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1.

Contenido de la obra
I. Justicia. felicidad. orden social justo.
1. La justicia es una característica posible pero no necesaria del orden social. Para que
haya orden social no es imprescindible la justicia.
2. Un hombre será considerado justo para el orden social cuando sus actos concuerden
con el orden social que se haya considerado justo.
El orden social será considerado justo cuando regle la conducta de los hombres de
modo que todos queden satisfechos y logren la felicidad.
Al parecer de Platón la justicia se identifica con la felicidad: "sólo el justo es feliz y
desdichado el injusto".
La felicidad individual, generalmente, depende de necesidades que no llegan a ser
satisfechas por ningún orden social.
La naturaleza no es justa y no existe orden social que pueda reparar por completo esta
injusticia.
3. No puede existir un orden social justo que garantice la felicidad de todos, ya que
generalmente la felicidad de uno modificará la felicidad de otro.

Se debe entender por felicidad en sociedad la satisfacción de ciertas necesidades


tenidas en cuenta por la autoridad social. Esta definición de felicidad difiere
totalmente con el sentido del término felicidad, el cual es profundo y subjetivo.
4. La justicia individual y subjetiva al convertirse en una satisfacción de necesidades
socialmente aceptadas sufre una transformación similar a la de la libertad individual
para llegar a ser una libertad en sentido social.
Un orden social será justo cuando garantice la libertad individual.
La idea de justicia se transforma de un principio que garantiza la libertad individual
de todos en un orden social que protege determinados intereses considerados
escenciales por la mayoría de los miembros de la sociedad.
4. El orden social justo tampoco será posible si se entiende que deberá lograr la mayor
felicidad posible del mayor número posible de miembros de la sociedad, porque lo que
haga felices a algunos en determinados aspectos, producirá infelices en aspectos
distintos y viceversa. (Jeremias Bentham)
5. El problema se produce cuando aparecen intereses en conflicto, debido a diferentes
escalas de valores que manejan los miembros de una sociedad; aquí es cuando actúa
la justicia.

2. Ejemplos de diferentes escalas de valores.


1. Para algunos hombres la vida es el valor supremo; para otros no. Un ejemplo de esto
tenemos al encontrar opiniones contrarias sobre la pena de muerte o el servicio militar.
"Resulta imposible decidirse de manera científico racional por cualquiera de estos juicios de
valor; la resolución estará a cargo de nuestra conciencia, de lo emocional".
2. Para un esclavo no será tan simple decidir si vale más la vida o la libertad.
3. Para algunas personas será preferible un sistema económico libre y para otros
una economía planificada; esto tendrá que ver según el valor libertad individual o el
valor seguridad económica de cada uno.
4. ¿Tiene el médico que decirle la verdad al enfermo terminal o debe mentirle por
compasión?. Esto se resolverá de acuerdo al valor que la persona le atribuya a la verdad y a
la compasión.
5. Según Platón, en ciertos casos, el justo puede ser infeliz y el injusto feliz. Sin embargo
cree que es preciso que los ciudadanos sometidos a la leypiensen que sólo es feliz el justo.
Por esto Platón justifica el mentir del estado cuando garantiza la obediencia de la ley y
acepta que para el gobierno la justicia, o sea lo legal, se encuentre por encima de la verdad.
6. "La respuesta tendrá siempre un juicio subjetivo".
3. Sistema de valores. Valor supremo. Justificaciones condicionadas.
Justificaciones absolutas.
1. Hay un solo sistema de valores, resultado de influencias individuales recíprocas dentro de
un grupo dado y en determinadas situaciones económicas, pero esto no implica que no
puedan existir juicios de valor contradictorios.
2. Respecto al valor supremo no puede darse una respuesta racional, sino que se emite un
juicio subjetivo como norma de validez absoluta.
El ser humano posee la necesidad profunda de justificar su conducta.
3. Al hombre sólo se le hace posible justificar los medios cuando logra determinado fin. No
se podrá especular con un fin determinado cuando los medios se refieran específicamente a
fenómenos sociales.
"El fin justifica los medios; en cambio, los medios no justifican el fin".
Nuestra conducta se ve justificada por el fin último y supremo, el cual, no es medio para
otro fin.
4. La justificación de una conducta humana para lograr un fin, es un justificar condicional;
depende de que el fin esté justificado o no: "la democracia es una forma de gobierno justa
pues asegura la libertad individual".
5. La conciencia del ser humano no se contenta con justificaciones condicionales, sino que
pide una justificación absoluta; o sea; que la conducta coincida con un valor absoluto. No
puede lograrse esta justificación por medios racionales.
6. El ser humano necesita de una justificación absoluta, esto es la justicia absoluta en
la religión y la metafísica; esto significa que la justicia se basa en una autoridad
sobrenatural inaccesible al conocimiento humano: el hombre cree en Dios, ser supremo de
justicia absoluta. Pero hay también quienes no aceptan la solución metafísica del problema
de la justicia y tratan de definirla de manera racional y científica; todos ellos se
autoengañan.
En cuanto a teorías sobre la justicia, pueden ser reducidas a lo metafísico-religioso por un
lado y a lo pseudo-racionalista por otro.
4. Teoria de las ideas. Principio del amor.
1. Platón en su teoría de las ideas, expone que las ideas existen en un mundo inaccesible
para los hombres. Los hombres se manejan con la idea del bien absoluto y ésta conlleva la
idea de justicia.
2. La filosofía de Platón se acerca a la prédica de Jesús en cuanto a justicia se trate. Jesús
proclama una justicia basada en el amor. La justicia de Jesús está más allá del sentimiento
humano que llamamos amor; sino que se trata del amor de Dios. Este amor es limitado para
la razón humana.
5. Principio racionalista. Principio de represalia. Principio de igualdad.
Principio de igualdad ante la ley. Principio comunista. Principio de regla
de oro.
1. El tipo racionalista está representado por la sabiduría popular y sostiene que la justicia es
dar a cada cual lo suyo. Pero... ¿qué puede considerar cada cual lo suyo?.
La fórmula "a cada cual lo suyo" puede servir para justificar cualquier orden social que la
costumbre o un legislador hayan establecido.
2. El principio de represalia define a la justicia como: bien por bien, mal por mal; pero esto
plantea otro interrogante: ¿qué es lo bueno y qué lo malo?.
Este principio falla al depender de cada pueblo y época para determinar el parámetro de la
justicia.
3. El principio de igualdad establece que todos los hombres son iguales por naturaleza. Este
supuesto es totalmente falso dado que todos los hombres son muy distintos. Este principio
requiere que se omitan ciertas desigualdades al otorgar derechos e imponer deberes.
¿Cuáles son entonces las diferencias que deben tenerse en cuenta y cuáles no?. Por lo tanto
