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EL MINISTERIO PÚBLICO EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1980

Milton Juica Arancibia


Ministro de la Excma. Corte Suprema
Profesor de Derecho Procesal Universidad Finis Terrae

I. INTRODUCCIÓN

El último órgano público que se ha incorporado a la estructura del Estado lo es el


Ministerio Público. Se agrega a consecuencia de la reforma al sistema de enjuiciamiento
criminal que reemplazo el inquisitorio por otro de tipo acusatorio, público y oral. Con la
reforma se asegura, la función punitiva del estado, y las garantías procesales del
imputado. El nuevo sistema criminal cuenta con un órgano público, técnico y autónomo
cuya principal tarea es dirigir la investigación respecto de un hecho que revista los
caracteres de delito, y además, acusar cuando del merito de la infracción resultaren
cargos suficientes en contra de un imputado, que justifique la apertura al juicio
propiamente tal, agotadas que hayan sido las salidas alternativas más favorables a este.
Como un contrapeso a las facultades de este órgano se crea un servicio, también público,
que asumiera la defensa de los imputados cuando no tuvieren recursos, así que se
cumple con el principio constitucional del derecho a la defensa jurídica. Además, se han
adecuado orgánicamente los sistemas legislativos procesales (COT y CPP) para
establecer los juzgados que sean necesarios para el nuevo proceso penal (juzgados de
garantía y TOP).

Se sustituyo el antiguo procedimiento penal inquisitivo por uno moderno por medio de la
Ley N° 19.696, por lo que se hizo necesario legislar respecto del Ministerio Público, para
lo cual hubo acuerdo en que debía estar reglamentado en la CPR y así por medio de le
Ley N° 19.519, sobre reforma constitucional, se agrego el Ministerio Público a la CPR
como órgano del Estado. Posteriormente se dicto la LOC del mismo servicio y se modifico
el COT para adecuar la nueva institucionalidad. Así mismo la Ley N° 19.718 creó la
defensoría pública.

II. EL MINISTERIO PÚBLICO COMO ORGANO DEL ESTADO EN LA


CONSITUTICÓN POLÍTICA DE 1980.

A. ORIGENES

Históricamente el Ministerio Público ha sido considerado el representante del interés


público del país, defiende ante los tribunales de justicia los intereses generales de la
nación. Pero, en lo jurisdiccional se instituyo por primera vez en el art. 259 de la ley sobre
organización y atribuciones de los tribunales (de 1875), que estatuye que en la Corte
Suprema, cortes de apelaciones y los juzgados de letras, habrán empleados con la
denominación de oficiales de Ministerio Publico y estarán encargados de ejercer las
funciones que les correspondan por ley a dicho ministerio. Se estableció en el art. 262 de
esa ley que sus funciones conciernen a los negocios administrativos del estado o a lo
judicial. En cuanto a su autonomía, se contemplo en el texto original que en lo tocante al
ejercicio de sus funciones, seria independiente de los Tribunales de Justicia acerca de los
cuales es llamado a ejercerlas.
Posteriormente se suprimieron los promotores fiscales (fiscales de los juzgados de letras)
y se dispuso que la defensa o representación del fisco, que la ley les encomendaba (a los
promotores fiscales) seria ejercida por el presidente del consejo de defensa fiscal.
Finalmente se ordeno que quien debía (de allí en adelante) acusar en los juicios penales
es al mismo juez de la causa (fue criticado por contribuir a una etapa retrograda en
nuestra vida jurídico penal).

De lo anterior se puede inferir que el Ministerio Público que contemplaba el COT tenía
como función constituirse en parte principal en negocios criminales y ser un auxiliar
ilustrado del poder judicial.

La importancia del ministerio Público (en el régimen pasado), era asesorar el proceso
penal, pues carecía de facultades de tuición sustancial en la investigación y de formular
acusación en los procesos penales, como también su titularidad en la acción penal pública
es mínima.

No sorprende que las CPR anteriores a la de 1980 no lo consideren como un órgano


público. En la de 1833 solo se señala que “el Presidente de la República puede requerir a
este organismo para que reclame medidas disciplinarias del tribunal competente o entable
la correspondiente acusación cuando se trate de a conducta ministerial de los jueces”. En
la CPR de 1925 se le incluyo para efectos de las normas que se dan para el
nombramiento de los jueces, agregando al Fiscal de la Corte Suprema conjuntamente con
los ministros de tal tribunal y lo mismo respecto a las Cortes de Apelaciones. En la CPR
de 1980, en el texto original, tampoco se da un rol de importancia mayor al dado en la
CPR anterior.

