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ISSN: 2451-6708
E
Emma Barrandéguy
xiste una clase particular de escritores: aquellos
que se hacen conocidos a mayor escala cuando
atraviesan la tercera edad. Tal es el caso de Emma
Barrandéguy, que fue conocida y leída por muchos
a partir de la publicación, en 2002 del libro Habita-
ciones en la colección Aquí me pongo a cantar
dirigida por María Moreno. Parecido es el caso de
Aurora Venturini, para dar otro ilustre nombre, que a
pesar de su extensa obra, fue leída por muchos recién a los 85
años, tras ganar el Premio Nueva Novela del diario Página/12.
N
o hay dos cosas que sean más con la “crítica” y ya no aludía ni remotamente al La teoría literaria proponía el revés perfecto de
diferentes que las que se parecen “bien decir y escribir” del manual de Calixto lo que había dictado aquel libro de fines de
en un primer vistazo. El lenguaje Oyuela, sino que convocaba a una combustión siglo. El manual de Oyuela ofrecía técnicas de
siempre se ocupa de ponerlo en de saberes –desde la semiótica a la filosofía y disciplinamiento en materia de la lengua y
evidencia. La primera vez que se desde la sociología al psicoanálisis– para literatura, mientras que el curso de Ludmer
imprimieron juntas en el país las estudiar la literatura. ofrecía la tecnología para descomponer cuanto
palabras “teoría literaria” fue en había en esas órdenes.
1885, en la portada del manual Desde entonces, se organizaron grupos de
que Calixto Oyuela (1857-1935) preparó para la estudios, circularon artículos y libros que se El seminario venía a decir que la idea de
escuela secundaria. Además de poeta laureado, incorporaban –a veces de manera subrepticia– a “escribir y decir bien” se edificaba sobre un
gestor cultural y diplomático, Oyuela era los listados de la bibliografía de las materias conjunto de valores sobre la vida social que
profesor del Colegio Nacional de Buenos Aires tradicionales en las facultades de Letras; pero eran impuestos, aunque se pretendían natura-
y su libro fue durante décadas lectura obligato- esa “teoría literaria” recién obtuvo título de les: valores de una parte que dejaban en
ria para los estudiantes. Las dos palabras, cátedra universitaria en 1985, con el primer sordina a los que sostenía otra parte de la
“teoría literaria”, superaron los rigores de ese seminario dictado por Josefina Ludmer en la sociedad, los que confinaba a ser los que
curso y tomaron distancia cada vez más pronun- Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Es decir, “escriben y dicen mal”. La situación se hace
ciada en el siglo XX. Sobre todo a partir de los un siglo después del manual de Calixto Oyuela, palpable si pensamos en el contexto en que
50 y los 60, en que la “teoría literaria” se fundió y este año se cumplen exactamente treinta años. circuló el manual, las décadas de ebullición de
la inmigración masiva. El libro de Calixto También Borges mostraba el alcance de los años por su poema “Al arte”, y que el jurado
Oyuela se arrogaba, desde el interior de las efectos de un “modo de leer” cuando sostenía estuvo presidido por Nicolás Avellaneda, quien
clases, la defensa ante la amenaza extranjeri- que, si el libro nacional hubiera sido Facundo y había sido Presidente de la Nación y rector de
zante que escribía mal porque decía y pensaba no Martín Fierro, la historia del país habría sido la Universidad de Buenos Aires. Se subrayaba
mal; es decir, se trataba de una visión parcial, otra. Exageraba buscando provocar pero, más también la función docente de Oyuela en la
pero la exponía como si fuera única y objetiva. allá de eso, ¿quién podría predecir el alcance enseñanza secundaria y universitaria. No se
El fundamento estaba en la homologación entre de un “modo de leer”?, ¿con qué medida hacía mucho hincapié, sin embargo, en la
pensamiento y lenguaje, que celebraba en las calcularlo, si la lógica que podría medirlo se posición bastante más que conservadora que
páginas del manual: “Por esa unión se ha dicho conforma en ese mismo espacio? había asumido desde la presidencia del
hermosamente que el que habla tiene pensa- Ateneo, la sociedad artística fundada en 1892,
miento en los labios, y el que piensa, palabras Las palabras son caballos de Troya, conllevan ante el viento renovador de Lugones que
en la inteligencia”. Resultaba objetiva la siempre otras fuerzas en su interior, concentra- sacudió las levitas y los cisnes ebrios de Rubén
correspondencia entre lenguaje y pensamiento, dos de ideas y conceptos; es decir, son armas Darío que no vacilaron en ensuciarlas, cuando
pero ¿qué era eso de hablar “hermosamente” o para otro tipo de ejército. No hay palabras Buenos Aires se convirtió en capital del moder-
el reconocimiento de que había “pensamiento inocentes, ni palabras culpables; creer lo nismo, el movimiento literario surgido en
en los labios” sino el escamoteo de una contrario sería disimular la evidencia de que América Latina y que abrió las posibilidades a
posición ideológica? todas las palabras están cargadas. las vanguardias. Es que el diario, literalmente,
escribía conociendo “las noticias de mañana”
En la primera clase de su seminario, Josefina II –era 1957 y hablaba de medio siglo atrás– y
Ludmer expuso la necesidad de descomponer A principios de febrero de 1957, La Nación ciertos dichos sobre lo extranjerizante, después
lo que definió como “modos de leer”: esas publicó una nota al cumplirse el centenario del de la primera ampliación de la ciudadanía y el
distintas maneras de entender y valorar la nacimiento de Calixto Oyuela, que había yrigoyenismo, habrían sonado ridículos. La
literatura que sin anunciarse circulaban entre fallecido veintidós años antes. Entre otros nota, aun así, expresaba los lineamientos de ese
los discursos del periodismo, los profesores, aspectos de su trayectoria, el diario destacaba mismo “modo de leer” al resaltar cuál había
las editoriales, los comentaristas radiales, los que había sido galardonado a los veintisiete sido una de las mayores preocupaciones de
vendedores de libros, los críticos, los bibliote-
carios, los talleristas literarios, los escritores…
Todas eran visiones que se cruzaban en la
escena pública y trataban de imponer un
sentido. Una de las tareas fundamentales de la
teoría literaria, decía Ludmer, era reconocer
los “modos de leer” y desmontar sus funda-
mentos. “Uno podría decir –subrayaba– que
distintos grupos de una sociedad, incluso
distintos grupos sexuales, generacionales, etc.,
tienen modos distintos de leer, aunque tal vez
desde la escuela primaria les hayan inculcado
un sólo modo de leer, un único modo de
pensar la literatura”.
Calixto Oyuela. “Quiso –decía La Nación– que revista Contorno: Ramón Alcalde, Noé Jitrik y entonces, continuó en esa línea, no ya leyendo
hablásemos como escribimos, que el ‘tú’ fuese David Viñas, entre otros. El grupo de Contorno de qué manera lo gauchesco era el cuerpo
‘tú’ y no ‘vos’ en la conversación lo mismo que estaba en las antípodas, digamos, de la manera físico de la política nacional, sino interpretando
entre las páginas redactadas”. Y explicaba: en que concebía la literatura y la cultura la otros mapas, el de los relatos que hacemos y las
“Llevó adelante verdaderas campañas desde su revista Sur. Inspirados en Jean-Paul Sartre, cosas que contamos en la cultura nacional, en El
sitial de presidente de la Academia Argentina proponían discutir la literatura argentina en su cuerpo del delito. Un manual (1999). Y después,
de Letras”. Lo que parecía una sencilla cuestión situación histórica, lo que convocaba al diálogo Aquí América Latina. Una especulación (2010),
de pronombres era la puesta en juego de una de cada texto con su particular “contorno”. Aun donde leyó el presente como un tiempo en el
política de la lengua, o mejor, una política tan sin mencionarlo en esos términos, buscaban que se disuelven los límites entre las cosas y
decisiva que actuaba en el ámbito de la lengua. “descongelar” los “modos de leer” con los que los relatos, sobre todo entre la realidad y la
se había escrito la historia de la literatura ficción, lo que volvía improcedente, por
Pero esa parte del comentario revelaba otro nacional, ese gran relato incorporado dentro de ejemplo, la pregunta acerca de si los reality
aspecto: que los “modos de leer” persisten más otro mayor, la historia argentina. shows se guionaban sin incorporar otra: ¿Quién
que los problemas que suelen hacerlos visibles. y de qué manera estaba guionando la realidad?
