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mi lucy que pena, es que hasta ahora llegue y se me había olvidado, te envio por fa me

ayudas con meter algo de el tema de la tesis que la tutora dice que es lo mas humano y
como desafío te decía que es mencionar a la familia que no aporta no es referente
para que los niños desarrollen esas habilidades, no cuentan con el tiempo para leer y
enseñar a sus hijos el habito según( llosa )por tiempo y no encuentro como retomas la
pregunta sobre antropología.
otro favor mi lucy me regalas la estructura es que se que me preguntan por
adelantado
me dijiste introducción, respuesta a la pregunta y conclusiones nada mas?
mil gracias mañana te llevo platica.

.1 Concepto de Competencia

El abordaje a cerca del impacto y la necesidad que tiene el desarrollo de las

competencias comunicativas en el proceso de enseñanza-aprendizaje situado en el ciclo

inicial, conlleva a pensar en el concepto de competencia y aceptar que a lo largo del

tiempo a adquirido diferentes connotaciones. Es por esto que sobre el concepto mismo,

existen varias posturas que se remontan al origen clásico de la palabra competencia en

donde “la raíz de la palabra es “ikano”, un derivado de “iknoumai”, que significa llegar.

Y en el antiguo griego tenía un equivalente para competencia, que es ikanótis

(ικανοτης). Se traduce como la cualidad de ser ikanos (capaz), tener la habilidad de

conseguir algo, destreza” (Mulder, Weigel y Collings, 2008, p.2). De allí, emergen

diferentes investigaciones que han buscado a través de la historia profundizar en el

concepto de competencia, en donde se comienzan a incluir algunos elementos

importantes como la vinculación de conocimientos, actitudes, valores y habilidades que

buscan como propósito principal contribuir a la formación integral del ser humano

(Cázares, 2008).

Por último, Zabala (citado por López, 2016) afirma que la competencia es “el

conjunto de conocimientos y habilidades que los sujetos necesitamos para desarrollar


algún tipo de actividad” (p.6). Dados los postulados recopilados a través de un análisis

histórico, el concepto de competencia, es propio de un proceso que pretende integrar el

componente cognitivo, social y cultural del sujeto para desenvolverse con eficacia en

situaciones especificas, mostrando la adquisición y el manejo de diferentes habilidades.

2.2.2 ¿Qué son las competencias comunicativas?

Ahora bien, en lo referente a las competencias comunicativas ha de tenerse en

cuenta que están mediadas por la configuración del sistema de símbolos que se traduce

en la utilización del lenguaje, convirtiéndose en un mecanismo que permite establecer

relaciones con el otro y posibilita expresar al sujeto sus formas de pensar y sentir.

En tal sentido, el lenguaje en la primera infancia está mediado por la cultura, el

contexto y las relaciones que los niños establecen con el primer agente socializador que

es su familia. El lenguaje y su desarrollo facilita disminuir las brechas culturales entre

los sujetos, es por tanto que Frabboni y Bertolini (citados por Fandiño, et al., 2010)

anuncian que “la comunicación constituye un instrumento particularmente potente,

flexible y funcional en nuestra sociedad su dominio le permite al individuo acceder al

mayor número posible de conocimientos y de experiencias” (p.95).

La adquisición de conocimientos y experiencias como producto del desarrollo

cultural y la relación entre los sujetos, permite enriquecer su desarrollo integral,

favoreciendo su competencia comunicativa que según Lomas (citado por Ramírez,

2012) se define como:


Ese conjunto de conocimientos lingüísticos y de habilidades comunicativas que se van

adquiriendo a lo largo del proceso de socialización de las personas (dentro y fuera de la

escuela). Conforme nos relacionamos con otras personas, en contextos diversos, se

adquieren y dominan los conocimientos lingüísticos, las destrezas comunicativas y las

normas socioculturales que caracterizan los intercambios comunicativos en las

diferentes situaciones de comunicación de la vida cotidiana (p.169).

En lo que respecta a las competencias comunicativas, orientadas desde el

proceso de enseñanza – aprendizaje, se ha llegado a la comprensión y a la distinción del

desarrollo de competencias en lo que podría denominarse un “ambiente natural o social”

como proceso de los espacios interactivos de comunicación; Y, por otro lado, a la

formación y desarrollo de competencias comunicativas como procesos orientados de

manera consciente por agentes educativos. (Ortiz, 2009).

