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LA AMISTAD SEGÚN ARISTÓTELES

Y SU RELACIÓN CON LA ANTROPOLOGÍA.

Felipe Castillo
Hernán Núñez
Noelia Santelices
Antropología filosófica
Universidad de Santiago de Chile
INTRODUCCIÓN

Es bien conocida la magnitud que Aristóteles le da a la amistad en


el marco de sus reflexiones éticas. Basta recordar que la Ética a
Nicómaco, contiene dos libros completos, los libros VIII y IX, dedicados
únicamente a la amistad. Esto quiere decir que al tema de la amistad se
le da un espacio y un análisis mucho más amplio y profundo que a otros
temas éticos, como son, por ejemplo, la investigación acerca de la
felicidad, o el concepto del placer, o el problema de la incontinencia, y
las cuestiones asociadas a la justicia. Ahora bien, este énfasis en su
tratamiento no es algo casual, sino que responde a la creencia
aristotélica de que la amistad es algo especialmente valioso, diríamos
que algo único en la vida de los seres humanos. Es por esto que, a
modo de propósito de este ensayo, realizaremos un extensivo desarrollo
de la amistad, en cuanto a su obra más influyente para esta temática,
es decir, la “ética a Nicómaco”. Es en este texto como mencionamos,
donde desarrolla cada aspecto fundamental de la amistad, así como
también la completa relación que posee en cuanto a lo que es el
desplante de la virtuosidad de los hombres, a fin de entablar relaciones
éticas que les facilite una vida en armonía de todos sus individuos.
Destacando que la amistad, es entonces una característica antropológica
trascendental para toda concordia en la sociedad, que como veremos,
también permitirá una buena realización de la justicia en la sociedad, y
por consiguiente nos facilita un buen vivir y el alcance de la felicidad por
parte de cada individuo.

Desglosando la palabra Amistad a su origen en griego, se


denomina ​philía​, palabra de la misma raíz que el verbo ​phileîn​, que
significa “querer”.Hay que tener en cuenta que, aunque traduzcamos
philía como 'amistad', la palabra ​philía tiene un campo de aplicación
mucho más amplio que nuestra palabra 'amistad'. En griego, ​philía
apunta a todo tipo de relación basado en lazos de afecto​, de cariño o
amor, y de ahí que Aristóteles incluye bajo esta denominación,
relaciones tan distintas como el cariño entre padres e hijos, la relación
apasionada entre amantes, la concordia civil entre conciudadanos, y la
relación que se puede dar entre dos hombres, es decir, la amistad.

DESARROLLO

Sabemos que Aristóteles plantea, que el ser humano no es


autosuficiente, de modo que para realizar una vida contemplativa, que
respecte de un buen vivir y que nos pueda garantizar nuestra propia
realización, es decir, alcanzar la felicidad o plenitud, requiere de tener
buenas relaciones con el otro, cumpliendo con su rol de animal político.
Es por eso que en este sentido, la amistad es fundamental para obtener
estas buenas relaciones con los demás individuos, dado que la amistad
implica una virtud y una persona virtuosa siempre lo será. Como dice
Aristóteles en la “ética Nicomáquea”: “El hombre virtuoso es a la vez
agradable y útil”.

Según este pensador el principal énfasis debe hacerse a que la


amistad no es una relación cien por ciento fijada en la afectividad o en
un aspecto “psicológico”, más bien es una relación ética, en otras
palabras, el obrar en favor del otro por lo que consideramos bueno, una
persona justa y virtuosa, obrar a favor de el otro aun en contra de mi
propia conveniencia. Los hombres justos e iguales en virtud quieren el
bien el uno del otro en cuanto son buenos en sí mismos, debido a que
su propia índole genera este sentimiento, esta relación se ve sostenida
mientras ambos sean buenos (en todo sentido) y por lo tanto la
virtuosidad es algo que permanece siempre en los hombres buenos,
debido al carácter positivo de su comportamiento, el cual a lo largo de
su vida adopta hábitos específicos para aplicarlos en su conducta diaria
y así de esta manera va adquiriendo principios éticos, formando su
identidad y además su carácter.