Porque el diario no se refería al asunto como Sin duda que la experiencia de Contorno fue el ¿Quedaba algo afuera de esa ficción?
cosa cerrada, lo actualizaba. Ya no eran los nodo que posibilitó el desarrollo de la nueva
inmigrantes europeos los que “escribían y teoría literaria en el país. El desafío no era Ludmer, en el seminario de 1985, les decía a los
decían mal”, otros habían ocupado el lugar de poco, escribir lecturas propias en pleno alumnos que al reconocer “un modo de leer”
excluidos y era preciso el disciplinamiento. momento de expansión hegemónica de la había que formularle dos preguntas para
Cuanto más inadvertido pasa un “modo de teoría y crítica literaria francesa. La teoría definir sus fundamentos: ¿qué se lee allí? y
leer”, menor es el resultado de la crítica en esa literaria debía encontrar su propia inscripción ¿desde dónde se lee? “Ustedes saben que la
sociedad, porque quiere decir que no ha en la discusión de la cultura nacional. Ya no era literatura, del mismo modo que la pintura y el
podido “descongelarlo”. cuestión de diseñar un puente que uniera los cine, es como un telón, como un test proyectivo,
dos continentes –la literatura y la historia–, o sea, uno puede ver cualquier cosa. En la
El año en que se publicó esa nota sobre Calixto había que superponer los campos, igual que se literatura, se puede ver lo que se desee”, decía
Oyuela, Josefina Ludmer era una joven yuxtaponen dos tipos de mapas –el físico y el convocando a pensar más, a buscar la propia
estudiante universitaria de la carrera de Letras, político, por ejemplo– de un mismo territorio. vuelta para nuevas preguntas. Era casi imposi-
en Rosario. Empezaba a acercarse a la crítica a ble no aceptar la invitación, y afortunadamente
través de un grupo de intelectuales unos años Fue lo que Josefina Ludmer realizó en el libro aún hoy sigue siendo irresistible su propuesta a
mayores, profesores de una nueva generación que terminaba de preparar mientras dictaba el la reflexión, que siempre está muy lejos de todo
que viajaban semanalmente desde Buenos seminario del 1985, El género gauchesco. Un manual, que se abre al camino donde se
Aires a dictar clases y que habían fundado la tratado sobre la patria (1988). A partir de escriben las libertades. LBA
EL RÍO
COMO SACRALIDAD Y ULTRAJE
Un recorrido por algunos de los grandes poemas sobre los ríos argentinos, emblemáticos y fundacionales en más de un
sentido, permite al autor de esta nota reflexionar sobre el papel histórico y simbólico que las aguas de estas tierras
han tenido en nuestra conciencia colectiva.
“Reconstrucción del retrato de Pablo Miguez”, escultura de Claudia Fontes en el Parque de la Memoria | Foto: Rafael Calviño
Porque no era fácil definir el halla en Lavardén quien, en 1801, más de un fisiocracia, un poeta del economato de la
cambiante color de un río, para el Río de la siglo antes de Lugones, retoma “la Argentina”, naturaleza, un cultivador al que hoy llamaría-
Plata se optó por un intermediario. Se le en lo que ya era un nombre poético de sobre- mos partidario de la agroindustria, si no fuese
entregó esa ardua comisión a la piel de un vuelo, pero él lo reafirma, y de ese modo que están las diosas como Ceres (queda en
animal. El “gran río color de león”, con que colabora con la extensión del gentilicio, hoy en Santa Fe una ciudad de ese nombre), hija de
Lugones menciona al río en su poema “A nuestro complaciente poder. Se iba haciendo Saturno, madre de Proserpina, esposa de
Buenos Aires”. El poeta resuelve invocar la habitual en esos territorios nombrados por la Júpiter, y dúctil pedagoga del arte de sembrar
inasibilidad del marrón, su condición inexacta, poesía, que jugaba con el vocablo latino y cosechar las mieses, divinidad de la agricul-
ese ambiguo tono parduzco que parece argentinorum. Ya era hora de decírsele “argen- tura. El Paraná es sagrado río y conductor de
burlón, apenas vecino de los giros castaños y tinos” a los que habitaban allí. tráfico mercantil, además de poseer él mismo,
de las apariciones más inapropiadas de la en su seno, elementos minerales preciosos. Su
ceniza. Lugones le dice “primogénita ilustre Todo este mundo poético contribuía decisiva- historia es la de un amor que actúa por
del Plata” a Buenos Aires, y la mención del mente a generalizarlo entre los habitantes de metamorfosis. Sus diosas, para evitar a Neptu-
león no desea disimular en ningún instante ese territorio del que todavía se ausentaban no, se transforman en yeguas, pero Neptuno no
que la palabra tiene un cometido que en la los nombres que hoy nos parecen inmutables y se desalienta; perseguidor mutante, se trans-
poesía suele definir componentes épicos o recién comenzaban a explayarse. Para ello, era forma él en caballo. El movimiento lavardenia-
por lo menos, un vigoroso zoomorfismo también necesario considerar al “primogénito no del río es un acto de bajada productivo y
mítico. El “color león” corresponde a lo que ilustre del Océano”. Y a Lavardén escucharlo creador, al modo de un riesgo anhelante y
serían meras aguas oscuras, perezosas, un decir “sagrado río”. engendrador: “Baja con majestad, reconocien-
tanto amenazantes. do/ de tus playas los bosques y los antros./
No es difícil percibir cómo Lavardén, a pesar Extiéndete anchuroso, y tus vertientes,/ dando
Escribe Lugones esta poesía en la época en del siempre señalado pendón neoclásico que socorros a sedientos campos,/ dan idea cabal
que célebres tangos ya encomian la ciudad tiene su oda, logra destacar el valor económico de tu grandeza./ No quede seno que a tu
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como una forma no deseada de la ausencia, del curso del agua junto a las deidades excelsa mano/ deudor no se confiese. Tú las
como un espectro al que se le hacen promesas grecolatinas que habitan en su arcaico sueño sales/ derrites, y tú elevas los extractos/ de
y se le confían deseos de redención. Pero la heracliteano. La de Lavardén es la visión fecundos aceites; tú introduces/ el humor
palabra “primogénita” ya es un vocablo que se poética de un agricultor, un economista de la nutritivo, y suavizando/ el árido terrón, haces
que admita/ de calor y humedad
fermentos caros./ Ceres de confesar
En cambio, el arroyo parece hijo del
río, pero es otra clase de entidad
ante las incesantes aguas que corren.
Juan L. Ortiz, que escribió el que LITORAL
no se desdeña / que a tu grandeza lírica, más intimista: “La tarde, ausen- quizás sea hoy el más conocido Selección de Gabriel Caldirola
debe sus ornatos”. cia y fuego, se pierde en los arroyos/ y poema sobre el río, corrige, subleva y y Guillermo Saavedra
allí están, los he visto, unos lacios vierte a un decisivo panteísmo estos
No es difícil reconocer en la oda “A los juncales/ que agravan de sombría delicados planos que le son contem-
ganados y las mieses” de Lugones la delicia y de secreto/ el verdor poráneos. Muchos conocen las De allí navegamos al Rio de
misma intención sacralizante, a la que extendido, la dulzura incansable”. siguientes versificaciones: “Regresa-
le Platta y dimos con una
le agrega la idea tan frecuentada de ba/ –¿Era yo el que regresaba?–/ en
“urna”, que sin duda hace ingresar en Se entiende por qué este arroyo que la angustia vaga/ de sentirme solo corriente de agua dulce (río),
la corriente fluvial del Paraná una tiene como contrapunto unos lacios entre las cosas últimas y secretas./ De que se llama Parnau Wassu
mención étnica: “A través de la pampa, juncos y que, en un sentimiento pronto sentí el río en mí/ corría (Paraná Guazú), y tiene de
un río turbio/ de fertilidad, rueda recóndito, indefinible para la concien- en mí/ con sus orillas trémulas de ancho en la boca, donde deja
silenciosa/ su agua, que tiene por cia ingenua, “agravan de sombría señas/ con sus hondos reflejos ape- de ser mar, una extensión de
modesta fuente/ la urna de tierra de la delicia y secreto” a la propia natura- nas estrellados”.
tribu autóctona”. leza, pertenecen a una forma extraña- 42 millas (leguas) de camino
mente metamorfoseada de la luz. La fusión mística con el río escapa a (Ulrico Schmidl, Viaje al Río
¿Deberíamos ver el mismo empeño de Pero esto es ya Mastronardi, en “Luz la mirada frontal, la del espectador de la Plata).
ubicar el río entre la poética del de provincia”. que le exige a su espíritu ver en las
trabajo y el sufrimiento existencial, en aguas el espejo de la desesperanza,
la conocida composición del jangade- No se desprende una extrañeza la muerte o el misterio profundo del
Muchas arenas del río/
ro de Jaime Dávalos y Eduardo Falú? diferente en “Drama” de Alfonso Sola junco mancillado, que sería entonces
¿Rechazaría tan fácilmente ella ser González: “No subas en esa nave/ la propia condición humana. Ortiz, en corren debajo del agua;/ así,
considerada un eco del Paraná de porque está muerta esa nave./ (…) su conocida torsión hacia cautelosos bajo mis cantares,/ corren
Lavardén? Escrita un siglo y medio Río de peces que gimen,/ ¿adónde irá estados de éxtasis con pinceladas las penas de mi alma
después que el poema de Lavardén, la ese barco sin marino?/ No va hacia miniaturizadas de un naturalista de la (Copla anónima).
“Canción del Jangadero” hace que el donde van/ los navíos./ (No subas en brisa clandestina del mundo real,
Paraná baje y arrastre la jangada esa nave/ que va muerta por el río)”. hace transcurrir el río en su propia
como valor lírico y también económi- Una rara coalición de sentimenta- memoria y lo convierte en un ser
co. Pero ya hay crítica social. El lismo gótico y melancolía román- caminante, en su propio pensamiento Con su pequeña ola y sus
hachero como trabajador lírico del tica acentuada por un hálito “sin orillas”. No hay aquí colores, de remolinos sin salida, iba y
obraje maderero produce “sombras funesto roza el Paraná que mira león u otro animal. Acaso sea esta la venía, con precisión, un
derrumbadas”, en una arriesgada Sola González. forma final del río que mereció la mono muerto, todavía
figura poética del árbol que ya no está apología de los grandes poetas
completo y no descompues-
en pie, replique del dolor sangrante, la Todos estos poetas, contemporáneos argentinos, y que dejaron también
dura vida laboral, la transfiguración de Juan L. Ortiz, ven el flujo del abierta la hendidura que, de tanto en to. El agua, ante el bosque,
del camalote que se revierte en vida y grandioso río, pero lo ven de frente. tanto, hay que sorprender de las fue siempre una invitación
sangre. Como en Lavardén, la invita- Como observadores desde la plani- aguas para seguir pensando, en su al viaje, que él no hizo hasta
ción al río es teogonía mística, música cie, indagando los indecibles voca- interior profundo, cómo y por qué no ser mono, sino cadáver de
ritual del padre río pero, además, blos que intentan ser las frágiles fueron a yacer en ese barro ignoto mono. El agua quería
explotación humana. metáforas de la conciencia del poeta tantos cuerpos ultrajados. LBA
llevárselo y lo llevaba, pero
se le enredó entre los palos
del muelle decrépito y ahí
DOS POEMAS FLUVIALES estaba él, por irse y no, y ahí
estábamos. Ahí estábamos,
por irnos y no (Antonio Di
LUZ DE PROVINCIA PALABRAS A UN RÍO
(Fragmento) Benedetto, Zama).
