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1936 – Debate sobre la inmigración judía.

Atraer la atención sobre la forma de trabajo en


Bogotá. Tres grupos de inmigrantes: Poseedores de capital que llegaron años antes para
invertir al país; los delincuentes dedicados a labores ilegales como la trata de blancas y el
contrabando y, la gran mayorá, que llega a Bogotá en una lamentable situación que han tenido
que valerse de medios lícitos e ilícito por la ingenuidad de cierto público por la exploración
organizada del elemento colombiano, es decir, estos eran los klapers comerciantes medianos.
Se les pintaba como usureros. Los comerciantes judíos no tienen vínculos emocionales,
porque están acostumbrados al éxodo, porque al ser comerciante, no tiene labores que lo
arraiguen a la tierra como la agricultura o la ganadería = Judío Errante.
Acusan a los judíos de llegar a hacer competencia desleal a los nacionales. Era necesario
cerrarles la puerta a los inmigrantes buhoneros, ya que el judío de Europa central representa
a los tipos de humanos más bajos, tiene facultades defensivas (como un animal).
El fascista 1936 – Simón Pérez Soto. Judíos = camisas negras. Los acusan de ser hombres
sin Dios. Se hizo una marcha el 2 de septiembre de 1936 desde la 7ma y la 16 hasta la plaza
de Bolívar, protestaron frente la cámara y la presidencia. Pero, se dice que el apoyo fue
escaso. El diario El Siglo (fascista) se mantuvo al margen de la marcha. El diario antioqueño
Colombia nacionalista reprochó este acto.
El manifiesto comunista fue hecho por dos judíos, Marx y Engels, ellos buscan abolir la
religión católica, tienen sectas que buscan establecer de nuevo la revolución comunista. La
lucha antisemitista no tiene ningún partido.
Diario Nuestra Tribuna 1934-1937: Colombia, por su inmensa extensión territorial, la
fertilidad de su suelo y sus riqueza naturales incontables e inagotables hacen de ella la tierra
de promisión para muchos inmigrantes. Nuestra Tribuna respondieron que cuando se inició
la inmigración de origen hebreo al país (1927), 1os consumidores colombianos eran
„victimas‟ del monopolio absorbente de ciertos colombianos y fue cuando llegaron los judíos
comerciantes a establecer sus negocios en la calle séptima. Pero su razonamiento más claro
es precisamente respecto a sus comerciantes, al afirmar que ayudan a los colombianos
víctimas del monopolio absorbente‟ de ciertos vendedores nacionales ofreciéndoles todo tipo
de mercancía (como vestidos, zapatos y pieles que antes les eran inasequibles) a precios
cómodos.
Sección de Asuntos Generales al Ministerio de Gobierno, desde el año 1930, la inmigración
de „judíos‟, principalmente, provenientes de Polonia, Rumania y Rusia “ha hecho sentir de
modo desfavorable su influencia sobre los comerciantes, industriales y obreros colombianos.
Así, el 28 de mayo de 1936, se aprobó el decreto 1194 por el cual: los búlgaros, chinos,
egipcios, estones, griegos, hindúes, latvios, letones libaneses, lituanos, marroquíes,
palestinos, polacos, rumanos, rusos, sirios, turcos y yugoslavos tendrían que entregar
documentos comprobantes de su buena conducta, salud y honorabilidad, además de 1.000
pesos.

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