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Estudios sobre la
cadena de valor
del algodón en
América Latina
y el Caribe
Generando ingresos y
ciudadanía en la
agricultura familiar de
la región semiárida
brasileña
Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón
en América Latina y el Caribe’
Sistematización de experiencia
Gobierno de Brasil
Agencia Brasileña de Cooperación
Agradecimientos
El Proyecto agradece a los agricultores y agricultoras del Asentamiento Margarida Maria Alves I, asi como a los
representantes de las entidades socias de esta experiencia, por la atención y empeño dedicados a los trabajos de
esta consultoría.
Las denominaciones empleadas en este producto informativo y la forma en que aparecen presentados los datos que
contiene no implican, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),
o de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC) juicio alguno sobre la condición jurídica o nivel de desarrollo de países,
territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La mención
de empresas o productos de fabricantes en particular, estén o no patentados, no implica que la FAO o ABC los apruebe
o recomiende de preferencia a otros de naturaleza similar que no se mencionan.
Las opiniones expresadas en este producto informativo son las de su(s) autor(es), y no reflejan necesariamente
los puntos de vista o políticas de la FAO o de la ABC.
ISBN 978-92-5-309693-0
© FAO y ABC, 2017
La FAO fomenta el uso, la reproducción y la difusión del material contenido en este producto informativo. Salvo que
se indique lo contrario, se podrá copiar, descargar e imprimir el material con fines de estudio privado, investigación
y docencia, o para su uso en productos o servicios no comerciales, siempre que se reconozca de forma adecuada a la
FAO, a la ABC y a las instituciones brasileñas socias del Proyecto como las fuentes y titulares de los derechos de autor,
y que ello no implique en modo alguno que la FAO, la ABC y las instituciones brasileñas socias del Proyecto GCP/
RLA/199/BRA aprueban los puntos de vista, productos o servicios de los usuarios.
Los productos de información de la alianza Brasil-FAO están disponibles en el sitio web de la Organización (www.
fao.org/publications).
Introducción ......................................................................................................................................01
Referencias ...................................................................................................................................... 28
Lista de Figuras
Figura 3. Precio del algodón producido en el Asentamiento Margarida Maria Alves – Paraíba* ............. 13
Lista de Tabelas
Tabla 2. Cálculo del rendimiento de fibra en kilogramos por hectarea del algodón orgánico
de color en el Asentamiento Margarida Maria Alves ........................................................................ 15
Tabla 3. Producción e ingreso bruto del algodón orgánico de color en el Asentamiento Margarida
Maria Alves, en el año de 2015 ........................................................................................................ 16
Lista de acrÓnimos
COEP Red Nacional de Mobilización Social
ha hectáreas
Kg kilogramos
R$ Real brasileño
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PRESENTACIÓN
Esta publicación es parte de una serie de estudios que tiene como objetivo identificar, sistematizar y
difundir las prácticas y conocimientos pertinentes a la agricultura familiar del sector algodonero en
América Latina y el Caribe. Su objetivo es componer un conjunto de contribuciones técnicas y didácticas
que valoran y dan visibilidad a las experiencias y conocimientos que contribuyen a la sostenibilidad
de miles de familias agricultoras y pequeños emprendedores rurales en estos países. También se
espera que sirva como insumo para la elaboración y aplicación de políticas públicas eficaces en este
importante sector.
Esta serie viene a sumarse a las acciones del Proyecto “Fortalecimiento del Sector Algodonero por
medio de la Cooperación Sur-Sur”, llevado a cabo mediante alianzas trilaterales entre el Gobierno de
Brasil – representado por la Agencia Brasileña de Cooperación del Ministerio de Relaciones Exteriores
(ABC/MRE) –, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y los
gobiernos de Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Haití.
Ejecutado en el marco del Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO, el Proyecto está dirigido
a la superación de la pobreza rural y al desarrollo sostenible de la cadena de valor del algodón
de los países socios. Sus actividades se centran en la adopción de tecnologías innovadoras y en el
fortalecimiento de las capacidades técnicas e interinstitucionales para aumentar la productividad y la
calidad del algodón. De este modo, el Proyecto contribuye a mejorar la competitividad del sector, los
ingresos y la seguridad alimentaria de los agricultores familiares algodoneros. En este sentido, esta
serie de estudios fue diseñada para agregar valor y fomentar el intercambio Sur-Sur, participativo y
horizontal, que es la base de la estrategia de esta iniciativa.
Adriana Gregolin
Coordenadora Regional do Projeto
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
© FAO\Palova Souza
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
RESUMEN EJECUTIVO
El estudio “Algodón Orgánico de Color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar
en la región semiárida de Brasileña”, informa la experiencia del reinicio del cultivo del algodón y la
conversión al sistema orgánico de producción de los agricultores familiares del Asentamiento Margarida
Maria Alves I, en Paraiba.
Esta iniciativa pionera en la región semiárida de Brasil dio respuestas positivas a los desafíos de la
producción, de los ingresos y de la asociatividad que enfrentan estas familias. Eso se refleja en la
organización y gestión comunitaria, en la conciencia ambiental, en la adopción de prácticas que
permitan la convivencia y en el control biológico de plagas del algodón y mejor uso del agua y del
suelo, como fertilizantes orgánicos, la rotación de cultivos y el manejo integrado de plagas.