¿Ya le escribiste al río, ¿nombrarlo ya podrías?
A Eduardo Beracochea
río incesante del más allá?
ayeres convertidos Cuando el banco arenoso
Un fresco abrazo de agua la nombra para siempre; ¿a sus campos que son almohadas en hojas temblorosas
sus costas están solas y engendran el verano. empieza a acercarse a la
de pastizales azules?
Quien mira es influido por un destino suave son ahora superficie, nace el junco, que
cuando el aire anda en flores y el cielo es delicado. ¿nombrarlo ya sabrías? esas imágenes eleva sus hilos de manera de
juntar una apariencia de
La conozco agraciada, tendida en sueño lúcido. un verso vuela, flecha lanzada, de los años llegan
Da gusto ir contemplando sus abiertas distancias, tierra que aún no existe
no para seguir buscando por resucitar
sus ofrecidas lomas que alegran este verso, (D. F. Sarmiento,
apagando agua en tu mente
su ocaso, imperio triste, sus remolonas aguas.
un río El Carapachay).
¿empezaste a nombrar los cielos
Y las gentes de ahora, que trabajan su dicha, caminadores de las costas?
fotos dispersas
los vistosos linares prometiendo un buen año,
las mañanas de hielo, los vivos resplandores,
bajo una luz de lámpara Tristeza me da el ceibal,/
¿a contestar a su reclamo
y el campo en su abandono feliz, hondura y pájaro. sangrando sobre el verano:/
en un anochecer de pajonales al sol azul
–recubre esteros–, si parecemos hermanos,/ en
de la memoria
Las voces tienen leguas. Apartadas estancias pajonales de fin del mundo? el modo de llorar
miden las grandes tierras y los últimos cielos,
anocheceres (Miguel Brascó, “Agua y sol
y rumores de hacienda confirman lo apacible, no lejos de la mano que escribe
y un aire encariñado, de lejos, vuelve al trébol. llegando a las barrancas del Paraná”).
huellas de pies descalzos
a que lo borra
dichosa en la costumbre y en la amargura, digna. –remansado caracol hacia la muerte
hallado entre espartillos– (Leopoldo Lugones,
de tus pasos llega “Delectación morosa”).
Carlos Mastronardi Arnaldo Calveyra
POR / FERMÍN A. RODRÍGUEZ
sobre las escasas huellas que los grandes “la visión idílica” y autocomplaciente que las
ríos han dejado en la imaginación espacial clases medias tienen de sí mismas, supuesta- de Saer, autor de “libros sobre nada” inunda-
de un país que por varios siglos habitó en mente tolerantes y pacíficas hasta que, ante dos de detalles impersonales que cualquiera
sus orillas, comunicándose, comerciando, la suba del dólar o algún conflicto social, que forma parte de una misma comunidad
litigando y batallando por sus aguas. “No reclaman la mano dura que lo arreglaría sensible puede sentir como propios. LBA
POR / TERESA PARODI
LA MÚSICA
El Paraná corre allí en el
fondo de una inmensa hoya,
cuyas paredes, altas de cien
metros, encajonan fúnebre-
INDÓMITO
“A la deriva”).
Un ansia de flores nuevas/
forman tu nombre y el mío;/
por ser mujer sos la tierra,/
y yo por hombre soy río
Para los habitantes del extenso litoral argentino, el río es mucho más que (Aníbal Cufré,
una presencia física. Implica una cultura e incluso una ética, como lo “Anocheciendo zambas”).
AGUAS ABAJO
Alfredo Varela y Hugo del Carril confluyeron en la realización de la película Las aguas bajan turbias donde al igual que en sus
dos antecedentes, uno periodístico y otro narrativo, se abordaba la historia de la explotación obrera en el Alto Paraná. En
este texto se analiza esa trama común en contraste con la mirada sarmientina.
primer orden. podríamos agregar– pero con éxito. Por eso, la por la chance de encontrar “un patroncito un
yerba misma está hecha con sangre y lo que poco menos jodedor” –como dice un mensú en
Primero con la intervención de la escuadra baja junto con ella por el río son cadáveres, El río oscuro–, por la acción efectiva del
anglofrancesa que da lugar al episodio de la los de aquellos que de una o de otra manera Estado pero, más aún, por la lucha colectiva de
Vuelta de Obligado, después con el pronuncia- se resistieron a esa situación. El “río oscuro” los trabajadores. LBA
POR / DARÍO CAPELLI
DESBORDES Y POLÍTICA
El pejerrey del Paraná,
blanco y opulento, es una
magnolia río abajo (Baldo-
mero Fernández Moreno,
“La mariposa y la viga”).
La civilización es resultado, entre otras cosas, de la intervención del hombre sobre la naturaleza.
Allí donde se encuentran
Pero ésta, al igual que los sectores sociales más golpeados por el abuso, suele salirse de cauce, los imponentes ríos,/
como queda aquí señalado. vecinos del dolor y del
espanto de los caucheros y
los leñadores (Raúl Gonzá-
Hay política porque existen los ríos y Foto: Mario Cocchi
lez Tuñón, “Poema de las
islas y el río de la muerte”).
porque, amén de que los gobiernos se esfuercen por
contenerlos, los ríos –pese a todo– desbordan: tal es
nuestra hipótesis.
El río es el coloquio del
Que haya política porque hay ríos no es primicia del trino y la molicie/ cuando
todo y alcanza con decir que, si no existiesen, ninguna
en su lecho andante se
forma de vida sería imaginable. Aun suponiendo
adaptaciones orgánicas a la sal y el yodo de los mares, despereza/ el día, lo
sin ríos no hubiera habido nunca agricultura ni seden- mudable, la inocencia de
tarismo, y difícilmente, por tanto, comunidades ni Dios que no consume/ lo
política. Pero, más allá de que no es posible saber que en su ardor se quema
cómo nos hubiera ido sin el curso de las aguas dulces, (Miguel Ángel Asturias,
es un hecho que los conglomerados humanos florecie-
“Amanecer
ron a la vera de los ríos. Y una fantasía recurrente de los
hombres modernos, sujetarlos a su voluntad: el en el Delta del Paraná”).
entusiasmo humanista del Renacimiento fue fundante
de una conducta política pero además el modo en que,
desde entonces y hasta nuestros días, son pensadas las Nadie olvidó que ella fue
regulaciones del trato social debe incluir, entre otras como el río:/ carita mansa,
cosas, un capítulo sobre las maneras de domeñar un corazón bravío (Juan
torrente. Eduardo Rinesi nos recuerda en Política y
Pueblito, “Leyenda del río”).
tragedia que Maquiavelo y Da Vinci pergeñaron juntos
un proyecto hidráulico que contemplaba el control de
las crecidas del río Arno así como un reencauzamiento
de su flujo que favorecería a la ciudad de Florencia y lo en su doble faz: como cultura y como barbarie; en este sentido Es cosa triste ser río,/ quién
contrario a la enemiga Pisa. pueden considerarse la construcción de diques para la conten- pudiera ser laguna,/ oír el
ción de ríos y la destrucción de los mismos para justificar silbo del junco/ cuando lo
Pero también dijimos que hay política porque, a pesar mecanismos de control poblacional.
besa la luna (Atahualpa
de los esfuerzos por contenerlos, los ríos continúan
desbordándose. Doble interrogante al respecto. Uno: De modo notable, una película argentina abordó el tema de los Yupanqui, “Tú que puedes,
¿por qué nuestra especie está empecinada en enseño- desbordes fluviales y la política: Los inundados de Fernando vuélvete”).
rearse sobre la naturaleza? Y por otro lado: dado el Birri, basada en un relato homónimo de Mateo Booz. Por su
fracaso de la quimera (pues siempre algún río tema –el uso político de los desmadres del río Salado–, el film
rebalsa), ¿por qué diríamos que en virtud de ello cuadraría en lo que desde una sensibilidad televisiva llama- Que no te falte nada, ni un
–a esa victoria de la naturaleza sobre lo humano– mos drama. Y no: Los inundados es una representación satírica canto de zorzales,/ ni la
hay política? de las penurias populares para sobrevivir. Candidatos en
podrida fruta, ni el negro
campaña, de signos ideológicos enfrentados, compiten por el
En una conferencia radial sobre los desbordes del voto de quienes han perdido sus viviendas y acampan ahora en caracol/ con su inmundo
Mississippi, Walter Benjamin dijo de aquel río que un terraplén ferroviario en pleno centro de la capital. Asimis- secreto que al sol es
parecía nunca estar a gusto en su cauce. No es eso, de mo, no pueden perder el apoyo de los sectores medios urba- tornasol,/ ni tu íntima
todos modos, lo que llamaba su atención sino la nos que ven aquel cantón como una incrustación que los afea. pobreza de ranchos sosteni-
planificación de cierta obra destinada a evitar que sus Los inundados, por su parte, juegan con los candidatos y los dos/ en lo alto por estacas,
crecidas aneguen la ciudad de Nueva Orleans en la apoyan o no, según sus conveniencias. Siguen en esto a su
ni tus líquidos ruidos,/ tus
desembocadura. referente barrial, el cambiante Dolorcito Gaitán, personaje
desopilante interpretado por el actor circense Pirucho Gómez.