B. REFORMA CONSTITUCIONAL QUE CREA EL MINISTERIO PÚBLICO.

El Ministerio Público se transforma en el elemento básico dentro del enjuiciamiento


crimina. En el mensaje del Presidente de la República con que inicia el proyecto de
reforma a la CPR, se le considera “complemento necesario e indispensable del proyecto
de nuevo CPP” y que representa “el soporte a partir del cual se estructurara un autentico
sistema acusatorio, que reemplace al inquisitorio”.
En el proyecto del ejecutivo se ubico al Ministerio Público como órgano del Poder Judicial,
pero el Congreso Nacional estimo necesario separarlo de dicho poder y establecerlo
como un instituto nuevo.
Al establecer este órgano, se debió hacer algunas modificaciones necesarias en otras
disposiciones de la CPR.
Encontramos el art. 19 Nª 3 inc. 5 que señala “corresponderá al legislador establecer las
garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justas”. Acá se incluyo la
expresión investigación. Esta simple modificación es relevante dentro del ejercicio de las
garantías constitucionales, ya que, limita el poder de quien le corresponde la investigación
de los delitos y, en mi opinión, supera la duda que se ha producido con respecto a uno de
los momentos de la jurisdicción a que se refiere el art. 73 de la CPR, que entrega de
manera exclusiva a los Tribunales de Justicia la facultad de conocer de las causas civiles
y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado. Así, la reforma constitucional,
al establecerse en un capitulo separado el Ministerio Público, otorgándole en forma
exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delitos, debe entenderse que
esta función (antes correspondía a los tribunales) pierde el carácter jurisdiccional, porque
se veda a un órgano de la jurisdicción el participar en la investigación de los hechos
punibles, sin perjuicio del poder de los tribunales de controlar las medidas decretadas en
la investigación que afecten garantías o derechos constitucionales de los imputados.
En el inc. 3ª del art. 73 se modifico la expresión “para ejecutar sus resoluciones y practicar
o hacer practicar los actos de instrucción que decreten” por “(…) los actos de instrucción
que determine la ley”. La modificación consistió en los actos de instrucción no quedan
entregados a la sola decisión del juez, sino a lo que expresamente diga la ley, en este
caso, deberá hacerse por requerimiento del Ministerio Público y cuando afecten garantías
constitucionales, serán ratificados por una resolución judicial. Con esta última
modificación se reitera que el Ministerio público es un órgano no jurisdiccional.
Además cuando la CPR dice “conocer de las causas criminales” no se refiere a la
instrucción, sino que se refiere a la investigación en el proceso penal.

C. JUSTIFICACIÓN PARA SU IMPLEMENTACIÓN EN LA CONSTITUCIÓN


POLITICA.

La reforma constitucional, lo estableció como un órgano autónomo y jerarquizado, en un


capítulo especial de nuestra Constitución, estableciendo el carácter de órgano publico
independiente del los otros poderes. En muchas legislaciones se ubica al Ministerio
Publico dentro del poder judicial como Colombia, Costa Rica e Italia, en otras dentro del
poder ejecutivo como España, EEUU y Alemania. Por lo tanto, Chile adopta una posición
muy clara al desvincular al Ministerio Publico de los poderes tradicionales.

Campo de aplicación: actúa solo en el ámbito penal, ya que el art. 80 de la CPR le


entrega como misión dirigir de manera exclusiva la investigación de los hechos
constitutivos de delitos, los que determinen la participación punible y los que acrediten la
inocencia del imputado. También ejerce la acción penal en la forma prevista por la ley y
adopta medidas para proteger a las víctimas y testigos (No tiene otras facultades que
excedan el marco criminal).