El estudio muestra los resultados positivos de cultivo del algodón en base agroecológica, con prácticas
de manejo apropiadas para el perfil de la agricultura familiar y acciones eficaces de investigación
participativa y extensión rural. Tal estrategia se aunó al acceso al mercado justo, con la inserción en un
sistema orgánico vertical que integra desde la producción hasta la industria, en el que los agricultores
llevan a cabo el pre-proceso del algodón en la propia comunidad.
El impacto de esto fue la generación de empleo e ingresos y la mejora de la calidad de vida de las
familias, lo que demuestra que el cultivo de algodón orgánico — cuando se articula a una cadena que
une el productor con el consumidor de productos ecologicamente amigables, — puede ser una buena
alternativa para mejorar los rendimientos, incluso sin el uso de insumos químicos y con incidencia de
plagas y en un contexto de riesgo climático.
En cuanto a la metodología, este estudio ha hecho uso de herramientas cualitativas, a través de las
cuales se recolectaron datos provenientes de entrevistas semiestructuradas y talleres con hombres
y mujeres del asentamiento, además de las diversas organizaciones asociadas de la experiencia, y
complementados con referencias técnicas y académicas. Las actividades se desarrollaron entre los
meses de febrero y julio de 2016.
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
INTRODUCCIÓN
Este estudio cuenta la historia de los agricultores familiares del Asentamiento Margarida Maria Alves I,
creado en 1998 en la región agreste de Paraiba, Brasil. Organizados como una asociación comunitaria,
estos hombres y mujeres acualmente producen, procesan y comercializan algodón orgánico en la
región semiárida del noreste de Brasil, castigada por sequías severas, por falta de agua para las
personas, animales y agricultura. La experiencia tiene como objetivo consolidar la producción orgánica
de algodón de color natural en el asentamiento, con el fin de agregar valor al producto y contribuir a la
generación de empleo, ingresos y permanencia de las familias en el campo.
El asentamiento de la reforma agraria, exhacienda San Marcos, se encuentra en Juarez Távora, región
agreste de Paraíba, a 75 km de la capital João Pessoa. Con una población estimada de 7.850 habitantes
(IBGE, 2015), el municipio tiene su economía basada en la agricultura, cuyo principal producto es el
algodón. La comunidad asentada consta de 48 familias, con una superficie total de 736 hectáreas. De
éstas, alrededor de 12 familias producen algodón en sus áreas individuales, conocidas como el “grupo del
algodón”, y están siempre abiertas para el diálogo y para la obtención de nuevos conocimientos. Además
de ellos, todos los años, una zona colectiva se destina al cultivo, con cerca de 30 familias involucradas.
En 2016, diez años después de la transición del modelo de producción de algodón convencional para
el sistema orgánico, el asentamiento se convirtió en un escaparate, y los asentados multiplicadores
pasaron a ser conocidos nacional e internacionalmente. Esta realidad ha atraído a las comunidades
vecinas, universidades locales, investigadores, técnicos, autoridades estatales y organizaciones de Brasil
y de otros países, interesados en conocer la viabilidad de la producción de algodón orgánico de fibra de
color natural por la agricultura familiar en las condiciones del clima semiárido:
“Hoy en día, tenemos agricultores que apenas pueden firmar su nombre, pero son
capaces de enseñar a un doctor formado cómo producir algodón orgánico y eso es lo
que vienen a buscar, una realidad práctica en el campo”, dice doña Preta, agricultora y
expresidenta de la asociación de la comunidad del asentamiento.
© Embrapa\Edna Santos
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
A pesar de la sequía, la localidad tiene una precipitación promedio de 661 mm/año, lo que es
considerado bueno para el cultivo de algodón, además de contar con un suelo fértil. La variedad
de fibra de aldogón de color que más se siembra es la BRS Rubí, de tinte marrón rojizo y que fuede
sarrollada por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) — una entidad pública
que tiene una unidad especializada en el algodón en la ciudad de Campina Grande, Paraíba, — esta
variedad tiene baja exigencia hídrica, lo que hace que sea perfectamente factible para el suelo y las
condiciones edafoclimáticas de la región. En los días actuales, la productividad promedio de este
cultivar en el asentamiento es de 1.000 kg/ha de algodón orgánico en rama (con semilla), en años sin
sequía, y puede llegar a 1.400 kg/ha, de acuerdo con los agricultores. Esta cantidad es considerada
buena, dado que la productividad promedio del algodón convencional en esta región es de unos 1.500
kg/ha en años de precipitaciones adecuadas, como lo indican los técnicos de Embrapa entrevistados.
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Región SE
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semiárida
brasileña
Brasil
Juarez
Távora (PB)
Históricamente, el algodón ha sido siempre de gran importancia para estas familias, ya que es un
cultivo tolerante a los períodos de sequía y por que es una garantía de ingresos extras en un momento
del año en que nada más se cosecha. Por ello se heredó la tradición de este cultivo. Sin embargo, de
acuerdo con el agricultor José Rodrigues, conocido como “Cazuzinha”, toda la producción de algodón
se vendía al hacendado, quien era dueño de la planta de procesamiento de algodón. En aquella época,
para permanecer allí, las familias fueron obligadas a pagar al hacendado la mitad de la cosecha de
algodón a título de ingresos por la tierra en regimen de sociedad. Dada la situación, “el hacendado
pagaba el precio que quería”, recuerda el productor Aluízio Rodrigues, conocido como “Don Nero”.
