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Revista Argentina de Clínica Psicológica

2019, Vol. XXVIII, N°2, 115-126 115


DOI: 10.24205/03276716.2019.1105

HOSPITAL DE DÍA ORIENTADO A AUMENTAR LA CAPACIDAD


DE MENTALIZACIÓN: 8 AÑOS DE SEGUIMIENTO
D AY H OSPITAL D ESIGNED TO I NCREASE T HE A BILITY
TO M ENTALIZE : 8 Y EARS OF F OLLOW -U P

Antía Brañas, Patricia Márquez, Josefina Mas,


Alejandro Merino, Ana Ruiz, Carmen Catasús,
Eva Hernández y Alberto Fernández Liria

Resumen
Estudio pre-post sobre variables clínicas y asistenciales que pueden cambiar en un Hospital de
Día (HdD) orientado a aumentar la capacidad de mentalizar. Muestra de 123 pacientes con diferentes
diagnósticos que estuvieron en tratamiento en nuestro HdD. Analizamos: 1) Respuestas a escalas
cumplimentadas por los 50 pacientes, al ingreso y tras el alta. 2) Frecuencia de urgencia psiquiátrica
y número de ingresos de la muestra total. Tras el tratamiento encontramos: 1) Mejoría en síntomas
depresivos (Inventario de Beck), ansiedad (STAI), funcionamiento global y disminución de hostilidad
(Buss-Durkee), p entre 0,000 y 0,004. 2) Disminución del uso de urgencias y hospitalización psi-
quiátrica. 3) Escala de actividad social sin variaciones y resultados contradictorios en impulsividad.
Palabras clave: Hospital de día, mentalizar, trastorno de personalidad, estudio pre-post.

Abstract
Pre-post study about what clinical and care variables may change in a Day Hospital (DH) de-
signed to increase the ability to mentalize. Nonhomogeneous in diagnosis sample of 123 patients,
who were in treatment at our DH. We analyze: 1) Responses to different scales, on admission and
discharge of 50 patients from the sample. 2) Frequency of visits to psychiatric emergency and num-
ber of hospital admissions of the total sample. After the treatment, we find: 1) Improvement in de-

(Buss-Durkee), p-value <0.004. 2) Decrease in the number of emergencies and hospitalization. 3)


pressive symptoms (Beck Inventory), anxiety (STAI), global functioning and decrease in hostility

No changes in social activity scale and contradictory results in impulsivity.


Key words: Day Hospital, Mentalization, personality disorder, pre-post study.
Recibido: 20-03-18 | Aceptado: 20-11-18

INTRODUCCIÓN en el área de referencia. Dentro de los trastor-


nos de la personalidad se dirige sobre todo a
El Hospital de Día “Puerta de Madrid” es un los pacientes límite, por sus características clí-
recurso para pacientes graves que necesitan nicas, el nivel de sufrimiento y el alto grado de
un tratamiento intensivo diario, pero no inter- utilización de recursos asociado (Hales, Yu-
nación; implica un nivel mayor de contención e dofsky y Gabbard, 2009), así como los avances
intervención que el de los tratamientos habi- en las posibilidades de tratamiento.
tuales ambulatorios (Mas, 2012). Está proyec- Se trata de un recurso perteneciente al Área
tado para atender de manera fundamental, de Gestión Clínica de Psiquiatría y Salud Men-
aunque no única, a pacientes con sintomatolo- tal del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá
gía relacionada con los diagnósticos de tras- de Henares. Está incluido en una compleja red
torno de la personalidad. Los pacientes con de recursos de atención a problemas de salud
Trastorno Mental Grave tienen otros espacios mental, en la que se trabaja de manera coordi-
de tratamiento adecuados a sus necesidades nada para asegurar la continuidad entre los
dispositivos. En ella se incluyen: 1) centros
Área de Gestión Clínica de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital
Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid)
ambulatorios desde donde se asegura la aten-
E-Mail: patrimarquezmartin@gmail.com ción a lo largo de todo el proceso del paciente,
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© 2019 Fundación AIGLÉ.

