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Homosexualismo, una mirada divergente.

Laura Melisa Pacheco Gil


Yurays Patricia Ríos Paternina
Agosto 2019

Fundación Universitaria Clareretiana


Curso Perspectivas Psicosociales.
Homosexualismo, una mirada divergente.

La homofobia es definida como la “aversión hacia la homosexualización a las personas

homosexuales” (Real Academia Española, 2018), y se puede evidenciar a partir de una serie de

conductas de rechazo, repudio, censura, aislamiento y castigo por parte del poder hegemonico

que ejerce el heterocentrismo cultural y social.

La película Philadelphia (Demme, 1993) enmarca una clara muestra de los prejuicios sociales

y la severidad del pensamiento inflexible ante una variante a la ideología heterocentrista,

refiriéndonos al caso de un individuo que experimenta en carne propia la marginación dentro de

su campo laboral en relación a su condición de identidad sexual, embozado en una supuesta falta

a sus responsabilidades como empleado, siendo relevado de su cargo y su relación con la

compañía para la que trabajaba.

Andy Beckett personificado por Tom Hanks es un joven abogado prodigio caracterizado por

su profesionalismo y gran capacidad de manejar casos de gran magnitud y complejidad, sin

embargo su realidad sexual lo llevan a vivir un caso de discriminación a razón de ser

homosexual y ser portador de una enfermedad crónica como el VIH sida, siendo este un caso

donde se vulneran los derechos fundamentales la película se centra en la lucha por impartir

justicia y garantizar la integridad del ser humano frente a actos de quebrantamiento de los

derechos fundamentales

El derecho a no ser objeto de discriminación figura en la Declaración Universal de Derechos

Humanos (art. 2) y los tratados internacionales fundamentales de derechos humanos, como el

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art. 2) y la Convención

sobre los Derechos del Niño (art. 2). El artículo 26 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos garantiza la igualdad ante la ley, al disponer que los Estados deben prohibir

la discriminación. (Naciones Unidas (ONU), 2011, pág. 7)

Por consiguiente es pertinente hablar de la percepción social a las personas LGBTIQ como

una construcción de símbolos culturales a típicos o divergentes a lo tradicional, a lo aprendido

por modelado y al discurso hegemonico autoritario, sobre una Matriz Heterosexual como lo

define Butler

Para Butler, tanto la sexualidad canónica, hegemónica, como la transgresora,

“ininteligible”, se construyen mediante la performatividad, es decir, por medio de la

repetición ritualizada (iteración) de actos de habla y de todo un repertorio de gestos

corporales que obedecen a un estilo relacionado con uno de los dos géneros culturales. Esta

repetición ritualizada no es opcional, sino que se basa en un discurso regulativo, una

exigencia constante del entorno, encaminada a “producir aquellos fenómenos que regulan y

constriñen” la conducta en relación con la identidad sexual. Cuando se produce el resultado

esperado, tenemos un género y una sexualidad culturalmente considerados congruentes con

el sexo del sujeto (Castellanos, 2010, pág. 88)

Así mismo las conductas que se desarrollan por fuera de estos paradigmas sociales son

sancionadas y sentenciadas sobre un régimen de condena y en dados casos de violación de los

derechos fundamentales y la humanidad del ser.

El castigo social ha llevado a las comunidades a revelarse en contra del imperio

tradicionalista y esta disputa enmarca la contienda por la incorporación y el reconocimiento en

temas político, derechos jurídicos e inclusión social:


“No sería una lucha de carácter identitario; tampoco una lucha por la normalización o el

reclamo de tolerancia (se tolera lo que no se soporta, lo que no se desea que exista: se

tolera el dolor, la guerra, la enfermedad, etc.), sino una lucha por el respeto pleno (se

respeta lo que se le concede calidad de digno, lo que se reconoce como respetable), por el

reconocimiento de la diferencia y la diversidad sexual –derecho a la diferencia, no

diferencia de derechos. (Duque Acosta, 2010, pág. 90)

Finalmente el panorama actual nos lleva a reflexionar acerca de nuestro actuar, de la forma

como vemos las diferencias, de cómo no temerle a aquello que no entendemos, y de vivir en un

mundo donde las diferencias cada vez están más marcadas por la subjetividad del hombre.
Trabajos citados

Castellanos, G. (2010). Determinación y libertad en la construcción de las subjetividades subordinadas y


colectividades politizadas. En D. I. Grueso, & G. Castellanos, Identidades colectivas y
reconocimiento (pág. 12). Cali: Universidad del Valle.
Demme, J. (Dirección). (1993). Philadelphia [Película].
Duque Acosta, C. (2010). Judith Butler y la teoría de la performatividad de género. Revista de edicación y
pensamiento, 17, 90.
Naciones Unidas (ONU). (2011). Leyes y prácticas discriminatorias y actos de violencia cometidos contra
personas por su orientación sexual e identidad de genero. Informe del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los derechos humanos., Concejo de derechos Humanos, Viena.
Real Academia Española. (2018). Diccionario de la lengua española. Recuperado el 24 de Agosto de
2019, de https://dle.rae.es/?id=KbVHzwk

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