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Gracias a Dios por el año 2014 y a ustedes por el apoyo en oración. Gracias por visitarnos y
regalan su "like". No sabemos cuando regresará nuestro Señor, pero debemos seguir velando
hasta Su Venida.
Sigamos, pues, adelante con la mirada puesta en Cristo como el Blanco Perfecto, porque el
tiempo sigue su marcha implacable, y debemos estar atentos a las señales que nos va dando en
el camino.
El profeta espera pacientemente la respuesta de Dios (v. 1), y efectivamente, Dios se la da, y le
dice que después que haya llevado a cabo Sus propósitos por medio de los caldeos, humillará y
abatirá, no sólo al orgulloso monarca caldeo (Nabucodonosor), sino, a la monarquía misma
caldea (V. 2-8).
Y no sólo los caldeos habían de perecer, sino también, todos los demás pecadores como ellos:
2. Los opresores y los que se apoderan de lo ajeno por la fuerza (v. 12-14);
3. Los que embriagan a su prójimo para exponerlos a la vergüenza pública (v. 15-17);
Como el centinela que vigila el exterior desde su puesto de guardia (V. 1), el profeta vela, en
espíritu, y aguarda la respuesta de Dios. No significa, pues, que Habacuc estuviese literalmente
haciendo guardia en las almenas de Jerusalén. Los profetas son siempre "atalayas" (Is. 21:8, 11;
y grito como un león. Seño, sobre la atalaya estoy yo continua mente .de día y las noches
enteras sobre mi guarda Jer. 6:17; Ezequiel 3:17; 33:2, 3). Aunque tarde en cumplirse lo
que decimos sabemos que un día se cumplirá
Mientras estaba así esperando, Habacuc recibe (V. 2) por revelación, la respuesta de Jehová,
primero en su mente y en su corazón; luego de forma que la comunique al Pueblo.
Dios le manda grabar la visión en tablas (V. 2), cosa corriente en aquellos tiempos (comp. con
Isaías 8:1ME DIJO JEHOVA TOMA UNA TABLA GRANDE , Y ESCRIBE EN ELLA CON
CARACTERES LEGIBLES). Así se hacían los anuncios en los mercados. La Escritura ha de
estar bien visible para poder leerla de prisa (Lit. para que pueda correr el que lea). En efecto, el
que la lea correrá a comunicarlo con júbilo, porque es un mensaje de liberación, aun cuando
tarde en cumplirse (comp. con He. 10:37, 38).
Versículo 4: "contraseña posterior del cristianismo" es la clave del libro, y el tema central de la
Biblia. No se ponen aquí frente a frente dos clases de judíos, sino, el orgulloso caldeo frente al
piadoso y humilde "recto" (Sof. 3:12 y dejare en medio de ti un pueblo humilde y
pobre, el cual confiara en el nombre de jehová). Mas bien que de "fidelidad", se
trata aquí de la fe, no como acto, sino, como actitud constante: una confianza inconmovible en
Dios. Todo el que ha entendido el mensaje de Dios durante su existir a aprendido a ser humilde
y piadoso siempre vera no solo su necesidad sino también las de los de más
"Frente a frente muerte y vida: el orgullo lleva a la muerte (v. 5), porque no recibe por fe
la gracia de Dios". Frente al humilde contentamiento, y la espera en la Providencia de Dios (Mt
6:33),MAS BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JISTICIA el orgullo es
insaciable en su ambición, "ensancha su alma como el Seol" (v. 5); no se queda nunca
satisfecho, sino que es como el Seol, que se traga a todos los que van muriendo. el que piensa
vivir una vida eterna en dios siempre mirara las cosas de Dios antes que las del mundo
El Talmud asegura que en lo que el justo por su fe vivirá, se contienen todos los 613 preceptos
dados en el Sinaí por Dios a Moisés.
En Romanos 1:17 vemos que de principio a fin, el justo se sostiene por la fe, el griego Dice ek
písteos, como reserva de donde sacan todas sus fuerzas. Por cierto, la única interpretación
posible de la frase de Habacuc no es que "el que es justo por la fe vivirá", sino que, el justo
vivirá; es decir, se salvará de la ruina por su fe (heb. beemunató; en virtud de, apoyado en su
fe).
El israelita fiel podía poner su mano en la de Dios, y pasar vivo por en medio de la tempestad.
Así es como se salvaron los que al obedecer a Dios y confiar en Él, marcharon al retiro: Daniel,
Ezequiel, etc. Los cinco ayes (v. 6, 9, 12, 15, 19) contra el opresor caldeo se presentan
simétricamente en cinco estrofas. Los ayes o lamentos, son expresiones de condena de Jehová.
Los Ay se están dando como advertencia fuerte de lo que va a acontecer (v. 6) según explica,
que son "refrán" o "proverbio" (heb. mashál), "sarcasmos" o "sátiras mordientes" (heb. melitsah
jidoth).
Tenemos luego una maldición contra la codicia. Los caldeos se han hecho con las
naciones "prenda tras prenda" (V. 6 al final), como el usurero contra el que habla
Deuteronomio 24:10; pero de repente se va a levantar quien le hará devolver lo mal adquirido
(v. 7). En efecto, los medo-persas atacaron de repente a los caldeos; "te harán temblar" añade
(v. 7). Los sacudirán, como el acreedor de Mt. 18:28. La angustia de otras personas que sufren
nos trasmite un mensaje a nosotros para reflexionar en lo que Dios nos está diciendo
El vocablo hebreo para "deudores" (mejor acreedores) es "noshekhey", participio del verbo
"nashak", que significa "morder"; y se aplica siempre a mordedura de las serpientes. Por eso, a
estos infames y violentos mordedores les será aplicada (v. 8) la ley del talión.
Viene ahora el segundo AY: maldición contra las ganancias ilícitas (v. 9-11). La raíz
del vocablo para "injusta ganancia" es "romper", como es costumbre oriental, con las piezas de
plata u otros metales en las transacciones monetarias. Con esa comparación se ilustra lo de
ganancias ilícitas. "Poner en alto el nido" (v. 9) es una imagen tomada del águila, la cual lo
hace así como medida de seguridad contra el ataque de cualquier enemigo (comp. con Job
39:27; Jer 49:16; Abdías v. 4). Muchos se han enriquecido cortando aquella ayuda que llegaría
a aquellas personas que están viviendo en extrema pobreza
Pero quedará avergonzado (v. 10) y causará su propia ruina, "habrá pecado" Lit. estará
pecando, está errando el blanco y perjudicando a su propia alma (comp. con Mt. 16:26; Mr.
8:36). La casa (v. 9), esto es el imperio caldeo, ha sido construido con injusticias .
Por eso el "edificio" mismo clamará (v. 11) como la sangre de Abel en Gn. 4:10, y las piedras
de Lc. 19:40.
Estamos ya ante el tercer AY (v. 12-14) que podemos titular: "maldición contra la política de
violencia". Las ciudades caldeas habían sido construidas mediante conquistas injustas,
matanzas masivas, deportaciones y trabajos forzados.
El cuarto AY (v. 15-17) puede llevar por título: "maldición contra la crueldad cínica del
conquistador". Los v. 15 y 16 han de tomarse en sentido figurado. En Nahúm 3:11 la
embriaguez era símbolo de la conquista de una nación mediante un ataque súbito. Los caldeos
han seducido a otros pueblos con el señuelo del despojo, a fin de animarles a que se lancen a
campañas de destrucción; de este modo, les dan a beber del odre (Lit: del furor de Jehová)
dejándolos avergonzados. Lo de "muestra tu prepucio" (v. 16) equivale a decirle:
"incircunciso", insulto corriente contra los filisteos.
La incircuncisión de los paganos es considerada por los hebreos como un oprobio. La copa de
retribución caerá sobre el caldeo, con tal abundancia de "vino" que le hará vomitar, "devolver".
Esto será para los caldeos una gran deshonra o afrenta.
El quinto y último AY del capítulo (v. 18-20): maldición contra el idólatra", el mayor pecado
de todos. Para dar a entender la total inutilidad de los ídolos, pregunta Habacuc: ¿De qué sirve?
como si dijese: ¿Es útil para algo? De nada sirve, para ninguna cosa es útil. (comp. con Is 44:9,
10; Jer. 2:11-13).
El Dios que predico está Vivo y Verdadero que todos los pueden encontrar. No está escondido
bajo oro ni plata, sino en Su Santo templo en el cielo, presto a ayudar y salvar. Amén.
Gracias al Padre, Hijo y Espíritu Santo, por Su Bendita Palabra que nos entregó este final de
año para nuestras vidas. Amén.
Tu amado hermano Marco Marin Parra, desde Suecia, Lysekil para tu sencillo corazón.
Bendiciones.
Manahem y su testimonio.
Por Antonio Miranda.
Manahem reinó en Israel diez años en la ciudad de Samaria. La Biblia nos narra bien claro que
este hombre hizo lo malo ante los ojos de Dios, por eso trataremos de encontrar una buena
lección para nuestra vida.
2 Re 15:17-22:
«En el año treinta y nueve de Azarías rey de Judá, reinó Manahem hijo de Gadi sobre Israel
diez años, en Samaria.
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová; en todo su tiempo no se apartó de los pecados de
Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel.
Y vino Pul rey de Asiria a atacar la tierra; y Manahem dio a Pul mil talentos de plata para que
le ayudara a confirmarse en el reino.
E impuso Manahem este dinero sobre Israel, sobre todos los poderosos y opulentos; de cada
uno cincuenta siclos de plata, para dar al rey de Asiria; y el rey de Asiria se volvió, y no se
detuvo allí en el país.
Los demás hechos de Manahem, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas
de los reyes de Israel?
2. Hay momentos que Dios siente ira contra el hombre (Lamentaciones 3.43).
desplegaste la ira y nos perseguiste, mataste, y no perdonaste 44 te cubriste de nube
para que no pasase la oración nuestra
A pesar que Dios ha visto el pecado del hombre, hay momentos cuando siente
compasión por él. Dios nos ha amado con amor eterno. Dios nos amó en el pasado, nos
ama hoy, y nos amará en el futuro. Isaías 54 8con un poco de ira escondí mi rostro por
un momento, pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dice jehová
c) Al apartarnos del pecado, demostramos que nuestros respetos son hacia Él, antes que
a nadie;
b) Jeroboam fue uno de los instrumentos que el diablo usó para dividir a las tribus de
Israel, sin embargo, él siguió el mismo camino haciendo pecar a Israel.
Conclusión:
Nuestras propias decisiones determinarán nuestro destino. ¡Basta ya!... No sigamos los
malos caminos ni demos un mal testimonio. Nosotros decidimos dónde pasar la
eternidad, sigamos los caminos de Jesús.
Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante.
Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la
roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo
mover, porque estaba fundada sobre la roca.
Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin
fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de
aquella casa.»
Lc 6:46-49
No es suficiente oír las palabras de Jesús, es necesario también ponerla por obra.
La obediencia a Dios se compara con la construcción de una casa de sólida base, que.
permanece firme en medio de las tormentas y tempestades.
Cuando la vida está en calma, el fundamento no parece importar; pero, cuando las crisis vienen,
se prueba nuestro fundamento. Aseguremos de que nuestra vida esté construida sobre la sólida
base de conocimiento, y confianza en Jesucristo.
También equivale a engañarnos a nosotros mismos, el pensar que por oír las palabras de Cristo
vamos a ir al cielo, sin tener que ponerlas por obra.
Esto lo ilustra el Señor mismo en el verso 47-49; que sólo aquellos que vienen a Cristo, como a
Señor a quien obedezcan, y no solamente como a Maestro a quien oigan, edifican sólidamente
para su alma y para la eternidad; pues son como una casa edificada sobre la roca.
Estos son los que excavan y ahondan, a fin de poner profundamente segura en la roca, que es
Cristo. Personas de humildad y profundidad, donde sobre la fe se levantan excelentes
materiales.
2 Pedro 1:5 dice: «vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo,
añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;».
Filipenses 4:1 dice: «Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y
corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.»
Guardarán la calma, la paz, la esperanza y el gozo en medio de las mayores
aflicciones.
Las inundaciones y los torrentes, pueden ser símbolo de las aflicciones que
toda vida humana puede experimentar, pero culminan en la hora final cuando
al moribundo no le queda ya ningún pretexto en las cosas de este mundo.
En cambio, los que se contentan con un solo oír de las palabras de Cristo y no
de vivir según ellas, están abocados a un desengaño fatal e irremediable; pues,
son imprudentes y maniáticos, como un hombre "que edificó una casa encima
de la tierra, sin cimientos", la cual no pudo resistir el embate del torrente, sino
que "al instante se derrumbó, y fue grande la ruina de aquella casa".
Esta casa pudo ser más espaciosa, y hasta más hermosa que la otra; pues el
albañil no tuvo que gastar tanto tiempo, ni tanto dinero en excavar y ahondar
como lo hizo el primero. Pero al venir la muerte, cuando pasa rápida la
hermosura de este mundo, por muy ostentosas que sean las apariencias, la
ruina es muy grande.
"Tan sólo un alma perdida es una ruina grande a los ojos de Dios". La fe, y la
obediencia, son un mandato para Su pueblo.
Ayúdanos Señor con Tu Palabra, para que la obediencia esté en nosotros. Tu amado hermano
en Cristo Marco Marin Parra.
Fue profetizado de Jesús desde el principio, que Él vendría a la tierra por un propósito eterno:
"a cumplir la voluntad del Padre".
Como cristianos no podemos negarnos a los principios bíblicos, tenemos que hacer Su
voluntad, cueste lo que cueste en nuestra vida. Cristo le dijo a sus discípulos en Juan 5:30:
"porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.".
Hoy nos toca a nosotros recibir estas Palabras de Jesús para nuestras vida. Todo propósito de
Dios se cumple, cuando andamos y hacemos Su voluntad. En Juan 4:34 dice:
"Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra."
¿Cuál es la obra que Dios ha puesto en tus manos?, ¿la llevamos en buena dirección, o la
tenemos a medias? Jesús terminó Su obra que le fue encomendada a la perfecta voluntad de Su
Padre. En Juan 6:38 dice así:
"Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me
envió."
Jesús dejó Su trono para poder cumplir con Su Padre, amén. No hubo un momento en la vida de
Jesús cuando Él no estaba consiente que Su propósito en la tierra, era hacer la voluntad del
Padre.
Pero... no importa cuán espiritual seas o cuánto tiempo hayas caminado con Jesús, llegará un
tiempo cuando tengas que decidir de una vez por todas, cuál voluntad prevalecerá en tu vida, la
tuya o la del Padre. Jesús tuvo que enfrentar esa hora: Él sabía que tenía un llamado eterno y
divino; pero también era humano, y fue probado grandemente.
Cuando llegó esa hora para Cristo, Él vio ante sí el doloroso precio de aceptar la perfecta
voluntad del Padre. Significaba caminar directamente a las mandíbulas de la muerte, a un dolor
indescriptible y desconocido.
"Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre
que caían hasta la tierra." Lucas 22:44.
La misma carne de Jesús comenzó a temblar, pero cuando Él se levantó de esa lucha, su alma
fue inundada de éxtasis; había algo en Él de gloria eterna, porque algo fue arreglado: ¡Su propia
voluntad quedó muerta para siempre!
Nuestro Señor fue a la cruz con pleno gozo, porque Él ya estaba muerto. Él murió a todo lo que
era su humanidad. Y pudo decir: "Padre, no vine aquí a vivir una vida fácil, vine a entregarme
para ti. Ahora enfrento el precio, y ¡lo acepto!".
Jesús se aferró a la voluntad del Padre, con un afecto que lo levantó por encima de todo los
sufrimientos que le esperaban. Ningún hombre o demonio lo podía tocar. Y ahora Él anticipaba
ansiosamente la gloria que sería de Su Padre. Amén.
Una vez más, dándole toda la Honra y Gloria a Dios por guiarme con Su Santo Espíritu, para
poder escribir lo que pone dentro de mi humilde corazón, y poderlo compartir con aquellos que
esperan cumplir "la perfecta voluntad de Dios." Ayúdanos Señor en estos tiempos peligrosos
que vivimos. Gracias Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
Muchas bendiciones, y te agradezco tus oraciones por estas publicaciones. De gracia recibimos,
por gracia debemos dar, amén.
****************************Hijo de Hombre
2 Y luego que me habló, entró el Espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y oí al que me
hablaba.
3 Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se
rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día.
4 Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho
Jehová el Señor.
5 Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán
que hubo profeta entre ellos.
6 Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre
zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante
de ellos, porque son casa rebelde.
7 Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.
8 Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu
boca, y come lo que yo te doy.
9 Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un rollo de libro.
10 Y lo extendió delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y había escritas en él
endechas y lamentaciones y ayes.
Dios le llama "hijo de hombre", expresión que se repite 93 veces en este libro para recordarle a
Ezequiel que, en contraste con Dios Majestuoso, él era meramente un hombre mortal.
Se le ordena que se ponga en pie para recibir su comisión (V. 1-2). Mediante un mandato
divino: "Hijo de hombre, ponte sobre tus pies...", su postración en tierra era una postura de
mayor reverencia, pero su presencia de pie era postura de mayor preparación.
Mediante un poder divino que acompañaba al mandato, Dios le hizo estar de pie; pero como no
tenía fuerzas propias para mantenerse en pie, ni el ánimo necesario para soportar la visión,
entró el Espíritu en él y le asentó sobre sus pies, y le dio así, la vitalidad que necesitaba para
ello (37:10).
"Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre
sus pies; un ejército grande en extremo." Ezequiel 37.10
El mismo espíritu que le asentó sobre sus pies, le alertó para escuchar al que le hablaba, que se
estaba dirigiendo hacia mí, con lo que confortaba la idea de relación íntima.
Ezequiel es enviado con un mensaje para los hijos de Israel (V. 3): "Hijo de hombre, yo te
envío a los hijos de Israel". Estaban ahora en cautiverio por no haber prestado atención a los
mensajeros de Dios; pero... aún allí, les envía Dios este profeta entre ellos.
Son llamados hijos de Israel; retienen el nombre de sus piadosos antepasados, pero... se han
degenerado, se han convertido en "goím", en gentiles rebeldes; pues "goím" es el vocablo que
se usa para designar a naciones y personas que no pertenecen al pueblo de Dios; a Israel según
la carne. Por largo tiempo habían sido una generación rebelde (V. 3), "que se rebelaron contra
Mí; ellos y sus padres han pecado contra Mí hasta este mismo día".
El que le habla a Ezequiel desde encima del firmamento (1:25 ), describe a la presente
generación de judíos como (V. 4) 'hijos que tienen la cara dura como el pedernal' (no se
avergüenzan ni temen) y el corazón empedernido (sin constricción, no se arrepienten).
Pero rebeldes como son, Dios les envía este profeta (V. 4).
«Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho
Jehová el Señor». Todo lo que les diga ha de ser
dicho en nombre de Dios, como procedente de los labios de Dios y garantizado por la autoridad
de Jehová. Los escritos de los profetas son Palabra de Dios, y como Palabra de Dios han de ser
tenidos.
Cuando al corazón del hombre se le hace arder bajo La Palabra de Dios, y a su voluntad se le
hace doblegarse a ella,
Si se hacen el sordo a dicha Palabra, se les hará saber que Aquel a quien han menospreciado,
era realmente un profeta;
si no se dan cuenta mediante los reproches de su propia conciencia, lo sabrán mediante los
justos juicios de Dios sobre ellos por haberle rechazado.
Se le ordena aquí, que sea valiente (V. 6): "Y tú, hijo de hombre, no les temas ni tengas miedo
de sus palabras". Ellos son "zarzas, espinos y escorpiones"; es decir, "desafiantes,
despreciativos y contradictores" de todo el que les salga al paso.
Los impíos son como zarzas y espinos, que impiden la labranza de Dios (1 Corintios 3:9). Son
también escorpiones malignos y venosos. La picadura de un escorpión es mil veces más dañina
que el arañazo de una zarza. Ezequiel había tenido una visión en la que había estado con
ángeles, pero cuando baja del monte, se halla morando con escorpiones que se le van a
enfrentar ferozmente.
«Les hablarás mis Palabras». Fiel a las almas de aquellos a quienes es enviado; es cierto que
son muy rebeldes, pero... "Les hablarás mis Palabras", escuchen o dejen de escuchar; ya sea que
les agrade o no La Palabra de Dios.
Que sea cumplidor de las instrucciones que se daban en el rollo que estaba extendido
delante de él (V. 10).
El rollo estaba escrito por delante y por detrás, es decir, por dentro y por fuera (Ap 5:1). Un
lado contenía los pecados de ellos; en el otro, los juicios de Dios que venían sobre ellos por
esos pecados. Triste misión la suya; la materia contenida en el libro era "lamentaciones,
endechas y ayes".
¿Qué podía haber más lamentable, más de endechar y más lastimero que ver a un pueblo santo
y dichoso, hundido en tal pecado y miseria? Del cargo expreso que se le da al profeta, tanto en
la recepción del mensaje como en su comunicación al pueblo, ha de atender con toda diligencia
a lo que se le dice (V. 8): "hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde...".
Si los ministros de Dios hacen la vista gorda al pecado, y son indulgentes con los pecadores por
miedo a desagradarles, se hacen con esto partícipes de sus culpas, rebeldes como los rebeldes.
Pero, Ezequiel no ha de limitarse a oír, sino que, ha de asimilar bien el mensaje como veremos
en el capítulo siguiente. Amén.
Gracias bendito Dios por Tu Palabra que hoy escribo para no callar, y seguir entregando. Lo
que Tú me das por gracia, yo lo entrego con el amor de Cristo, El Único Salvador. Amén.
Mt 3.7-12 RV60:
7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía:
¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?
9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os
digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da
buen fruto es cortado y echado en el fuego.
11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo
calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y
fuego.
¿A quiénes la aplicaba?
Los fariseos eran sellos de las ceremonias y de las tradiciones de los ancianos; los saduceos se
iban al otro extremo, pues, eran poco más que deístas, ya que negaban la existencia de los
espíritus y la vida de ultratumba.
Nótese que las aplicaciones eran muy sencillas y concretas, bien dirigidas a la conciencia de
cada uno. Juan habla como quien ha venido, no a predicar ante ellos, sino a predicarles a ellos.
No se avergüenza al aparecer en público, ni se atemoriza ante el rostro de los hombres.
Sus primeras palabras son de alerta y de convicción, sin paliativos. Comienza ásperamente; no
les llama rabí, no les da títulos, mucho menos aplausos a lo que tan acostumbrados estaban.
El título que les da es: ¡Generaciones de víboras! Cristo les dio el mismo título (Mt. 12:34;
23:33). Eran generación y descendencia de quienes habían tenido el mismo espíritu; de modo
que había en ellos una disposición congénita. Y eran toda una generación de víboras, porque
todos ellos eran igual, aunque fuesen enemigos unos de otros, todos se coligaban para el mal.
Es cosa muy apropiada el que los ministros de Cristo, tengan la osadía de mostrar a los
pecadores su verdadero estado.
