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¿Donde se originó la enfermedad?

1. Desde la caída del hombre en el jardín del Edén, la enfermedad


ha sido una terrible realidad. Por milenios la búsqueda de curas
para aliviar enfermedades y sufrimiento ha ocupado a la
humanidad. La enfermedad y la muerte han afligido y finalmente
conquistado a toda persona desde Adán. Solamente Enoc y
Elías se han escapado de la muerte (Génesis 5:24; 2 Rey 2:11).
Solamente Jesús la ha conquistado y ha resucitado en gloria.
1) Respuesta. La enfermedad y la muerte física son uno de los
resultados del pecado de Adán y Eva. (Génesis 2:15-17; Gén
Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de
Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios
al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás;
porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. 3:5, sino
que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos
vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 17-
19 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer,
y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de
él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella
todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y
comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás
el pan hasta que vuelvas a la).
2) Respuesta. Adán llegó a ser pecador por pecar y desde
entonces todos los hombres han pecado porque son pecadores.
(Romanos 5:12-19).
Conclusiones:

1. No todos los males presentes son el resultado de los pecados


presentes, es decir, es erróneo declarar que tanto pecado es
igual a tanta enfermedad o afirmar que toda enfermedad actual
viene del pecado que es pecado personal.
2. Los padecimientos de muchos creyentes no están en ninguna
manera relacionados con su pecado personal.
3. Algunas enfermedades resultan del pecado personal y Dios
puede usar aquellas como medio de juicio.
RESULTADOS DE LA ENFERMEDAD
1. La enfermedad puede glorificar a Dios (2ª Corintios 12:5-10).
2. La enfermedad puede vindicar a Dios (Job 1:1-12ª, 20-22, 2:4-5,
10).
3. La enfermedad puede ser correctiva (Núm. 12, Deuteronomio
28:20-22 Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y
asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que
seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus
obras por las cuales me habrás dejado. Jehová traerá sobre ti
mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras
para tomar posesión de ella. Jehová te herirá de tisis, de fiebre,
de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y
con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.).

4. La enfermedad puede conducir a Dios (1ª Juan 5:16; Si


alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de
muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen
pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el
cual yo no digo que se pida. Juan 5:1-9; Hechos 3:1-10).
5. La enfermedad puede trasladarnos al cielo (Hebreos 9:27; Y
de la manera que está establecido para los hombres que mueran
una sola vez, y después de esto el juicio 2ª Corintios 5:1-8;
Filipenses 1:21-23; Salmos 116:15 Estimada es a los ojos de
Jehová La muerte de sus santos).
Conclusiones:

1. En algunos casos Dios usa la enfermedad como una maestra y


permite la enfermedad por razones de Él bien conocidas: Dios
puede usar la enfermedad para enseñar algunas valiosísimas
lecciones.
2. El mayor deseo de Dios es cuanto a sus hijos es que no yerren
en lo que es el asunto más vital de la vida, a saber, el estrecho
compañerismo con su Hijo amado: Jesucristo.
3. Dios tiene más interés en la salud espiritual que en la salud
física.
¿QUÉ ES LA SANIDAD DIVINA?
1. Toda sanidad es divina. Aunque sean los médicos quienes
vendan las heridas o quienes prescriben los medios para obtener
la curación, es en realidad el poder de Dios lo que efectúa la
curación mediante uno o más de los métodos siguientes:
1) Naturalista (sin intervención humana)
2) Medicinal (médicos) Método Quirúrgico (operaciones)
3) Psíquico (enfermedades psicosomáticas)
Conclusiones:
1. Dios es el artífice que creó el cuerpo humano y seguramente es
perfectamente capaz de saber como restaurarlo para que siga
siento útil porque Él es poderoso para hacer cualquier cosa, y el
toque de su mano para restaurar el cuerpo humano es apenas lo
menos que Él puede hacer.
2. Dios retiene el poder para dar fin a las enfermedades y restaurar
la salud, utilizando uno o más de los métodos susodichos o
haciéndolo directamente: es decir, la sanidad mediante el toque
milagroso de Dios mismo sin el uso de ningún medio humano,
sino efectuada simplemente por el toque directo de la propia
omnipotencia de Dios.
DIOS SANA USANDO MEDIOS DIOS SANA SIN MEDIOS
2° Reyes 20:1-7 “el caso de Ezequías” masa de higos
Marcos 3:1-5 “el hombre que tenía la mano seca” sin medios
Marcos 8:22-26 “El ciego de betsaida” saliva
Mateo 8:1-4 “el leproso” el poder de Dios
Juan 9:6 “el ciego de nacimiento” lodo con slivs
Mateo 8:14-14 “la suegra de Pedro”
Conclusiones:
1. Dios no estaba sujeto a ninguna forma escogió sanar a través
de agencias, particular de sanidad y no estaba instrumentos o
medios. Confinado al uso de medios para la salud corporal.
2. Dios quiere y puede sanar. Dios es capaz de sanar sin usar o
usando medios si él escoge hacerlo así. Agencias intermedias o
tratamientos de ninguna clase, o y sin el uso de ningún medio
físico.
¿DIOS SIEMPRE SANA?
Hechos 14:8-10 “pablo sanó al cojo de nacimiento”
Hechos 28:7-8 “Pablo sanó el padre de Publio”
2ª Corintios 12:7-10 “Pablo menciona aquí un aguijón en la carne”
2ª Timoteo 4:20 “Pablo menciona a uno de sus compañeros que
estaba enfermo”
Filipenses 2:25-30 “Epafrodito se enfermó y casi muere”
1ª Timoteo 5:23 “Pablo no sanó a Timoteo”
Conclusiones:
1. El plan de Dios incluye algunas veces la enfermedad y no
siempre es la voluntad de Dios dar la salud.
2. Algunas veces Dios tiene un propósito al permitir la enfermedad
y la enfermedad es, con mucha frecuencia, el instrumento de
Dios para llevar a cabo su propósito.
3. El acercarse al trono de la gracia en demanda de salud
solamente para recibir una respuesta negativa no es evidencia
de que haya habido fracaso por parte del creyente.
¿ES UN REQUISITO TENER FE PARA LA SANIDAD?
DIOS SANA EN RESPUESTA A LA FE DIOS SANA SIN FE
Mateo 8:1-4 “leproso”
Hechos 3:1-10 “El cojo de nacimiento”
Mateo 9:20-22 “La mujer con el flujo de sangre”
Mateo 17:14-21 “El muchacho lunático”
Mateo 9:27-31 “Los dos ciegos”
Juan 5:1-13 “El paralítico de Betesda”
Mateo 15:21-28 “La mujer cananea”
Lucas 22:50-51 “Pedro cortó la oreja”
Marcos 2:1-5 “Los cuatro amigos del paralítico”
Marcos 5:1-20 “El endemoniado gadareno”
Marcos 10:46-52 “El caso del ciego Bartimeo”
Mateo 4:23-24 “Los enfermos en Galilea”
Conclusiones:
1. Nunca vino alguien a Cristo con fe; Jesús no demandó fe como
requisito creyendo y fracasó en recibir la indispensable para
conceder la salud bendición que había venido porque efectuó
algunas de sus curaciones buscando sin la menor referencia a
la fe.
2. No hay duda de que Dios honra la fe; Aunque la fe es una
cualidad muy porque en muchas ocasiones el Señor deseable,
pero no es un requisito ejerció su poder sanador en respuesta
absoluto para la sanidad. a la fe de quienes estaban enfermos.
¿ESTÁN FUERA DE LUGAR MÉDICOS Y MEDICINAS?
1. Aunque la Biblia enseña que Dios sana definitivamente, la
Escritura también da amplia evidencia de que los cristianos
deben ir a los médicos. Isaías 38 relata la historia de cómo un el
rey Exequias estaba mortalmente enfermo. El rey lloró
amargamente y suplicó al Señor salud en su oración. Dios le
concedió su petición, pero es de llamar la atención cómo
tuvo lugar la sanidad en el v. 21. Hay que preguntarnos:
¿por qué fue necesaria una cataplasma si Dios concedió
sanidad?
2. Aquí Dios estaba estableciendo un principio: Cuando te
enfermes, haz dos cosas, ora por tu salud y ve al médico. El
Señor confirmó la misma idea en Mateo 9:12. Al oír esto Jesús,