puede sostenerse que este principio se encuentra carente de contenido.
4. El principio de igualdad ante la ley se trata de un principio de juridicidad o legalidad al
cual no le interesa que el ordenamiento sea justo o injusto.
5. El principio comunista (Karl Marx) se ilusiona con una igualdad entre los hombres en
cuanto al factor trabajo-producto. Este principio no tiene en cuenta las diferencias de
capacidad de trabajo existentes entre los hombres, no siendo por lo tanto un derecho justo.
La verdadera justicia comunista se logra en una economía comunista donde el principio es:
de cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades.
¿Cuáles son las capacidades y cuáles las necesidades de cada uno?. Según Marx será la
autoridad social quien resuelva esta cuestión por principiosgenerales.
Entonces puede decirse que el principio comunista presupone una respuesta apropiada al
orden social. Pero ocurre que nadie puede prever el modo en que funcionará el orden social
comunista en el futuro. Por esto es que se considera una ilusión utópica.
6. El principio de la regla de oro establece: "no hagas a los demás lo que no quieras que te
hagan a tí". Este principio aborda muchas dificultades: a) si el prójimo no siente dolor,
entonces siente placer, y por ende, con frecuencia, cuando a uno se le da placer a otro se lo
perjudica; b) si nadie causara dolor, para qué está la justicia; c) cierta persona podría
excusarse diciendo que un determinado delito no le hubiese traído mayores complicaciones.
Todo esto desemboca en una regla de oro modificada: "condúcete con los demás como estos
debieran conducirse contigo".
Pero entonces... ¿cómo deben conducirse contigo?.
Como puede observarse, este principio cae en el absurdo en reiteradas oportunidades.
6. Principio del imperativo categorico de Kant.
1. Para Kant, la conducta humana es buena o justa cuando está determinada
por normas que los hombres que actúan dentro de una sociedad pueden o deben desear que
sean obligatorias para todos. ¿Cuáles son esas normas? cabe preguntarse; a esta pregunta
no da ninguna respuesta el imperativo categórico.
2. Todo precepto de cualquier orden social es conciliable con este principio ya que establece
que el hombre debe actuar con arreglo a las normas generales.
7. Principio etico de Aristoteles.
1. La de Aristóteles es una ética de la virtud; apunta hacia un sistema de virtudes entre las
cuales la justicia es la virtud más alta, la virtud perfecta.
Según Aristóteles la virtud es el punto medio entre dos extremos llamados VICIOS, el vicio
del exceso y el del defecto. Con esto Aristóteles da respuesta a la pregunta sobre qué es lo
bueno y qué lo malo.
La autoridad del orden social será quien determine qué es lo demasiado y qué lo poco y
cuáles son los extremos y por ende la virtud situada entre ambos.
Esta fórmula tautológica del medio finaliza diciendo que lo bueno es aquello que es bueno
para el orden social existente.
2. Para Aristóteles la conducta justa es el término medio entre hacer el mal y sufrirlo.
La justicia es lo contrario de la injusticia, que es aquello injusto para el orden moral positivo
y el derecho positivo. Es esto un aporte proteccionista para la ética aristotélica sobre su
posible falta de valor científico.
8. Teorias del derecho natural.
1. Al analizar la naturaleza encontraremos la conducta justa del hombre.
Si se cree que la naturaleza es creación divina, serán sus normas expresiones de la voluntad
divina, por lo tanto la teoría sobre el derecho natural adquiere un caracter metafísico.
Cuando se acepta que el principio de justicia se halla en la razón humana, estamos entonces
ante la teoría del derecho natural racionalista. La razón humana puede comprender y
describir, mas no ordenar. Querer encontrar en la razón normas de conducta, es una ilusión
como la de pretender extraer tales normas de la naturaleza.
2. Según Filmer, la autocracia, o sea la monarquía absoluta, es la única forma de gobierno
natural justa.
Según Locke, sólo la democracia puede ser considerada justa y la monarquía absoluta ni
siquiera puede ser considerada como forma de gobierno.
Para la mayoría de los representantes de la doctrina del derecho natural
la propiedad privada constituye un derecho natural y la propiedad colectiva, es decir
el comunismo, significa algo contrario a la naturaleza y a la razón, por lo tanto, injusto.
9. Justicia absoluta. Principio de relevancia. Democracia.
1. Racionalmente no puede encontrarse una norma de conducta que tenga validez absoluta.
La justicia absoluta configura una perfección suprema irracional.
La diversidad de intereses humanos tarde o temprano provocan conflictos de intereses,
para lo cual se plantean dos soluciones posibles: a) satisfacer a uno a costa del otro;
b) equilibrio entre ambos.
Si se entiende valor supremo por la paz social, el equilibrio será la solución justa.
2. El principio de la tolerancia va a ser el que permita que la teoría relativista de los
valores subsista.
3. La democracia es la forma de gobierno más favorecedora de la ciencia.
Definición de Kelsen sobre la justicia:
"La justicia es para mí aquello bajo cuya protección puede florecer la ciencia, y junto con la
ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia
de la democracia, la justicia de la tolerancia".
Conclusión personal
Creo conveniente antes que nada diferenciar algunos conceptos para intentar luego realizar
un análisis sobre la justicia entendida desde el enfoque social.
Kelsen, en el primer capítulo de su obra, hace mención a dos tipos diferentes de justicia:
una justicia individual por un lado y una justicia social por otro.
A mi entender sería en vano tratar de analizar la justicia individual, ya que no responde a la
realidad vivida hoy en día. Al decir "realidad" me estoy refiriendo a un mundo en el cual los
hombres conviven de acuerdo a un orden establecido por ellos mismos, un ORDEN
SOCIAL, y como tal, la justicia que tiene valor en dicho orden será de caracter social.
Con esto no estoy renegando de la existencia de la justicia absoluta, a mi parecer
fundamental, sino que entiendo que tanto la justicia individual como la social conllevan a
ésta; ya que todos los hombres se ven impulsados a justificar su conducta con un valor
absoluto.
Según mi opinión, esos valores absolutos o supremos que llevan a la justicia absoluta son
inaccesibles a nuestro conocimiento. La justicia absoluta para mí es una justicia basada en
la religión, en la que la autoridad se ve reflejada en un ser supremo: Dios.
A mi entender, un orden social será justo cuando todos y cada uno de los miembros regidos
por dicho orden sean acreedores de lo que merecen. Pero también creo que, debido a
diversos factores, este principio no deja de ser una ilusión utópica. Es por esto que creo
inapropiado hablar de un "orden social justo", y creo conveniente que los principios se
preocupen por lograr un orden social lo más justo posible, que pienso yo, se irá logrando a
medida que en la conciencia de los hombres se acreciente la idea de que el que obra de
buena fe en algún momento será beneficiado.

