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I. INTRODUCCIÓN
Se sustituyo el antiguo procedimiento penal inquisitivo por uno moderno por medio de la
Ley N° 19.696, por lo que se hizo necesario legislar respecto del Ministerio Público, para
lo cual hubo acuerdo en que debía estar reglamentado en la CPR y así por medio de le
Ley N° 19.519, sobre reforma constitucional, se agrego el Ministerio Público a la CPR
como órgano del Estado. Posteriormente se dicto la LOC del mismo servicio y se modifico
el COT para adecuar la nueva institucionalidad. Así mismo la Ley N° 19.718 creó la
defensoría pública.
A. ORIGENES
De lo anterior se puede inferir que el Ministerio Público que contemplaba el COT tenía
como función constituirse en parte principal en negocios criminales y ser un auxiliar
ilustrado del poder judicial.
La importancia del ministerio Público (en el régimen pasado), era asesorar el proceso
penal, pues carecía de facultades de tuición sustancial en la investigación y de formular
acusación en los procesos penales, como también su titularidad en la acción penal pública
es mínima.
Puede ser paradójica tanta preocupación constitucional para reglamentar en la CPR a uno
de los sujetos del proceso penal, ya que no sucede lo mismo con los jueces del sistema ni
la defensoría publica. Por qué se requirió consagración en la CPR para el órgano que
dirige la investigación criminal ¿no habría bastado una LOC? Pareciera que la actividad
del Ministerio Publico no supera a la que le corresponde a quien conoce y juzga las
causas criminales, en donde el fiscal sólo contribuye en la investigación y en el
sostenimiento de la acusación en el juicio.
Esta reflexión es simplista y se estrella con la finalidad del Estado, que es estar al servicio
de la persona humana, siendo su finalidad la de promover el bien común. Y le
corresponde resguardar la seguridad nacional y dar protección a la población.
Por tanto, en una sociedad civilizada, las personas exigen al Estado cierto grado de
seguridad. Necesitan que sus derechos y garantías (art. 19 CPR) sean siempre
reconocidos y aceptados. Toda perturbación, privación o amenaza a esos derechos afecta
a quien soporta el ataque ilegitimo y a toda la nación, que por intermedio del Estado debe
considerar mecanismos de defensa para esos principios. Además se le impone al Estado
que entregue herramientas jurídicas que le permitan a un individuo, enfrentado a un juicio
penal, defenderse frente a una arbitrariedad o abuso de poder. El Estado diseña una
política criminal sobre el delito y su persecución, sobre la base de valores superiores que
aseguren el respeto a la dignidad personal y los derechos reconocidos al individuo.
La investigación, conocimiento y juzgamiento de un hecho sólo puede producirse en un
proceso penal. Además, el sistema normativo procesal, asegura que el sujeto que es
llevado a juicio tenga y haga uso de los derechos que para su defensa le corresponden
(contemplados en exceso en la CPR).
La figura del Ministerio Público resulta relevante, desde que el diseño constitucional y
legal, le imponen el deber de la objetividad (considerar hechos y circunstancias que
configuren el delito o agraven la responsabilidad y las que la eximan, la extingan o
atenúen). Por eso resulta necesaria su inclusión como órgano autónomo e independiente
de los otros poderes contemplados. Así, con su establecimiento constitucional, se asegura
el respeto de los derechos y garantías (en lo orgánico) y el fin del sistema inquisitivo (en lo
funcional).
La primera función, impone al organismo, dos deberes: (1) investigar tanto los hechos que
determinen la participación del imputado como (2) los que acrediten su inocencia. La
primera resulta lógica. La segunda pareciera corresponder más a la defensa o al mismo
tribunal, sin embargo esta función constituye un principio básico de las atribuciones del
Ministerio Publico (el de objetividad).