les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los
enfermos Jesús estaba hablando del problema del pecado, pero
estaba usando una analogía que todos entendieron. Los
enfermos necesitan un médico. Por esas palabras, nuestro
Señor afirmó que el tratamiento médico es consistente con la
voluntad de Dios
Conclusiones:
1. La falta no es la de buscar a los médicos, sino la de no buscar a
Dios.
2. En las Escrituras no se halla la menos palabra de condenación
para la profesión médica y el uso de medicinas para obtener la
salud.
3. Nada hay de malo en solicitar la ayuda de los médicos, pero el
creyente no debe depender solamente de ellos ni de las
medicinas, su confianza debe estar primariamente en Dios.
4. El poder curativo del Señor no está limitado en ninguna manera
a los remedios médicos. Él puede sanar tan fácilmente con
medicinas como sin ellas. La verdad es, sin embargo que Dios
sana algunas veces por medio de los médicos y sus medicinas.
¿QUÉ DEBE HACER CADA CRISTIANO CUANDO ESTÁ
ENFERMO?
1. Debemos reconocer que Dios es soberano y que mantiene el
control sobre nuestra vida momento por momento tanto en la
enfermedad como en la sanidad (Deuteronomio 32:39Ved ahora
que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo
hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi
mano).
2. Debemos determinar si la enfermedad es el resultado del pecado
continuo y no confesado en nuestra vida (Juan 16:8; Y cuando él
venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
1ª Juan 1:7-9 pero si andamos en luz, como él está en luz,
tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su
Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos
pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está
en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.).
3. debemos por la fe, entregar todo el asunto de nuestra
enfermedad al Señor mientras esperamos con paciencia su
respuesta y experimentamos su paz (1ª Pedro 5:7; echando toda
vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Filipenses 4:6-7Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas
vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús).
4. Debemos orar por la sanidad y buscar al mismo tiempo la
atención médica (2ª Corintios 12.8; respecto a lo cual tres
veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Hechos 28:8-9Y
aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de
fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber
orado, le impuso las manos, y le sanó. Hecho esto, también los
otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran
sanados;).
5. Debemos pedir al Señor que experimentemos la suficiencia de
su gracia mientras de buena gana aceptamos su respuesta sea
lo que sea (2ª Corintios 12:9-10Y me ha dicho: Bástate mi
gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto,
de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para
que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a
Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades,
en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil,
entonces soy fuerte.).
Conclusiones:
El principio es claro: cuando nos enfermemos necesitamos orar;
debemos buscar ayuda de doctores competentes y debemos
descansar en la perfecta voluntad de Dios, de todo corazón. Después
de todo, la adversidad es para nuestro bien con el tiempo (Santiago
1:2-4; Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en
diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce
paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis
perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. 1ª Pedro 5:10 Mas el
Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo,
después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os
perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.). En enfermedad, como
en todo lo demás, el cristiano debe mantener una perspectiva bíblica y
procurar glorificar a Dios. Dios sana en su propio tiempo, por sus
propios medios, para su propia gloria y de acuerdo con su propia
voluntad y placer soberanos.
¿HAY SANIDAD EN LA EXPIACIÓN?
La enseñanza básica del movimiento moderno de sanidad es que, al
morir Cristo en la cruz del calvario, no sólo llevó nuestros pecados sino
que tomó también nuestras enfermedades. Consecuentemente,
argumentan que es tan fácil ser sanando de enfermedades corporales
como lo es ser perdonado de los pecados y está enseñanza afirma
que cualquiera puede ser sanado de cualquiera enfermedad en
cualquier tiempo con la sola condición de que llene los requisitos
exigidos que son la confesión de pecado y el ejercicio de la fe.
I. Texto:
Isaías 53:4-5 V. 3. (Fue) Despreciado y abandonado (a muerte) (entre)
varones varón de dolores, conocido en aflicción, y como que
escondimos (completamente) el rostro de él, (fue) menospreciado y no
le creímos (consideramos, reconocimos, estimamos). V.4. Sin
