobre la cara anterior del pliegue el codo, hacia
medial. Se conoce también como pulso humeral.
 pulso radial. Se palpa en la cara anterior y lateral de la muñeca, entre el
tendón del músculo flexor radial del carpo y la apófisis estiloide del radio.
 pulso femoral. Se palpa bajo el pliegue inguinal, hacia medial.
 pulso poplíteo. Se palpa en la cara posterior de las rodillas.
 pulso pedio. Se palpa en el dorso de los pies, lateral al tendón extensor
del primer dedo
 pulso tibial posterior Se palpa detrás de los maléolos internos de cada
tobillo.

En la práctica clínica, el pulso radial es el que más se palpa para identificar las
características del pulso. En algunos casos, especialmente si la presión arterial
está baja, se recurre a buscar el latido en otros pulsos, como el carotídeo o el
femoral.

Se deben precisar los siguientes aspectos:

 la forma de la onda del pulso, con su fase ascendente y descendente.


 la amplitud de la onda del pulso, desde su comienzo hasta el máximo.
 la frecuencia de los latidos.

- normal: entre 60 y 100 latidos por minuto (lpm)

 la ritmicidad, se refiere a si la secuencia de los latidos es regular o


irregular. Si es irregular, constituye una arritmia. Lo normal es que el
pulso sea regular y cada uno de los latidos tenga la misma distancia
respecto al anterior.

Tipos de pulsos arteriales:

 pulso bigeminado. Se caracteriza porque se palpan secuencias de dos


latidos, el primero normal, y el segundo de menor amplitud (habitualmente
en extrasístoles).
 pulso filiforme. Es un pulso rápido, débil, de poca amplitud. Se encuentra
en pacientes con hipotensión arterial, deshidratados, o en colapso
circulatorio (shock).
 pulso paradójico. En inspiración profunda el pulso se palpa más débil. Se
encuentra en taponamientos cardíacos por derrames pleurales de gran
cantidad o pericarditis constrictiva.
Representación gráfica de los pulsos:

Para presentar en forma resumida el resultado del examen de los distintos


pulsos, en lo que se refiere a su amplitud, se recurre a un dibujo esquemático de
la figura humana o un esquema lineal. La escala usada es la siguiente:

No se palpan (-)
Se palpan disminuidos (+)
Se palpan normales (++)
Se palpan aumentados (+++)
Se palpan muy aumentados (++++)

Representación de los pulsos en un paciente que tiene mala circulación en la


pierna izquierda:

Mediante un esquema:

Pulso Pulso Pulso Pulso Pulso Pulso Pulso


carotídeo Braquial Radial Femoral Poplíteo Tibial Pedio
Posterior
Derecha ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++
Izquierda ++ ++ ++ ++ + (-) (-)

Auscultación de los pulsos:

Algunos pulsos conviene auscultar por la posibilidad de encontrar soplos debidos


a turbulencias que se generan en relación a estenosis de la arteria.
9. Respiración.

Interesa fijarse en la forma como la persona respira.

Cuando se cuenta la frecuencia respiratoria, conviene que el paciente no se


percate. Para esto, se simula estar tomando el pulso, pero en realidad se está
observando la respiración.

Normalmente la espiración es un poco más prolongada que la inspiración (relación


inspiración:espiración = 1:2).

Frecuencia respiratoria:

 frecuencia respiratoria normal, en adultos: 12 a 20 respiraciones por


minuto. Los recién nacidos y los niños, frecuencias más elevadas.
 taquipnea: sobre 20 respiraciones por minuto (en adultos).
 bradipnea: menos de 12 respiraciones por minuto (en adultos).

Características de la respiración normal. En la inspiración, entra aire a los


pulmones (al expandirse el tórax y bajar el diafragma), y en la espiración, sale el
aire (al volver el tórax a su posición inicial y subir el diafragma). Una persona
que tenga dolor en el tórax, podría presentar una respiración de predominio
abdominal.

Alteraciones de la respiración:

 respiración paradójica. Manifestación de una insuficiencia respiratoria,


con fatiga muscular e incapacidad del diafragma para contraerse.
 obstrucción bronquial difusa. Los pacientes presentan una espiración
prolongada debido a una obstrucción difusa de las vías aéreas. Pacientes
con crisis asmáticas o limitación crónica del flujo aéreo.
 obstrucción de la vía aérea alta (laringe, cuerdas vocales, tráquea). La
inspiración se efectúa con dificultad por la resistencia al paso del aire. Se
produce un ruido audible a distancia al entrar el aire con dificultad y esto
se conoce estridor.
 aleteo nasal: es más notorio en niños con insuficiencia respiratoria
Tipos de respiración:

 hiperpnea o hiperventilación. Se caracteriza porque la amplitud y la


frecuencia están aumentadas.
 respiración de Kussmaul. Es una forma de hiperventilación acentuada que
se da en pacientes con acidosis metabólica (ej.: cetoacidosis diabética,
insuficiencia renal crónica descompensada).
 respiración de Cheyne-Stokes. Se caracteriza porque después de apnea,
la amplitud de la respiración va aumentando progresivamente y, después
de llegar a un máximo, disminuye hasta llegar a un nuevo período de apnea.
 respiración de Biot. Respiración que mantiene alguna ritmicidad, pero
interrumpida por períodos de apnea. Cuando la alteración es más extrema,
comprometiendo la ritmicidad y la amplitud, se llama respiración atáxica.
Ambas formas se observan en lesiones graves del sistema nervioso
central.

10. Temperatura.

El organismo en condiciones normales mantiene la temperatura corporal dentro


de un rango estrecho, independientemente de las variaciones del medio
ambiente. Normalmente la temperatura es un poco mayor en la tarde, cerca de
las 20 horas, y más baja en la madrugada. Esta es una variación de tipo
circadiano. La temperatura que se registra en la axila, oscila en el paciente sano
entre 36,2ºC y 37ºC.

Lugar del registro Límite de lo normal


Boca hasta 37,3 ºC
Axila hasta 37,0 ºC
Ingle hasta 37 ºC
Recto hasta 37,6 ºC

Cualquier aumento por sobre los límites normales, se considera fiebre.

El pulso sube 10 a 15 latidos por minuto por cada grado de fiebre sobre 37ºC. La
respiración también se acelera.
Los niños desarrollan temperaturas elevadas con más facilidad. En cambio, los
ancianos y los pacientes con insuficiencia renal, pueden no presentar fiebre a
pesar de estar con un cuadro infeccioso.

Se considera que una persona presenta:

 un estado subfebril: cuando la temperatura oscila entre 37 y 37,5 ºC.


 hipotermia: cuando la temperatura es menor de 35,0ºC.
 hipertermia: cuando la temperatura es mayor de 41ºC.

Condiciones clínicas que se asocian a temperaturas elevadas. La causa de base


puede ser bastante diferente. En lo fundamental, destacan:

 infecciones: son las más frecuentes y, en general, se presentan con los


malestares propios del síndrome febril.
 enfermedades neoplásicas: linfomas, leucemias, carcinoma de células.
 enfermedades inmunológicas y del colágeno: lupus eritematoso,
vasculitis, fiebre por drogas.

Curvas febriles: se refiere a la evolución de la temperatura en el tiempo. Según


esto, se distingue:

 Curva séptica: se caracteriza por picos febriles que pueden sobrepasar


los 39ºC y generalmente, son antecedidos por escalofríos. La temperatura
baja se produzca una gran sudoración (diaforesis).
 Fiebre intermitente: cuando la temperatura sube en el día, pero luego
desciende a niveles normales.
 Fiebre recurrente: cuando se presenta fiebre durante algunos días y
luego la temperatura se normaliza para volver a elevarse unos días
después.
 Fiebre de origen desconocido: se usa este término cuando una persona
evoluciona con fiebre importante durante más de 2 a 3 semanas y no se
encuentra la causa a pesar de un estudio bastante extenso.

11. Presión arterial

La presión arterial representa la presión ejercida por la sangre contra la pared


de las arterias. Depende de los siguientes factores:
1. Débito sistólico (volumen de eyección del ventrículo izquierdo )
2. Distensibilidad de la aorta y de las grandes arterias.
3. Resistencia vascular periférica, especialmente a nivel arteriolar, que es
controlada por el sistema nervioso autonómico.
4. Volemia (volumen de sangre dentro del sistema arterial).

La presión arterial varía en las personas a lo largo de las 24 horas. Los factores
que influyen son las emociones, la actividad física, la presencia de dolor,
estimulantes como el café, tabaco, algunas drogas, etc.

Medición de la presión arterial. Habitualmente se efectúa con un


esfigmomanómetro. Los más usados con los de mercurio.

Presión sistólica (mediante el método palpatorio): Se infla el manguito mientras


se palpa el pulso radial. Al desaparecer el pulso, se infla un poco más y luego de
desinfla el manguito lentamente. La presión en que nuevamente se vuelve a palpar
el pulso, corresponde a la presión sistólica (por método palpatorio).

Presión sistólica (mediante el método auscultatorio): Se infla nuevamente el


manguito, pero en esta ocasión se ubica la cápsula del estetoscopio en el pliegue
del antebrazo, sobre el lugar donde se palpa el pulso braquial. Se infla el
manguito hasta un poco más arriba de la presión sistólica obtenida por el método
palpatorio y luego se desinfla lentamente. La presión en que se comienza es
escuchar un ruido relacionado con los latidos del corazón corresponde a la
presión sistólica obtenida por el método auscultatorio.

Presión diastólica: Después de identificar la presión sistólica auscultatoria, se


sigue desinflando el manguito hasta que desaparecen los ruidos. Este momento
corresponde a la presión diastólica. En ocasiones, primero los ruidos se atenúan
y luego desaparecen. En general se considera como la presión diastólica el
momento en que los ruidos desaparecen. Si ocurre que los ruidos se atenúan,
pero nunca se dejan de escuchar, incluso con el manguito desinflado, la presión
diastólica corresponde al momento en que los ruidos se atenuaron.

La presión arterial se expresa con la presión sistólica y la diastólica. Por ejemplo,


una presión de 120/80 mm de Hg, significa que la sistólica es de 120 mm Hg y la
diastólica de 80 mm Hg.
Relación entre el tamaño del manguito y el brazo. Debe haber una adecuada
relación entre el tamaño del manguito y el brazo (o el segmento de la extremidad
en dónde se está efectuando el registro). Por lo tanto, en las personas obesas
se debe usar un manguito de mayor tamaño (de no ser así, se van a registrar
presiones falsamente elevadas). Del mismo modo, en niños se debe disponer de
manguitos más pequeños.

Valores normales de la presión arterial: Menores a 120mmHg la sistólica y


menores 80mmHg la diastólica.
Exámen físico segmentario
Examen de la cabeza:

EXAMEN DE LOS OJOS

Aspectos anatómicos:

Cejas: pelos ubicados en los arcos ciliares.

Párpados: membranas que cubren el polo anterior del ojo. Protegen, lubrican y
regulan la cantidad de luz que entra al globo ocular. El párpado superior se eleva
por acción del músculo elevador del párpado, que es inervado por el nervio
oculomotor (III par craneano)

Pestañas: pelos que nacen del borde de los párpados. Ayudan a proteger el ojo,
especialmente de la entrada de cuerpos extraños

Conjuntiva:

bulbar: membrana que cubre la esclera.

palpebral: membrana que cubre la cara interna del párpado.

Esclera: corresponde al blanco del ojo. Entre ella y la conjuntiva existe una red
de vasos sanguíneos.

Córnea: es la continuación de la esclera en el segmento anterior del ojo. Es curva,


transparente y no tiene vasos sanguíneos. La sensibilidad la provee el nervio
trigémino (V par craneano). El reflejo corneal es el pestañeo que se produce al
tocar la córnea.

Glándula lagrimal: produce las lágrimas. Se ubica detrás del párpado superior
(en la parte más alta y hacia lateral).

Iris: músculo circular, contráctil y pigmentado, que viene a continuación del


cuerpo ciliar y que deja un orificio al medio (pupila). Recibe inervación
autonómica simpática que dilata las pupilas (midriasis) y parasimpática que las
achica (miosis).
Pupila: orificio al centro del iris que variando su diámetro modifica la cantidad
de luz que penetra en el ojo.

Cristalino: lente que se ubica detrás del iris y está anclado circunferencialmente
al cuerpo ciliar. Tiene una formación biconvexa, es transparente y puede
modificar su curvatura por acción del músculo ciliar. Esta función es muy
importante para enfocar las imágenes en la retina.

Cámara anterior: es el espacio entre la córnea y el iris.

Cámara posterior: es el espacio entre el iris y el cristalino.

Humor acuoso: es un líquido transparente que circula desde la cámara posterior


hacia la anterior. La presión que ejerce el humor acuoso determina la presión
intraocular.

Humor vítreo: líquido transparente, de mayor consistencia que el humor acuoso,


que ocupa la cavidad del globo ocular por detrás del cristalino y baña toda la
retina.

Retina: membrana que cubre la cara interna del globo ocular, en la que se ubican
células especializadas (conos, bastoncitos) que captan la luz y la transforman en
impulsos eléctricos que viajan por el nervio óptico.

Nervio óptico, quiasma óptico, radiaciones ópticas y corteza occipital: los


nervios ópticos están formados por fibras nerviosas que se generan desde las
células especializadas de la retina (conos y bastoncitos). Las fibras de la mitad
nasal de la retina se decusan en el quiasma óptico y los impulsos llegan a la
corteza occipital del hemisferio opuesto. Las fibras de la mitad temporal de la
retina no se decusan y los impulsos llegan hasta la corteza occipital del mismo
lado.

Visión: depende del paso de la luz por los medios transparentes del globo ocular,
el estímulo que se produce a nivel de las retinas y la generación de impulsos
nerviosos que llegan a la corteza cerebral para finalmente configurarse
imágenes.

Algunas alteraciones que comprometen estructuras externas y del polo


anterior de los ojos:
En las cejas:

 pérdida de la cola de las cejas en algunos pacientes con hipotiroidismo (es


necesario asegurarse que no sea por depilación)

En los párpados:

 blefaritis: es una inflamación aguda o crónica de los párpados. Se puede


deber a infecciones, alergias o enfermedades dermatológicas.
 chalazion: es una inflamación crónica de una glándula de meibonio
(glándulas que se ubican en el interior de los párpados y drenan hacia el
borde de ellos). Se encuentra un nódulo en el párpado.
 ectropion: eversión del borde del párpado (especialmente el inferior). En
estas circunstancias es frecuente que la persona presente lagrimeo
 entropion: es cuando el borde del párpado ha girado hacia el mismo globo
ocular y las pestañas topan e irritan la córnea y la conjuntiva.
 edema de párpados (ej.: por una alergia)
 orzuelo: se forma por inflamación del folículo piloso de una pestaña. Se
produce un aumento localizado, bastante doloroso. Es frecuente que se
deba a una infección por un estafilococo.

 ptosis palpebral: cuando el párpado superior está más caído. Puede


deberse al compromiso del III par craneal (nervio oculomotor) o a una
miastenia gravis.

 xantelasmas: son lesiones solevantadas, de color amarillento, ubicadas en


los párpados (se ven en algunas personas con colesterol elevado)

En el polo anterior del ojo:

 anillo de Kayser-Fleischer: es un arco que se observa en el margen de la


córnea en algunos pacientes que tienen un trastorno del metabolismo del
cobre.
 arco senil: es un arco que se observa en el margen de la córnea en algunas
personas mayores o que tienen un trastorno de los lípidos
 cataratas: son opacidades que pueden afectar la cornea o el cristalino.
 conjuntivitis: es una inflamación o infección de las conjuntivas. El ojo se
ve irritado, hiperémico (con más vasos sanguíneos) y con secreciones
(serosas o purulentas).
 dacrocistitis: es una inflamación del saco lagrimal. En el paciente se nota
un aumento de volumen en el ángulo interno del ojo junto a un lagrimeo
constante (epífora).
 epicanto: es un pliegue de piel en el ángulo interno del ojo. Se ve en algunas
razas asiáticas (ej.: mongoles) y en personas con síndrome de Down
(mongolismo).
 epiescleritis: es una inflamación de la epiesclera que es una capa de tejido
que se ubica entre la conjuntiva bulbar y la esclera. Es frecuente que se
deba a una causa autoinmune.
 epífora: es el lagrimeo de los ojos.
 hemorragia subconjuntival: se produce por la rotura de un pequeño vaso
sanguíneo y la sangre se esparce entre la esclera y la conjuntiva. La zona
de la esclera comprometida se ve de un intenso color rojo. Esto no se
extiende a la córnea ya que no está cubierta por conjuntiva.
 pterigion: es el crecimiento anormal de un tejido que afecta la conjuntiva
bulbar, desde el ángulo interno del ojo en dirección a la córnea, pudiendo
llegar a invadirla.
 xeroftalmia: existe menor producción de lágrimas y los ojos se irritan. El
paciente siente sus ojos más secos. Es frecuente que esta condición se
presente en la enfermedad de Sjögren (de naturaleza autoinmune).

Pupilas.

Se debe examinar:

 el tamaño
 la forma
 los reflejos (fotomotor y de acomodación).