Puede ser paradójica tanta preocupación constitucional para reglamentar en la CPR a uno
de los sujetos del proceso penal, ya que no sucede lo mismo con los jueces del sistema ni
la defensoría publica. Por qué se requirió consagración en la CPR para el órgano que
dirige la investigación criminal ¿no habría bastado una LOC? Pareciera que la actividad
del Ministerio Publico no supera a la que le corresponde a quien conoce y juzga las
causas criminales, en donde el fiscal sólo contribuye en la investigación y en el
sostenimiento de la acusación en el juicio.
Esta reflexión es simplista y se estrella con la finalidad del Estado, que es estar al servicio
de la persona humana, siendo su finalidad la de promover el bien común. Y le
corresponde resguardar la seguridad nacional y dar protección a la población.
Por tanto, en una sociedad civilizada, las personas exigen al Estado cierto grado de
seguridad. Necesitan que sus derechos y garantías (art. 19 CPR) sean siempre
reconocidos y aceptados. Toda perturbación, privación o amenaza a esos derechos afecta
a quien soporta el ataque ilegitimo y a toda la nación, que por intermedio del Estado debe
considerar mecanismos de defensa para esos principios. Además se le impone al Estado
que entregue herramientas jurídicas que le permitan a un individuo, enfrentado a un juicio
penal, defenderse frente a una arbitrariedad o abuso de poder. El Estado diseña una
política criminal sobre el delito y su persecución, sobre la base de valores superiores que
aseguren el respeto a la dignidad personal y los derechos reconocidos al individuo.
La investigación, conocimiento y juzgamiento de un hecho sólo puede producirse en un
proceso penal. Además, el sistema normativo procesal, asegura que el sujeto que es
llevado a juicio tenga y haga uso de los derechos que para su defensa le corresponden
(contemplados en exceso en la CPR).
La figura del Ministerio Público resulta relevante, desde que el diseño constitucional y
legal, le imponen el deber de la objetividad (considerar hechos y circunstancias que
configuren el delito o agraven la responsabilidad y las que la eximan, la extingan o
atenúen). Por eso resulta necesaria su inclusión como órgano autónomo e independiente
de los otros poderes contemplados. Así, con su establecimiento constitucional, se asegura
el respeto de los derechos y garantías (en lo orgánico) y el fin del sistema inquisitivo (en lo
funcional).

III. CONCEPTO Y FUNCIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO.

La Ley sobre reforma constitucional, (Septiembre de 1997), establece el Ministerio público


como órgano del Estado en el Capítulo VI-A, art. 80-A a 80-J de la CPR.

Conforme a la CPR el Ministerio Publico es un órgano público del estado, autónomo,


jerarquizado y no jurisdiccional, teniendo como funciones básicas:
1. Dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delitos.
2. (Y en su caso) Ejercer la acción penal pública, en la forma prevista por la ley.

La primera función, impone al organismo, dos deberes: (1) investigar tanto los hechos que
determinen la participación del imputado como (2) los que acrediten su inocencia. La
primera resulta lógica. La segunda pareciera corresponder más a la defensa o al mismo
tribunal, sin embargo esta función constituye un principio básico de las atribuciones del
Ministerio Publico (el de objetividad).
Además, en esta parte de la investigación, se le impone el deber de adoptar todas las
medidas para proteger a las víctimas y a los testigos. La CPR se encarga de asegurarle a
esos intervinientes y terceros, por medio del MP, que cuando les corresponda intervenir
en el juicio, tendrán una efectiva protección estatal.

El ejercicio de la acción penal no se le entrega de manera absoluta al Ministerio Publico,


ya que el ofendido y demás personas que determine la ley tienen igual ejercicio en dicha
acción (Según consigna el acta de la comisión del senado, lo anterior es para que la
victima pueda accionar en caso de que el Ministerio Público no lo haga, o en que aquella
no se conforme con el sentido que este hubiese impreso al procedimiento).

Se le permite al Ministerio Publico impartir órdenes directas a la fuerza pública, lo que


asegura contar con una policía íntimamente relacionada con la persecución penal,
quedando subordinada (durante la investigación) al Ministerio público.
Cundo las actuaciones de la persecución penal priven al imputado o a terceros del
ejercicio derechos (que la CPR asegura), o los restrinjan o perturben se requerirá
previamente autorización judicial.

Hay una excepción a la facultad exclusiva del MP en cuanto al ejercicio de la acción penal
pública y dirección de la investigación de hechos criminales, cuando se trata de asuntos
de competencia de tribunales militares, cuyo conocimiento y juzgamiento son conformes
las normas del Cód. De Justicia Militar. Esto debilita la fortaleza constitucional del
Ministerio Público. Esta excepción contradice lo debatido en la Comisión de Constitución,
Legislación y Justicia del Senado, que enfatizo como función del Ministerio Público la de
dirigir en forma exclusiva la investigación y se señalo “que ninguna ley podrá establecer lo
contrario tan pronto entre en vigencia la reforma constitucional. En mi opinión, no hay
justificación para mantener una justicia especial militar en tiempo de paz.
Resumen: El MP desde el punto de vista constitucional es un órgano estatal cuya función
pública será la de dirigir de manera autónoma e independiente la investigación de los
hechos constitutivos de delito y de ejercer la acción penal pública cuando corresponda. Su
figura se inserta en el nuevo enjuiciamiento criminal (establecido desde diciembre del
2000) que permite, en conjunto con los otros intervinientes del proceso penal, combinar
los intereses generales del país en la persecución de los delitos, y asegurar a los
imputados un juicio justo respetando los derechos procesales contenidos en la
constitución, las leyes y los tratados internacionales ratificados por Chile que se
encuentren vigentes.