En la actualidad, el cultivo de algodón orgánico se consolidó en la comunidad. Pero para llegar hasta
ese punto, fue necesario pasar por un largo proceso de evolución y aprendizaje. El primer momento de
cambio fueron las acciones exitosas del “Proyecto Algodón: Tecnología y Ciudadanía”, establecido
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
en 2000 para fomentar la siembra de algodón en el asentamiento Margarida Maria Alves I debido a
la historia y a la aptitud que tenían los agricultores de ahí para la producción de la fibra, además de la
importancia socioeconómica de la cultura algodonera para la región. Resultado de una colaboración
con la ONG Red Nacional de Movilización Social (COEP) y con el Centro Nacional para Investigación
en Algodón de Embrapa (Embrapa Algodón), la iniciativa incluyó la instalación de un conjunto de
máquinas de procesamiento llamada “mini desmotadora”, que consiste en una pequeña desmotadora
con 50 sierras (responsable por la separación de las fibras de la semilla) y una prensa hidráulica, con
capacidad para producir fardos de hasta 120 kg de fibra. La mini desmotadora es una tecnología social
desarrollada por Embrapa Algodón en asociación con una empresa privada de la región, especialmente
diseñada para satisfacer las demandas de la agricultura familiar.
Con la instalación de la mini desmotadora, muchos agricultores volvieron a cultivar algodón. Sin embargo,
toda la producción de algodón de la comunidad seguía basándose en el sistema convencional. Las
aplicaciones indiscriminadas de agroquímicos eran comunes y el alto costo de los insecticidas eran todavía
un desincentivo para los asentados. Al carecer de acceso directo a los compradores, los agricultores se
vieron obligados a vender la fibra a los intermediarios locales a precios que apenas cubrían los gastos. El
procesamiento de algodón en el asentamiento, por sí mismo, no era suficiente. La forma tradicional de
cultivo, con gran daño al medio ambiente y a la salud de los agricultores, necesitaba modificarse.
© Embrapa\Edna Santos
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
© Embrapa\Saulo Coelho
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
Como en ocasiones anteriores los agricultores y las agricultoras de Margarida Maria Alves I buscaron el
apoyo de Embrapa Algodón.Para empezar a trabajar y con el fin de demostrar que el cultivo sin el uso de
agroquímicos era posible, Embrapa los invitó a participar de un día de campo en el asentamiento vecino
Queimadas, en el municipio de Remigio, donde ya se cultivaba algodón agroecológico. Meses más tarde,
durante la cosecha, fue el turno de los agricultores de Queimadas para que hicieran su visita y participasen
en un día de campo en el asentamiento Margarida Maria Alves I, en calidad de oradores. Las actividades
se centraron en el manejo de la cultura orgánica desde la perspectiva del aprendizaje entre iguales. De
acuerdo con el agricultor Rizeldo Alves do Nascimento, expresidente de la asociación de la comunidad del
asentamiento Margarida Maria Alves, escuchar los relatos de otros productores fue decisivo, pues a partir de
aquel momento, empezó a creer que era posible producir algodón sin veneno.
Aún así, no todos estaban convencidos y prefirieron continuar con el modelo convencional con el que
estaban acostumbrados por décadas. Para algunos agricultores “sembrar algodón sin veneno era lo mismo
que alimentar a los picudos del algodón” (Anthonomus grandis) mientras que, para otros, la idea de adoptar
el algodón de color despertaba más temor que confianza. Fue por esta razón que, a mediados de 2006,
se instaló como un piloto en el área colectiva del asentamiento una unidad técnica demostrativa (UTD)
de Embrapa Algodón, con el propósito de servir como una escuela de campo y formar así la base para la
conversión al sistema agroecológico. La UTD inicialmente cultivó cuatro hectáreas de algodón de fibra blanca
de la variedad de Embrapa BRS 8H.
2000 2007
Hacienda Sao Marcos
Retomada del cultivo de algodón (convencional)
Instalación de la mini desmotadora Primera certificación
de procesamiento del algodón orgánico
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
El cultivo se manejó sin aplicación de productos químicos y los resultados fueron los mejores
posibles. Para sorpresa de los agricultores, los costos se redujeron y la productividad fue buena. La
fibra se comercializó de inmediato con una empresa de ropa de Paraiba, dedicada a consumidores
que valoran la sostenibilidad socioambiental y que garantizó la compra anticipada del algodón
orgánico. En contraste, los agricultores que habían optado por el algodón orgánico en sus
áreas individuales tuvieron su venta de la fibra convencional a la mitad de precio del producto
convencional del area colectiva. Este efecto de demostración contribuyó eficazmente para la
consolidación del sistema orgánico.
En los años siguientes otras UTDs se instalaron en las areas individuales, con un promedio de 1 a
4 hectáreas cada una. Además, se probaron nuevas variedades y se introdujo con éxito el algodón
orgánico de color. La variedad que presentó el mejor resultado fue la BRS Topázio, que fue cultivada por
algunos años. Sin embargo, en vista de su tono un poco más claro, la empresa que comenzó a comprar
toda la producción del asentamiento en 2012 prefirió optar por la BRS Rubí, con un color más oscuro y
de excelente adaptación a las condiciones de la región. Con el tiempo, la incredulidad inicial dio paso
a la motivación y al compromiso. Se percibieron las ventajas del sistema orgánico y poco a poco se fue
sustituyendo la producción convencional de algodón.
Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
SUPERANDO RETOS
Uno de los mayores retos que enfrenta el cultivo de algodón convencional, por su alta suceptibilidad
a un gran número de plagas, es la dependencia de los plaguicidas. De acuerdo con el agricultor
Cazuzinha, antes de la transición el mayor gasto que tenía era la adquisición de insecticidas, llegando a
cuatro litros de pesticidas por hectárea. Sin embargo, “tenía que ser así”, explica, “porque de lo contrario
las plagas no dejaban nisiquiera que las plantas emergieran y se perdía el algodón aún el suelo.”
La mayor exigencia de mano de obra para la aplicación de agroquímicos era otro factor de alto costo.
El agricultor Aluízio Rodrigues recuerda que no podía siembrar más de dos hectáreas, ya que todo se
cultibaba de forma manual, no tenían forma para pagar el alquiler del tractor y no tenían animales
propios para preparar el suelo para la siembra. A menudo el agricultor pagaba por las aplicaciones
porque no sabía como o no tenía un pulverizador para realizarlas. Además, las mujeres evitaban
participar en las actividades de campo por temor a los daños causados por el contacto con el veneno, a
su propia salud y de sus hijos, lo que reducía la mano de obra disponible de la familia.
© Embrapa\Edna Santos
De acuerdo con algunos agricultores, el acceso a semillas de calidad representaba otro problema
relevante. Antes, cuando eran donadas por el gobierno del estado, las semillas tenían bajo porcentaje
de germinación y baja adaptación a las condiciones locales. En consecuencia, tenían poca resistencia al
ataque de plagas y enfermedades y por lo general llegaban después de la temporada de siembra.
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
© Embrapa\Edna Santos
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Série ‘Estudos sobre a cadeia de valor do algodão na América Latina e no Caribe’
© FAO\Max Toranzos
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
Preparación del suelo: Esta actividad se lleva a cabo utilizando el tractor de la propia asociación
comunitaria del asentamiento, que se logró obtener mediante
una alianza con el Gobierno del Estado de Paraíba. Los recaudos
Sistema Orgánico de Producción
por la facturación de horas de tractor se destinan a la caja de
la asociación para pagar el trabajo del operador, prestar el Según la ley brasileña
mantenimiento, comprar implementos y hacer mejoras en el (Ley n° 10.831/2003), el sistema
área común. En el caso del área colectiva, los costos de estas orgânico de producción es todo aquel
operaciones corren a cargo de la asociación, con un descuento dónde se adoptan métodos de cultivo
del 20% por hora de tractor (R$ 80, o alrededor de US$24). biológicos y mecánicos para optimizar
En áreas individuales, este costo es responsabilidad de cada el uso responsable del suelo, agua,
agricultor (R$ 100 o alrededor de US$30 por hora trabajada). aire y demás recursos naturales sin uso
de pesticidas, fertilizantes químicos o
Siembra: Este paso es fundamental para el éxito en el cultivo del sustancias sintéticas que dañen el medio
algodón orgánico. La siembra tiene participación de hombres, ambiente. Estos sistemas buscan la
mujeres y jóvenes y se realiza de forma manual, utilizando sostenibilidad económica y ecológica y
semillas producidas y seleccionadas en la propia comunidad del maximizar los beneficios sociales para
asentamiento. Eso les asegura material de buena calidad genética las comunidades rurales.
y adaptado a las condiciones locales. El algodón se siembra en
asocio con cultivos como maíz, frijoles, habas, sorgo y cilantro, Fuente: Ministerio de Agricultura,
sin uso de pesticidas o productos químicos. Como fertilizantes Ganadería y Abastecimiento (MAPA)
se utiliza orina de vaca, estiércol animal y residuos de cultivos (www.agricultura.gov.br)
producidos ahí mismo por los propios agricultores y agricultoras
familiares.
Prácticas culturales: En esta actividad, las familias dividen el trabajo. La mayoría de las veces, los
hombres hacen el trabajo más pesado de desyerba y las mujeres ayudan en la recolección de los
botones y cápsulas. Para combatir plagas y enfermidades hacen uso de pesticidas naturales, como el
extracto de neem (Azadirachta indica), cal virgen, y maniçoba in natura (Manihot glaziovii Muell Arg).
Para mejorar la nutrición de las plantas se aplican biofertilizantes de elaboración propia y producidos
a partir de la fermentación del estiércol del ganado y agua.
Cosecha: La cosecha es manual, llevada a cabo entre los meses de octubre y noviembre,
dependiendo de la temporada de siembra. En las áreas individuales, cada familia recolecta su
producción. En el área colectiva, se escoge un día en que todos o la mayoría de los asentados puedan
participar, incluyendo los jóvenes. La mayor participación en actividades colectivas suele ser en esta
etapa. Los restos vegetales se utilizan para la alimentación animal.