Según el tamaño y la forma de las pupilas, se define:

 isocoria: pupilas de igual tamaño (una diferencia menor a 0,5 mm)


 anisocoria: cuando las pupilas son de diferente tamaño
 miosis: cuando las pupilas están pequeñas (contraídas)
 midriasis: cuando las pupilas están grandes (dilatadas)
 discoria: cuando la forma de la pupila está alterada, irregular.
Reflejos oculares.

reflejo fotomotor: se refiere a la contracción que presentan las pupilas cuando


se iluminan. Es conveniente que el haz de luz llegue desde el lado y no apuntando
directamente al ojo.

reflejo de acomodación: se refiere a la constricción pupilar que ocurre cuando


la persona enfoca la vista a un punto cercano.

Alteraciones de las pupilas:

 pupilas mióticas: por exceso de luz, colirios (ej: pilocarpina),


intoxicaciones (ej.: morfina), algunos trastornos neurológicos (ej.:
lesiones neurológicas centrales).
 pupilas midriáticas: luz escasa, con las emociones (descarga simpática),
colirios (ej: atropina), medicamentos con efecto atropínico.
 anisocorias: lesiones neurológicas que comprometen la inervación
autonómica de la pupila: síndrome de Horner, por compromiso del sistema
simpático cervical (miosis del lado comprometido); lesiones que
comprometen un nervio oculomotor (midriasis del lado comprometido).
 síndrome de Horner (o de Claude-Bernard-Horner): se caracteriza
porque en el lado de la cara comprometido:

- miosis de la pupila
- ptosis del párpado superior
- enoftalmo (globo ocular más hundido)
- anhidrosis (falta de sudoración) de la mitad de la frente Se produce
por una lesión del simpático cervical (ej.: un cáncer bronquial que invade
el plexo braquial y la inervación simpática del cuello).

Cámara anterior del ojo.

La tensión ocular depende de la producción de humor acuoso y de su


reabsorción. Se puede apreciar la presión intraocular apoyando los dedos sobre
los globos oculares, estando el paciente con los ojos cerrados (se alterna la
presión que se ejerce usando los dedos anular y medio y se compara un ojo con
el otro). Este no es un método muy confiable, pero puede dar una idea si la
presión está elevada. Lo ideal es efectuar una medición con un tonómetro (lo
normal son 12 a 22 mm de Hg).
Algunas alteraciones:

 glaucoma: cuando la presión intraocular está aumentada. En el glaucoma


agudo se presenta dolor intenso, el ojo se ve enrojecido y la persona siente
que le molesta la luz (fotofobia). El glaucoma crónico puede pasar
desapercibido durante un tiempo antes de ser pesquisado.
 hifema: es cuando existe sangre en la cámara anterior del ojo (ej.: por un
golpe o hemorragia).
 hipopion: es cuando existe pus en la cámara anterior del ojo (ej.: por una
infección). Tanto en el hifema como en el hipopion las células pueden
decantar en el fondo y en ese caso se ve un nivel formado por la sangre o
el pus aconchado, según corresponda.

Cristalino.

Es otro medio transparente, pero que, al igual que la córnea, puede presentar
opacidades (cataratas). Cumple una función muy importante en la agudeza visual
al ayudar a enfocar las imágenes en la retina.

Otros signos oculares:

 exoftalmo: es una condición en la cual los globos oculares protruyen de la


órbita (ej.: en un hipertiroidismo por enfermedad de Basedow-Graves).
 enoftalmo: el globo ocular se aprecia más hundido en la órbita (ej: en
deshidrataciones intensas; en el lado comprometido del síndrome de
Horner).

Visión y campo visual

Agudeza visual

Se evalúa:

 visión cercana (ej: lectura)


 visión lejana (mirar a la distancia).

Evaluación de la visión de cerca


Se solicita a la persona que lea textos con letras de distinto tamaño, a una
distancia de unos 35 cm (existen tablas estandarizadas). Se evalúa cada ojo por
separado.

Evaluación de la visión de lejos

Existen tablas con letras de distinto tamaño (ej.: tabla de Snellen). Lo


tradicional es que el paciente se ubique a unos 6 metros de distancia de la tabla
y se examina cuáles son las letras más chicas que es capaz de leer. Cada ojo se
examina por separado. Si el paciente usa lentes ópticos, la prueba se efectúa
con y sin ellos. Los resultados están estandarizados. Es frecuente referir un
resultado normal como 20/20.

Alteraciones de la visión

 astigmatismo: es una condición en la cual la córnea del ojo está curvada


asimétricamente, ocasionando una visión desenfocada. Se corrige con
lentes que compensan las diferencias de curvatura.
 hipermetropía: el globo ocular es muy corto y la imagen se forma por
detrás de la retina. El paciente tiende a compensar alejando el texto.
 miopía: el globo ocular es demasiado largo y la imagen se forma por delante
de la retina. El paciente tiende a acercar los textos y tiene dificultad para
distinguir objetos distantes.
 presbicia: se debe a la incapacidad del cristalino para enfocar la imagen
en la retina por menor capacidad de convergencia. Se parece a la
hipermetropía en que el paciente tiende a alejar los textos para ver mejor
y se corrige con lentes convergentes.
 amaurosis: es la ceguera de un ojo sin lesión aparente (ej.: por daño de la
retina, del nervio óptico o en la corteza visual del cerebro).

Campo visual.

Los campos visuales de cada ojo se sobreponen y permiten una visión binocular.
Hacia las regiones más laterales, la visión es monocular.

La zona de la mácula en la retina es la que permite la visión más nítida. Se ubica


un poco lateral a la entrada del nervio óptico. Si la mácula se enferma, la visión
se compromete.
Evaluación del campo visual por confrontación

Se basa en que el campo visual del examinador sirve como referencia de


normalidad. Este se coloca frente al paciente, a un metro de distancia, con los
brazos separados y le pide que lo mire a los ojos y le indique el momento en que
mueve los dedos y a qué lado lo hace. Si existe compromiso de la mitad del campo
visual de un lado, el paciente no va a distinguir los movimientos en el lado
comprometido.

Alteraciones del campo visual.

Las alteraciones del campo visual se definen según el lado comprometido


(y no por el lado de la retina comprometida): acordarse que las imágenes se
invierten, de modo que si el lado nasal de la retina de un ojo está comprometido,
el déficit de visión es en el hemicampo lateral.

Movimientos de los ojos, estrabismos y nistagmo.

Movimientos.

Al examinar al paciente se le pide que mire en distintas direcciones o que siga


con su mirada el dedo índice del examinador mientras éste lo desplaza en forma
vertical, lateral u oblicua.

Los ojos se mueven en distintas direcciones gracias a seis músculos


extraoculares, que son:

 recto interno
 recto externo
 recto superior
 recto inferior
 oblicuo superior (por las inserciones que tiene, produce una tracción de
hace girar el globo ocular hacia abajo en dirección nasal). Este músculo
facilita mirar al bajar una escalera o leer enfocando hacia abajo.
 oblicuo inferior (por las inserciones que tiene, produce una tracción de
hace girar el globo ocular hacia arriba en dirección nasal)
Estos músculos son invervados por los siguientes nervios craneanos:

 III par (nervio oculomotor o motor ocular común): inerva los


músculos:

- recto interno
- recto superior
- recto inferior
- oblicuo inferior

 IV par (nervio troclear o patético): inerva el músculo oblicuo superior.


 VI par (nervio abducente o motor ocular externo): inerva el músculo
recto externo

Estrabismos.

Consiste en una falta de congruencia de los ejes de los globos oculares de modo
que la imagen que se produce en la retina de un ojo no es en el lugar equivalente
del otro ojo. Esto puede dar lugar a una visión doble que se conoce como diplopia.

Estrabismos paralíticos.

Se deben a una parálisis o paresia de uno o más músculos extraoculares.

Estrabismos no paralíticos.

Se deben a un desbalance o defecto de inserción de los músculos extraoculares


de los ojos. Este estrabismo no paralítico puede ser:

- convergente: cuando el ojo desviado mira hacia el lado nasal

- divergente: cuando el ojo desviado mira hacia el lado temporal

Nistagmo.

Son sacudidas repetidas de los ojos, con una fase lenta en una dirección y otra
rápida, en la dirección opuesta. La dirección del nistagmo se define según la fase
rápida. Puede ser hacia los lados, vertical, rotatorio o mixto. Se encuentra en
afecciones del cerebelo y del sistema vestibular.
EXAMEN DEL FONDO DEL OJO

Consiste en mirar el ojo por dentro aprovechando la transparencia de los medios.


Se trata de distinguir:

 los vasos sanguíneos (arterias y venas), y los cruces que ocurren al azar
entre ellos
 la entrada del nervio óptico (que se conoce como papila óptica)
 las características de la retina (color, presencia de exudados o
hemorragias)
 la mácula lútea

Para esto se usa un oftalmoscopio que es un instrumento provisto de una fuente


de luz y un juego de lentes con distintas dioptrías que sirven para enfocar la
retina.

El examen se efectúa en un ambiente oscuro. Si es posible, conviene dilatar las


pupilas con un colirio midriático.

EXAMEN DE LA NARIZ

Conceptos de anatomía y fisiología:

La nariz cumple varias funciones:

 permite el paso del aire al respirar


 oler
 condicionar el aire que se respira (humidificar, filtrar, calentar)
 como órgano de resonancia de los sonidos generados por la laringe

Aspectos anatómicos:

En la parte anterior están los orificios nasales, luego hacia atrás se encuentran
los vestíbulos y en la parte más posterior están las coanas. Detrás de ellas se
ubica la nasofaringe. En el medio de la nariz está el tabique o septo nasal. En el
techo, se encuentra la placa cribiforme, a donde llegan las terminaciones
sensoriales del nervio olfatorio. En la pared lateral, a cada lado, existen 3
proyecciones óseas que son los cornetes: superior, medio e inferior. Por debajo
de cada cornete se ubica su respectivo meato. En el meato inferior drenan las
lágrimas de los ojos, desde el saco lagrimal. En el meato medio drenan los senos
paranasales. En la región más alta y anterior del septo existe una zona rica en
vasos sanguíneos, conocida como el plexo de Kiesselbach, que puede ser sitio de
origen de epistaxis (hemorragia nasal).

Los senos paranasales son cavidades tapizadas por mucosa y cilios que drenan a
los meatos medios, a cada lado. Se distinguen los senos maxilares (en el hueso
maxilar, a los lados de las cavidades nasales), los frontales (en el hueso frontal,
por encima de la nariz), los etmoidales y esfenoidales (más profundos).

Examen de la nariz.

Se debe observar:

 si existen deformaciones, zonas con eritema, equímosis, etc.


 cómo está la permeabilidad de cada fosa nasal
 cómo es el aspecto de la mucosa
 si existen secreciones, costras, pólipos, cuerpos extraños, etc.

Algunos cuadros clínicos:

 rinitis alérgicas: los pacientes presentan picazón en la nariz y en los ojos,


estornudos, obstrucción de las fosas nasales por congestión y
secreciones. En el examen físico la mucosa se aprecia pálida o enrojecida
y puede haber descarga acuosa (rinorrea).
 fractura anterior de la base del cráneo: puede comprometer la lámina
cribiforme y dar un signo clínico que consiste en un goteo de líquido claro
que corresponde a líquido cefalorraquídeo (licuorrea). Frecuentemente se
encuentran equímosis en las órbitas oculares dando una facie
característica (ojos de mapache).
 epistaxis: nombre que se le da a las hemorragias nasales.

 sinusitis agudas: cuadro infeccioso que compromete las cavidades


paranasales. El paciente refiere muchas veces dolor facial, sensación de
nariz cerrada, presencia de secreciones mucopurulentas que elimina por
la nariz y, también, una sensación de estar tragando secreciones en forma
constante (se conoce como “descarga posterior”).

 “aleteo” nasal: es un movimiento de las alas de nariz con cada inspiración


que se observa con mayor frecuencia en niños con insuficiencia
respiratoria.
EXAMEN DE LA BOCA Y FARINGE

Conceptos de anatomía y fisiología

La boca y la faringe cumplen varias funciones, ya que participa en:

 la modulación de las palabras


 la ingesta, masticación y deglución de alimentos
 detección de sabores
 a este nivel comienza la digestión de algunos alimentos (mediante procesos
enzimáticos mediados por amilasas)
 es posible respirar por esta vía cuando la nariz no lo permite.

En la boca se encuentra la lengua, los dientes, las encías. A continuación de ella,


viene la faringe. Entre los dientes y la mucosa interna de las mejillas se identifica
el vestíbulo. El techo de la boca está formada por el paladar duro y más atrás,
el blando. Del borde del paladar blando cuelga la úvula. La lengua está recubierta
por una gruesa membrana mucosa en la que se encuentran las papilas
(responsables del gusto, tacto y detección de temperatura).

Las glándulas salivales son:

 parótidas: ubicadas detrás del ángulo de la mandíbula y drenan en la cara


interna de las mejillas por el conducto de Stenon, a la altura del 2º molar
superior.
 submandibulares: ubicadas en el piso de la boca y drenan por el conducto
de Wharton, a cada lado del frenillo de la lengua.
 sublinguales: ubicadas en el piso de la boca.

La saliva lubrica y contiene enzimas digestivas y factores que participan en la


inmunidad natural. Los dientes en un adulto son 32, distribuidos en un arco
dentario superior y otro inferior. En cada uno de ellos se identifican: 4 incisivos,
2 caninos, 4 premolares y 6 molares (incluyendo las muelas del juicio).

Examen de la boca y la faringe

Labios

Se examina su aspecto y simetría. Entre las posibles alteraciones, destacan:


 aumento de volumen por edema (ej.: reacciones alérgicas)
 cambios de coloración (ej.: palidez en anemia; cianosis en ambientes fríos,
por poliglobulia o hipoxemia)
 lesiones costrosas (ej.: herpes simple)
 si están inflamados, secos y agrietados (queilitis)
 si existen "boqueras" (queilitis angular o estomatitis angular)
 fisuras (ej.: labio leporino)
 lesiones pigmentadas (ej.: síndrome de Peutz-Jeghers que se asocia a
poliposis intestinal)

Mucosa bucal

Se examina la humedad, el color y si existen lesiones:

 xerostomía: sequedad bucal por poca producción de saliva


 candidiasis bucal o muguet: infección por el hongo Candida albicans (se
presentan múltiples lesiones blanquecinas)
 aftas: son úlceras superficiales, habitualmente ovaladas, muy dolorosas,
que están rodeadas por eritema y evolucionan frecuentemente en forma
recurrente (aftas orales recurrentes)
 inflamación de la desembocadura del conducto de Stenon en parotiditis
infecciosa (paperas). En estos casos, además, la glándula duele y está
aumentada de tamaño
 melanoplaquias: son unas manchas hiperpigmentadas que se encuentran en
insuficiencia suprarrenal (enfermedad de Addison)
 leucoplaquias: son lesiones blanquecinas, planas, ligeramente elevadas, de
aspecto áspero, que pueden ser precancerosas.

Dientes

Conveniente fijarse si están todas las piezas dentales, si existen caries o


prótesis (de la arcada superior o la inferior). Un paciente
está desdentado o edentado si ha perdido sus dientes.

Encías

Se observa el aspecto, la coloración, si existe acumulación de sarro en el cuello


de los dientes. La gingivitis es una inflamación de las encías. Algunos
medicamentos, como la fenitoína, producen una hipertrofia de ellas. En cuadros
hemorragíparos se ven hemorragias o petequias.
Lengua.

Se debe observar el aspecto, el color, si existen lesiones, los movimientos y cómo


protruye fuera de la boca. Normalmente la lengua presenta una capa blanquecina
en su superficie (saburra), la que en cuadros febriles o por falta de aseo, es más
abundante.

Existen dos variaciones del aspecto de la lengua que se consideran normales:

 lengua geográfica: se presentan zonas depapiladas (libres de papilas) en


la superficie, pero en forma irregular, de modo que al mirarla impresiona
como un “mapa” (alternan zonas lisas con otras papiladas)
 lengua fisurada: se presentan fisuras profundas que son parte de la
lengua y que no molestan ni duelen.

Otras alteraciones son:

 glositis: es la inflamación de la lengua. Se aprecia roja y depapilada. Puede


deberse a deficiencia de vitaminas (especialmente del complejo B)
 se pueden encontrar úlceras, aftas, leucoplaquias
 como parte del examen neurológico se examina la protrusión de la lengua
y sus movimientos. En las parálisis del nervio hipogloso (XII par craneal),
la lengua protruye hacia el lado del nervio paralizado.

Paladar

Entre las alteraciones del paladar duro, destacan:

 hendidura en el paladar duro como parte del labio fisurado.


 torus palatino: es una prominencia ósea en la línea media, que no tiene
mayor significado patológico.
 otras lesiones: petequias, úlceras, signos de candidiasis, tumores.

En el paladar blando se debe examinar si se puede contraer, o sea, que se eleve


cuando la persona emite un sonido (ej.: cuando se le solicita decir “AAAHH...”).
Cuando existe un compromiso de los nervios glosofaríngeo y vago de un lado, sólo
se eleva la mitad del paladar que está sana. Al elevarse una mitad y la otra no,
se desvía la úvula hacia el lado sano.
Faringe

Se le pide al paciente que abra la boca y se ilumina la cavidad oral con una
linterna. Con frecuencia es necesario usar un bajalenguas (conviene apoyarlo
entre el tercio medio y posterior de la lengua, y se le pide al paciente que relaje
la lengua y no la saque fuera de la boca). Algunas personas son muy sensibles a
estas maniobras y reaccionan con arcadas.