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que decide cuándo derivarle a uno u otro re- El modelo de TBM es una terapia desarro-
curso de la red, 2) distintos grupos y terapias llada por Bateman y Fonagy, que han publicado
individuales ambulatorias, 3) el hospital de dos manuales (Bateman y Fonagy, 2006; Bate-
día, 4) recursos de media estancia, 5) recursos man y Fonagy 2016) que explican sus bases,
de larga estancia, 6) una serie de recursos de posicionamiento del terapeuta y técnicas de in-
rehabilitación, dirigidos especialmente a pa- tervención, y donde se explicitan los requeri-
cientes con Trastorno Mental Grave pero que mientos para aplicarla en un Hospital de Día
pueden usar un pequeño porcentaje de pacien- (HdD, Bateman y Fonagy, 2004), donde ha de-
tes con Trastornos de la Personalidad. Perso- mostrado ser un tratamiento eficaz (Bateman y
nas designadas por los equipos de cada uno de Fonagy, 1999; Bateman y Fonagy, 2001). Esto
estos dispositivos forman parte de una “comi- permite que todo el equipo pueda formarse y
sión de trastornos límite de la personalidad” trabajar de manera coherente. Por otra parte,
que analiza continuamente los recursos y ne- es fácilmente integrable con otras modalidades
cesidades destinados a estos pacientes, inten- de intervención, y no es solo para pacientes
tando propiciar una utilización óptima de estos con TLP, sino que su uso se está aplicando con
recursos. Al Hospital de Día se deriva desde otros diagnósticos (Bateman y Fonagy 2012).
los centros de atención ambulatoria (centros Cuando se decidió que el HdD de Alcalá se ba-
de salud mental) cuando la terapeuta de refe- sara en este modelo, se facilitó la formación, a
rencia del paciente lo ve indicado, en coordi- distintos niveles, de los profesionales del
nación con los profesionales encargados de equipo. Cursos, lecturas, role play y formula-
su cuidado y seguimiento (trabajadora social, ción de casos, fueron familiarizando a todos
enfermera). Es un dispositivo asistencial de con el modelo, y facilitando la adquisición de
tratamiento intensivo, activo y estructurado, habilidades terapéuticas. Esto se integró con
en régimen de día. Proporciona una doble di- la organización previa del recurso como medio
mensión de tratamiento, ya que a la terapia o ambiente terapéutico entendido y manejado
intensiva se une la posibilidad de contención con las premisas de la terapia de grupo inter-
directa durante una parte del día. La deriva- personal. Es decir, se parte de la idea de crear
ción al HdD tiene que ver con dos tipos de un medio suficientemente seguro en el que se
problemas, que definen dos perfiles de pa- fomentan las relaciones con otros y se estimula
cientes, más allá del diagnóstico: aquellos la reflexión sobre lo que ocurre en las interac-
que están yendo a urgencias psiquiátricas con ciones, fundamentalmente en el aquí y ahora,
frecuencia, con situaciones críticas, y aque- de manera que se puedan tener experiencias
llos con una pérdida importante de vitalidad, nuevas y transformadoras, tanto emocionales
que apenas salen y pasan gran parte de su como cognitivas, así como posibilidades de pa-
tiempo encamados. trones de apego más seguros.
El DSM-5 (American Psychiatric Association Incorporar a esta manera de trabajar la fo-
[APA], 2014) define los trastornos de persona- calización en las vicisitudes de la capacidad de
lidad como “un patrón permanente de expe- mentalizar, nos ha llevado a estar atentos a las
riencia interna y comportamiento (…) situaciones en que esta se pierde, a los cam-
persistente e inflexible (…)estable y de larga bios de estado mental en que aparecen proble-
evolución”, haciendo hincapié sobre la estabi- mas y síntomas. Mentalizar es interpretar de
lidad de dicho patrón y, por lo tanto, en la difi- manera imaginativa los estados mentales
cultad para el cambio. Los distintos tratados (emociones, ideas, motivaciones, etc.) que
de psiquiatría (Sadock y Sadock, 2008) reco- subyacen a las actuaciones propias y ajenas.
gen la dificultad para el cambio con la que se Es una capacidad que nos permite relacionar-
ha asociado a estos trastornos. nos con otros, entender lo que hacen o hace-
En el tratamiento de pacientes con Trastorno mos por las intenciones subyacentes, no solo
Límite de la Personalidad (TLP) se han realizado por lo que ocurre. En una buena mentalización,
distintas intervenciones psicoterapéuticas; al aparte de darnos cuenta de cuáles son estas
día de hoy, las más recomendadas, por la efica- intenciones, también comprendemos que es-
cia que han demostrado en diferentes estudios tamos construyendo una hipótesis más o
(Fórum de Salud Mental y AIAQS, 2011) son: la menos acertada y que podemos equivocarnos.
Terapia Dialéctico Conductual (TDC) desarro- La mentalización tiene distintos aspectos (au-
llada por Linehan, la Psicoterapia Focalizada en tomático o controlado, basado en lo externo o
la Transferencia (PFT) desarrollada por Kern- en lo interno, basado en lo emocional o en lo
berg (Clarkin, Levy, Lenzenweger y Kernberg, cognitivo, centrado en uno mismo o en el otro)
2007; Levy et al., 2006) y la Terapia Basada en que han de estar equilibrados y ser flexibles,
Mentalización (TBM) de Bateman y Fonagy (Ba- de manera que se ponga en funcionamiento el
teman y Fonagy, 2016). que se necesite en una situación dada. En los

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pacientes límite este balance se pierde con fa- evitar la iatrogenia que se produce con inter-
cilidad y el trabajo de los profesionales es ayu- venciones que provocan confusión, dependen-
darles a lograrlo cuando se detecta que cia o mantienen las pautas interpersonales de
funcionan exageradamente en un polo, por los vínculos desorganizados. Somos especial-
ejemplo, en centrar todo lo que ocurre en ellos mente cuidadosos en mantener la dinámica de
sin ver a los otros, o viceversa, o cuando se las entrevistas dentro de las posibilidades de
quedan en lo emocional sin reflexión. En este mentalización y tolerancia emocional del pa-
estado es importante ayudarles a que mentali- ciente. Estas dos cuestiones son clave para tra-
cen sus emociones (que las detecten, nom- bajar con pacientes límite graves. Para
bren, entiendan cómo han surgido, las manejen mantener este trabajo el equipo realiza al in-
reflexivamente en lugar de disparar la acción greso una formulación compartida del caso,
de manera automática). Al fallar la capacidad entendiendo sus problemas vinculados a fraca-
de mentalizar, y en nuestras pacientes esto sos en la mentalización. Posteriormente se
ocurre continuamente a lo largo del día, se reúne a diario y comparte lo que ocurre en
pasa a funcionar en modo hipomentalizador-el cada actividad o terapia, las impresiones y di-
estado más frecuente en ellas-, o hipermenta- ficultades de cada uno.
lizador. En el primero lo que se piensa es lo El Hospital de Día se estructura con sesio-
que es, sin discusión ni alternativas. En el se- nes de terapia individuales semanales, grupa-
gundo se hacen inferencias sobre lo que ocurre les (2 veces por semana) y familiares. Además,
en el mundo interno sin base en nada vivido ni se trabaja la capacidad de mentalización a tra-
observable. En el modelo de Bateman y Fonagy vés de distintas actividades de terapia ocupa-
se relacionan estos modos de funcionamiento cional y de enfermería en formato de grupo,
mental con la aparición de la sintomatología lí- tanto de manera informal como con trabajo psi-
mite. En la clínica estos pacientes viven con coeducativo y dinámicas grupales. También se
frecuencia algo que ha ocurrido (y que puede hacen talleres para practicar técnicas de regu-
interpretarse de muchas maneras) como una lación emocional. Los pacientes acuden diaria-
traición, una afrenta, una humillación; enton- mente desde las 10 de la mañana hasta
ces, en hipomentalización, su “única salida” es después de comer, entre las 14,30 y las 16
dañarse o dañar, o por el contrario, generan hi- horas, según los casos. El medio terapéutico es
permentalización, con discursos vacíos que no un medio contenedor, pero en ocasiones se
les ayudan a mejorar o impiden trabajar a un producen crisis. En estos casos se acompaña al
grupo. Nuestro trabajo consiste en detectar paciente, evitando que se dañe, sin usar con-
estos cambios y ayudarles a volver a mentali- tención mecánica alguna. La escucha empática,
zar. Esto se puede orientar a través de técnicas la validación de la experiencia que está te-
generales de autorregulación emocional (rela- niendo y posteriormente las intervenciones
jación, mindfulness, grounding); también con destinadas a ayudarle a mentalizar, permiten
técnicas específicas destinadas a clarificar lo que las crisis puedan aprovecharse para lograr
que ha llevado a este cambio de estado men- el objetivo de transformar el funcionamiento
tal, en la exploración del contexto relacional, del paciente. Conocer las áreas que más pue-
como en la manera en que el paciente lo ha vi- den beneficiarse de una intervención en Hospi-
vido (emociones, ideas). En este último caso, tal de Día, como la que se describe, resulta de
se busca el momento en que el paciente pierde gran utilidad a la hora de seleccionar el perfil
la mentalización y cambia de estado mental, de pacientes a los que más puede ayudar dicha
entrando en un punto de vulnerabilidad en que intervención. El objetivo de este estudio es
aparecen las conductas problema. Esto se hace analizar las características de la población de-
tanto respecto a las dificultades que ocurren rivada y atendida en el recurso en los últimos
en el momento a momento del Hospital de Día 8 años, así como estudiar los cambios que se
–con compañeros, con profesionales, con la te- producen tras la intervención.
rapeuta con la que está hablando- como en las
narraciones que traen de lo que les ha pasado
en su vida cotidiana. Se busca que puedan en- MATERIAL Y MÉTODOS
tender a los otros y a sí mismos de otra ma-
nera, al tener en cuenta y comprender estados Muestra
mentales, relativizar sus puntos de vista, y Para el estudio se han recogido datos de las
abrirse a nuevas perspectivas. historias clínicas realizadas desde el año 2007
Estas intervenciones se realizan en el con- al 2015 a los pacientes atendidos en el Hospi-
texto de un vínculo de apego que se recons- tal de Día de adultos “Puerta de Madrid” de Al-
truye una y otra vez, pero cuya seguridad calá de Henares. A lo largo de estos años se
afectiva se consolida con el tiempo. Se cuida han realizado evaluaciones con distintas esca-