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
© Embrapa\Edna Santos
Certificación: Para que la comunidad cumpliera los requisitos de la certificación orgánica no era
suficiente dejar de aplicar insecticidas en los cultivos de algodón. También se requieren cambios
en otros procesos del ciclo productivo, además de eliminar el uso de productos químicos en todo el
asentamiento. Una vez cumplidos todos los requisitos y de acuerdo con las normas y estándares del
sistema orgánico, recibieron la visita de inspección de IBD Certificaciones. La primera certificación
la obtuvieron en 2007. La empresa textil local actualmente compra el algodón del asentamiento
por medio de un pre contrato y también se encarga inicialmente de los costos de certificación, que
se transfieren a la asociación comunitaria del asentamiento mediante retención de 20% del monto
previamente acordado por el producto.
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
COSECHANDO RESULTADOS
Mejores rendimientos
El precio diferenciado del algodón orgánico certificado y de color natural es un incentivo importante para
aumentar el área siembrada por la comunidad. A eso se le auna la certeza que el algodón será una fuente
de ingresos, incluso en años de sequía. Por un lado, el algodón orgánico de color trajo una mejora en los
ingresos de las familias: “la principal ventaja de la siembra de algodón orgánico está en el precio”, afirma
Betinho, agricultor y actual presidente de la asociación de la comunidad, al referirse a la diferencia entre
los rendimentos obtenidos con fibra blanca convencional y la fibra de color agroecológica.
En este sentido, relata la evolución del precio de la fibra orgánica después de la transición: durante
el período 2006 a 2012, la fibra fue comercializada al precio de R$ 5,00/kg (aproximadamente
US$1,53/kg). A partir de 2013, con una nueva empresa compradora, el precio subió a R$ 9,50/kg
(aproximadamente US$ 2,90/kg). En 2014, alcanzó R$ 10,50/kg (aproximadamente US$3,21/kg)
y, en 2015, a R$ 11,80/kg (aproximadamente US$ 3,61/kg). Como contraste, la fibra de algodón
convencional se vende actualmente a R$ 4,00/kg (aproximadamente US$ 1,22/kg), él explica.
Figura 3: Precio del algodón producido en el Asentamiento Margarida Maria Alves I - Paraiba *
Antes de la Después de la
Transición Transición
De 2000 a 2005 De 2006 a 2012
(promedio) 2013 2014 2015
(promedio)
Algodón Sin R$ 1,00/kg
Convencional - - - -
procesamiento: (US$ 0,30/kg)
Algodón R$ 2,00/kg
Orgánico - - - -
Con (US$ 0,61/kg)
Algodón procesamiento: R$ 5,00/kg R$ 9,50/kg R$10,50/kg R$ 11,80/kg
Orgánico -
(US$ 1,53/kg) (US$ 2,90/kg) (US$ 3,21/kg) (US$ 3,61/kg)
* Las cifras en dólares estadunidenses son aproximadas, convertidos por una tasa de US$ 3,27 (agosto de 2016).
Fuente: Datos recolectados en investigación por los autores
Don Betinho añade: “para la cosecha de 2016, el comprador ofreció R$ 12,50/kg [aproximadamente
US$ 3,82/kg], pero pretendemos recibir R$ 13,00/kg” [aproximadamente US$ 4,00/kg], “y vamos
a negociar”. Para ello, primero las familias agricultoras se reúnen en asamblea en la sede de la
asociación para decidir el valor que van pedir y luego negocian con la empresa compradora.
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
(aproximadamente US$ 2.469,30). Esto quiere decir que incluso sin el aumento de la producción,
496 kg de producción ecológica se habría vendido en R$ 5.852,80 (aproximadamente US$
1.789,85), tres veces más que la de 2003 con algodón blanco convencional. De acuerdo con el
agricultor, en un año de escasez de lluvias como el 2015, no habría logrado buenos resultados con
ningun otro cultivo.
La situación se repite en el caso del agricultor Severino Sebastião. En 2003, él produjo 523 kg de fibra de
algodón convencional en el asentamiento y la vendió por R$ 2.018,78, al mismo precio de R$ 3,86/kg.
Si la producción fuera orgánica, la venta habría resultado en un valor de R$ 6.172,34 (US$ 1.887,56), es
decir, tres veces más.
2003 2015
Algodón Convencional Algodón Orgánico
Precio de la fibra: US$ 1,18 Precio de la fibra: US$ 3,61
* Las cifras en dólares estadunidenses son aproximdas, convertidos por una tasa de US$ 3,27 (agosto de 2016).
**Valores hipotéticos
Fuente: Datos recolectados en investigación por los autores.
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
Fibra Semilla
Produtividad promedio: 1.000 kg/ha 400 kg 600 kg
Precio: $ 3,61/kg $ 0,23 /kg
Ingresos: $ 5.228,00 $ 138,00 $ 5.366,00 /ha (Ingreso Bruta)
$ 738,00 /ha (Costos de Producción)
$ 4.628,00/ha (Ingreso líquido)
La mini desmotadora se identifica como otro de los principales impulsores del cambio, puesto que su
instalación permitió agregar valor al producto desde la propiedad familiar. Este resultado ya se podía
verficar incluso en la época de cultivo convencional, como se muestra en la tabla anterior: antes de la
mini desmotadora, el algodón convencional en rama (con semillas) solía comercializarse a un precio de
R$1,00/kg (aproximadamente US$ 0,30/kg), mientras que cuando se empezó a procesar en el propio
asentamiento, la fibra comenzó venderse por el doble del valor (R$ 2,00/kg o US$ 0,61/kg). Esto significa
que, en la actualidad, además del ahorro de costos en la compra de semillas de agentes externos, los
agricultores del asentamiento venden el excedente de semilla de algodón orgánico a otros agricultores,
percibiendo un ingreso de R$ 0,75 por kilogramo (aproximadamente US$ 0,23 por kilogramo), y a
parte aún les queda la torta y el linter (otros subproductos del desmonte) para alimentar a sus animales.