sapos y murciélagos que
¿En qué consistía la empresa? Nada menos que en El agua les llevó todo, pero el desamparo es compensado por estremecen tus noches/
destruir lo que en épocas anteriores los propios el interés proselitista de las fuerzas políticas en pugna. Así, tibias como invernáculos, ni
hombres y sus instituciones habían erguido para comida y ropa llegan a los inundados sin requerir de ellos los tu ausencia de coches
reforzar las márgenes del Mississippi: dinamitando las esfuerzos vanos que deben realizar cuando habitan el ranche- (Silvina Ocampo, “Plegaria
construcciones que se extendían río arriba sobre cada río ribereño. En la ciudad, los inundados están mejor que en de una señora del Tigre”).
una de sus veras, el caudal drenaría hacia los costados sus taperas. La política, entonces, deviene humus para la
en caso de crecida. Pero en abril de 1927, la crecida truhanería de los pobres y Birri, en buena hora, no las somete a
fue tan desmesurada que, ya sin contenciones a sus juicio moral: su decisión estética es representarlos mediante
lados, el río terminó sumergiendo poblaciones rurales los procedimientos de la literatura burlesca que demuestran la ¡Jangadero!... ¡Jangadero!.../
enteras: precio que el gobierno consideró justo vitalidad de un pueblo cuando afirma los valores del querer mi Destino sobre el río es
hacerles pagar a las aldeas de agricultores y los vivir aun en situaciones de frustración o de muerte. Horacio derivar,/ desde el fondo del
barrios pobres de Missouri, Arkansas, Kentucky y González consagró un libro a estos temas: La ética picaresca. obraje maderero/ con el
Tennessee, con tal de que la ciudad comercial ubicada Recordamos de aquellas páginas apenas estas líneas dedica- anhelo del agua que se va
en el delta, con su puerto y sus bancos, se salvase de das al Lazarillo de Tormes: “El hambriento desarrolla sus
artimañas para comer pero simultáneamente debe elaborar
(Jaime Dávalos,
la catástrofe. El resultado de aquello fue una todavía
más agresiva intervención de los poderes políticos una ficción social, una identidad honrosa (…). La lucha por la “Canción del jangadero”).
para evitar una virtual guerra civil que no hubiera alimentación está inmediatamente ligada a la lucha por una
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hecho más que aumentar los horrores del desastre: identidad”. No hay palabras mejores para referirnos a Los
cincuenta mil embarcaciones movilizadas, yates de inundados. O sí: las del propio Dolorcito cuando, ante exigen-
lujo confiscados para tareas de salvamento y escua- cias de lealtad eleccionaria a cambio de ayuda, suelta una
dras de aviones patrullando durante varios días. pregunta que si no fuera graciosa sonaría a duda hamletiana:
Walter Benjamin ha pensado la experiencia moderna ¿somos o no somos argentinos? LBA
POR / GUILLERMO SAAVEDRA
Escrito a lo largo de varios aproximarse a su objeto, porque no pretende una Con similar recato, se organizan de un modo
admirable todos los planos de la escritura del
años a partir de 1959, cuando Juan L. Ortiz se épica oficial ni un pastiche costumbrista sino la
encontraba en plena madurez y había ya produci- reinvención del paisaje por obra de la palabra poema.
do una obra considerable, El Gualeguay, con sus como única posibilidad de reactualizar una
más de dos mil seiscientos versos imprescindi- experiencia: la suya como habitante de la vera del La sintaxis nunca es lineal, siempre está plagada
bles, es un poema pero también un libro. Esta Gualeguay, pero también aquella otra que parece de recursiones y de subordinaciones que van
afirmación debe tomarse con cuidado, en el cifrarse en los rastros epifánicos que el pasado ha demorando la definición de las frases de un modo
contexto de la obra de un poeta que, en cierto dejado, como sedimento arrastrado por el fluir de que evoca la ramificación del río mismo en
sentido, escribió a lo largo de su vida un único las aguas, en un presente continuo que el poema innumerables brazos, recodos y desvíos.
libro conformado por sucesivas instancias que él se impone sostener, cambiante y fugaz, multifor-
mismo se encargó de reunir en esa summa me pero cierto: el presente o, si se prefiere, la El trabajo sobre el aspecto sonoro del poema se
poetica que es En el aura del sauce, acontecimien- realidad del poema mismo, en tanto tal. Como si la da en íntima solidaridad con los dos rasgos
to sin antecedentes y probablemente irrepetible poesía fuese el único modo, o el más honesto, de anteriores: lo que no es nombrado ni plenamente
en el ámbito de la poesía argentina. Pero, más allá actualizar un pasado. afirmado, lo que queda remitido con gran frecuen-
de la necesaria confluencia de todos sus libros en cia hacia atrás y, en algunos casos, hacia el
ese Gran Libro que el poeta publicó en 1971 con El poema todo es como un delgado y casi porvenir de los versos, es sometido también a un
un prólogo de Hugo Gola, El Gualeguay tiene, por invisible hilo de plata capaz de fundir, en su proceso de aligeramiento, de oscura y leve
su intensidad, sus alcances y, paradójicamente, minucioso y susurrado despliegue, el antes en el transparencia por la atenuación de las consonan-
por su autoproclamada e inevitable incomple- ahora, y el ahora en la permanente inminencia de tes más fuertes en beneficio de las que transmiten
tud(1), la unidad y la consistencia de un libro. un porvenir. Esta multiplicidad –y, por momentos, una idea de liquidez, de evanescencia, y por la
simultaneidad– temporal es el correlato de la preeminencia de vocales cerradas o de vocales
¿Qué sucede en este río caudaloso de palabras coexistencia, en el poema, de lo íntimo y lo abiertas con acento agudo.
depuradas por las aguas del lenguaje mismo público: la autobiografía del poeta y la recupera-
que lo hace posible? Una proeza que se cumple ción de un pasado y un presente colectivos. Levedad y complejidad no son, en este texto
de un modo tan imperceptible como el transcu- incomparable, términos contrapuestos sino
rrir del río “real” de la geografía argentina: una Lo que exime al poema de la pesadilla joyceana complementarios. O, para decirlo con las ajusta-
narración en verso o un poema narrativo, de la historia es, precisamente, la “toma de das palabras de Hugo Gola en el citado prólogo a
prodigio de condensación en la extensión. Una partido por las cosas” asumida por Ortiz quien, un la primera edición de En el aura del sauce:
prehistoria geológica de la génesis del río y una poco a la manera de Francis Ponge, realiza un “Tenemos la impresión de hallarnos ante una red
indagación en la eclosión biológica de su esfuerzo extremo por abandonar el punto de vista de palabras, delicada y precisa, aunque aérea,
entorno de seres vivos, y también una suerte de humano para asumir el punto de vista del paisaje. semejante a esas inmensas construcciones que
memoria de la región –y, a través de ella, del Ortiz, como su admirado John Cage, parece las arañas pacientemente entrelazan, pero
país todo– de resonancias históricas, antropoló- ignorar deliberadamente la oposición moderna destinadas esta vez a registrar la música del
gicas, económicas, sociológicas, míticas y entre arte y naturaleza para proceder como si mundo y el lastimado grito del hombre”. LBA
DOSSIER 14
religiosas. Todo ello, sin perder en ningún ambos fuesen la misma cosa o, al menos, se
momento la concentración, la ambigüedad y la implicasen mutuamente sin conflicto. Lo que (1) El extenso poema termina, quizás irónicamente
multiplicidad de significados que puede espe- suscita el conflicto, lo que hiere irremisiblemente o con la certidumbre de que un texto de tal
rarse de la poesía más elaboradamente lírica. la armonía del paisaje es justamente la incisión en naturaleza es decididamente inacabable, con la
Ortiz no abandona jamás el impulso lírico para él de la historia. indicación:“(Continuará)”.
POR / ELVIO E. GANDOLFO
enfoque del “verso” para seguir con por ejemplo, tenían que seguir con cierto cada una de las dos (más marrón la dulce).
ellas. Era tan directo e irreductible como cuidado un determinado canal. Aunque nunca llegaron al carácter
creer que las aguas del Río de la Plata cristalino, incluso argentino (en el otro
tenían que ser tan cristalinas como A alguien que ha nacido y se ha criado en sentido de la palabra) que esperaban
sugería su nombre. el Litoral, no hay río del mundo que le captar los mexicanos aquel día. LBA
POR / FLORENCIA GONZÁLEZ
Riachuelo o Regreso de la pesca, Benito Quinquela Martín, 1949 | Gentileza: Museo Nacional de Bellas Artes
jornadas también repetidas. Quinquela repro- y el objeto, el cuerpo y el mundo. Más amarra- humedad de astilleros y olor a zinc. Desde
duce incansablemente como máquina, agua dos aún que los barcos, su vida y obra se entonces, el Riachuelo es testigo de cómo
sobre agua y obras como días exaltando las anudan al barrio en un destino que se funde Quinquela transforma colores en pensa-
mínimas variaciones que puede percibir quien íntima y exteriormente con tal naturalidad que mientos y deja la estela de un mundo antiguo
se construye en paralelo con su mirada. permite una afirmación recíproca. de cosas. LBA
POR / LUCIANO GUIÑAZÚ
NARRAR EL RÍO
En la confluencia misma
del Paraguay y el Paraná,
está el puerto. Allí el agua
hierve permanentemente
con sorda furia y los colores
El autor de esta nota, uno de los editores de la revista Carapachay, se sumerge en las líneas de Sudeste, de los dos ríos –uno rojizo,
otro azulado– no se mezclan
novela fundamental de Haroldo Conti, para desplegar una lectura que, por un lado, confronta con otras nunca (Rodolfo Walsh, La
ficciones en las que el río es protagonista y, por otro, rescata el carácter experiencial de esa narración. isla de los resucitados).
