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ISBN 978-607-745-243-0
Frans B. M. de Waal
Bonobo sex and society
Originalmente publicado en la revista Scientific American
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Frans B. M. de Waal
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Joan Fontcuberta, Por un manifiesto Postfotográfico, La Vanguardia.
[lavanguardia.com/cultura/20110511/54152218372/por-un-manifiesto-
posfotografico.html] [consulta 11 de Junio de 2014].
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Ibídem, p. 91.
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Milán Kundera, Un encuentro, Barcelona, Tusquets Editores, 2010,
p. 17.
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que puede ver las opacidades del otro, sus gestos nervio-
sos, sus traumas. En la fotografía, el divan es la cámara.
Algo que Duchamp identifica en el Étant donnés es nues-
tra existencia mirilloscópica, nuestro gusto por observar de
manera furtiva la trasgresión batailleana. Pero si la mirilla
lograba densificar y concentrar la mirada en el objeto del
placer, nuestro mundo contemporáneo no podía hacer otra
cosa que traspasar ese placer a la pantalla. El propio Du-
champ jugó en su Cinema anémico con mostrarnos el poder
hipnótico de imágenes que giran sobre sí mismas, pantallas
cuya energía centrípeta congrega al espectador sin nece-
sariamente mostrar otra cosa que una superficie vuelta so-
bre sí.
El cambio de la mirilla a la pantalla plana representa
también este cambio de paradigma entre lo privado y lo
público. Anteriormente existian temas de circulación res-
tringida, lo que pasaba dentro del hogar, dentro de la alco-
ba o dentro de la psique del individuo, se mantenían como
dominios privados, tan sólo concernían al individuo. Hoy
en día, en cambio, el individuo atenta contra estos límites
y la autoexposición se convierte en un evento común. En
las redes sociales se comparte todo, las fotos más indiscre-
tas se viralizan, vivimos en la estética del morbo, queremos
saber cada vez más de los otros, mostrar cada vez más algo
de nosotros.
La mirilla era una mirada hacia un mundo íntimo, hacia
ese lugar privado que el individuo se reservaba para sí. Por
el contrario, la pantalla es el lugar donde todo se convierte en
objeto visible, todo discurre sin interrupciones y se com-
parte. La pantalla cada vez más grande de los televisores
en los hogares será un día de tamaño natural para jugar a
ser más real que lo real, para utilizar una frase de Jean Bau-
drillard: la realidad de un mundo donde nada se oculta,
donde todo es accesible a la mirada.
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Richard Sennett, El declive del hombre público, Barcelona, Penínsu-
la, 1978, p. 15.
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Frans B. M. de Waal
Larry Clark
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1
Georges Bataille, Escritos sobre Hegel, México, Arena Libros, 2005,
p. 15.
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[los] locos por hablar, locos por ser salvados, deseosos de todo
al mismo tiempo, los que nunca bostezan ni hablan de luga-
res comunes; sino que arden, arden, arden cual fabulosos co-
hetes pirotécnicos que estallan en el firmamento como arañas
cruzando las estrellas y si te acercas pueden ver en el centro
el azul de la flama.2
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Jack Kerouac, En el camino, Barcelona, Editorial Bruguera, 1981, p. 8.
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Jonas Mekas, A happy Man, Nowness, 2012. [vimeo.com/89701
136] [consulta 2 de mayo de 2015].
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Herbert Marcuse, Eros y civilización, Sarpe, Madrid, 1983, p. 184.
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Coral Herrera Gómez, El amor romántico desde una perspectiva
queer, Haika Ediciones, Madrid, 2012, p. 4. [issuu.com/coralherrerago-
mez/docs/el_amor_rom_ntico_desde_una_perspe_a37b509c0162fe]
[consulta 3 de mayo de 2015].
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Frans B. M. de Waal
Catherine Opie
Ojo a ojo se espían, uno detrás, los dos delante, ojo a ojo los
telones se abren, delante el teatro, la mentira bien conta-
da, la mentira de permanecer y desnudarse, ojo objeto y ojo
sujeto, corriendo detrás y por delante del lente, ojo sobre
ojo en la fotografía que perpetúa la mirada. El autorretrato
sexual es quizás uno de los géneros más practicados por
artistas y amateurs, antes de que las selfies se convirtieran
en la imagen colonizadora de la visualidad, el autorretrato
ya era uno de los géneros más reconocidos en el arte. El
retrato busca no sólo presentar a un sujeto de acuerdo a su
fisonomía, uno de los retos más interesantes para el retra-
tista es presentar el carácter psicológico del sujeto, incluso,
lo más profundo que en él habita: su identidad, aquélla que
quizá ni él mismo conoce. En el caso del autorretrato, el
problema es doble, el sujeto y el objeto de la fotografía son
lo mismo, el autor y el modelo se turnan para dar lugar a un
tercero: la imagen que es simbiosis de ambos.
El autorretrato tiene además un carácter psicológico, es
un descenso al inframundo de la psique, un viaje dantesco,
una divina comedia para rescatar a la bella Beatriz, que para
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Jean-Luc Nancy, La mirada del retrato, Buenos Aires, Amorrortu,
2006, p. 31.