Dado esto, el acto comunicativo va más allá de un dominio de lectura o de

escritura, ya que debe ser considerado desde las habilidades de comunicación: oral,

auditiva, escrita y lectora.

2.3 Habilidades Comunicativas

El sistema educativo propende por el desarrollo integral del ser, los agentes

educativos comprometidos con esta puesta desarrollan estrategias pedagógicas y

didácticas que se orientan para tal fin. En este proceso, confluye el desarrollo de las

competencias, habilidades y capacidades desde una perspectiva sistémica.


El término de habilidad implica pensar desde la construcción social, educativa y

cultural, como producto de la interacción del sujeto con el medio. Comúnmente se

tiende a relacionar con el saber-hacer y con la realización eficaz de una actividad

concreta. Por lo anterior, Michael, Connell, Kimberly y Howard Gardner (citados por

Torres 2017) proponen que “las habilidades son capacidades biopsicológicas que tienen

las personas y las competencias, el conocimiento y las capacidades que son valoradas

por la sociedad y la cultura. Es decir, las habilidades son de naturaleza individual y las

competencias de naturaleza social” (p.4).

Tal como lo comenta López (2018), las habilidades o competencias

comunicativas son el conjunto de procesos lingüísticos que desarrolla el ser humano

durante todo el ciclo de su vida, las cuales le permiten participar eficazmente en todos

los campos de la comunicación inmersos en una sociedad, en el campo del lenguaje se

establecen como prioridad el hablar, escuchar, leer y escribir.

Atendiendo a las consideraciones anteriores, el presente proyecto toma como

referencia la clasificación de las habilidades comunicativas propuestas por Cassany,

Esquerdo, Luna y Sanz (2000) en donde reciben el nombre de habilidades linguisticas,

cuyo propósito es el de hacer uso de la lengua con finalidades netamente comunicativas;

es así como se propone que el habla, la escucha, la lectura y la escritura sean

consideradas las habilidades linguisticas básicas. Los autores en mención, reconocen

que bajo otras perspectivas o autores, también se les puede reconocer como capacidades

comunicativas o macrohabilidades. Pero además definen Las Habilidades

comunicativas, como competencias que tiene una persona para expresar sus ideas,
sentimientos, necesidades, sueños y deseos por medio del lenguaje oral y escrito. Así

mismo la capacidad para comprender los mensajes que recibe a través de estos códigos.

A continuación en la tabla 1, se presenta la clasificación propuesta por Cassany et al

(2000), según el código oral o escrito y el papel receptivo o productivo que contiene la

comunicación:

Tabla 1. Clasificación de las habilidades lingüísticas


Según el papel en eI proceso de comunicación
Según el código Productivo o
Receptivo o comprensión
Expresión
Oral Escuchar Hablar
Escrito leer escribir
Fuente: Elaboración propia.

2.3.1 Hablar

Habilidad para adecuar el registro verbal a las circunstancias de la

comunicación respetando los turnos conversacionales, para aplicar las máximas

conversacionales de cantidad, de relación y movilidad en la producción discursiva. La

lengua oral es especialmente relevante en la etapa de la Educación Infantil, es el

instrumento principal de aprendizaje, de regulación de la conducta y de manifestación

de vivencias, sentimientos, ideas, emociones, etcétera. En palabras de Cassany et al.

(1994 2011).

También recibe el nombre de competencia lingüística. Especialmente en el ciclo

de la primera infancia se construye la base solida de lo que será un proceso de

adquisición del lenguaje, a través de la codificación de signos y símbolos que le

permitirán al niño y a la niña, convertirse en un hablante capaz y seguro en cualquier


situación. El proceso de desarrollo del lenguaje implica reconocer dos habilidades: la

receptiva que tiene que ver con la audición y la productiva que esta relacionada con la

expresión oral. (Ortiz, 2009).

Por otro lado, desde lo expuesto en el documento del lineamiento pedagógico y

curricular para la educación inicial en el distrito (2010) se tiene que: “más allá de las

habilidades instrumentales o técnicas, durante la primera infancia ocurren los hitos

simbólicos de mayor importancia para el desempeño lingüiś tico y lector, que marcarán

el aprendizaje presente y futuro”. Es justamente aquí, donde el proceso desarrollado en

la escuela y en el hogar deben apostar a la construcción de las habilidades

comunicativas tanto orales como auditivas.