Además, en esta parte de la investigación, se le impone el deber de adoptar todas las
medidas para proteger a las víctimas y a los testigos. La CPR se encarga de asegurarle a
esos intervinientes y terceros, por medio del MP, que cuando les corresponda intervenir
en el juicio, tendrán una efectiva protección estatal.
Hay una excepción a la facultad exclusiva del MP en cuanto al ejercicio de la acción penal
pública y dirección de la investigación de hechos criminales, cuando se trata de asuntos
de competencia de tribunales militares, cuyo conocimiento y juzgamiento son conformes
las normas del Cód. De Justicia Militar. Esto debilita la fortaleza constitucional del
Ministerio Público. Esta excepción contradice lo debatido en la Comisión de Constitución,
Legislación y Justicia del Senado, que enfatizo como función del Ministerio Público la de
dirigir en forma exclusiva la investigación y se señalo “que ninguna ley podrá establecer lo
contrario tan pronto entre en vigencia la reforma constitucional. En mi opinión, no hay
justificación para mantener una justicia especial militar en tiempo de paz.
Resumen: El MP desde el punto de vista constitucional es un órgano estatal cuya función
pública será la de dirigir de manera autónoma e independiente la investigación de los
hechos constitutivos de delito y de ejercer la acción penal pública cuando corresponda. Su
figura se inserta en el nuevo enjuiciamiento criminal (establecido desde diciembre del
2000) que permite, en conjunto con los otros intervinientes del proceso penal, combinar
los intereses generales del país en la persecución de los delitos, y asegurar a los
imputados un juicio justo respetando los derechos procesales contenidos en la
constitución, las leyes y los tratados internacionales ratificados por Chile que se
encuentren vigentes.
Una LOC regula su organización y atribuciones, además de las calidades y requisitos que
debe tener y cumplir los Fiscales para su nombramiento y las causales de remoción de los
fiscales adjuntos. También establece el grado de independencia y autonomía y la
responsabilidad que tendrán los fiscales en la dirección de la investigación y en el
ejercicio de la acción penal pública.
El Ministerio Público se compone por el Fiscal Nacional (jefe del servicio, tiene la
superintendencia directiva, correccional y económica del organismo), fiscales regionales y
fiscales adjuntos.
Designación de los miembros del Ministerio Público: La CPR establece para la elección
del oponente al cargo de Fiscal Nacional un mecanismo que involucra a los tres poderes
del Estado. Dicho funcionario será designado por el presidente de la República a
propuesta de una quina formada por la Corte Suprema tribunal al cual los postulantes
deberán entregar sus antecedentes en concurso público abierto para tal fin. En el pleno
especialmente convocado al efecto, dicha quina será acordada por la mayoría absoluta de
sus miembros en ejercicio y en el que cada miembro tiene derecho a votar por tres
personas, resultando elegidos los que tengan las cinco primeras mayorías (no podrán
concursar los miembros activos o pensionados del poder judicial).
Los fiscales regionales son designados por el Fiscal nacional a propuesta de una terna de
la Corte de Apelaciones de la respectiva región. Los fiscales adjuntos son designados por
el Fiscal Nacional a propuesta de una terna del fiscal regional respectivo, la que deberá
formarse previo concurso público.
Requisitos exigidos por la constitución para postular: Fiscal nacional: 10 años de título de
abogado, haber cumplido 40 años de edad. Fiscales regionales: tener a lo menos 5 años
de título de abogado, haber cumplido 30 años de edad. Fiscal adjunto: poseer título de
abogado. (Los 3 deben además poseer las demás calidades necesarias para ser
ciudadano con derecho a sufragio.)
Aportes (3) de como la labor del Tribunal ha contribuido al reconocimiento por los actores
políticos y la doctrina de la legitimidad de la CPR de 1980 y la consolidación de nuestro
régimen institucional.
El profesor Ramón Huidobro dice que los criterios de interpretación expuestos por el
tribunal Constitucional en sus fallos, armonizan y sintetizan una multiplicidad de criterios
de interpretación constitucional que ayudan al desarrollo de una jurisprudencia creativa
actual, constante y uniforme.