© Embrapa\Edna Santos
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
Cabe anotar que los agricultores saben que la producción de algodón orgánico de color se venderá toda
porque hay una gran demanda en este nicho de mercado. El agricultor que más siembra algodón en el
asentamiento, Don Nero, cuenta que cuando era un residente de la hacienda, su tierra no pasaba de las
2 hectáreas, y producia alrededor de 800 kg/ha de algodón convencional en rama (con semillas). Ahora
siembra una superficie de 7 hectáreas, y llega a obtener en un buen año una productividad de
hasta 1.400 kg/ha de algodón orgánico en rama.
Con la confianza en el sistema agroecológico, el algodón todavía se produce incluso durante la sequía,
cuando la productividad promedio en el asentamiento cae de 1.000 kg/ha a 350 kg/ha. Como lo explican
los asentados, esto se debe a que, en esos momentos, “no da nada aparte del algodón”. Por ejemplo, según
Betinho, incluso con reducción de la productividad por la escasez de precipitaciones en el año 2015, la
producción total de algodón orgánico en el asentamiento fue de 3.780 kg de fibra de algodón, producidos en
27 hectáreas de la superficie total siembrada (área colectiva e individuales). Con la venta de la fibra y el valor
de la semilla, los ingresos brutos para las familias involucradas y para la asociación fueron de R$ 52.046,00
(aproximadamente US$ 15.916,00), como se muestra a continuación. El cultivar más utilizado fue BRS Rubí.
Producción (kg)
Área Producida Productividad
Cosecha: 2015 (ha) (kg/ha) En rama Fibra (40%) Semilla (60%)
Impacto socioeconómico
Don Nero explica que las dificultades encontradas en la hacienda en aquella época eran grandes
porque los trabajadores “difícilmente podían comprar una bicicleta para andar”, pero ahora “todas las
familias aquí tienen bicicletas y algunos incluso coches, todo esto gracias al algodón orgánico”. Y añade:
“Antes, sólo teníamos una televisión y un refrigerador viejo en casa. Después del algodón orgánico ya he
comprado tres televisores modernos y mi esposa cambió refrigerador dos veces.” Doña Preta corrobora
lo que dijo el colega asociado al afirmar que la transición permitió el aumento en los ingresos de las
familias y consecuentemente también mejoró la calidad de vida de esas personas.
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
Acceso al mercado
Otro gran resultado fue el acceso al mercado justo. Cuando se cultivaba el algodón convencional,
la comercialización significaba un momento lleno de incertidumbre. Pero hoy en día con la mini
desmotadora y el sello de certificación orgánica, eso cambió. El algodón, antes vendido con semillas
a los intermediarios, empezó a verderse en fibra directamente a las industrias textiles. La apertura de
los canales de comercio justo, impulsada por la creciente demanda de productos que son el trípode de
sostenibilidad ambiental, social y económica, fomentó el acercamiento de las empresas del sector con los
agricultores familiares. En el asentamiento, los precios ahora se negocian con la empresa compradora que
se compromete a comprar toda la fibra producida. Una parte del pago se puede anticipar, y ello facilita el
momento de la cosecha, que requiere una inversión por parte del productor. El agricultor Cazuzinha señala
que este cambio le da la confianza en saber que venderá toda la producción y por un precio justo, en
contraste con los valores por los que antes mal vendían a un tercio de lo que valía la producción.
© Embrapa\Edna Santos
Acceso a insumos
La disponibilidad de semillas de buena calidad y adaptadas a las condiciones del asentamiento es un
logro valioso para los agricultores. Con la instalación de la mini desmotadora, la comunidad ha creado
un banco de semillas bajo la orientación de Embrapa Algodón. Ahora, toda la semilla de algodón que se
siembra es de producción propia, adpatada a la región, de buena calidad y con excelente germinación.
Después del procesamiento, los agricultores seleccionan el material que presenta buena salud y se
almacena para la siguiente siembra.
Con los requisitos de cultivo orgánico certificado, las semillas producidas en el lugar también reducen
el riesgo de contaminación de materiales de otros sitios, especialmente con semillas genéticamente
modificadas o las deslintadas con ácido sulfúrico, lo que podría resultar en la pérdida del sello de certificación.
Además, se verifica la garantia de semillas para la siembra al año siguiente. El excedente puede ser
vendido a otras comunidades o entidades que requieren el producto y las semillas son una fuente rica de
proteínas para la alimentación animal. Antes de la transición las semillas eran donadas por el Estado y a
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
veces por la Embrapa Algodón. Actualmente toda la semilla utilizada es producida en el asentamiento a
través del banco de semillas. La calidad está asegurada mediante la adaptación de las variedades utilizadas
a las condiciones locales, más resistentes. Además de ello, esta práctica ayuda a evitar contaminación
cruzada con otras variedades o por semillas que puedan estar infestadas por plagas o enfermedades.