La política de Aristóteles se relaciona directamente con la amistad,


pues es en base a esta que el desarrollo de la polis ocurre de manera
que se enfoque al bien común, y de ese modo, al vivir bien. En principio
debemos plantear que el autor define al hombre como “Zoon Politikon”,
el hombre como animal político, de este modo define al hombre como
un ser que necesita de una sociedad para ser, pues este por naturaleza
busca relacionarse con otros individuos. Esto es también bajo la premisa
de que el ser humano como tal no es autosuficiente, y para poder
desarrollarse y cumplir con su realización y, por ende, un vivir bien, este
necesitaría de vínculos con otros ya que sólo así actuará en pos del bien
común y será capaz de ser un hombre virtuoso. Es de este modo como
el ser humano constituye el orden de la sociedad, en medida de ética y
virtud gracias a la amistad. Este sería un planteamiento
antropocentrista, el ser humano constituye el orden de la sociedad, el
orden de la sociedad se da mediante vínculos de un individuo con otro
llamados amistad y estos son fundamentales en la vida en sociedad.

Para este filósofo la amistad parece darse de un modo natural


entre hombres (animal político) o miembros de una misma especie,
parece haber una dependencia por las semejanzas con el otro, ya que
nadie es amigo de alguien que es totalmente opuesto. Sí hacemos
énfasis en la palabra ética, la cual corresponde a un saber noble que
permite conocer la naturaleza humana, así como las formas de manejar
el carácter y como tal el comportamiento de los individuos en
comunidad, daremos con que ésta tiene directa relación entre la virtud y
el buen vivir; Para el buen vivir se necesita de la virtud, la cual
constituye un hábito y se constituye por el uso de la razón y gracias a
esta el hombre decide actuar con prudencia, esta que es brindada por
la amistad, la cual es necesaria en la vida, los jóvenes la necesitan para
evitar el error, pues estos aún no son capaces de utilizar la razón
meramente para determinar sus acciones, la relación con otros
individuos conlleva el buen actuar, es decir, un actuar por un bien
común y de este modo un actuar con virtud.

Como planteamos anteriormente, para Aristóteles, la amistad


posee cierta naturaleza, que radica en que el ser humano no es
autosuficiente, por lo que tiene la urgencia de necesariamente entablar
relaciones con otro individuo, a fin de vivir bajo la concordia y conseguir
también la realización de cada individuo, ya que sólo así conseguirá la
propia realización. Por esto, es que el tener amigos, se entabla como
una necesidad para la vida misma, en cuanto a lo virtuoso. Esto quiere
decir, que de no ser por la amistad entre toda clase de individuo, el vivir
bien estaría más lejano a ser logrado, pues no responderiamos a un
mismo fin ético. En otras palabras, podríamos determinar que la
naturaleza de la amistad, es que es en sí, una virtud del hombre.

Sin embargo, la realización de la amistad requiere del


cumplimiento de lo amable y de todo a lo que respecta sus
características. Esto constituye que en cuanto al sentimiento, lo amable
es todo lo que se puede amar, de modo que el hombre siempre
responderá a amar lo que es bueno, agradable, placentero o útil, pues
eso implicaría en él, lo que le es bueno según su fin como también lo
que es bueno para la sociedad, en cuanto todos los individuos sean
amables para generar un vinculo reciproco que los dirija a un mismo fin.
Tal fin comprende lo ético. Para todo hombre son agradables las
actividades propias además de las que son semejantes a las que este
realiza, los hombres buenos tienen actividades similares, la amistad
entre pares tiende a ser el tipo de amistad más permanente, más aún,
si esta amistad se da entre dos hombres virtuosos.