Las opiniones de los especialistas en la materia y de los actores políticos sobre la misión
cumplida por el tribunal en los últimos 20 años, demuestra la importancia que se le
atribuye en el desarrollo constitucional e institucional del país.
El profesor Alejandro Silva Bascuñán, ha señalado que “la CPR es un todo orgánico y el
sentido de sus normas debe ser determinado de manera tal que exista entre ellas la
debida correspondencia y armonía, excluyendo cualquier interpretación que conduzca a
anular o a privar de eficacia algún precepto de ella”. Esto en referencia a que el TC ha
señalado que se debe mantener el marco fijado (por la CPR) a las LOC para
complementar la voluntad de la CPR.
El profesor José Luis Cea en una conferencia en 1988, señalo que las decisiones del
Tribunal Constitucional en el tránsito desde un régimen autoritario a la democracia, han
tenido la virtud de quitar el carácter meramente declarativo a la CPR, que han contribuido
a la conciencia constitucional a través del incremento de la legitimidad de la nueva CPR.
Señala además, que para esto, el tribunal debió institucionalizarse así mismo,
demostrando autonomía e imparcialidad.
El profesor Patricio Zapata en uno de sus estudios señala que el TC a través de sus fallos
ha vivificado la CPR, por lo que no cabe duda que el TC ha hecho una valiosa
contribución al desarrollo institucional y jurídico. Señala además que en la jurisprudencia
del TC hay un riquísimo material que no puede ser ignorado por quien pretenda estudiar
la CPR.
Por último se sugiere integrar el tribunal con 3 ministros designados por el Senado, con
aprobación de los 2/3 de sus miembros en ejercicio, en votaciones sucesivas y en
sesiones especialmente convocadas al efecto. Se recurre a este alto quórum para obtener
consenso en la persona nominada.
De este modo se propone resumir la elección de los 2 abogados que integran el TC por
designación del consejo de seguridad nacional.
Respecto a los requisitos generales que se exigen a las personas que sean elegidas
ministros del TC, se añade el estar sujetos a las prohibiciones que establezca una LOC
(ej. Ejercer la profesión de abogado, o aceptar compromisos, cualquiera sea la naturaleza
de estos).
Respecto a los ministros de la CS que integren el TC, se conserva la norma (inc. 5° art
81) que establece que cesaran en sus cargos si dejan de ser ministros de la CS, pero se
adiciona, que podrán renunciar al cargo que ostentan en la CS para desempeñarse
definitivamente como miembro del TC.
El inc. 6° del art 81 se mantiene (reemplazo de los miembros del TC que cesen en su
cargo)
El inc. 7° del art 81 se fusiona con uno nuevo y dispone “el tribunal funcionara en pleno y
el quórum para sesionar será de 7 miembros” (en la actualidad es de 5), se agrega
“excepcionalmente podrá funcionar dividido en dos salas de cinco miembros para conocer
de los asuntos que esta CPR establece”. En ambas situaciones el TC, para sesionar,
deberá constituirse con a lo menos un miembro elegido por la CS, otro por el Presidente
de la República y otro por el Senado, a fin de que estén representados en cada sala los 3
poderes. El tribunal adoptara sus acuerdos por simple mayoría y fallara con arreglo a
derecho
Finalmente, se mantiene el inc. 8° del art. 81 que señala que una LOC determinara la
planta, remuneraciones y estatuto del personal del TC, así como su organización y
funcionamiento, pero se añade que esa misma LOC determinara la forma de designar 5
abogados integrantes.
f. El Nª 9 del art 82, pasa a ser el Nª 11, trata la atribución de informar al senado en
los casos a que se refiere el art 49 Nª7, esto es, declarar la inhabilidad del
presidente de la República o del Presidente electo cuando un impedimento físico o
mental lo inhabilite para el ejercicio de sus funciones, y declarar así mismo cuando
el presidente de la República haga dimisión de su cargo (…)” Para hacer operante
esta normar se aplica el inc. 12 del art. 82 pero incurre en un error, porque este
habla de que el tribunal solo podrá conocer de la materia a requerimiento de la
Cámara de Diputados o de la cuarta parte de sus miembros, cuando debería
señalar al Senado.