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las al ingreso y al alta del dispositivo. El proto- • Escala de Impulsividad de Barratt


colo del estudio fue aprobado por el Comité de (BIS-11) (Patton, Stanford y Barratt,
ética del Hospital Príncipe de Asturias de Al- 1995): instrumento autoaplicado de
calá de Henares. 30 ítems para evaluar la impulsivi-
Las evaluaciones al inicio del tratamiento dad. Cada ítem se puntúa en una es-
incluyen a un total de 123 pacientes atendidos cala Likert de frecuencia de 1 a 4. Las
desde esa fecha, de los cuales, por distintas puntuaciones se agrupan en 3 subes-
razones, sólo 50 han cumplimentado las esca- calas (cognitiva, motora e impulsivi-
las al alta. Por otra parte, se han revisado el dad no planificada), para este
número de ingresos hospitalarios y demandas estudio se ha utilizado solamente la
al servicio de urgencia del hospital de referen- puntuación total. Se ha propuesto
cia (Hospital Universitario Príncipe de Asturias) utilizar como punto de corte la me-
durante el año previo a la entrada de cada pa- diana de la distribución, en la versión
ciente en el HdD y durante el año posterior al hispana la mediana de la puntuación
alta. Esta revisión incluye a todos los pacientes total se encuentra en 32,5 (Oquendo
que habían terminado el tratamiento un año et al., 2001).
antes de realizarse el estudio. El Inventario de Hostilidad de Buss-Durkee
(BDHI) (Buss y Durkee, 1957) es un cuestiona-
Variables y procedimiento rio autoaplicado para evaluar los distintos as-
Además de las variables sociodemográficas pectos de la hostilidad y los sentimientos de
recogidas en historia clínica (edad, sexo, nivel culpa asociados. Consta de 75 ítems que se
de estudios, estado civil) se han recogido va- responden como V o F. Para el análisis se ha
riables clínicas como diagnóstico, consumo de utilizado la puntuación total; a mayor puntua-
tóxicos, número de atenciones por urgencias y ción mayor hostilidad. El punto de corte pro-
días de ingreso en el año anterior y posterior a puesto (Moreno, Fuhriman y Selby, 1993) y
la intervención, así como los datos relativos a confirmado en la versión española (Montalván
la duración de la intervención en Hospital de et al., 2001) es de 27. El inventario de ansiedad
Día (fecha de inicio y de alta). estado-rasgo (STAI) (Spielberg, Gorsuch y Lus-
Los síntomas depresivos se evaluaron utili- hene, 1986) evalúa la presencia de ansiedad
zando el Inventario de depresión de Beck (BDI) como estado (condición emocional transitoria)
(Beck, Ward, Mendelson, Mock y Erbaugh, y la ansiedad como rasgo (propensión ansiosa
1961). El BDI es un cuestionario autoaplicado relativamente estable). Consta de un total de
de 21 ítems que evalúa la presencia de sínto- 40 ítems, 20 en cada uno de los cuestionarios
mas depresivos. Se han utilizado los puntos de (estado/rasgo) que son autoaplicados y se
corte recomendados por la Asociación Ameri- puntúan en escala gradual de frecuencia de 0
cana de Psiquiatría (American Psychiatric Asso- a 3 (0 nada, 1 algo, 2 bastante, 3 mucho). Algu-
ciation, 2000) que define como ausente o nos ítems puntúan de manera inversa. La pun-
mínima valores hasta 9, leve entre 10-16, mo- tuación total oscila entre 0 y 60 en cada uno de
derada entre 17-29 y grave por encima de 30. los conceptos y se transforma en centiles a tra-
Es una escala adaptada y validada al caste- vés del sexo y la edad.
llano (Conde y Useros, 1975). Se ha utilizado La Escala de Búsqueda de Sensaciones (SSS)
además el ítem 9 de la evaluación al ingreso (Zuckerman, Eysenck y Eysenk, 1978) es un ins-
para describir los impulsos suicidas. trumento autoaplicado que evalúa la necesidad
Para medir la impulsividad se han utilizado de sensaciones y experiencias nuevas, contiene
dos instrumentos diferentes: respuestas de verdadero o falso a 40 ítems que
• Escala de Impulsividad de Plutchik se agrupan en 4 subescalas de 10 ítems cada una:
(EI) (Plutchik y Van Praag, 1989): búsqueda de emociones (BEM), búsqueda de ex-
cuestionario autoaplicado diseñado citación (BEX), desinhibición (DES) y susceptibili-
para evaluar las conductas impulsi- dad hacia el aburrimiento (SAB). A mayor
vas. Consta de 15 ítems que se pun- puntuación, mayor presencia del rasgo. No exis-
túan de 0 a 3 en una escala de ten puntos de corte propuestos por lo que la eva-
frecuencia (0 nunca, 1 a veces, 2 a luación se realiza en comparación a la muestra de
menudo, 3 casi siempre) algunos validación española (Pérez y Torrubia, 1986).
ítems se puntúan en sentido inverso. La Escala Autoaplicada de Evaluación Social
La puntuación total se obtiene su- (SASS) (Bosc, Dubini y Polin, 1997) se diseñó para
mando la puntuación de los distintos evaluar la conducta y el ajuste social de los pa-
ítems. El punto de corte propuesto cientes con depresión. Evalúa distintas áreas
para la versión española (Rubio et al., como trabajo, familia, ocio, relaciones sociales y
1998) se sitúa en 20 puntos. motivación/intereses. Consta de 21 ítems que se