IV. ORGANIZACIÓN Y RESPONSABILIDAD DEL MINITESRIO PÚBLICO.

Una LOC regula su organización y atribuciones, además de las calidades y requisitos que
debe tener y cumplir los Fiscales para su nombramiento y las causales de remoción de los
fiscales adjuntos. También establece el grado de independencia y autonomía y la
responsabilidad que tendrán los fiscales en la dirección de la investigación y en el
ejercicio de la acción penal pública.
El Ministerio Público se compone por el Fiscal Nacional (jefe del servicio, tiene la
superintendencia directiva, correccional y económica del organismo), fiscales regionales y
fiscales adjuntos.

Permanencia: Fiscal Nacional y los regionales duran 10 años en el ejercicio de sus


funciones, no podrán ser designados para el periodo siguiente. Ambos cesaran en su
cargo a los 75 años de edad, sin perjuicio de la posibilidad de su remoción por causa
debidamente justificada y acreditada (incapacidad, mal comportamiento o negligencia
manifiesta en el ejercicio de sus funciones). Su LOC establece que tendrán
responsabilidad civil, disciplinaria y penal ministerial por los actos realizados en el
ejercicio de sus funciones, pero no les afecta la responsabilidad política. Remoción: Fiscal
Nacional y regionales, sólo podrán cesar por resolución de la Corte Suprema (a
requerimiento del presidente de la República, la cámara de diputados o 10 de sus
miembros), por las causales ya señaladas, quien conocerá en pleno con un quórum
especial de 4/7 de sus miembros en ejercicio. Las faltas menos graves deberán ser
corregidas por vía administrativa o del derecho común.

Designación de los miembros del Ministerio Público: La CPR establece para la elección
del oponente al cargo de Fiscal Nacional un mecanismo que involucra a los tres poderes
del Estado. Dicho funcionario será designado por el presidente de la República a
propuesta de una quina formada por la Corte Suprema tribunal al cual los postulantes
deberán entregar sus antecedentes en concurso público abierto para tal fin. En el pleno
especialmente convocado al efecto, dicha quina será acordada por la mayoría absoluta de
sus miembros en ejercicio y en el que cada miembro tiene derecho a votar por tres
personas, resultando elegidos los que tengan las cinco primeras mayorías (no podrán
concursar los miembros activos o pensionados del poder judicial).
Los fiscales regionales son designados por el Fiscal nacional a propuesta de una terna de
la Corte de Apelaciones de la respectiva región. Los fiscales adjuntos son designados por
el Fiscal Nacional a propuesta de una terna del fiscal regional respectivo, la que deberá
formarse previo concurso público.

Requisitos exigidos por la constitución para postular: Fiscal nacional: 10 años de título de
abogado, haber cumplido 40 años de edad. Fiscales regionales: tener a lo menos 5 años
de título de abogado, haber cumplido 30 años de edad. Fiscal adjunto: poseer título de
abogado. (Los 3 deben además poseer las demás calidades necesarias para ser
ciudadano con derecho a sufragio.)

En cuanto a las inhabilidades o incompatibilidades para el desempeño de la función de


fiscal, la CPR impide la designación de los mismos casos que se contemplan respecto de
los jueces (ver párrafo 2° del título X del COT).

PROPOSICIONES PARA UNA REFORMA


DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Eugenio Valenzuela Somarriva


Ministro del Tribunal Constitucional

I. EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN SUS PRIMEROS VEINTE AÑOS DE


FUNCIONAMIENTO

Objetivos de este trabajo: 1) exponer como el Tribunal Constitucional ha cumplido su


misión durante sus primeros 20 años y 2) proponer reformas constitucionales necesarias
para perfeccionar el sistema instituido.

En mi concepto, ha cumplido el fin primordial a que obedece su establecimiento en la


CPR. (Dirimir conflictos entres los poderes Ejecutivos y legislativo velar por el principio de
Supremacía Constitucional, en resguardo de los derechos de la persona humana).

Aportes (3) de como la labor del Tribunal ha contribuido al reconocimiento por los actores
políticos y la doctrina de la legitimidad de la CPR de 1980 y la consolidación de nuestro
régimen institucional.

PRIMERO: colaboración que ha cumplido en la transición a la plena democracia,


mediante la dictación de sentencias expedidas a raíz del control de constitucionalidad de
las llamadas LOC políticas (Ej. la de los partidos políticos).

SEGUNDO: aplicación y creación de elementos de interpretación que han permitido


desentrañar el verdadero sentido de la preceptiva constitucional, abandonando el criterio
literalita, buscando que los derechos que la CPR asegura a las personas sean
efectivamente respetados y que los poderes y órganos del estado actúen dentro de su
competencia.

