Vous êtes sur la page 1sur 4

Identidad Cultural Latina

La formación de nuestra identidad es determinada por múltiples variables, las


cuales algunas podemos incidir considerablemente y en otras no podemos, ya que
dependen de nuestro contexto socio-cultural. Pero antes de comenzar a desglosar
las ideas sobre nuestra cultura latinoamericana, podemos revisar que la RAE
(2014) define a la identidad como un conjunto de rasgos propios de un individuo
o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.

Es importante hablar de una identidad latinoamericana, ya que se ha puesto en


duda constantemente la existencia de esta, por estar alineada a culturas más
fuertes. Gissi (1995) a esto señala que:

“América Latina hoy no puede ser independiente en rigor, en términos


psicosociales o culturales, porque para que lo fuera, tendría que haberse
emancipado de los trescientos y tantos años de dependencia ciento por
ciento, y ciertamente esto no ha ocurrido. La dependencia ha ido
disminuyendo, pero ciertamente aún existe” (p. 83).

Esto conlleva a ciertas consecuencias en las personas de Latinoamérica.

Para empezar podemos apoyarnos desde la perspectiva psicológica del


socioconstruccionismo, la cual nos dice que “lo “real” surge como expresión de
la actividad humana” (González, Cavieres, Díaz y Valdebenito, 2005, p.10), en
donde la actividad humana vendría siendo la cultura, definida de esta forma por
Cuevas (1995), quien dijo que “la cultura es el patrimonio material, social e
ideacional, que es comunicado a las sucesivas generaciones al modo de la
herencia, y cuya función es facilitar la adaptación de las comunidades a sus
respectivos ambientes o entornos complejos” (p.8). Simplificando, vendría
siendo todo producto del ser humano, ya sea material o ideológico. Por ende
nuestra cultura o contexto social van determinando nuestra identidad, y aunque
busquemos nuestra individualidad, siempre ésta dependerá del colectivo, ya que
“se establece a través de la observación de sí mismo con los ojos de la mirada
social” (González et al., 2005, p. 22).

No debemos olvidar que no solo se puede hablar de la identidad de cada


individuo, sino que también de la identidad colectiva de una comunidad, la cual
podemos ver en la cultura local de cada comunidad y en sus tradiciones y
creencias, lo cual supone que cada comunidad se identifica con ciertos patrones
socioculturales, buscando delimitarse del resto de comunidades (Cuevas, 1995).
Aunque, al vivir hoy en día en un mundo globalizado podemos ver como las
comunidades “periféricas” son influenciadas por las “centrales”, en nuestro caso
–la cultura latinoamericana- por la cultura norteamericana y europea, Cuevas
(1995) con respecto a las comunidades “centrales” señala que “ellos provocan
una suerte de “sombra interna”, un efecto interno del otro, una cierta heteronomía
dentro de la autonomía y clausura propia del sistema” (p. 13). De esta forma las
personas dentro de la comunidad “periférica” han perdido su propia identidad, tal
como señala Fernández (1982) al decir que “una de las tragedias más grandes del
hombre actual es haber perdido su propia identidad” (p. 50). Esto debido a que la
persona en el mundo contemporáneo en su búsqueda por la individuación dentro
de su propia comunidad o la emancipación del colectivo, termina perdiendo su
identidad, lo que González et al. (2005) llaman una insignificancia personal,
señalan que es una “pérdida de sentido de la vida al no tener nada valioso que
ofrecer” (p.19).

Si nos enfocamos más particularmente en la situación de las ciudades como la


ciudad de Santiago podemos ver que ocurre un fenómeno de rechazo hacia la
periferia a las personas que no sean capaces de unirse al sistema productivo del
mercado de la ciudad. González et al. (2005) señala que “la modernidad desde su
matriz racionalista cree y reproduce diferencias, exclusión y marginación” (p.20).
En Santiago se ha producido una saturación de la población, en donde las
personas están siendo desplazadas a comunas periféricas como Puente Alto
(Rozas, 1998). Las personas que han sido marginadas terminan por generar “una
Autoidentidad negativa de la comuna, es percibida poniendo énfasis en sus
carencias, en sus deficiencias de manera que se genera la expectativa de
trasladarse a otra comuna” (Rozas, 1998, p. 77). Las personas al llegar a esta
nueva comuna marginada, se encuentran viviendo en pésimas condiciones, lo
cual produce que las personas busquen salidas alternativas en el alcohol, droga
y/o en la delincuencia (Rozas, 1998). Con esta situación las personas buscan
desesperadamente escapar de la realidad en la que están y para ello buscan en las
políticas de vivienda, las cuales pueden dar facilidades para obtener una casa
propia, una vía de escape para poder vivir en otra comuna con un entorno mejor,
aunque esto significa alejarse de su familia y amigos, Ducci (1997) como se citó
en Rozas (1998) señala que “así, las jubilosas familias beneficiarias que por fin
alcanzan el sueño de una vivienda propia, se encuentran repentinamente
trasladadas a cualquier lugar de la periferia, lejos del lugar de origen, lejos de la
familia y antiguas amistades” (p. 78).

Debemos tener presente que en la formación de la persona, ésta busca diferentes


metas para llegar a ser una persona mejor de la que ya se es. “El hombre se ve a
sí mismo como un proyecto a realizar” (Fernández, 1982, p.11). Por este motivo
debemos buscar formar nuestra propia identidad cultural y no alinearnos a las
culturas centrales, esto lo podemos realizar mediante las universidades, tal como
señala Pacheco (1997) “si no hacemos ciencia en la universidad, se detendrá
nuestro progreso cultural y también el económico”. De esta forma podremos
generar un pensamiento propiamente latinoamericano, para poder dejar de ser
meros reproductores de conocimiento de las potencias.

Conclusiones

En el presente texto se ha desarrollado varios puntos con respecto a nuestra


identidad latinoamericana, entre los que podemos destacar la importancia del
contexto socio-cultural o identidad de nuestra comunidad en la formación de
nuestra propia identidad individual, aunque en nuestro caso en particular estamos
en un conflicto por ser una cultura periférica que se subordina a las potencias.
Esto se ve potenciado al vivir en un mundo globalizado, donde las nuevas
generaciones son fuertemente influenciadas por el contenido que ven en la TV,
cine, internet, entre otros.

Hemos visto qué es la cultura y de cómo ésta se forma buscando similitudes entre
los propios miembros de la comunidad y diferenciándose de las culturas externas,
aunque esto en el mundo que vivimos hoy en día es cada vez más difícil.

Finalmente, después de ver las consecuencias, dentro de las ciudades y en cada


individuo, del sometimiento de la cultura latinoamericana a las potencias. Se
señala la vital importancia de la búsqueda de la formación de nuestra propia
cultura, para poder dejar de reproducir los pensamientos, ciencias, entre otros de
las potencias y se propone a las universidades como centros de producción
cultural para luego difundirla en la misma población para hacerla participe de su
propia cultura y que dejen de ser interpretados por los demás.

Vous aimerez peut-être aussi