Al mirar la faringe, se aprovecha de examinar las amígdalas. Entre las


alteraciones que se encuentran, destacan:

 amigdalitis pultácea o purulenta: se debe a infección y se aprecia


aumento de volumen y exudados blanquecinos. El paciente presenta dolor
al tragar (odinofagia), fiebre, mal aliento, adenopatías submandibulares y
cefalea. La causa más frecuente es una infección por estreptococos, pero
otros agentes también la pueden producir (ej.: mononucleosis, difteria).

Glándulas salivales

Se distinguen las parótidas, las submandibulares y las sublinguales. Entre las


alteraciones, destacan:

 litiasis salivales: se presentan en las glándulas parótidas y


submandibulares. Pueden obstruir el conducto principal y generar dolor y
aumento de volumen.
 infecciones: se produce aumento de volumen de la glándula que se asocia
a dolor. (ej.: parotiditis infecciosa, que corresponde a la conocida
“paperas”).
 hipertrofia parotídea: es un aumento de volumen de las glándulas
parótidas que se observa en pacientes con cirrosis hepática.

EXAMEN DE LOS OÍDOS

Algunos aspectos de anatomía.

El oído está formado por el oído externo, el medio y el interno.


Oído externo

Está formado por el pabellón auricular (orejas) y el conducto auditivo externo,


el cual, en su tercio externo, tiene pelos y glándulas sebáceas que secretan
cerumen. El segmento más interior no tiene pelos y es más sensible al dolor, lo
que conviene tener en cuenta al momento de examinar.

Oído medio Es una cavidad llena de aire que contiene una cadena de tres
huesecillos: martillo, yunque y estribo, que transmiten el sonido desde la
membrana timpánica hasta la ventana oval del oído interno. El oído medio se
comunica con la nasofaringe a través de la trompa de Eustaquio. Mediante el
bostezo o al sonarse la nariz (maniobra de Valsalva), se abre este conducto y se
iguala la presión del oído medio con la del ambiente. El tímpano es una membrana
tensa, que tiene una inclinación oblicua y una forma algo cónica por la tracción
que ejerce el mango del martillo.

Oído interno

Está esculpido en el interior del peñasco del hueso temporal. Está formado por:

 la cóclea, que participa en la audición. Contiene el órgano de Corti que


transmite los impulsos sonoros a través de la rama auditiva del VIII par
craneal.
 el sistema vestibular, que participa en el equilibrio. Está formado por los
canales semicirculares, el utrículo y el sáculo, y está invervado por la rama
vestibular el VIII par craneal.

Audición.

Los sonidos externos hacen vibrar el tímpano y esta vibración se transmite a


través de la cadena de huesecillos al oído interno, en donde se encuentra la
cóclea y el órgano de Corti. En esta estructura se generan impulsos eléctricos
que viajan finalmente a la corteza del lóbulo temporal.

Equilibrio.

El sistema vestibular participa en detectar cambios de posición o movimientos


de la cabeza. Cuando su función se altera se produce vértigo (con las náuseas y
arcadas correspondientes) e inestabilidad.
Examen del oído.

Oído externo

Se examinan los pabellones auriculares. La implantación normal de las orejas se


verifica trazando una línea imaginaria desde el canto externo del ojo a la
prominencia del occipucio: el borde superior del pabellón auricular debe pasar
más arriba de esta línea (en algunos trastornos cromosómicos, la implantación de
los pabellones auriculares es más baja).

El color y la temperatura de las orejas dependen de distintos factores:

 están frías y pálidas, en ambientes fríos


 rojas o hiperémicas, en caso de existir una inflamación
 cianóticas, cuando existe una mala oxigenación (hipoxemia)

Otoscopía.

Es un examen para examinar el conducto auditivo externo y el tímpano. De


acuerdo al aspecto que pueda tener la membrana timpánica, se puede obtener
información respecto al oído medio.

La membrana timpánica, en condiciones normales, se ve de color gris perlado,


algo translúcida.

Al mirar la membrana timpánica, se puede encontrar:

un aspecto deslustrado o enrojecido del tímpano, inflamación del oído medio

un abombamiento hacia el canal externo, acumulación de líquido en el oído medio

si el paciente tuviera una otitis media purulenta se quejaría de dolor (otalgia),


podría escuchar menos y tener algo de fiebre. Al mirar el tímpano, se vería
enrojecido, abombado, deslustrado, y no se distinguirían las referencias
anatómicas habituales (el cono de luz, el mango del martillo)

Evaluación de la audición.

Si el paciente requiere que le hablen más fuerte durante la conversación, habría


que pensar que la audición está comprometida.
La audición podría estar afectada por:

 compromiso de la transmisión aérea: trastorno de conducción, en el que


el problema está en el conducto auditivo externo (ej.: tapón de cerumen)
o en el oído medio (ej.: daño en la cadena de huesecillos).
 daño del órgano de Corti o del nervio auditivo: trastorno sensorial.

EXAMEN DEL CUELLO

Anatomía. Entre las estructuras del cuello destacan la columna vertebral,


músculos (ej.: trapecio, esternocleidomastoídeo), hueso hioides, cartílagos (ej.:
tiroides, cricoides), tráquea, ganglios linfáticos, glándula tiroides, arterias (ej.:
carótidas), venas (ej.: yugulares).

Exámen del cuello.

Se debe examinar:

 forma y movimientos.
 ganglios linfáticos.
 glándula tiroides.
 pulsos carotídeos.
 pulso venoso yugular.

La glándula tiroides se puede examinar de distintas formas, que incluso se


complementan entre ellas:

 con el paciente en decúbito dorsal: se buscan, mediante la inspección y la


palpación, aumentos localizados de volumen en la región supraesternal y
hacia ambos lados de la tráquea.
 con el paciente sentado o de pié, por delante del paciente para efectuar
la inspección y la palpación. Por detrás del paciente y con sus dos manos,
especialmente los dedos índice y medio, palpa la glándula: desliza sus
dedos sobre la superficie, capta el tamaño y la consistencia, busca si
existen nódulos, etc.

Se llama bocio al aumento difuso de la glándula. En bocios muy grandes, como


puede ocurrir, a veces, en la enfermedad de Basedow, es posible auscultar sobre
la glándula un soplo suave (debido a una mayor vascularización y flujo sanguíneo).
Arterias carótidas. Su recorrido se logra identificar desde la región del
extremo interno de las clavículas (por abajo), subiendo en dirección oblicua en
dirección del ángulo de la mandíbula, quedando inmediatamente por delante o por
debajo del borde anterior del músculo esternocleidomastoídeo, a ambos lados.

Pulso venoso yugular. Las venas yugulares se notan en mayor o menor grado
según el largo del cuello, el grosor del panículo adiposo y la presión venosa.
Normalmente, en una persona reclinada en la cama, las venas se ven algo
ingurgitadas, llegando hasta la mitad del cuello. En la inspiración, se colapsan
(influido por la presión negativa intratorácica que se genera), y en la espiración,
al toser o pujar, se ingurgitan.

Para observar el pulso venoso, conviene que el paciente esté semisentado, en un


ángulo de 45º respecto al plano horizontal (totalmente acostado, se ven más
ingurgitadas y sentado o de pie, se notan menos). En la vena se distinguen unas
leves oscilaciones (u ondas) relacionadas con el ciclo cardíaco (pulso venoso
yugular).

La secuencia de las ondas del pulso venoso yugular son:

 la onda "a", que ocurre antes del sístole (dato mnemotécnico:


contracción auricular).
 y la onda "v", que ocurre durante la sístole (dato mnemotécnico:
llene venoso pasivo o contracción ventricular).

EXAMEN DEL TÓRAX:

Exámen del tórax y pulmones.

Caja torácica.

Anatomía. La estructura ósea de la caja torácica está formada por la columna


vertebral, 12 pares de costillas y el esternón, además de las escápulas. Las
costillas se articulan hacia atrás con la columna dorsal y hacia delante, las
primeras siete se unen al esternón y las tres siguientes, se van uniendo entre
ellas y forman del reborde costal. Las costillas 11 y 12 son “flotantes” ya que no
se unen al esternón. El reborde costal derecho e izquierdo forman un ángulo
llamado ángulo costal. El esternón está formado por el manubrio (parte
superior), el cuerpo y el apéndice xifoides. Entre el manubrio y el cuerpo existe
un ángulo llamado ángulo de Louis (o ángulo esternal), que es fácil de palpar.
En el interior de la caja torácica se encuentran los pulmones y las estructuras
del mediastino: corazón, esófago, tráquea, ganglios linfáticos, timo, aorta, vena
cava superior e inferior.

Referencias anatómicas. Líneas: (son todas paralelas a una recta que pasa por
la columna vertebral)

 por atrás: -línea vertebral: pasa por las apófisis espinosas. -líneas
escapulares (derecha e izquierda): pasa por la punta de las escápulas
 por los lados: -línea axilar anterior: pasa por delante de la axila. -línea
axilar media pasa por la mitad de la axila. -línea axilar posterior: pasa
por detrás de la axila.

Pulmones.

Anatomía. Los pulmones están cubiertos por la pleura: la pleura visceral cubre
el pulmón, y la parietal cubre la pared torácica, el diafragma y el pericardio.
Entre ambas hojas, queda un espacio virtual (cavidad pleural) que contiene una
fina capa de líquido seroso que las lubrica. La tráquea tiene una longitud de 10 a
11 cm y un diámetro de 2 cm. El sitio en el que se bifurca para dar origen al
bronquio fuente de cada pulmón se llama carina. Esto ocurre aproximadamente a
la altura del ángulo de Louis, por delante, y de la cuarta vértebra dorsal (T4),
por atrás.

El pulmón derecho tiene tres lóbulos: superior, medio e inferior. El pulmón


izquierdo tiene dos lóbulos: superior e inferior. Una fisura oblícua, divide el
lóbulo inferior de los otros. Además, en el pulmón derecho, una fisura horizontal
separa el lóbulo superior del medio.

Respiración. Las etapas del ciclo respiratorio, son:

 inspiración: etapa de expanción del tórax por acción de los músculos


respiratorios (diafragma e intercostales) y entrada de aire a los pulmones
(se crea una presión negativa intratorácica). Los músculos escalenos,
esternocleidomastoídeos y trapecio pueden participar de los movimientos
respiratorios como músculos accesorios (especialmente durante
ejercicios o en insuficiencia respiratoria).
 espiración: normalmente es un movimiento pasivo en que la misma
elasticidad de los pulmones y de la caja torácica hace salir el aire.
Exámen de tórax.

Forma del tórax: normalmente el diámetro anteroposterior es menor que el


transversal y la columna vertebral presenta la curvatura normal, sin desviaciones
a los lados. Algunas alteraciones que se pueden encontrar, son:

 cifosis: corresponde a una acentuación de la curvatura normal de la


columna, de modo que el paciente queda encorvado.
 escoliosis: es la desviación de la columna vertebral hacia los lados.
 pectus carinatum: cuando el esternón presenta una prominencia como
quilla de barco
 pectus escavatum: cuando el esternón se presenta hundido

Exámen de la respiración y los pulmones.

Inspección.

Es importante fijarse en la forma cómo el paciente respira:

 si se aprecia respirando tranquilo o se nota afligido (disnea)


 la frecuencia respiratoria (pacientes febriles, taquipnea)
 la expansión torácica (respiración de amplitud normal, aumentada)
 la ritmicidad la relación entre la inspiración y la espiración
 si presenta cianosis (los labios, la lengua, las mucosas)

aleteo nasal: es una apertura mayor de las alas de la nariz con cada
inspiración; es un signo de insuficiencia respiratoria que se observa con
más frecuencia en niños pequeños.

Percusión.

La percusión de los pulmones se efectúa principalmente con el método indirecto,


o sea, usando el dedo medio de una mano como plexímetro y el dedo índice o
medio de la otra mano como percutor. El método directo, o sea, percutiendo con
los dedos directamente sobre el tórax.

Cuando existe una condensación pulmonar o un derrame pleural se escucha un


sonido mate en la zona comprometida.
 si se trata de un derrame pleural: la matidez tiende a ascender hacia el
costado, formando lo que se ha llamado la curva de Damoiseau. Además,
muchas veces tiene un carácter más duro por lo que se ha llamado matidez
hídrica (es una característica difícil de constatar).
 si se trata de un pneumotórax: la percusión será sonora, e incluso, en la
medida que el aire en el espacio pleural esté a tensión, puede encontrarse
hipersonoridad o timpanismo.

Palpación.

Al poner la mano sobre el tórax mientras el paciente habla, se siente un discreto


cosquilleo en la mano. Esto se debe a vibraciones que se general al interior del
tórax. Es de mucha utilidad comparar las vibraciones vocales, que es el término
que habitualmente se usa, de uno y otro lado.

Auscultación.

Los ruidos pulmonares se originan debido al paso de aire por las vías aéreas en
la medida que se generen flujos turbulentos, como ocurre en la laringe y en la
bifurcación de bronquios grandes y medianos. A medida que los bronquios se
dividen, el área de sección va aumentando, y como consecuencia, la velocidad del
flujo disminuye. Cerca de los alvéolos el flujo es laminar y no genera ruidos.

Al auscultar los pulmones se deben cubrir todos los sectores, sin olvidar de
auscultar debajo de las axilas. Tal como debe ocurrir con la palpación y la
percusión, con la auscultación también se deben comparar los hallazgos de un
lado con los del otro lado.

Ruidos pulmonares:

Ruidos normales que ocurren durante la respiración:

 ruido traqueal: es el sonido normal que se escucha al poner el estetoscopio


en el cuello, por delante de la tráquea. Se ausculta durante la inspiración
y la espiración.
 murmullo pulmonar (antiguamente se le llamaba murmullo vesicular): es un
ruido de baja intensidad y corresponde al sonido que logra llegar a la pared
torácica después del filtro que ejerce el pulmón. Es suave y se ausculta
durante la inspiración en el área que ocupan los pulmones, tanto por
delante, por los costados y en la espalda.
Existen condiciones que hacen que el murmullo pulmonar se escuche más
atenuado o simplemente no se escuche. Algunas de estas condiciones son:

 por obstrucción de grandes bronquios


 por destrucción del parénquima pulmonar (por ejemplo, en un enfisema)
 por estar ocupado los espacios alveolares (por ejemplo, por una neumonía)
 por aire en el espacio pleural (pneumotórax)
 por un extenso derrame pleural
 por un panículo adiposo muy grueso

Ruidos que se escuchan en afecciones pulmonares:

 crepitaciones: son ruidos de poca intensidad, que se parecen un poco al


sonido que ocurre al frotar un mechón de pelo o despegar un velcro. Se
auscultan durante el ciclo respiratorio, pero especialmente, durante la
inspiración.

-áreas inflamadas como ocurre en una neumonía: en estos casos las


crepitaciones también ocurren de preferencia durante la inspiración, y si
la neumonía está recién comenzando, se escucha como un estallido al final
de la inspiración.

En obstrucciones bronquiales:

 sibilancias: son ruidos continuos, de alta frecuencia, como silbidos. Se


producen cuando existe obstrucción de las vías aéreas. Son frecuentes de
escuchar en pacientes asmáticos descompensados, tanto en la inspiración
como en la espiración (son verdaderos “pitos”).
 roncus: son de más baja frecuencia que las sibilancias y se producen en
situaciones parecidas. Suenan como “ronquidos”. Frecuentemente reflejan
la presencia de secreciones en los bronquios. Pueden generar vibraciones
palpables en la pared torácica (frémitos).

En pacientes con neumonías:

-broncofonía o pectoriloquia (“pecho que habla”): la transmisión de la voz


también está facilitada por lo que al aplicar el estetoscopio en la pared torácica
se distingue muy nítidamente cada sílaba de las palabras que el paciente emite.
-pectoriloquia áfona: es lo mismo que lo anterior, pero se refiere a la capacidad
de distinguir las palabras sobre la pared costal cuando el enfermo las pronuncia
en forma susurrada o cuchicheada.

En inflamación de las pleuras:

 frotes pleurales: son ruidos discontinuos, ásperos, que se deben al roce


de las hojas pleurales, cuando están inflamadas. El sonido sería parecido
al roce de dos cueros. Para que se produzca es necesario que las pleuras
estén en contacto ya que, al desarrollarse un derrame, terminan
separándose.

En pacientes con derrames pleurales extensos (que colapsan parte del


parénquima pulmonar vecino): a veces, especialmente en la zona más superior del
derrame, podría ocurrir:

En estrecheces a la vía aérea alta:

 cornaje o estridor: es un ruido de alta frecuencia, que se debe a una


obstrucción a nivel de la laringe (especialmente por compromiso de las
cuerdas vocales que se cierran) o una estenosis de un segmento la tráquea.
Es un ruido fuerte que se escucha a la distancia. Se ha comparado con el
ruido que se genera al soplar un cuerno.

En pacientes incapaces de toser bien, frecuentemente comprometidos de


conciencia:

 estertor traqueal: es un ruido húmedo que se escucha a distancia en


pacientes con secreciones en grandes bronquios y tráquea. Se tiende a
encontrar en personas graves, comprometidas de conciencia, que no son
capaces de toser y despejar esas secreciones.

EXAMEN DEL CORAZÓN

Conceptos de anatomía y fisiología.

El corazón, formado por dos aurículas y dos ventrículos, se ubica en la parte


central del tórax (mediastino), entre los dos pulmones.
Se encuentra inclinado (de derecha a izquierda y de atrás hacia delante) y un
poco rotado (el ventrículo derecho queda adelante y la aurícula izquierda, atrás).
Visto así, impresiona como una pirámide invertida, con una "base" (donde se
ubican las válvulas aórtica y pulmonar, a nivel del segundo espacio intercostal), y
una punta o "ápex" (donde se ubica la punta del ventrículo izquierdo, en el quinto
espacio intercostal, por fuera de la línea medio clavicular izquierda).