Existen dos especies de amistad, la amistad perfecta y la amistad


imperfecta. La amistad imperfecta es la más común entre ambas, y
diremos que es en la que siempre depende un elemento exterior a la
relación que sea objeto de pasiones o gustos. O también, puede
depender de las características individuales de cada persona, es decir,
no es lo primordial la ética del otro individuo, sino que se basa más en
el placer o en la utilidad que me brinda tal amistad. Por otro lado, la
amistad perfecta se basa en una relación estrictamente ética. Aristóteles
dice “La amistad perfecta es la de los hombres buenos e iguales en
virtud” (pág.328, 1156b), quiere decir, y aquí radica todo el fundamento
de la doctrina aristotélica de la amistad, pues se ama cuando se ama el
ser de la amistad, valga decir, soy amigo del otro por lo que él en su
moralidad es, más que por su personalidad individual o por lo que pueda
recibir de él, no existe un beneficio o interés de por medio. Dicho de
otro modo, la amistad perfecta es cuando aun en contra de mi propia
conveniencia, obró por el otro, pues es un tipo de relación en la que yo
daré todo por el otro, de manera que así se pueda constituir una mejora
en la vida de todos. En este caso, la virtud es una cosa permanente, por
ende esta clase de amistades tiende a ser la más duradera, a diferencia
de la imperfecta que al basarse en un placer o interés de por medio, es
pasajera. Por ejemplo los jóvenes tienden a tener amistades más
pasajeras, además de que por el hecho de ser jóvenes no son seres
virtuosos aún, estos son apasionados por gustos y necesidades
diferentes las cuales pueden variar a medida de que el individuo crezca
y se desarrolle.
Una vez que atendimos las dos especies de amistad existentes,
podemos subdividir aún en tres ramas que explicarían los motivos de
cada una, ya sea por placer o por su utilidad, correspondientes a la
amistad imperfecta, o en el caso de la perfecta, por un fin ético en
virtud de todos, o dicho de otro modo, de un carácter hospitalario.
En este ámbito, en la amistad podemos apreciar como dijimos,
dos ramas, la amistad por interés o placer, y la amistad por su utilidad.
La amistad por utilidad, se basa por un principio de utilidad. Esto quiere
decir, que como los hombres malos no se complacen a sí mismos, sólo
son amigos si el otro puede darles alguna utilidad, es decir, si pueden
sacar algún provecho personal y directo de la relación que se entabla
con otro individuo, esta amistad dura la cantidad de tiempo que los
individuos logren sacar provecho del otro. Un ejemplo de amistad por
utilidad, es el de dos personas que son amigos momentáneamente en su
estadía en el trabajo, de la cual se sacarán provecho entre sí en cuanto
a que puedan cumplir cada uno con su trabajo, gracias a la utilidad
recíproca entre ambos.
El otro tipo de amistad se basa en el placer, podremos ser amigo
del otro en cuanto exista un interés o elemento externo de por medio,
que sea placentero para ambos, de acuerdo a nuestra pasiones. Esto
implicaría que puedan dejar de ser amigos con facilidad ya que la
amistad podría desaparecer inmediatamente si este gusto o placer que
ambos compartían también desaparece. Esta clase de amistad es propia
de los jóvenes, pues estos parecen siempre ser amigo del otro por
compartir un mismo gusto o pasión, y como señalamos anteriormente,
dura sólo la cantidad de tiempo que mediante ésta los individuos se
complacen mutuamente. Un ejemplo, es el de dos jóvenes que
compartan un mismo gusto por una actividad, sea por deporte, música,
etc. De modo que si a uno de los dos le deja de gustar lo mismo,
dejarán de ser amigos.
Y por último se encuentra la amistad perfecta, que cumple en cien
por ciento con una relación ética entre los individuos. Esto quiere decir,
que esta relación se entabla cuando dos individuos comparten una
misma finalidad, y ambos darían todo por el otro, en cuanto ambos
logren su cometido. Cabe decir, que se basa entonces bajo semejanzas
y reciprocidad entre ambos, pues soy amigo de quien es mi amigo a la
vez, considerando que mi amigo es un “otro yo” dado que nadie es
amigo de alguien radicalmente opuesto a uno, sino que lo son porque
comparten semejanzas en cuanto a ideologías, gustos, códigos, pero por
sobre todo comparten un mismo fin, que es el de nuestra propia
realización como individuo de la polis, el desarrollo de la felicidad o
plenitud de cada uno en la cual el otro siempre estará dispuesto a dar
todo por el otro. De modo que si cada uno es virtuoso, ambos
responderemos a un mismo fin que es obtener un vivir bien o la felicidad
más radicalmente, por medio de lo justo. Un ejemplo podrían ser los
amigos de toda la vida, aquellos que en todo momento han dado todo
por el otro dejando de lado sus propias conveniencias, para poder
responder al bienestar de ambos y no solo de uno. Este tipo de amistad
tiene estricta relación con el concepto de hospitalidad, pues la
hospitalidad es cuando yo acojo a alguien en mi seno sin importar la
procedencia de este, suponiendo que de ser virtuoso no implica un daño
a mi integridad.