Propongo introducir como inc. 3 el siguiente: “en el caso del Nª 2 del art 82, las normas
que el tribunal declare inconstitucionales no podrán convertirse en auto acordado” Como
inc. 4, agregar que respecto de las sentencias que declare la inconstitucionalidad de todo
o parte de una ley o de un DFL del cual la contraloría hubiese tomado razón, se ordenara
la publicación de esas sentencias en el DO quedando la norma sin efecto de pleno
derecho desde dicha publicación. Como inc. 5 propongo que cuando el TC acoja un
requerimiento por inconstitucionalidad de un decreto del Presidente de la república, el
todo o parte de ese decreto quede sin efecto de pleno derecho desde la publicación de la
sentencia en el DO.
Finalmente agregaría, que en el caso del Nª 14 del art 82, los DS impugnados, también
quedarían sin efecto de pleno derecho desde la publicación en el DO de la sentencia que
acoja el reclamo. (Estos DS son aquellos dictados en el ejercicio de la potestad
reglamentaria del presidente de la república y que son impugnados ante el TC cuando
traten de materias reservadas solo a la ley).
I. ANTECEDENTES.
El análisis de esta entidad se hace mucho mas difícil por que la legislación que la rige se
encuentra dispersa en muchos textos, frecuentemente contradictorios, otros obsoletos o
con múltiples derogaciones expresas o tacitas. El último texto refundido de la ley de
organización y atribuciones de la Contraloría es de julio de 1946. Y es de imaginar que
grandes cambios ha experimentado la administración pública y todo el régimen
administrativo desde 1964. Es tan notable el cambio que ahora se manejan conceptos e
instituciones inherentes a su labor contralora que ni siquiera son mencionados en la ley.
Por otra parte, se debe señalar que el art 87 de la CPR solo se limito a reproducir lo
sustancial del texto anterior. Aún más la terminología y procedimientos consignados en el
art 89 relativos al pago no guardan armonía con el nuevo régimen de administración
financiera vigente desde la década del 70. En lo que si hubo un cambio fue en lo relativo a
la toma de razón regulada en el art. 88.
Hay que señalar que la propia Contraloría elaboro un proyecto de LOC que contempla
numerosas proposiciones de reforma a los diversos gobiernos, aun sin resultados. Con
todo se encuentra en trámite en el Congreso un proyecto enviado por el poder ejecutivo
con acuerdo del organismo contralor, que tiene algunas innovaciones urgentes.
Por otra parte debemos señalar que el organismo contralor ha elaborado un documento
titulado “Doctrina institucional” en el que se contienen los grandes principios, ideas y
aspiraciones de dicha entidad, en el entendido que los objetivos básicos de este órgano
contralor son el de velar por el respeto del ordenamiento jurídico, proteger el patrimonio
público, defender la probidad administrativa y asegurar la transparencia en la información
financiera.
I. INTRODUCCIÓN
La mejor manera de apreciar y entender este tema es comparando la CPR de 1980 con el
texto que existía hasta 1973 con la plena vigencia de la CPR de 1925.
Del análisis del art 79 de la CPR de 1925 y el art 84 de la CPR de 1980 se desprende que
en la práctica, el tribunal de 1980 es la casi exacta continuación del que existía a raíz del
texto de 1925.
Diferencias.
En el caso de 1925 se componía por 5 miembros designados por sorteo, uno entre
individuos que han desempeñado los cargos de Presidente de la Cámara de Diputados
por más de un año, dos entre individuos que desempeñen los cargos de Ministros de la
CS y uno entre individuos que desempeñen cargos de Ministros de la CA de la ciudad
donde celebre sus sesiones el congreso.