Conviene tener presente:

 las estructuras que forman las cavidades derechas: aurícula, válvula


tricúspide, ventrículo y válvula pulmonar.
 las estructuras que forman las cavidades izquierdas: aurícula, válvula
mitral, ventrículo, válvula aórtica.
 las hojas que cubren el corazón (pericardio)
 el flujo que sigue la sangre: desde las venas cavas a las cavidades
derechas, luego al circuito pulmonar (arteria pulmonar, pulmones, venas
pulmonares), las cavidades izquierdas, la aorta y la circulación sistémica.

En relación a aspectos fisiopatológicos, conviene tener presente:

 débito cardiaco: volumen de sangre que expulsa el corazón por minuto;


depende de:

- el débito sistólico: volumen de sangre que eyecta el ventrículo en cada


contracción
- la frecuencia cardiaca

 precarga: presión con la que se llenan los ventrículos.


 poscarga: resistencia que se opone al vaciamiento de los ventrículos.
 conceptos de estimulación eléctrica del corazón: el estímulo
normalmente se genera en el nódulo sinusal (en la parte más alta de la
aurícula derecha), se propaga por las aurículas y llega al nódulo aurículo-
ventricular (ubicado en la parte baja del tabique interauricular), luego
pasa al has de His, ramas derechas e izquierdas, fibras de Purkinje y
finalmente se estimula todo el miocardio.
 conceptos sobre irrigación del corazón: se efectúa a través de las
arterias coronarias derecha e izquierda, que nacen de la aorta, en la
proximidad de la válvula aórtica.
Ciclo cardíaco:

 sístole: etapa en la que se contraen los ventrículos y expulsan la sangre a


la arteria correspondiente (aorta y pulmonar).
 La diástole: etapa de relajación de los ventrículos para llenarse
nuevamente de sangre proveniente de las aurículas.

Exámen cardiaco:

El exámen cardiaco, debiera ser, en realidad, un examen cardiovascular ya que


además de efectuar el examen del corazón, también es importante captar lo que
ocurre en los pulsos arteriales y venosos, y, por supuesto, constatar el resultado
de la función principal del corazón, cual es, bombear sangre y permitir una
adecuada perfusión de los tejidos.

De este examen será posible sacar conclusiones tales como:

 si la función del corazón y la perfusión de los tejidos es adecuada


 si existen elementos que permitan plantear una insuficiencia cardiaca
 si existe una arritmia
 si se puede postular que el paciente tiene una falla de una válvula, ya sea
porque está estrecha (estenosis) o insuficiente (sus velos no cierran bien
y permiten que la sangre refluya).

Inspección: Conviene fijarse en lo siguiente:

 observe la forma cómo la persona respira (si es una respiración tranquila


o la persona está disneica), cómo tiene sus yugulares (ingurgitadas o
planas), el color de la piel y las mucosas (si está rosado, cianótico o pálido),
el estado nutritivo (cardiopatías avanzadas pueden comprometerlo)

Palpación:

Palpación del choque de la punta del ventrículo izquierdo. Lo normal es que se


ubique en el quinto espacio intercostal izquierdo por fuera de la línea medio
clavicular. Cuando existe una cardiomegalia, se desplaza hacia abajo y hacia
lateral. El palpar el choque de la punta muy desplazado, permite plantear que
existe una cardiomegalia.
Percusión:

 la percusión rinde poco para delimitar al área que ocupa el corazón ya que,
en alguna medida, se interpone pulmón.

Auscultación:

Cómo auscultar:

Se ausculta toda el área precordial. El paciente puede estar sentado, de pie o


acostado. Poner al paciente en un decúbito lateral izquierdo ayuda para auscultar
ruidos del ventrículo izquierdo al ponerse más en contacto con la pared torácica.

La mayoría de las veces la auscultación se efectúa con la membrana del


estetoscopio; la campana se usa para buscar algunos ruidos de baja tonalidad.

Focos de auscultación:

Se distinguen algunos focos específicos que son los siguientes:

Foco mitral el ápex del corazón, en el 5to espacio intercostal izquierdo,


ligeramente por fuera de la línea medio clavicular.

Foco tricuspídeo: a la misma altura del foco mitral, pero más en contacto con el
esternón, ya sea por el lado izquierdo o el derecho.

Foco aórtico: en el 2do espacio intercostal, inmediatamente a la derecha del


esternón. Permite identificar las características de los ruidos que se generan en
relación a la válvula aórtica.

Foco pulmonar: en el 2do espacio intercostal, inmediatamente a la izquierda del


esternón. Permite identificar las características de los ruidos que se generan en
relación a la válvula pulmonar.

Ruidos cardiacos.

Los ruidos cardiacos son sonidos cortos, bien definidos. Entre ellos, destacan
especialmente el primer y segundo ruido:
 primer ruido (R1): corresponde a un sonido que se produce al cerrarse las
válvulas mitral y tricúspide. El cierre de ambas válvulas tiende a ser al
unísono.
 segundo ruido (R2): corresponde al sonido que se genera cuando se
cierran las válvulas aórtica y pulmonar.

Otros ruidos que se pueden escuchar, aunque con mucho menos frecuencia y en
condiciones que no son necesariamente normales, son:

 tercer ruido (R3): ocurre al comienzo de la diástole, después del segundo


ruido, en la fase de llenado rápido determinado por el gradiente de
presión. El tercer ruido produce una cadencia parecida al galope de un
caballo: se conoce como galope ventricular, y se presenta en algunas
insuficiencias cardiacas.

Otros ruidos:

 chasquidos en estenosis, clics en insuficiencias valvulares.

Soplos:

Corresponde a un ruido que se escucha por flujos turbulentos de la sangre.

La intensidad de estos soplos se expresa de acuerdo a una escala:

 grado I: cuando es difícil de escuchar en una sala silenciosa.


 grado II: es un soplo débil, todos los examinadores lo auscultan.
 grado III: es claramente audible.
 grado IV: soplo fuerte; a este nivel es posible llegar a palpar sobre la
zona donde se ausculta el soplo una "vibración" que se conoce
como frémito.
 grado V: es muy fuerte y se palpa frémito.
 grado VI: es muy fuerte, a tal punto que se escucha incluso sin apoyar la
membrana del estetoscopio en la superficie del tórax.
En resumen, fijarse:

 el ritmo cardiaco
 los tonos cardíacos (primer y segundo ruido)
 la intensidad de los ruidos cardíacos (por ejemplo, en una hipertensión
arterial o pulmonar el cierre del segundo ruido puede estar acentuado)

 si existen soplos, fijarse:

si se auscultan en el sístole o en el diástole

hacia dónde se irradian

que forma tienen

EXAMEN DE LAS MAMAS

El examen de las mamas es muy importante en las mujeres, especialmente para


detectar precozmente la presencia de un cáncer. Se efectúa mediante la
inspección y la palpación. El examen debe ser prolijo, respetando siempre el
pudor de la paciente.

Inspección

En la inspección se observan ambas mamas tratando de descubrir asimetrías,


abultamientos, deformaciones, retracciones, etc. El examen se efectúa estando
la paciente acostada, sentada o de pié (hay que recordar que es una parte más
del examen físico). Para distinguir asimetrías entre una y otra mama puede ser
conveniente pedir a la persona que se siente y que ponga sus brazos a los lados
en forma de jarra y empuje con sus manos contra las caderas. Después, se
examina solicitándole que levante los brazos hacia arriba.

En las aréolas mamarias es posible distinguir unas prominencias pequeñas que


corresponden a glándulas sebáceas (tubérculos de Montgomery) y algunos
folículos pilosos.

Algunas mujeres presentan más debajo de las mamas, mamas supernumerarias


(recordar que esta condición es normal en animales mamíferos).
Si el pezón de una mama está aplanado o retraído (umbilicado) y esto ha ocurrido
en el último tiempo, conviene tener presente la posibilidad de una lesión
cancerosa que haya retraído el pezón. Si esta condición es antigua,
probablemente no indique una condición de cuidado como la anterior.

Palpación

La palpación se efectúa habitualmente estando la paciente acostada de espalda.


Se le pide que levante el brazo del lado que se va a examinar y coloque la mano
detrás de la cabeza. Toda la glándula debe ser examinada, incluyendo los cuatro
cuadrantes, el tejido bajo del pezón y la cola de las mamas. Además, se deben
examinar las axilas.

El examen se efectúa presionando con los dedos contra la pared torácica. El


recorrido puede ser en forma radial (desde el pezón a la periferia hasta
completar todo el círculo) o por cuadrantes.

Si se tiene la sensación de palpar un nódulo, es necesario precisar:

 la ubicación
 el tamaño
 la forma y si se logra delimitar con facilidad (bordes)
 la consistencia
 si es sensible
 si es posible desplazar o está adherido a los tejidos vecinos.
 si la piel está comprometida (con aspecto de “piel de naranja”)

Al tener la sensación de palpar un nódulo puede ser de ayuda palpar a


continuación con las dos manos, para precisar mejor las características de la
lesión.

Las mamografías y ecografías complementan el examen de las mamas para


precisar mejor la naturaleza de lesiones que se palpan o descubrir otras que no
fue posible detectar.

Indudablemente la palpación y la inspección son acciones conjuntas y mediante


ellas se va recogiendo información.
Factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama:

 tener familiares cercanos que hayan tenido cáncer de mama


 haber tenido cáncer de mama
 la edad (entre 40 años y por lo menos hasta los 65 a 70 años)
 una menarquia precoz (antes de los 12 años)
 el primer parto después de los 30 años
 no haber tenido hijos
 una menopausia después de los 55 años

Es conveniente que las mujeres tengan el hábito de autoexaminarse. Para esto


levantan el brazo y se examinan la mama de ese lado con la otra mano. Una buena
oportunidad es hacerlo al ducharse o al acostarse. Si están acostumbradas a
examinarse, notarán precozmente una lesión que esté apareciendo.

Algunas alteraciones:

Entre las lesiones palpables destacan:

 nódulos que corresponden a una enfermedad fibroquística de las mamas


 lesiones de bordes nítidos que corresponden a fibroadenomas (son más
frecuentes en mujeres jóvenes)
 lesiones que corresponden a un cáncer de mamas. Si se palpa algo anormal,
como un nódulo, va a ser necesario efectuar un estudio de imágenes (una
mamografía, que eventualmente se complementa con una ecografía para
distinguir entre nódulos sólidos y quistes).

Salida de líquido por un pezón:

Puede salir en forma espontánea o al exprimir la glándula o el pezón mismo.


Este líquido puede ser:

 galactorrea: es la salida de leche en condiciones en que la mujer no está


lactando después de un embarazo. Entre las principales causas destacan
trastornos endocrinológicos y ciertos medicamentos.
 ser una secreción serosa, hemática o serohemática: en estos casos
cabe plantear la posibilidad de una lesión intraductal (habrá que
identificar por cuál conducto galactóforo sale el líquido).
 secreción purulenta en relación a un proceso infeccioso
Exámen de las axilas:

La palpación de las axilas tiene especial importancia por la posibilidad de


encontrar ganglios comprometidos. Separando un poco el brazo, el examinador
palpa la axila presionando contra la pared torácica. Con su mano derecha, palpa
la axila izquierda, y con la mano izquierda, la axila derecha.

Las mamas en el hombre:

 ginecomastia: es el desarrollo de las mamas en el hombre, más allá de lo


normal. Es frecuente de observar en algunos jóvenes en la edad de la
pubertad. En los adultos se observa ocasionalmente por trastornos
hormonales, por la ingesta de algunos medicamentos o en enfermedades
como la cirrosis hepática.
 los hombres también pueden tener un cáncer de mamas, pero es poco
frecuente.

EXAMEN DEL ABDOMEN

En el abdomen se ubican distintas vísceras, entre las que destacan el hígado y


vías biliares, gran parte del tubo digestivo; el bazo; riñones, uréteres, vejiga;
glándulas suprarrenales; además, en la mujer: útero, trompas de Falopio y ovarios
y, en el hombre, la próstata. Cada una de estas estructuras tiene una ubicación
y tamaño, desempeña funciones y es fuente de alteraciones y enfermedades. El
detalle conviene revisarlo en textos de anatomía y fisiopatología.

El exámen mismo conviene efectuarlo en dos etapas:

A. Un examen general
B. El examen de las vísceras, propiamente tal

Se debe tener el cuidado de incluir las regiones inguinales. Además, se puede


complementar con el examen rectal y el ginecológico.

Algunos puntos de referencia, son:

 los rebordes costales


 el apéndice xifoides
 el ombligo
 las espinas ilíacas ántero-superiores en cada lado
 las regiones inguinales
 el borde superior del pubis

División del abdomen por cuadrantes:

Se trazan dos líneas imaginarias perpendiculares que pasan por el ombligo. De


esta forma se delimitan cuatro cuadrantes:

 superior derecho
 superior izquierdo
 inferior derecho
 inferior izquierdo

División del abdomen en nueve sectores:

Se trazan dos líneas verticales y dos horizontales. Las dos primeras son la
continuación de las líneas medioclaviculares que se prolongan hacia abajo hasta
los lados del pubis. De las dos líneas horizontales, una pasa por el reborde costal
(aproximadamente la 10ª costilla), y la otra pasa por las crestas ilíacas ántero-
superiores. Se constituyen así nueve sectores (entre paréntesis se indican las
estructuras intra-abdominales que se ubican en esos sectores):

en el tercio más alto:

- hipocondrio derecho (lóbulo hepático derecho, vesícula biliar, parte del riñón
derecho, glándula suprarrenal, ángulo hepático del colon).
- epigastrio (estómago, duodeno, páncreas, parte del hígado, aorta, vena cava
inferior)
- hipocondrio izquierdo (bazo, cola del páncreas, ángulo esplénico del colon, polo
superior del riñón izquierdo, glándula suprarrenal)

en el tercio medio:

-flanco derecho (parte del riñón derecho y del colon ascendente)


- región umbilical (porción inferior del duodeno, intestino delgado, aorta, vena cava
inferior)
-flanco izquierdo (parte del riñón izquierdo y del colon descendente)

en el tercio inferior:

- fosa ilíaca derecha (ciego, apéndice, extremo inferior del íleon, ovario,
desembocadura del uréter, canal inguinal)

- hipogastrio (útero, vejiga, colon sigmoides)


- fosa ilíaca izquierda (colon sigmoides, ovario, desembocadura del uréter,
canal inguinal)

Irradiación de los dolores:

Conviene tener presente dónde se proyecta el dolor que se genera en distintas


estructuras. Algunos ejemplos son los siguientes:

 de la vesícula: en el hipocondrio derecho, pero también en epigastrio


 del estómago y duodeno: en el epigastrio y, eventualmente, en la región
umbilical. Una úlcera puede generar dolor en la región lumbar.
 del bazo: en el hipocondrio izquierdo
 del intestino delgado: cólicos intestinales provenientes del intestino
delgado producen dolor en la región umbilical o en todo el abdomen
 del colon: cólicos intestinales provenientes del colon producen dolor en el
hipogastrio o en todo el hemiabdomen inferior, las apendicitis duelen de
preferencia en la fosa ilíaca derecha.
 del riñón: duele especialmente en la fosa lumbar correspondiente, pero
también el dolor puede tener una irradiación hacia el flanco
correspondiente. Si el dolor se genera del uréter (por ejemplo, por una
litiasis), el dolor se irradia hacia la región inguinal y genitales externos.
 vejiga: molesta en el hipogastrio.

A veces, se presentan dolores irradiados. Por ejemplo:

 neumonía basal puede proyectar dolor hacia el hipocondrio del mismo lado
 un infarto agudo puede doler en el epigastrio
 un herpes zóster intercostal, se asocia a dolores referidos al abdomen
 un neumoperitoneo o un proceso anexial, puede proyectar dolor a un
hombro.
Examen del abdomen.

Aspectos que conviene tener presentes al realizar el examen:

 colocar al paciente en decúbito dorsal


 examinar por el lado derecho
 disponer de una iluminación adecuada
 tratar de no tener las manos ni el instrumental fríos
 pedir al paciente que se relaje
 exponer el abdomen en forma amplia de modo de efectuar una buena
observación. Conviene tener cuidado por el pudor del paciente, pero sin
dejar de examinar en forma adecuada.
 no olvidar de examinar las regiones inguinales
 las zonas dolorosas conviene examinarlas al final

Inspección.

Conviene fijarse en lo siguiente:

 la forma del abdomen


 identificar áreas más prominentes o asimétricas
 cicatrices
 hernias
 lesiones de la piel
 presencia de circulación colateral
 latidos

La forma del abdomen puede ser diferente. Esto depende de la edad, de la


relación entre el peso y la talla, de la constitución del cuerpo, de lo atleta o
sedentaria que sea la persona y de alteraciones que puedan existir: tumores,
ascitis, meteorismo (gas aumentado en el intestino). Normalmente tiene una
forma redondeada o plana. En personas delgadas y en decúbito dorsal se aprecia
un abdomen excavado (escafoide o cóncavo). Si se aprecia abultado se habla de
un abdomen globuloso o prominente. Cuando en decúbito supino el abdomen
impresiona que se "rebalsa" hacia los lados se le llama en alforjas; si estando de
pie, se aprecia un gran pliegue que cuelga del hemiabdomen inferior se llama en
delantal.
El ombligo normalmente es umbilicado (hundido) o plano. Cuando existe ascitis se
puede ver evertido (protruye hacia afuera). Una onfalitis es una inflamación del
ombligo que se manifiesta por enrojecimiento y secreción.