2. Introducción
Nosotros como estudiantes y próximos profesionales, tenemos sin duda alguna el deber de
saber y sobre todo entender a uno de los principios supremos del Derecho "la Justicia"
como el criterio fundamental a donde llegan o confluyen las distintas manifestaciones del
derecho y como principal fuente de inspiración de los sistemas y ordenamientos jurídicos
en las diversas partes del mundo, revistiendo de este modo en esencia un carácter universal.
Ante tal importante misión, pretendemos con el presente trabajo abarcar, si bien no la
totalidad de los campos de la justicia, las notas esenciales que nos permitan tener
un conocimiento y un criterio propio y valedero acerca de su importancia, contenido y su
vigencia en el mundo del derecho.
Para ello, hemos desarrollado algunos puntos referentes al proceso evolutivo por el que
atraviesa la justicia, y la manera de cómo fue concebida en el pensamiento de los
doctrinarios y filósofos, así como las diferentes concepciones de las corrientes teóricas.
Luego, pretendemos dar algunas definiciones de la justicia para finalmente describir las
diversas clases de justicia que teóricamente se han elaborado.
LA JUSTICIA

La Justicia a través de la historia


1.1. EN EL PENSAMIENTO ANTIGUO
Al remontarnos a los orígenes más remotos de la justicia encontramos que la concepción
que tenían los griegos acerca de la justicia revestía sin duda una gran peculiaridad. Así, por
ejemplo Sócrates la enfoca desde el conocimiento y la observancia de las leyes que
gobiernan las relaciones entre los hombres. Atisbó la diferencia entre lo justo y lo legal,
orientado esto último por el derecho positivo, expuesto a errores e iniquidades; y afirmado
lo primero en el derecho natural, en lo no escrito, en lo bueno y recto. Para Homero y
Hesíodo, poetas e imaginativos a la postre, la justicia, personificada en Temis, no es sino
una divinidad en la corte del Olimpo, aureolado por la divinidad. .
Por su parte, Platón y Aristóteles centran la justicia sobre la virtud. Para el primero es
aquella que mantiene la unidad, el acuerdo y la armonía. En cambio, para el otro filósofo
ofrece aspecto social, que impone a cada uno respetar el bien de los dernás.[1]
Para los primeros filósofos, la justicia es una virtud universal. Y ello se ve claramente
evidenciado en la obra Platón, La República, en la cual se dedica al estudio de lo Justo y lo
Injusto, concibió al Estado como un hombre grande (macroántropos);
una persona moral en todo semejante, excepto en las proporciones, a una persona humana.
Afirma que las facultades del hombre son, Inteligencia, la voluntad y los sentidos. A cada
uno de estas facultades le corresponde una virtud: a la inteligencia, la sabiduría; a la
voluntad, la fortaleza; y a los sentidos, la templanza. Estas virtudes accesorias son
armonizadas por la justicia que es una virtud total. En el hombre grande llamado Estado, la
inteligencia está representada por los filósofos, la voluntad por los guerreros, y los sentidos
por los artesanos. Conforme a las virtudes de estos estamentos, los filósofos deben
gobernar, los guerreros defender y los artesanos producir bienes materiales. Las virtudes
propias de cada una de estas clases sociales son armonizadas por la justicia a fin de que
cada uno cumpla con sus roles y actividades sin Invadir campos ajenos para evitar la
desorganización dentro del estado. Nada sería mas funesto para el Estadoque la Invasión de
los uno s en las funciones de los otros, que el carpintero pretendiera ejercer el oficio de
zapatero y el artesano quisiera elevarse a rango de guerrero; la usurpación de
los derechos de otro, azote del Estado, se llama injusticia; de la que nacen tres vicios
opuestos la ignorancia, la cobardía y la intemperancia.[2] En tanto que Aristóteles trata de
la justicia en su aspecto general y particular. Desde el punto de vista general o legal la
justicia es el punto de equilibrio entre los extremos caracterizados por los excesos y los
defectos. Este punto de equilibrio es el "justo medio", La justicia general es la virtud
perfecta; la mejor de las virtudes, pero no absoluta sino en relación a otro, así por ejemplo,
la misma justicia está entre la injusticia que se comete y la injusticia que se produce,
Ya Aristóteles hablaba de una justicia particular, que tiene dos formas: la justicia
distributiva, consistente en el reparto de bienes y cargas de acuerdo a méritos y
necesidades de cada uno; y la justicia diorética, que es una justicia correctiva, que pone
énfasis no en las personas sino en los bienes y cargas con el fin de equipar las prestaciones.
Este tipo de justicia a su vez presenta dos especies: conmutativa, que establece
una igualdad entre lo que se da y lo que se recibe; y judicial, que considera a los Iitigantes
en igualdad de condiciones, asumiendo el juez su rol de imparcial, que exige una paridad
dentro del daño y la reparación entre el delito y la pena .
"Cicerón, en los muchos pasajes de varias de sus obras en las cuales trata el tema de la
justicia, se refiere a ésta en función de las ideas siguientes: la justicia es algo que debe
realizarse en la sociedad humana consiente en atribuir a cada uno lo suyo".[3]
"Por su parte Santo Tomás de Aquino adopta la definición de justicia de Ulpiano que dice
que "es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo". La justicia
conjuntamente con la templanza, la prudencia y la fortaleza son las virtudes cardinales la
justicia implica una cierta igualdad, como lo demuestra su propio nombre porque se ajustan
las cosas que se igualan, y la igualdad es con otro".[4]
En la filosofía más antigua, nos recuerda Ross, la justicia es la virtud suprema, omni
comprensiva, sin distinción entre el Derecho y la moral. Justicia es el amor al bien o a Dios.
En este sentido el sermón de la montaña: "Bienaventurados los hambrientos y sedientos de
Justicia; porque en ella serán colmados". La justicia es igualdad en la distribución o reparto
de las ventajas y cargas. Este concepto fue formulado por los pitagóricos en el siglo IV a.C.,
quienes representaron a la Justicia con el número cuadrado, .en lo que Igual está unido a lo
Igual las ventajas o cargas a cuya distribución se adule pueden ser
salarlos, Impuestos, propiedad, castigo, derechos, deberes, etc.
1.2. EN EL PENSAMIENTO MEDIEVAL
En la edad media, la definición que se tenía acerca de la justicia era que es "una de las cosas
por que mejor y más enderezada mente se mantiene el mundo y es como fuente de donde
manan todos los derechos. La justicia es raigada virtud que dura siempre en las voluntades
de los hombres justos, y da y comparte a cada uno su derecho e igualmente. Establece los
siguientes mandamientos: Lo que viva el hombre honestamente; que no haga mal ni daño a
otro; que de su derecho a cada uno, y el que los cumple, hace lo que debe a Dios y así mismo
ya los hombres, con quien vive, y cumple y mantiene la justicia". [5](Texto que sigue la
manifestación practicada en el derecho romano).
1. 3. EN EL PENSAMIENTO ACTUAL
Actualmente cuando hablamos de justicia, nos referimos a la virtud que consiste en dar a
cada uno lo que le pertenece, considerada ésta como uno de las cuatro virtudes cardinales
(junto a la prudencia, fortaleza y templanza). A menudo creemos que la justicia debería ser
sinónimo de Derecho, pero la realidad de los hechos demuestra lo contrario, ya veces el
Derecho deja de ser justo por impulsos motivados en el ambiente. "Luchar por la justicia es
la lucha Interna del Derecho, decía JHERING, dejando en claro que el Derecho no es sino
un medio que sirve para garantizar los Intereses de la vida, ayudar alas necesidades,
realizar sus fines."[6]

Definición de Justicia
Son muchas las definiciones que se presentan al hablar de Justicia, pues, como bien dice
Perehman, de "entre todas las nociones prestigiadas, la justicia parece una de las mas
Irremediablemente confusas, desde hace miles de años todos los antagonistas en
los conflictos públicos y privativos, en las guerras, las revoluciones, los procesos, las
querellas de Intereses, declaran siempre y se esfuerzan por probar que al Justicia está de su
parte, que se Invoca a la justicia siempre que se recurre aun arbitro Inmediatamente uno se
da cuanta de la multiplicidad inverosímil de los sentidos que se dan a esta noción, y de la
confusión extraordinaria provocada por su uso".[7] Sin embargo, podemos mencionar las
mencionaremos las siguientes definiciones: Para Platón, "la justicia es una virtud superior y
ordenadora de las demás virtudes estableciendo entre ellas una relación armónica". Por su
parte Aristóteles dice lo Justo es lo igual y puesto que lo igual es un medio, la justicia será el
"Justo medio". Ulpiano expresa que "la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a
cada uno lo suyo" Para San Ambrosio la justicia es la madre fecunda de las demás virtudes.
Según San Agustín, "Dios es la frecuente de toda Justicia expresada en los mandamientos".
Santo Tomás manifiesta que la justicia es el hábito por el cual, con perpetua y constante
voluntad es dado a cada cual su derecho. Luego en el criterio de STAMMLER "la justicia es
una Idea de armonía permanente y absoluta de la conductasocial". Finalmente Werner
expresa que "el principio supremo de la Justicia consiste en asegurar a cada cual un espacio
de libertad dentro del cual pueda desenvolver su personalidad y transformarse de hombre a
persona la Justicia es la más expresiva e Impresionante, la más grandiosa y específica
manifestación de la moral sobre la tierra". [8]
2.1. ACEPCIONES DE LA PALABRA "JUSTICIA"
"La palabra justicia" ha sido usada en dos acepciones de diferente alcance y extensión,
Incluso por los mismos autores: por una parte la palabra "Justicia" se ha usado y se usa
para designar el criterio ideal o por lo menos el principal criterio ideal del Derecho
(Derecho natural, Derecho racional, Derecho valioso), en suma, la Idea básica sobre la cual
debe Inspirarse el Derecho. Mas por otra parte ha sido empleada también para denotar la
virtud universal comprensiva de todas las demás virtudes: Así por ejemplo, en ese sentido
lato para Platón la justicia es la virtud fundamental de la cual se derivan todas las demás
virtudes¡ pues constituye el principio armónico ordenador de éstas, el principio que
determina el campo de acción de cada una de las demás virtudes pues constituye el
principio armónico ordenador de éstas, el principio que determina el campo de acción de
cada fortaleza o valorpara la voluntad y de la templanza para los apetitos y tendencias
sentido estricto como pauta para el Derecho usa, asimismo la palabra "justicia" como
expresión de la virtud total y perfecto, de la cual dice que consiste en una medida de
proporcionalidad de los actos, la cual representa el medio equidistante entre el exceso y el
defecto".
2.1. LOS TRES ASPECTOS DE LA JUSTICIA
"En su sentido subjetivo, la justicia como virtud moral es la virtud suprema,
omnicomprensiva, la expresión del bien absoluto, la santidad, la perfección Individual del
ser humano. En sentido, se ha definido como "el hábito del alma, observado en
el interés común, que da a cada cual su dignidad", o "la constante y perpetua voluntad de
dar a cada uno lo que es suyo" (ULPIANO); O "el hábito según el cual, con constante y
perpetua voluntad, da a cada cual su derecho".[9]
"En su sentido objetivo la justicia como valor jurídico es la cualidad por la cual un acto
humano es justo, aun cuando no sea acompañado de ánimo de justicia, con tal que se
conforme al Derecho, la justicia es simplemente el ajuste de las relaciones sociales con el
ordenamiento jurídico a fin de hacer posible que la vida colectiva se lleve a cabo la menor
fricción posible, o sea, en paz la justicia consiste en dar a cada uno lo que le corresponde de
acuerdo a las condiciones Impuestas, no por la voluntad del agente, sino por el Derecho.
En su aspecto Ideal la justicia es el sentimiento que cada uno lleva consigo en cada lugar
y en cada época sobre como deben ser los actos humanos y el Derecho. La justicia existe
siempre como una Instancia crítica y valorativa del Derecho, éste no satisface los ideales de
Justicia más que parcialmente; el Derecho siempre es Imperfecto de la justicia. El Derecho
tiene en la justicia un fin superior que alcanzar, que persistentemente le sirva de meta y de
fundamento".[10]