El toque de alarma que les da: ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Esto demuestra que
todos ellos estaban en peligro de caer bajo la ira de Dios; era casi un milagro esperar de ellos
algún buen efecto. Como si les dijera: ¿Qué os trae acá? ¿Quién podía pensar en veros aquí?
¿Quién os ha asustado de tal forma que venís en busca del reino de los cielos? Hay, pues, una
ira que está llegando.
La preocupación primordial de cada uno de nosotros debe ser, huir de esa ira. Es una
maravillosa misericordia, el que se nos advierta tan amorosamente a que huyamos de esa ira.
Pensemos bien: ¿Quién nos da este aviso? Nos avisa el mismo Dios que no se deleita en nuestra
ruina. Tales advertencias asustan a veces a quienes parecen haber permanecido mucho tiempo
endurecidos en su falsa seguridad, y en la buena opinión que tenían de sí mismos.
Por eso no merecen el nombre ni el privilegio de penitentes, los que dicen que sienten pesar por
sus pecados y, sin embargo continúan cometiéndolos. La fe y el arrepentimiento no son actos
pasajeros, sino, actitudes habituales de la persona. Una práctica contraria evidencia la falta de
ellos.
Sigue una palabra de precaución, para que no confíen en sus privilegios externos: No penséis
que basta con decir en vuestro interior: Tenemos por padre a Abraham (V. 9). Siempre que el
pecado se enfrenta con La Palabra de Dios, antes de que el Espíritu Santo le humille
convenciéndolo de pecado, tiende a escudarse tras pretextos y excusas.
El enemigo de las almas cobra muchas victorias, al engañar a los hombres con la idea falsa de
que la santidad está reñida con la felicidad, y que el seguimiento de Cristo es un camino penoso
y triste. Pero Dios ve lo que pensamos en nuestro interior, y Su Palabra nos descubre con el
poder de Su Espíritu la vanidad de nuestros pensamientos.
Así, Juan les muestra a los Fariseos y Saduceos cuál es su falsa pretensión: "Nosotros somos
hijos de Abraham (Jn 8:33, 39); no somos pecadores como los gentiles; ¿a qué nos viene eso a
nosotros?".
Es muy corriente aplicar el mensaje al vecino, como si quisiésemos justificarnos con los
pecados ajenos. A los tales, Juan les advierte: No penséis que, por ser descendientes de
Abraham no necesitáis arrepentiros, como si no tuvierais que cambiar vuestra mentalidad ni
vuestra conducta. No os va a pasar nada malo, aunque no os arrepintáis.
Es una vana presunción creer que, al tener buenos parientes vamos a estar a salvo aunque
nosotros mismos no seamos buenos. ¿De qué nos va a servir eso si no nos arrepentimos y
llevamos una vida consecuente? Hay muchos que, por desgracia, apoyándose en prácticas
exteriores y en su asídua asistencia a los cultos, quedan fuera del reino de Dios, por falta de
disposición interior.
Pensaban que, al ser linaje de Abraham, eran la única gente que tenía Dios en este mundo. Juan
les muestra la necedad de tal pretensión: "Yo os digo (contra lo que vosotros podáis decir o
pensar en vuestro interior) que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras."
Estaba entonces Juan bautizando en el Jordán, en Betábara (Jn 1:28), que significa: la casa del
paso; porque por allí habían pasado los israelitas el Jordán en tiempos de Josué, y allí estaban
las doce piedras, una por cada tribu que Josué había dejado como memorial (Jos 4:20).
Es probable que Juan apuntase a esas piedras, de las que Dios podía levantar, no solo en
representación, sino en realidad, las doce tribus de Israel. Dios no tiene acepción de personas y,
por otra parte, es suficientemente poderoso para convertir en hijos Suyos a los hombres de
corazón más empedernido.
Quizás esta era la última oportunidad; por tanto, ahora o nunca, si no ponéis en regla vuestra
situación actual ¡cuán sombría va a ser vuestra suerte futura! Con el hacha puesta a la raíz, todo
árbol que no produce buen fruto, por alto que sea en dones y honores, por muy verde que
aparezca en vitalidad natural y en prácticas exteriores, va a ser cortado; desechado de la viña de
Dios como indigno de ocupar en ella un lugar, y arrojado al fuego por la ira de Dios como es
apropiado para los arboles estériles y, además, corrompidos. ¿Para qué otra cosa son útiles? Lo
que no sirve para el fruto, ha de servir para el fuego.
Con cuánta humildad habla de sí mismo para mejor engrandecer a Cristo: "Yo a la verdad os
bautizo en agua; es lo más que puedo hacer, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que
yo" (V. 11). Juan a la verdad era grande a los ojos de Dios (más que ningún otro nacido de
mujer); sin embargo, se tiene a sí mismo por indigno (Lit. No cualificado, no idóneo) del
servicio más bajo que un esclavo podía prestar a su amo: Llevarle las sandalias. Nadie mejor
que los santos pueden percatarse de la propia indignidad.
a) Cuán poderoso es Cristo en comparación con él. Para los ministros fieles de Dios, es un
consuelo saber que Cristo es más poderoso que ellos; pues así, se puede manifestar la fuerza del
Señor a través de la debilidad de ellos (2 Co 12:9-10).
b) Cuán poca cosa es él en comparación de Cristo, ya que se siente índigno aun de llevarle las
sandalias. Aquellos a quienes Dios honra con Su gracia y con Sus dones, también son
preparados para sentirse pequeños a sus propios ojos, de modo que Cristo lo sea todo.
Cristo va a venir para hacer notable distinción. Mediante la ponderosa eficacia de Su gracia: Él
os bautizará a algunos de vosotros en Espíritu Santo y Fuego.
Esto lo hizo con los extraordinarios dones que confirió a los apóstoles, y lo hace también con
las gracias, dones y consuelos que imparte a cuantos se lo imploran.
Quienes son bautizados en (o con) el Espíritu Santo, son bautizados con fuego.
¿Calienta el fuego?
¿No tiende el fuego a subir hacia arriba, y a hacer las cosas que alcanza semejantes a Él?
Así también, el Espíritu hace al alma semejante a Él, y su tendencia es hacia el cielo. Por las
finales diferenciaciones de su juicio: Su aventador está en su mano (V. 12).
Ahora se presenta como refinador, Su era es Su Iglesia. El templo fue edificado sobre una era;
en el suelo de esta era hay mezcla de trigo y paja. Los verdaderos creyentes son como el trigo,
los falsos profesantes son como la paja; ambos están ahora mezclados, buenos y malos en una
misma profesión de fe.
Pero llegará el día en que Cristo limpiará con esmero Su era, y el trigo quedará separado de la
paja; recogerá el trigo en el granero, y quemará la paja en fuego inextinguible.
El cielo es el granero en que Cristo recogerá a los Suyos, sin que se le pierda un solo grano; y
allí no habrá paja entre ellos. La paja será quemada en el fuego inextinguible, que es el infierno
o lago de fuego que arde con azufre (Ap 19:20; 20:10, 14, 15; 21:8).
Como todos los profetas, Juan vio el futuro en un solo plano, sin la perspectiva de los distintos
niveles de cumplimiento; a la manera como se dibujaban los cuadros en la antigüedad: En
superposición de planos.
Así entendió la profecía de Isaías 61:1-3, en un solo plano; sin distinguir la proclamación de
año de la buena voluntad de Jehová, del día de la venganza de nuestro Dios; con el intervalo de
miles de años entre los dos eventos.
La Primera Venida del Señor en estado de humillación, y la Segunda Venida con poder. De ahí
la especie de decepción que Juan sufrió ya en la cárcel, cuando vio que Jesús se mostraba
compasivo con los pecadores; pero no aplicaba el hacha, ni esgrimía el aventador. Amén.
Gracias Dios Padre Todopoderoso, Señor de los humildes; Espíritu Santo guiador con autoridad
y poder.
Bendiciones
«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta.»
"No os conforméis, sino... transformaos". Pablo da a entender que el creyente debe comprender,
que el sistema del mundo actual es malo (Hechos 2:40; Gálatas 1:4) y está bajo el dominio de
Satanás, y va en contra de la buena voluntad de Dios.
Cada verdadero seguidor de Jesucristo dice que quiere hacer la voluntad de Dios. Pero, la
mayoría de los cristianos piensan, que la voluntad de Dios es algo que se le impone, algo de
mal gusto y difícil, lo cual están obligados a hacer.
Yo creo que, la perfecta voluntad de Dios, es un asunto de gran importancia para todos aquellos
que dicen amar al Señor. Y existe una gran diferencia entre someterse a la voluntad de Dios, y
aceptar su voluntad. "Someterse" significa sujetarse o rendirse a condiciones impuestas.
Lo cierto es que, cuando un creyente conoce la gloria de hacer la perfecta voluntad del Señor, la
aceptará con gozo y esperanza. Aceptar significa, "tomar como en los brazos, presionar a tu
pecho como en una expresión de amor y afecto". Sin embargo, el triste hecho es que, muy
pocos cristianos aceptan la perfecta voluntad de Dios.
Quizá estés pensando: "La perfecta voluntad de Dios me ha pasado por alto; mi vida es una
casualidad, no tiene forma ni orden". No... puedes estar seguro que Dios tiene un plan, voluntad
absoluta y perfecta para cada uno de Sus hijos.
Él no deja ninguna vida a la casualidad; de hecho, Él quiere ordenar cada uno de tus pasos
todos los días de tu vida aquí en la tierra; y desea que entres en Su plan y voluntad para ti hoy.
La hermosa voluntad de Dios no es solamente para ministros, o santos profundamente
espirituales; sino, para todos sus hijos.
El Nuevo Testamento nos exhorta para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a la
voluntad de Dios (1 Pedro 4:2).
Hebreos 13:21 nos dice: "os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad,
haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él...".
Los apóstoles tuvieron un solo deseo para todas las Iglesias: Que cada miembro supiera la
voluntad perfecta de Dios para sus vidas, y aceptarla. Pablo escribió acerca de un hermano
llamado "Epafras".
"...el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros
en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.".
Epafras sabía que Dios tenía una voluntad especial para cada uno en la congregación. Y sabía
que, si ellos entraban en la voluntad del Señor, encontrarían gozo, éxtasis y cada una de sus
necesidades suplidas.
Es muy fácil para cualquiera decir: Sí, yo quiero la perfecta voluntad de Dios en mi vida; pero...
lo cierto es, que ningún creyente entra a Su voluntad sin una gran lucha. La perfecta voluntad
de Dios, es aceptada o abrazada solo en Getsemaní, y Jesús nos dio el ejemplo (Lucas 22:39-
46).
Una vez más, La Palabra nos ayuda y nos une en Cristo Jesús. Amén. Gracias por tu tiempo y
tus oraciones, eres parte de este mensaje que Dios ha puesto en mi corazón, y hoy con alegría y
gozo, tú lo recibirás, amén.
Col 1.15
«...y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre
los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
Col 1:18-19
"Cristo, y solamente Cristo" debe ser el centro de la vida y la adoración. Cuando El Espíritu
Santo ocupa el centro de nuestra atención, "La Iglesia pierde su enfoque".
El Espíritu Santo descendió sobre Cristo, cuando Éste salía de las aguas bautismales, y El Padre
dijo de Él: "Este es Mi Hijo Amado, en quien tengo complacencia". Mateo 3:17.
El Espíritu descendió en forma de paloma, pero... el enfoque estaba sobre El Cordero de Dios,
el que quita el pecado del mundo; no en la paloma, sino en El Cordero.
Cristo habló a sus discípulos sobre un "Pentecostés venidero", cuando el Espíritu sería
derramado por una sola razón: "Para ser un poder dado, para exaltar el nombre de Cristo
(Leamos Hechos 1:8).
Jesús dejó en claro que cuando viniese El Espíritu, no sería para llamar la atención a sí mismo,
sino para enfocar las palabras de Cristo. El Espíritu exaltará a Cristo (Juan 16:13-15). Jesús
dijo: "El les mostrará Mi Gloria, Mi Poder, Mi Reino. Les recordara todas Mis Palabras".
La obra principal del Espíritu Santo no es fomentar la comunión, aunque sí reúne a los
creyentes como uno en Cristo. Tampoco es el éxtasis, ni es simplemente enseñarnos a hablar en
otras lenguas. "El Espíritu ha venido para exaltar a Cristo", para conducir a la humanidad a la
verdad que Cristo es Señor. No basta decir que El Espíritu nos ha acercado más los unos a los
otros. Debe acercarnos más a Cristo... La plenitud del Espíritu es la Plenitud de Cristo. Si no
tienes un amor consumidor por Cristo, no has sido bautizado en El Espíritu Santo.
Cristo, El Bautizador, envió al Espíritu Santo para encender con fuego a nuestras almas por
causa de una humanidad perdida; para enviarnos por los caminos y vallados, para alcanzar a los
perdidos. Para estremecer nuestros estilos de vida flojos, y ponernos a trabajar en Su Obra.
¿Cómo es en verdad una reunión llena del Espíritu Santo? ¿Acaso es donde todos hablan en
lenguas? ¿Es donde los santos profetizan? Es más, mucho más que eso; es donde se exalta a
Cristo, donde Su santidad penetra el alma, donde hombres y mujeres caen ante Su santo trono,
quebrantados, humillados, clamando: "¡Santo, Santo!".
El mover del Espíritu Santo es un mover hacia Cristo, con una mayor sumisión a Su señorío.
Amén.
Que Dios nos dé la iluminación para poder entender el mover del Espíritu Santo, y nos llene de
Su poder para ensanchar Su obra en este mundo, que cada día se encuentra más lejos de Su
presencia. Amén.
3 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están
delante de mí, y pleito y contienda se levantan.
4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío
asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.
5 Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que
aun cuando se os contare, no la creeréis.
6 Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la
anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas.
8 Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus
jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran
a devorar.
9 Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena.
10 Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y
levantará terraplén y la tomará.
12 ¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová,
para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar.
13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los
menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él,
14 y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los
gobierne?
15 Sacará a todos con anzuelo, los recogerá con su red, y los juntará en sus mallas; por lo cual
se alegrará y se regocijará.
16 Por esto hará sacrificios a su red, y ofrecerá sahumerios a sus mallas; porque con ellas
engordó su porción, y engrasó su comida.
Al llegar al último mes del año 2014, fui guiado a leer al profeta Habacuc, y con un gran
asombro avanzo, y me doy cuenta de su queja delante de Dios.
Hoy podría decirse que, es la misma situación que vivimos en este siglo 21, es una "carga" muy
grande y tensa sobre esta humanidad que camina a hacia la propia destrucción. Esta carga, es la
misma que da a conocer también el profeta Nahúm.
El profeta se queja con Dios de la violencia que se pone por obra, con el abuso de la justicia en
el Pueblo, y las dificultades y problemas que, por ellos, sufren las personas buenas (V. 1-4).
Pero Dios responde por medio de él, y predice el castigo de los que así abusan de su poder (V.
5-11). El profeta está aún, apesadumbrado por los triunfos que los caldeos están consiguiendo
(V. 12-17).
La profecía es como la de Nahúm: "carga" (V.1), pero aquí lleva artículo: "la carga", esto es, el
vaticinio puritivo; puesto que predice castigos, no sólo contra los enemigos de Israel, sino
también, contra el propio Israel, pues todos ellos son culpables de muchos pecados.
El profeta se lamenta ante Dios de la perversidad, violencia e injusticia que campan por sus
respetos en Israel, mientras Dios parece no oír ni darse cuenta; o al menos, no hace nada para
evitarlo.
Habacuc se siente celoso de la gloria de Dios, y representa así a los más piadosos del país. El
mismo lenguaje se repetirá en los versículos 9 y 13; solo que allí lo hace con referencia a los
caldeos.
El reinado de Joaquín se caracterizó por la injusticia y la violencia (Jer. 22:3, 13-17). Para una
queja parecida, veamos Job 19:7; Jer 12:1; 20:8). El profeta no puede hacer nada, y Dios, al
parecer no quiere. Por eso pregunta Habacuc: ¿Hasta cuándo? (V. 2), ¿Por qué me haces ver
iniquidad...? (V. 3). Siempre ha sido difícil entender el silencio de Dios en tales o similares
circunstancias.
¿Hay pregunta?... ¡Sí la hay! Pero, entre tanto, la ley (V. 4) es debilitada; está sin fuerzas, como
paralizada ya que los jueces injustos la reducen a la impotencia. Tanto la vida como la hacienda
de los mejores están inseguras. La impunidad envalentona como siempre a los malos.
Eclesiastés 8:11 dice: «Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón
de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal.»
Ahora en los versículos 5-11 Dios responde a esta queja de Habacuc, y le Dice que Él no es un
espectador indiferente ante lo que está sucediendo. Podemos estar seguros, de que Dios está
más atento que nosotros a cuanto ocurre. Dios hace que Habacuc y todo Judá vuelvan la mirada
al entorno de las naciones.
La entrada de los caldeos en escena no es una mera coincidencia; el imperio asirio (con Nínive,
su capital) ha sido destruido por Nabopolazar; este mismo, con su hijo Nabucodonosor, ha
derrotado a Egipto después de fundar el nuevo imperio babilónico. Es como para quedar
estupefacto (V. 5, al final).
Pablo cita dicha frase en Hechos 13:41, en forma de seria advertencia a sus oyentes. El nuevo
imperio caldeo va a caer sobre Judá, pero es Dios (v. 6) quien va preparando los
acontecimientos.
Es probable que, cuando el profeta decía esto, los caldeos se mostrasen aún amistosos (2 Reyes
20:12-19), pero luego vendría la invasión en tres oleadas sucesivas: los tres asedios que
Jerusalén había de sufrir, respectivamente bajo Joacim, Joaquín y Sedequías. Habacuc ve ya
venir a los caldeos.
Eran descendientes de algunos parientes próximos de los patriarcas de Israel, como puede verse
por el cuadro genealógico. Habacuc (V. 6) describe a los caldeos por medio de tres pinceladas:
crueles, rápidos y de gran capacidad para maniobrar. De ahí (V. 7) que impongan horrible
temor, "formidable y terrible".
Es un pueblo que impone en todas partes su ley y autoridad. Sus jinetes (V. 8) se lanzan al
ataque como bestias, y como veloces aves de presa; se cumple así la amonestación de Moisés
en Deuteronomio 28:49: «Jehová traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra,
que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas;»
"El derecho de la fuerza, en vez de la fuerza del derecho", que es el tácito lema de todos los
dictadores y usurpadores, lo mismo habían hecho los asirios (Is, 10:13, 14). Y Nabucodonosor
no se iba a quedar atrás en esto (Dn. 4:30). "Hacer de la fuerza un dios, es cometer suicidio del
alma".
Una nueva perplejidad y una nueva queja de Habacuc, pues, Judá va a ser castigado por medio
de una nación que es más perversa que el Pueblo de Dios. Los apelativos (V. 12) hablan por sí
solos; Jehová (El Yo Soy), Santo (que no puede hacer injusticias), Roca (refugio y sostén de
Israel), parece sostener al impío (V. 13).
Con una fe tremenda, Habacuc asegura que el Pueblo de Dios no morirá (V. 12). "No
moriremos" (comp. con Sal 118:17), porque Dios es fiel a Su Pacto.
El profeta se apoya (v. 12) en dos bases: a) Jehová ha sido desde el principio mi Dios, el Dios
de Israel; y b) también es mi Santo, dice, el Santo de Israel, que no deja impunes los pecados, ni
los de Su Pueblo, ni los de los enemigos de Su Pueblo. Por tanto, (V. 12 al final) se comporta
así para disciplinar a Israel.
Pero... (V. 13) ¿Por medio de un Pueblo más inicuo? ¡Gente que trata a los hombres (V. 14)
como a peces sin defensa ni derecho, y como a gusanos y reptiles que no tienen príncipe que los
proteja!
El versículo 15 nos presenta una vívida y continua imagen con la figura de la pesca, de la
invasión caldea, "que copa a los Pueblos como peces indefensos". El versículo 16 parece dar a
entender que los caldeos ofrecían sacrificios a sus armas victoriosas; pero es más probable que
haya de entenderse en sentido figurado. "Los caldeos se glorifican a sí mismos, rinden culto a
su propia fuerza y armas".
Es otra manera de decir, que hacen de su fuerza un dios (V. 11 al final). ¿Continuará (V. 17) el
caldeo su obra sin que nadie le pare los pies? Jehová dará su respuesta en el capítulo siguiente.
Mientras tanto, resuena todavía el optimista grito de Habacuc (V. 12): "¡No moriremos!"
(comp. con Efesios 2:1-10 ). Amén.
¡Una palabra para meditar antes que la hoja del calendario sea sacada! Dios nos ayude.
Ezequiel 37:1-10:
1 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de
un valle que estaba lleno de huesos.
2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la
faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.
4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.
5 Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y
viviréis.
6 Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y
pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un
temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.
8 Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos;
pero no había en ellos espíritu.
10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre
sus pies; un ejército grande en extremo.
Juan 3:5 dice: "Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y
del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios."
En cuanto los detalles particulares de esta visión, tenemos: La deplorable condición de estos
huesos (como otras veces por ejemplo en Ezequiel 3:12; 8:3; 11:24), Ezequiel fue transportado
en espíritu, esto es, en trance profético, y puesto en medio de un valle (V. 1), al vecino y ya
conocido valle de "Tel Abib" que esta vez se le presenta lleno de huesos.
Por lo que vemos en el verso 2, estos huesos estaban, por supuesto, muertos, secos, separados y
esparcidos por todo el campo. Es como si una gran batalla hubiese tenido lugar allí, y los
soldados hubiesen muerto en lucha feroz cuerpo a cuerpo; y después, los cadáveres que yacían
en tierra hubiesen quedado insepultos y a merced de buitres y fieras del campo que, al cebarse
en ellos, hubiesen dejado todos los huesos descoyuntados y dispersos.
Después de hacer notar que eran muchísimos, el texto sagrado dice enfáticamente (V. 2 al final)
"Secos en gran manera", como si hubiesen estado expuestos por largo tiempo al sol y al aire.
Así estaban los Judíos en Babilonia y en otros países, como muertos y secos, sin formar pueblo;
esclavos de sus opresores y separados unos de otros. Sin esperanza humana de que volviesen
jamás a unirse, y menos a formar un solo cuerpo, y lo menos probable aún, a formar un cuerpo
político y espiritualmente vivo.
Dios le da a entender claramente a Ezequiel lo deplorable del caso, para que se percate de que
no había otro poder en el universo fuera del poder de Dios, capaz de hacer algo que remediase
en el menor grado la situación.
Verso 3: "Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?". La respuesta de Ezequiel es
notable: "Señor Jehová, tú lo sabes". La respuesta de Ezequiel revelaba que se requería un
poder sobre-humano para realizar aquello. Fue una respuesta de reverencia, sin contestar
positiva ni negativamente.
Detrás de esta reticencia puede leerse lo que Ezequiel pensaba: "Señor, tú sabes si pueden
revivir y si de hecho revivirán, si tu no pones vidas en ellos, es cosa cierta que no pueden
revivir; los medios usados para reunir todos estos huesos muertos, secos, separados y dispersos,
y después de unidos, hacerles volver a la vida."