La distribución del vello pubiano es diferente en el hombre que en la mujer. En


el primero tiene una distribución romboidal, llegando hasta el ombligo. En la
mujer es de tipo triangular (ginecoide), sin extensión del vello hacia el obligo.
Esta distribución se altera en algunas enfermedades (por ejemplo, en los
hombres con cirrosis hepática tiende a adquirir una distribución ginecoide)

Hernias:

La presencia de hernias se hace más evidente cuando la persona puja y/o se pone
de pié. Una hernia incisional ocurre en relación a la cicatriz de una operación,
cuando los planos profundos no cerraron bien. Una evisceración es cuando la
herida se abre totalmente y se logran ver las vísceras.

Auscultación.

Lo que se trata de auscultar son ruidos que derivan de la movilidad del intestino
y posibles soplos vasculares. Se efectúa antes de la percusión y la palpación ya
que éstas pueden alterar los ruidos intestinales o ruidos hidroaéreos. La
auscultación debe ser metódica y cubrir los distintos cuadrantes del abdomen.

En las diarreas están aumentados en frecuencia e intensidad (es conocido el


"ruido de tripas" de las personas en estas situaciones); en obstrucciones
intestinales en que el intestino lucha por vencer una obstrucción (íleo mecánico),
los ruidos intestinales tienden a ser más frecuentes y con un tono elevado (es
necesario haberlo escuchado para "grabárselo" en la mente); en parálisis
intestinales (íleo paralítico), los ruidos están ausentes. En estos casos conviene
escuchar durante un rato prolongado antes de sacar conclusiones.

En mujeres embarazadas se pueden auscultar los latidos cardíacos fetales a


partir de las 16 a 18 semanas. Se escuchan mejor con una corneta especial que
usan los obstetras y matronas o mediante dispositivos con amplificación.

Percusión.

Normalmente al percutir el abdomen se escuchan ruidos sonoros que reflejan el


contenido de aire en el tubo digestivo.
Frente a un abdomen distendido, la percusión puede ayudar a diferenciar si la
distensión es por acumulación de gas (meteorismo), líquido en el peritoneo
(ascitis), o un aumento de volumen anormal (tumor, globo vesical, útero
miomatoso, etc.).

La forma de interpretar estos sonidos es la siguente:

 si el problema es acumulación de gas en el intestino: se escucha


hipersonoridad o timpanismo
 si el paciente tiene acumulación de líquido en el peritoneo (ascitis).

Palpación.

Se comienza efectuando una palpación superficial mediante la cual se buscan


puntos dolorosos y se evalúa si la pared abdominal es depresible. Cuando existe
resistencia muscular, puede ser voluntaria o involuntaria.

Se efectúan una palpación profunda mediante la cual se identifican con más


detalles las estructuras intraabdominales.

Un examinador delicado trata de provocar el menor dolor posible, sin perder


información necesaria para el diagnóstico.

Si se siente una masa, se debe precisar:

 localización
 tamaño
 forma
 consistencia
 si es sensible a la palpación
 si tiene latido
 si se desplaza al palparla o con la respiración
 si forma parte de una víscera

Puntos dolorosos:

Cada afección duele en sitios específicos. Algunos de ellos son:

 apendicitis: lateral al punto medio de una línea imaginaria entre el ombligo


y la espina ilíaca ántero-superior.
 colecistitis aguda: bajo el reborde costal derecho, lateral al borde
externo del músculo recto abdominal.
 diverticulitis: duele en el cuadrante inferior izquierdo o la fosa ilíaca y el
flanco izquierdo

Las peritonitis se deben a una irritación del peritoneo. Con frecuencia se deben
a la perforación de una víscera hueca (por ejemplo, como complicación de una
apendicitis o por perforación del intestino). Puede ser localizada o difusa, según
el proceso logre ser contenido o no.

Examen de las vísceras abdominales:

Hígado:

El hígado se ubica preferentemente en la región del hipocondrio derecho, pero


su lóbulo izquierdo se proyecta al epigastrio.

Al examinarlo se determina:

 su límite superior
 el borde inferior
 la proyección hepática (o sea, la distancia entre el límite superior y el
borde inferior, lo que da una idea de su tamaño)

Respecto a la vesícula biliar, normalmente no se palpa. Cuando se inflama


(colecistitis), el signo cardinal es el dolor que aumenta con la palpación (signo de
Murphy positivo). En estados más avanzados el proceso inflamatorio lleva a una
reacción local de los tejidos vecinos y se forma un plastrón vesicular. En estos
casos se palpa una masa subcostal, dolorosa, de límites difíciles de precisar.
Incluso, puede ser difícil de diferencia de un tumor de la vía biliar.

Examen del bazo:

El bazo también se explora mediante la percusión y la palpación. Se encuentra


bajo la parrilla costal, entre la 6ª y la 10ª costilla, a nivel de la línea medio axilar,
en una posición oblicua. Lo habitual es pedir al paciente que respire profundo e
ir al encuentro del polo inferior con la punta de los dedos. Normalmente no se
palpa en adultos, salvo excepciones. Esto hace que cuando es posible palpar el
polo inferior se piense que existe una esplenomegalia.
Exámen de los riñones.

Se ubican en la parte más posterior del abdomen (en el retroperitoneo). Se


examinan mediante la palpación. Generalmente no se logran palpar, salvo en
personas delgadas. El riñón derecho se ubica un poco más bajo que el izquierdo
y su polo inferior tiene más posibilidades de palparse (el resto de los riñones
queda bajo la parrilla costal).

Cuando alguno de ellos está aumentado de tamaño es más factible que se pueda
palpar (por ejemplo, en hidronefrosis, riñón poliquístico, tumor renal, etc.).

Para examinarlos, el examinador trata de palparlos poniendo una mano bajo la


región lumbar y la otra sobre el flanco: se ejerce presión entre las dos manos y
se trata de sentir si se interpone una “masa” compatible con el polo inferior de
alguno de los riñones. La posición de las manos depende del lado que se ubique el
examinador. Se habla que la “masa” tiene contacto lumbar cuando al empujar
hacia arriba, el movimiento se transmite hacia la mano superior.
Otro signo que se busca en el exámen de los riñones es la puño percusión; rinde
especialmente en cuadros de pielonefritis aguda. Estando el paciente sentado,
se golpea con la mano en forma de puño sobre las fosas lumbares. Cuando existe
una inflamación aguda del uno de los riñones se desencadena dolor.

Palpación de la aorta.

Se logra palpar en personas de contextura delgada o cuando está muy dilatada.


Lo que es más frecuente es sentir un latido en la región del epigastrio.

Examen de las regiones inguinales.

Una de las partes que con alguna frecuencia no son examinadas bien son las
regiones inguinales porque se despeja el abdomen solamente hasta ese nivel. Con
esto se pueden escapar del examen físico alteraciones como las hernias y
adenopatías de esta región.

Hernias inguinales y crurales.

Una hernia “atascada” es aquella que no se puede reducir (que los tejidos vuelvan
a su sitio original). Una hernia “estrangulada” tiene además la condición de poder
tener compromiso vascular y por lo tanto no se debe intentar reducir.
Tacto rectal.

El tacto rectal debe ser considerado como parte del examen del abdomen ya que
puede aportar información valiosa.

Se puede efectuar con el paciente en distintas posiciones:

en decúbito lateral, habitualmente sobre el lado izquierdo, con ambas


extremidades inferiores flectadas y separadas.

En la inspección de la región anal se aprecia el aspecto de la piel y alteraciones


que puedan existir: hemorroides externas, fisuras, orificios de fístulas
perianales, etc. En algunas ocasiones se le solicita al paciente que puje para ver
si se produce un prolapso rectal o se asoman hemorroides internas.

Luego se efectúa la palpación colocándose un guante desechable y lubricando el


dedo índice con vaselina, dejando en la punta un poco más. Antes de introducir
el dedo, conviene lubricar un poco la entrada del orificio anal. Luego se introduce
con cuidado tratando de no producir dolor. En la entrada se aprecia el tono del
esfínter anal (presión que ejerce sobre el dígito). Si el examen provoca dolor, o
en personas muy tensas, el tono aumenta; en cambio, en ancianos o pacientes con
lesiones neurológicas, se encuentra disminuido.

Introducido el dedo, se aprecia la cavidad de la ampolla rectal, sus paredes y el


contenido de deposiciones.

La próstata, en condiciones normales, se palpa como una nuez de un diámetro de


unos 3 a 4 cm. Se distinguen dos lóbulos laterales y un surco central. La
superficie es lisa y la consistencia cauchosa. A veces se palpan las vesículas
seminales en la región más alta. Es frecuente que con los años, especialmente
pasados los 50 años, la próstata crezca llegando en algunas personas a constituir
un adenoma prostático. Cuando se palpan durezas o crecimientos como nódulos
se debe pensar en la posibilidad de un cáncer de la próstata.

EXAMEN DE GENITALES EXTERNOS MASCULINOS Y DE LA PRÓSTATA

Conceptos de anatomía.

Los órganos genitales masculinos están formados por el pene, los testículos, el
escroto, la próstata y las vesículas seminales.
El pene está formado por dos cuerpos cavernosos, que forman el dorso y los
lados, y el cuerpo esponjoso, que contiene la uretra. El cuerpo esponjoso se
ensancha en el extremo distal para formar el glande y unos 2 mm por debajo de
su punta se encuentra el orificio uretral.

El prepucio cubre normalmente el glande, salvo cuando el paciente ha sido


circuncidado. Entre ambos se produce un material sebáceo, de aspecto
blanquecino y maloliente, llamado esmegma.

El escroto está dividido en la mitad por un tabique que conforma dos bolsas que
contienen los testículos con sus correspondientes epidídimos. Por encima de los
testículos se identifican los cordones espermáticos que están formados por los
conductos deferentes, los vasos sanguíneos arteriales y venosos (plexos
pampiniformes) y fibras del músculo cremasteriano.

Exámen de los genitales.

El exámen de los genitales de un hombre puede ser una situación embarazosa y


por lo mismo, conviene efectuarlo con delicadeza. Esta es un área muy sensible
para los hombres y se debe evitar comentarios o expresiones que produzcan
incomodidad.

El examen se efectúa mediante la inspección y la palpación. Las partes que se


deben identificar son:

 el vello pubiano
 el pene
 el glande
 el meato uretral
 el escroto
 los testículos
 los epidídimos
 los cordones espermáticos.

El vello genital o pubiano tiende a ser abundante y en el hombre se continúa hacia


el ombligo. Se pueden encontrar piojos (Phthirius pubis) o liendres (huevos de
piojos) en personas poco aseadas.

En los pacientes no circuncidados es necesario retraer el prepucio para examinar


el glande y el meato uretral.
Entre las alteraciones que se pueden encontrar en el pene, destacan las
siguientes:

 Fimosis: consiste en la dificultad para descubrir el glande debido a un


prepucio estrecho.

 Parafimosis: es la dificultad de deslizar el prepucio nuevamente hacia


adelante después que se ha descubierto el glande, debido a que es
estrecho; lo comprime y lo puede edematizar.

 Balanitis: es una inflamación del glande que ocurre sólo en hombres no


circuncidados, frecuentemente con fimosis o diabéticos. Se debe a
infecciones bacterianas o por hongos (Candida).

 Balanopostitis es una inflamación del glande y del prepucio.

 Hipospadias: es una condición con que nace la persona donde el meato


uretral desemboca más abajo de lo normal, en una posición ventral.

 Ulceras: pueden ser de distinto tipo y naturaleza. Entre las úlceras que
afectan el glande y el prepucio destaca el chancro sifilítico que es una
úlcera ovalada o redonda, de bordes indurados, fondo liso, y aparece dos
semanas después de una exposición a la enfermedad.

 Herpes genital: son vesículas superficiales rodeadas de un halo


eritematoso, muy dolorosas, que se deben a una infección por el virus
herpes simple tipo 2.

 Condiloma acuminado o papilomas genitales: son lesiones como verrugas


que se deben a infecciones virales.

 Carcinoma del pene: es un cáncer habitualmente de tipo escamoso, que


tiende a presentarse en hombres no circuncidados, poco preocupados de
su higiene.

 Uretritis: se puede encontrar una secreción que sale por el meato uretral,
la cual debe estudiarse mediante tinciones de extendidos y cultivos de
distinto tipo, según las causas probables (ej.: infección por gonococo)
El escroto y su contenido.

En el examen de los testículos es frecuente encontrar el izquierdo más abajo


que el derecho. Debe sospecharse de cualquier dureza o nódulo en la superficie
del testículo que pueda indicar la presencia de un cáncer.

Entre las alteraciones que se pueden encontrar destacan:

 Cáncer testicular: se manifiesta como un aumento de volumen, que puede


ser muy localizado (como una lenteja) o formar una masa, habitualmente
indolora, que aparece con mayor frecuencia en adultos jóvenes, entre los
15 y los 30 años.

 Quiste de la cabeza del epidídimo o espermatocele: es una formación


quística que se palpa como un nódulo en la cabeza del epidídimo, fuera de
los límites del testículo. En general, es de evolución benigna.

 Hidrocele: es un aumento de volumen debido a la acumulación de líquido en


la túnica vaginal que es una membrana que rodea al testículo y que
normalmente deja una cavidad virtual. Si se apoya una linterna sobre la
piel del escroto, en la zona del aumento de volumen, se observa un
fenómeno de transiluminación que consiste en que la luz difunde en un área
extensa correspondiente al líquido acumulado.

 Orquitis: es una inflamación aguda de un testículo que se puede observar


en enfermedades infecciosas virales, como las paperas, cuando se
presenta en adolescentes o adultos. En un comienzo la glándula se ve
aumentada de volumen y está muy sensible; con el tiempo, una vez que se
resuelve la inflamación, puede evolucionar hacia la atrofia.

 Epididimitis: es una inflamación del epidídimo muy dolorosa y se relaciona


con infecciones urinarias o de la próstata. Existen epididimitis de
evolución crónica que se relacionan con infecciones como la tuberculosis.

 Torsión testicular: es una urgencia quirúrgica en la que el testículo gira


sobre su eje y puede llegar a comprometer la circulación de la glándula. El
testículo se ve retraído y la palpación es extremadamente dolorosa.
 Hidátide torcida: es otra condición que se acompaña de dolor. Se palpa un
pequeño nódulo sensible hacia el polo superior. Es más frecuente de
encontrar en niños en edad puberal.

 Varicocele: corresponde a dilataciones varicosas de las venas del plexo


pampiniforme del cordón espermático. Se observa más frecuente en el
lado izquierdo, estando el paciente de pie. Puede asociarse a una
disminución de la fertilidad.

 Criptorquidia: es una condición en la que un testículo no logró descender


a la bolsa escrotal y quedó en el canal inguinal o dentro del abdomen. Estos
testículos se atrofian y con el tiempo tienen mayor tendencia a desarrollar
un cáncer.

EXÁMEN VASCULAR PERIFÉRICO.

Conceptos de anatomía y fisiología

Por la frecuencia con que se presentan alteraciones que dependen de las venas
de las extremidades inferiores conviene revisar algunos conceptos de la
anatomía. Se distinguen las venas profundas y las venas superficiales. El 90%
del retorno venoso se efectúa por las venas profundas.

Cuando las válvulas fallan por dilatación de las venas o alteración de su


estructura, como ocurre cuando ha habido flebitis, la presión hidrostática de la
columna de sangre aumenta a nivel de los tobillos cuando la persona está de pie
debido a que la columna ya no es interrumpida por las válvulas (que están
incompetentes). Este aumento de la presión hidrostática favorece la salida de
líquido y la formación de edema.

Conviene hacer alguna mención del sistema linfático que es una extensa red
vascular que contribuye a drenar líquido (linfa) desde los tejidos del cuerpo para
devolverlos a la circulación venosa. Esta red comienza con pequeños capilares
linfáticos ciegos que se van anastomosando y forman conductos de mayor calibre
hasta que finalmente la linfa drena en el sistema venoso en la base del cuello.
Entre el sistema arterial y el venoso se forman extensas redes de capilares en
donde se intercambian líquidos, electrolitos y distintas moléculas. Conviene
tener presente que:

(1) La presión hidrostática intravascular tiene una importante


participación en la salida de agua desde el intravascular al extravascular.
(2) La presión oncótica, determinada fundamentalmente por los niveles
de albúmina en la sangre, contribuye a la entrada del líquido.

Exámen Físico

Sistema arterial

Cuando existen lesiones críticas arteriales se puede presentar claudicación


intermitente, que es un dolor por isquemia que se presenta en el sector afectado
cuando se efectúa una mayor actividad muscular. Puede ocurrir en las
extremidades superiores o en las inferiores. Si es en las piernas, el dolor se
presenta al caminar una cantidad determinada de cuadras y se alivia con el
reposo.

En una obstrucción arterial aguda el segmento distal pierde sus pulsos, se


vuelve pálido y frío, y se genera dolor. Según el grado de isquemia se pueden
comprometer los movimientos y la sensibilidad (parestesias).

En la insuficiencia arterial crónica se encuentran pulsos débiles o ausentes,


frialdad distal y alteraciones tróficas.