Quiñaluiza (2015) a firma que el crecimiento lingüístico se consigue escuchando

y hablando, ya que los niños el estar aprendiendo a expresarse, van precisando la

pronunciación y ampliando el vocabulario.

Una de las formas de fortalecer esta habilidad según la autora, es trabajar a

través de la lectura de textos escritos ya que a los niños les resulta interesante escuchar

en voz alta, viviendo y comunicando las lecturas realizadas por los adultos. También

integrando sesiones de psicomotricidad, de plástica, de preguntas cotidianas (por

ejemplo, cuando cada niño puede explicar el lunes una actividad que ha realizado

durante el fin de semana).

2.3.2 Escuchar

Esta habilidad comunicativa tiene su complementariedad en la competencia


anterior,
Comprender y reconocer el significado de la intención comunicativa de un determinado

hablante, es la capacidad de escucha. Es así que escuchar implica procesos cognitivos

complejos, se requiere de la puesta en marcha de procesos cognitivos de construcción de

significados y de interpretación de un discurso oral (Upegui, Velásquez, Ríos, Trujillo,

y Salazar, 2009). Además las habilidades del habla y la escucha no funcionan aisladas,

suelen usarse integradas, es decir, relacionadas una con otra, en una conversación, los

papeles de emisor y receptor suelen intercambiarse; por tanto, realizamos actividades de

expresión y comprensión oral alternamente.

Al respecto Echeverría (2006, citado en López, 2018) manifiesta que la escucha valida

el habla, hablamos para ser escuchados y éste es el propósito del habla, que debe ser

efectiva, de lo contrario sólo generará dificultades en las relaciones entre las personas.

Por lo tanto, en el proceso comunicativo se manifiestan dos dimensiones: el hablar

como el lado activo de la comunicación y el escuchar considerado como pasivo.

Añade esta misma autora que se debe establecer una diferenciación entre el oír y

el escuchar como dos situaciones o fenómenos distintos. Al escuchar, se realiza una

interpretación del mensaje que se recibe, mientras que al oír se registran una serie de

sonidos que son convertidos en lenguaje, palabras y frases como lo expresa Echeverría

(2006).

2.3.3 Leer

La lectura es concebida como una habilidad técnica, en la cual el niño y la niña

tienden a trasladar lo que sería el lenguaje impreso o escrito, al lenguaje oral. Existen

algunas habilidades que resultan emergentes del proceso de la lectura, Early Childhood
Resources (citado por Gordon, 2001) expone una serie de etapas que se citan a

continuación:

- Primera etapa: Los niños aprenden y reconocen que la palabra impresa es una forma

de lenguaje.

- Segunda tapa: Los niños oyen cuentos, poemas, recitados y canciones de manera

repetitiva, tratando de seguir la lectura.

- Tercera etapa: Aprenden a reconocer palabras, leen, conocen el texto y emplean algo

de fonética.

- Cuarta etapa: Van perfeccionando la habilidad de lectura.

En relación con lo anterior, Quiñaluiza (2015). Refiere que leer literatura infantil

es interactuar con el texto, identificar y entender lo que el autor quiere expresar, esto se

puede hacer de manera lúdica y cognitiva a la vez sin limitaciones, porque en ambos

casos intervienen el lenguaje.

2.3.4 Escribir

La escritura es una habilidad cuyo dominio requiere el conocimiento lingüístico

de varios aspectos de razonamiento lógico, permite la expresión de ideas pensamientos

y conducción correcta y armónica de enunciados, oraciones y párrafos.

La necesidad de escribir surge cuando buscamos comunicarnos con alguien a

quien no podemos transmitir un mensaje oralmente. La necesidad de extender el

alcance de la comunicación más allá de la emisión sonora llevó a buscar otras

formas de comunicar el mensaje. Hasta ahora la más utilizada por la humanidad

es la escritura.” (González, 99 p.15).


Para dominar la escritura, además es necesario desarrollar una serie de

conocimientos y habilidades que nos permitan entender las convenciones del sistema de

escritura y su función; “la función del escritor supone, ente todo, lo siguiente: tener un

motivo para comunicarse, planear el contenido, producir algún texto y revisarlo para

atender la necesidad e intereses de la audiencia.” (Judith, 2000, p. 240)

La escritura exige una mayor secuencia lógica que la lengua oral, pues en

general, en la escritura se siguen convenciones propias de un estilo de comunicación

más formal; para dominar el sistema de escritura, tanto en el ámbito de la comprensión

como de la expresión, es necesario desarrollar una cultura especial.