Dios ordena a Ezequiel profetizar sobre los huesos (V. 4); esto es, proclama sobre ellos la
Palabra del Señor, y después le ordena (V. 9) profetizar al espíritu; esto es, apelar al aliento
vital que hace que una persona sea un ser viviente (Gn. 2:7). Así lo hizo Ezequiel (V. 7 y 10):
"Profeticé como me fue mandado..." como si hubiese predicado a los huesos y, después,
asimismo mientras se dirigía al espíritu de vida.
Así es como por La Palabra de Dios, aquel gran milagro tuvo efecto; y aquellos muertos
volvieron a la vida. La profecía al espíritu fue como una oración, de forma que la vida real,
espiritual de aquellos muertos fue resultado conjuntamente, de la predicación y de la oración
del profeta.
Podemos notar que, solamente cuando entró en ellos el espíritu de vida se pusieron de pie
(V.10). La palabra del profeta les ha dado esqueleto, tendones, carne y piel; pero solo la oración
del profeta tuvo como respuesta que los muertos tuviesen vida: "Espíritu, ven..." y entró el
espíritu en ellos, y vivieron. La gracia de Dios puede salvar almas sin nuestra predicación, pero
nuestra predicación no puede hacerlo sin la gracia de Dios. Y esa gracia hay que buscarla en
oración.
Quienes obran como les es mandado, aun frente a situaciones que parecen desesperadas, no
tienen por qué dudar del éxito. Ezequiel miró por encima de aquella gran multitud de huesos
secos y dispersos, profetizó sobre ellos y vinieron a ser cuerpos humanos.
Primero, lo que tuvo que hacerles saber es que Dios quería decididamente devolverles la vida
(V. 5-6), enfáticamente se repite ese "Y viviréis"; lo que de inmediato se consiguió con ellos, es
que pusiesen en movimientos (V. 7).
Tal cantidad de huesos secos había de producir por fuerza gran ruido, y el ruido llegó a ser
conmoción cuando los huesos se juntaron para formar esqueletos humanos. Incluso los muertos
y secos como estos huesos, comienzan a moverse cuando son llamados a oír La Palabra del
Señor.
Iglesia de Dios, Pueblo Santo adquirido por la sangre preciosa de Cristo, escucha lo que Dios
nos revela espiritualmente en este tiempo, para unir primero al Cuerpo de Cristo, y después
llegar al mundo entero. La oración es la llave para la revelación espiritual, unirnos en nuestro
lugar; en cada pueblo, cada iglesia en su sector, para estar unidos por Su Santo Espíritu.
Que se escuche el ruido, que se sienta el soplo sobre Su Iglesia, que nos levantemos con el
poder de Dios y llenos de su Santo Espíritu. Sopla sobre Tus Hijos Dios todopoderoso y
Soberano.
Juan 4:20-24 dice: (a la mujer samaritana) "Mas la hora viene". A pesar de haber una multitud
de huesos tan separados y dispersos, a la voz de Dios todos ellos se movieron y, sin errar uno
solo, cada uno se unió a su compañero en el lugar que le correspondía, y en el esqueleto
respectivo (V. 7). Al final: ”y los huesos se juntaron cada uno en su sitio" (Lit. Huesos a
huesos).
Un paso más, y sobre los esqueletos respectivos ya formados (v. 8) aparecen tendones, "sube",
es decir, crece la carne y los cubre la piel por encima. Pero (este es un grandísimo "pero") no
había nada de espíritu en ellos. ¿De qué sirven un gran ejército de soldados, fuertes y robustos
de cuerpo, si les falta el aliento de vida?
Una vez que el aliento de vida entró en ellos (V. 10), vivieron y se pusieron en pie; un ejército
grande en extremo. El espíritu de vida hizo de ellos, no sólo hombres vivos, sino también,
hombres activos, prestos para el servicio y el ejército.
Ezequiel no hablaba de una resurrección física de los muertos, sino del reavivamiento y
restauración a la vida espiritual, pero una fe activa en el poder. La promesa y la providencia de
Dios, pueden reanimar la esperanza que hoy late en aquellos que buscamos las cosas
espirituales. Y en estos tiempos de turbulencia, es triste que la iglesia de los últimos tiempos, la
cual Dios espera que esté llena de vida y vigor, llena de amor y deseo de servicio, esté hoy
igual que estos huesos: secos y muertos.
Un templo puede estar lleno de personas, pero de gente sin vida, sin espíritu dentro de ella;
gentes con vidas secas y vacías, sin motivo por el cual congregarse. El valle representaba a
Israel, y hoy deseamos hacer un paralelismo con La Iglesia de los últimos tiempos. Al término
de un año y comienzo de otro, vuelvo a expresar lo que Dios ha puesto en mi corazón para Su
Pueblo, para Sus Hijos.
Que Dios nos ayude con la guía de Su Santo Espíritu, y Su Hijo nuestro Señor Jesucristo, amén.
Bendiciones.
Isaías 1:2:
Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se
rebelaron contra mí.
El profeta, aunque habla en nombre de Dios, al no esperar ser escuchado por sus compatriotas,
se dirige a los cielos y a la tierra (V. 2): "Oíd, cielos, y escucha tú, tierra". De criatura
inanimadas que cumplen las leyes que les fijó su Creador, se puede esperar que escuchen el
mensaje de Dios mejor que este pueblo estúpido y sin sentido.
Se avergüencen las luminarias del cielo, la tenebrosidad de ellos, así como la fructuosidad de la
tierra, la esterilidad suya, y la regularidad con que cielos y tierra siguen su órbita; y se ajusten a
las diversa estaciones. avergüence la irregularidad de ellos.
Así comienza también Moisés en Deuteronomio 32:1: «Escuchad, cielos, y hablaré; Y oiga la
tierra los dichos de mi boca». Les acusa de vil ingratitud. Que escuchen los cielos y la tierra, y
se asombren:
"Crié hijos y los engrandecí". Estaban bien criados e instruidos «¿Así pagáis a Jehová, Pueblo
loco e ignorante? ¿No es Él tu padre que te creó? El te hizo y te estableció» (Dt 32:6).
B - La conducta antinatural de ellos hacia Él, que tan tiernamente se había comportado con
ellos, y ellos se han rebelado en Su contra.
El profeta atribuye esta anomalía a la ignorancia e irreflexión de ellos (v. 3): "El buey conoce,
pero Israel no conoce". Perspicacia del buey y del asno, criaturas de la más lerda especie; no
obstante, el buey tiene tal sentido del deber como para reconocer a su amo y servirle.
El asno, por su parte, tiene sentido de su interés como para reconocer el pesebre de Su Amo, y
apresurarse a llegar allá donde se le da de comer. Por tan lerdos animales es avergonzado el
hombre en su falta de conocimiento; y no sólo se le manda a la escuela del buey y del asno para
que aprenda de ellos (Pr 6:6-7), sino que además dice:
Dios es su amo y propietario; Él los creó y ha provisto abundantemente para ellos. Lo mismo
ha hecho con nosotros. No obstante, muchos que dicen pertenecer al pueblo de Dios exclaman:
Se lamenta Isaías de la corrupción del reino de Judá. La enfermedad del pecado era epidémica,
y todos los elementos de la sociedad, todas las clases estaban sufriendo la infección de dicha
epidemia: ”Oh nación pecadora...” Tanto más culpable, cuanto que era el pueblo escogido de
Dios.”
La generalidad del pueblo era presa de los vicios y de la profanidad. Su perversidad pesaba
sobre ellos como un talento de plomo (Zac 5:7,8). Procedían de mala estirpe, eran raza de
malhechores, llevaban la traición en la sangre, y eran hijos depravados.
Como indica el hebreo, no sólo eran corruptos, sino también corruptores; propagadores del
vicio que infectaba a otros. "Abandonaron a Jehová, despreciaron al Santo de Israel y le
volvieron la espalda". El hebreo "niatsú" indica un desprecio provocativo, deliberado y con
mala intención: Sabían lo que irritaba a Dios y lo ponían por obra.
Por otra parte, no había intentos de reforma; o, si los había mostraban ser ineficaces. "No
están curadas, ni vendadas ni suavizadas con aceite".
El profeta se lamenta tristemente, de los juicios divinos que los israelitas han atraído sobre sí
mismo. Su reino está al borde de la ruina (V. 7): "Vuestra tierra es una desolación". Y continúa:
«En cuanto a los frutos de vuestros campos, que habrían de servir de alimento a vuestra
familias, extranjeros los devoran en presencia vuestra sin que podáis impedirlo; mueres de
inanición, mientras vuestros enemigos se sacian».
"La hija de Sión" (V. 8), Jerusalén, como una doncella cuya madre era el templo edificado
sobre el monte Sión, se hallaba ahora como choza en viñedo, como cabaña en melonar. Isaías
se consuela al considerar el remanente que había de ser un monumento de la gracia y la
misericordia de Dios, a pesar de la general corrupción del país.
"Si Jehová de las Huéstes no nos hubiese dejado un exiguo remanente, conservado puro en
medio de la común apostasía, y a salvo de la general calamidad, habríamos sido como Sodoma,
habríamos llegado a ser semejantes a Gomorra" (V. 9).
"Jehová de las Huéstes", es el título que indica el omnímodo poder y la soberanía de Dios,
cuando actúa como General en Jefe de las fuerzas armadas de Su Pueblo. Pablo cita esto en Ro
9:27-29, y lo aplica a los pocos israelitas que habían abrazado el cristianismo. Este remanente
es, con frecuencia, exiguo. La cantidad no es nota distintiva de la verdadera iglesia; la manada
de Cristo suele ser pequeña.
Quienes, por la gracia y la misericordia de Dios se han salvado de la ruina, deben volver la
vista atrás con gratitud, para ver cuánto deben a unos pocos que cerraron las brechas, y
especialmente a Dios, quien les otorgó este pequeño remanente.
Ahora Dios les invita (aunque en vano) a que escuchen Su Palabra. Los epítetos que les impone
son muy extraños: "Príncipes de Sodoma... Pueblo de Gomorra" (V 10). Esto da a entender,
cuán justo habría sido Dios si los hubiese consumido como lo hizo con las ciudades citadas, así
como la corrupción del pueblo y de sus gobernantes, tipificada en la perversidad de Sodoma y
Gomorra.
Isaías no se mordía la lengua, y es tradición de los judíos que estas palabras fueron las que, al
andar el tiempo, le ocasionaron una muerte violenta. En Sodoma y Gomorra no fue hallado un
remanente puro de diez personas; por eso perecieron. Si Judá y Jerusalén han sobrevivido
ahora, lo deben al resto que Dios les había dejado.
La demanda que les hace es muy razonable: «Oíd La Palabra de Jehová... Prestad oídos a la
instrucción de nuestro Dios». La palabra de Dios es luz y vida. Con ella no marcharán ciegos a
la ruina.
Justamente rehúsa Dios escuchar las oraciones de ellos y aceptar sus sacrificios (V. 11), su
asistencia a servicios del templo (V. 12), sus ofrendas y sus asambleas festivas de toda clase (V.
13-14), sus manos extendidas en oración, mientras están llenas de sangre (V. 15).
Todo es pura fachada, máscaras burdas de una religión externa que oculta un corazón
corrompido. Hay muchos que son ajenos a la religión, y aun enemigos de ellas; y sin embargo,
muestran un celo enorme en guardar las formas, y poner de relieve lo que es pura sombra de
piedad.
Esta nación pecadora, sentía y mostraba enorme interés en llevar muchas víctimas animales al
altar de los holocaustos, y mucho incienso al altar de los perfumes; pero el corazón estaba vacío
de verdadera devoción. Sus holocaustos carecían de interior dedicación (comp con Ro 12:1);
sus oraciones, de verdadero fervor y sentido. Venían a ser vistos delante de Dios (v. 12).
Es curioso que, cuando los pecadores se sienten bajo el juicio de Dios, están más prestos a
correr a sus devociones externas, más que a dejar sus pecados y reformar su vida. Las
devociones más pomposas y costosas de los malvados, están tan lejos de agradar a Dios que le
resultan abominables.
Todo lo que se contiene en los versículos 11-20 muestra, en una gran variedad de expresiones,
el gran principio de que la obediencia es mucho mejor que el sacrificio. Tan vanas son todas
estas manifestaciones externas de religión, que a Dios le producen asco. Nótese cómo lo
declara: "Me es ofrenda de abominación" (lit) "No puedo aguantarlo..." (V. 13); "las tiene
aborrecidas mi alma; me son una carga; estoy hastiado de soportarlas" (V. 14, lit).
Las oraciones y los sacrificios del pueblo, además de resultar abominable a Dios, son sin
provecho alguno para ellos mismos:"¿Quién demanda esto de vuestras mano?" (V. 12), como si
dijese: Ni me sirve a mi (V. 11) ni os aprovecha a vosotros.
Aunque multipliquen oraciones, Dios no las oirá (V. 15), porque no proceden de un corazón
recto. "Son dice Jehová, vuestro sacrificio (V. 11), vuestras fiestas solemnes (V. 13-14), no
míos". Se presentan delante de Dios no para honrar Su Templo, sino, para hollar, como
animales salvajes e inmundos, Sus atrios (V. 12).
Dios nunca se cansa de escuchar las oraciones de los justos, pero le hastían pronto los costosos
sacrificios de los malvados. De tal modo odia Dios el pecado, que las oraciones más prolijas y
los sacrificios más caros le resultan abominables, cuando están teñidos de pecado. La piedad
hipócrita es doble iniquidad. Amén.
Dios nos ayude a entender el propósito para Su Pueblo. Tu amado hermano Marco, desde su
humilde corazón para tu tierno corazón.
Gn 32:9,22-23:
9 Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste:
Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien;
22 Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y
pasó el vado de Jaboc.
23 Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía.
Cuando Jacob prevaleció en oración, encontró perdón para todas sus maldades, y su relación
con su hermano fue restaurada cuando él se puso en armonía con Dios. Jacob, al hacer frente a
su necesidad y a su culpa, descubrió su necesidad de orar a Dios y de prevalecer en oración.
Fue entonces cuando Jacob envió todo lo que tenía hacia el otro lado del arroyo y, fue cuando
quedó solo con Dios (V. 23).
¡Oh, amados míos, hay asuntos que tenemos que tratar y arreglar a solas con Dios! Hay
problemas en los que no pueden ayudarnos nuestras queridas familias, a pesar de lo queridas
que sean para nosotros, a pesar de cuánto hayan tratado de ayudarnos y continuarán haciéndolo.
Hay asuntos que uno debe arreglar a solas con Dios, pues, la familia no puede arreglarlos.
Jacob envió su familia, sus hijos, sus siervos, y sus posesiones al otro lado del arroyo. Y como
dice La Escritura: "así se quedó Jacob solo". Me pregunto si algunos de nosotros necesitamos ir
a algún lugar solitario, y allí, a solas con Dios, abrir nuestro corazón y derramarlo delante de Él
hasta que tengamos el conocimiento de que Él nos ha perdonado todo mal y todo pecado.
Después de haber enviado su familia al otro lado del vado, y al haberse quedado él donde
estaba, dice La Escritura que "luchó con él un varón". Yo solía escuchar la lectura de este
pasaje y el comentario, y supongo que el comentario era sobre este punto de vista, distinto;
porque yo tuve este concepto: Que Jacob comenzó una lucha con el ángel de Jehová, pero ésta
no es la vedad que se encuentra en este pasaje. Jacob se había colocado ante Dios, en una
posición donde El Señor podía tomar, y tomó la iniciativa para trabajar con Jacob.
Cuando Jacob se hubo crucificado a sí mismo, podríamos decir, y fuera de su camino, puso sus
posesiones, su familia y toda cosa existente; entonces Dios pudo tomar, y tomó la iniciativa. El
ángel de Dios comenzó a tratar con él.
La razón por la cual muchas de nuestras oraciones nunca llegan hasta Dios, es que no estamos
ante Dios, en una posición en la cual Él pueda tratar con nosotros en la forma inusitada en que
Él lo desea. Cuando Jacob prevaleció en oración, y el Ángel de Dios, el mensajero de Dios
prevaleció con él, estaba solo con Dios; y Dios tomó la iniciativa. Además observamos que
cuando Jacob prevaleció en oración, como lo relata el verso 24, él oró hasta que "rayaba el
alba". Oró toda la noche.
Jesús, mediante Su ejemplo, con frecuencia fue al monte o a algún otro lugar; y oró toda la
noche. ¿Cuántas veces habéis pasado vosotros una noche en oración? Estoy seguro de que si
habéis sido cristianos conscientes, habéis pasado algunas noches en oración: Cuando quizás no
teníais la intención de hacerlo; pero alguna carga estaba en vuestro corazón, al grado de que no
podías conciliar el sueño, aunque estabais tratando de descansar. Pero ha habido en nuestra vida
suficientes ocasiones como ésta, como cristianos, como siervos de Dios, cuando con todo
propósito hallamos pasado la noche en oración.
Es posible que en esta ocasión, si algunos de vosotros no estáis en el centro de la voluntad de
Dios, sea porque no hayáis pasado suficiente tiempo en oración a Dios. Jacob oró toda la noche,
el sueño no era importante para el Señor Jesús cuando la pesada responsabilidad del mundo y
de su pecado estaba sobre Sus hombros.
Recordáis que oró toda la noche antes de escoger a los doce, los que yo creo que fueron el
comienzo de la iglesia. Vemos a Jacob, que estaba ansioso diciendo al ángel, cuando el ángel le
pidió que lo dejara ir: "No te dejaré, si no me bendices". ¡Oh, qué ansiedad la de su alma! Jacob
pide a Dios, y continúa pidiendo una bendición.
Aquí la más gloriosa y hermosa verdad, es que logró su propósito, fue bendecido por Dios. Los
grandes hombres de Dios han sido poderosos hombres de oración.
En una oportunidad, se le pregunto a Billy Grahan: Billy, ¿dónde está el secreto de tu poder? su
respuesta fue: "Está en El Señor y yo lo encuentro por medio de la oración". Jacob prevaleció
en oración toda la noche. Puede ser que toda la noche no sea suficiente, puede ser que no sea
necesario toda la noche. El asunto es, que necesitamos prevalecer en oración sin importarnos
cuánto tiempo sea necesario.
También observaréis, que cuando Jacob oró a Dios y prevaleció en oración, pagó un precio.
Pagó un precio físico: "Se descoyuntó el muslo". El sacrificio físico siempre trae una gloriosa
bendición espiritual, si ese sacrificio se hace por un interés espiritual.
Nuestro Señor, al enseñarnos dijo: "si tu ojo fuere ocasión de caer, sácalo, o si tenemos una
mano que sea ocasión de caer, hay que cortarla. Es mejor ir por la vida manco, o ciego, o cojo y
tener poder con Dios, que tener todos los miembros físicos y estar anémicos espiritualmente.
Jacob pagó un precio. Os digo en esta ocasión, que vosotros posiblemente tendréis que
crucificar el yo; puede ser que tengamos que decir "no" a los deseos egoístas, para que
podemos ocupar plenamente nuestro lugar en el centro de la voluntad de Dios.
Antes de que estemos dispuestos para que nos sea cambiado el nombre, debemos reconocer
quiénes somos, y lo que somos. Jacob nunca había reconocido plenamente la significación de
su nombre como lo hizo aquí. El lo sabía hasta cierto punto, pero había tratado de olvidarlo.
Había tratado de abrirse paso mediante ardides: estaba siguiendo sus propios planes y
diciéndose que esto sería suficiente.
Ahora, cuando Dios le preguntó a Jacob en este momento cuando su corazón estaba sangrante,
cuando desde lo profundo de su alma estaba anhelando la paz y la armonía con Dios, y la
reconciliación con su hermano, el dijo prontamente: "Mi nombre es Jacob". Esto es lo mismo
que el perdido, o el condenado, o el pecador dice al Dios Todopoderoso: "He pecado, he hecho
mal".
Cuando lo decimos, entonces Dios puede bendecirnos, y Dios nos bendice, porque nuestros
corazones están bien con Él.
El hombre debe encontrar el plan de Dios para ser feliz. Su nombre fue cambiado en el mismo
momento en que reconoció y dijo: "Yo soy el suplantador, soy un malvado". Entonces, y sólo
entonces pudo El Señor tomar la vida de Jacob e investirla plenamente para el propósito para el
cual había sido preservado.
Su vida debía ser investida para el servicio del Señor, porque su vida era un vaso especial en la
mano de Dios.
Como dijo Jacob: "Vi a Dios cara a cara". Él dijo que había visto a Dios en su plenitud, había
visto a Dios revelando el perfecto modelo para su vida; el plan para su vida fue mostrado.
¿Estáis vosotros en el centro de la voluntad de Dios? ¿sí o no? Podéis estarlo, y lo estaréis
cuando oréis a Dios y prevalezcáis en oración; así como Jacob fue bendecido cuando oró, y
prevaleció en oración, y pagó el precio completo; entonces fue recompensado, fue bendecido.
Conclusión:
Quiera Dios que en este momento cada uno de nosotros esté listo, y que aprovechemos la
oportunidad, y que oremos a Dios y prevalezcamos en oración. Si ya somos cristianos, que
nuestra vida esté completamente rendida a Dios; que nuestra vida esté completamente en el
centro de Su voluntad.
En estos días de tanta necesidad, de tantas oportunidades para servir a Dios, en este día, cuando
nadie puede ocupar vuestro lugar de servicio, sino vosotros mismos; es necesario que, cueste lo
que cueste, oremos a Dios y prevalezcamos.
Gá 1:1-9 RV60:
1 Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo
resucitó de los muertos),
4 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo,
conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,
6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de
Cristo, para seguir un evangelio diferente.
7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de
Cristo.
8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os
hemos anunciado, sea anatema.
9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio
del que habéis recibido, sea anatema.
La persona que envía la Epístola es Pablo, único nombre que se da desde Hechos 13:9: Apóstol.
Aunque no pertenecía al número cerrado de los Doce, Pablo era "enviado" especial, no de parte
de hombre, pues era embajador de Cristo (2 Co 5:20); ni por medio de ningún hombre, ya que
la comisión de predicar El Evangelio no la había recibido por medio de otro líder de La Iglesia,
ni siquiera de alguno de los Doce; sino, directamente de Dios, por revelación y comisión de
Jesucristo (V. 1).
Leamos el versículo 11. Al decir de Dios Padre que lo resucitó (a Cristo) de los muertos, no
sólo establece un dato cronológico que sitúa el llamamiento del Apóstol en una fecha posterior
a la resurrección del Señor; sino, un fundamento teológico, pues presenta a Pablo como el gran
testigo del resucitado y, con Él, de la nueva creación (2 Co 5: 17).
En el versículo 2, asocia consigo en la dirección de la Epístola, a todos los hermanos que
estaban con Él; ya se incluyan ahí a todos los miembros de la iglesia desde la que escribe, ya
solamente a los que más de cerca colaboran con él en aquel momento.
Con ello, da a entender claramente que, todos ellos compartían plenamente las ideas que el
Apóstol expone en la Epístola.