Sistema Venoso

Entre las alteraciones más frecuentes de encontrar están las várices,


especialmente procedentes de la safena larga (mayor o interna) y la corta (menor
o externa). Las mujeres son más proclives a presentarlas.

En las venas superficiales se pueden presentar inflamaciones, llamadas flebitis,


por causas traumáticas, infecciosas o químicas.

En las venas profundas también se producen flebitis. En estos casos, el riesgo


de una embolía pulmonar es mayor y desgraciadamente, no siempre los signos
clínicos son evidentes.
En cuadros de insuficiencia venosa crónica la pierna se puede ver edematosa y
se desarrollan várices. Con el transcurso del tiempo y en la medida que la
hipertensión venosa se transmite a la red venosa superficial, se desarrollan
cambios tróficos en la piel, especialmente cerca de los tobillos.

Exámen ginecológico

Se presentan a continuación algunos conceptos para efectuar un exámen


ginecológico en sus aspectos más esenciales.

Conceptos de anatomía y fisiología

En el aparato ginecológico destacan los genitales externos, representados por


la vulva, los labios mayores y menores, el clítoris y la parte externa de la vagina,
y los genitales internos, representados por el resto de la vagina, el útero, las
trompas de Falopio y los ovarios.

Entre el clítoris y la vagina desemboca el meato uretral. Los labios menores, por
detrás del clítoris, delimitan un espacio llamado vestíbulo. La vagina es un tubo
que se orienta hacia arriba y atrás, y en el fondo se une al cuello uterino (cérvix);
entre éste y la vagina se forman fondos de saco (fórnix anterior, posterior y
laterales). La entrada de la vagina es el introito vaginal. En mujeres vírgenes se
puede encontrar un repliegue membranoso que ocluye parcialmente la entrada y
que se conoce como himen. En el extremo posterior de los labios menores
desembocan las glándulas de Bartolino.

El útero normalmente está en una posición de anteroversión, formando un ángulo


recto con la vagina. Tiene una forma de pera invertida y lo forman principalmente
el cuerpo y el cérvix. En cada lado del cuerpo del útero, en el ángulo superior, se
unen las trompas de Falopio. Éstas terminan, en el otro extremo, en unas
digitaciones (fimbrias) que pueden tomar contacto con los ovarios para recibir
el óvulo. El peritoneo cubre el cuerpo uterino parcialmente en su cara anterior y
posterior y, al continuar hacia el recto, deja un bolsillo recto-uterino o fondo de
saco de Douglas.

En el cuello uterino destaca un orificio externo, el orificio cervical. El interior


de este orificio cervical externo está cubierto por un epitelio columnar y el resto
del cuello, por un epitelio escamoso. El orificio cervical puede tener una forma
circular (en nulíparas), ovalada, como una hendidura, y presentar rasgos
cicatrizados de antiguas laceraciones (en multíparas).

Los anexos comprenden los ovarios, las trompas de Falopio y las estructuras de
sostén con las que se relacionan (ligamento redondo y ligamento ancho).

Los linfáticos de la vulva y la vagina inferior drenan hacia los ganglios inguinales,
y los linfáticos de los genitales internos y vagina superior drenan hacia los
ganglios pélvicos y abdominales.

Exámen Ginecológico

Antes de efectuar el examen ginecológico es necesario adaptarse a la situación


de cada paciente. Es normal que la mujer pueda tener algún grado de temor, más
aún, si es primera vez o si en otras ocasiones le ha resultado doloroso. Es muy
importante tranquilizar a la paciente, darle las explicaciones que puedan ser
necesarias, lograr que se relaje y sienta confianza. Por supuesto la sala de
examen debe tener privacidad. Los examinadores hombres conviene que estén
acompañados por una asistente femenina.

Se debe contar con una mesa ginecológica, una lámpara con luz focal, espéculos
vaginales de distinto tamaño, guantes, jaleas lubricantes hidrosolubles que no
estén contaminadas, implementos para tomar extendidos cervicales
(Papanicolaou) y cultivos.

Los espéculos vaginales son instrumentos de metal o plástico, formados


fundamentalmente por dos hojas y un mango. Las hojas tienen una forma como
pico de pato y se pueden separar dentro de la vagina para permitir una buena
visión y tomar muestras. Antes de intentar usar un espéculo es necesario
familiarizarse con ellos y dominar cómo abrir y cerrar sus hojas.

Se le pide a la paciente vaciar su vejiga antes del examen y que se quede sin su
ropa interior. Luego se coloca en la mesa en posición ginecológica (posición de
litotomía). Según el tipo de estribos, sus piernas podrán quedar apoyadas en los
talones o en la corva (región poplítea). Los muslos quedan flectados, abducidos y
en rotación externa. Las nalgas deben quedar justo en el borde libre de la mesa.
El abdomen y la parte proximal de los muslos se cubren con una sabanilla,
aplastando el género entre las piernas de modo de mantener contacto visual cara
a cara con la paciente. Se debe contar con una buena iluminación. Los
instrumentos y las manos deben estar templadas.
Se comienza examinando los genitales externos. Las manos deben estar
enguantadas, especialmente la que toca directamente los genitales.Se puede
tocar primero la cara interna de los muslos para ubicar a la paciente que se está
comenzando el examen.

Se debe observar:

 caracteres sexuales secundarios


 desarrollo del clítoris
 desembocadura de la uretra
 aspecto de los labios mayores y menores
 coloración de las mucosas
 si existe alguna lesión o abultamiento localizado anormal

Con los dedos se separan los labios menores para observar las estructuras del
vestíbulo.

Se introduce el dedo índice en la vagina lubricado sólo con agua. Mientras no


se hayan tomado las muestras cervicales y los cultivos no conviene usar otros
lubricantes. Esta maniobra permite conocer la orientación, largo y ancho de la
vagina de modo de poder elegir el espéculo más adecuado e introducirlo de la
mejor forma. En general, la posibilidad de producir dolor aumenta al ser brusco,
usar instrumentos muy gruesos y presionar hacia la pared anterior donde pasa
la uretra. Por esto, la introducción del espéculo y de los dedos se efectúa
ejerciendo más presión sobre la pared posterior de la vagina.

El espéculo vaginal se introduce lubricado sólo con agua tibia. La punta del
instrumento se acerca al vestíbulo de la vulva en una posición oblicua. Con el dedo
índice y medio de la otra mano se separan los labios menores ejerciendo una
presión hacia los lados y hacia atrás. Se introduce el espéculo ejerciendo presión
sobre la pared posterior y en el interior de la vagina se gira de la posición oblicua
inicial al plano horizontal. Se debe tener cuidado de no pellizcar los labios
menores ni traccionar pelos. El instrumento debe seguir la inclinación hacia
dorsal de la vagina. Al llegar al fondo, se abren las hojas del espéculo. Éste se
debe ubicar de tal modo que el cuello uterino quede claramente a la vista. A
veces, es necesario retirarlo un poco para luego reintroducirlo o cambiar su
inclinación. Una vez que el cérvix está a la vista, se deja fija la apertura del
instrumento. Teniendo una buena iluminación, se observan las características de
las estructuras que están a la vista, se inspecciona si hay secreciones y se toman
las muestras que correspondan.

En el cuello cervical se observa el aspecto de la mucosa, formada por un epitelio


columnar en el os externo y escamoso alrededor.

Interesa fijarse en:

 Color
 Suavidad de las superficies
 Si existen lesiones, úlceras, proliferaciones anormales
 Cambios de coloración localizados

Exámen bimanual

Para efectuar el examen bimanual, teniendo ya introducidos los dedos en la


vagina, se pone la otra mano sobre el abdomen, unos centímetros sobre la sínfisis
púbica, y se presiona tratando de enganchar el útero. Se trata de sentirlo entre
las dos manos.

 Tamaño
 Forma
 Consistencia
 Inclinación
 Movilidad y dolor que se pueda generar

Si el útero está en anteversión (posición normal), se apoyan los dedos dentro de


la vagina en el fórnix anterior. Si está en retroversión o retroflexión, conviene
que se apoyen en el fórnix posterior.

Ante una masa palpable se debe precisar:

 Tamaño
 Forma
 Consistencia
 Movilidad y sensibilidad

La existencia de una masa en un anexo puede deberse a patología


ovárica, embarazo tubario o un proceso inflamatorio en la trompa de Falopio.
Si la movilización del cuello uterino es dolorosa y se asocia a patología en un
anexo, se plantea una inflamación pelviana aguda (ej.: infección por gonococo o
por Chlamydias).

Ocasionalmente se efectúa un examen bimanual combinando un tacto rectal


junto con la mano sobre el abdomen.

Terminado el examen, se debe identificar las muestras que se hayan tomado


para enviarlas al laboratorio. Mientras tanto la paciente se ha bajado de la mesa
ginecológica y procede a vestirse.

EXAMEN NEUROLÓGICO

En general realizar el examen neurológico de un paciente provoca una sensación


de algo complicado y difícil de abordar. Por esta razón se hará un esquema de
manera de seguir un orden y rutina que permita al alumno una sistematización,
con el fin de evitar omisiones que podrían ser importantes en la evaluación de un
enfermo.

A evaluar:

1.- Conciencia y examen mental


2.- Pares craneanos
3.- Examen motor
4.- Examen de la sensibilidad
5.- Signos meníngeos
6.- Control de esfínteres

1.- Conciencia y Exámen Mental:


Comprende: Conciencia y vigilancia
Atención
Orientación témporo-espacial
Lenguaje
Memoria
Praxias
Funciones cognitivas superiores
Trastornos visuo-espaciales
Somestesia y somatognosia
Alteraciones de la percepción visual
La evaluación de la conciencia y el examen mental se inicia desde el primer
contacto con el paciente en que observaremos si está despierto, atento, su
arreglo personal, su disposición ante el examinador, etc. Está destinado a
pesquisar las alteraciones de las funciones mentales que reflejen un déficit
neurológico. Las alteraciones del contenido y del curso del pensamiento, como de
los afectos y estado emocional, corresponden más bien a la evaluación de
patologías psiquiátricas.

2.- Pares Craneanos:

Nervio Olfatorio. (I Nervio Craneano):

El primer punto es descartar causas locales de alteración del olfato, como rinitis
crónica, rinorrea, epistaxis, etc. Para su examen, el enfermo debe estar con los
ojos cerrados y se evalúa primero una fosa nasal, tapando la otra y
posteriormente a la inversa. Se dan a oler sustancias de olor característico, no
irritantes (café, té, pasta dental). La pérdida del olfato se denomina anosmia.

Nervio Óptico. (II Nervio Craneano):

Agudeza visual: Se examina cada ojo por separado, tapando el contralateral. En


el examen neurológico habitual se hace una evaluación más somera de la agudeza
visual, solicitando al paciente que lea un texto a treinta cms. (preguntar si usa
lentes ópticos, recordar también que algunos enfermos no saben leer). Luego
evaluar visión cuenta dedos a un metro de distancia, percepción de movimientos
de la mano y finalmente percepción de estímulos luminosos (visión de luz y
sombra). Si no logra esto último hablamos de ceguera o amaurosis.

Exámen de la Oculomotilidad (III, IV, y VI Nervios Craneanos):

El III nervio craneano inerva la musculatura ocular intrínseca (esfínter pupilar


y músculos ciliares) y los músculos oculares extrínsecos, con la excepción del
músculo oblicuo superior, inervado por el IV nervio craneano (Troclear) y del
músculo recto externo, inervado por el VI nervio craneano (Abducente). El III
nervio inerva además el elevador del párpado.
Para examinar la motilidad ocular, primero se observa la posición de los ejes
visuales en la mirada al frente y luego le pedimos al paciente que movilice los
globos oculares en distintas direcciones, de esta forma observaremos el
paralelismo que debe existir entre ambos ojos. Si no sucede así, hablamos de
estrabismo. Además, el paciente puede referir visión doble o diplopía.

La parálisis del III nervio produce una desviación del globo ocular hacia lateral.
El IV nervio craneano inerva el músculo oblicuo superior, cuya función es la
mirada hacia medial y abajo (se mira la nariz). En el caso de compromiso de este
nervio, es típica la queja del paciente para bajar escaleras, además, para evitar
la diplopía, inclinará la cabeza hacia el hombro contralateral.

El VI nervio craneano inerva el músculo recto lateral y su parálisis provoca


desviación del globo ocular hacia medial (estrabismo convergente o endotropia).

Reflejo fotomotor o pupilar: La aferencia de este reflejo viaja por el nervio


óptico y la eferencia por el III nervio craneano u oculomotor, a través de las
fibras parasimpáticas que producen contracción pupilar.

Nervio Trigémino. (V Nervio Craneano):

El nervio trigémino es mixto, sensitivo (tacto, dolor y temperatura, de la cara,


mucosa oral y meninges) y motor. El examen tiene por objeto determinar si
existe alteración de la sensibilidad y si es así, si guarda relación con alguna de
las ramas del trigémino o si corresponde a una lesión del núcleo espinal del
trigémino en el tronco cerebral. En este último caso se observa una distribución
en tela de cebolla, con anestesia en zonas concéntricas desde la boca hacia la
periferia. Es útil recordar que la rama oftálmica inerva el tercio superior de la
cara, la córnea y el cuero cabelludo hasta una línea coronal por detrás del
pabellón auricular. Además el pabellón auricular y el ángulo mandibular son
inervados por las ramas sensitivas de C 2 y C 3. Estos dos elementos nos
permiten diferenciar trastornos conversivos de los trastornos orgánicos.

Reflejo Corneal: Se estimula suavemente la córnea con un algodón, pidiendo al


paciente que mire hacia el lado opuesto. La aferencia va por la rama oftálmica y
la eferencia por el nervio facial.
Examen Motor: La rama motora del nervio trigémino inerva los músculos
masticatorios.

Nervio Facial. VII Nervio Craneano:

El Nervio Facial es también un nervio mixto; tiene fibras motoras que inervan la
musculatura de la cara, autonómicas parasimpáticas (glándulas lacrimales,
nasales y salivales) sensitivas especiales (gusto de los dos tercios anteriores de
la lengua) y motoras viscerales (músculo del estribo).

Reflejo Palpebral: Se produce contracción de los párpados ante un estímulo


acústico o visual imprevisto.

Nervio Vestíbulo-Coclear. VIII Nervio Craneano:

Al examinar al enfermo veremos que, en la estación de pies con los ojos cerrados,
tiende a caer hacia el lado enfermo. Al caminar por una línea imaginaria, también
tenderá a desviarse hacia el lado enfermo. Por último, si lo sentamos y
solicitamos que extienda los brazos, éstos lentamente se desviarán hacia el lado
comprometido.

Nervio Glosofaríngeo y Vago. (IX y X Nervios Craneanos):

El Nervio glosofaríngeo da la inervación sensitiva y sensación de gusto al tercio


posterior de la lengua (la sensibilidad gustatoria de los dos tercios anteriores
depende del nervio facial y los otros tipos de sensibilidad dependen del nervio
trigémino). Así mismo da la sensibilidad al paladar, las amígdalas, faringe y el
tragus.

Reflejo Faríngeo: Se estimula a cada lado el velo del paladar lo que produce
sensación nauseosa, contracción faríngea y retracción lingual.

Nervio Espinal o Accesorio. XI Nervio Craneano:

El nervio espinal inerva el músculo esternocleidomastoideo y la parte superior


del músculo trapecio. El trapecio se examina pidiendo al enfermo que levante los
hombros contra resistencia. Para examinar el esternocleidomastoideo se hace
girar la cabeza contra resistencia hacia el lado opuesto, por lo que al lesionarse
se produce incapacidad de girar la cabeza hacia el lado sano.

Nervio Hipogloso. XII nervio Craneano:

El nervio hipogloso inerva la musculatura intrínseca y extrínseca de la lengua


Primero vemos la lengua en reposo dentro de la cavidad bucal, luego se observa
su protrusión y movimientos laterales. La lesión de un nervio hipogloso provoca
desviación de la lengua hacia el lado afectado. Se puede evidenciar además
atrofia y fasciculaciones de la hemilengua comprometida.

Signos Meníngeos:

Los signos meníngeos son producidos por irritación de las meninges y de las
raíces espinales por procesos inflamatorios (gérmenes o sangre) en general de
curso agudo (por ej. meningitis bacterianas, virales, hemorragia subaracnoidea
etc.) o subagudo (meningitis por hongos, tuberculosis, etc). Por lo general se
acompaña de cefalea, fiebre, fotofobia, hiperestesia cutánea, vómitos y
compromiso variable de conciencia, constituyéndose entonces el Síndrome
Meníngeo.

Se describen los siguientes signos meníngeos:

Rigidez de nuca: La flexión del cuello, con el paciente en decúbito dorsal


intentando que el mentón toque el tórax, produce dolor y ofrece marcada
resistencia, provocada por la contractura refleja de la musculatura cervical. En
su grado máximo el paciente puede estar en opistótono, que es una posición en
hiperextensión total del cuerpo. Los otros movimientos de rotación y de
extensión del cuello presentan menor dificultad.

Signo de Kernig: Con el paciente en decúbito dorsal, se flectan caderas y


rodillas; al intentar extender las extremidades inferiores, se produce una
flexión refleja de ellas. Este signo también se puede evocar levantando ambas
extremidades extendidas, tomándolas de los talones. Al igual que en el caso
anterior, se produce flexión refleja a nivel de caderas y /o rodillas.