2.4 Literatura infantil


“Las palabras nacen, crecen, se desarrollan, se transforman y
también mueren. Las palabras suben y bajan; son transportadas de
acá para allá como el agua de la noria”.

Juan Cervera

2.4.1 Conceptualización de la literatura infantil

La literatura infantil ha sido ampliamente estudiada y definida; por ejemplo,

Cervera (1989) señala que “bajo el nombre de literatura infantil deben acogerse todas

las producciones que tienen como vehículo la palabra con un toque artístico o creativo y

como receptor al niño” (p.157). En relación y de forma complementaria, Paredes (sf)

sostiene que “Literatura es todo lo que está escrito, pero literatura es un sentido

específico, es el arte de la palabra para expresar visiones del mundo, emociones,

conflictos y vivencias de un autor y del hombre en general” (p.8). Por lo anterior, la

literatura infantil es vista como herramienta para facilitar los procesos de enseñanza-

aprendizaje. Cuenta con una serie de ventajas que, al ser utilizada de forma continua,

permea todas las áreas del desarrollo del niño. Entender la literatura como un lenguaje
artístico que posibilita la expresión del ser humano, es un motivo para indagar acerca de

los grandes aportes que conlleva fomentarles, no sólo dentro de los espacios educativos,

sino a partir de los intereses y las aptitudes que los niños van reflejando desde temprana

edad.

Así entonces “La literatura infantil es en la que se integran todas las

manifestaciones y actividades que tiene como base la palabra con finalidad artística o

lúdica que interesan

Al niño” (Cervera, 1991 citado en Paredes, 2013, p. 43).

Según Navas (1995 citado en Paredes, 2013, p. 43), la literatura es un evento

comunicacional, donde el niño se sensibiliza ante la literatura como fuente de recreación

y goce estético que valora la función imaginativa y así desarrolla su potencial creativo,

los cuales llevarán al niño a realizar reflexiones críticas de los textos de acuerdo a una

valoración ética, afectiva y estética.

La literatura infantil es una herramienta pedagógica que utiliza el maestro para

cumplir objetivos de aprendizaje, estas estrategias metodológicas pueden y deben variar

de acuerdo al contexto cultural, social y a las necesidades de aprendizajes de un

individuo o grupo, cada contenido debe seleccionar y adaptar las estrategias

metodológicas a sus circunstancias y necesidades particulares que tenga el niño.

Según Quiñaluiza (2015) para iniciar la literatura infantil en los niños, una de las

primeras acciones es rodear de libros a los niños, buenas obras con historias

emocionantes y bien escritas, que ayuden a transmitir la idea que la lectura es una

actividad que se puede disfrutar.

“la literatura posibilita la fantasía y la imaginación, para la formación de un hombre

completo, de una mente abierta a todas las direcciones, incluida la del futuro, es

indispensable una imaginación robusta” (Rodari, 1987).Entender la literatura como un


lenguaje artístico que posibilita la expresión del ser humano, es un motivo para

implementarla, y comprender los grandes aportes que conlleva fomentarles, no sólo

dentro de los espacios educativos, sino a partir de los intereses y las aptitudes que los

niños van reflejando desde temprana edad.

Al realizar actividades como cantar rondas, contar historias de nuestra vida cotidiana.,

contar cuentos; los niños acceden al desarrollo de habilidades comunicativas de forma

significativa yendo mucho más allá de lo alfabético. Rodari (1997) “el desarrollo de la

imaginación y el descubrimiento de la realidad por parte del niño es muy significativo

para su vida futura”.

Por ultimo, Colomer (2010), afirma que a literatura debe ser comprendida “no

como un conjunto de textos, sino como un componente del sistema humano de

relaciones sociales que se institucionaliza a través de instancias como la enseñanza, la

edición y la crítica” (Colomer, 2010, p. 7).

Entonces, se puede decir que cuando se habla de literatura infantil se hace

referencia a todas las composiciones que por sus características específicas están

dirigidas o creadas para los niños. Cuando se escribe esta literatura se debe tomar muy

en cuenta las necesidades e intereses de los niños, pues esta debe causar placer y deleite.

