Contaduria publica Lectoescrituta Popayan cauca 2019 La involución del sistema social en el mundo Si analizamos el mundo en la actualidad nos damos cuenta cuantos avances hemos sido testigos, la tecnología, la medicina, la ingeniería, la política, la economía, la sociología, todo como lo mencionamos son necesidades trascendentales para el ser humano y ayudan solucionar ciertos conflictos o dificultades que se presentan durante nuestra vida pero ¿hemos pensado en algún momento si todas aquellas pasos dados generan algún efecto negativo sobre algo o alguien? La verdad es que hacemos referencia al tema de la evolución porque de cierta forma el ser humano se ha enfocado siempre en mejorar y siguieran haciéndolo, tal vez sin tener en cuenta las consecuencias que conllevan sus actos. En el siguiente texto vamos adentrarnos y a profundizar sobre el tema social, según nuestras propias vivencias y experiencias ¿estaríamos dispuestos a dar una opinión y decir que también se han logrado cambios en la relaciones sociales para bien? Pues al leer el texto por el profesor, escritor, catedrático y periodista Mario Mendoza llamado “deberíamos perdonarnos a nosotros mismos” y al escuchar detenidamente la entrevista que se le hace, el autor claramente nos expresa como el ser humano con el pasar de los años ha perdido su identidad. Y de esto haremos referencia ya que nos sumergiremos en un tema de mucha relevancia y que nos hará reflexionar sobre lo que somos hoy en día. Según el texto “deberíamos perdonarnos a nosotros mismos” nos habla sobre la segmentación social, podemos deducir que crecimos en una sociedad donde desde niños nos han enseñado a crear odio sobre todo lo que no esté dentro de nuestra cultura, a estar en contra de alguien o algo, odio sobre la religión, las creencias, las tribus, los gais, la guerrilla, los extranjeros, los fracasados, sobre quienes piensan diferente, en fin la lista puede ser muy larga y el origen del odio inicia en la educación desde que somos unos niños. Vivimos en una sociedad donde el defecto del prójimo se critica, nos llenamos de odio por sobre todo, pero ese odio va creciendo en el paso de los años. Todo esto conlleva a ser individualistas, a crear en otras personas cierta rivalidad de quien es mejor, a cegarnos en que cada uno de nosotros siempre va a tener la razón por encima de otros, todo esto hace que nos sintamos solos, no nos permite compartir, ayudar, trabajar en equipo con otras personas, relacionarnos y aceptar a otros como son, nos desgastamos física y psicológicamente por llenarnos de resentimiento, nos aislamos del mundo impidiéndonos disfrutar de la compañía de otros, enriquecernos con todo lo que están dispuestos a mostrarnos y sobre todo a ponernos en el lugar del otro y darnos cuenta que la vida no es fácil, no conocemos su historia algunos con mucho dolor y amargura. Un ejemplo claro para analizar porque somos individualistas y porque nadie hace nada es el sistema de salud pobre que tenemos en nuestro país, porque muchos solo piensan en sus intereses y no piensan en el que está enfermo que puede ser su papa, su mama, su hijo o hermano, vemos como la vida del desconocido no vale nada, donde miramos cuantas personas mueren por falta de especialistas o medicamentos porque no hay convenios, que ha pasado con el dinero, quizás tomo un camino forzado con otros. En la vida cotidiana, somos individualistas y egoístas porque hemos visto muchos padres violentarse y la demás gente solo mira porque así somos, como no es con nosotros, no intervenimos o, cuando mueren inocentes en medio de una guerra que nadie entiende y así nos pasamos la vida dando consejos para atacar y defenderse. También nos habla sobre todos los peligros venían de nuestro exterior es decir la violencia que hay en la calle, como lo muestran los medios de comunicación, la prensa, las redes sociales, pero el peligro o la violencia más grave está más cerca de lo que creemos y no como la quieren hacer ver los medios de comunicación y está creciendo en nuestros hogares, en el trabajo, en el colegio, nuestros amigos que poco a poco nos destruye, inclusive se pierden muchas vidas por subestimarla. La violencia laboral, el matoneo, la violencia con menores, el racismo, violencia de género, la violencia de la moda y publicidad que crea personas anoréxicas y bulímicas están junto a nosotros. Mauricio Mendoza nos hace referencia en el video y nos explica que desde niño tuvo cierto interés sobre la escritura y con la muerte de su maestro él quiso seguir su legado convirtiéndose en uno de los mejores escritores bogotanos, estando enfermo empieza su amor por la escritura y ya para cuando está por salir del hospital ya había hecho su propia biblioteca. Él nos demuestra que la metodología con la que se nos enseña toma un papel fundamental ya que desde ahí se nos inculca ese amor por la lectura, también nos cuenta que su objetivo al escribir sus libros es trasportarnos en el texto y hacer que nuestra mente explore más allá de cada palabra con sus escritos. Además, nos manifiesta que el uso de la tecnología a través del tiempo nos va a dejar más solitarios, que cada vez somos más aislados, excluidos y nadie nos dice lo que la tecnología mal usada puede generar en nosotros, que antes valorábamos más nuestro tiempo con los demás y que ahora todos esos momentos son más limitados, siendo así que en Japón se estima que hasta un millón de jóvenes deciden apartarse de su vida social un fenómeno sociológico conocido como “Hikikomori”. En conclusión, podemos decir que con el pasar del tiempo todo evoluciona pero nosotros como seres humanos racionales debemos evolucionar también en nuestra forma de pensar, debemos ser más solidarios con los demás, el estar dotados de inteligencia no nos da derecho a buscar nuestros intereses particulares, dejar a un lado el individualismo y emplearla a favor de todos, pensando en los demás. Nos deja como gran lección que el que lee vive muchas vidas, viaja, conoce otros países, otras culturas, religiones, que debemos valor más la presencia del otro y aún estamos a tiempo de crear ese hábito y podemos crear un nuevo país a punta de inteligencia. Estudiar y trabajar en lo que nos hace feliz y enseñarles a nuestros hijos el valor de cada persona sin importar su creencia religiosa, su color de piel, sus gustos, cultura, costumbres, su equipo de futbol, y aunque sean diferentes todos tenemos cualidades, virtudes y que mejor que aprender de los demás y disfrutar de las cosas que nos da la vida. Disfrutar la compañía de nuestra familia y amigos, salir al parque, a cine, comer un helado y dialogar más de frente, y no aislarnos como actualmente sucede con las redes sociales.
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