Si existe una relación entre “El Capitán”, de la serie La creciente | Foto: Alejandro Chaskielberg El Uruguay no es un río,/ es
un cielo azul que viaja
el río y la literatura de Haroldo Conti,
esa relación, entendemos, se expresa en (Aníbal Sampayo, “Río de
un doble sentido. El río, como toda los pájaros”).
geografía, marca la literatura modelán-
dola. Pero, también acá, la geografía
aparece como una construcción ideoló-
El agua quieta quieta/ se
gica sostenida por una narración
literaria. Así, entre el río y la literatura, deja habitar por el sueño/ y
se establece una relación de enfrenta- el alma vibra ante el
miento en la cual cada una de sus partes recuerdo/ del río manso,
se va definiendo y modelando por leonado/ que simplemente
acción de la otra. El río definiendo al fluye (Hugo Gola,
escritor y la escritura definiendo al río.
Siete poemas).
Al interior de esta doble vía de determi-
nación, se desenvuelve la experiencia
vital como impulso y la experiencia
escritural como originalidad y autentici- Después del almuerzo, nos
dad derivada de ese impulso. subimos a un viejo bote de
madera. Rodolfo y yo nos
Sudeste, sin ser la única novela que se
refiere o trata sobre el río, es quizás la
sentamos en el banquito de
que inaugura una escritura que se popa y Haroldo empezó a
realiza a partir de este doble juego de remar remontando la
(1)
determinaciones. Comparémosla si corriente. Entonces, con esa
no con las edulcoradas imágenes que sencillez con que usaba las
del Delta nos presenta, por ejemplo, Sobre este principio, se monta la vivencia sino de una actividad, la de
palabras, nos habló de su
Marcos Sastre en su Tempe argentino, escritura de Conti. Como resultado, en la escribir. Así entendida, la escritura no
escrito extraño que no arroja como novela se respira el río, se lo palpa, se lo puede dar cuenta de una experiencia nuevo amor, que se llamaba
resultado otra cosa que un río idílico e siente. Pero esa respiración, ese sentir, vital, sino tan sólo nutrirse de ella en el Marta (…). Rodolfo, tan
inexistente. O con las abrumadoras no es fruto de una correcta representa- proceso creativo, proceso que en sí parco en esas cuestiones, lo
propuestas civilizatorias de un Sarmien- ción del río, sino muy por el contrario lo mismo encierra otra experiencia. Es miró algo perplejo y casi en
to que, con picardía y gracia y a través que tenemos acá es un traspaso, una justamente en el reconocimiento de esta silencio dejó con una
de una vivencia particular y verdadera, fuga, un corrimiento del narrador doble naturaleza experiencial en donde
sonrisa que el monólogo
no deja sin embargo del río más que respecto de la experiencia vivida. Es ahí se cifra la capacidad de Conti para
una expresión de su propia grandeza donde reside su potencia. Conti escribe transmitir de modo trascendente la amoroso fluyera como el
como escritor. para dejar algo de lo que él ya ha noción de río. agua (Lilia Ferreyra,
perdido, algo que, sin reproducirlo, sin compañera de Rodolfo
Sin alejarnos tanto de Conti, en Alfredo representarlo a través de la escritura, lo Hay, finalmente, una pregunta que Walsh, citada por N. Restivo
Varela y en Liborio Justo, nos encontra- devuelve por otro camino a ese punto acecha a todas las construcciones y C. Sánchez en Haroldo
mos con escritores donde el río se de partida, a ese río que por supuesto literarias y también a la de Conti: es la
Conti: Una épica del río
presenta más como escenario que como ya no es el mismo, modelándolo al pregunta por los límites. En torno a esta
geografía, el escenario de un drama mismo tiempo y entregándonos en ese pregunta, se ha construido a lo largo de y la llanura).
potente y trágico que encierra el dilema proceso al escritor en el que se ha de la historia todo el aparato conceptual
convertir. que separa al clasicismo del romanticis-
universal de la lucha de clases pero que,
en la propia fuerza de ese drama, mo, al realismo del naturalismo, al Y entonces volvió el río,
termina diluyendo la impronta del río. O Conti dice en una entrevista: “Y enton- modernismo del existencialismo y en pero volvió con furia de
con Wernicke, escritor genial que, con ces, a punto de perderlo, de alguna definitiva a todos los “ismos”, definién-
sudestada, con una alta
todo, no ha conseguido y acaso no lo ha manera ya lejano y extraviado, traté de dolos y circunscribiéndolos a un
intentado, definir su escritura en inventar todo de nuevo: el río, la gente, determinado grupo con ciertas caracte- marea que nunca más se
relación con el río sino en oposición a él. los amigos, las viejas tristezas y las rísticas compartidas. En este sentido, la fue y tapó todas las calles
Existe, claro, una relación íntima entre viejas alegrías, y escribí Sudeste para literatura es como el delta, compuesto del puerto y sus nombres
estos autores y sus textos y el río. Sin que otros acaso recuperaran a través de por un conjunto de ríos individualizados de mujeres ilustres
embargo, la dinámica entre estos una historia que terminaré por creer por nombres, relacionados unos con (Pedro Mairal,
componentes no adquiere la potencia cierta lo que yo había perdido para otros pero delimitado por orillas, por
siempre”. límites, bien definidos. Sin embargo el
El año del desierto).
necesaria como para que geografía y
escritura se vinculen modelándose unos río, los ríos, de vez en cuando ponen en
a otros. Y hasta se podría decir que, en lo Lo perdido, la experiencia vital, se evidencia las debilidades de las
que tiene que ver con sus aproximacio- recupera reconfigurado en la experien- clasificaciones. Ese momento es la Vuelvo a hablar del río con
nes narrativas en torno al río, es como si cia narrativa. En este sentido, en Sudeste crecida. Cuando el río se desborda –los el río/ como el agua con la
estas obras sólo hubiesen llegado hasta es preciso distinguir dos órdenes ríos argentinos son prodigiosos en orilla… (Alberto Szpunberg,
las orillas del río sin poder adentrarse diferentes de la experiencia o, mejor desbordes–, las clasificaciones se
en él como lo hizo Conti. aún, dos tipos de experiencias diferen- rompen, los límites se pierden y el río poema V de El libro de
tes actuando sobre el mismo texto: la que es siempre hermoso sólo ahí se deja Judith).
DOSSIER 17
En Sudeste estamos, entonces, ante experiencia de vivir y morir en el río y ver en toda su majestuosidad. Sudeste es
principios excepcionales de una la experiencia de escribir sobre el río. como esos ríos desbordados. LBA
escritura particular signada por una La primera de esas experiencias es
doble determinación o, si se quiere, irrepresentable, la segunda es la (1) Quizás podamos ver esto mismo en Juan L.
sobre una determinación recíproca. representación misma, no de una Ortiz o en Juan José Saer.
POR / AGUSTINA PAZ FRONTERA
El primer proyecto de Hidronor fue, en 1969, el El Limay, en sus 500 km de extensión, es una debajo de las puertas del edificio que mira al
complejo El Chocón. El diseño de la villa que máquina de producir trabajo, energía y río. ¿Querrá el río que lo miren? Mientras tanto,
acompañaría en crecimiento a la central y la culturas. En sus orillas, casi donde muere al el poeta neuquino Alfredo Jaramillo escribe en
represa llevó tan sólo 90 días de trabajo y convertirse en el Río Negro, crece la ciudad Buenos Aires un verso que resume el cambio
estaba a cargo del mismo estudio que diseñó del Neuquén. Ahí, un trabajador del petróleo social: “ya nadie va al río en Navidad”. LBA
LA BALLENA AZUL ENCOMIENDAS 19
LIBROS
FUTURO PRESENTE
Leer es Futuro
Colección de ficciones narrativas del Ministerio de Cultura de la Nación
Orejudo, retratado bellamente por Ariel López
V. en la tapa; el otro cuento, “Agujeros de
agua”, se instala en el umbral de la paranoia y
la obsesión.