embargo (a pesar de todo), él nuestras enfermedades llevó y él
nuestros dolores soportó y nosotros le consideramos golpeado, herido
de Dios y humillado. 5c. y por su llaga fuimos sanados.
II. Versiones del texto
KJ Isa 53:4 Con seguridad él ha llevado nuestros pesares, y llevado
nuestros dolores: todavía nosotros estimamos él herido, golpeado con
violencia de Dios, y afligido. Isa 53:5 Pero él estaba herido por
nuestras transgresiones, él se machucó por nuestras iniquidades: el
castigo de nuestro paz estaba en él; y con su herida nosotros somos
sanados.
LXX Isa 53:4 Él llevó nuestros pecados, y se dolió para nosotros:
todavía nosotros lo consideramos estar en problemas, sufriendo y en
aflicción. Isa 53:5 Pero él fue herido a causa de nuestros pecados, y
se machucó por a nuestras iniquidades: el castigo de nuestra paz
estaba en él; y por sus llagas nosotros fuimos sanados.
DHH 53:4 Y sin embargo él estaba cargado con nuestros sufrimientos,
estaba soportando nuestros propios dolores. Nosotros pensamos que
Dios lo había herido, que lo había castigado y humillado. 53:5 Pero fue
traspasado a causa de nuestra rebeldía, fue atormentado a causa de
nuestras maldades; el castigo que sufrió nos trajo la paz, por sus
heridas alcanzamos la salud
BJ 53:4 ¡Y con todo eran nuestras dolencias las que él llevaba y
nuestros dolores los que soportaba! Nosotros le tuvimos por azotado,
herido de Dios y humillado. 53:5 El ha sido herido por nuestras
rebeldías, molido por nuestras culpas. El soportó el castigo que nos
trae la paz, y con sus cardenales hemos sido curados.
RVA 53:4 Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió
nuestros dolores. Nosotros le tuvimos por azotado, como herido por
Dios, y afligido. 53:5 Pero él fue herido por nuestras transgresiones,
molido por nuestros pecados. El castigo que nos trajo paz fue sobre él,
y por sus heridas fuimos nosotros sanados.
III. Interpretación.
En el hebreo el verbo no describe el tiempo, sino la acción. Hay dos
tipos: el completo (perfecto) y el incompleto (imperfecto). los verbos
“llevó nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores”, son verbos
perfectos, es decir, una acción realizada completa, en el pasado. El
profeta veía como cumplida la promesa de “un médico que podría
sanar integralmente al hombre, pero sobre todo (este es el énfasis de
todo el pasaje) del pecado que lo aleja de Dios”, pues como dijo
alguien por ahí: Un hombre sano no necesariamente es feliz, pero un
hombre perdonado sí lo es”.
53.4 Llevó él nuestras enfermedades: El significado es, que aquellos
que habían despreciado y habían rechazado el Mesías, había errado
grandemente condenándolo a causa de sus sufrimientos y humillación.
En otras versiones, el sentido es de sostener y llevar, levantando,
llevando, como cuando uno quita una carga de los hombros de otro, y
en él propio. La palabra na^s’a ‘significa propiamente “subir, alzar,
para levantar.” No puede significar que el Salvador tomó esas
enfermedades literalmente en él, y puede ponerse enfermo en el lugar
del enfermo, se volvió un leproso en el lugar del leproso, o era él
poseído con un espíritu malo en el lugar de aquellos que fueron
poseídos Mat. 8:16, pero debe significar que él se los llevó por su
poder, y, cuando era, los alzó y los quitó. Para cuando se dice Isa.
53:12 que él ‘desnudan los pecados de muchos, ‘ que no puede
significar literalmente que él tomó esos pecados en cualquier tal
sentido como que él se volvió un pecador. Este verbo significa «tomar
sobre sí mismo», o «llevar una carga»; una obvia referencia al
sufrimiento vicario de Cristo. Nuestros dolores: Estas palabras aluden
a enfermedades, tanto espirituales como físicas. Herido de Dios: El
sufrimiento del Siervo es parte del plan de salvación de Dios.
53.5 Rebeliones… pecados: La causa de su sacrificio vicario.
Nuestras: El pronombre es enfático: Sufrió por los pecados y
enfermedades de la humanidad (v. 6). Llaga… curados.
¿Hablaba Isaías de sanidad física? Un estudio del libro de Isaías
muestra que el profeta estaba hablando de la sanidad espiritual que
Israel necesitaba desesperadamente. Veamos lo que nos dice Isaías
1:4-6. Cuando Isaías habla del siervo sufriente por cuyas heridas
Israel será sanado, está hablando de sanidad espiritual, no física. Y
cuando dice la Biblia: “Él llevó nuestras enfermedades” no hay
violación del principio literal al reconocer que se refiere a la
enfermedad de nuestras almas.
I. Texto:
Mateo 8:17. El mismo llevó nuestras enfermedades y soportó los
dolores. En el griego es muy similar, los verbos expresan la acción no
el tiempo. Llevó y soportó en Mt. 8:17, son verbos aoristos, es decir,
una acción realizada en el pasado.
II. Versiones del texto.
Biblia en Lenguaje Sencillo Mateo 8:17 Así, Dios cumplió su promesa,
