Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
MAESTRIA EN PEDAGOGÍA
TEORIA EDUCATIVA
ASESOR MTRO. LIBORIO AVILA ORTÌZ
En la escuela normal nos preparan para ser docentes desde diversas teorías educativas y pedagógicas,
muchos autores que leer y analizar que nos dicen como actuar en el aula con un grupo de alumnos con
ciertas características según su desarrollo físico y psicológico, ya sea en contextos rurales o urbanos,
todo con descripciones generalizadas, en muchos casos, teorías ubicadas temporalmente en muchos
años atrás, en las cuáles casi todos los aspectos de la sociedad son totalmente diferentes, pero que dotan
de ciertos conocimientos para no ir a nuestros primeros ensayos (prácticas de un día o dos, de un par
de semanas o por ciertos periodos) “en blanco”.
En los primeros acercamientos, como estudiante de docencia, a una escuela o a una jornada llena de
procesos de enseñanza y aprendizaje, lo primero que se puede hacer es observar con detenimiento lo
que pasa, son miles las cosas que pasan y uno solo puede apreciar algunas de ellas, reflexionarlas y
contrastarlas con toda aquella teoría que nos ha dado la escuela formadora y comenzamos a darnos
cuenta que mucho de lo que sucede en la realidad, apenas es mencionado en todas las lecturas hechas
en nuestro aprendizaje áulica en la escuela formadora, lo que sucede en una escuela es mucho más de
lo que se puede expresar en forma escrita.
Después de ser un estudiante normalista, uno se convierte en un docente novato con muchas ganas,
visiones, planes para ser “el mejor maestro” y cambiar la forma de enseñar, la forma de comunicarse
con los alumnos, la forma de ambientar el aula, en fin, cambiar al mundo. Y entonces al enfrentarse
totalmente a la realidad educativa te das cuenta que el que principio tiene que comenzar a cambiar eres
tú mismo.
Las teorías estudiadas, analizadas y debatidas, solo son una base para el largo aprendizaje del saber
pedagógico, ya que todo esos saberes adquiridos durante la formación docente tendrán que ser
adaptados a los que los alumnos, el contexto, los padres, el currículo y tus propios ideales te demandan
para que la práctica sea exitosa y efectiva, enriqueciendo el quehacer diario y surgiendo la necesidad
de nuevas teorías de una teoría propia, llena de hipótesis, así como de mucho ensayo y error.
Inmediatamente se continua en el proceso con una reconstrucción de la práctica o quizá con un nuevo
diseño de práctica, mediante el ensamble holístico de teorías y de experiencias que transforme nuestro
saber pedagógico en uno mejor, entonces está nueva o transformada hipótesis se lleva a la
implementación, para validar y comprobar su eficacia y eficiencia para llegar a los objetivos esperados
y volver a comenzar ya que este proceso es continuo y permanente en el quehacer educativo.
Un instrumento que es valioso para poder llevar a cabo el proceso de investigación acción es el diario
de campo o diario del docente en el cuál se hace un escrito sistemático de lo que diariamente va
ocurriendo dentro y fuera del aula, pero que e realidad la mayoría de los docente no realiza ya que
requiere de tiempo extra, la mayoría de las veces la valoración y reflexión de la practica solo se hace
de manera oral, con algún compañero o de forma personal, es por ello que mucho saber pedagógico se
encuentra perdido, por lo anterior, en nuestro país (México), actualmente el objetivo de las sesiones
mensuales de CTE (Consejo Técnico Escolar) es llevar a cabo ese análisis de las prácticas y que no se
pierda tan fácilmente y sea de apoyo para toda las comunidad escolar.
Como conclusión, puedo decir, que el quehacer educativo, es un proceso de aprendizaje tanto para el
docente como para los alumnos, ya que en las aulas un docente se convierte en un actor- investigador,
que, si bien es el facilitador o el guía, es el que más aprende día con día implementando analizando,
valorando, evaluando, transformando y sobre todo mejorando su práctica docente, es decir su saber
pedagógico.