El Ministerio de Cultura de la Nación lanzó, en enero nuevas camadas de la narrativa argentina: algunos Así, se podrían seguir múltiples series o detenerse
de 2015, la colección de narrativa Leer es Futuro, de ellos inéditos hasta ahora, otros ya han recorrido en cada uno de los títulos de una lista que se
producida por la Secretaría de Políticas Sociocultu- canales de difusión y publicación editorial, y confir- completa con: Un sentimiento suspendido en el
rales. Se trata de pequeños libros de bolsillo que se man aquí su pertenencia. En este caso, se convoca tiempo, de Alejandra Zina, ilustrado por Lula
distribuyen en forma gratuita, pero pueden también a dieciocho autores a los cuales se agregan tres que Urondo; Zonas oscuras, de David Voloj, ilustrado
leerse online y descargarse en formato PDF o forma- son ya imprescindibles para la lengua argentina por Noelía Farias; Los curanderos, de Fabio Martí-
to ePUB. cuando ésta habla ciertas formas de una escritura nez, ilustrado por Andrés Müller; Relativo a la eterni-
clandestina, se trata de Roberto Arlt, Haroldo Conti dad de los instantes, de Martín Cantalupi, con el
La iniciativa propone una cita entre la literatura y las y Miguel Briante –los llamados “padrinos” de la sello en la tapa de Ernan Cirianni; Cuatro, de Martín
artes visuales, de manera que cada uno de los Colección. Merece celebrarse la inclusión de Brian- Zariello, ilustrado por Daniela Ruggeri; Rosas
veintiún títulos que componen la selección es te, un escritor que no debiera olvidarse tan rápida- Gamarra, de Nicolás Correa, con ilustraciones de
también una pequeña estampa que lleva en la tapa y mente, y de dos relatos suyos reunidos en Cuentos, Jorge Quien; Familia, de Mariana Kozodij, ilustrado
en el interior la impronta de un artista, ilustrador, acompañados con notables ilustraciones de Pedro por Nicolás Moguilevsky; Subsuelo 5, de Esteban
dibujante, historietista, diseñador. De ese mixto, que Mancini. La aparición de “Todos los veranos” de Castromán, con ilustraciones de Lautaro Fiszman;
se potencia entre narrativa e imágenes, resulta que Conti, ilustrado por Oldemar Cimadoro, y de “Una Indómitas, de Macarena Moraña, ilustrado por
no sólo el lenguaje, en el límite, se fuerza hacia las tarde de domingo” de Arlt, con ilustraciones de Daniela Kantor; Luz y fuerza, de Ariel Idez, con
velocidades de estas nuevas décadas, que coleccio- Muriel Bellini, fortalece la sospecha de que lo que va ilustración de Paula Peltrin; e Inquilinos, de Santia-
nan o invencionan sus propias memorias y sus a presentarse incluye los más diversos grados de go Suñer, ilustrado por Nicolás Zukerfeld.
cambiantes maneras de advertir lo que nos toca; una literatura realista.
también las ilustraciones que acompañan estas Contra los discursos del fin, que esconden casi
ediciones ofrecen una diversidad de marcas visuales Es posible, entonces, pensar la selección formando siempre la trampa del “arte total” o del mercado, la
propias de una estética post-noventas, explotando múltiples series convergentes y se podrá también colección Leer es Futuro demuestra la importancia
técnicas heterogéneas que van desde el arte urbano observar en los distintos cuentos algunas insisten- de apoyar la producción y circulación de la literatura
y la historieta hasta las formas más características cias o, al menos, la manera en que la ficción se tensa a través de la actualidad de su escritura. Todos los
del libro infantil. con la actualidad, lo fantástico con una mirada de títulos confirman en su diversidad la tarea, también
infancia sobre una realidad aplastada, las historias importante, de exponer una plataforma de encuen-
El proyecto busca “visibilizar la escritura, difundir la mínimas con cierto costumbrismo, o con un dejo de tros entre escritores. Por todo esto, significa una
obra y democratizar la palabra”, como expresan sus ironía que acompaña siempre la palabra cuando lo gran ocasión para adentrarse en las diversas estrate-
realizadores, y componer un panorama federal para que puja tiene la contundencia de las categorías, la gias del relato en prosa y en imágenes, con un forma-
una ampliada generación de artistas, armando un cultura de masas o el sentido común. to breve de ediciones que invitan a la lectura. LBA
mapa que extiende sus territorios, en este caso, por
las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Un poco forzando esas operaciones, Juan Diego VIOLETA PERCIA
Salta, Buenos Aires y la Ciudad Autónoma. Incardona concibe, en Melancolía I, dos ficciones
Los libros de la colección “Leer es Futuro” pueden encontrar-
del encierro, con la ternura del absurdo llevada a los
se y descargarse en la página del Ministerio de Cultura de la
De ese modo, si toda antología es siempre una tirada detalles y a las repeticiones. En “El oreja”, construye Nación:
de dados, se brinda en esta una combinación una semblanza, en la cárcel del fin del mundo, de http://www.cultura.gob.ar/noticias/leer-es-futuro-21-
original y abierta de escritores que pertenecen a las Cayetano Santos Godino, el emblemático Petiso libros-de-nueva-narrativa-ilustrados-por-jovenes-dibujantes/
20 LA BALLENA AZUL NOVIEMBRE DE 2015 ENCOMIENDAS
DISCOS
En su nuevo trabajo discográfico, Centésimas del El estilo vocal y pianístico de Baliero le permite tópicos que ocupan la poética de Violeta: el amor (y
alma, Carmen Baliero musicaliza un poema de Viole- presentar ideas formales complejas bajo el aspecto el desengaño), la política (con su cara de dolor y su
ta Parra sobre el que viene trabajando desde hace de una verosímil sencillez. Siempre suena cerca, reverso de lucha), lo religioso como celebración de
algunos años. Se trata de una composición de largo siempre se escucha en presente. En su versión de lo creado (junto con la profanación de sus formas
aliento en la cual la autora chilena fuerza la décima, las Centésimas del alma, la voz se apoya sobre el institucionales), y las superposiciones que entre
forma estrófica que manejaba con una naturalidad movimiento relativamente estable del piano, en el ellos pueden encontrarse. No sólo los versos se
formidable (al punto de que la utilizó para escribir su que se conjuga una fluidez recursiva deudora del numeran a sí mismos; lo numérico se vuelve tema
autobiografía), con el fin de alcanzar la centésima. minimalismo con la evocación, siempre solapada, de (“nombrando la cantidad/ que al punto me escucha-
Conviene aclarar de qué se trata esta innovación ritmos del folklore latinoamericano. Es una pieza que réis/ el ciento noventa y seis/ sale con gran majes-
formal. Si la décima es una estrofa de diez versos avanza sostenidamente, empujada de manera doble tad”), a menudo paradoja (“noventa y una sorpresas/
octosílabos con una rima consonante prefijada, la por el conteo inquebrantable del poema (que señala noventa y dos veces tuve”), cuando no referencia a
centésima viene a ser la potencia de la décima un tiempo, si se quiere, más objetivo, perentorio) y la propia labor poética (“Me está faltando la fuerza/
elevada al cuadrado. Es decir, que el agrupamiento los impulsos renovados del piano que proponen para el ciento ochenta y seis,/ a ver si perdonaréis/ la
en estrofas de diez versos se vuelve la unidad con la partes, o al menos zonas que se diferencian por su falla de mi cabeza”). La obra no está exenta del
cual se construyen conjuntos de cien, en una carácter (el tiempo vivido), correspondiendo a humor que caracteriza las canciones de Violeta
progresión que tiende al infinito. Los versos, por otra diferentes estados anímicos o núcleos temáticos, Parra, ya sea en la forma de una sutil ironía como en
parte, adquieren un carácter autorreferencial; se desarrollados, en la voz, por un elemento dramático. su disposición al trabajo lúdico del verso, que halla,
numeran a sí mismos, a la vez que numeran otra Estas secciones son anudadas por breves pasajes en la puesta en música e interpretación de Baliero,
cosa: “Una vez que me asediaste/ dos juramentos instrumentales que ofrecen una respiración musical, un correlato sonoro.
me hiciste,/ tres lagrimones vertiste,/ cuatro gemi- interludios de la enumeración inagotable. “Lo que
dos sacaste”, comienza el poema, para extender, sin me estimuló fueron los hilos conductores de la obra. La versión que ahora publica Acqua Records fue
respiro, la secuencia numérica hasta el trescientos. No pude dejar de relacionarlos con los tapices de grabada “de un tirón en el estudio de Lito Vitale una
Violeta. Siguiendo con el paralelismo textil, intenté mañana de diciembre de 2014”. Con ella, se cristali-
No es la primera vez que Carmen Baliero, en su teñir los hilos sin alterar su forma”, declara Baliero. za un trabajo que, durante los últimos años, sólo era
búsqueda personal, que oscila entre la música popu- Para el que presencia la obra en vivo, resulta posible escuchar en alguna de sus contadas presen-
lar y un abordaje propio de la música académica sorprendente el tour de force mnemotécnico que taciones en vivo. El arte de tapa, un dibujo de las
contemporánea, selecciona su material del reperto- emprende la intérprete: sin leer, canta los seiscien- varias docenas de posturas risibles que puede adop-
rio latinoamericano. Son particularmente memora- tos versos enmarañados del poema de corrido tar un pianista frente a su instrumento, hecho en
bles sus versiones del bolero “Alma mía”, de la mientras ensaya en el piano formas posibles de plumín por la propia Baliero, da el acabado al sexto
mexicana María Grever, la guarania “Mi dicha lejana”, armonizar su dibujo melódico, durante los casi 35 disco de esta compositora, pianista y cantante, tan
del paraguayo Emigdio Ayala Báez, o el vals venezo- minutos que dura la pieza. singular en su búsqueda como atípica es la consis-
lano “Brisas de Zulia”, además de la recreación del tencia de la misma. LBA
género bolerístico que emprende en los discos de Según se relata en el poema, fue el hermano de
composiciones propias Dame más... (2004) y Te Violeta, Nicanor, quien la desafió a escribir una obra
mataría (2007). Resulta natural, entonces, la incor- de tamaña envergadura: “me dijo muy soberano,/ si GABRIEL CALDIROLA
poración a su repertorio de una artista como Violeta soy tan buena pa’l verso,/ a ver si haciendo un
Parra, cuya afinidad se revela si uno recuerda, por esfuerzo/ me deletreái en tus décimas/ una preciosa
ejemplo, la grabación del ballet experimental El centésima/ más larga que el universo”. En efecto, Centésimas del Alma.
gavilán o los juegos formales de letras como “Mazúr- Centésimas del alma es el proyecto de un poema Piano y voz: Carmen Baliero
quica modérnica”. infinito, en el que encuentran su sitio todos los Acqua Records, 2015
LA BALLENA AZUL 21
MUESTRAS
E
l primer recuerdo musical de Alfredo Por más que en estos días el vinilo parezca haber los 60, empecé a grabar a intérpretes argentinos.
