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COLOMBIANO
EXAMEN FINAL
NOMBRE: PAOLA VALENTINA PÚA MARTÍNEZ
DOCUMENTO: 1007739868
I. HECHOS
En una villa de la costa Atlántica colombiana afectada por una grave ola de violencia, un
coronel veterano, partícipe de la Guerra de los Mil Días, espera durante el tiempo de 15
(quince) años su pensión por haber hecho parte de la Fuerza Pública, la cual nunca fue
recibida.
Aunado a esto, el coronel años atrás habría sufrido la pérdida de su hijo por causas políticas.
Este fue acribillado por distribuir información clandestina. Los habitantes de la villa
esporádicamente experimentaban la muerte por causas naturales, la violencia efectuada a lo
largo de las décadas había llevado a un estado de sitio, donde la represión, la censura de los
medios, falta de autoridad, casos de corrupción e ineficiencia por parte de los funcionarios
públicos, prórroga en los procesos y un sinfín de homicidios es una pequeña parte de lo que
sucedía en el lugar.
Para hacer una aclaración a los hechos, cabe mencionar que el coronel, en vista de que el
pago de su pensión no estaba siendo cumplido, decidió recurrir a un abogado donde con
ayuda de este, tomó las medidas respectivas para buscar pronta solución a su problemática.
Sin embargo, a pesar de los derechos de petición presentados, y otras medidas que podríamos
considerar como acciones de cumplimiento, su solicitud nunca fue respondida. De manera
que, durante los quince años de espera, el coronel agotó cada uno de los recursos previos y
no obtuvo respuesta alguna por parte del Estado colombiano.
Con fundamento en los hechos narrados, el coronel solicitó la protección de sus derechos
fundamentales de petición, y por ende al pago de su pensión que vulnera de igual manera su
derecho a la dignidad humana. De modo que, el problema jurídico a resolver es:
¿Se vulnera el derecho fundamental de la dignidad humana del coronel al no obtener
una respuesta pronta a una petición a cerca de sus pensiones?
III. NORMATIVIDAD
Artículo 23. Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las
autoridades por motivos de interés general o particular y a obtener pronta resolución.
El legislador podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para
garantizar los derechos fundamentales.
El punto de coyuntura entre este artículo y el caso en concreto reside en “obtener pronta
resolución”. En vista de que el interés particular del coronel, es decir, el oportuno pago de su
pensión era inexistente, este como primera medida decide presentar en distintas ocasiones
junto con un abogado derechos de petición, buscando una solución o respuesta que
claramente nunca se hace visible. Este derecho fundamental se encuentra violado debido a
que es nula la acción por parte del Estado.
Artículo 86 CN. Toda persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces, en
todo momento y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí misma o
por quien actúe a su nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales
fundamentales, cuando quiera que éstos resulten vulnerados o amenazados por la
acción o la omisión de cualquier autoridad pública. (…) Esta acción solo procederá
cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, (…)
Al ser vulnerados los derechos fundamentales del coronel y haber presentado otros
mecanismos de defensa judicial con anterioridad, este está en total disposición para hacer
valer sus derechos, y por ende, el cumplimiento de sus solicitudes mediante una acción de
tutela, tal y como lo sugiere la Constitución Política en el mencionado artículo.
Artículo 2º CN. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la
prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y
deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las
decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural
de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial
y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. Las autoridades
de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en
Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y
para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los
particulares.
El Estado posee fines esenciales, los cuales deben ser respetados para garantizar la estabilidad
de todas las personas del territorio nacional. Al no ser cumplidos dichos deberes, se atenta
contra la integridad de los colombianos. Ejemplo de lo anterior, podríamos considerar la
situación del coronel, donde un claro caso de ausencia del Estado es lo que genera la
desprotección de personas como este. El Estado tiene el deber de proteger a todos los que
hacen parte de él, asegurando la honra y el cumplimiento de los derechos. Sin embargo, en
situaciones y/o lugares donde el Estado es ineficaz, el garantizar plenamente la efectividad
de los derechos, principios y deberes es de carácter utópico.
Todas las personas tienen el derecho a la Seguridad Social, teniendo como fin la protección
de todos, en especial a los más vulnerables de la sociedad. En el caso específico, al coronel
se le está viendo vulnerado este derecho, pues su falta de pensión permite que el sujeto se
vea privado de ciertas condiciones, tal y como se mencionaba en el artículo tratado con
anterioridad, el de la vida digna. Además de ser parte de una villa en donde las condiciones
de vida no son propicias, el hecho de haber laborado y obtener el tiempo adecuado para su
jubilación, este no ha gozado de la remuneración económica prometida. Viéndose así
afectado el derecho a la seguridad social, donde bajo sus propios medios ha tenido que
rebuscar la manera para sobrevivir junto con su esposa.
“El Estado garantizará el pago oportuno y el reajuste periódico de las pensiones legales” dice
la Constitución Política, pero evidentemente no se está haciendo un cumplimiento de este
artículo en el caso estudiado. El Estado mantuvo al sujeto en 15 (quince) años de espera,
donde dicha ley no tuvo pronunciamiento alguno.
Artículo 220 CN. Los miembros de la Fuerza Pública no pueden ser privados de
sus grados, honores y pensiones, sino en los casos y del modo que determine la Ley.
Así como fue mencionado en correspondencia al Art. 53, el Estado hizo oportuno el pago de
la pensión del coronel. Con base al Art. 220, el sujeto a pesar de que haya sido parte de la
Fuerza Pública colombiana, y participara en la Guerra de los Mil Días, después de su
jubilación no recibió la remuneración monetaria pertinente.
IV. JURISPRUDENCIA
Siguiendo con el marco jurídico, es pertinente pronunciar ciertas sentencias que permiten
corroborar la importancia de la jurisprudencia realizada a partir de casos similares,
reforzando de este modo la trascendencia del caso.
V. SOLUCIÓN
En mérito de lo expuesto, como medida para usted, coronel, lo más sabio y oportuno para la
resolución de su caso es interponer una acción de tutela. Esta es contemplada bajo el artículo
86 de la constitución, y para casos como el suyo es recurrentemente utilizada. Esta procede
siempre y cuando se hayan agotado todos los recursos previos, es decir, cuando no exista otro
mecanismo de defensa del que pueda hacer uso. La constitución está regida bajo los
principios de igualdad y dignidad humana, por lo cual usted podrá hacer valer sus derechos
de pronta respuesta ante las peticiones que realizó y por ende, el pago oportuno de sus
pensiones. Claramente que el Estado no respondiera a sus peticiones influyó de manera
negativa en cuanto a su vida, vulnerando también numerosos derechos que poseen conexidad
con la dignidad humana. Por esta razón, si usted presenta una acción de tutela, podrá
encontrar en el derecho constitucional colombiano un refugio que va a salvaguardar sus
intereses.