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puntúan en una escala tipo Likert de 0 (peor fun- (18,7%). La edad media al inicio de tratamiento

puntos de corte propuestos son: <25 desadapta-


cionamiento) a 3 (mejor funcionamiento). Los de la muestra es de 37,56 (±10,08) siendo la

ción social, 25-55 normalidad, >55 “superadapta-


media en mujeres de 36,22 (±9,48) y en varones
42,58 (± 10,86). El 61,8% consumía algún tóxico
ción patológica”. Esta escala se ha validado en de manera habitual, el 27,6% presentaba un pa-
español (Bobes et al., 1999). La Escala de Evalua- trón de consumo de abuso o dependencia de al-
ción de la Actividad Global (EEAG) (APA, 1987) es cohol, el 8,9 % de cannabis, 4,1% de cocaína y
un instrumento para evaluar el funcionamiento 4,9% de ambos (cannabis y cocaína), un 2,4%
general de los pacientes en psiquiatría, a lo largo consumía de manera regular algún tóxico distinto
de un hipotético continuum de salud-enferme- a los mencionados. La duración media del trata-
dad. Es una escala heteroaplicada en la que el clí- miento en Hospital de Día ha sido de 436,25 días
nico puntúa el funcionamiento global con una (±37,56).
puntuación entre 0 y 100.
El Inventario Multiaxial Clínico de Millon III
(MCMI-III) (Millon y Davis, 1997) consta de 175 Tabla 1. Características socio-demográficas de
ítems dicotómicos, V o F, que evalúan 22 escalas la muestra
clínicas (síndromes clínicos y rasgos de persona-
N (%)
lidad) y 4 de validez. En 2007 se validó la versión
española (Cardenal, Sanchez y Rotiz-Tallo, 2007). Varones 26 (21,1%)
Para la realización de este estudio se han utili- Mujeres 97 (78,9%)
zado las preguntas correspondientes a antece-
dentes de trauma (ítems 81,132,164 y 173) y de Sin pareja 42 (34,1%)
intentos autolíticos (ítem 154) previos a la evalua- Casados o en pareja 53 (43,1%)
ción realizada al ingreso en HdD. Se trata de un
instrumento autoaplicado. Divorciados o separados 28 (22,8%)

Estudios primarios 41 (33,3%)


Análisis estadísticos
Se llevaron a cabo análisis estadísticos me- Estudios secundarios o profesionales
59 (47,97%)
(FP, bachiller o equivalente)
diante el programa SPSS v19. Se realizaron medi-
das descriptivas de la muestra, así como Estudios universitarios 23 (18,7%)
comparación de los datos al inicio y alta del tra-
tamiento en Hospital de Día. Se realizó inicial-
mente una prueba de Kolmogorov-Smirnov para Diagnósticos y comorbilidad
comprobar que los datos de la muestra, al inicio Los diagnósticos se realizaron según la CIE-9
y tras el alta, seguían una distribución normal. MC. Con respecto a los diagnósticos, 93 de los
Tras comprobar que los parámetros a analizar (a 123 pacientes tenían algún diagnóstico pertene-
excepción del número de urgencias y los días de ciente al grupo de los trastornos de personalidad,
hospitalización) seguían dicha distribución, se siendo el más frecuente el de trastorno límite de
analizaron los datos de los cuestionarios me- personalidad (TLP) (n=73, 59,3%), seguido de
diante una prueba de T de Student para muestras trastorno histriónico (n=5, 4,1%), obsesivo (n=4,
relacionadas. Los datos correspondientes a ur- 3,3%), dependiente (n=3, 2,4%) y evitativo (n=3,
gencias y hospitalización, al no seguir una distri- 2,4%), narcisista y esquizoide (n=1, 0,8% cada
bución normal, se analizaron mediante una uno). Dos pacientes estaban clasificados como
prueba no paramétrica (prueba de Wilcoxon). “otros trastornos de personalidad” y uno de “no
especificado”.
Existe un porcentaje pequeño de pacientes
RESULTADOS con diagnósticos de trastornos psicóticos (esqui-
zofrenia n=7, 5,7%, trastorno esquizoafectivo
Descripción de la muestra n=5, 4,1%, trastorno psicótico no especificado
variables sociodemográficas n=1, 0,8%). 28 pacientes presentaban un diag-
Se han analizado los datos correspondientes nóstico de trastorno de conducta alimentaria
a un total de 123 pacientes atendidos en Hospital (anorexia nerviosa n=13, 10,6%, bulimia n=8,
de Día desde el año 2007 hasta 2015. Las carac- 6,5%, trastorno de conducta alimentaria no espe-
terísticas sociodemográficas se muestran en la cificado n=7,5,7%). 27 pacientes fueron diagnos-
Tabla 1. Es una población en la que predominan ticados de un trastorno afectivo: trastorno
las mujeres, que representan el 78,9%; un por- depresivo mayor (n=6, 4,9%), trastorno depre-
centaje alto está casada o vive en pareja (43,1%) sivo recurrente (n=9, 7,3%), trastorno bipolar
y la mayoría ha realizado estudios secundarios o episodio maniaco (n=4, 3,3%), trastorno bipolar
profesionales (47,97%) o estudios universitarios episodio depresivo (n=4, 3,3%).