Signo de Brudzinski: Se coloca una mano debajo de la cabeza del paciente y


otra sobre el tórax. Luego se flexiona el cuello en forma decidida observando
la reacción refleja de lexión de caderas y rodillas.
Control de Esfínteres:

Es de especial importancia investigar el control de esfínteres cuando se


sospecha lesión de médula espinal, de cono medular o de cola de caballo. En la
anamnesis investigaremos si hay micción espontánea o no, control voluntario de
ésta, la frecuencia miccional, y sensación de llene vesical. En pacientes con lesión
medular aguda se produce inicialmente retención urinaria con globo vesical
producto del shock espinal inicial. Posteriormente se puede desarrollar una fase
de incontinencia. En los pacientes con lesión de cono medular o de cola de caballo,
generalmente no hay paso a la fase de incontinencia.
Glosario de términos.
Abducción: acto de separar una parte del eje del cuerpo.

Acolia: heces de color amarillo u ocre por ausencia o disminución del contenido
de pigmento biliar (estercobilinógeno).

Acúfeno o tinnitus: sensación auditiva anormal que, en general, es percibida


solamente por el sujeto.

Adenopatía: ganglio linfático alterado.

Adiadococinesia: falta de coordinación al efectuar movimientos repetitivos


rápidos (ej.: tocarse el muslo con una mano con la palma hacia abajo y luego con
la palma hacia arriba en forma alternada, o mover las manos como "atornillando"
una ampolleta).

Aducción: movimiento que acerca un miembro al plano medio (es opuesto a la


abducción).

Adventicio: algo que ocurre ocasionalmente, o en forma accidental o que es


inhabitual.

Afaquia: ausencia del cristalino.

Afasia: es un defecto del lenguaje debido a una lesión encefálica; el paciente


puede tener una dificultad para comprender preguntas o texto escrito (afasia
sensorial) o para expresarse en forma verbal o escrita (afasia motora).

Afonía: es una pérdida o disminución de la voz.

Aftas bucales: lesiones ulceradas que afectan la mucosa de la boca, de forma


ovalada y rodeadas por eritema; son muy dolorosas.

Agarofobia: es una sensación de angustia de estar en lugares en que podría ser


difícil o muy embarazoso escapar o en los que sería difícil recibir ayuda en el
caso que se presentaran síntomas súbitos.

Alopecía: pérdida de cabello, difuso o en áreas.


Alucinación: error sensorial en el cual el sujeto percibe sin que exista un objeto
o estímulo real.

Amaurosis: ceguera, especialmente la que ocurre sin lesión aparente del ojo,
por enfermedad de la retina, nervio óptico, cerebro.

Ambliopía: visión reducida, sin lesión aparente del ojo.

Amenorrea: ausencia de reglas durante un período mayor de 90 días.

Analgesia: es la ausencia de la sensibilidad al dolor; es equivalente a anodinia.

Aneurisma: dilatación de una arteria o parte de ella, con compromiso de las 3


túnicas.

Angina: inflamación de las amígdalas y partes adyacentes (también se usa el


término para referirse al dolor torácico de origen coronario).

Ángulo esternal o ángulo de Louis: prominencia en la superficie del tórax


debida a la articulación del manubrio con el cuerpo del esternón. Sirve de punto
de referencia para ubicar la segunda costilla.

Anhidrosis: falta de transpiración.

Anisocoria: pupilas de diferente tamaño.

Anorexia: falta de apetito.

Anuria: excreción de menos de 100 ml de orina en 24 horas.

Apnea: detención del flujo aéreo respiratorio por falta de estímulo central u
obstrucción de la vía aérea central.

Ascitis: acumulación anormal de líquido libre en la cavidad peritoneal; puede


corresponder a un transudado (si no es inflamatorio), o a un exudado (si es
inflamatorio). Se llama hemoperitoneo si se acumula sangre; biliperitoneo si
corresponde a bilis y ascitis quilosa si se acumula linfa.

Astenia: estado en el cual el paciente se siente decaído, con falta de fuerzas.


Asterixis: temblor producido por la imposibilidad de mantener
prolongadamente la mano en extensión forzada y se produce una oscilación
irregular. También se le conoce como flapping.

Astigmatismo: defecto de la curvatura de los medios refringentes del ojo que


impide la convergencia en un solo foco de los rayos luminosos de diferentes
meridianos.

Ataxia: alteración en la coordinación de los movimientos.

Atetosis: trastorno caracterizado por movimientos continuos, involuntarios,


lentos y extravagantes, principalmente de manos y dedos, frecuentemente de
tipo reptante, que se observan por lo común en lesiones del cuerpo estriado.

Balanitis: inflamación del glande.

Balanopostitis: inflamación del glande y del prepucio.

Bazuqueo: ruido producido por la agitación del estómago cuando está lleno de
líquido. Cuando el mismo fenómeno ocurre por acumulación de líquido en las asas
intestinales se llama sucusión intestinal (muchas personas usan en forma
indistinta el término bazuqueo).

Blefaritis: es una inflamación aguda o crónica de los párpados. Se puede deber


a infecciones, alergias o enfermedades dermatológicas.

Bocio: aumento de volumen de la glándula tiroides.

Borborigmo: ruido intestinal producido por la mezcla de gases y líquidos.

Broncofonía: auscultación nítida de la voz en la superficie del tórax, como si


se estuviera auscultando sobre la traquea o grandes bronquios. Se presenta en
condensaciones pulmonares con bronquios grandes permeables.

Broncorrea: eliminación de gran cantidad de expectoración.

Bronquiectasias: dilataciones irreversibles de los bronquios.

Bruxismo: tendencia de algunas personas de hacer rechinar los dientes.


Bulimia: hambre insaciable o apetito muy aumentado.

Catarata: opacidad del cristalino.

Cefalea: dolor de cabeza.

Celulitis: inflamación del tejido celular subcutáneo.

Chalazión: es una inflamación crónica de una glándula meibomiana de los


párpados.

Cianosis: coloración azul-violácea de la piel y mucosas por aumento de la


hemoglobina reducida en la sangre capilar.

Cifosis: curvatura anormal hacia adelante de la columna vertebral dorsal; el


paciente se tiende a gibar.

Claudicación intermitente: es una condición que se manifiesta con dolor o


pesadez en una extremidad en relación a un ejercicio y que se alivia con el reposo.
Habitualmente refleja una insuficiencia arterial crónica.

Clonus o clono: son contracciones rítmicas e involuntarias que ocurren en


estados de hiperreflexia por daño de la vía piramidal, cuando se mantiene
traccionado el grupo muscular afectado (ej., clonus aquiliano).

Colecistitis: inflamación de la vesícula biliar.

Coluria: orina de color café debido a la presencia de bilirrubina conjugada;


cuando la orina se agita, la espuma que se forma es amarilla (esto la diferencia
de otros tipos de orina cuya espuma es blanca).

Coma: estado de pérdida completa de la conciencia, de la motilidad voluntaria


y de la sensibilidad, conservándose sólo las funciones vegetativas (respiración y
circulación). El paciente no responde ante estímulos externos, incluso capaces
de producir dolor.

Compulsión: comportamiento o acto mental repetitivo que la persona se siente


impulsada a ejecutar, incluso contra su juicio o voluntad, como una forma de
paliar la angustia o de prevenir alguna eventualidad futura.
Condritis: inflamación del cartílago.

Confabulación: es una condición en la que el paciente inventa hechos para


compensar defectos de memoria, y de los cuales posteriormente ni siquiera se
acuerda.

Confusión: corresponde a una alteración psiquiátrica, generalmente de tipo


agudo, asociada a cuadros infecciosos, tóxicos o metabólicos, en el que el
paciente no es capaz de enjuiciar en forma correcta su situación y presenta
desorientación en el tiempo y en el espacio, no reconoce a las personas y objetos
familiares, no se concentra y falla su memoria.

Conjuntivitis: inflamación de las conjuntivas.

Constipación (estitiquez, estreñimiento): hábito de evacuación intestinal que


ocurre distanciado (cada 2 o más días).

Corea: movimientos bruscos, breves, rápidos, irregulares y desordenados, que


afectan uno o varios segmentos del cuerpo, sin ritmo ni propagación
determinada, que habitualmente se localizan en la cara, lengua y parte distal de
las extremidades. El corea de Sydenham se acompaña de signos de fiebre
reumática.

Cornaje o estridor: es un ruido de alta frecuencia que se debe a una


obstrucción de la vía aérea superior, a nivel de la laringe o la tráquea, y que se
escucha desde la distancia. Se ha comparado con el ruido de un cuerno dentro
del cual se sopla.

Costras: lesiones secundarias producto de la desecación de un exudado o de


sangre en la superficie de la piel.

Crepitaciones: son ruidos discontinuos, cortos, numerosos, de poca intensidad,


que ocurren generalmente durante la inspiración y que son similares al ruido que
se produce al frotar el pelo entre los dedos cerca de una oreja. Tienen relación
con la apertura, durante la inspiración, de pequeñas vías aéreas que estaban
colapsadas.
Cuadriparesia o cuadriplejía: debilidad o parálisis de las cuadro extremidades,
respectivamente.

Curva de Damoiseau: curva parabólica de convexidad superior que forma el


límite superior de los derrames pleurales.

Débito cardíaco: volumen de sangre impulsada por el corazón (se expresa en


litros/minuto).

Débito sistólico: volumen de sangre expulsada por los ventrículos en cada


sístole (se expresa en ml).

Delirio: el paciente impresiona desconectado de la realidad, con ideas


incoherentes, ilusiones y alucinaciones, sin advertir su error.

Dextrocardia: cuando el corazón se ubica en el tórax hacia la derecha.

Diaforesis: transpiración profusa.

Diagnóstico: es la identificación de un cuadro clínico fundándose en los


síntomas, signos o manifestaciones de éste.

Diarrea: evacuación de deposiciones con contenido líquido aumentado y de


consistencia disminuida, generalmente con mayor frecuencia que lo normal.

Diplopía: visión doble de los objetos, habitualmente por falta de alineación de


los ejes de los globos oculares. Generalmente es binocular.

Disartria: es un trastorno de la articulación del lenguaje.

Discoria: pupilas de forma alterada (no son redondas).

Discromías: alteración estable del color de la piel en una zona determinada.

Disentería: es una deposición diarreica acompañada de mucosidades y sangre;


se asocia a inflamación importante del colon y el recto.

Disestesia: es la producción de una sensación displacentera y en ocasiones


dolorosa por un estímulo que no debiera serlo, como rozar con un algodón.
Disfagia: dificultad para deglutir. Puede sentirse como un problema a nivel
alto, en la orofaringe, o a nivel retroesternal, al no descender el bolo alimenticio.

Disfonía: es equivalente a ronquera.

Dismenorrea: menstruaciones dolorosas.

Dismetría: alteración de la coordinación de los movimientos, que se ve en


lesiones del cerebelo, que se caracteriza por una apreciación incorrecta de la
distancia en los movimientos (se efectúan oscilaciones y ajustes en la trayectoria
pudiendo al final chocar con el objetivo o pasar de largo).

Disnea paroxística nocturna: disnea que despierta al paciente en la noche y lo


obliga a sentarse o ponerse de pie.

Disnea: sensación de falta de aire; dificultad en la respiración.

Dispepsia: se refiere a síntomas digestivos inespecíficos que guardan relación


con la ingesta de alimentos (ej., meteorismo, eructación, plenitud epigástrica,
etc.).

Disquinesias (o discinesia): son movimientos repetitivos, bizarros, algo


rítmicos, que frecuentemente afectan la cara, boca, mandíbula, lengua,
produciendo gestos, movimientos de labios, protrusión de la lengua, apertura y
cierre de ojos, desviaciones de la mandíbula. Las más frecuentes son
las discinesias oro-faciales que también se llamandiscinesias tardivas.

Distonías: son contracciones musculares que pueden ser permanentes o


desencadenarse al efectuar determinados movimientos (ej.: tortícolis
espasmódica, calambre del escribiente, distonías de torsión, etc.)

Disuria: dificultad para orinar (disuria de esfuerzo) o dolor al orinar (disuria


dolorosa).

Ectropión: eversión del párpado, especialmente el inferior; las lágrimas no


logran drenar por el canalículo y el ojo lagrimea constantemente (epífora).

Edema: acumulación excesiva de líquido seroalbuminoso en el tejido celular,


debida a diversas causas (ej.: aumento de la presión hidrostática, disminución de
la presión oncótica o del drenaje linfático, aumento de la permeabilidad de las
paredes de los capilares).

Efélides: corresponde a las pecas.

Egofonía: "voz de cabra"; es una variedad de broncofonía caracterizada por su


semejanza con el balido de una cabra. Sinónimo: pectoriloquia caprina.

Empiema: exudado purulento en la cavidad pleural.

Enfermedad: es una alteración o desviación del estado fisiológico en una o


varias partes del cuerpo, que en general se debe a una etiología específica, y que
se manifiesta por síntomas y signos característicos, cuya evolución es más o
menos previsible (p. ej., enfermedad reumática).

Enoftalmos o enoftalmía: globo ocular más hundido en la cavidad de la órbita.

Entropión: condición en la que los párpados están vertidos hacia adentro y las
pestañas irritan la córnea y la conjuntiva.

Enuresis: micción nocturna, involuntaria, después de los 3 años de edad.

Epicanto: es un pliegue vertical en el ángulo interno del ojo. Se ve en algunas


razas asiáticas y en personas con síndrome de Down (mongolismo).

Epididimitis: es una inflamación del epidídimo.

Epiescleritis: es una inflamación de la epiesclera que es una capa de tejido que


se ubica entre la conjuntiva bulbar y la esclera; se debe habitualmente a una
causa autoinmune.

Epífora: lagrimeo constante de un ojo.

Epistaxis: hemorragia de las fosas nasales.

Eritema: es un enrojecimiento de la piel, en forma de manchas o en forma


difusa, que se debe a vasodilatación de pequeños vasos sanguíneos y que
desaparece momentáneamente al ejercer presión.
Erupción o exantema: corresponde a la aparición relativamente simultánea de
lesiones (ej., máculas, vesículas o pápulas), en la piel o en las mucosas.

Escama: laminilla formada por células epidérmicas que se desprenden


espontáneamente de la piel.

Escara: placa de tejido necrosado que se presenta como una costra negra o
pardusca y que alcanza hasta planos profundos de la dermis.

Escotoma: es una pérdida de la visión en un área limitada del campo visual.

Esmegma: material blanquecino y maloliente que se puede acumular en el surco


balanoprepucial en hombres con fimosis o que no se efectúan un buen aseo.

Espermatocele: formación quística en el epidídimo.

Esplenomegalia: bazo de gran tamaño.

Esteatorrea: deposiciones con exceso de grasa o aceites; habitualmente son


de aspecto brilloso y dejan en el agua del escusado gotas de grasa.

Estenosis: estrechez patológica de un conducto.

Estertor traqueal: ruido húmedo que se escucha a distancia en pacientes con


secreciones en la vía respiratoria alta.

Estomatitis angular o queilitis angular: inflamación de la comisura bucal con


formación de grietas, que habitualmente se conoce como "boquera".

Estomatitis: inflamación de la mucosa de la boca.

Estrabismo: falta de alineación de los ejes visuales de los ojos, de modo que
no pueden dirigirse simultáneamente a un mismo punto.

Eventración abdominal: es la protrusión de tejidos u órganos intraabdominales


a través de zonas débiles de la musculatura abdominal de una cicatriz quirúrgica,
pero que quedan contenidas por la piel. Dan origen a hernias incisionales.

Evisceración abdominal: salida de asas intestinales fuera del abdomen por


dehiscencia de la sutura de una laparotomía o a través de una herida traumática.
Excoriaciones: son erosiones lineales derivadas del rascado.

Exoftalmos o exoftalmía: protrusión del globo ocular.

Exotropía: es un estrabismo divergente; el ojo desviado mira hacia el lado


temporal, mientras el otro ojo está enfocando hacia adelante.

Expectoración hemoptoica: esputo sanguinolento.

Expectoración: secreciones provenientes del árbol traqueo-bronquial.

Fasciculaciones: movimientos irregulares y finos de pequeños grupos de fibras


musculares secundarios a fenómenos de denervación.

Fétor: corresponde al aliento (aire espirado que sale de los pulmones); puede
tener un olor especial (ej., fétor urémico, fétor hepático).

Fimosis: prepucio estrecho que no permite descubrir el glande.

Fisura: corresponde a un surco, una grieta o una hendidura.

Flebitis: inflamación de una vena.

Fobia: es un temor enfermizo, obsesionante y angustioso, que sobreviene en


algunas personas. Por ejemplo: claustrofobia (temor a permanecer en espacios
cerrados).

Fotofobia: molestia o intolerancia anormal a la luz.

Fotosensibilidad: reacción cutánea anormal que resulta de la exposición al sol


(ej., eritema persistente, edema, urticaria).

Frémito: vibración que es perceptible con la palpación (ej.: por frotes


pericárdicos o pleurales).

Frotes pleurales: son ruidos discontinuos, que se producen por el frote de las
superficies pleurales inflamadas, cubiertas de exudado. El sonido sería parecido
al roce de dos cueros.

Galactorrea: secreción abundante o excesiva de leche.


Gangrena húmeda: es una combinación de muerte de tejidos mal perfundidos
e infección polimicrobiana, con participación de gérmenes anaerobios, que lleva
a la producción de un exudado de pésimo olor. Es lo que ocurre en el pie diabético.