Radoszynski es el de su padre polaco regresado para quedarse, su tecnología aún resulta El primer LP que produje fue En cuerpo y alma de
cantando a todo pulmón con un grupo muy costosa en nuestro país, mientras el streaming Enrique “Mono” Villegas, en 1965. Él acababa de
de amigos, a la salida de su trabajo en implica, tras su indudable cualidad democrática, volver de los Estados Unidos, donde había graba-
Villa Crespo. Comerciante judío un cierto destrato a la música entendida como do dos discos para la Columbia, y se presentó en
haciéndose un lugar en la Buenos Aires obra de arte. Conscientes de esta situación, el teatro Astral. Fui a verlo, y a la salida lo encaré y
de las grandes oportunidades, don Alfredo y su hijo no bajan los brazos. La creencia le dije que acababa de fundar un sello discográfi-
Radoszynski transfirió a su hijo Alfredo de que aún hay melómanos dispuestos a comprar co y que me encantaría tenerlo en mi catálogo. Me
algo seguramente más importante que un reperto- discos compactos no es errada, por más que los dijo que sí. Inmediatamente hicimos el disco. En
rio musical o el mandato de alguna profesión actuales volúmenes de venta sean modestos. 2004, lo reedité en compacto.
liberal: el valor de la libertad para hacer con la
propia vida lo que uno más desea. Y lo que el joven –¿Cómo se le ocurrió fundar un sello discográ- –Villegas había grabado varios discos en la
Alfredo más deseaba era estar cerca de la música. fico? Argentina antes de viajar a Nueva York, pero
–En realidad, empecé haciendo ediciones piratas o donde hoy podemos encontrar su música es en
Aún con pantalones cortos, aquel deseo lo hizo alternativas con un amigo llamado Silvestri. la larga serie de LPs que hizo para Trova.
presa de una abducción que lo sacó una tarde de Hacíamos las tapas de cartulina y editábamos una Lamentablemente algunos títulos, como el
su casa paterna para sentarlo en una silla del Hot pequeña tirada para intercambiar con otros disco de su cumpleaños número 60, no pasaron
Club de Villa Crespo. Eso debió ser –ya no coleccionistas, sin ningún propósito comercial. a soporte CD. ¿Cómo fue su relación con él?
quedan muchas fechas precisas en la memoria Casi todo era el jazz tradicional que escuchábamos –A Villegas le grabé muchos discos, pero nunca
octogenaria de Alfredo– a comienzos de los años en la radio, un medio que siempre me gustó y que firmamos un contrato. “Para qué querés un contra-
40, cuando los “hot clubes” brotaban como hongos más tarde practiqué con entusiasmo. A comienzos to”, me dijo el primer día. “Si pensás pagarme, me
en las ciudades seducidas por el jazz. Unos pocos de los años 60, a propósito de un problema de pagarás aunque no hayamos firmado nada. Y si me
años más tarde, el muchacho se hizo socio del Hot salud, conocí a Alberto Fontana, el famoso psicoa- vas a cagar, lo harás con o sin contrato”. Así fue, un
Club de Buenos Aires. Para un aficionado al jazz, nalista. Fue entonces que comenté entre médicos y trato de caballeros. Y nos hicimos amigos. Grabar
no había en toda la Argentina un lugar más pacientes que mi sueño era crear un sello disco- con él era bastante fácil. Casi todos los discos
próximo a la constelación de Louis Armstrong que gráfico. Y pasó algo gracioso: en la clínica donde fueron de una sola toma, en una sola noche, al
aquel, salvo que uno estuviera decidido a subirse me trataban, logré que los psicólogos me ayudaran modo jazzístico. La única vez que hubo problemas
a un escenario. económicamente. Es decir, al hacerse accionistas, fue con Metamorfosis, el disco con los preludios de
si podemos decirlo en estos términos, terminaron Chopin. Se enojó con sus músicos, Eduardo Casalla
“Nunca estudié música”, recuerda ahora el legen- pagándome ellos a mí. y Jorge López Ruiz, porque decía que no entendían
dario productor cultural desde el living de su lo que él quería hacer. Entonces dejamos de
departamento de calle Pasteur. “No tenía dinero –Por entonces, no había mucha producción grabar unas semanas y pasamos a un disco con
para estudiar, y la verdad es que nunca se me cruzó musical independiente. temas de Monk. Más tarde volvimos a Chopin, y
por la cabeza hacerlo, salvo unas lecciones de –No crea. Music-hall era un sello pequeño. Lo esta vez salió como él quería.
guitarra que, años más tarde, me brindó generosa- mismo sucedía con TK y otros que ahora no
mente “Baby” López Furst. Eso debe haber sido por recuerdo. Lo que no existía era un sello comprome- –En cuerpo y alma se grabó en los estudios
la época en que le grabé el disco con los Blue tido con las cosas nuevas. La música popular Phonal, pero buena parte de su catálogo fue
Strings”. tradicional, que me encanta, ya tenía sus espacios. registrada en ION. ¿A qué respondía esta
A mí me interesaba aquello que proponía una preferencia?
“Le grabé”, dirá Alfredo, una y otra vez. ¿Cuántas modernización cultural. Y esos músicos no tenían –Tenía buena relación con su fundador, el músico
personas pueden recordar momentos clave de su muchos lugares para grabar y editar su música. húngaro Tiberio Kertez, y más tarde con
vida y de la vida cultural del país a partir de la Busqué lo que pude, y me dio resultado. En Fernando Gelbard. Era un lugar de gran calidad
primera persona del verbo “grabar”? Una de ellas algunos casos, con muy buenas ventas: Cuarteto técnica, acaso el mejor al que podía aspirar un
es el fundador de Trova, el sello discográfico que le Zupay, Susana Rinaldi, Astor Piazzolla, Les Luthiers sello pequeño pero exigente. Además, era impor-
tomó el pulso a la música popular más creativa de y mucha música brasileña, especialmente el disco tante que los músicos se sintieran cómodos, sin
los años 60 y 70. La Fusa que fue un éxito. También produje a presiones.
músicos de rock nacional. Litto Nebbia, Pedro y
Corre algo destemplada la primavera de 2015 y Pablo y Aquelarre. –En el pasillo de los estudios ION que hoy
Radoszynski sigue en la brecha, si bien a otra conduce Osvaldo Acedo, hay una foto en la que
velocidad, a otra escala. Hace unos años, con su hijo –¿Por qué se llamó Trova, siendo que en el se lo ve a usted con el trompetista Willie Cook y
Sergio, crearon el sello RP Music. Querían editar en catálogo había casi exclusivamente jazz? el saxofonista Paul Gonsalves. Es difícil encon-
la Argentina a algunas glorias de la música brasile- –Alguien me lo sugirió, no recuerdo bien quién. Yo trar una foto más valiosa para la historia del
ña contemporánea: María Bethânia, Ney Matogros- no sabía qué era la trova, pero me gustó el nombre. jazz en la Argentina.
so, María Gadú, y a artistas aislados como la estrella Era corto y tenía que ver con la música. Empecé –Eso fue en 1968, cuando grabamos el disco
irlandesa Sinead O’Connor. Saben bien que el consiguiendo licencias de sellos norteamericanos Encuentro del trío de Villegas con dos músicos de
mundo del disco está en crisis desde hace mucho. como Contemporary y Folkways. Y a mediados de la orquesta de Ellington. Villegas los había conoci-
LA BALLENA AZUL 23
do en Nueva York y le encantó mi idea de producir –Debe estar aburrido de hablar de La Fusa, -Sí, Caetano Veloso. Hablamos un par de veces y
un disco con los norteamericanos como invitados. aquel disco con Vinicius, Maria Creuza y muy cordialmente dijo que no. Siempre estuvo en
Pero no era simple sacarle a Duke dos de sus Toquinho que marcó a una generación. Muchos Polygram/Universal, y no logré sacarle ningún
principales solistas para grabar un disco por empezamos a prestar más atención a la música material. Con Chico Buarque, en cambio, no tuve
nuestra cuenta. Afortunadamente, pude hacerle un brasileña a partir de ese LP. problemas. Le he editado todo, desde Carioca en
favor a Ellington. Después de sus presentaciones –Es un disco que todavía se sigue vendiendo. A adelante. Lo mismo puedo decir de Gilberto Gil:
en Buenos Aires, tenía programado un viaje a fines de los 90, me ofrecieron un buen dinero para Luminoso caminó muy bien. En cuanto a mi
Chile, donde quería hacer, entre otros números, la reeditarlo, y dije que sí. Yo me desvinculé de Trova esposa, que efectivamente es brasileña, la conocí
Canadian Suite de Oscar Peterson. Pero no había a mediados de los 70. Problemas de negocios. No en Buenos Aires en los años 50. Un poco en broma,
traído las partituras de la obra. Entonces le presté pude resistir los tiempos de vacas flacas y me un poco en serio, me dice que tuvo que casarse
el disco. Los músicos sacaron la música de un par llevé lo que me correspondía. Entre esas cosas, con un argentino para conocer mejor la música
de audiciones y finalmente la interpretaron como estaba La Fusa, lógicamente. Todo empezó con mi de su país. Pero la verdad es que, durante años,
si la tuvieran escrita frente a sus ojos. En agradeci- viaje a Brasil en 1966, en busca de la licencia del no supimos mucho de la música de allá. Yo
miento al préstamo, Ellington autorizó a Gonsalves sello Elenco, que tenía muy buena bossa nova. Fui atribuyo esto, en parte, al desinterés por la
y a Cook a participar en un disco en la Argentina. al festival de la canción de Río y allí conocí a Philips local por editar a los artistas que la fir-
Los metimos en ION pocas horas antes de que Roberto Menescal, Vinicius, Dorival Caymmi y ma tenía en Brasil. Me lo confesó una vez el
partiera el avión de regreso a los Estados Unidos. muchos más. Pero fue con Vinicius con quién trabé directivo John Lear. Con Trova, ayudamos a
amistad. En el 68, los llevé a él y a Dorival a cambiar esa situación.