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Dentro del epígrafe de “reacciones de adapta- ellos alguno de los ítems 9 del BDI que exploran
ción” hay 16 pacientes que cumplían criterios impulsos suicidas, lo que incluye afirmaciones
para trastorno por estrés postraumático (TEPT) como “tengo pensamiento de hacerme daño pero
(13%) por traumas, en la inmensa mayoría, inter- no llegaría a hacerlo”, “siento que estaría mejor
personales y ocurridos en la infancia. Este diag- muerto”, “siento que mi familia estaría mejor si
nóstico aparece en comorbilidad con trastorno de yo muriera”, “tengo planes decididos de suici-
personalidad en todos los casos, exceptuando en darme” o “me mataría si pudiera” y solo 28
uno, el mismo que no cumple criterios para afirma que “no tengo pensamiento de hacerme
trauma infantil. Además, otros 6 pacientes fueron daño” (tabla 3). 65 pacientes respondieron en el
diagnosticados de reacción depresiva prolongada Inventario Clínico Multiaxial de Millon MCMI-III
(4,9%) y 7 de trastorno de adaptación (5,7%). En que había intentado suicidarse en alguna ocasión
el marco de los trastornos de ansiedad, 9 pacien- a lo largo de su vida, de ellos 41 tenía diagnóstico
tes tenían diagnóstico de trastorno obsesivo com- de TLP (tabla 4). En el mismo Inventario respon-
pulsivo (7,3%), distimia (n=9, 7,3%), trastorno de den sí al menos a un ítem relacionado con ante-
ansiedad no especificado (n=2, 1,6%), agorafobia cedente de trauma 66 pacientes, en un porcentaje
(n=1, 0,8%), trastorno disociativo (n=6, 4,9%), alto se refieren a abusos durante la infancia. De
trastorno somatomorfo (n=3, 2,4%) y trastorno ellos 41 cumplen criterios para el diagnóstico de
conversivo (n=1, 0,8%). Dos pacientes presenta- TLP (tabla 4). De entre los 123 pacientes inclui-
ban diagnóstico de trastorno por déficit de aten- dos, 70 de ellos (56,9%) recibieron el alta médica
ción e hiperactividad (n=2, 1,6%). Sólo 26 de los tras finalizar el tratamiento, 21 (17,1%) abando-
123 pacientes presentaban un solo diagnóstico. naron el tratamiento o solicitaron el alta volunta-
El resto de la muestra (78,86%) presentaban más ria, 8 fueron dados de alta por derivación a otro
de un trastorno diagnosticado. La comorbilidad dispositivo. De los 8 pacientes dados de alta, 5 lo
de los distintos trastornos en el grupo de pacien- fueron por requerir una mayor contención de la
tes diagnosticados de TLP (el más frecuente en que podíamos dar en un HdD: 3 Unidad de Tras-
nuestra muestra) se muestra en la Tabla 2. torno de Personalidad (UTP); 1 Unidad de Media
Estancia (UME), recursos en los que el paciente
Tabla 2. Comorbilidad del Trastorno Límite de puede permanecer durante toda la jornada a lo
personalidad (N=73) en la muestra largo de un tiempo definido, generalmente de
unos meses; 1 Centro intensivo cerrado para TCA,
2 a otros recursos ambulatorios, en un caso UAT
Comorbilidad N %
o unidad de atención temprana a TMG y en otro
Consumo de tóxicos 52 71.20% CAID por predominar de manera muy significativa
el abuso de sustancias psicoactivas; de estas
Consumo de alcohol últimas pacientes, dos volvieron a tratamiento a
46 (10) 63% (13,7%)
(abuso/dependencia) HdD. Por último, 1 se derivó a un recurso especí-
fico para profesionales de salud mental. 2 pacien-
Trastornos de conducta alimentaria 20 27.39% tes fueron dados de alta por suicidio. 19
Trastornos afectivos 20 27.39%
pacientes estaban en tratamiento aún y otros 11
no llevaban un año de alta.
Trastornos de ansiedad 19 26.03%
Tabla 3. Ideación autolítica
Reacción de adaptación (TEPT) 16 (10) 21,92% (13,7%)

Trastornos psicóticos 2 2.74% Ítem 9.BDI. Impulsos suicidas n (%)

TDAH 1 1.37% 1.”Tengo pensamientos de hacerme daño pero


17 (13,8%)
no llegaría a hacerlo”
Total 73
2.”Siento que estaría mejor muerto” 27 (22%)

Descripción clínica de la muestra 3.”Siento que mi familia estaría mejor si yo mu-


20 (16,3%)
riera”
Se evaluaron al inicio del tratamiento los an-
tecedentes de intentos de suicidio, ideación sui- 4.”Tengo planes decididos de suicidarme” 7 (5,7%)
cida y antecedentes traumáticos con los ítems 9
del Inventario de Depresión de Beck (BDI) y los 5.”Me mataría si pudiera” 14 (11,4%)
ítems 81, 132, 154,164 y 173 del Inventario Clínico
Multiaxial de Millon MCMI-III. Las respuestas a di- 6. “No tengo pensamiento de hacerme daño” 28 (22,8%)
chos ítems se resumen en las tablas 3 y 4. 85 pa-
N total 113
cientes respondieron que era verdadero para

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Tabla 4. Antecedentes de eventos traumáticos calas las han devuelto cumplimentadas. Se han valorado
e intentos autolíticos los EEAG de los pacientes a los que no se dieron escalas y
a los que no las devolvieron, ante la sospecha de que pu-
Verdadero n Verdadero n
(%) (%) dieran ser un grupo con una diferente evolución. En la tabla
Inventario Clínico Multiaxial
de Millon III 5 se muestran las medidas de la evaluación inicial de la
Muestra total
(N=84)
TLP N=49 muestra en los distintos cuestionarios utilizados. La pun-
tuación media en el Inventario de depresión de Beck co-
Ítem 81. “Me avergüenzo de los
abusos que sufrí cuando era niño”
34 (40,5%) 25 (51,02%) rresponde a “depresión grave”. Las puntuaciones en los
Inventarios de ansiedad estado y ansiedad rasgo están por
Ítem 132. “Odio pensar en algu-
nas formas en las que se abusó de 30 (35,7%) 19 (38,76%) encima de la media. Con respecto a los valores para impul-
mi cuando era niño” sividad, ambos valores medios estarían por encima del
Ítem 154. “He intentado suici- corte propuesto: en la escala de impulsividad de Plutchik
65 (77,4%) 41 (83,67%)
darme” el 62,07% (n=72) de la muestra se sitúa por encima del
Ítem 164. “Hay terribles hechos de punto de corte; mientras que en la escala de impulsividad
mi pasado que vuelven repetida-
53(63%) 36 (73,47%) de Barratt el 98,3% (n=113) de la muestra tiene valores su-
mente para perseguirme en mis periores al punto de corte establecido. En la escala de Buss-
pensamientos y sueños”
Durkee. el 95,65% (n=110) se sitúa por encima del punto
Ítem 173. “Todavía me aterrorizo
cuando pienso en una experiencia 51(60,7%) 33 (67,35%) de corte. Los valores correspondientes a la Escala de Bús-
traumática que tuve hace años” queda de Sensaciones (SSS) se encuentran por debajo de
Responden “sí” a al menos un los descritos en población española (Pérez y Torrubia,
ítem relacionado con anteceden-
66 (78,57%) 41 (83,67%) 1986). Sorprendentemente, la escala autoaplicada de adap-
tes de trauma (ítem 81, 132, 164, tación social da valores altos, en un porcentaje importante
173)
dentro de la normalidad, mientras que en la Escala de fun-
No se han entregado las escalas a todos los pacientes, cionamiento global (EEAG) los valores al inicio son bajos,
ni todos los pacientes a los que se les han entregado las es- con una media de 26,4.