Gangrena seca: muerte de tejidos caracterizada por el endurecimiento y


desecación de los tejidos, debida a oclusión arterial. Lleva a una momificación.

Gangrena. Necrosis o muerte de tejido.

Ginecomastia: volumen excesivo de las mamas en el hombre.

Gingivitis: una inflamación de las encías.

Glaucoma: condición en la que presión del ojo está elevada.

Glositis: inflamación de la lengua.

Gorgoteo: ruido de un líquido mezclado con gas en el interior de una cavidad.

Hemartrosis: sangre extravasada en la cavidad de una articulación.

Hematemesis: vómito de sangre.

Hematoquecia: sangramiento digestivo bajo, con eliminación de deposiciones


sanguinolentas o de sangre fresca.

Hematuria: orina con sangre.

Hemianopsia: ceguera de la mitad del campo visual de uno o ambos ojos.

Hemiparesia o hemiplejía: debilidad o parálisis de ambas extremidades de un


lado del cuerpo, respectivamente.

Hemoptisis: expectoración de sangre roja, exteriorizada por accesos de tos.

Hidrartrosis: acumulación de líquido seroso en la cavidad de una articulación.

Hidrocele: acumulación de líquido en la túnica vaginal alrededor del testículo.

Hidronefrosis: dilatación de la pelvis y cálices renales por obstrucción del


uréter.
Hifema: sangre en la cámara anterior.

Hiperalgesia: es un aumento de la sensibilidad al dolor; es equivalente a


una hiperestesia dolorosa.

Hipermenorrea: menstruación abundante en cantidad.

Hipermetropía: dificultad para ver con claridad los objetos situados cerca de
los ojos. Los rayos luminosos procedentes de objetos situados a distancia forman
el foco más allá de la retina.

Hiperpnea: respiración profunda y rápida.

Hiperqueratosis: engrosamiento de la capa córnea de la piel.

Hipertrofia: desarrollo exagerado de una parte de un órgano sin alterar su


estructura (ej.: hipertrofia del ventrículo izquierdo; hipertrofia muscular).

Hipoalgesia: es una disminución de la sensibilidad al dolor; es equivalente a


una hipoestesia dolorosa.

Hipocratismo digital: abultamiento de las falanges distales de las manos o los


pies; sinónimos: acropaquia; dedos en palillo de tambor.

Hipomenorrea: menstruación escasa en cantidad, pero que se presenta en


intervalos normales.

Hipopión: pus en la cámara anterior (los leucocitos pueden decantar y dar un


nivel).

Hipospadias: condición en la que el meato uretral desemboca más abajo de lo


normal, en una posición ventral del pene.

Hirsutismo: aumento exagerado del pelo corporal de la mujer en áreas donde


normalmente no ocurre.

Ictericia: coloración amarilla de las escleras, piel y mucosas, por acumulación


de bilirrubina.

Ileo: obstrucción o parálisis intestinal.


Ilusión: es una interpretación errónea de un estímulo sensorial (visual, auditivo,
táctil).

Inflamación: estado caracterizado por rubor (hiperemia), tumor (aumento de


volumen), calor(aumento de la temperatura local) y dolor; a estos signos se puede
agregar trastorno funcional.

Isquemia: estado asociado a una circulación arterial deficiente de un tejido.

Lagoftalmo o lagoftalmía: estado en el cual los párpados no pueden cerrarse


completamente.

Leucoplaquia o leucoplasia: son lesiones blanquecinas, planas, ligeramente


elevadas, de aspecto áspero, que aparecen en mucosas (de la boca, del glande,
de la vagina); pueden ser precancerosas.

Leucorrea: descarga vaginal blanquecina.

Lientería: deposiciones con alimentos no digeridos, como arroz, carne, trozos


de tallarines; no implica la presencia de hollejos.

Limbo corneal: zona circular correspondiente al borde de la córnea.

Lipotimia: es equivalente al desmayo común.

Liquenificación: engrosamiento de la piel, que se asocia habitualmente a prurito


y rascado, en que se acentúa el cuadriculado cutáneo normal y hay cambios de
coloración (hiper o hipocromía).

Lívedo reticularis: aspecto marmóreo, violáceo y reticulado de la piel debido a


mala irrigación cutánea.

Lucidez: corresponde al estado de conciencia de una persona normal que es


capaz de mantener una conversación y dar respuestas atingentes a las preguntas
simples que se le formulan.

Macrosomía: desarrollo exagerado del cuerpo.

Mácula: es una mancha en la piel que habitualmente es plana.


Mastalgia: corresponde a un dolor en las mamas.

Melanoplaquias o melanoplasias: zonas de hiperpigmentación que se ven en la


mucosa bucal en algunas enfermedades endocrinológicas (ej.: insuficiencia
suprarrenal primaria o enfermedad de Addison).

Melena: deposición negra como el alquitrán, de consistencia pastosa y olor más


fuerte o penetrante que lo habitual, que refleja una sangramiento digestivo alto,
por encima del ángulo de Treitz.

Menarquia: corresponde a la primera menstruación espontánea en la vida de la


una mujer.

Menopausia: es la última menstruación espontánea en la vida de una mujer.

Menorragia: menstruación muy abundante y duradera.

Meteorismo: distensión del abdomen por gases contenidos en el tubo digestivo.

Metrorragia: hemorragia genital en la mujer que es independiente del ciclo


sexual ovárico.

Midriasis: pupilas dilatadas.

Miopatía: enfermedad del músculo esquelético.

Miopía: cortedad de la vista; defecto visual debido a la mayor refracción del


ojo, en el que los rayos luminosos procedentes de objetos situados a distancia
forman el foco antes de llegar a la retina.

Miosis: pupilas chicas.

Monoparesia o monoplejía: debilidad o parálisis de una extremidad,


respectivamente.

Muguet: desarrollo en la mucosa bucal de puntos o placas blanquecinas debido


a la infección por el hongo Candida albicans.

Náuseas: deseos de vomitar; asco.


Neologismos: palabras inventadas o distorsionadas, o palabras a las que se le
da un nuevo significado.

Neumoperitoneo: aire o gas en la cavidad peritoneal.

Neumotórax: acumulación de gas o aire en la cavidad pleural.

Nicturia: emisión de orina más abundante o frecuente por la noche que durante
el día.

Nistagmo: sacudidas repetidas e involuntarias de los ojos, con una fase lenta
en una dirección y otra rápida, en la dirección opuesta.

Nódulo: lesión solevantada, circunscrita, habitualmente sobre 1 cm de


diámetro.

Obnubilación: estado en el cual el paciente se encuentra desorientado en el


tiempo (no sabe la fecha) o en el espacio (no reconoce el lugar donde se
encuentra); está indiferente al medio ambiente (reacciona escasamente frente
a ruidos intensos o situaciones inesperadas y está indiferente a su enfermedad).
Es capaz de responder preguntas simples.

Obsesión: idea, afecto, imagen o deseo que aparece en forma reiterada y


persistente y que la persona no puede alejar voluntariamente de su conciencia.
Tiene un carácter compulsivo.

Occipucio: porción posterior e inferior de la cabeza, en el hueso occipital.

Odinofagia: dolor al tragar.

Oligomenorrea: menstruaciones que aparecen cada 36 a 90 días.

Oliguria: diuresis de menos de 400 ml y de más de 100 ml de orina en 24 horas.

Onfalitis: es una inflamación del ombligo.

Orquitis: inflamación aguda y dolorosa del testículo.

Ortopnea: disnea intensa que le impide al paciente estar acostado con la


cabecera baja y le obliga a estar sentado o, por lo menos, semisentado.
Orzuelo: inflamación del folículo de una pestaña, habitualmente por infección
estafilocócica. Se forma un pequeño forúnculo en el borde del párpado.

Otalgia: dolor de oídos.

Pápula: lesión solevantada, circunscrita, de menos de 1 cm. de diámetro. Puede


deberse a cambios de la epidermis o de la dermis.

Paracentesis: corresponde a una punción (ej., parecentesis de líquido ascítico).

Parafasia: defecto afásico en el que sustituye una palabra por otra (ej., "Yo
escribo con una puma.").

Parafimosis: condición en la que el prepucio es estrecho y después de


deslizarse hacia atrás para dejar el glande descubierto, no puede deslizarse
nuevamente hacia adelante y lo comprime.

Paraparesia o paraplejía: debilidad o parálisis de ambas extremidades


inferiores, respectivamente.

Paresia: disminución de fuerzas.

Parestesias: sensación de "hormigueo" o "adormecimiento".

Pectoriloquia áfona: resonancia de la voz a nivel de la superficie del tórax en


que es posible distinguir palabras cuchicheadas o susurradas.

Pectoriloquia: resonancia de la voz a nivel de la superficie del tórax; "pecho


que habla".

Peritonitis: inflamación del peritoneo.

Petequias: pequeñas manchas en la piel formada por la efusión de sangre, que


no desaparece con la presión del dedo.

Pirosis: sensación de ardor o acidez en el epigastrio o la región retroesternal.

Plejía: falta completa de fuerzas; parálisis.

Pleuresía: inflamación de las pleuras.


Poliaquiuria: micciones repetidas con volúmenes urinarios pequeños.

Polidipsia: sed excesiva.

Polifagia: aumento anormal del apetito.

Polimenorrea: menstruaciones que aparecen con intervalos menores de 21 días.

Polipnea o taquipnea: respiración rápida, poco profunda.

Poliuria: diuresis mayor a 3000 ml de orina en 24 horas.

Poscarga de los ventrículos: resistencia que tienen los ventrículos para


vaciarse.

Precarga de los ventrículos: presión con la que se llenan los ventrículos.

Presbiopía o presbicia: hipermetropía adquirida con la edad; de cerca se ve


mal y de lejos, mejor. Se debe a una disminución del poder de acomodación por
debilidad del músculo ciliar y menor elasticidad del cristalino.

Presión arterial diferencial o presión del pulso: diferencia entre la presión


arterial sistólica y la diastólica.

Proteinuria: presencia de proteínas en la orina.

Psicosis: es una desorganización profunda del juicio crítico y de la relación con


la realidad, asociado a trastornos de la personalidad, del pensamiento, ideas
delirantes y frecuentemente alucinaciones (ej.: la persona siente voces que le
ordenan efectuar determinadas misiones). Es posible que a partir de una
conducta errática o inapropiada se pueda detectar una psicosis de base.

Pterigión (o pterigio): engrosamiento de la conjuntiva de forma triangular con


la base dirigida hacia el ángulo interno del ojo y el vértice hacia la córnea, a la
que puede invadir y dificultar la visión.

Ptosis: corresponde a un descenso (ej., ptosis renal, en relación a un riñón que


está en una posición más baja).
Pujo: contracciones voluntarias o involuntarias a nivel abdominal bajo en
relación a irritación vesical (pujo vesicalen una cistitis), rectal (pujo rectal en
una rectitis) o en el período expulsivo del parto.

Pulso paradójico: puede referirse (1) al pulso venoso, en cuyo caso se aprecia
una mayor ingurgitación de la vena yugular externa con la inspiración, o (2) al
pulso arterial, cuando durante la inspiración, el pulso periférico se palpa más
débil (con el esfigmomanómetro se registra que la presión sistólica baja más de
10 mm de Hg durante la inspiración, o más de un 10%).

Puntada de costado: dolor punzante, localizado en la parrilla costal, que


aumenta con la inspiración y se acompaña de tos. Se origina de la pleura
inflamada.

Pupila de Argyll-Robertson, o signo de Argyll-Robertson: se pierde el reflejo


fotomotor, pero no el de acomodación; se encuentra en sífilis del sistema
nervioso central (neurosífilis).

Pústulas: vesículas de contenido purulento.

Queilitis: inflamación de los labios.

Queloide: tipo de cicatriz hipertrófica.

Quemosis: edema de la conjuntiva ocular.

Queratitis: inflamación de la córnea.

Queratoconjuntivitis: inflamación de la córnea y la conjuntiva. En la


queratoconjuntivitis sicca, existe falta de lágrimas y el ojo se irrita (se presenta
en la enfermedad de Sjögren).

Rectorragia, hematoquecia o colorragia: defecación con sangre fresca.

Regurgitación: retorno espontáneo de contenido gástrico hacia la boca o


faringe, no precedido ni acompañado de náuseas.
Respiración de Cheyne-Stokes: alteración del ritmo respiratorio en que se
alternan períodos de apnea con períodos en que la ventilación aumenta
paulatinamente a un máximo para luego decrecer y terminar en una nueva apnea.

Respiración paradójica: es un tipo de respiración que se ve en cuadros de


insuficiencia respiratoria en que el abdomen se deprime en cada inspiración
debido a que el diafragma no es está contrayendo.

Rinitis: inflamación de la mucosa de las fosas nasales.

Rinorrea: salida de abundantes mocos o secreción acuosa por la nariz.

Roncha: zona de edema de la piel, de extensión variable, de bordes netos,


habitualmente muy pruriginosa, tal como se ve en las urticarias.

Roncus: son ruidos continuos, de baja frecuencia, como ronquidos. Se producen


cuando existe obstrucción de las vías aéreas.

Sialorrea: salivación abundante.

Sibilancias: son ruidos continuos, de alta frecuencia, como silbidos,


generalmente múltiples. Se producen cuando existe obstrucción de las vías
aéreas. Son frecuentes de escuchar en pacientes asmáticos descompensados.

Signo de Babinski: corresponde a una extensión dorsal del ortejo mayor, que
puede asociarse a una separación en abanico de los demás dedos del pie, cuando
se estimula el borde externo de la planta desde abajo hacia arriba. Es
característico de lesión de la vía piramidal.

Signo de Cullen: coloración azulada que puede aparecer en la región


periumbilical en hemorragias peritoneales (ej.: en embarazo tubario roto, en
pancreatitis agudas necrohemorrágicas).

Signo de Graefe: condición que se observa en algunos hipertiroidismos en los


que al mirar el paciente el dedo del examinador mientras lo desplaza de arriba
hacia abajo, la esclera del ojo queda al descubierto por sobre el borde superior
del iris.
Signo: manifestación objetiva de una enfermedad que puede ser constatada en
el examen físico (p. ej., esplenomegalia, soplo de insuficiencia mitral).

Síndrome de Claude-Bernard-Horner: ptosis palpebral, miosis, anhidrosis y


enoftalmo por compromiso de ganglios simpáticos cervicales y torácicos altos (lo
que más frecuentemente se presenta es la ptosis y la miosis).

Síndrome de Raynaud: crisis de palidez seguida de cianosis y luego rubicundez,


que se presenta en los dedos de la mano, frecuentemente desencadenado por el
frío.

Síndrome: conjunto de síntomas y signos que se relacionan entre sí en


determinadas enfermedades (p. ej., síndrome ictérico, síndrome anémico).

Singulto: corresponde al hipo.

Síntoma: manifestación de una alteración orgánica o funcional que sólo es capaz


de apreciar el paciente (ej., el dolor).

Situs inverso: anormalidad en la que existe una inversión de las vísceras de


modo que el corazón y el estómago se ubican en el lado derecho y el hígado, en
el izquierdo.

Sopor: el paciente impresiona estar durmiendo. Si al estimularlo, despierta,


pero no llega a la lucidez, y actúa como si estuviera obnubilado, respondiendo
escasamente preguntas simples, se trata de un sopor superficial; al dejarlo
tranquilo, el paciente vuelve a dormirse. Si es necesario aplicar estímulos
dolorosos para lograr que abra los ojos o mueva las extremidades (respuesta de
defensa), se trata de un sopor profundo.

Telangiectasia: dilatación de pequeños vasos sanguíneos visibles a ojo desnudo.

Telarquia: aparición de los primeros signos de desarrollo mamario.

Tenesmo: deseo de seguir evacuando (tenesmo rectal en una rectitis) o de


tener micciones (tenesmo vesical en una cistitis), aunque ya se haya eliminado
todo el contenido.

Tinnitus: zumbido de los oídos.


Tiraje: retracción del hueco supraesternal con cada inspiración en cuadros de
obstrucción de las vías aéreas.

Tofos: nódulos por depósito de cristales de ácido úrico en la dermis y tejido


subcutáneo que puede ocurrir en pacientes con gota.

Tonsilolito: cálculo o concreción en una amígdala.

Trombosis: formación de un coágulo en el lumen de un vaso (ej.:


flebotrombosis).

Úlcera: solución de continuidad que compromete la dermis y los tejidos


profundos; su reparación es mediante una cicatriz.

Uretrorragia: salida de sangre por la uretra, independiente de la micción.

Valgo: dirigido hacia fuera (ej. genu valgo).

Várice: dilatación permanente de una vena.

Varicocele: dilataciones varicosas de las venas del cordón espermático; es más


frecuente de encontrar en el lado izquierdo.

Varo: dirigido hacia dentro (ej. genu varo).

Vasculitis: inflamación de vasos sanguíneos.

Vesículas, ampollas y bulas: son lesiones solevantadas que contienen líquido.


Las más pequeñas son las vesículas; las ampollas tienen más de 1 cm de diámetro;
las bulas alcanzan tamaños mayores.

Vómito: expulsión violenta por la boca de materias contenidas en el estómago.

Xantelasmas: formaciones solevantadas y amarillentas que se presentan en los


párpados de algunos pacientes con trastornos del metabolismo del colesterol.

Xeroftalmía: condición en la que existe falta de lágrimas y el ojo se irrita.

Xerostomía: sequedad de la boca por falta de producción de saliva.

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