El actual tribunal que comenzó sus funciones en el año 200 ya está integrado en la forma
señalada por la última reforma.
En síntesis este órgano electoral goza de atribuciones como practicar el escrutinio general
de las elecciones y tiene amplias facultades en materia de formación y disolución de
partidos políticos.
Las sentencias de este tribunal electoral son de última instancia y sin ulterior recurso.
Están constituidos por un Ministro de la CA respectiva, elegido por esta, y por dos
miembros designados por el TCE de entre personas que hayan ejercido la profesión de
abogados o desempeñado la función de ministro o abogado integrante de la CA por un
plazo no inferior a 3 años. Duraran 4 años en sus funciones y tendrán las inhabilidades e
incompatibilidades que determine la ley.
Las sentencias de estos tribunales son apelables ante el TCE.
La LOC de Municipalidades les entrega el escrutinio y la calificación de las elecciones
municipales.
La CPR de 1980 en su art 18 establece que habrá un sistema electoral público. Una LOC
determinara su organización y funcionamiento, regulara la forma en que se realizan los
procesos electorales y plebiscitarios, en todo lo no previsto por la CPR y garantizara la
plena igualdad entre los independientes y los miembros de los partidos políticos tanto en
la presentación de candidaturas como en su participación en los señalados procesos.
Las LOC Nªs 18.556 y 18.700 regularon al Servicio Electoral dándole el carácter de
órgano administrativo autónomo encargado de organizar los procesos electorales y
continuador legal de los órganos administrativos creados a contar de 1925 que tenían
similares funciones.
a) Ciudadanía
La CPR de 1925 en su art. 7 señalaba que son ciudadanos con derecho a sufragio los
chilenos que hayan cumplido 18 años de edad y están inscritos en los registros
electorales.
Este texto establecía como requisito de ciudadanía el estar inscrito en los requisitos
electorales.
La CPR de 1980 en el art. 13 señala que son ciudadanos los chilenos que hayan cumplido
18 años de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva. La calidad de
ciudadano otorga los derechos de sufragio, de optar a cargos de elección popular y las
demás que la Constitución o la ley confieren.
Este texto elimina el requisito de estar inscrito en los registros electorales para obtener la
calidad de ciudadano.
b) Inscripción de extranjeros
El art. 104 inc. 1° del texto modificado de 1925 establecía que podrán votar en la elección
de regidores los extranjeros mayores de 18 años de edad y que hayan residido por más
de 5 años en el país, efecto para el cual habrá registros particulares en cada comuna.
En la CPR de 1980 en el art. 14 se señala que los extranjeros avecindados en Chile por
más de 5 años que cumplan con los requisitos, podrán ejercer el derecho a sufragio en los
casos y forma que señala la leu.
c) Juntas electorales
En el art. 6 de la CPR de 1925 (de acuerdo con la ley N° 4.554 de 1929) se creó el
Registro Electoral Permanente y que estableció juntas inscriptoras para los electores,
compuestas principalmente por el notario conservador de bienes raíces, el tesorero
provincial o comunal y el jefe de la oficina de identificación en el respectivo departamento.
Las personas propuestas y las designadas deben cumplir ciertos requisitos: a) ser
ciudadanos mayores de 21 años, b) haber aprobado la enseñanza básica o su
equivalente, c) ser vidente y, d) tener domicilio en la circunscripción electoral de la
respectiva Junta Inscriptora.
Las personas que se propongan para integrar estas Juntas, podrán ser, ex funcionarios
judiciales, públicos o municipales. Y mientras conserven el carácter de miembros de estas
juntas no podrán desarrollar cualquier actividad político-partidista.
No podrán ser miembros las personas que desempeñen cargos de representación popular
o sean candidatos a ocuparlos, ni los que ejerzan cargos de confianza exclusiva del
presidente de la República o sean dirigentes de partidos políticos.