"A las Iglesias de Galacia", es decir, a las distintas comunidades locales existentes en la región.
Extraña un saludo tan general y tan escueto, pero sirve para darnos a conocer que el mal era
también general, y que todas las Iglesias de Galacia estaban más o menos "SEDUCIDAS" por
las malas artes de los judaizantes, que se habían infiltrado entre los miembros de las aludidas
congregaciones.
La bendición del Apóstol (V. 3-5) no falta por eso; más aún, así como el saludo era
excesivamente breve, la bendición es copiosamente larga, para que en ella quepa precisamente,
un compendio de la tesis que el Apóstol va a sostener a lo largo de la Epístola.
La primera parte de la bendición del V. 3, repite exactamente las frases de Ro 1:7; 1 Co 1:3, y 2
Co 1:2; por lo que no necesita ulterior comentario. Aprovecha (V. 4) la mención que acaba de
hacer del Señor Jesucristo, para poner de relieve la solución radical del problema que el pecado
de la humanidad presentaba.
Llama al "presente siglo", esto es, al 'mundo' malo (gr: poneroú, malign, malvado).
El mal era, pues, además de profundo, universal; y no podía curarse con los emplastos que los
legalistas judaizantes querían aplicarle. Fue necesaria la entrega que de sí mismo hizo El Señor
por nuestros pecados, para librarnos de tal mal.
Esa entrega la hizo Jesús, conforme a la voluntad (gr: to thélema, lo que quería) de nuestro Dios
y Padre; de un Dios nuestro, que fue para nosotros Verdadero Padre, al engendrarnos al precio
de sangre de su Hijo Unigénito, a quien entregó a la muerte por nosotros (Jn 3:16; 10:18; Hch
2:23; 20:28; 2 Co 5:21; Gá 3:13, etc). Así también, en Él y por Él, es el Padre de todos los
verdaderos creyentes (comp con Fil 4:20).
Para que mejor se destaque la soberana iniciativa de nuestro Dios y Padre, en la obra de nuestro
redención, es a éste a quien Pablo dirige, ampliada, la misma doxología que en Ro 11:36; lo
cual, nos da idea de la solemnidad que Pablo confiere a esta bendición (V.5).
"La gloria aquí, tiene un sentido helénico de conocimiento y alabanza de Dios, y de los planes".
(V. 6-9) La preocupación del Apóstol se hace patente en estos versículos, ya que los fieles de
Galacia; estaban desertando del que los llamó (V. 6); es decir, del Dios Verdadero que les había
dispensado tal favor como es La Gracia de Cristo.
Pablo se asombra de que hayan desertado tan rápidamente, es decir, de que la obra destructora
de los judaizantes haya penetrado tan a prisa en los ánimos de los gálatas.
¿A qué punto habían desertado con tanta prisa?
Esta pregunta es para nosotros hoy los del siglo 21, a un Evangelio diferente (gr: héteron, otro
de distinta especie), pues no hay más que un Evangelio, el que Pablo predicó. Por eso añade
(V.7) enseguida que tal seudoevangelio no es otro (gr: állo, otro de la misma serie ) de la
misma especie que el verdadero, sino que, con sus falsas doctrinas, los judaizantes les estaban
perturbando (gr: tarássontes, agitando) lo que de Pablo habían aprendido, a la vez que
pervertían.
El Evangelio de Cristo, esto es, que tiene por obra redentora del Salvador, llevado de esta
preocupación y, lleno de angustia por el tremendo peligro en que se hallaban las Iglesias de
Galacia; el Apóstol, bajo la inspiración de Dios, pronuncia un tremendo anatema (V. 8-9),
imprecando la destrucción de cualquiera que se atraviese a anunciar un Evangelio que corriese
paralelo, pero contrapuesto al que él les había predicado.
El énfasis que en ello pone, le lleva al Apóstol a incluir el caso hipotético, y aún imposible de
que él mismo o un ángel del cielo; esto es, de los ángeles buenos, no caídos, llegase a predicar
un Evangelio diferente del que habían recibido por transmisión del Apóstol.
Por aquí se echa de ver que el Evangelio de Cristo es uno, puro y simple; que no admite
añadiduras ni sustracciones (comp con Ap 22:18-19).
El Evangelio de Cristo se pervierte, tanto por parte de menos quitándole según hace por
ejemplo el modernismo bíblico, como por parte demás, añadiéndole como hacia el legalismo
judaizante; y hacen, por ejemplo, la iglesia de Roma y la ortodoxia disidente de Roma.
De ahí la necesidad de un constante "careo" de nuestras opiniones vengan del lado que vengan,
con el mensaje puro y simple de La Palabra de Dios. Meditando y revisando en mi mente los
mensajes de Cristo. Con dolor y mucha tristeza puedo decir, cómo nos hemos alejado del
original mensaje del Evangelio, somos unos gálatas que andamos buscando nuestras propias
añadiduras.
Hoy, deseo terminar esta reflexión de acuerdo como lo que está en la Escritura y dentro de mi
corazón, Hebreos capítulo 12 del versículo 1 al 29: Puestos los ojos en Jesús... porque nuestro
Dios es fuego consumidor. Amén.
Lc 14:15-24. RV60:
15 Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el
que coma pan en el reino de Dios.
16 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.
17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está
preparado.
19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses.
21 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia,
dijo a su siervo: Vé pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los
mancos, los cojos y los ciegos.
23 Dijo el señor al siervo: Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que
se llene mi casa.
24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.
La parábola que Jesús expuso a continuación, fue ocasionada por la exclamación de uno de los
invitados, el cual comento: "Dichoso el que coma pan en el Reino de Dios". ¿Con qué objeto se
expresó así este invitado?
Hay, en efecto, comentaristas que tratan de presentar como trivial o inoportuna esta
exclamación, cuando lo más probable es que, al oír de la recompensa futura, este escriba o
fariseo asociase las palabras de Jesús con las bendiciones del futuro reino mesiánico.
Tengamos en cuenta que, con frecuencia, lo que a nosotros nos parece interrupción innecesaria,
suscita en algunos de los presentes una ulterior y provechosa enseñanza, conectada con el tema
que se venía comentando.
Observemos que Jesús había hecho una pausa, y este hombre la aprovecha para introducir una
frase que puede inclinar al Maestro a prolongar la enseñanza; y piensa que nada mejor, que
mencionarle el reino de Dios. Así que, lo que dijo este hombre no solo era una verdad grande y
reconocida, sino también muy apropiada, en un momento en que se hallaban reclinados a la
mesa.
¡Qué mejores pensamientos pueden ocupar nuestra mente cuando estamos a la mesa, que
pensar en aquella otra mesa en que El Señor mismo, al pasar cerca de cada uno de nosotros, nos
servirá! (Lc 12: 37).
A continuación tenemos la parábola misma que propuso El Señor (V. 16-24). Parece como si
Jesús respondiese al que había pronunciado la exclamación: !Bien dicho! Pero… ¿quiénes
gozarán de ese privilegio?Vosotros los judíos lo rechazáis (Hch 13:46); así que, los gentiles se
van a llevar en Él la mejor parte.
»La gracia libre y soberana de Dios, la cual brilla en el mensaje de Cristo y se hace ver. En la
abundante provisión que ha hecho para todos los hombres: ”Un hombre hizo una gran cena, y
convidó a mucho” (V.16). Llama al banquete ”cena” porque en aquel tiempo y en los países
orientales, la comida principal del día se hacía al atardecer en familia; pues, el vocablo ”cena”
se deriva del griego koiné = común. En la generosa invitación que nos hace a todos a participar
en tan abundante provisión.
»Hay una invitación general: “Convidó a muchos“. Cristo invitó a todo el pueblo de Israel a
participar de las bendiciones del reino y de los beneficios del Evangelio. La casa de Cristo, no
solo es una casa muy Buena, sino también, una casa abierta para todos.
»La invitación es apremiante: “Venid, que todo está ya preparado“ Si… ahora es el tiempo
aceptable, ahora es el día de salvación” (2 Co 6:2). Como si dijera: “Todo está preparado; no
tardéis; aceptad la invitación, todos series bien recibidos“ (Jn 6: 37).
»Jesús a nadie rechaza; son los hombres los que no quieren venir a Él para que tengan vida (Jn
5:40). La respuesta fría, descortés y despreciativa que la gracia de Dios recibe de los invitados:
“Todos a una comenzaron a excusarse“. Encontraron un pretexto para no acudir a la cena; así
respondió la nación judía al llamado del Evangelio (Jn 1:11).
Muchos no se atreven a rechazar de plano la invitación del Evangelio, pero ponen toda clase de
excusas para no entregarse al Señor: "Todos a una se excusaron", unánimes en el rechazo,
aunque diferentes en las excusas:
El primero le dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses
¡frívola escusa! Como si no pudiese ir a ver la hacienda el día siguiente. Y sin embargo, alega
“necesidad”, cuando lo que tiene es falta de voluntad (Jn 13:34 “no quisiste“) “.
Otro dijo: "He comprador cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos“. El primero se excusaba y
alega “necesidad “; este otro se excusa y alega “ inconveniencia“; ya está en marcha a probar
sus bueyes, y le resulta incómodo cambiar sus planes. ¡Pobre excusa, cuando se trata de una
invitación a participar en el banquete mesiánico! En comparación de tal privilegio, ir a probar
cinco yuntas de bueyes no tenía la menor importancia, la excusa indica aquí cierta convicción
del deber, pero ninguna inclinación a cumplirlo.
Por aquí vemos que, aún las cosas que de suyo son legítimas, pueden tener fatales
consecuencias cuando de tal manera absorben el interés que dan ocasión a que el corazón se
aparte de lo primordial: "El reino de Dios y su justicia".
Y otro dijo: "Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir". Este es el más grosero y descortés de
los tres, porque: a) alega una falsa "imposibilidad"; los otros dos no podían llevar al banquete
su hacienda o los bueyes, pero éste podía haber llevado consigo a su mujer, y ambos habrían
sido bienvenidos; b) los otros dos han presentado excusas, aunque insuficientes; éste ni se
excusa, la ley en Deuteronomio 24:5 dispensaba por un año al recién casado de ir a la guerra, u
ocuparse en un negocio absorbente, pero no de asistir a un banquete.
¡Cuántos son los que se olvidan del Evangelio por placeres de esta vida!
El informe que el siervo trajo a su señor acerca de las afrentosas excusas que dieron sus
invitados para no asistir al banquete, demostraron la poca estima en que le tenían (V. 21).
Regresó el siervo, e hizo saber estas cosas a su señor; es decir, le insinuó que tendría que comer
su cena a solas; pues los convidados se habían negado a venir. Podemos imaginar que el siervo
presentaría este informe con sopesa y con tristeza, pero... lo hizo con fidelidad, sin poner las
cosas mejor o peor de lo que eran.
Así es como han de acudir al trono de la gracia los ministros del Señor. Si están alegres por
haber visto fruto en su ministerio; "satisfechos del fruto de la aflicción de su alma" (Is 53:11),
han de acudir a Dios con gratitud y alegría, si están tristes por parecer que sus labores han sido
en vano, han de ir también a Dios para derramar ante Él las quejas (He 13:17) de su corazón,
"porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta".
La justa indignación del dueño de la casa, ante la afrenta que se le hace: "Entonces enojado el
padre de familia" (V. 21).
La ingratitud de quienes toman a la ligera la invitación del Evangelio y el desprecio con que, de
este modo tratan.
Las riquezas de la benignidad de Dios (Ro 2:4), son una grandísima provocación contra la
justicia de Dios. El abuso de la misericordia divina conduce a la más terrible de las miserias:
¡La ira del Cordero! (Ap 6:16). Por eso, dice el padre de familia: "Os digo que ninguno de
aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena".
La gracia despreciada es una gracia perdida, como la primogenitura de Esaú. Los que no
quieren recibir a Cristo cuando pueden, no podrán tenerlo cuando querrían haberlo recibido.
El afán que puso el Señor, en que su mesa estuviese tan rodeada de invitados, como llena estaba
de manjares: "Dijo a su siervo: sal inmediatamente por las plazas y las calles de la ciudad, y
trae acá a los podres, los mancos, los cojos y los ciegos"; como si dijera: "Ya que los
autosuficientes no quieren venir, llama a los necesitados y a los inválidos. Y dijo el siervo:
Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar" (V. 22).
Muchos judíos comenzaron a entrar en el reino, no de los Escribas y Fariseos, sino de los
publicanos y pecadores. Pero, aún había lugar, entonces "dijo el señor al siervo: sal a los
caminos y a los vallados y fuérzalos a entrar para que se llene mi casa"; como si dijese: sal
fuera de la ciudad, a los caminos donde los desocupados vagabundean y las gentes sin hogar se
extravían (comp. con Ef 2: 12, 19), y fuérzalos a entrar, no por la violencia bruta, sino por la
persuasión de la gracia (comp con Jn 6:44), haciéndoles saber aunque se sorprendan de ellos,
que esta maravillosa fiesta está destinada también para ellos; los que eran extranjeros en cuanto
a los pactos de la promesa (Ef 2:12), así como para "lo necio, lo débil, lo vil y lo
menospreciado del mundo" (1 Co 1:27-28).
Así que, la provisión que para salvación de los hombres hace Dios por medio del Evangelio, no
ha sido en vano; pues. aun cuando algunos la rechazan, otros la aceptarán con gratitud. Los más
pobres e insignificantes según el mundo, son recibidos por Cristo igualmente que los ricos y
potentados.
La compasión del Señor en favor de todas las almas, debe estimular nuestro interés por llevar
almas a Cristo, sin acepción de personas. Muchas veces, el Evangelio obtiene los mayores
éxitos entre quienes nos parecería que son los peor dispuestos a beneficiarse de él.
Los publicanos y los pecadores según palabra del propio Jesús, marchaban hacia el reino de
Dios por delante de los escribas y fariseos: "Hay últimos que serán primeros, y primeros que
serán últimos" (Jn 13:30).
Esto nos enseña a no confiar demasiado en los que parecen prometer mucho, y a no desesperar
de los que parecen no prometer nada. Los ministros del Señor no han de contentarse con meros
consejos o frías exhortaciones, sino que deben importunar con urgencia a entrar en el reino de
Dios, según el mandato de nuestro dueño "sal inmediatamente...” (V. 21), y decid a todos:
"Venid, no perdáis tiempo que ya todo está preparado".
Por muchos que sean los que participen en los beneficios del Evangelio, siempre hay lugar para
más en la casa del Señor; siempre hay en Cristo lo suficiente para todos, lo mismo que para
cada uno; y solo quedan excluidos de la mesa, los que se excluyen a sí mismo.
Los creyentes hemos de ser optimistas. La casa de Cristo, aun cuando es muy grande, al final
quedará llena. Alabado sea nuestro Señor.
Autoridad y Poder.
Por Marco Marin Parra.
Basado en Lucas 4:31-44.
Lc 4:31-44. RV60:
31 Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo.
33 Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó
a gran voz,
34 diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos?
Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.
36 Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que
con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?
40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y
él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
41 También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero
él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo.
42 Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a
donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos.
43 Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de
Dios; porque para esto he sido enviado.
Cuando Cristo fue expulsado de Nazaret, vino a Capernaúm, otra ciudad de Galilea. Su
predicación: Y en sábado les estaba enseñando (V. 31).
Sus Milagros se especifican, en particular dos; los cuales muestran que Cristo es: Controlador y
Conquistador de Satanás, por el poder de expulsarlo de aquellos de quienes había tomado
posesión corporal.
Notemos...
»Que trabaja en el interior de los hijos de los hombres, y es posible que quienes están bajo el
poder y la operación de él se encuentren en la sinagoga;
»Que incluso, los demonios creen que Jesucristo es el santo de Dios (V. 34, compárese con Stg
2:19);
»Que creen, pero están temblando (como dice Santiago en el texto citado); por eso, este espíritu
inmundo “gritó“ con voz fuerte (V. 33), ya que temió que Cristo viniese ahora a destruirle (V.
34);
»Que los demonios no tienen nada que ver con Jesús (V. 34), y que no desean tener nada que
ver con Él;
»Que Cristo posee un poder omnímodo sobre el demonio. “Jesús entonces le increpó, diciendo:
cállate y sal de él“ (V. 35).
Cristo no sólo le impuso silencio, sino que le tapó materialmente la boca. Al quebrantarse aquí
el poder de Satanás, el enemigo vencido muestra su perversidad, mientras que Cristo vencedor
muestra Su gracia y Su misericordia; pues el demonio arrojó al poseso en medio de ellos con la
intención de despedazarlo, pero Cristo lo impidió y forzó al demonio a salir de él sin hacerle
ningún daño.
A quienes Satanás no puede destruir, trata de perjudicar; pero es un gran consuelo saber que no
puede hacer más daño del que El Señor le permite; más aún, no podrá hacer verdadero daño. El
poder de Cristo sobre el demonio fue universalmente reconocido y glorificado: "Todos
quedaron sobrecogidos de estupor, y se decían unos a otros: ¿Qué manera de hablar es ésta, que
manda con autoridad y poder a los demonios y salen?".
Quienes tenían pretensión de arrojar demonios, lo hacían con abundancia de fórmulas mágicas,
pero Cristo los expulsaba con autoridad y poder. Este milagro le ganó a Cristo gran reputación:
"Y su fama se difundía por todos los lugares de los contornos".
La fama del Señor Jesucristo fue en los comienzos de Su Ministerio mucho mayor que después,
cuando la gente se acostumbró a sus Milagros y perdió el asombro que les había sobrecogido al
principio.
Sanador de enfermedades:
En el milagro anterior, Cristo atacó a la raíz de la miseria del hombre, que es la enemistad de
Satanás. En el milagro que se nos refiere a continuación (V. 38-39), Cristo ataca a una de las
ramas más extendidas de dicha miseria, y una de las más comunes calamidades de la familia
humana, como es la enfermedad.
El Señor Jesucristo, que había venido a quitarle el aguijón a la muerte, vino a quitárselo
también a la enfermedad, que es el prólogo corriente de la muerte. De todas las enfermedades,
una de las peores para la gente de alguna edad, es la fiebre muy alta. Aquí vemos a Cristo que
cura esta fiebre muy alta, y lo hace simplemente con Su Palabra.
“Increpó a la fiebre“. El lugar era la casa de Simón Pedro, y el paciente era la propia suegra de
Pedro.
«Que Cristo es un huésped que paga muy bien por el hospedaje; quienes le acogen en su
corazón y en su casa, no perderán nada, sino, que ganarán mucho con Él. Pues viene para sanar.
»Que incluso las familias que acogen bien al Señor pueden estar aquejadas de enfermedades;
pueden estar sujetas a las comunes calamidades, aunque disfruten de sus más distinguidos
favores.
»Que aun los mejores, pueden ser ejercitados con las peores aflicciones como la Suegra de
Simón, aquejada de una fiebre alta, aguda, amenazante.
»Que cuando alguno de nuestros familiares esté enfermo, debemos acudir al Señor Jesús en
oración por él: "Y le rogaron por ella".
Cristo se preocupa de los Suyos cuando se hallan en aflicción y apuro: "Él se inclinó sobre ella"
como quien se interesa grandemente por el enfermo. Cristo mostró Su poder soberano sobre las
enfermedades corporales, pues tan pronto como increpó a la fiebre, ésta salió de la enferma.
Lo milagroso de la cura se mostró, en que ella se levantó en seguida y se puso a servirles;
cuando Cristo imparte una nueva vida, determina y espera que esa vida sea empleada siempre
en Su servicio. Si llegamos a levantarnos del lecho del dolor, ha de ser para dedicarnos más
activamente al servicio del Señor, no como el rey Ezequías, a quien el milagroso alargamiento
de la vida sólo le sirvió para cometer la mayor imprudencia de su vida (Isaías Cap 38-39).
Quienes sirven a Jesucristo, deben estar dispuestos a servir también a todos los que son de
Cristo por amor de Él, como la Suegra de Simón, que “se puso a servirles“, y con mucha razón;
pues ellos habían rogado al Señor por ella. Después viene un informe general de muchos otros
Milagros que el Señor hizo: "Sanó a todos los que le traían enfermos de diversas dolencias,
poniendo las manos sobre cada uno de ellos".
Notemos que Su poder era general, pero las curaciones las llevaba a cabo de manera personal.
Jesús nos ve y nos ama a todos, pero no como masa, sino, a cada uno en particular; podemos
asegurar que se dirige a cada uno de nosotros como si no existiese nadie más en este mundo.
Aun cuando se dirija a nosotros para que nos integremos en el grupo de los Suyos, y en el amor
hacia todos.
Vemos que El Señor tenía remedio para cada enfermedad: “Y también salían demonios de
muchos“. Estos demonios se comportaban de manera parecida a como lo había hecho el de la
sinagoga (V. 34 y 41). Finalmente que al hacerse de día, salió y se marchó a un lugar solitario.
Por el Evangelio de Marcos 1:35 sabemos que se retiró, no a descansar, sino a orar.
Aunque su comunión con el Padre era continua, Su mayor delicia era la oración, en la que
podía concentrarse mejor sin distracción que las multitudes le ocasionaban. En realidad, nunca
estamos menos solos, que cuando estamos a solas con Dios.
Pero no tardaron mucho en buscarle y tratan de retenerle entre ellos. Esto nos enseña que, aun
cuando un lugar solitario sea un sitio conveniente para retirarse, no lo es para residir, pues
hemos venido a este mundo, no a vivir para nosotros mismos, sino, a hacer el bien a los demás,
y servir al Señor dondequiera que Él nos ponga.
La gente buscaba a Jesús hasta en el desierto, pues no hay desierto donde está Jesús. Y trataban
de retenerle. Este era un buen deseo, pero no según conocimiento, pues, Cristo era una luz que
había venido a alumbrar a todo hombre (Jn 1:9).
Por eso, a pesar de tan buena acogida en Capernaúm, les dijo: "También a las otras ciudades
debo predicar el reino de Dios; porque para esto he sido enviado". Quienes disfrutan de los
beneficios del Evangelio, han de desear que también otros disfruten de los mismos beneficios.
El Evangelio tiene alcance mundial (Mr 16:15; Mt 28:19), y por tanto, nadie debe pretender
monopolizarlo.
Demos gracias al Señor que no permitió ser confinado a un solo lugar, sino, que prometió estar
dondequiera que dos o tres estén congregados en Su Nombre (Mt 18:20). Amén.
Tu amado hermano Marco, desde el corazón para vuestros corazones. Dios nos bendiga y nos
ayude a ser fieles con Su Eterna, Poderosa y Bendita Palabra.
***¿Es lícito?
Lc 14:1-6. RV60:
1 Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que
era fariseo, éstos le acechaban.
3 Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en
el día de reposo?
5 Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo
sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo?
A continuación dos lecciones de Jesús; una de humildad, otra de caridad. Luego, El Señor
expone una parábola para expresar la urgente invitación a venir a Cristo para recibir salvación.
Vemos aquí al Hijo del Hombre comiendo y bebiendo, para conversar familiarmente con toda
clase de personas.
