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LA PRIMERA EDICIÓN
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norable llegó al teatro, tuvo que entrar por la puerta
de atrás porque había una vehemente manifestación
frente a la puerta, organizada por la Gay Activists
Alliance4. Cuando finalmente pudo abrirse camino
hacia el escenario, fue detenido de forma traumáti-
ca por las acciones de Cora Rivera, una lesbiana, y
Morty Manford, un gay. Ambos se encadenaron a sí
mismos al anfiteatro clamando y gritando: “¿Por qué
no apoyas los derechos de gays y lesbianas?”.
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de otra televisión, que falsificó totalmente las noti-
cias, resulta más prototípica de lo que ha sido nuestra
experiencia hasta el momento. El presentador no solo
no mencionó el asalto, sino que añadió, faltando a
la verdad, que Linsdsay fue bien recibido y “dio su
discurso tal y como se había previsto”. Su relato era
una ficción total.
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competitividad, inseguridad, malicia, rabietas e histéricos
cambios de humor (Karlen, 526).
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tados, no solo mediante el soborno, sino de maneras
más insidiosas. A través de su largo “entrenamiento”
han ido perdiendo la habilidad de ver otras realidades
más allá de las oficiales, y han interiorizado los valo-
res de las clases dominantes. Han sido anestesiados
tanto intelectual como espiritualmente.
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res ocultan sus valores, emociones y elecciones bajo
un revestimiento de “objetividad”. Una obra de histo-
ria no puede evaluarse al margen de los valores de la
persona que la escribió.
Arthur Evans
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Introducción a la edición
de feral death coven (2013)
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ción cristiana, este libro supone una significativa con-
tribución. En años recientes, el anticapitalismo y el
paganismo han explorado un análisis radical de estas
historias y han trabajado para comprender las condi-
ciones que hicieron que el capitalismo y el patriarca-
do se desarrollaran juntos, como las dos cabezas de
una misma monstruosidad. Esta línea de indagación
tal vez quede mejor ilustrada por la relativamente
amplia lectura de Calibán y la bruja, de Silvia Federi-
ci, y el debate que ha generado, y también la renova-
da excitación que despierta la obra Against His-story,
Against Leviathan! de Fredy Perlman.
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separación capitalista entre mente/cuerpo y material/
espiritual que partió en dos el mundo, convirtiéndolo
en un infierno alienado, su metodología está arraiga-
da en los polos mentales y materiales de esas violentas
dicotomías. Esta perspectiva, intrínsecamente domes-
ticada, puede criticar duramente las cazas de brujas,
y aun así seguir siendo una aceptación tácita de la
ideología que ha alimentado siglos de genocidio. En
su lamento por el mundo desbancado por la civiliza-
ción y su celebración de las voces de los vencidos, la
crítica de Evans tiene más cosas en común con la de
Fredy Perlman. Ambos describen el surgimiento del
materialismo de Leviatán como algo inseparable de la
pobreza sensual y espiritual que se ha aplicado como
castigo sobre la biosfera.
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y las actividades asociadas a la ‘reproducción’ siguen
siendo un terreno de lucha fundamental para las mu-
jeres -como lo eran para el movimiento feminista de
los años setenta- y un nexo de unión con la historia de
las brujas”7. Su deliberado rechazo a comprometerse
con los pensadores anti-esencialistas queer y trans se
hace aún más siniestra por la omisión de las histo-
rias de esas personas dentro de las cazas de brujas. De
hecho, a las personas queer se les dedica poco más
que una sola nota al pie en el largo y académico libro
de Federici. De modo que Brujería es un refrescante
correctivo de aquellos aspectos en los que Calibán se
queda corto. En primer lugar, porque en tanto que
documento histórico, el libro demuestra que el na-
ciente movimiento de liberación gay también se co-
nectó a sí mismo con sus predecesoras brujas. En se-
gundo lugar, al contar la historia de la brujería desde
la perspectiva de las personas queer, trans, y de gé-
nero variado que estaban dentro de la lucha, Evans
muestra un implícito rechazo de las “mujeres” como
categoría natural y hegemónica mucho antes de los
denominados “debates postmodernos” que Federici
conjura para descartar esa perspectiva. Y, por último,
porque este libro es quizás el primero en situar clara-
mente el ascenso de la heteronormatividad en tanto
que inseparable al patriarcado, al industrialismo y al
Estado. Así, para aquellos a quienes no satisfaga un
mero estudio de la civilización industrial/de la supre-
macía blanca/patriarcal, Brujería podría demostrar
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