tal como lo había anunciado el profeta Isaías en su libro: «Él nos sanó
de nuestras enfermedades».
DHH Mateo 8: 17 Esto dijo para que se cumpliera lo que anunció el
profeta Isaías, cuando dijo: “Él tomó nuestras enfermedades y cargó
con nuestras dolencias.”
RVA Mateo 8:17 de modo que se cumpliese lo dicho por medio del
profeta Isaías, quien dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades y
cargó con nuestras dolencias.
III. Interpretación.
Mateo alude al hecho de que en un sentido Cristo llevó nuestras
enfermedades por la simpatía de su Señor, mientras que Hebreos 4:15
revela que Cristo sí puede simpatizar con nosotros por causa de su
propia tentación. Él no quita nuestras enfermedades, pero simpatiza
con el dolor que tenemos por ellas. Una cita de Isa.53:4. no está claro
en qué sentido Mateo aplica las palabras en Isaías si en el sentido
preciso del hebreo o de una manera independiente.
Moffatt lo traduce: “Él se llevó nuestras enfermedades y llevó la carga
de nuestras enfermedades.”
Goodspeed lo pone: “Él tomó nuestra enfermedad y llevó lejos
nuestras enfermedades.”
Deissmann piensa que Mateo ha hecho una interpretación libre del
hebreo, ha desechado la traducción de la LXX y ha transpuesto los
dos verbos hebreos para que el uso de Mateo: “Él tomó en él nuestros
dolores, y llevó nuestras enfermedades.” Se sostiene que “es
imposible, y también innecesario, para entender lo que el evangelista
quiso dar a entender por ‘tomó (elaben) y desnudo (bastasen) debe
significar por lo menos ese Cristo quitó los sufrimientos de las
víctimas. Él apenas puede haber querido decir que las enfermedades
se transfirieron a Cristo.” Bastazo, ocurre libremente con el sentido de
alzamiento, lleve, soporte, lleve lejos hurte. Este pasaje es la piedra
angular de la teoría de la sanidad en la expiación. Se enseña que en la
expiación de Cristo incluye provisión para la salud corporal. Por lo que
hemos considerado la palabra bastazo permitiría ese significado
posiblemente, pero yo estoy de acuerdo que el pasaje, como lo usa
Mateo, no tiene nada que ver con la sanidad en la expiación. Lo que
Mateo está diciendo es que Jesús muestra su simpatía con nosotros.
“La simpatía de Cristo con las víctimas era tan intensa que él
realmente sentía sus debilidades y dolores.” Finalmente, la expiación
curará nuestras enfermedades cuando haya acabado su obra final de
glorificar nuestros cuerpos. Así que sí hay sanidad en la expiación,
pero solamente en un aspecto final de gloria eternal en el cielo (Ap.
21:4).
I: Texto:
1 Pedro 2:24.
II. Versiones del texto.
1ª Pedro 2:24 DHH 1 Pedro 2:24 Cristo mismo llevó nuestros pecados
en su cuerpo sobre la cruz, para que nosotros muramos al pecado y
vivamos una vida de rectitud. Cristo fue herido para que ustedes
fueran sanados.
Biblia en Lenguaje Sencillo 1 Pedro 2:24 Cristo hizo suyos nuestros
pecados, y por eso murió en la cruz. Lo hizo para que nosotros
dejemos por completo de hacer el mal y vivamos haciendo el bien.
Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados.
RVA 1 Pedro 2:24 El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo
sobre el madero a fin de que nosotros, habiendo muerto para los
pecados, vivamos para la justicia. Por sus heridas habéis sido
sanados.
BJ 1ª Pedro 2:24 el mismo que, sobre el madero, llevó nuestros
pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados,
viviéramos para la justicia; con cuyas heridas habéis sido curados.
III. Interpretación.
Por quien su herida se sanaron (ou tw mwlwpi iaqhte). De Isa.53:5.
Primero, el aoristo pasivo indicativo de iaomai, un verbo común para
sanar (Santiago 5:16) y el caso instrumental de mwlwy, una palabra
rara (usada por Aristóteles, Plutarco) para llaga o una herida
sangrienta, aquí sólo aparece en el N.T. (Cf. 1ª Pe.1:18). Escribiendo a
esclavos que pueden haber recibido cosas así por una herida, la
palabra de Pedro es eficaz. No hay mención de sanidad física en este
versículo o en los versículos inmediatamente cercanos. En versículo
dice que cuando Cristo murió en la cruz llevó nuestros pecados en su
propio cuerpo, no nuestras enfermedades. El texto dice “Por sus
heridas habéis sido sanados.” El tiempo pasado señala justo a la cruz,
donde el alma de la humanidad, enferme de pecado, fue sanada. El
versículo no dice: “por sus heridas seréis continuamente curados de
vuestra dolencia física.” Al revisar otras partes de la Biblia
descubrimos una verdad importante: Nuestras almas han sido
redimidas pero nuestros cuerpos todavía no han alcanzado un estado
de gloria Rom. 8:23. El versículo nos dice que todavía vivimos en un
cuerpo afectado por la caída. Todavía estamos sujetos a la
enfermedad y a otras dolencias, pero no hay garantía de liberación de
la enfermedad en esta vida.

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