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Liliana Márquez Escoto

Asignatura Optativa: El Porfirismo I


Mtro. Rubén Ruiz Guerra
Ficha de Trabajo 4

Perry, Laurens Ballard, Juárez y Díaz: Continuidad y ruptura en la política mexicana,


trad. de Julio Colon, México, Editorial ERA/ Universidad Autónoma
Metropolitana, 1996 (Colección Problemas de México), maps., ils.

Tema: El país de los Subtema: Política liberal Sub subtema: Prácticas


liberales. en México. electorales.
Contenido:
Laurens B. Perry, nacido en 1934 ha sido historiador especializado en siglos XIX y
XX, profesor de universidades mexicanas como la Universidad Veracruzana
campus Jalapa 1 y de la Universidad de las Américas.2
En esta sección de su libro es fácil aseverar que una cosa es la teoría y otra la
práctica. En la primera, un modelo liberal propondría unas elecciones con
representación política considerando que los individuos que participen de ellas lo
hagan de forma racional y responsable en pro de la soberanía. En la práctica, la
situación en el México de 1871 no podría asegurar dichas condiciones.
El primer gobierno de Juárez, el de 1867, había heredado gran cantidad de
conflictos en torno al federalismo y centralismo, al poder con el que aún contaba el
aparato militar y algunos fragmentos de la -todavía concurrida- iglesia, por lo que
su mandato debió enfocarse en crear alianzas seguras que trajesen cierta
estabilidad.
Lo que Perry critica –con una sólida base de epistolarios, documentos y notas
periódicas- no es la maquinaria política de cúspide de la que poco se ha dicho en
torno a las elecciones presidenciales del 70 entre Díaz, Lerdo de Tejada y Juárez,
sino el papel de las jerarquías y la respuesta liberal ante ello.
Así se propone que el aparato “democrático” estaba conformado por un pueblo –
en sumo analfabeta- que era guiado por miembros notables de la comunidad –
terratenientes, empresarios, industriales e incluso caudillos- hacia el libre ejercicio
de sufragio cuyos resultados darían nombre a los jefes políticos locales que, al
querer conservar sus privilegios y puestos burocráticos se encontraban al servicio
de los gobernadores estatales y éstos a su vez, apoyarían al presidente o al
candidato con más posibilidades. En lo personal podría denominarle la
democracia del miedo, en la que nadie querría perder su puesto, desde el labriego
hasta el hacendado, pero era el labriego la bandera del liberalismo en la teoría y en
la práctica su votante aunque no fuese un acto consciente, razonado ni
responsable y al final terminó siendo una votación indirecta con la cual los
liberales “frenaron” la corrupción que estas jerarquías podían desencadenar. Pero
fue así como se coordinaron las –re-elecciones con un Juárez que obtuvo menos
votos que la vez anterior y con un frente de inconformes en cuestión económica y
jurídica que veían pasar una serie de actos fraudulentos y anticonstitucionales
como la suspensión de garantías en algunos distritos. Fueron ellos, los
inconformes quienes habían cortado cartucho desde 1867 en distintos puntos del
país en contra de una maquinaria política cuyo engrane se atascó con el Plan de
Tuxtepec.
Referencia o fuente de información:
1 Bazant, Jan. “Sobre Laurens B. Perry, Juarez and Diaz -Machine politics in
Mexico”, en Historia Mexicana, [S.l.], México, El Colegio de México, (abr. 1980),
pp.,656-658.
2 Perry, Laurens B., “El modelo liberal y la política práctica en la república
restaurada (1867- 1876)”, en Historia Mexicana, Vol. 23, No. 4, México, El Colegio
de México, (abr. - jun., 1974), pp. 646-699.

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