El relacionamiento entre los conceptos de educación, pedagogía, didáctica, enseñanza,

aprendizaje y evaluación generan en el común de las personas confusiones y distorsiones

que hacen que se utilicen de manera desacertada e irresponsable. En mi opinión, la

educación es el centro de este esquema, entendida como el proceso de acción por el cual

una sociedad facilita el crecimiento de sus miembros (visto desde el sentido positivo de la

intención), para lo cual tiene unas metodologías que contribuyen a la apropiación de esos

conocimientos y determina tres clases de educación; la formal, la no formal y la informal.

Ahora bien, la didáctica nos aporta el análisis, la descripción y la explicación del proceso

enseñanza aprendizaje para generar conocimiento sobre los procesos educativos y es

cuando la pedagogía al estudiar el fenómeno educativo, investiga, aplica, confronta, valida

las teorías y el ejercicio profesional educativo, teniendo como métodos el tradicional, el

conductual, el constructivista, el Montessori, el basado en problemas y el basado en juegos.

El proceso enseñanza aprendizaje es una relación compartida entre la preparación de la

enseñanza, la creación de un ambiente propicio para el aprendizaje, la enseñanza para el

aprendizaje de todos los estudiantes y por supuesto, las responsabilidades profesionales.

Así las cosas, la enseñanza será formativa y de calidad y el aprendizaje será orientador,

formativo y sumativo.

Evaluamos para mejorar, evaluamos para generar juicios de valor, evaluamos para lograr

aprendizajes más eficaces y reorientar lo que se considere necesario para el fin del objetivo.
Los conceptos analizados son entonces complementarios y pertinentes en nuestro proceso

de formación de modelos educativos y tener claridad de cada uno nos da herramientas y

argumentos para futuros debates académicos. Existe coherencia mutua entre ellos y entre

todos se aporta a la sociedad oportunidades de desarrollo de la mano de la tecnología que,

sin duda, hoy por hoy, es parte de estos procesos.

Quienes ejercemos la labor docente encontramos en estos conceptos la claridad necesaria

para tomar de uno y de otro, esos insumos que finalmente harán de nuestra labor una

cosecha productiva en términos de logros.

En conclusión, haber analizado estos términos, sus coincidencias y diferencias, sin lugar a

dudas me ha permitido tener una claridad mental para tomar de uno de otro los elementos

para un mejor entendimiento del proceso educativo.