En esta ocasión era sábado y entró “para comer en casa de uno de los principales de los
fariseos“. Obsérvese cuán generoso es Dios con nosotros, otorgándonos tiempo, incluso en el
día dedicado especialmente a Su servicio para atender a nuestras necesidades corporales; y cuán
diligentes hemos de ser en no abusar de dicha libertad.
No hay razón para pensar que fuese un banquete especial, sino una comida ordinaria. Aunque
en los días de mayor fiesta, hemos de guardarnos de toda clase de excesos.
Incluso entonces, su mayor interés era hacer el bien: “Y he aquí que estaba delante de Él un
hombre hidrópico“ (V. 2), una enfermedad con retención de líquido e hinchazón. Es muy
probable que su enfermedad se hallase en un estado muy avanzado, pero… ¡Qué dicha tan
grande es estar delante del Señor!
Cristo se anticipó a bendecir a este enfermo con Su bondad característica, antes de que el
hidrópico se lo pidiera. También aquí, Jesús hubo de soportar tal contradicción de pecadores
contra sí mismo (He 12:3); pues éstos (fariseos) le acechaban atentamente (V. 1).
No podemos deducir a base del texto sagrado cuál era la intención del dueño de la casa, pero sí
la de los fariseos que le acompañaban; como se ve por la actitud de acecho (V. 1) y por el
significativo silencio (V. 4) a la pregunta que Jesús les dirigió: “¿Es lícito sanar en sábado?”
(V. 3).
No quisieron responder ni sí ni no, porque el designio de ellos no era ser informados por Él,
sino, informar acerca de Él. No querían decir: “Es lícito“, para no aprobar la conducta de Jesús;
pero tampoco se atrevían a decir “No es lícito“, por no enemistarse con el enfermo que tenían
delante.
De un modo semejante, muchos hombres honestos y santos han sido censurados y perseguidos
por hacer lo que sus propios perseguidores no podían, al menos, de reconocer tácitamente que
era cosa legal y buena, la que los perseguidores habían llevado a cabo.
El Evangelio nos muestra, cuán a menudo los judíos estaban prestos a arrojar piedras a Jesús
cuando Él acababa de hacer buenas obras. Cristo no permitió que la mala voluntad de los
fariseos presentes le impidiera llevar a cabo una buena obra; sino, que “tomándole (al
hidrópico) le sanó y le despidió” (V. 4); es decir, le dejó marchar. Le agarró de la mano, como
indica el verbo original, le sanó instantáneamente, y le dejó marchar a continuación para no dar
a los fariseos presentes mayor ocasión de enojo con la presencia del hombre recién sanado.
Entonces se dirigió a los fariseos para justificar lo que acababa de hacer, y silenciar las
objeciones que ellos pudiesen abrigar (V.5-6). Respondió a los pensamientos de ellos, e hizo
que se callaran por vergüenza (V. 6) los que antes se habían callado por maldad (V.4). Y lo
hizo, al apelar a una obra que ellos mismos llevaban a cabo en día de reposo: ¿Quién de
vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en
sábado, es decir, con toda urgencia sin diferirlo por algunas horas no sea que perezca?
Aun cuando no lo hagan por compasión hacia el animal, sino por su propio interés “asno o
buey“; ya que el reponer el animal perdido por otro, les va a costar dinero, por ahorrar, el cual
bien puede dispensarse de la obligación de descansar en sábado.
Hay muchos que fácilmente se dispensan de dar culto al Señor y de hacer bien a sus hermanos,
pero no se dispensan de buscar su propio interés.
La pregunta de Cristo hizo callar a los fariseos, y no le podían replicar a estas cosas (V. 6).
Cristo siempre queda justificado cuando habla. Hoy nos deja una enseñanza; mejor dicho, una
buena tarea para nuestras vidas como cristianos. Humildad, caridad, un hombre sanado en una
comida.
Una vez más, que toda honra y Gloria sea de Dios. Que esta Palabra quede en nuestra vida con
Humildad y Caridad. Amén.
Esta reflexión está basada en el pasaje de La Biblia Hechos 12:1-5 RV60 que dice así:
1 En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para
maltratarles.
3 Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro.
Eran entonces los días de los panes sin levadura.
5 Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración
a Dios por él.
Puedo discernir cómo Dios nos habla a los cristianos, a Su Pueblo sin tener una página en el
Facebook. Nos recuerda el deber que tenemos los unos con los otros.
Un joven Pastor, su nombre Youcef, cristiano, que espera a ser ejecutado por abrazar la fe de
Cristo en Irán, al igual que en otros países del mundo, existe la persecución contra los
cristianos.
Hemos perdido el amor, no tenemos dolor cuando escuchamos a gritos la voz de un hermano
nuestro pidiendo oración por su persecución.
Herodes echó mano a la Iglesia (V.2) y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan (V.3) ...Y
viendo que esto había agradado, encarceló a Pedro.
Jacobo tuvo el honor de ser el primer Apóstol en conocer la muerte por martirio, murió como
Su Señor, por la causa de Dios (Mateo 10:36-39).
Pedro encarcelado, pero la Iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él, aunque no entendían lo
que pasaba. Así hay cosas en nuestra vida que no sabemos por qué pasan o van a pasar. Por
muy ungidos que seamos y nos sintamos cerca de Él, Dios no nos permite ver o entender las
vivencias.
Tenemos un Dios que nos habla y nos da respuesta a través de su Santo Espíritu. Pero... Él
también se reserva las cosas que va a hacer. Amén.
Hay gente que quiere saber todo lo que Dios va hacer en su vida, se han olvidado quién es El
Señor y quién el siervo; se han olvidado quién manda aquí. Si Dios te revela lo que va a hacer
en tu vida, eso es un privilegio; es un honor de Dios no es una obligación.
Pedro dormía, nada sabía; pero La Iglesia estaba orando, pidiendo al Señor. No estaban
entendiendo lo que estaba pasando. ¿Qué es lo que estaba pasando? Es que Herodes le echó
mano a la Iglesia para maltratarles, y ya había matado a espada a Jacobo (Santiago).
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, hacía prodigios y milagros y por eso lo
lanzaron fuera y lo apedrearon, primer mártir (Hechos 7:55).
En aquellos días hubo una gran persecución contra la Iglesia que estaba en Jerusalén.
Saulo entrando casa por casa, tomando y sacando a los cristianos, hombres y mujeres
los arrastraba para entregarlos a los carceleros y maltratarlos (Hechos 8:3).
¿Qué nos sucede al leer y meditar en el libro de Los Hechos? La situación que los Apóstoles y
los primeros cristianos vivieron fue "persecuciones". Lo más sorprendente y maravilloso, es
que la Iglesia seguía orando, aunque no entendía lo que estaba pasando. Amén.
La persecución no era una prueba liviana o fácil, pero... tenemos que entender, que la Iglesia
seguía orando.
Pedro encarcelado, custodiado con soldados, el líder, el pastor. La Iglesia no tenía pastor.
Pero... sin cesar oraban a Dios (V.5). La Iglesia no menguó.
El pueblo de Dios debe seguir orando por esa y por otras persecuciones que están pasando los
Misioneros, Evangelistas, Pastores y Siervos de Dios.
Pedro fue liberado, sus cadenas se soltaron, el poder de Dios lo sacó libre; y hoy espero que la
Iglesia sea libre para buscar el rostro del Señor, y que el poder de Dios libere a todos los
oprimidos. Amén.
Iglesia de Cristo, sigamos orando aunque no entendamos lo que está pasando. Es la hora y el
día donde encontraremos el verdadero rostro del Señor, y Su Poder se manifestará en ti y en mí.
Amén.
Juntos le damos las gracias al Padre, Hijo y Espíritu Santo por Su Palabra, y que Su Poder se
derrame sobre todo Su Pueblo. Amén.
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará
su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino,
disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de
Jehová de los ejércitos hará esto.
La venida de Cristo anunciada en este capítulo se produjo, tal como indica el principio del
mismo. Israel había estado algunos años en turbulencia por las guerras de "Los Macabeos con
Antíoco"; y como dice el refrán: "en río revuelto, ganancia de pescadores". Los Romanos se
aprovecharon de la situación para invadir el país, pero a costa de sangre y sacrificios.
El quebrantamiento del yugo que Israel esperaba es, como muchas profecías de fecha dilatoria,
a causa del plan de Dios, de Salvar a los gentiles en un mundo que necesitaba siglos para ser
evangelizado; pero la luz vino en aquellos días, y con ella la más profunda alegría, pero no en
la forma que Israel esperaba, porque para Dios el tiempo tiene poca importancia. Esta luz y esta
alegría, serán efectivas y completas en los días del Milenio, cuando el niño de Belén será el Rey
de toda la tierra.
Cada niño que nace es un tesoro de posibilidades, porque lleva la simiente humana en estado
latente; pero Jesucristo es el único nacido en el mundo que participaba de la naturaleza divina,
"encerraba el infinito en un débil niño".
Notemos que el Ángel de Belén dijo: "Os", pues Jesús no nació para los ángeles, sino para los
hombres. Es un don especialísimo de Dios. No el resultado de una ley biológica, sino algo
totalmente especial y deferente. Dios lo dio no sólo a Israel, sino a toda la humanidad.
El Apóstol Pablo lo llama: "un don inefable" que no se puede expresar con palabras,
y así es, según la portentosa descripción de esta profecía. La grandeza del regalo se desprende
de Los Nombres que se le aplican.
Consejero:
¿Qué valor tiene cada "yo os dijo" de Jesús"? La humanidad y la conciencia recta tienen que
reconocer que es lo mejor. El mundo sólo necesita dejarse aconsejar por Él. Tomémosle
nosotros como consejero.
Dios fuerte:
Lo fue por sus milagros, lo será cuando aparezca; nadie ha podido decir "Yo y El Padre una
cosa somos".
Padre eterno:
Los judíos no pueden comprender esta tremenda expresión, porque no creen en La Trinidad,
pero los cristianos la entendemos. "Padre Eterno", en el sentido de que puede engendrar hijos
constantemente por la fe (Juan 1:12).
Príncipe de paz:
Los ángeles miraban de lejos en cuanto a las consecuencias de Su Nacimiento. Las inmediatas
eran "no paz", sino espada. Su lealtad a Él, es el eterno Príncipe de paz; solamente que dos mil
años es un tiempo muy corto para la historia del mundo, y más aún del universo.
La humanamente fue muy podre, nació en el establo de un mesón; pero estaba profetizado que
nacería en Belén, y el instrumento escogido por Dios para traerlo al mundo quedaba en
Nazareth.
Cuando Dios quiere, aún los gobernantes impíos hacen leyes según su propósito pensando
cumplir su realísima voluntad, pero cumpliendo la de Dios. Y en Belén no había sitio en el
mesón, como si los seres celestiales no pudiesen tolerar una recepción tan fría.
¿Cómo lo recibiremos?
Por fe, reconociéndole como nuestro bendito Salvador y Señor de nuestra vida. Hoy Él está
presente en tu vida, abre tu corazón para que Jesús viva en ti. Recibe el regalo de las manos de
Dios.
Bendice a tu familia, y la paz de Cristo abrigará todas tus dolencias. Jesús está a la puerta, abre
para que Él entre, y cene contigo y todos los tuyos. Amén.
*****Nos hemos alejado de Dios.
Cada final de año hay "llamados grandes" oradores en distintas áreas de las naciones, líderes
religiosos hacen un discurso de los logros obtenidos durante el año que termina; y lo hacen para
sacar aplausos, estimación, y llenan sus mentes de sus logros alcanzados, e instan a que los
apoyen y continúen en sus planes.
Dios usó a los profetas para que Su Pueblo los escuchara. Un profeta es la voz de Dios, y hoy,
El Profeta Mayor nos hablará: La Sagrada Escritura, La Biblia que es La Profeta Mayor.
¿Por qué creemos desde Génesis hasta Apocalipsis? porque La Palabra de Dios es viva, y es la
guía para toda vida que en ella ha creído.
Reprensiones y amenazas se hallan mezcladas en este capítulo 5 de Jeremías. Los pecados que
aquí se les acusa son: Injusticia (V.1), hipocresía en la religión (V.2), obstinación (V.3),
corrupción general (V.4-5), idolatría y adulterio (V.7-8), desleales a Dios (V.11), desafío a Dios
(V.12-13), y el fondo de todo esto, falta de temor a Dios (V.20-24). Al final del capítulo son
acusados de violencia y opresión (V.26-28) hasta corromper completamente al país (V.30-31).
Los castigos con que se les amenaza son terribles.
Un verdadero reto:
Buscad un solo hombre que sea verdaderamente justo en todo Jerusalén;
La ciudad Santa se había vuelto como el mundo anterior al diluvio, cuando toda carne había
corrompido su camino (Génesis 6:12).
Recorred las calles de Jerusalén... Buscad en sus plazas a ver si hay alguno que haga
justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré.
La verdad había caído en la calle (Isaías 59:14). Si hubiesen habido diez justos en Sodoma,
Dios la habría perdonado; pero Jerusalén le era mucho más estimada que Sodoma. Uno solo
entre diez mil en Jerusalén, habría bastado para que Dios la perdonase.
El pueblo aparentaba ser del Señor, pero Dios dió testimonio que ellos no eran Su Pueblo. De
igual manera, no es del Señor ninguno que afirme que es creyente nacido de nuevo, pero se
entrega a los pecados escritos en este capítulo: mentira, falta de honradez, adulterio.
Como muchos de Judá, tales personas se han engañado al creer que su infidelidad a Dios no les
causará su condenación definitiva. Siempre hay la fuerte tentación a creer que Dios tolerará los
pecados, y no enviará el juicio del cual advierte Su Palabra.
Muchos del Pueblo de Dios se inclinan a reclamar las promesas, pero dudan de las advertencias
(Lucas 6:46; Mateo 20:16). No tiene nada de extraño que así lo entendamos también nosotros,
cuando leemos la interpretación auténtica que Pablo hace en Romanos 3:10-18 de varias
porciones del Antiguo Testamento. Incluso, los que profesaban estar a bien con Dios (V.2)
jurando por El Nombre de Jehová, no eran sinceros aunque digan: como vive Jehová, juran
falsamente.
¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a
judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Romanos 3:9.
"No hay temor de Dios delante de sus ojos" (Romanos 3:18; Mateo 7:21-23).
Pero los ojos de Dios están sobre nosotros en todo instante; la mejor acción del Pueblo de Dios,
es esta oportunidad que hoy Dios hable a nuestros corazones. A muchos nos gusta que nos
escuchen, y tener grandes asambleas y conferencias, pero ¡basta ya! ...Deja que La Palabra, La
Profeta Mayor nos hable y nos ministre.
La palabra de Dios no tiene un dedo acusador, y menos un dedo índice que nosotros usamos
con frecuencia para señalar; pero os recomiendo mirarse su mano. Cuando estén señalando, con
un dedo indicaran, pero tres dedos te señalan a tí.
Reconocer delante de Dios, que no hemos sido justos delante de Sus Ojos, y que en verdad "nos
hemos alejado de Él".
Cierra tu puerta y abre tu corazón con sencillez, humildad, arrepentido por nuestro alejamiento.
Nuestro Señor pagó el precio, y hoy podemos llegar al Trono de la gracia, y recibir el perdón si
nuestro arrepentimiento es sincero delante de Dios.
Cuando oremos seamos sinceros, la hipocresía, la mentira, la jactancia y todo pecado grande o
chico como tu le llames es ofensa a Dios, y eso nos ha alejado de Él.
Jeremías profetizó sobre su pueblo: La reforma del rey Josías fracasó, debido a que el
arrepentimiento del pueblo fue superficial. Continuaron con su egoísmo e idolatría; todos los
líderes rechazaron La Ley y la voluntad de Dios para el pueblo. La sociedad se estaba
deteriorando económica, política y espiritualmente en guerras y cautiverio. La palabra de Dios
se consideró ofensiva.
Jeremías hace una lista de todos sus pecados, predice el juicio de Dios e implora para que se
arrepientan.
El arrepentimiento es una de las necesidades más grandes de nuestro mundo inmoral. El pecado
nos lleva a la destrucción; es el momento que tu y yo esperamos, deja que la conciencia
despierte a escuchar Palabra de Dios. Las promesas de Dios para los fieles brillan al llevar
esperanza para el mañana, y fuerza para hoy.
Dobla tu rodillas antes que este año se vaya, y confiesa el pecado de tu pueblo; y no
olvides que Daniel, siervo de Dios dijo: Hemos pecado (Daniel 9:5). Dios nos guarde y Su
Misericordia esté sobre Su Pueblo. Amén.
Si deseas oración, me puedes enviar tu petición y con gusto estaré orando por tu necesidad al
ministerio:
¿Me permites orar por tí?
¿Cómo podemos llegar a conocer mejor a Cristo? Haremos las siguientes sugerencias para
poder llegar a este hermoso fin:
No debemos confundir la oración con la meditación, después de que Pablo conoció a Cristo, su
primer decisión fue estar a solas con Dios por un largo período, para meditar sobre el
significado de su experiencia. Durante esos meses de meditación, Pablo recibió el Evangelio
por revelación directa de Jesucristo (Gálatas 1:12).
Conocemos mejor a la gente cuando hablamos y profundizamos en diversos temas con ellos;
del mismo modo ocurre con el Señor Jesús; cuanto más hablemos con Él, más le conoceremos.
En la oración le hablamos al Padre y le oímos hablándonos a nosotros.
Aunque Pablo no fue inmediatamente a Jerusalén para ver a los Apóstoles, fue en su momento
oportuno, y tuvo varios días de comunión con Pedro y Santiago. La comunión con creyentes
consagrados y bien informados, puede significar mucho para los creyentes que desean conocer
a Cristo, y su voluntad para vivir una vida consagrada a Él.
El Señor Jesús dijo: "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí". Mateo 11:29. En otras
palabras, cuando un cristiano comparte sus problemas con Él Salvador y le sirve, irá
conociéndole cada vez más. Le conocemos verdaderamente cuando pensamos, sufrimos y
amamos como Él. Poned vuestro corazón en disposición de conocer a Cristo cada vez más
y mejor.
Terminar siempre cuesta, cuando La Palabra de Dios toca nuestras vidas y nos transporta a una
verdadera revelación, y gozo que fluye desde los alto. Su Poder y Su Guía que hoy están aquí
las comparto contigo, dándole toda honra y gloria a mi Dios del cielo Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Amén.
****¿PRUEBAS O TENTACIONES?
Por Evangelista Aníbal Matamoros.
El objetivo de esta nota, es que las personas conozcan la diferencia entre lo que es una prueba y
una tentación, y sepan enfrentarlas y superarlas.
En tiempos de guerra, toda persona debe estar alerta y preparada para atacar y/o defenderse.
El soldado Ryan hacía guardia de noche en medio de la selva, estaba rodeado de tan densa
obscuridad, que incluso le era imposible ver su propia mano; al acercársela al rostro, unos
buhos se escuchaban a lo lejos, y el viento soplando por las hojas y ramas. Todo aunándose al
concierto de la espesa selva y de pronto.
—¡Alto ahí! —gritó Ryan— a todo pulmón con su rifle o pistola desenfundada y con su dedo a
un milímetro de soltar la primera descarga de balas.
—¡Ryan soy Yo! —contestó su compañero de batallón— que había llegado a relevarlo.
La prueba viene de parte de Dios, y por lo general el objetivo es que tu fe crezca o aumente;
confiando en las promesas de Dios, podrás esperar pacientemente hasta el día cuando puedas
testificar de un nuevo y glorioso milagro que Dios ha hecho en tu vida.
Serás perfeccionado y probado como el oro cuando seas pasado por el fuego; y esa esperanza,
paciencia y fe levantará honra, alabanza y gloria a Dios.
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la
esperanza no averg:uenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no
puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando
de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia,
después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a
luz la muerte.
Jesús nos ofrece una preciosa parábola personal, llamándose a si mismo "El Buen Pastor"; y
explicando a continuación en pocas palabras, las ventajas que tienen aquellos que pueden ser
llamados "ovejas suyas".
El que entre por medio de Cristo será salvo, es decir, tendrá vida abundante y eterna (V.10);
tendrá todo lo que necesita para ser liberado del pecado, de la culpa y de la condenación.
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos. Hechos 4:12
Los discípulos estaban convencidos, que la mayor necesidad de toda persona era salvarse del
pecado y de la ira de Dios, y predicaron que podría suplirse esa necesidad sólo por medio de
Jesucristo.
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Jesús dijo que no hay esperanza de salvación para nadie fuera de Él.
De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán
perdón de pecados por su nombre.
La gran necesidad de hoy está en Su Iglesia, en los labios de los redimidos; dar a conocer este
Evangelio sencillo, muy diferente del resto que te han presentado los religiosos. El verdadero
Evangelio de Cristo te hará sentir diferente, libre por el poder de Dios. El gozo de sentirse
liberado, que ya el pecado salió de nuestro corazón y somos acariciados por "El Buen Pastor".
Son las mismas que hoy llegan a tu corazón, solo tienes que entrar por la puerta. La invitación
te la brinda Jesús a través de Su Palabra:
1. Son salvos: "El que entrare por mi será salvo" (v.9), 2. Guardadas: "No perecerán
para siempre" (V.28-29), 3. Guiadas: "Y las ovejas le siguen porque conocen su voz"
(v.4), 4. Alimentadas: "Hallarán pastos" (v.14), 5. Le conocen: "Conocen al pastor"
como Maestro, Salvador y Rey (v.14), 6. Son conocidas por el pastor: "Y conozco mis
ovejas" (v.14), 7. Tiene vida eterna: "Y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás"
(v.28), amén.
Y un momento más de nuestras vidas, le damos toda la honra y gloria a nuestro Padre, Hijo y
Su Santo Espíritu; pidiéndole que nos siga fortaleciendo con Su Poderosa Palabra de Vida, que
hoy y siempre son manantiales cristalinos que llegan a nuestras vidas. Amén.
Si tienes peticiones de oración envíamelas, aquí estaremos orando por todas las que llegan a
nuestras manos. Amén
Isaías 29:13:
Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra,
pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres
que les ha sido enseñado;
La ceguera y la hipocresía están a la luz del día o a la vuelta de la esquina. El Pueblo de Dios
iba delante de Él en oración y adoraba, cantaba y alababa; aún cuando no tenían el corazón
entregado a Él ni a Su Palabra. Actuaban como si la revelación y las justas normas de Dios no
fueran obligatorias.
En vez de apreciar a Dios y Su Palabra, llenaban su vida de los ceremoniales religiosos y las
tradiciones que les enseñaban sus líderes, y en falsa seguridad vivieron para sí.
3 Porque así dice Jehová a todo varón de Judá y de Jerusalén: Arad campo para
vosotros, y no sembréis entre espinos."
Trata de la aflicción que pronto vendría sobre El Pueblo de Dios a causa de su pecado y
apostasía. Ellos aprenderían cuán perjudicial y penoso era abandonar al Señor.