Clases de Justicia
Como se ha venido diciendo a lo largo del trabajo, la justicia en su sentido subjetivo, se
refiere a la virtud, o Ideal, por cuanto corresponde dar a cada uno lo que le corresponde; y
es así como la justicia abraza a todas las demás virtudes.
3.1. JUSTICIA PARTICULAR
Es la que delimita y armoniza los interese individuales en la vida social de la comunidad o
Regula las relaciones de los individuos entre sí y las de la sociedad con ellos. Busca el bien
de los Individuos, sin perjuicio de lograr el bien común. Su necesidad deriva de la necesidad
de mantener el orden social. La justicia particular puede ser conmutativa o distributiva.[11]
3.1.1. JUSTICIA CONMUTATIVA
Tiene por objeto que exista igualdad entre lo debido y lo que se da; opera allí donde hay dos
magnitudes frente a frente. Por ejemplo: prestación -contraprestación.
3.1.2. LA JUSTICIA DISTRIBUTIVA
Opera donde varios (por lo menos dos), reciben de un tercero ventajas o la Imposición de
cargas. Es la debida por la comunidad a sus miembros. Debe estar auxiliada por otros
tres valores fundamentales: bien común, seguridad jurídica y orden público.
3.2. LA JUSTICIA SOCIAL
Tiene el propósito de realizar acciones que benefician a las clases más necesitadas y una
mejor distribución de la riqueza que produce un país para asegurar mejores condiciones de
vida. Se habla de justicia social para incidir en el hecho de que sus destinatarios son las
clases desvalidas y menesterosas.
3.3. LA JUSTICIA JUDICIAL
Es la justicia del caso concreto y lo propiamente del acto de Justicia. La justicia judicial
existe cuando el juez tiene que integrar el Derecho ante las lagunas de Ia ley, haciendo uso
de la analogía o de los principios generales del Derecho, con el fin de encontrar una
solución justa en el caso concreto.

El Derecho y la Justicia
A menudo estos dos términos aparecen como sinónimos, puesto que se aproximan hasta
confundirse casi por completo. Lo ideal es que el Derecho realice cada vez más la justicia
para que pueda afirmar la dignidad y libertad de todos. La justicia como Ideal orientador
del Derecho es un valor jurídico: el valor supremo de la justicia. No es un valor Individual,
sino un valor social. Es valor fundante de todos los demás valores jurídicos. Hans Kelsen
(19) hablando de Derecho y Justicia en su obra Teoría Pura del Derecho, dice: Sin duda, el
derecho positivo puede en ciertos casos autorizar la aplicación de normas morales. Es decir
que delega en la moral el poder de terminar la conducta por seguir. Puede desde que una
norma moral, la cual tiene una autonomía puramente formal. Luego agrega: el que
considera justo o Injusto un orden jurídico o alguna de sus normas se funda, a menudo, no
sobre una norma simplemente "supuesta" por él".[12]
"La justicia abstracta, como todos los grandes conceptos humanos o algo superiores a lo
humano, presenta tantas Interpretaciones como corrientes del pensamiento. Posee carácter
teológico en San Agustín, que lo define como Amor al sumo bien, o sea a Dios; se manifiesta
racionalista cuando Platón la basa en la actuación del propio obrar; de acento
exclusivamente jurídico es la ya transcrita definición justiniana; y hasta a sido plasmada
como fórmula matemática por los pitagóricos, que la representaban como el cuadrado de
un número, o multiplicación de este por sí mismo."[13]
En suma, y como ya se dijo, luchar por la justicia, es la lucha Interna del Derecho, y para
que éste cumpla con su cometido no es suficiente que sus operadores alcancen la excelencia
Intelectual, cerebral y racional; también es necesario que acompañen a ellas las virtudes,
cualidades o capacidades espirituales o éticas. Así es que la justicia, "es contemplada desde
el punto de vista del sujeto que la practica; se trata de una justicia subjetiva. Pero lo que
Interesa más al Derecho es el punto de vista objetivo de la justicia, esto es, la contemplación
del acto justo en sí mismo, prescindiendo de la persona que lo realiza, porque el Derecho no
se crea para promover la virtud entre los seres humanos, sino para asegurar la justicia en
las relaciones sociales... La justicia objetiva se Identifica con el Derecho que la realiza
obligando a dar a cada uno lo que le corresponde de acuerdo a las pautas de evaluación que
él contiene, conforme a las cuales se determina la categoría o clase, cuyos miembros deben
ser tratados con Igualdad. Son, pues, las normas jurídicas las que establecen la obligación
de dar a cada uno lo suyo, 10 que le corresponde por derecho."[14]
Aníbal Torres Vásquez, al referirse a la justicia subjetiva, .o sea justicia como valor, y la
justicia objetiva, o justicia como Derecho muestra su disconformidad al decir que pueden
coincidir total o parcialmente, o pueden ser opuestas, y para un mayor entendimiento pone
el siguiente ejemplo: "SI un juez dicta una resolución dando la razón a quien le corresponde
porque así lo dicta su conciencia y así está dispuesto por el Derecho, entonces se realiza la
justicia tanto en su aspecto objetivo como subjetivo. En cambio, un juez que en base a una
coima o la recomendación de un tercero o por temor a ciertos grupos de presión dicta una
sentencia dando la razón a quien realmente la tiene, para el Derecho, realiza un acto justo,
porque aplica correctamente la norma, pero para la moral ejecuta un acto Injusto, pues no
es virtuoso ni persigue la perfección individual". Esta sería pues una decisión justa en su
sentido objetivo, pero injusta en sentido subjetivo; es decir conforme al Derecho pero
Inmoral.[15]
4.1. LA JUSTICIA EN EL CAMPO JUDICIAL
Es decir, la justicia "orientada hacia el proceso, civil o penal, es principio que se va
afirmando con el correr del tiempo que nadie puede hacerse justicia por su mano, salvo
perder su derecho o empeorar su situación. No obstante existe una salvedad al caso y se
reconocen determinadas excepciones; como la legítima defensa, el derecho de perseguir al
ladrón infraganti y arrebatarle lo robado, el derecho de retención en ciertas situaciones
jurídicas."[16] .
4.2. SIMBOLISMO DE LA JUSTICIA EN EL DERECHO
La justicia, considerada como el poder de hacer que se ejecute lo que es justo, era
representada entre los antiguos bajo la figura de una matrona con ojos vivos y penetrantes,
para manifestar que los jueces deben examinar con toda exactitud los negocios que se les
someten, antes de pronunciar su sentencia; hoy se la representa con una venda en lo ojos,
una balanza en una mano y una espada en la otra, para denotar que obra sin acepción de
personas, que examina y pesa el derecho del las partes, y que tiene la fuerza para llevar a
efecto sus decisiones y hacer reinar el reino".[17]