Algo importante es que la literatura infantil siempre debe tener un objetivo estético que

permita al niño sentir placer, gozo y alegría al escuchar historias, cuentos, adivinanzas,

retahílas, es decir que disfrute de estos textos por la forma en la que están escritos, por

lo que expresa, por sus personajes.

La literatura Infantil tiene unos caracteres particulares que la distinguen de

cualquier otra, quizá porque su destinatario ŭltimo sea el niño, aunque defendamos
también su universalidad. Para Sosa (1967) los caracteres fundamentales que harán

interesar al niño por la Literatura Infantil son:

Tabla 2 Caracteres de la Literatura infantil


CARACTERES CONCEPTO
Esencial, ya que la vida del niño es más imaginativa que real, en
todas sus etapas, así́ que su imaginación para suplir lo que ignora en
Imaginativo relación con la distancia que va del raciocinio a la comprobación
experimental, es tan fundamental como el movimiento interior de
sus relaciones cognoscitivas.
Refleja el del propio niño, pues piensa que en este drama que están
viviendo sus sentidos se podrán repetir los movimientos interiores
que hacen el suyo. El mismo Perrault indicaba la alegría o la
El dramatismo
aflicción de los niños mientras se desarrollaban las escenas de su
narración. El drama importa al niño en cuanto es traductor de Sus
movimientos interiores y en cuanto en él, el niño siente vivir.
Se refiere a la manera cómo el autor presenta la invención y el
La técnica del instrumento con el cual se desarrolla el drama. El lenguaje es
desarrollo y el fundamental para la obra y resume en cierto modo la habilidad del
lenguaje creador. Cuanto más depurada sea la expresión, más sencilla pero
bella, más gustará y atraerá al niño a su lectura.
Sosa, J. (1967). La literatura infantil: ensayo sobre ética, estética y psicopedagogía de la literatura
infantil. Editorial Losada.

2.4.2 Componentes de la literatura infantil

Las experiencias literarias para la infancia abarcan diversos géneros: poesía,

narrativa y teatro, pero más allá de géneros y textos, se busca permear al sujeto desde

todas las dimensiones que lo integran. A continuación, se desarrollan como categorías

conceptuales, la clasificación de los géneros de la literatura orientada a la primera

infancia:

Figura 1. Géneros literarios.


El género lirico comprende la poesía representada en todos sus estilos. Sus subgéneros

más trabajados a partir del siglo XX son: himno, balada, canción, corrido, soneto y,

preferentemente el verso libre, aunque también se habla de la prosa poética. López,

Jerez y Encabo (2007) afirman que la poesía está íntimamente ligada a la vida del niño,

sus sueños y sus juegos están acompañados por canciones, poesías y música que van

formando su mundo poético y fortaleciendo su imaginación y su memoria. Le gusta la poesía

porque le resulta fácil retenerla; el ritmo es un gran auxiliar para su memoria, además porque su

oído percibe con agrado la cadencia de la musicalidad de los versos, debido al número de

sílabas y a la consonancia de la rima.

Es un género para enriquecer las habilidades comunicativas ya que El mundo infantil

es de por sí poético; es por ello que muchas veces afloran espontáneamente en los labios

del niño expresiones llenas de poesía, de ritmo y sonoridad. Descubren rimas a partir de

simples experiencias de vida, en los cuentos y sobre todo a través del juego. (Venegas,

Muñoz y Bernal, 1987). La poesía para niños sirve al mismo tiempo, para desarrollar y

enriquecer el lenguaje y para lograr otros importantes objetivos, como por ejemplo:

Escuchar con atención, aprender nuevo vocabulario, descubrir el sonido y la belleza de

palabras y frases, reconocer su propia voz, adquirir seguridad a través de la oportunidad

que le brinda el decir versos a coro.hay muchos de los logros que adquiere el niño al
estar en contacto con la poesía infantil adecuadamente seleccionada, alcanza otros

objetivos igualmente valiosos.

El género dramático incluye todas las obras escritas para ser representadas en un

escenario y ante un público, en forma dialogada. Los subgéneros son: tragedia, drama y

comedia.

En cuanto al género narrativo son todas aquellas obras que no utilizan una

estructura métrica fija; es decir, están escritas en prosa y cuentan hechos pasados,

presentes y futuros. Sus subgéneros son: fabula, leyenda, mito, epopeya, cuento, novela

y ensayo.

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