Lazos de solidaridad
Las ganancias derivadas de este conjunto de innovaciones no se detuvieron allí. Una vez por semana los
agricultores dedican un día de trabajo al área colectiva y todos los ingresos obtenidos van directamente
a la caja de la asociación comunitaria del asentamiento. Eso permite que las necesidades de las familias
se atiendan a través de acciones definidas por ellos mismos. Aunados a los esfuerzos para desarrollar
la capacidad de autogestión de la asociación, estas actividades conjuntas han puesto en relieve la
importancia del trabajo colectivo y motivan a los asentados para participar efectivamente en la toma de
decisiones, pues todos son dueños del emprendimiento. Los residentes del asentamiento comenzaron
a sentir orgullo de vivir en la comunidad y se estrecharon los lazos comunitarios.
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
© Embrapa\Edna Santos
Hombres y mujeres, lado a lado
La baja asiduidad de las mujeres en las reuniones y asambleas de la asociación se superó sobre
todo para las mujeres. “Antes, las mujeres sólo participaban cuando se sentían obligadas, cuando
su marido no podía ir”, explica Doña Preta y agrega: “Era raro ver mujeres en las reuniones y cuando
alguna aparecía, se quedaba casi escondida y no participaba en la discusión”. La desmotivación se
intensificaba por miedo al daño causado por los pesticidas, que generaba poca participación en los
campos del área común y en consecuencia en la gestión de los intereses colectivos en su conjunto.
Para Doña Preta, “ahora la participación de hombres y mujeres es igual” ya que sólo dejan de lado las
actividades asociativas en algunos casos, dependiendo de la disponibilidad de tiempo en relación
con las tareas del hogar. Sin embargo, las mujeres no participan en la escarda y en el procesamiento,
todavía considerados labores de hombres.
De padre a hijo
La gestión colectiva despertó el interés de los jóvenes, favorecido por la instalación y operación
de un telecentro en la sede de la asociación de la comunidad, fruto de coordinación con el
Ministerio de Comunicaciones, y la ONG Red Nacional de Mobilización Social (COEP) y otras
entidades. Los usuarios jóvenes, deseosos de tener voz en las decisiones sobre los criterios para
el uso de los ordenadores con internet, acabaron sintiéndose estimulados para participar en las
reuniones de la asociación.
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
© FAO\Luciana Godinho
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
Innovar es necesario
El algodón orgánico sólo fue posible en la comunidad mediante innovaciones tecnológicas y
sociales. La primera se originó en prácticas de convivencia con el picudo algodonero en el sistema
agroecológico. La siembra de algodón ya no se realiza más entre los meses de marzo y abril y pasó a
darse entre mayo y junio. “Antes plantábamos en el mes de San José [marzo] para cosechar en el mes de
San Juan [junio]”, explican los agricultores, “y entonces el picudo del algodón se escondia en la planta y
en el suelo, teníendo comida y casa”. El propósito de los ajustes en el calendário de siembras fue buscar
que la floración coincidiera con el período de menos precipitaciones y temperaturas ligeramente más
altas entre agosto y septiembre, desfavorables para el ataque de la plaga.
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
© Embrapa\Edna Santos
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
Asociatividad y augogestión
Para la presidente de la ONG Arribaçã, Robervânia Alves, el éxito de la experiência se debe
esencialmente al compromiso de las familias agricultoras, impulsadas por fuerza de voluntad
y determinación para hacer frente a nuevos retos a través del trabajo colectivo. Nacida en el
asentamiento, ella afirma que la asociatividad proporcionó a los agricultores de ahí mejoras no sólo en
sus hogares sino también en la vida comunitaria. De acuerdo con Robervânia, eso se debe a la unión
del grupo, el intercambio de experiencias y la perspectiva de crecimiento conjunto.
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
Más allá del apoyo en forma de capacitación, nuevas alianzas han surgido a lo largo de años, como
la inversión del gobierno del Estado de Paraíba para la construcción del galpón que alberga la mini
desmotadora y donde se almacena el algodón en el asentamiento. La coordinación con la municipalidad
también fue muy importante. Como no existía red eléctrica trifásica en el asentamiento, la asociación
buscó articularse con la alcaldía, que se encargó de instalar la red. A partir de ese momento, la comunidad
pasó a tener aceso a la eletricidad necesaria para el funcionamiento de la minidesmotadora.
© FAO\Joelcio Carvalho
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
“Una de las grandes emociones es recibir tantas visitas aquí en el asentamiento. No sé que
es lo que tantas personas, hasta de otros países, vienen a buscar aquí, pero mientras tenga
el corazón latiendo, acompañaré a las personas con gusto y con ganas”, enfatiza con orgullo
Betinho, refiriéndose a las innumeras visitas de estudiantes universitarios que se desplazan en
excursión para ver el trabajo realizado en la comunidad.
© Embrapa\Edna Santos
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
ALIANZAS EXITOSAS
Gobierno del Estado de Paraiba: Ejecuta el proyecto “Cooperar”, iniciativa de desarrollo rural
sostenible que ha estado centrada en reducir los niveles de pobreza en el campo y que benefició
el asentamiento con la construcción del galpón que alberga la mini desmotadora, así como con
un vehículo tipo “pick up” y un tractor.