Estos tres tipos de amistad mencionados, responden a que la


amistad requiere de una correspondencia por parte de cada individuo.
Entre virtuosos por ejemplo, existiría una correspondencia que los
sometería a una amistad perfecta, puesto que no puede haber amistad
por ejemplo, entre alguien injusto y alguien virtuoso, pues no
compartirán un mismo fin ético. O tampoco existe la correspondencia en
el caso de no compartir mismos gustos e intereses, o de existir
beneficios de por medio, como en el caso de la amistad imperfecta. De
modo que la correspondencia entre los amigos responderá siempre a los
fines de cada uno por entablar una relación con el otro, así como
también responderá a una reciprocidad o semejanza entre estos.

De modo que la correspondencia puede fundamentar la amistad


tanto entre iguales como entre desiguales. En el caso de la amistad
fundada entre iguales. En este caso, radica la reciprocidad entre los
individuos, así como también sus semejanzas. Entre iguales llamase a
quienes comparten un mismo fin en cuanto a lo que su categorización
social respectiva, es decir, los jóvenes virtuosos pueden ser amigos
entre sí por ejemplo, o que en el caso de los más viejos, quienes ya no
comparten pasiones en la mayoría de los casos, sino que su igualdad
radicaría en la reciprocidad y semejanza de sus pares en compartir un
fin útil en cuanto a la amistad, como la utilidad de ser escuchados. De
otro modo se fundamenta la a. Por otra parte está la amistad entre
desiguales. Ésta radica en la superioridad distinta entre sus partes,
como por ejemplo un caso de padre e hijo, o entre hombres y mujeres,
o más notoriamente, entre gobernante y gobernado. Esto implica que si
bien no comparten igualdad de condiciones o conocimientos, si
comparten el hecho de convivir, por ende deben procurar la concordia
para su plenitud, y para esto deben requerir de una relación de amistosa
en cuanto a un fin semejante entre ambos, como lo es el bienestar o la
concordia. Vale decir entonces respecto de cómo se funda la amistad,
que puede existir desigualdad de los individuos que establecen el
vínculo, pues son diferentes ya que la virtud y función de cada una es
diferente, por lo tanto también los afectos en cada uno también son
diferentes. Sin embargo no quita el que se necesite de una amistad
entre cualquier tipo de individuo con el fin de lograr la concordia. En
estas clases de amistades cada uno recibe cosas diferentes a las que da,
de este modo en las amistades fundadas en la superioridad, quien es
mejor, debe ser amado proporcionalmente a su superioridad.

En cambio, la igualdad en la justicia es diferente a la igualdad en


la amistad, cuando hay demasiada desigualdad entre dos individuos, por
ejemplo, en vicios, virtud y placeres los hombres no aspiran a ser
amigos, pues esto no trae ningún beneficio a ninguna de las partes,
pero, no existe un límite exacto para definir cuando una amistad es o
deja de ser, pues es subjetivo ya que también como mencionamos
anteriormente hay que considerar la sensibilidad de cada uno de los
individuos para conformar una amistad. La justicia se mide de manera
diferente, en cuanto más amistad hay mayor es la injusticia, ya que es
más grave hacer algún mal a un amigo que a cualquier ciudadano, si
bien comentamos que la injusticia es mayor cuando surge la amistad,
Aristóteles también dice :”es natural que la justicia crezca juntamente
con la amistad, puesto que las dos residen en las mismas personas y
tienen la misma extensión” (pág.338, 1160a), del mismo modo en el
que es menos grave ser injusto con un individuo que no es amigo, la
justicia incrementa con quienes sí son nuestros amigos, pues buscamos
el bien común dentro de una amistad virtuosa. Al buscar la virtud propia
desarrollamos una forma virtuosa para relacionarnos con el otro
individuo, lo cual tiene repercusiones directas en la conformación de una
comunidad, o una sociedad política como tal. De modo que la relación
entre justicia y amistad es inseparable de la sociedad, pues parece ser
que las distintas comunidades en base a los distintos tipos de amistad,
conforman lo que es la comunidad política como tal.