–“De Villegas a Piazzolla”: podría ser el título escuchar a Piazzolla en María de Buenos Aires. Se
de sus memorias. Ahora bien, Villegas no tenía enloquecieron, no lo conocían. “¡Filho da puta!”, le –Su hijo Sergio asegura que usted tiene tres
contrato cuando usted lo conoció, pero Astor gritaba Vinicius. A la salida del concierto, se amores musicales. Ya hablamos de dos de ellos,
era artista de Philips. Sin embargo, tres de sus fueron todos a la casa de Eduardo Lagos, donde Piazzolla y Vinicius. Hablemos del tercero.
mejores LPs, María de Buenos Aires, Adiós siguieron tocando y demás. Unos años más tarde, –Les Luthiers. Los conocí a través de una sobrina
Nonino y Pulsación, salieron por Trova. ¿Cómo por 1972, Vinicius logró que Astor tocara en el que estaba casada con Jorge Maronna. Es una
fue eso? Municipal de Río de Janeiro. Dorival y Nana relación de la que me enorgullezco. Hice con ellos
–No recuerdo bien cómo conocí a Astor, pero sí Caymmi también se hicieron fanáticos de la cuatro discos, tres con Trova. Las grabaciones eran
que un verano lo visité en Piriápolis, donde estaba música de Astor y la promovieron mucho por todo un lío porque cada dos por tres había que
con Horacio Ferrer trabajando en María de Buenos Brasil. En lo que a mí respecta, de la amistad que interrumpir, no podíamos más de la risa. El disco
Aires. Astor tenía contrato con Philips, pero estaba hice con Vinicius nació la idea de grabar un disco más difícil fue el de la Cantanta Laxaton de 1972.
disgustado con la empresa porque no le querían en vivo con las presentaciones en el café-concert Era una obra importante, con coro y orquesta. Pero
editar la operita completa, sólo un par de temas. Se La Fusa, allá por 1970. Así se hizo, pero la graba- valió la pena. Tan grande era la admiración y el
la pasó puteando. Una tarde, irrumpió en mi oficina ción no salió bien. Tuvimos que volver a grabarla afecto que Les Luthiers despertaban entre sus
de Buenos Aires y me preguntó si yo quería en estudio, y le agregamos los aplausos del vivo. A colegas, que los músicos invitados no quisieron
grabarlo. Obviamente le dije que sí, pero temía los pocos meses de editado el disco, ya habíamos cobrar ningún adicional, más allá de la tarifa que
que hubiera problemas legales. A Astor todavía le vendido miles de ejemplares. fijaba el sindicato. En una ocasión, yo estaba muy
quedaban seis meses de contrato. Hablamos con mal de dinero y les dije que lo mejor era que
los abogados y finalmente acordamos que empe- –Su relación con la música brasileña es muy buscaran otro productor. ¿Sabés lo que me
zaríamos a grabar dos meses antes de que caduca- estrecha; de hecho, su esposa misma es brasile- dijeron? Que conmigo grabarían gratis el tiempo
ra su compromiso con Philips, sin levantar mucho ña. ¿Hay algún músico de ese país que haya que fuera necesario. Aún hoy, cuando lo recuerdo,
el avispero. Astor quedó muy contento con el disco. querido tener en su catálogo y no pudo? se me eriza la piel. LBA
24 LA BALLENA AZUL NOVIEMBRE DE 2015 LA CARTA ROBADA
A
según tu hija Micaela estoy menos arrugada, pero te mortificaría mi traje y esto me
yer tuve el gusto de recibir cuatro cartas tuyas, dos del 26, una del 27 y hace no hacer un sacrificio retratándome ahora.
otra del 28 con la última hora del 29. Las del 26 recibidas por Madero las
recibí más tarde que la del 29 porque su buque llegó más tarde según me Tus hijos te escriben, la Micaela ha dejado su carta sin concluir y como es tan dormi-
ha dicho Máximo hoy, el que la trajo aquí dijo que se la había dado Don lona quien sabe si la acabará mañana, de todos modos irá.
Eduardo Madero. Me alegro haberlas recibido en ese orden porque me
habría quedado muy disgustada viendo que tú lo estabas a punto de Esta tarde fue Alberto a buscar a Julián que vino para ir con Máximo y Juanita al teatro,
estar en fiebre por la falta de conformidad en que me supones, parece Amelia dice que había pensado venir pero su hijo Ireneo no salió bien en los exáme-
que las cartas mías que has recibido después te han quitado un poco esa mala nes, lo han postergado para marzo y se ha disgustado tanto que no ha querido venir.
impresión. Bien sé lo que tú sufres sin decírmelo, yo debería imitarte pero sabes Julián y Ángel te escriben, la que me escribió Julián a mí esta mañana estaba mejor,
que soy el reverso de la medalla tuya, por eso te pido no te aflijas por mi quejido no la encuentro por eso no te la mando. Yo le he dicho a Amelia que se los voy a dejar
figurándote que sufro más de lo que realmente es. Lo que por mí pasa es lo que hasta que ella no los pueda sufrir, pero me parece que ni ellos ni yo vamos a poder
pasaría a toda la que se encuentra en mi caso, nada de extraordinario hay en mí, y estar separados mucho tiempo, los pobres estaban tan buenos y cariñosos conmigo
el fin será como el de todas, la conformidad. que los extraño mucho. Ireneo es el que ha quedado en el colegio hasta el lunes que
empiezan los exámenes, pero hoy me ha dicho que no va más sin llevar antes al
Esta noche se nos apareció Emiliano que llegó hoy de vuelta de su comisión a la maestro a la policía, porque le tira las orejas sin que él haga nada malo.
Rioja, cuenta y no acaba del estado de aquella provincia, las casas son de tapia y las
puertas ni siquiera un cuero o cortina que les sirva de tal. Como es el pueblo, así Recibí carta de Consuela que te incluyo.
son sus habitantes. Allí no hay opinión sino la de los caudillos. Arredondo dice él
que no ha empleado la fuerza para la revolución, pero se ha hecho por sus influen- Se me olvidaba decirte que una hermana de Mendiburo vino a decirme que entre los
cias, si él se viene los Taboadas serán los dueños de todas aquellas alturas y el papeles de éste se había encontrado un recibo firmado por ti, no sé si recibo o qué
candidato para Presidente será el que ellos elijan. Arredondo dice que trabajaba documento, que no tenía la firma de Mendiburo, si podría presentarlo al Gobierno
por Sarmiento y no por Alsina como dice aquí La Nación. En fin, esto ya es entrar en pregunta la buena mujer.
política que no entiendo ni mi cabeza está para ocuparse de otra cosa que no sea la
guerra del Paraguay, creo que esta se concluya antes que entre un nuevo Presiden- Somos 5.
te y como no sé el que más conviene a la Nación no me importa mucho, sea el que No hay novedad. Acabo de recibir carta de los hijos y de Amelia las que te incluyo. No
sea. Lo que es importante es que las fuerzas que están en las provincias difícilmente vayas a asustarte por el aceite de bacalao que toma Ángel, Leopoldo se lo ha manda-
van a engrosar las filas del Ejército Aliado, don Julián Martínez es el que va a buscarlas do por que dice que es niño débil, sin embargo es el más gordo de todos nuestros
para llevarlas. Paunero y Arredondo dicen que no vuelven. ¡Dichosos ellos que así hijos y hasta ahora todas sus enfermedades son a los oídos y las muelas. Julián está
pueden decirlo! Aquí viene bien el refrán no hay mal que por bien no venga. delgado pero como siempre ha sido y como crece mucho tengo miedo, pero tiene
buena salud.
Mucho gusto me has dado diciéndome que tienes un buen rancho, la idea que
estabas metido en el carretón me mortificaba mucho. La Micaela está en la cama aunque despierta ya pero como es muy tarde mando su
carta sin concluir.
Ya habrás estado con Enrique, éste le dice a Pascuala que muy pronto iba a visitar-
te, muy ocupado había estado desde que había llegado, él mismo dice que por ser Adiós mi chino recibe el cariño de tu pobre china
novicio. De cierto no le ha de dar tan buenas cuentas como Florencio a Galván. Floren-
cio dice que allí se gana la plata a montones con los brasileros, que en un negocio Talala
pequeño de Eduardo habían ganado 32 mil patacones, te aseguro que no querría
ganarla de ese modo ni que la ganase nadie de los que yo quiero. Todo es negocio Tomado de la Revista de la Biblioteca Nacional Nº 53, primer trimestre de 1950, Buenos Aires, 1952.
dirán, pero yo sentiría mucho que el ejemplo hiciese caer en la tentación a Enrique. * La ortografía y la puntuación de la carta se han actualizado ligeramente para una mejor lectura.
El Centro Cultural Kirchner nace en el cruce del Programa Igualdad Cultural en el que trabajan en conjunto los Ministerios de Cultura y de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.
El Plan Nacional Igualdad Cultural cuenta entre sus objetivos el desarrollo de infraestructura, tecnología y conectividad para la igualación en el acceso a la producción,
la documentación, visualización y fomento de bienes y actividades culturales.
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