Encontramos el principio de hermenéutica constitucional “sistemático”, conforme al cual la


CPR es un todo orgánico y el sentido de sus normas debe ser determinado de manera tal
que exista entre ellas la debida correspondencia y armonía, excluyendo interpretaciones
que conduzcan a anular o privar de eficacia algún precepto de ella. Otra regla de
hermeneuta constitucional que se ha aplicado es la interpretación “finalista” de la CPR,
que indaga sobre el fin último de la preceptiva constitucional para determinar el autentico
sentido de sus normas. Se recurre a las normas del cap. I de la CPR que contiene un
profundo y rico contenido doctrinario que refleja la filosofía que inspira la carta política.

El profesor Ramón Huidobro dice que los criterios de interpretación expuestos por el
tribunal Constitucional en sus fallos, armonizan y sintetizan una multiplicidad de criterios
de interpretación constitucional que ayudan al desarrollo de una jurisprudencia creativa
actual, constante y uniforme.

TERCERO: un logro importante del TC es haber aplicado en forma constante la regla de


hermenéutica “de conformidad a la Constitución”. Acá los actos de los poderes públicos
se presumen validos en la medida que mediante una interpretación razonable de la CPR
puedan armonizarse con ellas. Sirve para dar vigor a los principios de juridicidad y
separación de poderes.

II. APRECIACION DE LA DOCTRINA Y DE LOS ACTORES POLITICOS


SOBRE LA LABOR REALIZADA POR EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
DESDE EL 11 DE MARZO DE 1981 HASTA UESTROS DÍAS.

Las opiniones de los especialistas en la materia y de los actores políticos sobre la misión
cumplida por el tribunal en los últimos 20 años, demuestra la importancia que se le
atribuye en el desarrollo constitucional e institucional del país.

El profesor Alejandro Silva Bascuñán, ha señalado que “la CPR es un todo orgánico y el
sentido de sus normas debe ser determinado de manera tal que exista entre ellas la
debida correspondencia y armonía, excluyendo cualquier interpretación que conduzca a
anular o a privar de eficacia algún precepto de ella”. Esto en referencia a que el TC ha
señalado que se debe mantener el marco fijado (por la CPR) a las LOC para
complementar la voluntad de la CPR.

El profesor José Luis Cea en una conferencia en 1988, señalo que las decisiones del
Tribunal Constitucional en el tránsito desde un régimen autoritario a la democracia, han
tenido la virtud de quitar el carácter meramente declarativo a la CPR, que han contribuido
a la conciencia constitucional a través del incremento de la legitimidad de la nueva CPR.
Señala además, que para esto, el tribunal debió institucionalizarse así mismo,
demostrando autonomía e imparcialidad.

El profesor y ex parlamentario Teodoro Rivera en conferencias sobre el TC, ha señalado


que la calidad de los miembros del tribunal han sido los elementos fundamentales que
han influido en darle su actual prestancia. Cuando se creía que el tribunal se subordinaría
al ejecutivo y al legislativo, el TC se ha erguido como aquel que ha impulsado
jurídicamente el proceso de transición hacia la democracia. Se puede manifestar que el
TC se ha transformado en el defensor de la esencia de la CPR, impidiendo todo retroceso
constitucional y preparando con su jurisprudencia la vigencia de una plena democracia.

El profesor Patricio Zapata en uno de sus estudios señala que el TC a través de sus fallos
ha vivificado la CPR, por lo que no cabe duda que el TC ha hecho una valiosa
contribución al desarrollo institucional y jurídico. Señala además que en la jurisprudencia
del TC hay un riquísimo material que no puede ser ignorado por quien pretenda estudiar
la CPR.

El profesor de derecho constitucional, Miguel Angel Fernández formulo la siguiente


reflexión ¿Cuál fue la razón por las que los actores políticos de la década de los 80 y la
sociedad en general, tuvo un mínimo de confianza en que la CPR del 80 podría servir
como rayado de la cancha para el libre ejercicio de la democracia se aproximaba? La
razón es que existió un organismo (el TC) creado al alero de la CPR del 80 que
institucionalizo dicha CPR, aun antes de la reforma de 1989.
En el informe de 1996 de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento
del Senado se lee que el TC ha llegado a ser un organismo esencial para la vigencia del
estado de derecho, que ha contribuido sustancialmente al desarrollo democrático del país.

III. FUNDAMENTACION DEL CONTENIDO DE LAS REFORMAS QUE SE


PROPONEN

1. INTEGRACION DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. ART 81 DE LA CPR.

La proposición que formulo tiene por objeto integrar el TC de la siguiente manera:


Estará compuesto por nueve miembros en lugar de siete.