La Justicia como una virtud


La justicia como virtud consiste en el hábito o voluntad firme, constante, perpetuo y libre de
ser humano de reconocer y otorgar el derecho de los demás. Persona justa es la que realiza
el bien que le Impone la virtud de la justicia. El acto virtuoso es por esencia libremente
determinado y por tanto voluntario. La persona virtuosa realiza perpetua y constantemente
actos justos.
"La justicia no puede ser contemplada solamente desde el punto de vista de la persona que
realiza actos justos, sino también desde la perspectiva de sus enlaces sociales. CICERON
dijo que "la justicia es un hábito del alma, observando en el Interés común, que da a cada
cual su dignidad". Si la, justicia consiste en dar a cada cual lo que le corresponde, entonces
la justicia, a diferencia de las demás virtudes, sólo comprende las relaciones
interindividuales. Por consiguiente, la justicia persigue tanto el perfeccionamiento
individual como el bien social, lo que la convierte en la virtud universal o general".[18]
La justicia como virtud es superior al Derecho; abarca. otras virtudes conexas: la religión,
que da a Dios el culto debido; la piedad, que tributa a los padres ya la patria los homenajes
merecidos; el respeto mediante el cual se honra a las personas dignas; la gratitud o
reconocimiento por los beneficios recibidos; la veracidad que impide el engaño y la
hipocresía; la liberalidad, que permite auxiliar a los demás y dar de sí en beneficio ajeno; la
afabilidad, que torna agradable la convivencia y se inspira en el amor al prójimo y en
respeto que le debemos. SI bien es cierto que el Derecho no concede acción para exigir el
cumplimiento de los deberes que se derivan de estas virtudes, pero tampoco se opone a la
realización de tales deberes, denominados obligaciones naturales". [19]
"El ser humano religioso, piadoso, respetuoso, grato, veraz, liberal, afable que da perpetua y
constantemente a los demás lo que le corresponde -culto, piedad, respeto, gratitud,
franqueza, ayuda, gentileza -es una persona justa. Pero mientras estas virtudes tienen como
término el propio sujeto que las realiza, la justicia tiene sentido social, se dirige hacia otra
persona. De ahí que la justicia se caracteriza por la alteridad, la reciprocidad y el
intercambio".[20]

La Justicia como ideal


La justicia no es solamente el ordenamiento positivo vigente, sino también el Ideal que el
Derecho aspira realizar. El ser humano tiene un sentido Innato de justicia inspirado en
el comportamiento de las personas y el ordenamiento jurídico".[21] Sin embargo la justicia
como ideal, resulta difícil de concretar en su realidad permanente. La justicia es un Ideal de
la verdad, tiene en la apreciación de los hombres distintos prismas, y es imposible
albergarla en una ley física, inmutable. Producto de la naturaleza humana, la justicia sufre
las mudanzas que le imprimen los distintos pereceres, los cambios de opinión, las diversas
apreciaciones de un fenómeno jurídico dado. .
"Como el ordenamiento jurídico no siempre coincide con la realidad social, es que puede
ser valorado de acuerdo aun nivel de justicia alcanzable por medio de la inteligencia y de la
razón. Este ideal que anida en la conciencia de cada persona (gobernantes, juristas,
políticos, etc.) al final se traduce en la opinión pública que aspira y presiona por el
perfeccionamiento de las normas que regulan el comportamiento.
La justicia como ideal nunca puede ser alcanzada totalmente, pero, como estrella polar
inasequible, es siempre orientadora del anhelo constante de perfeccionamiento del
Derecho.

Justicia y moral
"Cuando llamamos Justo algo, con esto queremos denotar que se trata de algo moralmente
bueno. Hago moral, en tanto en cuanto viene en cuestión solamente la justicia allí donde
opera la voluntad humana. Las cosas y los animales, en tanto que tales no pueden ser ni
justos ni Injustos. Por otra parte, es característico para la Justicia el hecho de que con este
vocablo no sólo se designa una voluntad humana, una Intención, una "virtud" sino también
relaciones estructuras e Instituciones creadas por los hombres. Esta primera mediación
pone ya manifiesto que mediante el concepto de justicia lo moral es ensanchado mas allá
del reino Inmediato de la voluntad; y que con este concepto se produce una cierta
objetivación o dosificación de lo moral".[22]

La Justicia y el amor
"A diferencia de lo que sucede con el amor, la justicia puede servir como norma allí donde
se trata de relaciones impersonales, de Instituciones, de leyes de ordenamientos. Porque la
justicia no tiene que ver con la persona misma, sino con la ,,' participación", que mana de la
persona, en algo diferente de ella, precisamente por eso el predicado "justo" o "Injusto" se
aplica no solamente a los hombres sino a todas aquellas relaciones Interhumanas,
ensambladas, en las cuales se regula la participación de los miembros de un todo social. Por
esa la Idea de justicia no pertenece a la ética de la persona, sino a la ética de las
ordenaciones o instituciones. Incluso la "virtud" llamada justicia es una virtud referida al
reino de las ordenaciones. Lo mas que se puede pedir a las ordenaciones, de las
instituciones, de las leyes, es que sean justas; mientras que por el contrario, del ser humano
se exige no sólo que se comporte con justicia frente a los demás hombres, sino también,
además con amor".[23]

Conclusiones
1. La justicia a través de la historia ha sido objeto de varias definiciones según el momento
histórico y según los autores;. Ello además tomando en cuenta las concepciones propias de
cada corriente filosófica, por ejemplo los positivistas concebían de manera un tanto
diferente a la justicia que los iusnaturalistas.
2. La justicia es el supremo ideal que consiste en la voluntad firme y constante de dar a cada
uno lo suyo. Aunque en la realidad la justicia como ideal, resulta difícil de concretar, pero
como estrella polar inasequible, es siempre orientada al anhelo constante de
perfeccionamiento del Derecho.
4. La justicia es una virtud superior al Derecho, puesto que abarca otras virtudes conexas,
como la religión, la piedad. Persona justa es la que realiza el bien que le Impone la virtud de
la justicia. Sin embargo el Derecho constantemente obliga a realizar actos justos con
prescindencia de la intención del agente. Esto indica que hay una conexión entre el Derecho
y al Idea de justicia, debiendo ser la decisión la aplicación correcta de una norma.
6. la justicia no es solamente el ordenamiento positivo vigente, sino también el Ideal que el
Derecho aspira realizar. El ser humano tiene un sentido Innato de justicia Inspirador del
comportamiento de las personas y del ordenamiento jurídico.
7. la justicia se divide por un lado en un sentido subjetivo o Justicia como virtud, y por otro
lado como justicia objetiva o Justicia como Derecho y siendo esta última la aplicación
correcta de una norma como cosa opuesta a la arbitrariedad, y en este sentido de Identifica
con el ordena miento jurídico que obliga a que los iguales sean tratados de la misma
manera.