Natural Cotton Color: Empresa textil que trabaja exclusivamente con productos de moda hechos
con fibra orgánica de algodón de color natural. Es el comprador actual del algodón producido en
el asentamiento, ubicada a 75 Km de su sede en Joao Pessoa-PB. Atiende el mercado interno y
logró insersión internacional.
Natural Fashion: Produce y vende productos ecológicos y socialmente correctos con la misión
de fortalecer la agricultura familiar y la mano de obra local. Con sede en Campina Grande, a 43
km de Juarez Távora, fue responsable de la compra de la fibra del asentamiento Margarida Maria
Alves I hasta el año 2011.
Alcaldía de Juarez Távora: Fue responsable de la instalación de la red eléctrica trifásica para el
funcionamiento de la mini desmotadora del asentamiento, ubicado en este municipio.
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
Recursos RELACIONADOS
Páginas web
Página web de Embrapa Algodón con las características técnicas de la variedade BRS Rubi
(algodón naturalmente de color)
https://www.embrapa.br/busca-de-produtos-processos-e-servicos/-/produto-servico/826/algodao-
colorido---brs-rubi
Página web del Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA) sobre certificación
orgánica
http://www.agricultura.gov.br/desenvolvimento-sustentavel/organicos
Página web de Natural Fashion, empresa que confeccionó prendas con el algodón orgánico del
Asentamiento, sobre la fibra producida en base agroecológica
http://www.naturalfashion.com.br/site/algodao-organico-ecologico-colorido/
Página web de Natural Cotton Color, empresa compradora del la fibra de Asentamiento
Margarida Maria Alves I, sobre algodón colorido orgánico.
http://www.ecofriendlycotton.com/algodao-colorido/?lang=pt-br
Videos
Notícias y reportajes
Experiência brasileira com algodão colorido orgânico será compartilhada com países do Mercosul
Artículo publicado por Embrapa el 04 de marzo de 2016.
https://www.embrapa.br/busca-de-noticias/-/noticia/10364479/experiencia-brasileira-com-algodao-
colorido-organico-sera-compartilhada-com-paises-do-mercosul
Mais cor: algodão diferenciado pode dar mais lucro e proteger o meio ambiente
Artículo publicado por la Sociedad Nacional Agricultura el 08 de abril de 2015.
http://sna.agr.br/mais-cor-algodao-diferenciado-pode-dar-mais-lucro-e-proteger-meio-ambiente/
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Serie ‘Estudios sobre la cadena de valor del algodón en América Latina y el Caribe’
REFERENCIAS
Araújo, J. M.; Terceiro Neto, C. P. C.; Santos, J. A. T.; Figueiredo, L. P. F.; Carmona, M. 2009. O
Cultivo do Algodão Herbáceo na Agricultura Familiar como Instrumento de Cidadania, in Ciência como
Instrumento de Inclusão Social. Brasília: Embrapa Informação Tecnológica, 1 ed., v.1, p. 21-386.
Brasil. 2003. Ley n° 10.831 sobre la agricultura orgánica, 23 de deciembre de 2003. Brasília, Brasil.
Disponible en: <http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/leis/2003/L10.831.htm>
Cartaxo, W. V.; Guimarães, F. M.; Soares, J. J.; Beltrão, N. E. M. 2008. Potencialidades da produção de
algodão pela agricultura familiar do Nordeste: Embrapa Algodão, in Souza, I.S. F e Cabral, J. R. F. de (eds.)
Ciência como instrumento de inclusão social. Brasília: Embrapa Informação Tecnológica, p. 209-232.
Cartaxo, W. V.; Figueiredo, L. P. F.; Melo, A. F. 2009. Produção orgânica e verticalizada da cultivar
CNPA 8H em campos de produção individualizada, Juarez Távora-PB, Safra 2008. Anais do VII Congresso
Brasileiro do Algodão, Foz do Iguaçu. Campina Grande: Embrapa Algodão, p. 162-167. Visitado el
05 de agosto de 2016. Disponible en: <http://ainfo.cnptia.embrapa.br/digital/bitstream/CNPA-
2010/23110/1/AF-P.224p.162-167.pdf>
FAO. 2015. Formulário de Boa Prática do Projeto Regional GCP/RLA/199/BRA (documento interno).
MAPA. 2016. Portarias de Zoneamento Agrícola de Risco Climático por Unidade da Federação.
Disponible en: <http://www.agricultura.gov.br/politica-agricola/zoneamento-agricola/portarias-
segmentadas-por-uf>
Santos, J. A. T.; Santos, D.; Souza, T. A. F.; Carmona, M. 2009. Desenvolvimento comunitário
gerando cidadania em comunidades da região semiárida do Nordeste Brasileiro, in Revista Brasileira de
Agroecologia, v. 4, n. 2 (2009), p. 3347-3350.
Silva, C. M. G. 2014. Cadeia Produtiva do Algodão Orgânico Colorido nos Assentamentos de Queimadas
e Margaria Maria Alves na Paraíba. Disertación de Mestría, Universidad de Pernambuco, Recife.
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Algodón orgánico de color: Generando ingresos y ciudadanía en la agricultura familiar de la región semiárida brasileña
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ISBN 978-92-5-309693-0
9 7 8 9 2 5 3 0 9 6 9 3 0
I6958ES/1/03.17