Se mantienen los 3 ministros de la CS, sustituyendo la forma de elección. En la CPR del


80 son elegidos por la CS por mayoría absoluta, en votaciones sucesivas y secretas y se
propone que sean elegidos por la propia CS, pero en dos votaciones sucesivas y
secretas, sesiones especialmente convocadas al efecto. En la primera votación debe
resultar elegido el que obtenga la mayoría absoluta de los ministros en ejercicio, y en la
segunda, los dos que ministros que logren las dos más altas mayorías relativas (en caso
de empate se repite). El fundamento de esta propuesta radica en la necesidad de que
estén representados en esa magistratura los diversos criterios de interpretación jurídica
que pueden existir en un momento determinado de nuestra vida nacional al interior del
máximo tribunal del país.

Se dispone también, que los ministros de la CS para integrar el TC cesaran


temporalmente en el ejercicio de sus cargos en aquella, pero podrán ser reasumidos al
termino de su periodo como miembros del TC, o antes, si renuncia voluntariamente otro
miembro. La razón de esta modificación es porque resulta imposible que los miembros se
desempeñen en ambos tribunales y en la necesidad de que dichos ministros tengan
dedicación exclusiva.

Además, se propone integrar el TC con 3 abogados designados por el presidente de la


República entre personas que sean o hayan sido abogados integrantes de la CS o de las
cortes de apelaciones, por 3 años consecutivos a lo menos. Este requisito tiene por objeto
que la mayoría de los miembros sean magistrados sean personas con formación de juez y
que tengan experiencia y capacidad resolutiva. Esta exigencia existió en la CPR del 80
pero limitada a los abogados integrantes de la CS, luego fue eliminada porque se
suprimirían los abogados integrantes, lo que en definitiva no sucedió.

Por último se sugiere integrar el tribunal con 3 ministros designados por el Senado, con
aprobación de los 2/3 de sus miembros en ejercicio, en votaciones sucesivas y en
sesiones especialmente convocadas al efecto. Se recurre a este alto quórum para obtener
consenso en la persona nominada.
De este modo se propone resumir la elección de los 2 abogados que integran el TC por
designación del consejo de seguridad nacional.

Respecto a los requisitos generales que se exigen a las personas que sean elegidas
ministros del TC, se añade el estar sujetos a las prohibiciones que establezca una LOC
(ej. Ejercer la profesión de abogado, o aceptar compromisos, cualquiera sea la naturaleza
de estos).
Respecto a los ministros de la CS que integren el TC, se conserva la norma (inc. 5° art
81) que establece que cesaran en sus cargos si dejan de ser ministros de la CS, pero se
adiciona, que podrán renunciar al cargo que ostentan en la CS para desempeñarse
definitivamente como miembro del TC.
El inc. 6° del art 81 se mantiene (reemplazo de los miembros del TC que cesen en su
cargo)
El inc. 7° del art 81 se fusiona con uno nuevo y dispone “el tribunal funcionara en pleno y
el quórum para sesionar será de 7 miembros” (en la actualidad es de 5), se agrega
“excepcionalmente podrá funcionar dividido en dos salas de cinco miembros para conocer
de los asuntos que esta CPR establece”. En ambas situaciones el TC, para sesionar,
deberá constituirse con a lo menos un miembro elegido por la CS, otro por el Presidente
de la República y otro por el Senado, a fin de que estén representados en cada sala los 3
poderes. El tribunal adoptara sus acuerdos por simple mayoría y fallara con arreglo a
derecho

Finalmente, se mantiene el inc. 8° del art. 81 que señala que una LOC determinara la
planta, remuneraciones y estatuto del personal del TC, así como su organización y
funcionamiento, pero se añade que esa misma LOC determinara la forma de designar 5
abogados integrantes.

Es indispensable mantener sin modificaciones el art 14 de la ley N° 17.997 que establece


que el TC no podrá funcionar con mayoría de integrantes.

2. ATRIBUCIONES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. ART. 82 DE LA CPR.

El art. Consta de 12 numerales y 16 incisos. Las modificaciones que propongo requieren


reformas este precepto en la siguiente forma:

a. Se sustituye el N° 1 por el siguiente: “ejercer el control de constitucionalidad de las


leyes que interpreten algún precepto de la CPR, de las LOC y de las normas de un
tratado que versen sobre materias propias de estas últimas, antes de su
promulgación.”
Entonces el control de constitucionalidad de las LOC y las leyes que interpreten preceptos
de la CPR, debe ser ejercido por el TC antes de la promulgación de la ley. Respecto de
los tratados internacionales, que no existe razón para que un tratado que versa sobre
materia propia de una LOC, no se someta al control preventivo de constitucionalidad.