Tabla 5. Descripción de los valores medios, desviación típica y distribución (percentiles 25 y 75)
de las principales medidas realizadas al inicio del tratamiento
Punto de corte
PACIENTES MEDIA
p25-p75 o valor media
EVALUADOS (N) (±DT)
población o p50
17-29 moderada
>30 grave
Inventario de Depresión de Beck (BDI) 113 30,02±9,41 23,5-37

Escala de impulsividad de Plutchik (EI) 116 22,28±6,62 18-26,75 20 punto de corte


Inventario de ansiedad estado (STAI-E) 116 39,69±15,15 32,25-52 22 (p50)
Inventario de ansiedad-rasgo (STAI-R) 116 41,51±13,38 36,25-50 22 (p50)
Escala de Búsqueda de Sensaciones (SSS) 115 15,93±6,53 11-20 17,7 (media mujeres)
-Subescalas: 21,3 (media varones)
-Busqueda de emociones (BEM)
-Búsqueda de excitación (BEX) 115 3,48±3,11 1-6 6,1 (media mujeres)
-Desinhibición (DES) 6,8 (media varones)
-Susceptibilidad hacia el aburrimiento SAB)
115 5,29±1,99 4-7 5,7 (media mujeres)
5,4 (media varones)
115 2,96±2,22 1-5 3,0 (media mujeres)
5,1 (media varones)
115 4,3±2,12 3-6 3,0 (media mujeres)
3,6 (media varones)
Inventario de Hostilidad de Buss-Durkee (BDHI) 115 40,49±8,99 34-46 27 punto de corte
Escala de Impulsividad de Barratt (BIS-11) 115 58,2±16,53 47-69 32,5 (p50)
Escala autoaplicada de Evaluación Social (SASS) 116 28,1±8,60 22,25-34 <25 desadaptación
Escala de funcionamiento global (EEAG) 67 26,04±11,03 20-30
Número de urgencias el año previo 123 2,93±8,43 0-3
Número de días de hospitalización el año previo 121 19,47±35,47 0-21

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Cambios al alta datos obtenidos se recogen en la Tabla 6. Se


Se compararon los cambios en los 50 pa- han valorado los EEAG de los pacientes a los
cientes que habían cumplimentado las distin- que no se le dieron escalas o a quienes no las
tas escalas, al iniciar el tratamiento y tras el devolvieron, ante la sospecha de que pudieran
alta. Por otra parte, se midieron los datos co- ser un grupo con una diferente evolución. Esto
rrespondientes a las atenciones por urgencias solo ha podido realizarse sobre aquellas dadas
y los días de hospitalización, un año antes del de alta en los últimos 5 años, ya que es la
tratamiento y un año después del mismo. Los muestra a cuyos datos se ha tenido acceso.

Tabla 6. Cambios al alta en las distintas variables

Valores inicio Valores alta

Escala N (media±desviación típica) (media±desviación típica) p

BDI 48 30,15±9,489 20,35±11,57 0,000 *

EI 50 21,18±5,93 19±7,01 0,025*

BIS-11 50 55,08±13,66 51,72±12,54 0.086

STAI-E 50 39,08±15,25 28,46±16,27 0,000*

STAI-R 50 40,40±13,97 32,3±16,10 0,004*

HBD 50 41,66±7,80 33,44±14,09 0,000*

SSS 50 14,65±6,04 13,31±5,60 0.072

SASS 50 28,64±7,70 29,62±7,92 0.423

EEAG 39 26,54±10,71 61,54±15,26 0,000*

URGENCIAS (Nº) 92 3,47±9,64 0,85±1,82 0,000*

HOSPITALIZACIÓN (DÍAS) 92 17,60±34,15 5,72±23,01 0,000*

* p<0,05

Cambios medidos con escalas de evaluación de alta por fin de tratamiento en los últimos 5
Dentro de las escalas que alcanzan signifi- años, que no han cumplimentado las escalas,
cación estadística, en el BDI pasa de haber un encontramos que la diferencia entre el EEAG al
porcentaje de pacientes con síntomas de de- inicio y al final del tratamiento indica mejoría
presión grave de 53,1% al inicio, a un 26,53% similar a la del grupo que sí las entregó (de una
tras el alta, manteniéndose el porcentaje de media de 28 a una de 60).
depresión moderada en 38% (p= 0,000). En la No se producen cambios en las medidas de
escala de impulsividad de Plutchik en la mues- búsqueda de sensaciones ni en la escala de
tra inicial el 62,1% está por encima del punto adaptación social medida mediante cuestiona-
de corte frente al 13.46% tras el alta; mientras rio SASS.
que en la escala de impulsividad de Barratt no Cambios en la frecuentación de urgencias y
se objetivan cambios, y en la medida de hosti- la necesidad de ingresar
lidad BDHI disminuye el porcentaje por encima Los resultados de comparar el uso por parte
del punto de corte de 95,65% a 75,47% de los pacientes del servicio hospitalario de ur-
(p=0.000). En ansiedad también se observa gencias y la necesidad de ingreso, el año antes
una mejoría significativa, con una variación de y el año posterior al paso por el hospital de
la puntuación al inicio de 39,08 en ansiedad día, muestran un cambio significativo. Hay una
estado a 28,46 tras el alta (p= 0,000), y de reducción en la frecuentación de la urgencia,
40,4 a 32,3 (p=0,004) en ansiedad rasgo. En la desde una media de 3,47 con desviación típica
Escala de funcionamiento global (EEAG) los de 0,64, a una media de 0,85 con desviación tí-
cambios son significativos: se pasa de una pica de 1,82 (p=0,000); y una reducción en las
media de 26,54 al inicio, a una de 61,54 en el estancias hospitalarias de una media de 17,60
momento del alta. Entre las 6 pacientes dadas con desviación típica de 34,15 el año previo al

