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Pintura
Tipos de pintura
Esmalte acrílico. Se utiliza tanto para el interior como para el exterior, y tanto
para paredes y techos como para muebles, puertas, ventanas, metales, etc.
Esmalte sintético. Este es el tipo de pintura que mejor conserva el brillo, incluso
a la intemperie. El acabado es liso, con aspecto mate, satinado o brillante. Se
utiliza mucho para proteger superficies de metal y de madera, tanto en el exterior
como interior. A diferencia del esmalte graso esta se seca con mayor rapidez.
2. Recubrimiento de techos
Tipos de recubrimiento
Asfalto
El asfalto caliente era el revestimiento tradicional para techos de metal.
Recubrimientos de asfalto eran baratos y buenos en derramar agua. Las
emulsiones de asfalto, que pueden ser de color negro o contener aluminio para
ayudar a reflejar los rayos de calor y ultra violeta, siguen siendo ampliamente
utilizadas.
Espumas
Pulverizar las espumas de poliuretano, silicona o acrílicos, son útiles para techos
de metal. Estas espumas son más delgadas y pesan menos que el asfalto, y
proporcionan un sello transparente, a prueba de agua sobre todo el techo.
o Los revestimientos de poliuretano de alta gama son especialmente eficaces
para reflejar los rayos ultra violeta, mientras que los revestimientos de
poliuretano menos costosos secan más rápidamente y son propensos al
amarilleo.
o Poliuretano y silicona espumas son mejores si el techo está expuesto a
productos químicos corrosivos.
3. Impermeabilización
Tipos de impermeabilizantes.
Ventajas y desventajas
La principal y más general ventaja de impermeabilización es que se considera
un seguro de vida para el edificio y asegura la salud y comodidad de los que se
encuentran dentro de él.
Impermeabilizar es algo necesario si queremos proteger nuestra vivienda o
negocio. Además, no sólo protegerás tu patrimonio del agua y humedad, sino
también del sol, del aire y del deterioro natural que sufren las superficies con el paso
del tiempo.
La principal desventaja está relacionada con la realización de una
impermeabilización. Debido a que los materiales utilizados deben secarse al
máximo para que funcionen de la forma más óptima posible, la impermeabilización
debe realizarse mucho antes de las épocas de lluvia, de hecho se recomienda
hacerse 2 meses antes. De esta manera evitaremos que el agua retrase el secado
y el riesgo asociado a la fijación solamente parcial del material. Además, hay que
tener en cuenta que si la impermeabilización se realiza en un periodo demasiado
cercano a la época de lluvias implicaría la adquisición de productos de rápida
absorción que resultan bastante más caros.