b. Se intercala como nuevo N° 2 el siguiente: “ejercer el control de constitucionalidad


de los autos acordados dictados por la CS y por el Tribunal Calificador de
elecciones”.
Esta proposición se debe a que si las LOC formadas por dos poderes del Estado se
someten a esta exigencia, no hay razón para que no lo hagan también los autos
acordados, no siendo motivo justificable para excluirlos, el hecho de que a veces son
provisorios y tienen por objeto regular materias en que se observa un vacio legislativo.

c. Se propone sustraer del conocimiento de la CS el recurso de inaplicabilidad


(cuando un precepto legal es contrario a la CPR), y entregárselo a la decisión y
fallo del TC, con modificaciones.
Se pretende poder fin a la desigualdad, pues una norma declarada inaplicable no se
aplica a la persona que obtiene tal resolución de la CS y esa misma norma si se aplica a
otra que se encuentra en idénticas condiciones y que por cualquier razón no ha podido
deducir tal recurso.
Pienso, además, que el recurso de inaplicabilidad debe pasar al TC expresado en dos
acciones distintas: (1) la acción de inaplicabilidad que la concibo en iguales términos (que
el art 80) pero modificando la legitimación activa para interponerla. De ella conocería el
tribunal en sala, sin embargo, después de 3 fallos uniformes, sean o no unánimes, nace la
segunda acción (2) de inconstitucionalidad, en que la sentencia que la declare surte
efecto con carácter general, quedando sin efecto la ley erga omnes. De esta segunda
acción conocería el tribunal en pleno. He preferido esta fórmula para evitar cambios
bruscos en nuestro ordenamiento jurídico, también para prever un posible error que
adquiere connotaciones importantes como es dejar sin efecto una ley en aplicación con
carácter general. La de inaplicabilidad puede ser deducida por el juez que conoce de la
causa o por las partes que intervienen en ella. La de inconstitucionalidad, sería una acción
popular sin otra exigencia que tener un interés jurídico comprometido, sin perjuicio que el
tribunal pueda declararla de oficio.

d. Nueva atribución que propongo: “resolver contiendas de competencia que se


susciten entre las autoridades políticas o administrativas y los tribunales de
justicia”.

e. El N° 2 pasa a ser el N° 3: “resolver las cuestiones sobre constitucionalidad que se


susciten durante la tramitación de los proyectos de ley o de reforma constitucional
y de los tratados sometidos a la aprobación del congreso”.
Se debe señalar que el inc. 4 Del art 82 señala “en el caso del N° 2, el tribunal solo podrá
conocer de la materia a requerimiento del presidente de la República, de cualquiera de las
cámaras o de una cuarta parte de sus miembros en ejercicio, siempre que sea formulado
antes de la promulgación”, propongo agregar “(…) de la ley y respecto de los tratados
antes de la aprobación correspondiente por el presidente de la república. Para formular el
requerimiento no será necesario que quienes lo deduzcan hayan efectuado reserva de su
derecho durante la tramitación del proyecto, como así tampoco que hubieren votado en
contra de aprobar el precepto cuestionado”.

f. El Nª 9 del art 82, pasa a ser el Nª 11, trata la atribución de informar al senado en
los casos a que se refiere el art 49 Nª7, esto es, declarar la inhabilidad del
presidente de la República o del Presidente electo cuando un impedimento físico o
mental lo inhabilite para el ejercicio de sus funciones, y declarar así mismo cuando
el presidente de la República haga dimisión de su cargo (…)” Para hacer operante
esta normar se aplica el inc. 12 del art. 82 pero incurre en un error, porque este
habla de que el tribunal solo podrá conocer de la materia a requerimiento de la
Cámara de Diputados o de la cuarta parte de sus miembros, cuando debería
señalar al Senado.

g. Las restantes modificaciones que propongo obedecen a meros cambios formales


de incisos, numerales o guarismos.

3. EFECTO DE LAS SENTENCIAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. ART 83


DE LA CPR.
El art, prescribe que “contra las resoluciones del TC no procede recurso alguno, sin
perjuicio de que puede el mismo tribunal, conforme a la ley, rectificar errores de hecho en
que hubiere incurrido. Las disposiciones que el tribunal declare inconstitucionales no
podrán convertirse en ley, en proyecto de ley o DFL de que se trate, (…). Resuelto por el
tribunal que un precepto legal determinado es constitucional, la CS no podrá declararlo
inaplicable por el mismo vicio que fue materia de la sentencia”.

