LA REVOLUCION MEXICANA EN

YUCATAN.
1915--1924
1915

ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE YUCATAN

I. ANTECEDENTES

EL PORFIRIATO
HENEQUENERO
El impacto de la Revolución Mexicana en Yucatán no se presentó a
la par con el movimiento armado del Norte y Centro del país debido
al férreo control social de la oligarquía gobernante.

El Presidente Porfirio Díaz acompañado del gobernador de Yucatán, Olegario Molina, y la elite de
hacendados henequeneros. (El Tiempo Ilustrado. Marzo de 1906).
La época conocida como
“porfiriato henequenero”,
entre 1901-1911, está ligada
a Olegario Molina,
gobernador electo en 1901 y
reelecto en 1905, y su
hombre de paja en el mismo
cargo entre 1906-1911,
Enrique Muñoz Arístegui,
quienes gobernaron al estilo
del dictador Porfirio Díaz y
los “científicos”.
También rico comerciante,
Molina fue líder de la
oligarquía productora de
henequén, unas 30 familias
millonarias. Lic. Olegario Molina Solís, gobernador de
Yucatán de 1901-1905
La también llamada “Época dorada” se caracterizó por el control social por
deudas de los sirvientes de la hacienda henequenera que funcionaba con
mecanismos de violencia y consentimiento para controlar la reproducción
social de los productores mediante el control de su matrimonio.
Se caracterizó asimismo por los despojos de tierra de los pueblos por
parte de los hacendados, lo que fomentó el descontento y provocó la
turbulencia rural durante 1909-1913.
 La visita del dictador Díaz en febrero de 1906 marca el clímax del
Porfiriato en Yucatán. Durante la estada de Díaz se inauguraron
importantes obras públicas y se efectuaron ostentosas fiestas y
celebraciones, varias de las cuales tuvieron como escenario el
Palacio de Gobierno.

Llegada de Porfirio Díaz a Progreso, Yucatán, 1906.


Arco de la colonia cubana en Yucatán en
conmemoración de la visita presidencial 1906.
Aún cuando a nivel nacional
la estrella del Porfiriato
comenzaba a declinar, en
nuestro Estado su régimen
vivió durante esa visita uno
de sus momentos de mayor
esplendor.
En el Palacio se ofrecieron
dos regios banquetes y frente
al balcón principal se
organizaron dos desfiles. El
más importante fue el
denominado “paseo histórico”
consistente en la
representación de nuestra
historia de la Época maya a
los tiempos de la dictadura.
En septiembre de 1909 fue
proclamada la candidatura de
Enrique Muñoz Arístegui,
gobernador interino y uno de
los más cercanos socios de
Olegario Molina.

Aún cuando la oligarquía que lo

apoyaba logró salvar mediante
un escandaloso fraude el
obstáculo electoral del
“morenismo”, sus días en el
cargo estaban contados. La
caida de Díaz y las revueltas
rurales locales catalizadas por
la rebelión maderista de 1910 Llegada del Lic. Delio Moreno Cantón a la Plaza de
socavaron el poder y Independencia, 1913 Tomado de: Centenario del
Palacio de Gobierno. Gobierno del Estado de
legitimidad de la oligarquía. Yucatán, Mérida, 1992.
 OPOSICION AL MOLINISMO POLITICO

Elite de hacendados
disidentes “pinistas” y Delio Moreno
“morenistas”. Cantón

Caciques rurales

Revueltas rurales y
maderistas, 1909-1913.

Insurrecciones antimolinistas:

1905, Kanasín

1909, “La candelaria”,
Valladolid

1910, Plan de Dzelkoop, José María Pino
Suárez
Valladolid (“Primera chispa”).
En 1910, arrinconados por la política de Molina y la International
Harvester que forzaba los precios del henequén a la baja, la elite
disidente creó partidos opositores al molinismo: el Club Electoral
Independiente cuyo candidato era el Lic. Delio Moreno Cantón y el
Partido Antirreeleccionista que tenía como candidato a José María
Pino Suárez. Los “morenistas”, por sus recursos económicos y la
clientela política de Pancho Moreno Cantón, exgobernador
porfirista y tío de Delio, lograron conformar un amplio movimiento
de masas campesinas en torno de la candidatura del mismo Delio.

Llegada del Lic. Delio Moreno Cantón

a la Plaza de Independencia, 1913
Tomado de: Centenario del Palacio
de Gobierno. Gobierno del Estado de
Yucatán, Mérida, 1992 .
 El constitucionalismo que
triunfó sobre Victoriano Huerta
en agosto de 1914 trajo los
primeros aires de cambio en la
sociedad yucateca.
El primer gobernador
constitucionalista de Yucatán, el
Mayor Eleuterio Ávila, conforme
a la política del
constitucionalismo, decretó la
liberación de los sirvientes de
hacienda. Días después, ante la
airada reacción de los
hacendados, decidió no
Gobernador constitucionalista Eleuterio Ávila,
aplicarla mediante dos en el balcón principal del Palacio de Gobierno.
circulares. Tomado de: Centenario del Palacio de
Gobierno. Gobierno del Estado de Yucatán,
Mérida, 1992 .
 Ávila también decretó un
préstamo forzoso de 8 millones
en favor de la revolución
constitucionalista pero cuando
Carranza le exigió que impusiera
otro empréstito, se negó,
aduciendo que afectaría
gravemente los intereses del
Estado.
Durante la breve administración
de Eleuterio Ávila, en enero de
1915, se dio un movimiento
rebelde debido a la orden de
traslado del batallón "Cepeda
Peraza", uno de los dos cuerpos
del ejército del Estado.
AGEY, Justicia, Penal, Rebelión. Averiguación previa relativa a la
sublevación del cuerpo activo de seguridad publica “Cepeda Peraza"
en Baca, Sacapuc y Dzemul y de los hechos que fueron consecuencia
de ella. Merida . 2 de febrero de 1915. Vol. 26, Exp. 24
A los pocos días de rebelado el batallón Cepeda Peraza, el
Mayor Ávila fue sustituido por el Gral. Toribio V. de los
Santos, quien puso en vigor el decreto de liberación de los
sirvientes de hacienda, lo que le valió la enemistad de los
hacendados.

De los Santos comisionó al entonces Comandante Militar de

Mérida, Coronel Abel Ortiz Argumedo, terminar de manera
definitiva con los rebeldes; pero éste en vez de enfrentarse
a ellos, se declaró en rebelión el 9 de febrero y regresó a la
capital del Estado con la intención de tomarla. Ortiz
Argumedo hizo su entrada a la ciudad de Mérida donde se
le unieron los rebeldes del batallón Cepeda Peraza e
integró una Junta de Gobierno.
 Soldados
constitucionalistas son
observados por
yucatecos a las puertas
del Palacio de Gobierno.
Tomado de: Centenario
del Palacio de Gobierno.
Gobierno del Estado de
Yucatán, Mérida, 1992.

Una gran multitud se reunió frente al Palacio de Gobierno en

espera de noticias oficiales sobre los sucesos y exigía la muerte de
varios colaboradores del depuesto Gral. De los Santos. Ortiz
Argumedo salió al balcón principal y anunció a la multitud que se
había integrado la Junta de Gobierno para defender la soberanía del
Estado y que se hacían esfuerzos para obtener el reconocimiento
del Primer Jefe. Efectivamente, Ortiz Argumedo intentó obtener el
reconocimiento de Carranza pero sin resultado.