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ESTUDIANTE
LIC. CARLOS EMMANUEL CUEVAS CASTILLO
ANGELICA MARÍA MORALES DE LOS SANTOS
NO. DE CONTROL
M19310006
M19311011
MATERIA
SEMINARIO I
PROFESOR
MARIO CORTÉS LARRINAGA
ACTIVIDAD
ETNOMETODOLOGÍA
Bibliografía ............................................................................................................ 16
1. Etnometodología
1.1. Origen
La etnometodología es, sobre todo, la obra de Harold Garfinkel, quien no sólo
descubrió la posibilidad de hacer un nuevo tipo de sociología (o, más bien, algo
alternativo de la sociología, que es lo que pretendió), sino que exploró
sistemáticamente esa posibilidad y vio cómo podía ser aplicada. Quizá la otra
principal figura del campo sea la del prematuramente fallecido Harvey Sacks
(muerto en 1975, a los 39 años), de creatividad análoga a la de Garfinkel, pero que
la aplicó a un solo propósito: el estudio de la organización de las conversaciones
cotidianas. Como hemos dicho, el período álgido de la etnometodología
corresponde a los sesenta, centrándose su cultivo en los diversos campus de la
Universidad de California (sobre todo en el de Los Angeles, adonde llega Garfinkel
en 1954, y en el de Irvine, donde Sacks enseña entre 1964 y 1975).
La segunda gran influencia que actúa sobre Garfinkel es la de Schutz, que aplica la
filosofía fenomenológica de Husserl (previas importantes transformaciones) al
campo sociológico. Schutz analiza los fundamentos de la comprensión sociológica
de modo muy distinto a Parsons. Para Parsons, de lo que se trata es, sobre todo,
de explicar cómo surgen los sistemas de acción (sistemas que tienen las
propiedades de cooperatividad, predictibilidad, estabilidad y racionalidad; es decir:
propiedades de orden). Para Schutz, en cambio, hay que situar los fundamentos de
la sociología no al nivel de la acción en cuanto teorizada desde la perspectiva del
«sistema», sino al nivel de la acción en cuanto experimentada por el actor en el
mundo de la vida cotidiana. Schutz afirma que Parsons intentaba unificar la
perspectiva «subjetiva» del actor y la perspectiva «objetiva» del sociólogo, y que
hacía esto transformando el punto de vista subjetivo del actor en el punto de vista
objetivo del sociólogo. Schutz presenta por primera vez sus ideas a comienzos de
la década 1930-40 criticando la concepción weberiana de la sociología
interpretativa. Schutz estaba de acuerdo con Weber en que experimentamos
nuestro entorno social como una realidad socialmente significativa.
Schutz piensa que las diferencias entre las «realidades» de la vida cotidiana y la
teorización científica suscitan especiales problemas para la sociología. Y es que la
sociología, a diferencia de las ciencias naturales, tiene que encontrar modos de
conectar el mundo del sociólogo y el mundo cotidiano, dado que su objeto de estudio
es la interacción social. Afirma que la sociología tiene que emplear «constructos de
segundo grado», mientras que los actores cotidianos operan con «constructos de
primer grado». Ello se debe a que la sociología se ocupa del mundo social, un
mundo ya previamente interpretado (a nivel de sentido común) por sus actores. El
sociólogo debe, pues, conectar estos dos niveles de conceptos, ya que sólo así
podrá obtener un conocimiento formalizado de la vida social sin perder contacto con
el mundo cotidiano. Schutz, que era un filósofo social y no un sociólogo propiamente
dicho, no dejó claro cómo habría de construirse una sociología de la vida cotidiana.
Va a ser Garfinkel el que intente hacer de esta sociología un programa empírico.
1.2. Concepto
Mauro Wolf, 1994, define la etnometodología como "(...) el estudio de los modos
en que se organiza el conocimiento que los individuos tienen de los cursos de acción
normales, de sus asuntos habituales, de los escenarios acostumbrados”.
Resultados:
Conclusión
Los/las estudiantes, con la información que obtenían se hacían una idea de cómo
podía ser el estudiante y el resultado del experimento. Al encontrar la “ruptura” entre
su entendimiento común (“es un barriobajero”) a los datos supuestamente reales
(“buen estudiante clase alta”) los jóvenes intentaron normalizar la ruptura y volver a
dar sentido a la situación. Las incongruencias (“habla como un pobre, pero es rico”)
tratan de solventarse encontrando un remedio que devuelva el sentido al orden
normal o común (“Tengo falta de habilidad para juzgar, fue una entrevista loca o yo
estoy muy loco”) además de mostrar resistencias a creer en el nuevo orden
(“revisaré mi opinión, pero no demasiado, no lo entiendo, quizás haya estado
completamente equivocado”).
1.4.2. Experimento 2: Regateando en los comercios
Planteamiento: Garfinkel pidió a 68 alumnos que regatearan el precio de alguna
mercancía que desearan comprar en una tienda normal donde esto no es
habitual. Un primer grupo de alumnos debía realizar un solo intento, mientras que
un segundo grupo debía realizarlo hasta 6 veces.
Resultados
Conclusión
Los que rehusaron sintieron que se enfrentaban a una situación muy extraña e
incómoda “ruptura del orden cotidiano” y por eso decidieron finalmente no realizar
el experimento. Los que superaron las primeras situaciones de regateo (tres intentos
en general) se adaptaron a dicha situación y la asumieron al salir airosos (“Lo
volveré a realizar”), ya que asimilaron un nuevo orden en el sentido común (“se
puede hacer y lo seguiré haciendo”). Otra posibilidad que desprende está situación
es la del precio de las mercancías. Regatear por una mercancía barata, en el orden
de sentido común puede entenderse como una tacañería mientras que no ocurre
así con las mercancías caras.
1.4.3. Experimento 3: Rompiendo el espacio vital
Planteamiento
Resultados
Casi de manera unánime, tanto las víctimas del experimento como los verdugos
atribuyeron al acercamiento una intención sexual. Las víctimas del experimento y
algunos verdugos intentaron apartarse alejándose del rostro del otro. La situación
provocó asombro, vergüenza, incertidumbre, rabia y miedo. Este efecto fue más
pronunciado en los hombres que en las mujeres. Al revelar el propósito del
experimento los estudiantes no pudieron restaurar la situación inicial, es decir, no
consiguieron que la víctima aceptase del todo que se trataba de un experimento de
la clase de sociología y pasasen página quedando la situación vivida como una
anécdota sin importancia.
Conclusión