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Horney insistió en que a los neuróticos no les gusta sufrir.

Deben protegerse a sí mismos


continuamente y de manera compulsiva contra la ansiedad básica y son incapaces de
cambiar su conducta por voluntad propia. Ahora bien, si nos encaminamos a hacer el
recorrido de la película desde la perspectiva de la teoría de las neurosis de Karen Horney,
la cual ofreció una mirada distinta de entender la neurosis, ya que planteaba que el
sufrimiento psíquico humano era fruto de conflictos entre el individuo y la sociedad. Nos
va a decir que la angustia básica constituye el fundamento de todas las relaciones con los
otros, describiendo a ésta a grandes rasgos como un sentimiento de ser pequeño e
insignificante, de estar inerme, abandonado y en peligro, librado a un mundo dispuesto a
abusar, engañar, agredir, humillar y envidiar. Menciona que en nuestra cultura
disponemos de cuatro recursos básicos fundamentales, a fin de escudarnos contra la
angustia básica: el cariño, la sumisión, el poderío y el aislamiento.

Nos proponemos a analizar aquí la sumisión y el poderío que habla Horney a fin de
explicar ciertas conductas observadas en los personajes de la película. “El sometimiento
puede subdividirse según concierna o no a señaladas personas o instituciones [...] la
sumisión a las normas tradicionales, a los ritos de una religión o a los requerimientos de
algún personaje poderoso [...] en estos casos, la obediencia de tales reglas se convertirán
en motivos determinantes de la conducta entera, actitud susceptible de asumir la forma
de sentirse obligado a ser bueno, si bien las connotaciones de bueno varían según las
exigencias o las reglas cumplidas. [...] si la actitud de docilidad no concierne a ninguna
institución o persona señaladas, adopta la forma más general de complacencia con los
posibles deseos de todos, evitando cuanto pudiese despertar resentimiento [...] el
individuo reprime toda exigencia y crítica para con los demás dejándose abusar de él, sin
defensa alguna, y dejándose siempre ayudar al prójimo sin discriminaciones. ”(karen
horney, la personalidad neurotica de nuestro tiempo, pag 60). Dejando explícito esto,
diremos que claramente uno de los personajes principales, Fabián, responde a esta
actitud descripta. Puede verse como se muestra sumiso en las distintas relaciones en las
que está involucrado, tanto con Hitler, Sensenbrik, Bellini, Kromeier.

Desde el poderío, Karen afirma “consiste en tratar de arribar al sentimiento de seguridad


conquistando poderío o éxito real, posesiones, la admiración de los demás o superioridad
intelectual” (karen horney, la personalidad neurotica de nuestro tiempo, pag 60). En la
película podemos ver cómo la gente se admira al escuchar a Hitler hablando de las
problemáticas actuales, cómo ven en él una superioridad intelectual y se sienten seguros y
convencidos de lo que éste dice.

Tampoco podemos dejar de lado que otros dos personajes quieren alcanzar cierto poderío
y son hipercompetitivos como Sensenbrik, quien se cree superior a la nueva directora, por
ser ésta una mujer. Y el presentador del programa Witzigmann, quien se cree el mejor
comediante. Éstos poseen una necesidad neurótica de probar que son superiores.

Ahora bien, dejamos a modo de pregunta abierta para debatir, qué diría Horney respecto
de la personalidad neurótica si se encontrara en el 2018 actual, frente a los síntomas
contemporáneos que estamos viviendo, consecuencia de un discurso capitalista, una
modernidad líquida, tomando este último término del apreciado Bauman. Creemos que
adaptaría su teoría y daría una nueva perspectiva para abordar los problemas psíquicos
que hay ahora, debido a la globalización existente. Ella tenía unas ideas optimistas sobre
la humanidad que giraban en torno a las fuerzas culturales en continua evolución.

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