Para evitar la terrible calamidad que venía sobre ellos, el pueblo de Judá tenía que pasar por
una total renovación moral al comprometerse con la verdad, la rectitud y la justicia. Debían ser
sensibles a la persuasión del Espíritu, arrepentirse de sus pecados, y quebrantar el endurecido
terreno de su corazón.
Debían quitarse la maldad del corazón tal como se quitaba el prepucio en la circuncisión física
(V.4).
Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo,
y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón.
Una idéntica condición espiritual destructiva existe hoy en algunas Iglesias, las personas alaban
y honran a Dios con sus labios, aunque no tienen un genuino amor a Dios ni a sus justos
mandamientos. Cuando terminan su culto de adoración, buscan, los placeres del mundo para
satisfacer sus deseos carnales.
El resultado es engaño y ceguera espiritual que hoy viven los llamados creyentes
que se acuerdan de Dios cuando la tormenta los azota, su labios lo nombran, pero su corazón
lejos está de Él.
Una vez más, toda honra y gloria a nuestro Dios Padre e Hijo, y Su Santo Espíritu, amén. Para
servirte Hermano Marco Marin Parra. Me puedes escribir para cualquier duda, y si necesitas
oración no tardes en enviarme tu petición aquí. Siempre hay tiempo para hablar con Dios y
entregarle nuestras cargas. Amén.
La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente
como hierba es el pueblo.
Sécase la hierba, marchítase la flor; mas La Palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
Isaías 40:7-8 RV60.
El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo (Salmo
103:15).
...mas La Palabra del Dios nuestro permanece para siempre (Isaías 40:8).
Se cumplirán las promesas de Dios, no pueden invalidarse ni modificarse Su Verdad redentora:
Que jamás daré tu trigo por comida a tus enemigos, ni beberán los extraños el vino
que es fruto de tu trabajo; (Isaías 62:8).
de cierto permanecerán mis Palabras para mal sobre vosotros. (Jeremías 44:29).
Éste es el deseo que comparten todos los verdaderos creyentes. Hay razón para creer que se
acerca rápidamente el día del que se llama El Verbo de Dios (Apoc. 19:13). Y La Estrella
Resplandeciente de la mañana (Apoc. 22:16) que descienda del cielo para llevar a sus fieles de
la tierra, a la casa de su Padre (Juan 14:16-18), después de lo cual, volverá triunfal en gloria,
para reinar por la eternidad como Rey de Reyes y Señor de Señores (Apoc. 19:16).
Esa es la esperanza segura, y gozosa expectativa de los creyentes. (2 Pedro 1:19) Amén.
Amados hermanos/as y amigos/as, esta Palabra la entregué por mi página del Facebook en
audio en días pasados, y hoy la escribo para que meditemos en cada cita bíblica, y el Poderoso
Espíritu Santo tocará los corazones de acuerdo a tu fe en Cristo Jesús, Nuestro Salvador. Amén.
Tu amado hermano Marco Marin Parra, y como siempre dando toda honra y gloria a mi bendito
Dios, que hoy más que nunca lo siento tan cerca, y espero que tú y los tuyos sientan la gran
unción que desciende de lo alto a tu humilde corazón.
La Visión: Estuve orando de madrugada, cuando a eso de las 4:30 am, por medio de una visión,
el Señor me mostró que del cielo, el cual era de color blanquecino y marrón, empezaron a caer
miles de miles de papelitos de color blanco, del tamaño aproximado de la palma de una mano.
Posterior a ello, seguí orando, preguntando al Señor qué significaba lo que había visto, y
nuevamente en visión me comenzó a mostrar que, a la tierra caían muchos carteles del tamaño
aproximado de 0.80 cm. de ancho x 0.40 cm. de alto, y en cada uno de ellos decía: FALTAN
POCOS MINUTOS, FALTAN POCOS MINUTOS, FALTAN POCOS MINUTOS, en todos
los carteles decía lo mismo, después de haber visto todo esto, desperté de la visión.
La oración de Jonás nos ayuda, y nos despierta a que nos levantemos con un corazón dispuesto
a rendirse delante del Trono de la Gracia. Nuestro corazón arde, y las rodillas se doblarán para
clamar delante de la presencia de Dios Todopoderoso, al Único Dios de Amor y Perdón, amén.
Jonás dentro del gran pez se halló todavía vivo, y clamó al Señor; aunque se creyó más muerto
que vivo, el Señor oyó su oración, y le perdonó la vida.
Siempre estoy orando por los enfermos y necesidades que me llegan a mis manos. ¿Por qué
hago este incapié, si todos los cristianos oramos?
Les cuento en breve: Algunos días atrás pregunté cómo estaba el enfermo, la respuesta fue: está
igual, no veo recuperación. Pero... dentro de mí está la fe, la confianza, la esperanza; y sé que
su petición está en las manos de Mi Redentor, y la recuperación está con Cristo; y hoy día ya
hay mejoría, lenta pero con Cristo, amén. Con oración los tiempos son siempre favorables.
En estos tiempos es frecuente que encontremos gente que responda: no veo nada, no hay
esperanza. Hay muchos "Jonás" desobedientes, si es que los podemos llamar así. Tres días
estuvo Jonás dentro del pez; ¿oró al primer día o al seguno? Creo y lo siento yo, que oró en el
último día: "Invoqué en mi angustia". Luchó para salir, su orgullo se negaba a doblar su yo.
Hay muchos que Dios les ha entregado el mensaje de "Arrepentimiento", y se lo han guardado;
y no solo eso, se lo han llevado a la tumba, a su sepulcro; y otros han quedado dentro del pez,
en las cuatro paredes por su desobediencia y no quieren hacer la voluntad de Dios.
Hay un Dios que ve y oye las oraciones de todos, y muy especial a aquellos que con sencillez y
humildad se "arrepienten". Aquellos que apelan a la gran misericordia de Dios, y se ponen en
Sus manos para hacer la voluntad de Dios.
Jonás de acordó del Señor. Acordarse del Señor, significa que Dios llega a ser una presencia
viva en los creyentes y alrededor de ellos, de tal modo, que puedan acudir a Él en cualquier
momento, con fe, con confianza, con esperanza.
¿Cuántos días llevas dentro del pez, enredado, rodeado, fatigado y sin fuerzas?, con tu dolor
cada vez más intenso, la aflicción y angustia no te dejan salir.
Pídele en oración, y no mires a tu alrededor "el qué dirán o que van a pensar"; eres tú el que
necesita salir del pez, de tu aflicción, amén. No permitas más ser agobiado por lo que estás
pasando, Cristo venció la muerte. La oración de Jonás llegó al mismísimo trono de Dios.
Jonás tenía que llevar el mensaje a Nínive, ciento veinte mil personas necesitaban Salvación,
arrepentimiento. El Señor quiere que tú lleves el mensaje de Salvación y Arrepentimiento a tu
familia, tus amigos y a todos los que te rodean.
Jonás hizo una promesa en su angustia; hoy es tu oportunidad delante del Señor. Alábalo, Él
espera que tu oración nazca de tu sencillo corazón.
Sí, lo dejó en pie para que cumpliera su promesa de llevar el Mensaje de Salvación y
Arrepentimiento. Amén.
Es la hora y el día que Dios escuchará tu oración y la nuestra. Cierra tus ojos y comienza a orar,
envíame tu petición y te ayudaré a orar por ti. Amén.
Tu hermano Marco Marin Parra, como siempre, muy, pero muy agradecido de Dios por Su
Eterna, Poderosa y Bendita Palabra. Amén.
Estaba dentro del estómago del pez sufriendo, enredado buscando con sus fuerzas salir; pero no
podía vencer su desobediencia. La causa de sus angustias: Él mismo tenía la culpa, y una cosa
buena tenía Jonás, no le echaba la culpa a otro. El verso 1:10 dice que el se los había declarado:
Temo a Jehová. Sabía que era castigo de Dios (V. 2:3), reconoció que el pecado trae el mal (V.
2:8).
Reconocía que Dios puede librar aun de lo que parece ser la muerte inevitable (v. 2:2): el Seol,
lugar de los espíritus de los muertos (equivocadamente aquí traducido "infierno"). Parecía ya
haberse apoderado de Jonás, pero... la oración cambia las cosas.
Cuando Jonás empezó a orar, el pez ya estaba en camino para vomitarlo en tierra seca y firme.
Pues si Dios libra, el pez le obedece, como toda la naturaleza obedece a Dios cuando Él manda.
Un anciano cristiano dijo: Yo siempre oro; pero parece que son más eficaces mis oraciones
cuando estoy en apuros. Sabemos que es así, nos duele la angustia de aquellos que están
pasándolo mal por diferentes causas; y clamamos con dolor de alma tratando que nuestra
oración toque el corazón de Dios, para que Él pueda enviar Su misericordia por aquellos que
gemimos por sanidad, por liberación, por sacarlos de su angustia.
Jonás aceptó una tarea desagradable (V.2:9).
Muchas veces un cristiano tiene que hacer eso, pero generalmente, al aceptarla de corazón
pronto deja de ser desagradable. La dificultad con Jonás fue que aceptó de boca, pero no de
corazón.
Hay personas hoy día, que se jactan nunca hacer promesas. Pero en su vida diaria las hacen
todo el tiempo. ¿Cómo se casa uno sin hacer promesa?
Como no puedes pedir dinero prestado al banco sin promesa; así también, a Dios debemos
hacer promesas y luego tratar por todos los medios de cumplirlas. Eres tu el que hiciste la
promesa delante de Dios.
Es hora que nos rindamos a Él diciéndole: Ayúdanos a que nuestras promesas las podamos
cumplir. Prometamos obediencia y fidelidad; estas dos palabras son peldaños que nos elevan a
Su Presencia, amén.
Clama y Dios te responderá, el Salmo 50:15 dice: Invócame en el día de la angustia. El Señor
invita a todos los fieles creyentes a que constantemente lo invoquen en momentos de necesidad
y de problemas.
Dios desea oír las oraciones de Sus Hijos, ayudarlos, y hacer que se exalte Su Nombre como un
Dios que libra a Su Pueblo. Amén.
Un vez más, dándole toda Honra y Gloria a mi Eterno Salvador; y esperando que Su Palabra
nos dé la fortaleza que necesitamos, para seguir orando por todas las necesidades que nos
llegan a nuestras manos.
Esta reflexión, está basada en el pasaje de Las Escrituras: Jonás 1:3 RV60:
Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una
nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos
de la presencia de Jehová.
Dios tiene trabajo para cada uno de sus siervos. Dios nos dice qué debemos hacer, los que se
revelan contra Dios tendrán que pagar su propia rebelión.
A pesar que Dios conocía a Jonás de la misma manera que te conoce a tí y a mi, Dios lo
escogió para trabajo alto, lugar escogido y puesto honroso.
Dios enseñó a Jonás Su Voluntad. A veces, Dios hace esto con una apacible y delicada
presencia, de manera que sus hijos(as) sienten y huelen Su Unción. A veces habla con voz
audible y mando directo. En todo caso, cuando Dios quiere que hagamos algo, nos lo muestra.
Amén.
Mientras, debemos estar siempre en espera preguntando ¿Señor, qué quieres que
yo haga? como preguntó Pablo. Como se rebeló Jonás, así nosotros podemos también
rebelarnos; y como él, pagar el mismo precio a su desobediencia. Lo que pagó Jonás por su
rebelión, su propia conciencia lo condenaba.
Su nombre fue deshonrado, por todos los siglos ha sido centro de desprecio y burla. Fue hecho
espectáculo al mundo; marineros lo vieron con horror. Los de Nínive casi no tuvieron
necesidad de sermón, pues el mismo predicador era un poderoso sermón del castigo divino.
Amén.
Aunque su mensaje fue creído y recibido, él mismo fue desacreditado y rechazado tanto entre
los gentiles y judíos, hasta por Dios mismo. Perdió la grande satisfacción y el gozo del que
sirve a Jehová. Tuvo que pasar por experiencias terribles, como los tres días en el vientre del
pez, y como desmayarse de sol junto a la calabacera.
Por el resto de la vida fue un hombre más pequeño, más vil, de menos categoría. El camino
divino es el mejor ¡Por qué no aceptarlo de una vez!
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas"
Mateo 6:33 ¡Qué palabra más clara y edificante para estos días. No pagues el mismo precio que
pagó Jonás.
Demos las gracias al Único Dios Verdadero, al Padre Bueno, Al Dios Altísimo, quien hizo
brotar Su Palabra en mi corazón, para poder compartirla contigo. Reenvíala según sientas en tu
espíritu. Amén.
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos.
Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques.
Irán de poder en poder; verán a Dios en Sion.
Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración; escucha, oh Dios de Jacob. Salmos 84:5-8
Tenga el nombre que tenga, llámese como se llame; independientemente de la posición que
posea y así parezca muy alta...
Si te dijeron algo contrario a lo que sabes que Dios ha decretado para tu vida, no hagas caso.
Si intentaron destruir tus sueños o sacarte de carrera, respira y recuerda, que ninguno de ellos
ha hecho el sacrificio máximo por ti. Sigue creyendo a Aquel que, cuando extendió sus brazos
y murió en la cruz del Calvario, mencionaba tu nombre también, y entre lágrimas y dolor decía:
TE AMO, lo estoy haciendo por ti.
Aunque todo por el momento parezca que está yendo en tu contra, Dios te socorrerá y te sacará
aún del pozo de la desesperación más profundo.
Si algunos dicen ser seres de luz y de mucha ciencia y no tienen misericordia, ni amor,
ignóralos. Porque la Biblia dice que por sus frutos es conocido el árbol.
Si te apedrean los que menos esperabas, recuerda que no te lo están haciendo a ti, se lo están
haciendo a uno de los pequeñitos de Dios y tendrán que rendirle cuentas si no se arrepienten.
Si sientes que estás ahora mismo en el suelo y que te faltan las fuerzas para continuar, esto es
parte del proceso. Pero recuerda que Dios es tu Pastor y prometió caminar contigo y atravesar
el valle de la sombra y de la muerte para que venzas.
Si hoy tú alma quebrantada grita de un dolor que nadie puede escuchar ni sentir, no te rindas,
porque Dios está creyendo en ti.
Si vas nadando en contra de la corriente y parece que te irás al fondo de una catarata, ahí está
Dios para llevarte a puerto seguro.
Si estás atravesando una enfermedad donde hasta tu carne y tus huesos desfallecen, vendrá la
sanidad para ti.
Y si de los que has esperado algo, te han abandonado, traicionado o malinterpretado, recuerda
que sigues teniendo a Dios que es tu fiel amigo y sabe exactamente lo que estás sintiendo.
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13 Ceñíos y lamentad, sacerdotes; gemid, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros
de mi Dios; porque quitada es de la casa de vuestro Dios la ofrenda y la libación.
14 Proclamad ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores
de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová.
15 !!Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el
Todopoderoso.
Quizá tu y muchos más lo vieron y meditaron en el texto. Pero es la verdad, Jesús nos necesita,
y su llamado S.O.S. es por Su Mensaje. La gran comisión que fue entregada en las manos de
los discípulos, hoy está en nuestras manos. (Mateo 28:16-20; Marcos 16:14-18; Lucas 24:36-
49; Juan 20:19-23).
V. 49 dice: "He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros
en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde los alto". (Poder desde lo
alto).
¿Qué hay de nosotros tu y yo, los Ministros, los Embajadores del Evangelio, los transportadores
de las "Buenas Noticias" hemos seguido Las Escrituras llevando el mensaje del
"Arrepentimiento"? Cada día escucho menos esa Palabra, solo que la han cambiado en
prosperidad. Duele, pero es la realidad de un Evangelio "light", liviano, suave. Sin herir a
nadie, te recuerdo que Jesús comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los
cielo se ha acercado (Mateo 4:17).
Si leyéramos los 3 capítulos del libro del Profeta Joel, y viéramos la situación que vivió el
pueblo de Judá, pueblo de Dios; nos daríamos cuenta del fuerte dolor, la angustia, la pobreza y
la escasez por la desolación a causa del pecado: Su propia desobediencia. El profeta Joel dijo:
proclamad ayuno convocad a asamblea, congregad a los ancianos.
La Iglesia de mi pueblo hoy es casa de huéspedes, y recibe a quienes pagan por su estadía para
sus vacaciones. Pero no se puede ocupar para orar, la casa de Dios es alquilada; es duro vivir
donde lo espiritual pasa a segundo plano, y lo económico toma el primer lugar que es de Dios.
La devastación de la tierra por las langosta en Judá, debe ser nuestro punto de mira. Hoy
Europa y en muchos lugares la tierra gimen por su agonía; la crisis espiritual es grande y somos
nosotros los que debemos proclamar el mensaje de "Arrepentimiento".
Lo primero que hizo el Profeta Joel: Reunió al pueblo ante el Señor en una Asamblea grande y
solemne, santificó la reunión (1:14; 2:15-16).
Lo segundo: Exhortó al pueblo al arrepentimiento y regresar con humildad al Señor con ayuno,
lamentaciones, lágrimas e intercesión por la misericordia de Dios (2:12-17).
El humilde arrepentimiento de Judá y la gran misericordia de Dios, fueron la ocasión para las
profecías de Joel acerca del futuro, que comprenden promesas de restauración, el
derramamiento del Espíritu Santo sobre toda la humanidad (2:28-31), y los juicios y la
salvación de Dios en el tiempo del fin (3:1-21).
En los 3 capítulos del profeta Joel nos damos cuenta la devastación de la tierra de Judá. Hoy
toda la tierra está devastada por el pecado ¿y así nos damos tiempo para nuestras vacaciones? y
lo peor, cerramos las iglesias a la oración para que aquellos siervos intercedan delante del
Trono de Dios por misericordia.
Europa está cegada, solo tienen sus intereses en la economía, y hoy más que nunca vuelve a
caer la bolsa de valores. El año anterior se cerraron 46 iglesias en Europa, es en promedio como
de 1 iglesia por semana.
Hoy la casa de Dios está cerrada. Sólo nos queda entrar al aposento alto o encerrarnos en
nuestro cuarto de oración. Tengo toda la certeza que tu oración y la nuestra llegará al Trono de
la gracia, y Nuestro Señor Jesucristo intercederá por tu clamor y el mío.
Sé que mi pueblo, esta tierra que estoy habitando no será devastada, sino, será transformada
con un gran arrepentimiento. Ayúdame a orar como siempre, la justicia divina es el poder de
Dios, amén.
Quizá esperabas otro mensaje, pero es lo que Dios ha puesto en mi corazón, y deseo
compartirlo contigo en este día, amén.
BUSCANDO A DIOS.
Después de ganar una victoria sobre sus enemigos, el Rey Asa recibió de Dios un mensaje de
amonestación y animación. Vino El Espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed.
Los hombres siempre están en busca de algo, pero... buscan sin tener una promesa de conseguir
lo que buscan. Por el contrario Dios promete perdón.
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual
tendrá de él misericordia, el cual será amplio en perdonar. Isaías 55:7, amén.
Dios promete Paz: Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar. Mateo 11:28, amén.
Dios promete vida: De cierto, de cierto os digo; El que cree en mí, tiene vida eterna. Juan
6:47, amén.
Los Israelitas lo sabían por experiencia propia en el pasado. (Le buscaron y Él fue hallado de
ellos).
Lo que Dios había hecho en el pasado, Él haría otra vez. Millares de personas que han echado
mano de la promesas de Dios, testifican que Él nunca ha fallado a Su Palabra.
La preparación del rey (V.8-11). Asa quitó las abominaciones... Reparó, juntó al pueblo...
Para buscar a Dios.
El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que confiesa y se aparta alcanzará
misericordia. Proverbios 28:13, amén.
El pacto del pueblo (V.12-15). Todo el pueblo hizo una resolucción firme de buscar a Dios de
todo su corazón y de toda su voluntad.
Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan; Salmos
119:2= V.10 = Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de tus
mandamientos, amén. Una verdadera y ferviente búsqueda de Dios siempre traerá.
El premio de Dios. (V.15) Leámos juntos: Fue hallado de ellos; y Jehová les dió paz por todas
partes.
Dios es galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6), amén; sean individuos o sean
Iglesias. Amén.
Pidámole al Bendito Dios del cielo que nos ayude a seguir buscándole con todo nuestro
corazón, y que Su Palabra esté latente en nosotros, amén.
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37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno
tiene sed, venga a mí y beba.
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido
el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
En el último y gran día de la fiesta, Jesús, El Maestro de Galilea se puso en pie y alzó la voz,
diciendo: Ya basta!, !no más! Veo que este pueblo está "sediento" y es necesario apagar su sed.
Los invito a venir a Mí para que recibais el agua de vida, agua viva, amén.
Es posible que hoy esta palabra sea revelada a todos los sedientos del Mundo: Ministros,
Siervos de Dios, amigos y hermanos de la fe. La Escritura nos habla y nos enseña que nuestro
deber es proclamar el mensaje que el mundo necesita. No como algo que venga a
complementar la vida, sino a darnos vida a nuestra alma seca y angustiada que no puede apagar
su sed.
Millones viven secándose interiormente, tienen sed de ser llenos por esos Ríos que Jesús nos
invita. Han cavado pozos con mucho, mucho sacrificio y el agua ha brotado de ellos, pero no
han podido apagar su sed. Están cansados, agotados del sistema de este mundo porque no
pueden saciar su sed. El sistema no apaga la sed del alma, sólo Cristo apagará la sed.
Cristo sana... Jesús se levantó y alzó su voz, porque la fiesta terminó; y hoy te invita a
comenzar a vivir con Él, y para Él como dicen Las Escrituras. La verdadera fe que el mundo
necesita es a Cristo glorificado. No al Cristo clavado o colgado de un madero, sino al Cristo
glorificado, el que te dará seguridad al enfrentar un nuevo día.
La restauración de tu vida espiritual necesita beber de las aguas de Cristo. ¡Cuántos intentan
apagar su sed con los deleites que el Mundo ofrece, y beben del trago más amargo de su vida y
al día siguiente es peor la sed y la angustia? En muchas ocasiones medito en los profetas de
Dios, ellos recibían La Palabra de Dios en forma directa; nosotros la recibimos por revelación y
guía del Espíritu Santo, amén.
He llegado a la conclusión, que los profetas se cansaron de ver a un pueblo desobediente que
cada vez se alejaba más de Dios. Pero a mi humilde y pequeño corazón llega la gran promesa
que es mi consuelo, mi fe, mi certeza que Su Palabra nunca retorna vacía; que hay alguien que
la espera porque tiene sed de Cristo.
Acércate, levántate, camina a beber, a tomar de las aguas vivas, y comenzará a florecer tu vida;
brotarán de dentro de ti aguas limpias. Sanarás y la amargura de tu rostro desaparecerá; la
sequedad del alma será saciada por las aguas de Cristo Jesús, y llegarán los ríos a tomar
posición en tu vida y todos los tuyos, recuperando la sonrisa de tu rostro, llevando la paz que
por años habías perdido. En tu hogar se sentirá el gozo eterno del Señor.
