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Érase una vez una niña llamada Ana a ella le gustaba mucho leer y ver películas como bajo la

misma estrella y leer libros como el principito y padre nuestro que estas en el infierno, sus padres
querían viajar y llevarla a ver el mar infinito pero a ella le daba miedo porque pensaba que por ser
infinito era el mar de los monstros.

Ana siempre dormí con una pijama de rayas, tenía dos amigos llamados Greg y Alicia a Greg le
gustaba escribir en su diaro y a Alicia le gustaba mucho fantasear, Ana no tenía tiempo para el amor
no tenía pareja pensaba en sus estudios, ella quería saber sobre la sombra del mundo.

Percy Jackson y Ricardo eran sus hermanos mayores a Percy le gustaba mucho el futbol y le
encantaba la película sangre de campeones y a Ricardo a veces tomaba decisiones sobre Ana pero
las decisiones de Ricardo eran un poco dirigentes en fin los cinco se divertían mucho cada uno con
su personalidad diferente pero siempre haciendo lo que les gustaba.
BULIMIA
La bulimia es una palabra de origen latino (būlīmia), que a su vez deriva del
griego. El término hace referencia a alguien que siente un deseo
exagerado de comer, sin que logre saciar su apetito. El concepto se utiliza
en la medicina y en la psicología, ya que la bulimia nerviosa es
un trastorno mental relacionado con la comida.
La persona que sufre de bulimia come de manera compulsiva, dándose
grandes atracones. Tras esta conducta, el sujeto se siente culpable. Por eso es
habitual que a las comidas compulsivas le sigan etapas donde el paciente se
niega a ingerir alimentos o realiza ayunos.

Aunque el tipo de comida que se consume en los atracones suele ser variado,
los bulímicos tienen tendencia a optar por los dulces y los alimentos con
gran cantidad de calorías. Los individuos con este trastorno sienten
vergüenza por su conducta e intentan esconder u ocultar los síntomas.
Los afectados por la bulimia también desarrollan conductas que intentan
compensar los atracones pero que resultan muy dañinas. De esta manera,
pueden provocarse un vómito después de cada comida para expulsar los
alimentos y así no subir de peso. Al vomitar, el bulímico ya no siente un
malestar ni miedo a engordar, lo que lo habilita a comer nuevamente y a que
el ciclo se reinicie.
Este trastorno alimenticio que estamos abordando se ha convertido en uno
de los grandes males para muchas mujeres, y también para hombres aunque
en menor medida, en estos momentos. Por tal motivo, se han acometido y se
siguen acometiendo una serie de estudios para determinar sus causas y sus
efectos así como los diversos tratamientos existentes.

Con respecto al primer asunto, el de las causas, hay que subrayar que estas
pueden ser básicamente de tres tipos: biológicas, psicológicas y sociales.
Entre las primeras se encuentran hechos como la predisposición genética, los
desórdenes hormonales o bien el que una persona que sufra sobrepeso se
someta a dietas estrictas que lo único que hacen es crearle mucha mayor
ansiedad.

Desde el punto de vista psicológico las causas más frecuentes que hacen que
una persona sufra bulimia son los problemas afectivos que puedan existir en
el entorno, el estar pasando una depresión, la presión que se puede llegar a
sentir por estar físicamente perfecta o el menosprecio que sienta tanto por
parte del entorno como por sí misma.

Sin embargo, en materia social, los hechos que pueden llevar a alguien a
padecer dicho trastorno alimenticio son el asociar delgadez con éxito y fama,
la necesidad de sentirse querida y admirada por quienes le rodean o el deseo
de integrarse y formar parte de un grupo.

Entre los efectos directos e indirectos de la bulimia, se encuentran


la deshidratación, la aparición de caries dentales, los cambios en
el ciclo menstrual y la caída de cabello. El tratamiento de este trastorno
debe ser indicado por un psiquiatra.
La psicoterapia y los fármacos son los dos tratamientos más frecuentes que
existen para tratar la bulimia, un trastorno que en muchas ocasiones suele
confundirse con la anorexia. No obstante hay que subrayar que mientras que
aquella se manifiesta por una manera desmesurada de comer, la segunda se
define porque es la falta anormal de ganas de alimentarse.

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