Y estas distintas comunidades son conformadas en cuanto a las


diferencias y conflictos que pueden surgir de la amistad. Aristóteles
reconoce que algunos piensan que hay formas distintas de amistad,
otros opinan que solamente hay una forma de amistad que merece el
nombre de tal; los que opinan que todos pueden tener amigos,
independientemente de su moralidad, mientras que hay otros que
piensan que solamente los hombres virtuosos y buenos pueden tener
amigos (Hombres Justos) y ser amigos de verdad; Otras personas tiene
la noción de que la amistad se basa siempre y solamente en el interés y
en la utilidad, mientras que otros piensan, por el contrario, que una
amistad interesada no sería verdadera amistad ni debería, por ende, ser
considerada como tal y así sucesivamente. Esta subjetividad de
opiniones pone en claro manifiesto, en que la palabra 'amistad' no es
una unilateralidad, sino que posee distintas significaciones y se aplica a
distintos tipos de relación afectuosa. No obstante, la palabra 'amistad'
posee un cierto núcleo significativo común que, en principio, es aplicable
a todos los tipos de amistad, y que incluye los rasgos siguientes. En
primer lugar, la amistad se define por el ​querer.​ Ahora bien, ​no toda
forma de querer es propiamente amistad:​ en rigor, no puede hablarse
de amistad cuando el querer se dirige a objetos inanimados y a
animales, a pesar de que en estos casos utilizamos a menudo la palabra
“amigo”, En efecto, la amistad exige un querer mutuo, ​recíproco y,
además, que sea ​conocido y reconocido por ambos​, por ambas partes.
Si el querer no es recíproco, o si una o las dos partes desconocen la
reciprocidad de su querer, no cabe hablar de amistad en sentido
estricto.

Entonces, en cuanto a las condiciones que se requieren para tener


una buena disposición de amistad, es muy importante tener en cuenta
también la benevolencia, esta implica que el individuo, por el solo hecho
de ser virtuoso, debe hacer el bien por el otro en todo momento sin
importar si el es justo conmigo o no, pues esto implicaría un buen
desarrollo de la vida en comunidad, y más importante aún para el
desarrollo de la concordia, que según Aristóteles es por lo que debe
regir una sociedad. En este sentido se instalan inmediatamente el
concepto de bienhechor y por el contrario, el favorecido, que implica la
relación de que en cuanto el bienhechor actúe con virtud para con los
demás, el otro adquiere la condición de ser favorecido pues está siendo
receptor del bien común. Es por esto que Aristóteles habla de concordia,
como una amistad civil, que relata de la sociabilidad del hombre que
cobra sentido en la vida comunitaria, e intenta referirse a una paz o
armonía entre los individuos basada en una amistad civil. Esto quiere
decir que en cuanto a las necesidades de una sociedad, destaca el que
en base a ser virtuosos, debe contar con un proyecto de vida que hace
partícipe a todos lo ciudadanos. Si un ciudadano es virtuoso, obra bien,
y tiene una amistad civil con los demás, implicaría un fin ético en cuanto
a que la polis funcione como un proyecto que facilite la realización de la
vida contemplativa de cada uno de los individuos, así como la realización
de la sociedad en concordia misma, pues esta es la consecuencia
principal de la justicia en la comunidad, que va a privilegiar tanto el
bienestar social como el individual.
Sin embargo, previo a toda conformación de sociedad y más
básicamente a las relaciones amistosas, debe existir un amor propio en
cada individuo y respecto de este, Aristóteles distingue dos tipos de
amor a sí mismo. De una parte está el amor a sí mismo que consiste en
capturar para uno mismo lo máximo posible en cosas tales como el
dinero, los honores y los placeres, en otras palabras, en una vida
entregada a la satisfacción de la parte irracional de nuestra naturaleza.
Este es el modo en que la mayoría entiende el amor a sí mismo, y
pensando en esto afirman que quererse a sí mismo es malo y
reprochable. Por el contrario, si alguien se concentrará en actuar
siempre virtuosamente, presentándose con lo que es noble y bueno,
obedeciendo y dando satisfacción en todo a la parte superior de su
naturaleza, nadie diría que es egoísmo ni lo censurara por ello. Y aun
así, se trataría realmente de amor a sí mismo, en la medida en que "él
mismo" se identifica con la parte más noble de su naturaleza. A partir de
estas consideraciones Aristóteles concluye que hay dos tipos de "amor a
sí mismo" que son tan diferentes entre sí como lo son el vivir de acuerdo
con la razón y el vivir de acuerdo con las pasiones.

En síntesis del tema, Aristóteles fundamenta la amistad como una


relación de afecto necesaria entre todos los individuos de una
comunidad, más aún, esta facilita el desarrollo de la justicia, y por tanto
la realización de la felicidad de cada una de las personas. Es entonces la
amistad una virtud en relación total con la ética, que a través de la
concordia o amistad civil nos permite aspirar a la vida contemplativa de
cada uno de los individuos, así como a la vida social en armonía.

CONCLUSIÓN
Finalmente, podemos decir que para Aristóteles, la vida social no
solo implica una serie de reglas o normas de justicia que la hagan
posible, sino que consta también éticamente de una disposición interna
y volitiva en relación con el otro de manera que se involucren los afectos
de los individuos. Por esto, vivir en sociedad, requiere de una armonía
con el otro, el tratar de ser virtuoso implicaría en consecuencia la
justicia misma que privilegie la coexistencia de todos bajo un proyecto
común que facilite la vida social, así como el desarrollo y reconocimiento
de la felicidad de cada individuo.
Pero en cuanto a la actualidad, ¿De que respecta la necesidad de la
amistad en las relaciones sociales?
De todo lo anterior podemos desprender que la amistad en la
actualidad cae en un vínculo de semejanza, ya que no soy amigo de
alguien que es completamente diferente a mí ¿no?. Sino que tiene que
haber un término en común;Ya sea de gustos, consumos, códigos o
ideologías con un fin único de proyecto que es la felicidad de cada uno.
Debido a esto, la amistad cae en una relación de ida y vuelta o
reciprocidad entre un “yo” y un “otro”; es acá donde hay que hincar el
diente, ¿en donde ponemos el énfasis en el “yo” o en el “otro”?¿no
estaré a caso imponiendo un “yo” en el otro para formar una amistad?;
Si nos enfocamos en él yo, diríamos que amigo, me escucha, me
entiende, me entretiene, me, me y me, siempre en un acto de
contención propio, pero si ponemos la vista en el “otro” se deriva en un
despliegue del desarrollo propio, entonces alargando la
argumentación,si la amistad es semejanza ¿Quien asemeja a quien? en
este caso siempre habrá una persona que está imponiéndose.
Aristóteles diría que sería la virtud quien debe imponerse en ambos,
pero en la actualidad esto parecería irrealizable. En cuanto a la
reciprocidad, pareciese siempre que tal vínculo se ve influenciado por lo
que el otro es en sí mismo y no por lo que el otro me da, a que no debe
haber ganancia en el término más económico, sin embargo, en la
actualidad la reciprocidad significa una transferencia constante de
utilidades o intereses. En otras palabras la multitud ya no tiene amigos
sino intereses y con algunos de estos intereses posee algo de afecto.
Por último, Aristóteles dice : “la verdadera amistad no existe mis
verdaderos amigos” (Aristóteles, Física. Libro VII. ed. Gredos)

Bibliografía:
-PENSAMIENTO, vol.66(2010),núm.247( II.Aristóteles)A.Quero, sobre el ser del
amigo (pp.5-33)
-Ética a Nicómaco, Aristóteles(Libro VIII Y IX) E.GREDOS

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