Bibliografía
 ENCICLOPEDIA JURIDICA OMEGA. Editorial DRISKILL. S.A. Buenos Aires -
Argentina. 1978. Pág. 652 y s. T. XVII.
 CABANELLAS GUILLERMO: "Diccionario Enciclopédico Jurídico del Derecho
Usual" 2a Edición. Editorial HELIASTA S. R. L. Buenos Aires -Argentina. Págs. 65-
66.TV.
 OSSORIO Manuel: "Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y
Sociales". Editorial: HELIASTA, Buenos Aires -Argentina. 1988 Pág. 553.
 TORRES VASQUEZ, ANIBAL "Introducción al Derecho" PALESTA Editores.
Primera Edición. Lima -Perú 1999. Págs. 699- 710.
 COLEGIO DE ABOGADOS DE LIMA: "Justicia de Paz y Acceso a la Justicia",
(Foro Internacional) Ed. Instituto de Defensa Legal. Lima -Perú. 1999, págs. 11 -23.
 CASTILLO DAVILA, Melquiades: "Filosofía del Derecho". Editorial Fecal E.I.R.L.
Llma- Perú. 1999 pág. 771.
 INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS "IDERLEGIS" "Introducción a las
Ciencias Jurídicas". Ed. UPAO. Trujlllo- Perú. 1994. págs. 85 -88.

Autor:
Fany Marleni Abanto Marín

[1] Enciclopedia Jurídica "OMEBA " Significado de Justicia p. 65


[2] TORRES V ASQUEZ' ANIBAL "Introducción al Derecho" p. 702
[3] TORRES VÁSQUEZ, ANIBAL, "Introducción al derecho" p. 703
[4] Enciclopedia Jurídica "OMEBA ", p. 657
[5] Enciclopedia Jurídica Omeba p. 65
[6] Revista Jurídica del Norte. "Justicia y Sociedad” por Pedro Donaires Sánchez"
Deontología Forense Tercera Edición, Octubre, 1998. P. 33
[7] PERELMAN, CHAIM, De la justicia, traducción de Ricardo Guerra, cit. de HERMANN
PETZOLD PERNÍA " Algunas notas sobre la noción de justicia de Chaim Perehnan, en
Anuario de Filosofía Jurídica y Social", t. 3, Años 1983, Abeledo -Perrot, Buenos Aires, p.
213
[8] TORRES V ASQUEZ' ANIBAL, "Introducción al Derecho", Los Valores Jurídicos, P. 699
[9] TORRES VASQUEZ ANIBAL "Introducción al Derecho" Cap. XII Pg. 700
[10] TORRES VASQUEZ' ANIBAL ob. cit. p. 701 .
[11] TORRES V ASQUEZ. ANIBAL. "In1roducción al Derecho" p. 719
[12] HANS KEISSN "Teoria pura del Derecho" Editorial "JHACHlF' (987 p. 43 y 44
[13] Diccionario Jurídico " " p. 66
[14] TORRES VASQUEZ, ANIBAL, “Introducción al Derecho” p. 713
[15] TORRES V ASQUEZ ANIBAL, ob. cit. p.113
[16] Diccionario Jurídico ', p. 66
[17] Diccionario Jurídico cit. p. 66
[18] TORRES VASQUEZ; ANIBAL, "Introducción al Derecho" pp. 712 y 713
[19] TORRES VASQUEZ; ANIBAL ob.cit. P. 712 y 713
[20] TORRES VASQUEZ, ANIBAL ob. cit. p.713
[21] TORRES VASQUEZ, ANIBAL, "Introducción al Derecho” p. 713
[22] Enciclopedia "" Por el doctor Luis Recaséns Siches p. 652 -653
[23] Enciclopedia "OMEBA " Por el Doctor Luis Recaséns- Sinches ob. cit. Pg. 655

3Concepto de justicia:
El principio de justicia comprende el uso racional de los recursos disponibles que permita el
ejercicio pleno del derecho a la salud, que apunta no solo a los ciudadanos necesarios con
base en la dignidad de la persona, sino a las obligaciones de una macrobioética justa de
la responsabilidad frente a la vida amenazada y los derechos de futuras generaciones.
Justiniano caracterizó la justicia como el deseo constante y perenne de entregarle a cada
uno de los que es debido. La dificultad estriba en establecer que se debe a quién y por qué.
Este principio es básico por tener en cuenta al encarar la salud pública de una comunidad y
múltiples son las interpretaciones de las que de éste se derivan.
El principio de Justicia exige una distribución justa de los recursos en la procura del bien
"salud". A lo largo de un par de décadas ha ido discurriendo la Bioética sobre el significado
y el peso de cada uno de estos principios para lograr una buena práctica asistencial e
investigadora. Temas tan centrales para la vida humana como el consentimiento
informado, las directrices anticipadas o la confidencialidad han ido viendo la luz, pero
parece que en nuestros días sean las cuestiones referentes al principio de justicia las que
reclaman una especial atención, porque se encuentra en una situación de "alto riesgo" en
distintos países, y muy especialmente en el nuestro. Las acusaciones de ineficiencia y
despilfarro de que está siendo objeto el sistema de sanidad pública reclaman, sin duda,
reformas que apuesten por una mayor eficiencia en la gestión de los recursos, pero conviene
aplicar bien este discurso de la eficiencia y no acabar tirando al niño con el agua de la
bañera.
En realidad, la gestión sanitaria sólo será verdaderamente eficiente si se encuadra dentro de
un marco de justicia social que se comprometa a cumplir al menos dos requisitos: cubrir
unos mínimos universales de justicia sanitaria a los que no pueden renunciar
un Estado social y una sociedad que se pretenda justa, y percatarse de que para satisfacerlos
no bastan las reformas del sistema sanitario en sentido estricto, no bastan las medidas
económico-políticas, sino que es también necesario que la sociedad en su conjunto apueste
por nuevas formas de vida. De igual modo que la educación es asunto de la sociedad toda,
de igual modo que puede hablarse de una "educación formal" transmitida a través de
la Escuela y de una "educación informal", propiciada por la familia,
los medios de comunicación y el entorno social, también la sanidad es cuestión de la
sociedad en su conjunto. Por eso el discurso de la eficiencia, verdaderamente ineludible en
sanidad, debe cobrar todo su sentido en un marco de justicia que reclama la satisfacción de
unos mínimos irrenunciables y la transformación de la vida social. En efecto, recordemos
cómo fue el nacimiento de los Estados sociales, en forma de Estados del bienestar, el que
trajo de la mano la convicción de que la asistencia sanitaria es un asunto de justicia social,
un asunto público, y no una cuestión privada. Razones diversas abonaron una convicción
semejante, desde las puramente economicistas hasta el reconocimiento de dos hechos
morales: la salud es un bien tan básico que la atención sanitaria no puede quedar
al juego del mercado, y a mayor abundamiento, la financiación privada de la sanidad
aumenta las desigualdades injustas. La atención sanitaria se reconoce como un derecho
humano al menos desde 1948, y el Estado social de derecho se juega su legitimidad, entre
otras cosas, en procurar atención sanitaria a todos sus miembros. Habida cuenta de que la
mayor parte de países de la Unión Europea han tomado la forma política del Estado social,
la universalidad de la atención sanitaria debe ser una de las exigencias en su concepción de
la justicia médica.
Principales teorías de la justicia:
 Utilitarismo:

Inspirada en la tradición inaugurada por Bentham, el utilitarismo postula como principio


de justicia la maximización de la utilidad del colectivo. Entendiendo por este principio que
el bienestar se corresponde con el placer, esta teoría propone la siguiente fórmula: así como
el bienestar de una persona resulta de la suma de sus placeres, también el bienestar de
cualquier grupo de personas puede ser entendido como la suma de los placeres de sus
miembros. En su introducción a Utilitarianism and Beyond (Cambridge, 1982), Sen y
Williams definen al utilitarismo como la combinación de consecuencialismo, bienestarismo
y sum-ranking. Por el consecuencialismo, las líneas de acción a tomar deben elegirse sobre
la base de los estados que de ellas resultarían como producto, con lo que el juicio de una
acción no contempla quién hace qué a quién sino solamente las eventuales consecuencias
que implica. El bienestarismo consiste en la evaluación de los estados sociales atendiendo al
bienestar, la satisfacción o la obtención de aquello que las personas prefieren, de modo que
toda la información relevante para la toma de una decisión social se reduce a la utilidad que
las personas involucradas en un estado social dado obtienen. Finalmente, por el sum-
ranking, se juntan todas las unidades de utilidad en una masa total única, y en el proceso se
pierden las identidades y la individualidad de las personas así como las características
distributivas de la utilidad. De esta intersección, "el utilitarismo, en su versión primaria,
recomienda la elección de una acción en función de sus consecuencias y una valoración de
las consecuencias en términos de bienestar".
La prescripción de maximización de la utilidad no es unívoca, sino que abre paso a
divergencias que resultan en parte de disquisiciones internas al utilitarismo, pero que
también reconocen un origen en la confrontación con otras teorías. Nos encontramos
entonces, con una serie de distinciones que dan lugar a una suerte de utilitarismos
alternativos. Hay un utilitarismo de acción y otro de reglas. Desde la perspectiva del
primero, lo correcto o incorrecto de una acción es juzgado por las consecuencias, buenas o
malas de la acción en sí misma; mientras el utilitarismo de reglas evalúa en primera
instancia, no las acciones individuales, sino las reglas generales que las gobiernan. Hay un
utilitarismo hedonista –el de Bentham– que define lasfunciones de utilidad social e
individual en términos de sensaciones de placer y dolor; y que siendo igual la cantidad de
placer, las distintas experiencias son equivalentes. En el polo opuesto, se halla, otro
utilitarismo ideal –el de Moore– conforme al cual algunos estados de conciencia tienen
un valorintrínseco, independientemente de lo placenteros que puedan ser. Existe un
utilitarismo que atiende a todas las preferencias y otro que, en la búsqueda de resguardos
contra las preferencias ilegítimas –caras, ofensivas o externas–, propicia medidas del
bienestar que atiendan solamente a preferencias idealizadas –las preferencias
perfectamente prudentes de Hare, o las preferencias verdaderas de Harsanyi. También hay
un utilitarismo de suma de utilidades y otro de utilidad media que si bien reconocen
definiciones matemáticamente equivalentes, conducen a criterios de decisión diferentes
cuando se juzgan políticas de población alternativas.
 Igualitarismo:
La igualdad como justificación de una distribución justa encuentra un terreno fértil de
reflexión en el pensamiento liberal igualitarista. Éste es igualitario hacia los recursos
naturales o externos tanto como respecto a las capacidades de cada uno, en oposición al
libertarismo, y a través de la críticaal principio de la autopropiedad –base de la explicación
de la injusticia por la categoría de la explotación– pretende superar el alcance igualitario
del marxismo.
En A Theory of Justice (Cambridge, 1971) Rawls inaugura el debate igualitarista al discutir
los supuestos que conciben el bienestar de la sociedad como el agregado del bienestar de los
individuos sin considerar la distinción entre las personas. Arraigado en la tradición
contractualista, apela a la noción de contrato –que supone la igualdad de los participantes
en el acuerdo– como idea regulativa que refleja la aspiración igualitaria de su teoría. Para
Rawls, el objeto de una teoría de la justicia es la estructura básica de la sociedad o, más
exactamente, el modo en que las instituciones sociales fundamentales –
la constitución política y las principales disposiciones económicas y sociales– distribuyen
derechos y deberes, y determinan la división de las ventajas provenientes de la cooperación
social. Su objetivo no consiste en señalar principios de justicia para aplicar en situaciones
específicas, sino descubrir aquellos principios generales que orientan la distribución de los
recursos básicos de la sociedad.
La teoría de la justicia de John Rawls es una teoría acerca de la distribución de
los bienes sociales primarios.
Sus célebres principios de justicia, elegibles bajo las condiciones de la hipotética posición
original, concilian el derecho al conjunto más amplio de libertades fundamentales iguales,
con la compensación de las desigualdades originadas en circunstancias moralmente
arbitrarias. En esta concepción, nadie merece sus talentos o capacidades, y el esquema de
justicia no se resuelve con la estricta igualdad de oportunidades. Esta teoría de la justicia se
preocupa por regular las desigualdades que afectan las oportunidades en la vida de la gente,
y no las desigualdades derivadas de sus elecciones de vida, porque los individuos son
finalmente responsables de sus elecciones.
Hay dos fuentes de impugnación contra las ideas –y las prescripciones políticas– de los
liberales igualitaristas. Desde el libertarismo, se denuncian un individualismo y
un liberalismo insuficientes, limitados por un exceso de intervención estatal. Del otro lado
de la crítica, desde el comunitarismo se repudia la neutralidad de los liberales con respecto
a la elección de los modos de vida, defendiendo la revitalización de los valores tradicionales
y una intervención que propicie determinadas conductas en los ciudadanos.
Derecho a la atención de la salud:
Cuando hablamos de salud no estamos definiendo un simple concepto, estamos abordando
mucho más que una palabra. Muchas veces no alcanzan las palabras para una simple
aproximación a lo que ella significa para la vida. A toda entidad biológica le compete por
excelencia, pero aún más allá, la salud pertenece también al ámbito de lo social, cultural y
espiritual en el ser humano.
La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará
como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas
orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios.
Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de
participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas
sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y
convenios internacionales suscritos y ratificados por la República.
Los principios bioéticos resultan receptados -aunque con su impronta propia- en el derecho
argentino. Así, el de beneficencia se relaciona, básicamente, con la promoción del
"bienestar general" (Preámbulo de la Constitución Nacional) en materia de salud y con el
derecho a la preservación de la salud -contemplado por diversas normas, de fuente
originariamente internacional (Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU),
Declaración Americana de los Derechos y los Deberes del Hombre (OEA), Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ONU), Convención
Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), Convención sobre
los Derechos del Niño (ONU), Convención sobre Eliminación de toda forma
de Discriminación de la Mujer (ONU) y otras)-, así como también con la protección del
usuario de los servicios de salud (art. 42, Const. Nac.).
Por su parte, la mayoría de las constituciones provinciales contienen cláusulas expresas que
obligan a cubrir el derecho a la salud. La Constitución de Santa Fe "tutela la salud como
derecho fundamental del individuo e interés de la colectividad-" (Art 19). La Constitución
de Tucumán asegura el goce de un derecho a la integridad psicofísica y la protección del
discapacitado (art. 35) ; la de Córdoba reconoce un derecho a la vida, la salud, la integridad
psicofísica (art. 19). Las constituciones más modernas definen la salud como un derecho
inherente a la vida, sin perjuicio de resaltar que se trata de un bien social (Salta, art. 40).
Las de Jujuy (art. 21) y San Luis (art. 57), definen la salud con un criterio amplio, partiendo
de una concepción del hombre como unidad biológica, psicológica y cultural en relación con
su medio social. Con el mismo sentido, enuncia el concepto de salud la de San Juan. El
Estado garantiza el derecho a la salud a través de medidas concretas y mediante la creación
de condiciones económicas, sociales, culturales y psicológicas favorables. Igualmente,
asigna a los medicamentos el carácter de bien social básico y tiene que garantizar por ley el
fácil acceso a los mismos. La actividad de los profesionales de la salud debe considerarse
una función social (art. 61)., y así entre otras....
La ley 23.661 (sancionada junto con la anterior, el 29 de diciembre de 1988) ha creado el
Sistema Nacional de Salud, con los alcances de un seguro social, a efectos de procurar "el
pleno goce del derecho a la salud para todos los habitantes del país,
sin discriminación social, económica, cultural o geográfica. El seguro se organizará dentro
del marco de una concepción integradora del sector salud, donde la autoridad pública
afirme su papel de conducción general del sistema, y las sociedades intermedias consoliden
su participación en la gestión directa de las acciones en consonancia con los dictados de
una democracia social moderna" (art. 1°). El seguro tendrá como objetivo fundamental
"proveer el otorgamiento de prestaciones de salud igualitarias, integrales y humanizadas
tendientes a la promoción, protección, recuperación y rehabilitación de la salud, que
respondan al mejor nivel de calidad disponible y que garanticen a los beneficiarios la
obtención del mismo tipo de nivel de prestación, eliminando toda forma de discriminación
sobre base de un criterio de justicia distributiva" (art. 2°). La normativa aludida establece:
a) un derecho a la salud; b) fija un límite a su ejercicio en relación a la calidad disponible
(desarrollo progresivo en relación a los recursos); c) otorga una garantía mínima al mismo
tipo de prestación; d) rigen los principios de justicia distributiva. Esto determina a
distinguir: 1. derecho fundamental a la salud; 2. el ejercicio de ese derecho; 3. la garantía
otorgada" .
Es obvio que "del hecho de que haya legislaciones de avanzada no se sigue que el
problema moral esté resuelto", así como tampoco lo estará el problema jurídico -siendo una
ilusión creer que su solución ha de provenir tan sólo de la ley, con lo que se la mistifica-, ya
que, por un lado, la materia justiciable es siempre contingente, móvil y variable, por lo que
debe atenderse, siempre y forzosamente, a las peculiaridades fácticas propias de cada caso a
resolver y, por el otro, porque las concepciones "estáticas" del derecho nada solucionan,
pues también acontecen conflictos entre valores y/o principios y/o normas jurídicas de
distinto o de igual grado que las leyes no pueden "obligar" a que los órganos jurisdiccionales
resuelvan aplicando simplemente alguna norma jurídica previamente establecida.
Selección de pacientes para transplantes:
"El transplante de un órgano es la sustitución de uno que ya no funciona, por otro lado que
si lo hace, con el objeto de restituir las funciones perdidas. En muchos pacientes, el
trasplante es la única alternativa que puede salvarle la vida y recuperar la calidad de la
misma. Los trasplantes de órganos constituyen un logro terapéutico, vinculado
históricamente al propio desarrollo cultural de la humanidad, al deseo irrefrenable de
perpetuarse y de alcanzar la inmortalidad."
Se selecciona a los receptores que tienen un tipo de tejido y de grupo sanguíneos más
parecidos al del órgano donado. Se extraen los órganos del donador, con el debido respeto,
mediante un procedimiento quirúrgico. En el caso de tratarse de un donador cadavérico, los
órganos son preservados y preparados para ser transportados a los lugares en donde se
encuentran los receptores.
Se prepara a los receptores para la cirugía, mientras se transportan los órganos. El equipo
de trasplante extrae el órgano que no funciona y lo reemplaza por el del donador.
Existen listas de pacientes que esperan los órganos que les permitan recuperar la salud y/o
salvar la vida. Estas listas son inmodificables y sólo controladas por el organismo oficial
responsable de estas bases de datos. Esta información se actualiza permanentemente con
los nuevos pacientes proporcionados por los equipos médicos que asisten enfermos con
indicación de transplante. La compatibilidad y la urgencia son los elementos básicos por los
que se realiza la selección e identificación del receptor de un órgano.
Una vez que se determina que un paciente necesita de un transplante, el paso que se debe
seguir es la obtención del órgano adecuado. Para el caso del transplante renal, el órgano se
puede obtener de un donante vivo relacionado (esto es, de un familiar que en forma
voluntaria permite la extracción de uno de sus riñones) o de un donante cadáver.
Infortunadamente, sólo 10% a 15% de los enfermos en diálisis tienen un donante vivo apto.
Entre 85% y 90% necesitan un riñón de donante cadáver.
Los transplantes de hígado y corazón exigen de un donante cadáver. Aunque se puede
utilizar una parte del hígado de un familiar para implantarlo a un niño, la experiencia con
este método, a nivel mundial es aún precaria.
La selección de los receptores de hígado y corazón depende de tres factores: el grado de
urgencia, la compatibilidad de grupo sanguíneo y el tamaño de la persona (peso y talla).
Para escoger los receptores renales se analizan los tejidos del donante y se comparan con
todos los pacientes que se encuentran en lista de espera, con un grupo sanguíneo
compatible. Cada riñón se implanta a un receptor diferente.
Selección de pacientes para diálisis:
 Niños:

-Cuando sea posible, se debe iniciar la diálisis de forma temprana, para prevenir el
desarrollo de malnutrición severa o de sintomatología urémica del niño.
-Habitualmente se inicia cuando la depuración de creatinina se encuentra entre 9 y 14
ml/min, que sería lo que le queda de función al riñón. Se puede presentar entonces
sobrecarga de líquidos, inestabilidad cardiovascular o hipertensión, que obligan a restringir
tanto el aporte de líquidos que se corre el riesgo de desnutrir al paciente o llevarlo a estados
de desequilibrio de líquidos y electrolíticos.
-Otras indicaciones se derivan de la sintomatología urémica como somnolencia, fatiga y
debilidad general. Es importante contar con varias opciones de tratamiento como
hemodiálisis, CAPD o diálisis peritoneal manual y APD o diálisis peritoneal automatizada;
en especial ésta última es muy adecuada para el paciente pediátrico.
 Adultos:

En general es aceptado que en el enfermo urémico, las siguientes manifestaciones clínico


humorales son indicación absoluta para iniciar un tratamiento sustitutivo renal crónico:
Encefalopatía, Edema Pulmonar, Hipertensión Incontrolable, Pericarditis, Hiperpotasemia,
Acidosis Metabólica, Polineuropatía y Diátesis Hemorragipara. Como indicación relativa de
comienzo de diálisis se mencionan: Anorexia, Nauseas o Vómitos, Pérdida de Peso,
Malnutrición, Reducción de la Inteligencia, Síndrome de los Pies Inquietos y el Prurito. Los
términos " diálisis precoz" y "diálisis tardía" son de empleo habitual, aunque el ideal seria
aplicar el de "diálisis en tiempo". El ser oportuno en la elección del momento de iniciar
diálisis puede reducir la morbi-mortalidad que se aprecia en los enfermos con inicio tardío
de la diálisis(1); ello se relacionaría con la malnutrición proteica debida a restricciones
alimenticias, sean éstas espontáneas o por prescripción médica. El inicio tardío, muchas
veces es debido a la demora en la derivación al médico nefrólogo situación que debería
suceder cuando la creatininemia exceda los 2 mg/dl. Estudios de diversos autores muestran
que esta derivación demorada conduce a una mala selección de la modalidad de diálisis, a
una falta de acceso para realizarla, a una incorporación tardía al procedimiento, a una
mayor morbi-mortalidad, a un mayor tiempo de hospitalización, a una peor rehabilitación y
a mayores costos.
Un criterio importante a considerar es el que la restricción proteica alimenticia, espontánea
o médica, puede desnutrir al enfermo. Tampoco la diálisis debería posponerse si la
albuminemia es menor de 3,5 a 3,7 g/dl. Para definir el momento de comienzo de la diálisis,
la determinación del valor del Filtrado Glomerular es de utilidad pero debe aceptarse que el
mismo es afectable por causas extrarrenales como la sobre o la deshidratación, la ingestión
de drogas antiinflamatorias, la ingesta aguda de excesivas proteínas, la tensión arterial y
algunos antihipertensivos.
La medicina siempre trató de disponer de valores y mediciones que respalden los hallazgos
clínicos antes citados o mejor, que detecten la necesidad de diálisis antes que se produzcan
esas manifestaciones clínicas, pero, desde luego, sin llegar a pretender que la iniciación del
tratamiento dialítico crónico descanse exclusivamente en algún valor numérico.

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