Estas juntas han funcionado normalmente desde 1987.
V. JUNTAS ELECTORALES.
En la actualidad la LOC N° 18.556 en su art. 6 señala que en las provincias cuya capital
sea asiento de CA, estarán integradas por el fiscal de esta última (presidente), el defensor
público, el notario público, el conservador de bienes raíces de la misma (secretario). En
las demás capitales de provincia se integraran con el defensor público (presidente), el
notario público y el conservador de bienes raíces de ellas (secretario). Si hay más de uno
de los funcionarios, integrara la respectiva junta el más antiguo en la categoría.
Los miembros serán permanentes y conservaran ese carácter en tanto desempeñen la
función pública requerida para su designación.
Sus integrantes están designados por sorteo entre los integrantes de cada libro de
registro, hecho que entrega a la ciudadanía la integración de estas mesas. Con un
sistema de excusas e inhabilidades que no es del caso señalar.
El escrutinio que realiza este organismo, de no ser reclamado pasa a ser el escrutinio final
de la elección, salvo que deba ser ratificado por el Tribunal Calificador de Elecciones.
VIII. CONSLUSIÓN
I. INTRODUCCIÓN
Max Weber definía al Estado como aquella comunidad humana que dentro de un territorio
determinado reclama para si el monopolio de la violencia física legitima la cual realiza a
través de los órganos que constituye y que son las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de
Orden y Seguridad Pública y que por ser órganos del Estado, la expresión de su voluntad
se atribuye al Estado mismo.
Los primeros textos constitucionales consideraban solo las atribuciones que el Presidente
de la República o el Congreso podían ejercer en materias militares.
Así se limitaban a requerir el acuerdo del Congreso o del Senado para que el Ejecutivo
pudiese ejercer atribuciones militares.
1. BASES DE LA INSTITUCIONALIDAD
Al discutirse este capítulo en la comisión de estudios, estuvo muy presente la idea que él
debía contener alguna referencia a las fuerzas armadas.
En este sentido Alejandro Silva Bascuñán expresaba “una mención a las fuerzas
armadas, en el ordenamiento constitucional, debe formularse en el capítulo preliminar de
la carta, por cuanto contiene las bases generales de la estructura jurídica del país y las
fuerzas armadas son fundamentales para dar eficiencia al derecho”,
Las fuerzas armadas están insertas dentro del estado de derecho y en efecto como
sostenía Sergio Diez, el principio fundamental del Estado en relación con las fuerzas
armadas es que en Chile hay un estado de derecho. Ese es el principio fundamental de
las fuerzas armadas, es decir, que estas al igual que los demás órganos del Estado, están
sometidas a la ley y a ellas se aplican todas las disposiciones.
Las fuerzas armadas contribuyen a cumplir una de las finalidades concretas y especificas
que se imponen al Estado en razón del bien común y que se refiere a garantizar una
situación ausente de riesgos que favorezca la estabilidad y el desarrollo del país. Así es
deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población.
Al respecto don Jorge Ovalle señala que el concepto de seguridad nacional envuelve todo
riesgo general que pueda implicar un peligro para la integridad del estado y sus
instituciones o peligros que afecten la vida y salud de los habitantes.
Uno de los aspectos más cuestionados de la CPR de 1980 ha sido la falta de una
autentica y eficaz subordinación de las fuerzas armadas y de las fuerzas de orden y
seguridad pública a la autoridad del Presidente de la República.
Al respecto, la LOC de BGAE señala (entre otras) a las FFAA como una de las
instituciones que forman al Estado, y que forman parte de la administración centralizada
de este por tanto, actúan bajo la personalidad jurídica y con los bienes y recursos del fisco
quedando sometidas a la dependencia del Presidente de la República a través del
ministro correspondiente (ministro de defensa). Debemos señalar que a pesar de que el
art. 90 de la CPR señale estas fuerzas dependan del ministerio de defensa nacional,
suscribimos a la tesis de que se trata de una dependencia meramente administrativa, ya
que el art 32 N°19 de la CPR señala que le corresponde al Presidente de la República
disponer de las fuerzas armadas, de allí que no se advierte como el ministro de defensa
pueda tener un tipo de mando sobre las FFAA.