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tratamiento, a una media de 5,72 con desvia- venir la dependencia de estancias hospitala-
ción típica de 23,01 en el año posterior para rias prolongadas”. El presente estudio analiza
todos los pacientes de la muestra. los resultados sobre estos objetivos en una
muestra de pacientes atendidos en este Hospi-
tal de Día. Confirma un beneficio en la mayoría
DISCUSIÓN de los que han finalizado el tratamiento, me-
dido por las escalas de evaluación, y en la
Principales hallazgos muestra total en lo que se refiere a la necesi-
La población de nuestro centro está com- dad de acudir a urgencias al hospital o de in-
puesta en un alto porcentaje por individuos gresar. La tasa de abandonos en nuestra
con un diagnóstico de TLP, en su mayoría mu- muestra (17,1%) es solo ligeramente superior a
jeres. Presentan alta comorbilidad con otros las descritas por Fonagy (12%) y Linehan (16%)
diagnósticos, siendo los más frecuentes los en muestras de pacientes con TLP (Bateman y
trastornos afectivos y de conducta alimentaria, Fonagy, 1999; Linehan, Armstrong, Suarez, All-
y los trastornos de ansiedad, además de nive- mon y Heard, 1991). En el modelo alternativo
les elevados de consumo de tóxicos. En una para los trastornos de la personalidad pro-
proporción alta tienen antecedentes de inten- puesto en el DSM-5 (APA, 2014) se recogen,
tos de suicidio y muchas de ellas han sufrido dentro de los siete rasgos patológicos que for-
eventos traumáticos interpersonales, funda- man parte de los criterios diagnósticos del TLP,
mentalmente durante su infancia. Hay una im- la ansiedad, depresión, impulsividad, asunción
portante mayoría de mujeres, (78,9%), lo que de riesgos (aspecto de la desinhibición in-
es congruente con la proporción de 3 mujeres cluida en la SSS) y hostilidad, indicando que al
por 1 hombre en que se diagnostica la persona- menos uno debe ser impulsividad, asunción de
lidad límite (DSM-5). Es posible que esta dife- riesgos u hostilidad. Todos ellos son, por
rencia cuantitativa de diagnósticos de TLP tanto, características fundamentales en el TLP
según la variable sexo, se deba, al menos en y han sido medidas en nuestra muestra como
parte, a que las mujeres tienen mayor proclivi- áreas en las que valorar el cambio.
dad a buscar ayuda en el tratamiento terapéu- El tratamiento en Hospital de Día produjo
tico por problemas emocionales. Por otra cambios en los síntomas depresivos, niveles de
parte, para algunos autores, el trastorno anti- ansiedad, en la medida de hostilidad y en el
social de la personalidad, que se diagnostica funcionamiento general (evaluado mediante
más frecuentemente en hombres y que no se EEAG). Al momento del alta disminuyen signifi-
trata con tanta frecuencia como el límite en cativamente además las atenciones en urgen-
instituciones de salud mental, sería una evo- cias y la necesidad de ingreso. En los estudios
lución distinta a la del TLP, a partir de los mis- sobre eficacia de tratamiento de psicoterapia
mos problemas, como negligencia y abuso TBM en hospital de día, llevados a cabo por Ba-
sexual (Skodol y Bender, 2003)-). teman y Fonagy (Bateman y Fonagy, 1999; Ba-
Nuestros resultados coinciden con los des- teman y Fonagy, 2001; Bateman y Fonagy,
critos hasta ahora acerca de la alta comorbili- 2008), se describen una disminución de sínto-
dad del TLP con otros diagnósticos, como mas depresivos medidos con BDI y de ansiedad
trastornos afectivos y de conducta alimentaria medidos con STAI similares a los descritos en
(Tomko, Trull, Wood y Sher, 2014), así como la nuestra muestra. Otros estudios han replicado
elevada frecuencia de consumo de tóxicos e in- esta disminución en síntomas depresivos me-
tentos autolíticos asociada (Distel et al., 2012) dida con BDI (Bales et al., 2012). Asimismo,
y los antecedentes de eventos traumáticos también coincide con estos estudios la dismi-
(Vermetten y Spiegel, 2014). La alta frecuencia nución en los días de ingreso (Bales et al.,
de trauma interpersonal en primera infancia 2012; Bateman y Fonagy, 2001; Bateman y Fo-
junto a rasgos que llevan al diagnóstico de per- nagy, 2008). En nuestra área los ingresos hos-
sonalidad límite conecta también con la discu- pitalarios de pacientes diagnosticados de
sión sobre la pertinencia del diagnóstico de trastorno de personalidad (incluyendo histrió-
trauma complejo. Los objetivos descritos por nico, límite, narcisista, y los diagnosticados
Bateman y Fonagy (Bateman y Fonagy, 1999) bajo los epígrafes “otros” o “no especifica-
para la terapia TBM en pacientes con TLP son dos”) supusieron en 2015 el 18,18% del total
los siguientes: “1) involucrar al paciente en el de ingresos, con una media de 1,35
tratamiento, 2) reducir los síntomas psiquiátri- ingresos/año por paciente en el año 2015 y una
cos generales, principalmente depresión y an- estancia media de 17,29 días/ingreso. Sólo los
siedad, 3) disminuir el número de conductas diagnosticados de TLP supondrían el 3,64% de
autolesivas e intentos autolíticos, 4) mejorar el los ingresos con una estancia media de 14,35
funcionamiento social e interpersonal, 5) pre- días/ingreso y un ingreso por paciente al año

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(datos correspondientes a 2015). Las cifras tras ausencia de grupo control no nos permite infe-
el alta de nuestra muestra se encuentran por rir la relación entre los cambios descritos como
debajo de las mencionadas cifras. consecuencia del tratamiento. Aunque sí nos
No hemos evaluado dentro de los resulta- permite estudiar cuáles son las áreas sobre las
dos las conductas autolesivas, aunque sí el que se produce mayor cambio durante la inter-
número de atenciones por urgencias, que in- vención en Hospital de Día, y, por tanto, las
cluye conductas autolesivas que precisaron que podrían considerarse más susceptibles de
atención médica, así como otras situaciones un tratamiento como éste.
de crisis que también requirieron atención. Hay un porcentaje bajo de cumplimentación
Esta cifra también disminuye significativa- de las escalas al momento del alta. Los cues-
mente tras el tratamiento en nuestro hospital tionarios respondidos pertenecen en su mayo-
de día. En un porcentaje elevado de pacien- ría a pacientes que han recibido el alta médica
tes, disminuyen las medidas de hostilidad con una buena adherencia al tratamiento y al
(BDHI). Se produce una normalización de los dispositivo, completando el tratamiento- Por
niveles de impulsividad medidos en la escala otro lado, también están aquellos pacientes
de Plutchik, aunque no en la escala de Ba- que no mejoraron, o para los que este no era
rratt. Un estudio reciente ha relacionado la un recurso adecuado y han sido derivados a
hostilidad, pero no la impulsividad, con los in- otros centros. No se han considerado los casos
tentos autolíticos (presencia y severidad) (Fe- de abandono de tratamiento o alta voluntaria,
rraz et al., 2013). No se producen cambios en por considerar que no habían realizado el tra-
la adaptación social, medida a través del tamiento y por tanto no posibilitaban la valo-
cuestionario SASS. En los estudios previos de ración de su eficacia. Por el análisis de los
Bateman y Fonagy (Bateman y Fonagy, 1999; EEAG de los últimos 5 años, de aquellos de los
Bateman y Fonagy, 2001; Bateman y Fonagy, que no tenemos escalas cumplimentadas, po-
2008) sí se produce una mejoría en adapta- demos inferir que tuvieron una evolución simi-
ción social, que no encontramos en nuestra lar a aquellos que sí lo hicieron. En las medidas
muestra. La medida para evaluar la adapta- de atenciones en urgencias y hospitalización,
ción social no es la misma utilizada por ellos, se han tenido en cuenta todos los pacientes
y probablemente partimos de valores altos, (sobre los que se tienen datos un año antes y
quizás sobrevalorados, que responden a la un año después de su tratamiento en HdD), in-
opinión subjetiva de los pacientes respecto a dependientemente del motivo de alta. En di-
su adaptación. Tampoco en las medidas de chas medidas sólo fueron tenidas en cuenta las
búsqueda de sensaciones hemos detectado atenciones en nuestro hospital. Las urgencias
cambios. Hay que destacar que las puntuacio- en otras áreas sanitarias (por cambio de domi-
nes de nuestra muestra al inicio se encuen- cilio u otros motivos) no fueron tenidos en
tran por debajo de las descritas como cuenta, en los datos previos ni posteriores, al
puntuaciones medias en población española, no disponer de acceso a esos datos. Pero se
lo que puede haber dificultado la detección de trata de una población relativamente estable.
un cambio en ese rasgo. Además, la mayor No es una muestra homogénea en el diag-
parte de estudios previos relacionan la bús- nóstico, lo que apoya la idea de que la terapia
queda de sensaciones con individuos con TLP orientada a mejorar la capacidad de mentalizar
de género masculino (Barnow et al., 2007; no sólo es beneficiosa en pacientes diagnosti-
Sansone y Sansone, 2011). cados de TLP, sino que pacientes con distintos
diagnósticos pueden observar una mejoría en
Limitaciones y fortalezas distintos parámetros tras recibir un trata-
Se trata de un estudio en el que se realizan miento de estas características. Este estudio
una serie de evaluaciones, autoaplicadas en su retrospectivo reproduce los cambios descritos
mayoría. La validez de estas medidas ha sido en estudios previos, y lo hace a través de una
validada y adaptada a población española con muestra de pacientes no seleccionada y hete-
anterioridad (Beck et al., 1961; Bosc et al., rogénea en diagnósticos que ha recibido la in-
1997; Buss y Durkee, 1957; Conde y Useros, tervención en condiciones naturales en un
1975; Montalván et al., 2001; Oquendo et al., Hospital de Día.
2001; Patton et al.,1995; Plutchik y Van Praag,
1989; Rubio et al., 1998; Spielberg et al, 1986;
Zuckerman et al., 1978).Son medidas utilizadas CONCLUSIÓN
en investigación de manera habitual; algunas
de ellas (BDI, STAI) comunes a las utilizadas en El estudio actual trata de describir el perfil
los estudios previos de TBM en TLP (Bateman y los cambios de pacientes atendidos en un
y Fonagy, 1999; Bateman y Fonagy, 2001). La hospital de día, en el que se trabaja con un mo-

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HOSPITAL DE DÍA ORIENTADO A AUMENTAR LA CAPACIDAD DE MENTALIZACIÓN: 8 AÑOS DE SEGUIMIENTO 125

delo orientado a aumentar la capacidad de personality disorder with psychoanalytically oriented


partial hospitalization: an 18-month follow-up. Am J
mentalizar de los pacientes. Se observa una Psychiatry. 158(1):36-42.
mejora en la capacidad de mentalización me-
dida de acuerdo a las escalas utilizadas en el Bateman, A., & Fonagy, P. (2016). Mentalization-Based Tre-
atment for Personality Disorders. A Practical Guide. Ox-
presente artículo y en relación a los objetivos ford University Press. New York.
del tratamiento descritos por Bateman y Fo-
Bateman, A., & Fonagy, P. (2008). 8-year follow-up of pa-
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TLP (Bateman y Fonagy, 1999). Además, en talization-based treatment versus treatment as usual.
nuestra muestra, en probable relación con la Am J Psychiatry. 165(5):631-8.
mejora de la capacidad de mentalización, se Bateman, A., & Fonagy, P. (1999). Effectiveness of partial
produce una disminución de las atenciones en hospitalization in the treatment of borderline persona-
urgencias y la necesidad de hospitalización lity disorder: a randomized controlled trial. Am J
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tras el tratamiento en Hospital de Día (refle-
jado por el total de pacientes dados de alta Bateman, A., & Fonagy, P. (2004) Psychotherapy for Bor-
derline Personality Disorder: Mentalization Based Tre-
más de un año antes. Asimismo, en los pacien- atment. New York: Oxford University Press.
tes que han respondido a los cuestionarios al
momento del alta, se confirma que el mencio- Bateman, A, & Fonagy, P. (2012). Handbook of mentalizing
in mental health practice. American Psychiatric Pub.
nado tratamiento produce una mejoría en sín-
tomas depresivos, de ansiedad, una Beck, A. T., Ward, C. H., Mendelson, M., Mock, J., & Er-
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torios, ya que la escala de Plutchnick aprecia versión española de la Escala de Adaptación Social en
ciertos cambios que a su vez no son detecta- pacientes depresivos. Actas Esp Psiquiatr. 27(2):71-80.
dos por la de Barratt. Con la escala de adapta- Bosc, M., Dubini, A., & Polin, V. (1997) Development and
ción social (SASS) no se detectan cambios en validation of a social functioning scale, the Social
funcionamiento social autopercibido. Estos re- Adaptation Self-evaluation Scale. Eur Neuropsycho-
sultados se obtienen en una muestra de pa- pharmacol J Eur Coll Neuropsychopharmacol. 7 Suppl
1:S57-70-73.
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diagnóstico. Son necesarios más estudios que Buss, A. H., & Durkee, A. (1957). An inventory for assessing
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REVISTA ARGENTINA
Vol. XXVIII 2 MAYO 2019 DE CLÍNICA PSICOLÓGICA
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