Jesús se refería a la "Escritura" porque es La Palabra misma de Su Padre, y por lo tanto, "La
Autoridad" suprema de su vida y enseñanza. "La Escritura" es también la autoridad suprema
para los creyentes, porque sólo Dios tiene el derecho de determinar sus creencias y normas de
conducta. Las Escrituras inspiradas son la Autoridad definitiva del creyente.
Por eso Jesús dice: "El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de
agua viva". Quizá tu crees en Jesús, crees en Dios pero a tu manera y no es así, tiene que ser de
acuerdo con La Escritura. Por eso nunca has podido sentir esos ríos de agua viva en tu interior.
No has podido sentir el gozo del Espíritu Santo.
Es el día y la hora que vengas a beber de las aguas de Cristo, acércate a los pies de El Único
Salvador de tu vida; deja que ríos de Dios abarquen e inunden tu vida. Comienza a sentir las
aguas que sanan y limpian, y tu vida dará brotes de gozo para bendecir todos los que están a tu
alrededor, y abarcará naciones y pueblos.
Cuando el creyente recibe el don del Espíritu Santo todo cambia para bien; entonces esos ríos
de agua viva "correrán" hacia otros con el mensaje sanador de Cristo, amén. (Juan 10:10;
14:12; 15:5).
Espero que puedas compartir el mensaje con otros, ya que Dios lo puso en mi corazón y hoy te
lo envío a tí con todo el amor de Cristo Jesús
*************************** Mi paz
La paz que Cristo ofrece no es la que nosotros conocemos como paz. Para
padres. Pero, quieren paz. ¿Qué tipo de paz? La paz que el mundo
ofrece: solo ausencia de guerra exterior, y nada más.
Otro ejemplo. Hay personas que tienen dinero: pueden comprar todo lo
Cualquiera que los ve de lejos piensa que esas personas no deben tener
veces llegan hasta el suicidio. Tienen la paz que el mundo ofrece, pero
con Dios.
Pero, Jesús dormía como si nada malo sucediese: tenía paz. Por eso,
Su padre siempre le advertía que sus amigos solo estarían a su lado mientras él tuviese algo que
ofrecerles; después, le abandonarían.
Un día, el viejo padre, ya avanzado en edad, dijo a sus empleados que le construyan un
pequeño establo. Dentro de él, el propio padre preparó una horca y, junto a ella, una placa con
algo escrito:"PARA QUE NUNCA DESPRECIES LAS PALABRAS DE TU PADRE. "Más
tarde, llamó a su hijo y lo llevó al establo y le dijo: Hijo mío, yo ya estoy viejo y, cuando yo me
vaya, tú te encargarás de todo lo que es mío... Y yo sé cual será tu futuro. Vas a dejar la
estancia en manos de los empleados y vas a gastar todo el dinero con tus amigos. Venderás
todos los bienes para sustentarte y, cuando no tengas mas nada, tus amigos se apartarán de ti.
Solo entonces te arrepentirás amargamente por no haberme escuchado. Fue por esto que
construí esta horca. ¡Ella es para ti!
Quiero que me prometas que, si sucede lo que yo te digo, te ahorcarás en ella. El joven se rió,
pensó que era un absurdo, pero, para no contradecir al padre, prometió, pensando que eso jamás
podría suceder. El tiempo pasó, el padre murió, y su hijo se encargó de todo, pero, así como su
padre había previsto, el joven gastó todo, vendió los bienes, perdió sus amigos y hasta la propia
dignidad.
Desesperado y afligido, comenzó a reflexionar sobre su vida y vio que había sido un tonto. Se
acordó de las palabras de su padre y comenzó a decir: Ah, padre mío... Si yo hubiese escuchado
tus consejos... Pero ahora es demasiado tarde.
Apesadumbrado, el joven levantó la vista y vió el establo. Con pasos lentos, se dirigió hasta allá
y entrando, vio la horca y la placa llenas de polvo, y entonces pensó: Yo nunca seguí las
palabras de mi padre, no pude alegrarle cuando estaba vivo, pero, al menos esta vez, haré su
voluntad. Voy a cumplir mi promesa. No me queda nada mas... Entonces, él subió los escalones
y se colocó la cuerda en el cuello, y pensó: Ah, si yo tuviese una nueva opotunidad... Entonces,
se tiró desde lo alto de los escalones y, por un instante, sintió que la cuerda apretaba su
garganta... Era el fin.
Pero el brazo de la horca era hueco y se quebró fácilmente y el joven cayó al piso. Sobre él
cayeron joyas, esmeraldas, perlas, rubíes, safiros y brillantes, muchos brillantes... La horca
estaba llena de piedras preciosas y una nota también cayó en medio de ellas. En ella estaba
escrito: Este es tu nueva oportunidad. ¡Te amo mucho! Con amor, tu viejo padre.
Cuando nos arrepentimos, podemos ir hasta Él. Él siempre nos dá una nueva oportunidad.
Proverbios 28:13 El que encubre sus pecados, no prosperará: Mas el que los confiesa y se
aparta, alcanzará misericordia.
2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Salmos 57:10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu
verdad**********************
El ataque del mundo contra la familia cristiana
Los educadores seculares han determinado sacar hasta con la raíz toda idea de Dios o normas que
exijan la buena conducta moral. Las teorías de la evolución se enseñan desde la cuna hasta la
tumba. La liberación femenil intenta ignorar la Biblia y su autoridad. Los homosexuales han salido
de sus escondites y se han dedicado a “proclamar” su estilo de vida, demandando que se les dé
reconocimiento y que se enseñe este estilo hasta a los niños. Las drogas y el alcohol siguen
invadiendo las escuelas, colegios, las comunidades y los hogares.
A consecuencia de estos ataques combinados, los hogares están siendo quebrantados en una
manera u otra en cantidades alarmantes.
Hace unos años, el mundo practicaba y sufría estos males, pero la iglesia estaba exenta por lo
general. El divorcio era un escándalo, y su consecuencia el estigma social. El culpable era
disciplinado y excomulgado, lo cual era evidencia de una preocupación espiritual por estos males.
Ese no es el cuadro que estamos viendo hoy. En las congregaciones, los divorcios y las
separaciones van en aumento. A consecuencia de esto, muchos hogares son debilitados. Esta
tendencia tiene que ser refrenada o la iglesia dejará de ser la iglesia en una manera significante.
Queremos dar unas sugerencias en cuanto a lo que los cristianos pueden hacer para combatir
estas tendencias que están amenazando nuestros hogares.
1. Hay que darse cuenta que para que su luz brille en un mundo tan oscuro, usted tiene que ser
diferente —y estar dispuesto a pagar el precio por ser diferente. ¡Pero vale la pena! Será conocido
como una persona que tiene suficiente carácter para sostener lo que cree. Y lo mejor de todo es
que Dios le bendecirá, no sólo en esta vida sino en la venidera.
2. Permita que Dios vuelva a tener la preeminencia en su vida. Esto equivale a que usted ponga a
Dios y su reino en primer lugar, en todas las cosas.
3. Establezca una norma inalterable de que su familia participe en las actividades de la iglesia,
incluyendo todas las reuniones o servicios de adoración.
4. Permita que cada miembro de su familia encuentre un ministerio dentro de la iglesia, y que lo
cumpla fielmente. Los cristianos que trabajan en servicio de Dios son gente feliz.
5. Restaure al padre como la cabeza de la familia, según la voluntad de Dios, y que como cabeza
tenga la responsabilidad de educar a los niños con su debida disciplina y dirección. Para esto es
crucial ser buen ejemplo.
6. Hay darle prioridad a Dios, no por buscar algún momento, sino por establecer un tiempo
específico en que él pueda ser honrado y venerado en el hogar. Los devocionales en los hogares
pueden ser útiles para este efecto. Esto permitirá al mismo tiempo que la familia se una más y se
solidifique más. En esto el padre puede dirigir, pero no monopolizar.
7. En un nivel más profundo, aparte cierta hora específica para ejercer su propio desarrollo
espiritual. Esto puede hacerse mejor al escuchar como Dios habla en su palabra, y por hablar con
él por medio de la oración. Esto es muy útil para fortalecerse espiritualmente.
8. Fortalezca también los lazos de unión entre los miembros de la familia, planeando actividades
que los acerquen más los unos a los otros. Para esto se puede apartar una noche que sea exclusiva
para estas actividades.
9. Anime a su congregación a que se cuente con la orientación necesaria para fortalecer la familia.
Los sermones, o aun mejor, las series de conferencias pueden ser muy útiles. Hay varios materiales
audiovisuales que tratan de temas importantes de la familia, los cuales pueden ser utilizados en
clases bíblicas de la iglesia.
10. Y en el caso de que haya hermanos que desobedezcan las enseñanzas bíblicas que tienen que
ver con las relaciones matrimoniales, hay que permitir que la congregación, dirigida por ancianos o
líderes consagrados, expulsen de la congregación a los disidentes que rehúsen arrepentirse. Las
infecciones tienen que ser controladas, y la pureza de los cristianos, que han sido llamados a ser
santos, tiene que conservarse a toda costa.
Además de estas sugerencias, hay otras maneras que pueden utilizarse para preservar nuestras
familias. Las que sean, hay que combinarlas para contribuir a salvar nuestros hogares.
“Seis cosas aborrece el Señor y aun siete abomina su alma: Los ojos
altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina
pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y
el que siembra discordia entre los hermanos” Prov 6:16-19.
Si yo quiero ser hoy, un discípulo fructífero debo entender y respetar tanto lo que le agrada a Dios,
como aquello que le desagrada. La Biblia continuamente nos presenta las cosas que le agradan a
Dios y las cosas que le desagradan.
La Biblia lo expresa ahora en este pasaje de Proverbios cuando menciona las siete cosas que Dios
aborrece. Hoy decido no ceder a ninguna de estas siete cosas que surgen de un corazón
desprovisto del toque personal de Dios.
Los ojos altivos, demuestran el orgullo que se convierte en la madre de todos los pecados.
Las manos derramadoras de sangre inocente, que se levantan para quitar la vida de que aún no
ha nacido o del que ya vive alegremente en la tierra de los vivientes.
El corazón que maquina pensamientos inicuos, el cual incuba los más horrendos sentimientos
nacidos de un espíritu torcido.
Los pies presurosos para correr al mal, los cuales corren por el camino de su propia destrucción.
El testigo falso que habla mentiras, quien cerrando su puño y su corazón expresa su propia
vanidad.
El que siembra discordia entre los hermanos, el cual no amando la paz la cercena con un corazón
sin sentimientos. Y hoy no quiero ninguna de estas siete cosas las cuales Dios aborrece y que
pueden amargar mi vida en este día.
Que mi corazón hoy, pueda andar tras los caminos que agradan al Señor los cuales son los
senderos de la humildad, la verdad, el compartir vida a otros, el corazón que esta llena de buenos
y sanos pensamientos, los pies que transitan los caminos del bien, el testigo que proclama la
verdad de Dios y aquel que siempre la paz y la unidad entre los hermanos. En esos senderos hoy
quiero transitar.
Señor. Caminar por caminar no tiene sentido para mí en este día…Más quiero caminar con
propósito sabiendo que al caminar con propósito siempre buscaré lo que te agrada. Si camino sin
propósito y marcho por la vida solo por caminar. Terminaré haciendo precisamente aquello que no
te agrada. Es más, todo aquellos que tú aborreces. Gracias por que hoy me das esta oportunidad
de caminar por el sendero de tu agrado. Amén
“No permitas que las crisis se apoderen de ti, comienza a ver las
oportunidades y de seguro vas a triunfar”.
Se ha fijado que la palabra más popular de estos tiempos es “crisis”. Leemos la prensa o vemos las
noticias en televisión y nos encontramos con la crisis, estamos en el trabajo o en el hogar y lo que
escuchamos es crisis, esto por supuesto hace que mucha gente cristiana y no cristiana se paralizen
y no avanzen por temor a la crisis. ¿Eres tú de esas personas que se han detenido ante la crisis o
eres de las que avanzan en búsqueda de lo extraordinario?
La vida es un asunto de actitud y la actitud es un asunto de decisión, y yo elijo que actitud voy a
tomar ante las crisis, los problemas o situaciones que se me puedan presentar, podemos optar por
una actitud positiva o una actitud negativa. La actitud positiva hace la diferencia porque busca
solucionar problemas, no es que deja los problemas así y no le importa, una persona con actitud
positiva busca siempre resolver, disfruta las circunstancias, ve mas oportunidades y vive la vida
con entusiasmo.
“Dios decide por lo que vamos a pasar. Nosotros decidimos como lo vamos a pasar”.
Es tu decisión como decidas pasar el día de hoy, es tu decisión si decides confiar en Dios para
todos los asuntos de la vida. Si crees que tu matrimonio tiene solución o no tiene solución es tu
decisión. Si crees que puedes salir de esa deuda financiera o no puedas salir es tu decisión, todo
está en tus creencias y donde pones la confianza. Los límites los tenemos nosotros en nuestras
mentes.
Hay una historia en la Biblia en el evangelio de Mateo 8:5-10,13, donde un centurión romano se
acerca a Jesús a pedir por sanidad para su sirviente que sufría muchos dolores y no podía moverse.
Jesús le dice que él ira a sanarle pero el centurión le dice que no es digno de que El entre a su casa,
que solamente ordene la palabra y el enfermo sanará. Wow, Jesús se asombra y dice que ni en
Israel había conocido a alguien que confiara tanto como este extranjero y mas adelante Jesús le
dice que como creíste así sucederá.
Aquí podemos ver la actitud del centurión, el pudo haber hecho varias cosas: pedir que Jesús fuera
a su casa, mandar a un soldado con el mensaje, buscar otro sirviente sin que le importara los
dolores del otro, sin embargo el busco soluciones y siendo extranjero se acercó a Jesús, se esforzó
en acercarse al maestro y eligió poner toda su confianza en Dios al pedirle que ordenara, que
dijera la palabra de sanidad y el enfermo sanaría. Jesús puede elogiar esta actitud con asombro, se
maravilla de la fe del extranjero y le afirma que como creíste así va a suceder.
Algunas preguntas que me gustaría hacerte: ¿Qué es lo que estás creyendo para tu vida? ¿Qué es
lo que esperas que suceda en tu matrimonio, en tus relaciones, tus negocios, tus finanzas? ¿Eres
capaz de asombrar al Maestro? ¿Cómo es tu actitud ante la vida? ¿Estas confiando en Dios para
tus problemas, necesidades, tentaciones?
Mi actitud determinará mis acciones. Puedo ser victima o protagonista, puedo ser bendición o
maldición, puedo ser esclavo o libre, puedo confiar en Dios o no confiar es mi decisión. Hay una
anécdota que lo ilustra muy bien.
Cuentan que un alpinista, con el afán por conquistar una altísima montaña, inició su travesía
después de años de preparación, pero quería la gloria solo para él, por lo que subió sin
compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para
acampar, sino que decidió seguir subiendo, y oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la
altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, la luna y las
estrellas estaban cubiertas por las nubes.
Subiendo por un acantilado, a solo unos pocos metros de la cima, se resbaló y se desplomó por el
aire, cayendo a velocidad vertiginosa. El alpinista solo podía ver veloces manchas oscuras y la
terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo… y en esos angustiantes
momentos, le pasaron por su mente todos los episodios gratos y no tan gratos de su vida. Pensaba
en la cercanía de la muerte, sin embargo, de repente, sintió el fortísimo tirón de la larga soga que
lo amarraba de la cintura a las estacas clavadas en la roca de la montaña.
¿Cuál es la cuerda a la cual nos aferramos para no recibir las bendiciones que Dios tiene preparado
para nosotros en el día de hoy?
Hoy es el mejor día para confiar en Dios y disfrutar de todo lo que nos da, busca tu resultado
extraordinario. Yo elegí confiar en Dios ¿y tu?
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“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que
os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”
(Mateo 5:44).
se cuenta que para conseguir un favor de Samuel Johnson, el grande escritor inglés, era bastante
agraviarlo o causarle algún daño. Era su característica perdonar a los enemigos y orar por ellos.
Emerson, dijo de Lincoln: “Su corazón era tan grande como el mundo, pero no había lugar en él
para guardar el recuerdo de una injusticia”.
Spurgeon aconsejó: “Cultive tolerancia hasta que su corazón produzca una buena cosecha de ella.
Ore por una memoria bien corta sobre toda afrenta recibida”. Es de esta manera que una persona
sabia actúa.
Cuando reaccionamos a una injuria retribuyendo según y como, nos tornamonos semejantes a
aquellos que nos hirieron. Y ¿será que la voluntad de nuestro Dios es que seamos iguales a los que
no andan según su Palabra?
La grande diferencia entre el hijo de Dios y los que lo rechazan, es la forma de actuar con los que
le hacen mal. Él es capaz de demostrar amor cuando la ocasión sugiere una venganza, de persistir
en verdad cuando la mentira se muestra más ventajosa, de extender las manos para los que le
dieron la espalda. Su vida brilla mientras los que le maltratan se esconden en las sombras.
Una de las cosas más difíciles en la vida de una persona es perdonar a los enemigos. Y eso no es
diferente en la vida de un cristiano. Normalmente el dolor cuesta para pasar, la herida es de difícil
cicatrización, el golpe y el resentimiento se rehusan a salir. Pero es en esa hora que necesitamos
colocar nuestras vidas en el altar del Señor, pedirle fuerzas y determinación en perdonar.
Queremos glorificar su nombre y ésta es la única forma de conseguirlo. No somos de este mundo
y, por tanto, no podemos seguir su ejemplo.
Aquéllos que se dejan dirigir por Dios son sabios. Los que no andan de conformidad con el mundo
son sabios. Seamos todos sabios en todo nuestro procedimiento.
Esta plegaria describe el dolor intenso de una prueba horrible, y su clamor desesperado puede
palparse desde que uno está dando lectura a este salmos.
Su vida ha caído en un grave peligro, una tremenda crisis que ha golpeado todo su ser.
Emocionalmente está acabado y podríamos pensar que su estado mental ya no da más.
Es tanta la presión, que desea huir de la guerra que ha caido sobre él, desea estar solo, olvidar su
tierra, olvidar su misma vida terrenal.
Pide a gritos, lo que su alma anhela en ese momento, y pide alas de paloma para irse al desierto.
Sobre el siervo de Dios, ha caido golpe tras golpe de maldad, abuso, engaños, traiciones y fraudes.
Por su mente no pasa el deseo de estar en el palacio, o saboreando un rico platillo de carnero de
Bazan,
Tampoco está pensando en escribir salmos, o cantar alabanzas con el arpa. El dolor es tan intenso,
que su mismo corazón se siente morir, y por esa razón, siente que los terrores de muerte lo
cubren.
En este mismo instante hay en el mundo, millares de hombres y mujeres, pasando por la misma
situación de David, quemándose en el calor de las pruebas, sufriendo en cuerpo y alma la angustia
del bombardeo de las guerras del enemigo, que lanza disparos uno tras otro, y a veces en la misma
herida, la vuelve a golpear.
El dolor es tan intenso que no hay quien pueda mitigarlo, no hay lecturas, no hay canciones, no
hay paños tibios en la frente, no hay medicina alguna que calme el dolor de ese momento.
El golpe está dado, el alma sufre, el horizonte se ha perdido, el siguiente minuto dolerá también y
la siguiente hora y el siguiente día. El plan de solución parece pendiente o engavetado en la
eternidad, y solamente la huída, la escapada, es la que está en la mente, pero no hay a donde ir, y
además de eso, la herida es muy profunda.
De un momento a otro, todo se vino encima. El dolor del alma es real, existe, y el que lo sufre, se
siente morir, el rostro se pone caliente, el corazón se acelera, no quiere nada de alegría a su
alrededor, y la soledad es la única que es su aliada.
Pero aún enmedio de las llamas del sufrimiento, o en la soledad de un extranjero; aún traicionado
por el ser que más amas o acabado por el destrozo financiero; aún cuando todos te abandonen, se
burlen de ti y una hormiga tenga más precio que tu vida, siempre Dios pensará en ti, sigue
clamado, porque Dios vendrá en tu ayuda, aunque sientas que la locura te incluye entre sus
miembros, continúa con esperanza en medio de la noche espesa.
Eso está manifestado en el mismo Salmos, ya que luego de tanto sufrimiento y dolor, el mismo
salmista lo dice:
“Echa sobre Jehová tu carga, y el te sustentará; no dejará para siempre caído al justo”. Salmos
55:22
Tu vida no es el plan terminado, lo que tenias antes no era todo lo que tendrias en este planeta; la
persona que te ha traicionado, no es la unica que queda en la vida. Dios tiene algo mejor para ti,
un plan maravilloso, algo que te sorprenderá de por vida, algo que no habías imaginado.
Recuerda que todo el tiempo que Dios ha dedicado a cuidarte, no lo perderá, Dios no desperdicia
su tiempo, porque si Él, ha estado trabajando en tu vida desde hace mucho tiempo, no te dejará
tirado en el piso, Él no deja abandonados a sus soldados heridos, además de eso, Dios tiene un
testimonio que demostrar ante el mundo, ante los ángeles y ante los demonios, y es el hecho de
levantar a todos los que claman a Él.
Respira profundo, tienes derecho a expresar como te sientes, dícelo a Dios, David lo dijo, y tu
también puedes hacerlo.
Ella era demasiado frágil y débil. Si iban al África, como habían planeado, era seguro que ella
moriría.
Confuso y destrozado emocionalmente, el joven fue a trabajar para su padre, que era dentista y
que tenía un pequeño negocio colateral que producía vino sin fermentar para los cultos de la
Santa Cena en las iglesias.
Al envejecer su padre, el joven se hizo cargo de este negocio secundario. Un día se le ocurrió que
tal vez podría todavía tocar al mundo para Cristo.
Podría todavía cumplir las palabras que le había dicho al representante misionero ese día.
Trabajaría duro, sería un buen mayordomo de sus recursos, y procuraría que se proclamara a
Cristo a tantas personas como fuera posible; solo que lo haría de una manera un poco diferente.
Trabajó duro, y con el tiempo logró desarrollar la compañía en una empresa gigantesca. ¿Cómo se
llamaba? su nobre era Welch.
**Hoy su jugo de uva se vende en todas partes. El Sr. Welch ha ofrendado gigantescas sumas de
dinero a la causa de las misiones mundiales. Irónicamente, ha hecho mucho más por la
evangelización mundial que lo que podría haber hecho trabajando duro personalmente en el
campo misionero. Debido a que se adaptó a sus circunstancias y floreció en donde estuvo
plantado, llegó a ser un compañero valioso de las misiones en todo el mundo.
Cuando una puerta se cierra, no te des por vencido, quizas hay otras puertas que no haz visto y
que se abrirán para hacer incluso mucho más de lo que inicialmente habías pensado. Cuál fue la
última puerta que se cerró?
Ya encontraste la nueva puerta? No olvides con Dios siempre hay nuevas puertas delante de
nosotros.
Tomó el resto del período de la clase la tarea encomendada para poder terminar lo pedido. A
medida que los alumnos dejaban el aula, entregaban a la maestra la hoja de papel.
