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En el presente ensayo, se tomarán como punto de partida tres lecturas propuestas por
el autor Gudrun Fröhner, donde identificaremos tres elementos de suma importancia en
nuestra formación como futuros Educadores Físicos, pues entenderemos la importancia
de un adecuado conocimiento en cuanto al cuerpo humano y cada uno de los
componentes que lo integran, del mismo modo, entenderemos la complejidad y
desarrollo de los distintos sistemas que componen al cuerpo humano, las edades en que
modifican su estructura y hasta cuando dejan de cambiar (en caso de que dejen de
hacerlo) y finalmente, daremos un repaso por las especificaciones funcionales de los
sistemas que se mencionan en el presente ensayo.
Capacidad de esfuerzo físico.
Se nos define como la aptitud del organismo para tolerar esfuerzos sin sufrir trastornos
en la salud. Es expresada en la manera en que reacciona el organismo ante los estímulos
del esfuerzo. La capacidad de esfuerzo físico determina la cantidad y calidad de los
esfuerzos que puede llevar a cabo una persona cuando tiene salud y se encuentra bien.
Podemos encontrar dos categorías dentro de esta capacidad:
Alto grado de CEF: Significa que se pueden tolerar sin problemas incluso
grandes solicitaciones de esfuerzo. Se incrementa la esfera de actividad del
organismo. La disposición anímica y la sensación de bienestar no se ven influidos
por las condiciones de exigencia de un esfuerzo elevado.
Bajo grado de CEF: Exige la introducción de manera disciplinada de valores
progresivos de esfuerzo hasta llegar al máximo, lo que quiere decir que, si se
pretende evitar trastornos en la salud, los esfuerzos tienen que estar limitaos tanto
de forma cualitativa como cuantitativa.
Factores de la CEF.
Dichos elementos vienen marcados en gran medida por el potencial genético que, sin
embargo, puede cambiar debido a irregularidades prolongadas de las circunstancias
endógenas (a causa de enfermedades, por ejemplo) y también por influencias exógenas
(pudiendo ser el clima y la alimentación.
La exigencia deportiva es una base decisiva en cualquier edad, pero sobre todo en la
infantil y juvenil, para aguantar esfuerzos de toda la vida. Para conseguir tal adaptación,
se requiere un esfuerzo que tenga en cuenta la situación del organismo.
Puesto que todos los esfuerzos afectan el organismo en general, y determinadas partes
y sistemas en particular, para el proceso de formación en el deporte no es suficiente
determinar el rendimiento deportivo con el conocimiento funcional del sistema de los
órganos. Es indispensable una visión general de la situación general del organismo.
Cuanto más cerca de los límites de cada individuo estén planteadas las exigencias del
esfuerzo y cuanto más se quieran estimular, más extensos tienen que ser los
conocimientos que habremos de adquirir como futuros docentes de Educación Física;
por ello, el desarrollo de la CEF del organismo a través del propio esfuerzo es sólo posible
cuando se conoce y se tiene en cuenta la identidad de su componente más débil. Es por
ello imprescindible el método de la observación en los estudiantes que habrán de realizar
las actividades propuestas por el Educador Físico. Es considerado, práctico y razonable
valorar las categorías de la CEF en relación con los efectos característicos del esfuerzo.
Corresponde a la situación de la
capacidad general de entrenamiento y
salud. Estamos hablando de la expresión
del proceso de ejecución del esfuerzo de
CEF Orgánica general: todo organismo e incluye la capacidad de
recuperación después de esfuerzos de
diferente magnitud y calidad. Determinada
por: sistema nervioso vegetativo, sistema
hormonal, sistema neuromuscular.
Abarca los condicionamientos biológicos
que sirven para ejercer los esfuerzos
mecánicos. La situación del aparato
CEF Mecánica:
locomotor determina en gran medida el
proceso de los esfuerzos de tracción,
presión y rotación de diferente magnitud y
duración.
En la edad infantil y juvenil se llega a una caracterización simultánea del organismo que
exige un método sobre los fundamentos del conocimiento de la fisiología del desarrollo,
que es diferente al de los de la edad adulta.
DESARROLLO DEL CUERPO, SUS ÓRGANOS Y SISTEMAS FUNCIONALES EN
RELACIÓN CON LA EDAD BIOLÓGICA Y EL CRECIMIENTO.
La Constitución.
En cada una de las fases de crecimiento, existe una muy estrecha relación entre el
crecimiento en altura y el correspondiente a la masa corporal. Un estancamiento en
el desarrollo de la masa corporal en el periodo de la pubertad o antes de ella, puede
ser un indicio de trastornos debidos a enfermedad o bien de una alimentación muy
deficiente. Ambas posibilidades deben hacernos esperar una merma en el desarrollo
de otros sistemas funcionales.
La fase en que los huesos son muy sensibles comprende el período de tiempo en el que
se alcanza una considerable progresión de la madurez. Este periodo, está situado de
manera temporal, según el autor, en la pubertad. Es el momento en el que la osificación
requiere el almacenamiento de sales de calcio y las células de los cartílagos de
crecimiento realizan su función. En la edad de la pubertad, los huesos son muy sensibles
a los esfuerzos mecánicos.
El peso de éste órgano vital aumenta sobre todo en los primeros cuatro años de vida.
Después de esos años, ya se debe tener un 80% del peso total del cerebro de un adulto.
El crecimiento del mismo termina, en ambos sexos, aproximadamente a los diecinueve
o veinte años. Al mismo tiempo que tiene lugar el aumento de peso, se produce la
multiplicación y diferenciación de las distintas células cerebrales. En el proceso de
maduración del cerebro se reduce su contenido de agua y por el contrario, se elevan las
concentraciones de proteínas y grasa y el consumo de energía.
La forma final del sistema circulatorio se alcanza poco después del nacimiento. El
desarrollo posterior de este sistema se lleva a cabo de manera paralela con el
crecimiento del individuo. Al igual que hay diferencias corporales entre hombres y
mujeres, también el tamaño del corazón es menor en las mujeres que en los hombres.
Se amplía el diámetro de las arterias y el espesor de sus paredes paralelamente al
crecimiento y al desarrollo. La importante capilarización que ha sucedido a edad muy
temprana asegura evidentemente, que habrá alimentación de oxígeno y sustancias
nutritivas en las fases de crecimiento.
El metabolismo energético.
La necesidad total de energía aumenta sobre todo en los procesos de desarrollo hasta
la edad adulta, pero disminuye relativamente en relación con la masa y la superficie
corporal. Por este motivo, es necesaria una alimentación suficiente, sobre todo en las
edades infantil y juvenil, y especialmente cuando se practican esfuerzos deportivos
adicionales.
Sistema inmunológico.
Referencia: