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Comunicado de prensa

Familia de Odo n Mendoza Soto

N° 14
2 de septiembre de 2019

“¡Demasiado tarde! ¡Demasiado tarde! La verdad llega siempre demasiado tarde porque camina más
despacio que la mentira. La verdad anda a paso lento.” (Maryse Condé, Yo, Tituba, la bruja negra de
Salem).

El jueves 2 de septiembre de 1999 en la tarde, Odón fue convocado a la PTJ (Policía Técnica Judicial,
hoy en día FELCC) para, como le dijeron, ampliar su declaración que había hecho respecto al asesinato
de la niña Patricia Flores. Y fue el momento, en que su vida quedó destrozada.

Él iba tranquilo, no podía saber que los policías habían recibido, el día anterior, dos informaciones que
los ponían en apuros: que el gobierno, conmocionado como todo el país y en alerta ante las marchas
en la sede de gobierno, les había dado 24 horas para encontrar al culpable. Y, que la autopsia de ley,
realizada al finalizar la tarde de aquel miércoles, había determinado que el crimen había ocurrido unas
72 horas antes, es decir el domingo, 29 de agosto.

De inmediato, los investigadores supieron que no podían resolver el caso – los resultados de la
autopsia, realizada por dos médicos forenses fueron contundentes. La niña no podía haber sido
victimado el día en que, según la denuncia de sus padres, había desaparecido.

En el primer cuerpo del expediente se puede evidenciar cómo, casi de inmediato, empezaron las
manipulaciones. El protocolo de levantamiento de cadáver nos da unas pistas importantes, puesto que
es un documento que tiene que ser llenado rápidamente y sin mucho espacio para armar escenarios
que nada tienen que ver con la verdad y mucho con algún tipo de tráfico de influencias.

Podemos ver, por ejemplo, que la data de la muerte es de 72 horas aproximadamente, anticipando la
data de la autopsia de ley. Según estos datos, la niña Patricia habría fallecido entre la noche de sábado
a domingo y la tarde del domingo – un horario en el cual Odón estuvo en el albergue donde vivía y fue
visto por varios testigos. Los investigadores lo sabían ya que habían interrogado a los integrantes y que
hay la declaración de dos de ellos en el expediente.

Entonces, suponemos que, en la mañana del 2 de septiembre de 1999, la PTJ tomó la decisión de
sacrificar a Odón Mendoza – que ese hombre iba a resistir los casi 10 días en que lo secuestraron y
torturaron, que nunca iba a admitir algo que no cometió, esto fue una muy mala sorpresa para ellos. Y
entonces, decidieron destrozar su vida de una vez.

Sin embargo, 20 años más tarde, seguimos luchando, familia y amigos, y nada nos hará renunciar hasta

QUE SE HAGA JUSTICIA DE VERDAD

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