Durante el fin de semana la maestra escribió el nombre de cada uno de sus alumnos en hojas
separadas de papel y copió en ella todas las cosas lindas que cada uno de sus compañeros había
escrito acerca de él.
El lunes ella entregó a cada alumno su lista. Casi inmediatamente toda la clase estaba sonriendo.
“¿Es verdad?”, escuchó a alguien diciendo casi como en un susurro. “Yo nunca supe que podía
significar algo para alguien”. “Yo no sabía que mis compañeros me querían tanto”, eran los
comentarios.
Nadie volvió a mencionar aquellos papeles en clase. La maestra nunca supo si ellos comentaron su
contenido con alguno de sus compañeros o con sus padres, pero eso no era lo importante. El
ejercicio había cumplido su propósito. Los alumnos estaban felices consigo mismos y con sus
compañeros.
Aquel grupo de alumnos siguió adelante y progresó. Varios años más tarde uno de los estudiantes
fue muerto en Vietnam y la maestra asistió a su funeral. Ella nunca antes había visto a un soldado
en su ataúd militar. Él se veía tan hermoso y tan maduro. La iglesia estaba llena con sus amigos.
Uno a uno de aquellos que tanto lo apreciaban caminaron silenciosamente para darle una última
mirada. La maestra fue la última en acercarse al ataúd. Mientras estaba allí, uno de los soldados
que actuaba como guardia de honor se acercó a ella y le preguntó: “¿Era usted la profesora de
matemáticas de Marcos?” Ella balbuceó: “Sí”. Entonces él dijo: “Marcos hablaba mucho acerca de
usted”.
Después del funeral la mayoría de lo ex compañeros de Marcos fueron juntos a una merienda. Allí
estaban también los padres de Marcos, obviamente deseando hablar con su profesora.
“Queríamos mostrarle algo”, dijo el padre, sacando del bolsillo una billetera. “Lo encontraron en la
ropa de Marcos cuando fue muerto. Pensamos que tal vez usted lo reconocería”, dijo.
Abriendo la billetera, sacó cuidadosamente dos pedazos de papel gastados que él había arreglado
con cinta y que se veía que había sido abierto y cerrado muchas veces. La maestra se dio cuenta
aún sin mirar mucho que era la hoja en la que ella había registrado todas las cosas lindas que los
compañeros de Marcos habían escrito acerca de él.
“Gracias por haber hecho lo que hizo” dijo la madre de Marcos. “Como usted ve Marcos lo
guardaba como un tesoro”.
Todos los ex compañeros de Marcos comenzaron a juntarse alrededor. Carlos sonrió y dijo
tímidamente: “Yo todavía tengo mi lista. La tengo en el cajón de encima, de un armario que tengo
en mi escritorio”. La esposa de Felipe dijo: “Felipe me pidió que pusiera el suyo en el álbum de
casamiento”. “Yo tengo el mío también”, dijo Marilyn. “Está en mi diario”. Entonces Victoria, otra
de sus compañeras, metió la mano en su cartera, sacó una billetera y mostró al grupo su gastada y
arrugada lista. “Yo la llevo conmigo todo el tiempo” y sin siquiera pestañar dijo: “Yo creo que
todos hemos conservado nuestras listas.
Fue entonces cuando la maestra se sentó y lloró. Lloró por Marcos y por todos sus compañeros
que no lo volverían a ver.
La densidad de la población de nuestra sociedad es tan pesada que olvidamos que la vida va a
terminar un día. Y no sabemos cuando será ese día.
Así que, por favor, dile a la gente que quieres que ellos son especiales e importantes… Si no lo
haces habrás perdido una magnífica oportunidad de hacer algo realmente hermoso…
Proverbios 17:17 En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.
Proverbios 18:24 El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que
un hermano.
Juan 15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos
Debemos reconocemos que Dios es el Creador, el Señor y Dueño absoluto de todo. Reconocer la
soberanía de Dios en todos los aspectos de la vida... testificándolo no solamente con la boca, sino
con los hechos.
Recordemos que Dios mira nuestro corazón en medio de aquello que le ofrecemos a El, por lo cual
hay algunos puntos que considerar para ser el mayordomo que Él espera de mí:
Tener un corazón que reconoce a Dios como el Dueño.Mateo 10:8. Todo aquello que tenemos es
por pura gracia, para cumplir con lo que Dios tiene preparado para cada uno de nosotros y para Su
Gloria.
Tener un corazón obediente.1° Samuel 15:13-22. Obediencia a Su Palabra agrada al Señor más
que cualquier ofrenda. La medida de mi obediencia a Dios es la medida de mi amor a Él. “ Si me
amáis guardad mis mandamientos” Juan 14:15
Tener un corazón agradecido.La ofrenda del perfume en Mateo 26:6-13, un perfume de gran
precio…
Somos mayordomos de Dios. Estamos en deber de usar todo lo que Dios nos da para su honra y
gloria.
La mayordomía es el cuidar y usar todo lo que el Señor nos ha dado. No es solamente las cosas
materiales, sino también incluye nuestro cuerpo, nuestro tiempo, nuestra familia, nuestros
talentos, nuestros dones, el Evangelio. Tenemos que entregarle cuentas al Señor del uso de todo
lo que El nos ha dado.
Como hijo de Dios ¿vives para Él? A veces decimos... ¡No tengo tiempo! No hay tiempo para orar,
leer y meditar en la Palabra y por supuesto menos tiempo tenemos para evangelizar, estamos
llenos de compromisos, la escuela, la Universidad, el trabajo, la familia, etc., sencillamente ¡No hay
tiempo!. ¿Es mi caso? ¿Es tu caso?
¡Cumplamos aquello para lo que fuimos llamados por Dios: servir a otros y glorificar Su Nombre!
Personas que han sufrido accidentes, han estado en una guerra, o han sido víctimas de violencia
física y maltrato, conservan en sus cuerpos, una marca que les recuerda un trágico momento de
sus vidas.
Pero hay heridas que son invisibles a nuestros ojos físicos pues no se trata de heridas del cuerpo,
sino del alma. De alguna forma u otra, la mayoría de nosotros cuenta con estas cicatrices del
corazón.
Estas cicatrices pasan la mayoría de las veces en forma inadvertida a los demás. Sonreímos,
saludamos, conversamos con los demás… en forma normal. Somos a veces a los ojos de los demás,
personas, a las cuales la vida le sonríe.
Pero bien sabemos que al reflejarnos en el espejo de nuestros recuerdos, vemos allí, las heridas
que nadie puede ver, sino solamente nosotros. No podemos borrarlas, ni ignorarlas, ni olvidarlas,
solo están allí.
Quizá ninguna persona las sepa… pero Dios sí las sabe. Quizás me dirás que esto no es ninguna
noticia nueva… pero déjame mostrarte este versículo de la Biblia, donde declara qué actitud toma
Dios, hacia las heridos del alma. “Él sana a los quebrantados de corazón y liga sus heridas”
Muchas personas por impotencia frente a las heridas sufridas en el pasado, se rebelan contra Dios,
cerrándole la puerta de su corazón.
Es como quien se enoja con su médico, porque padece una dolencia.
Uno puede estar toda la vida preguntándose ¿Por qué me afectó esto a mí? A veces puede
encontrar la respuesta y otras veces no. Pero lo cierto es que continuar en este estado, de
autocompasión, sin entregar nuestra vida “al médico divino”, antes que mejorar, nuestro estado
empeorará.
Estimado amigo/a:
Cristo entiende de heridas. El fue herido en la cruz del calvario por todos nosotros. Su cuerpo fue
maltratado, por los clavos, latigazos, azotes y la corona de espinas.
Aún más, fue despreciado, recibió burlas e insultos. Pero sobre toda las cosas, el mayor dolor
infringido fue que todos nuestros horrendos pecados… fueron cargados sobre Él.
Nosotros fuimos los que le provocamos las heridas a Cristo!
No sé si algún día vendrán a pedirte perdón aquellas personas que un día te hirieron.
Pero sí sé, que puedes ir hoy a Dios, y pedirle perdón por tus pecados, perdón por haberle
rechazado, aceptar la salvación que ÉL te da… y la sanidad que quiere provocar en tí!
¿Aquel que sufrió heridas… acaso no comprenderá las tuyas? ¿Aquel Dios de amor que vino a
buscarte… no querrá salvarte… ? ¿No estará dispuesto acaso… a sanar a los “quebrantados de
corazón.” como dice su Palabra?
EL Señor Jesús describe en la Biblia, a qué ha venido a este mundo, presta atención a lo que ÉL
dice: El Espíritu del Señor es sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres: Me ha enviado para sanar á los quebrantados de corazón; Para pregonar á los cautivos
libertad, Y á los ciegos vista; Para poner en libertad á los quebrantados. Lucas 4:18
El médico divino quiere tratar tu alma. Su amor es la medicina, eficaz, que nos cura. Sus manos
amorosas, quieren limpiar tus pecados y vendar tus heridas. No más cicatrices del alma… sino
sanidad de Dios.!
¡Déjate curar…!
Mas yo haré venir sanidad para ti, y te sanaré de tus heridas, dice Jehová; Jeremias 30:17
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El hombre hizo lo que el Señor le pidió, día tras día. Por muchos años, desde que salía el sol hasta
el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas... y esta no se movía. Todas las
noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en
vano.
Satanás decidió entrar en el juego trayendo pensamientos a la mente del hombre: "Has estado
empujando esa roca por mucho tiempo, y no se ha movido". Le dijo que la tarea que le había sido
encomendada era imposible de realizar y que él era un fracaso. Estos pensamientos
incrementaron su sentimiento de frustración y desilusión.
Satanás le dijo: "¿Por qué esforzarte todo el día en esta tarea imposible? Solo haz un mínimo
esfuerzo y será suficiente".
El hombre pensó en poner en práctica esto, pero antes decidió elevar una oración al Señor y
confesarle sus sentimientos: "Señor, he trabajado duro por mucho tiempo a tu servicio. He
empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me pediste, pero aún así, no he podido mover la
roca ni un milímetro.
El Señor le respondió con compasión: "Querido hijo, cuando te pedí que me sirvieras y tú
aceptaste, te dije que tu tarea era empujar la roca con todas tus fuerzas, y lo has hecho. Nunca
dije que esperaba que la movieras. Tu tarea era empujar.
Ahora vienes a mí sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero ¿en realidad fracasaste? Mírate
ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas
por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras.
A pesar de la adversidad, has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que
tuviste alguna vez. Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era ser obediente y empujar para
ejercitar tu fe en mi. Eso lo has conseguido. Ahora, querido hijo, yo moveré la roca".
Algunas veces, cuando escuchamos la palabra del Señor, tratamos de utilizar nuestro intelecto
para descifrar su voluntad, cuando en realidad Dios solo nos pide obediencia y fe en Él. Debemos
ejercitar nuestra fe, que mueve montañas, pero conscientes que es Dios quien al final logra
moverlas.
Cuando todo parezca ir mal... ¡solo empuja! Cuando estés agotado por el trabajo... ¡solo empuja!
Cuándo la gente no se comporte de la manera que te parece que debería... ¡solo empuja! Cuando
te sientas agotado y sin fuerzas... ¡solo empuja!
En los momentos difíciles pide ayuda al Señor y eleva una oración a Él, para que ilumine tu mente
y guíe tus pasos. Entrega tus miedos al Señor y pídele que te ayude a encontrar el camino, que te
conduzca a Él, y Él lo hará. No hagas caso de ninguna voz, solamente de la que Dios te dio a
conocer, y sobre ella mantente firme, porque su Palabra es la que nos sostiene y nos da descanso,
seguridad y esperanza. Dios moverá la piedra a su tiempo. Lo que es imposible para el hombre es
posible para Dios.
Jeremías 29:11 “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
Romanos 12:2 “Reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis
cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Proverbios 3:5-6 “Fíate del Señor de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. Reconócelo
en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.”******************
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o
desnudez, o peligro, o espada? 36 Tal como está escrito: Por causa tuya somos puestos a muerte
todo el día; somos considerados como ovejas para el matadero. 37 Pero en todas estas cosas
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Porque estoy convencido de que
ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, 39
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es
en Cristo Jesús Señor nuestro.
En cinco ocasiones, en Romanos 8, el apóstol Pablo ha hecho preguntas que dirigen nuestra
atención hacia los sorprendentes privilegios de pertenecer a Jesucristo. Verso 31: “Si Dios está por
nosotros, ¿quién estará contra nosotros?”. Verso 32: “¿cómo no nos concederá también con El
todas las cosas?”. Verso 33: “¿Quién acusará a los escogidos de Dios?”. Verso 34: “¿Quién es el
que condena?”. Y hoy en el verso 35: “¿Quién nos separará del amor de Cristo?”.
Las respuestas son tan evidentes y tan poderosas, que Pablo nos deja responder y regocijarnos en
ellas. Verso 31: Nadie puede estar contra nosotros y tener éxito (ni siquiera los terroristas). Verso
32: “Dios suplirá todo lo que necesitamos, aun cuando todo parezca perdido. Verso 33: Nadie
puede levantar cargos en nuestra contra en la corte celestial, no importa quién nos acuse. Verso
34: Nadie nos puede condenar. Y hoy, en el verso 35: Nadie, ni nada nos podrá separar del amor
de Cristo.
Y lo que hace que este texto sea tan relevante en vísperas del aniversario del 11 de septiembre es
que Pablo declara el tipo de cosas que no nos podrán separar del amor de Cristo, y son el tipo de
cosas que ocurrieron ese día: “¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o
peligro, o espada?”. Y Pablo escoge mencionar cosas tan terribles para asegurarse de que
comprendiéramos que él no estaba diciendo: «Bien, hay algunas cosas tan horribles que
realmente pudieran alejarnos del amor de Cristo». No, nada nos podrá separar del amor de Cristo.
Una esposa pudiera decir de su esposo fallecido: nada me separará de su amor. Y estará queriendo
decir que la memoria del amor de él será dulce y poderosa mientras ella viva. Pero esto no es lo
que Pablo quiere decir aquí. En el verso 34 él dice claramente: “Cristo Jesús es el que murió, sí,
más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por
nosotros”. Y Pablo puede decir que nada nos podrá separar del amor de Cristo porque Cristo está
vivo y todavía nos ama. Él está a la diestra de Dios y está, por tanto, gobernando para nosotros. Y
está intercediendo por nosotros, lo que significa que Pablo ve que la obra de redención
consumada nos salva realmente en cada momento y nos lleva seguros hacia el gozo eternal. Su
amor no es una memoria. Es una acción de cada momento que el Hijo Omnipotente de Dios que
vive para siempre realiza para llevarnos hacia el gozo eterno.
2. Este amor de Cristo es efectivo para protegernos de ser separados de él, y por tanto no es un
amor universal por todos, sino un amor específico por su pueblo –aquellos que, según Romanos
8:28, aman a Dios y son llamados conforme a su propósito.
Este es el amor de Efesios 5:25: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia y se dio a sí mismo por ella”. Es el amor de Cristo por la iglesia, su novia. Cristo ama a todos,
y tiene un amor especial, salvador, y preservador por su novia. Usted sabe que es parte de esa
novia si confía en Cristo. Cualquier persona –sin excepciones- cualquiera que confía en Cristo
puede decir: soy parte de su novia, de su iglesia, de sus llamados y escogidos, de aquellos sobre los
que dice el verso 35 que son guardados y protegidos para siempre, no importa qué venga.
3. Este amor omnipotente, efectivo, no nos libra de las calamidades de esta vida, sino que nos
lleva seguros hacia el gozo eterno con Dios.
Pablo lo explica claramente en el verso 35: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación,
o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?”. Nadie podrá separarnos.
Sin embargo, alguien pudiera decir: «Pero lo que él quiere decir es que Dios no dejará que estas
cosas sucedan a su novia».
Una es la referencia que se hace de la muerte en el verso 38: “ni la muerte [...] nos podrá separar
del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. La muerte nos llegará, pero no nos
separará. Así que cuando Pablo dice en el verso 5 que la “espada” no nos separará del amor de
Cristo, quiere decir: aun si fuéramos asesinados no seremos separados del amor de Cristo.
La otra prueba es el verso 36 donde Pablo cita el Salmo 44:22 y se lo aplica a sí mismo y a los
cristianos en general: “Tal como está escrito: Por causa tuya somos puestos a muerte todo el día;
somos considerados como ovejas para el matadero”. Esto significa que el martirio tiene que ver
con el cristianismo normal. Está sucediendo en todo el mundo: Pakistán, Nepal, Sudán, Indonesia,
Vietnam... se estima que este año morirán unos 164 mil cristianos a causa de su fe (www.gem-
werc.org). El martirio es lo que Pablo tiene en mente. Y es lo que Jesús quiso decir cuando dijo:
“Pero seréis entregados aun por padres, hermanos, parientes y amigos; y matarán a algunos de
vosotros, 17 y seréis odiados de todos por causa de mi nombre”. (Lucas 21:16-17), Nuestra
temporada de paz y tolerancia en los Estados Unidos de Norteamérica es un suceso anormal y
debiera llevarnos a ocuparnos más en atender a la iglesia sufriente (Hebreos 13:3). Vea
4 cosas que todos deben saber
http://www.persecution.com.
sobre la humildad
Así que esta es la conclusión del verso 35: Jesucristo está amando poderosamente a su pueblo con
un amor omnipotente y permanente que no siempre nos rescata de la calamidad, pero siempre
nos preserva para el gozo eterno en su presencia aun a través del sufrimiento y la muerte.
Puede haber mucha confusión en torno al concepto de humildad. A menudo, la humildad se asocia
con el silencio, la sumisión y pensamientos de insuficiencia. ¿Pero que dice realmente la Biblia al
respecto?
Aquí hay cuatro puntos bíblicos que todo cristiano debe saber acerca de la humildad.
Con sujetar y “revestirnos de humildad” podemos crear paz y unión con los
otros. No debemos ser tan orgullosos y altos de que no podemos recibir
amonestación o consejo. Tampoco hay que tener la mentalidad de que
nuestras propias opiniones y pensamientos son siempre mejores que los de
los demás. Pensar así no nos lleva al progreso o a la unidad en Cristo.
“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre
vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino
que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a
cada uno.” Romanos 12:3. Tener una mentalidad humilde es pensar con
prudencia de uno mismo. Esto significa que no nos jactamos de nuestras
habilidades y capacidades. También reconocemos que nuestra competencia
proviene de Dios en todas las cosas. (2 Corintios 3:5)
“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable
conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al
poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a
quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” 1
Pedro 4:10-11.
“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da
gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros… Humillaos delante del
Señor, y él os exaltará.” Santiago 4:6-8,10. Dios trabaja de acuerdo a leyes. Es
una ley natural que si nos humillamos bajo la poderosa mano de Dios, y
sometemos nuestra propia voluntad y honor, entonces él nos dará la gracia
que necesitamos para vivir una vida cristiana en verdad y nos exaltará a su
debido tiempo.
Dios desea que estemos entre tales personas, quienes tienen una mentalidad
humilde y un deseo y necesidad de hacer su voluntad, y que están temerosos
ante su palabra. No debemos ser ricos y satisfechos en nosotros mismos. Esto
es orgullo y evita que Dios haga una obra de transformación en nuestras
vidas. No, vamos ser humildes y pequeños de corazón. Entonces Dios nos ve
y nos da la gracia que necesitamos para lograr un progreso real en nuestra
vida cristiana.
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Jesús era manso y humilde de corazón, sin embargo, él sacó a los cambiadores de dinero del
templo con un celo y una ira justa. Entonces, ¿qué significa realmente ser manso?
La palabra manso a menudo puede venir con connotaciones negativas. Puede ser que la gente vea
ser manso como una alfombra de puerta, para que la gente camine por encima. De hecho, un
diccionario lo define como “sumamente sumiso o complaciente; sin ánimo; domado.” Sin
embargo, Jesús mismo es descrito como manso, y sabemos que el hombre que desafió a los
fariseos, volcó las tablas de los cambistas en el templo, y que nunca retrocedió al blandir la verdad
como una espada de dos filos, nunca podría ser descrito como sin espíritu o domado. Así que, si
queremos heredar la tierra, necesitamos aprender a entender lo que realmente significa ser
manso.
En el siguiente artículo, Elias Aslaksen señala la gran diferencia entre ser manso y ser tímido, y por
qué uno es una virtud, y uno es un vicio:
Ser manso nunca debe confundirse con ser tímido. ¡Un espíritu tímido es exactamente lo opuesto
a un espíritu manso! La tranquilidad que acompaña la mansedumbre es el resultado de la
confianza de uno en el Señor, mientras que la tranquilidad de la timidez es el resultado de la falta
de confianza en uno.
Tampoco debemos ser llevados a pensar que una persona mansa siempre está tranquila. Él es
tranquilo cuando debe estar tranquilo: cuando es injuriado o tratado injustamente; cuando otros
pierden su temperamento; cuando estos charlan sobre esto y aquello; cuando ellos luchan por su
propio beneficio y ventaja, etc…- pero no cuando él debe presionar a Dios con grandes gritos por
ayuda; no cuando va a clamar a Dios tanto de día como de noche, o cuando levante su voz como
una trompeta para declarar al pueblo de Dios sus transgresiones (Isaías 58: 1); o cuando tiene que
defender las verdades del evangelio abiertamente; o arrancar al cordero de las fauces del león.
La naturaleza divina tiene dos lados. Es tranquila cuando es adecuado para estar tranquilo, y
puede tronar como el sonido de truenos y relámpagos cuando es adecuado para hacerlo. La
naturaleza pecaminosa también tiene dos lados. Es bulliciosa cuando debe estar tranquilo, y es
tranquila y tímida cuando debe gritar con toda su fuerza.
“Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.”
Números 12: 3. Sin embargo, al ver el becerro y las danzas el arrojó las tablas de sus manos y las
quebró. (Éxodo 32:19) Jesús, que nos rogó que aprendiéramos mansedumbre de Él, ardía con
tanto celo que volcó las mesas de los cambistas y los echó del templo con un azote. (Juan 2: 13-17)
No andes buscando mansedumbre en tales situaciones. Podemos estar seguros de que está
presente en la vida de las personas espirituales; pero en ocasiones como esa, otros atributos
divinos son más prominentes por la sencilla razón de que son más apropiados.
Debemos recibir con mansedumbre las palabras implantadas en nosotros. (Santiago 1:21) Cuando
la palabra nos juzga y nos castiga; cuando divide entre el alma y el espíritu, y las coyunturas y los
tuétanos; cuando nos aplasta y nos humilla; cuando nos quita; cuando nos pone al descubierto –
entonces es vital estar callado y manso y admitir que la palabra es correcta. ¡Entonces tenemos
que mantener la boca cerrada en lugar de responder, defendernos y perdonarnos a nosotros
mismos! Entonces seremos conducidos más lejos en el camino de la vida; seremos cada vez más
embellecido con la salvación, paso a paso.
Este artículo está traducido del noruego, y fue publicado por primera vez como parte del libro “The
Way of Life”(El Camino de Vida) en enero de 1935. Se ha adaptado a este formato. © Derecho de
Autor Stiftelsen Skjulte Skatters Forlag
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960.
Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.