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Gilles Deleuze, Deseo y placer, Barcelona, Archipiélago, 1995, p. 19.
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Go Fist Foundation, Primera Gualtrapada, 2005, [gofistfounda-
tion.pimienta.org/videos/] [consulta el 03 de marzo 2015].
5
Catherine Opie entrevista por Amy Kellner. [viceland.com/pdf/
v2n6_mx.pdf] [consulta el 10 de marzo de 2012].
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Beatriz Preciado, “Teoría queer: notas para una política de lo anor-
mal o contra-historia de la sexualidad”, Revista observaciones filosóficas
No. 15. [observacionesfilosoficas.net/queer-teoria.htm] [consulta 10 fe-
brero 2014].
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Omar Gámez
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Estas nociones se exploran con mayor profundidad en el libro El
pathos fotográfico, una clínica de la mirada, México, Instituto de Cultural
de Toluca, 2014.
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Leigh Ledare
El ojo del tabú, el ojo del incesto, el ojo mirón. El ojo que
persigue a la madre mientras corre a la bañera. El ojo edí-
pico, el ojo mitológico y el ojo clínico, el ojo psicoanalítico
y freudiano, el ojo que mira bajo la blusa de la madre y
halla la transparencia de su deseo. La madre Afrodita, la
madre Medea, capaz de cortar el cuello de sus hijos. El ojo
del hijo y el ojo de la madre en entrañable complicidad. El
ojo fotográfico persiguiendo a la madre hasta la cama. Los
ojos de Leigh Ledare tras la cámara, los ojos de Tina, su
madre, olvidando que está ahí, mientras juega a desapare-
cer entre los brazos de sus amantes, frente al espejo mien-
tras se pinta, recordando que está ahí cuando juega por las
orillas de la cama con su ropa interior transparente y su
blusa con dos corazones negros en los pezones.
Pretend you are actually alive (2008), de Leigh Ledare, es
una serie en la que el autor toma fotografías de su madre.
Alejándose del gesto aurático en que los hijos colocan a sus
progenitores, Leigh retrata un aspecto mucho menos ex-
plorado en la relación madre-hijo: la sexualidad, ese lugar
invisible e incómodo que la mayoría de las personas prefie-
ren evitar.
No es un fotógrafo fácil, menos aún para aquéllos que
hemos sido educados en un contexto católico, porque María
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Sigmund Freud, Obras completas, Totem y tabú y otras obras 1913-
1914, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1991, p. 26.
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Ibídem, p. 40.
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Gilles Deleuze, Lecciones magistrales sobre Antiedipo y Mil mesetas,
p. 3. [webdeleuze.com] [consulta 3 abril 2014].
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Ibídem, p. 6.
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Ibídem, p. 59.
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Evan Baden
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Cristina Rivera Garza, Escribir no es soledad, México, unam, 2013,
p. 10.
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Que toda palabra sea liberada, y que vaya hasta el deseo. Nos
revolcamos en esta liberalización que no es sino el proceso
creciente de la obscenidad. Todo lo que está escondido, y
goza aún de lo prohibido será desterrado, devuelto a la pala-
bra y a la evidencia. Lo real crece, lo real se ensancha, un día
todo el universo será real, y cuando lo real sea universal, será
la muerte. Simulación porno; la desnudez nunca es un signo
cualquiera. La desnudez velada por la ropa funciona como
referente secreto, ambivalente. Desvelada se hace superficie
como signo y entra en la circulación de los signos: desnudez
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Jean Baudrillard, Las estrategias fatales, Barcelona, Anagrama, 2000,
p. 36.
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Felix Stalder, Autonomía y control en la era de la posprivacidad. [tin-
tank.es/?p=850] [consulta el 10 octubre de 2014].
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Joan Fontcuberta
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Jean Baudrillard, De la seducción, Madrid, Cátedra, 1981, p. 69.
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ciones, 2010.
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Joan Fontcuberta, La danza de los espejos, [acvic.org/images/AC_
premsa/2011/estado%20mental_article%20fontcuberta.pdf] [consul-
ta 3 de enero de 2014].
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Felix Stadler, Op. cit.
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Michel Maffesoli, El tiempo de las tribus, México, Siglo XXI Edito-
res, 2004, p. 37.
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Felix Stadler, Op. cit.
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4
Baudrillard, Op. cit. p. 9.
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Slavoj Žižek, Cuando lo honesto es siniestro y la psicosis es normal,
[http://elpsitio.com.ar/Noticias/noticiaprint.asp?Id=1748] [consulta 10
de febrero 2014].
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Beatriz Preciado, Testo Yonqui, Madrid, Espasa, 2008, p. 38.
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Beatriz Preciado, Op.cit. p. 39.
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Ariel Levy, Chasing Dash Snow, New York Art, traducción de la
autora: “Where Goldin and Larry Clark were saying something painful
and anxiety-producing about Kids and what happens when they take
drugs and have sex in an ungoverned urban underworld, McGinley
started out announcing that “The Kids Are Alright,” fantastic, really,
and suggested that a gleeful, unfettered subculture was just around the
corner —still— if only you knew where to look”. [nymag.com/arts/art/
profiles/26288/index1.html] [consulta 22 de mayo 2014].
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