La autoridad jerárquica del Presidente de la República sobre las FFAA y las fuerzas de
orden y seguridad pública fue materia de particular preocupación para la comisión
constituyente en especial la necesidad de impedir que dichas instituciones quedaran
anuladas en su actuar por consideraciones políticas de orden coyuntural, en este sentido
se señalo que la principal garantía para la estabilidad institucional reside en mantener la
independencia de las FFAA frente a influencias políticas de cualquier naturaleza.
La CPR de 1980 ha destinado un capítulo (X) especial para regular el régimen aplicable a
las FFAA y las fuerzas de orden y seguridad pública, el cual no solo se refiere a las
características y misiones de estas instituciones, sino que, además, regula otros aspectos
básicos de su organización interna como la incorporación a las plantas y dotaciones
respectivas, nombramiento y duración en el cargo, nombramiento, asensos y retiros de los
oficiales.
Al examinar las misiones constitucionales de los institutos armados resulta preciso señalar
que la CPR de 1980 distinguió claramente a las FFAA (ejército, la armada y la fuerza
aérea) de las fuerzas de orden y seguridad pública (carabineros e investigaciones). Estás
ultimas sólo constituyen propiamente la fuerza pública
Las misiones que el art. 90 de la CPR confía a las FFAA son las siguientes.
a) La defensa de la patria
Esta refería en el campo bélico. En la comisión de estudios, Jaime Guzmán expreso que
todos los chilenos tienen por misión defender la patria como también la tiene la
institucionalidad, aunque en un sentido más bien espiritual del concepto, no obstante las
implicaciones materiales que reviste.
No obstante al interior de la comisión de estudios se le dio un alcance aun mayor a la
defensa de la patria, así Gustavo Lorca expreso que la finalidad de las FFAA es por
sobre todo la defensa de la patria, lo que constituye un valor moral que va mucho más allá
de lo que pueda entenderse por seguridad nacional, concepto este ultimo relacionado
más bien con cuestiones de orden técnico y especializado.
La misión de garantizar este orden, importa a las FFAA y Carabineros la tarea de estar
preparadas para intervenir operativamente cuando la autoridad política decrete algún
estado de excepción o cuando por cualquiera situación, ese orden institucional se vea
quebrantado, sin que se advierta otro remedio para restablecerlo.
Al interior de la comisión de estudios esta defensa fue planteada con precaución ya que
podía llevar a que el resto de las instituciones descasara en las FFAA.
Lo anterior no obsta las funciones permanentes que cumplen las FFAA, por ej. Lo relativo
al control de armas, tampoco obsta a la asesoría permanente que deben brindar estas
instituciones al Presidente de la República a través del Consejo de Seguridad Nacional (el
consejo puede hacer presente al Presidente de la república, al Congreso o al TC su
opinión frente a algún hecho o acto materia que, a su juicio, atente gravemente en contra
de las bases de la institucionalidad o pueda comprometer la seguridad nacional.
En lo que se refiere a las misiones que la CPR de 1980 asigna a la fuerza pública
constituida por carabines e investigaciones ellas consisten en dar eficacia al derecho y
garantizar el orden público y la seguridad pública interior, en la forma que lo determinen
sus respectivas LOC. A su turno, Carabineros se integra además con las FFAA en la
misión de garantizar el orden institucional de la república.
5. CONSLUSIÓN
Puede sostenerse que acorde con las Cartas constitucionales más modernas, la
regulación jurídica de los institutos armados es hoy una real palpable reforzando así el
logro de la función de seguridad que compete al Estado y asegurando al mismo tiempo la
plena vigencia del estado de derecho.