Propongo introducir como inc. 3 el siguiente: “en el caso del Nª 2 del art 82, las normas
que el tribunal declare inconstitucionales no podrán convertirse en auto acordado” Como
inc. 4, agregar que respecto de las sentencias que declare la inconstitucionalidad de todo
o parte de una ley o de un DFL del cual la contraloría hubiese tomado razón, se ordenara
la publicación de esas sentencias en el DO quedando la norma sin efecto de pleno
derecho desde dicha publicación. Como inc. 5 propongo que cuando el TC acoja un
requerimiento por inconstitucionalidad de un decreto del Presidente de la república, el
todo o parte de ese decreto quede sin efecto de pleno derecho desde la publicación de la
sentencia en el DO.
Finalmente agregaría, que en el caso del Nª 14 del art 82, los DS impugnados, también
quedarían sin efecto de pleno derecho desde la publicación en el DO de la sentencia que
acoja el reclamo. (Estos DS son aquellos dictados en el ejercicio de la potestad
reglamentaria del presidente de la república y que son impugnados ante el TC cuando
traten de materias reservadas solo a la ley).

IV. PROPOSICIONES CONCRETAS DE REFORMA CONSTITUCIONAL QUE


SE PROPONEN.

A. Sustituir el art. 81 por el siguiente: “Habrá un TC integrado por nueve ministros


designados de la siguiente manera:
a) 3 Ministros de la CS (con forma de elección, cesación en el cargo e
inhabilidades ya desarrolladas anteriormente)
b) 3 abogados designados por el Presidente de la república (con forma de
elección y requisitos ya señalados anteriormente)
c) 3 abogados elegidos por el Senado (con la forma de elección señalada
anteriormente)
Las personas de las letras b) y c) deberán tener a lo menos 15 años de titulo, haberse
destacado en la actividad profesional, no tendrán que tener impedimento alguno que los
inhabilite para desempeñar el cargo de juez, sus cargos serán incompatibles con el de
diputado o senador o ministro del tribunal Calificador de Elecciones y estarán sujetos a las
prohibiciones que establezca una LOC. Los miembros del TC duraran 8 años en sus
cargos, se renovaran por parcialidades cada 4 años y serán inamovibles.
Los demás aspectos de este articulo que propongo modificar, ya han sido tratados en el
numeral 1 de este capítulo titulado “Integración Del Tribunal Constitucional. Art 81 De La
CPR”.
B. Introducir modificaciones al art. 82. Dichas modificaciones que se proponen ya han
sido desarrolladas anteriormente en el numeral 2, de este capítulo, titulado
“Atribuciones Del Tribunal Constitucional. Art. 82 De La CPR” (las modificaciones
dicen relación con incluir nuevos numerales en el artículos o modificar algunos ya
existentes, incluir nuevos incisos, o cambiar palabras o expresiones en el
articulado).

C. Introducir modificaciones al art. 86. Dichas modificaciones ya han sido tratadas en


el numeral 3 de este capítulo titulado “Efecto De Las Sentencias Del Tribunal
Constitucional. Art 83 De La CPR” (las modificaciones dicen relación con incluir
nuevos incisos al artículo).

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA CONTRALORIA GENERAL DE LA REPÚBLICA

Arturo Aylwin Azócar


Contralor General de la República

I. ANTECEDENTES.

Generalmente el ciudadano común e inclusive los abogados y funcionarios tienen una


visión incompleta sobre el rol que cumple este organismo y cuál es su naturaleza y
características.

El análisis de esta entidad se hace mucho mas difícil por que la legislación que la rige se
encuentra dispersa en muchos textos, frecuentemente contradictorios, otros obsoletos o
con múltiples derogaciones expresas o tacitas. El último texto refundido de la ley de
organización y atribuciones de la Contraloría es de julio de 1946. Y es de imaginar que
grandes cambios ha experimentado la administración pública y todo el régimen
administrativo desde 1964. Es tan notable el cambio que ahora se manejan conceptos e
instituciones inherentes a su labor contralora que ni siquiera son mencionados en la ley.

La consagración de la CGR en un capítulo especial de la CPR de 1980 fue un avance


significativo e importo un fortalecimiento a la fiscalización. Sin embargo hasta ahora no se
ha dictado la LOC que debe regular su organización, funciones y atribuciones, no
obstante lo dispuesto por la misma CPR.

Por otra parte, se debe señalar que el art 87 de la CPR solo se limito a reproducir lo
sustancial del texto anterior. Aún más la terminología y procedimientos consignados en el
art 89 relativos al pago no guardan armonía con el nuevo régimen de administración
financiera vigente desde la década del 70. En lo que si hubo un cambio fue en lo relativo a
la toma de razón regulada en el art. 88.

Hay que señalar que la propia Contraloría elaboro un proyecto de LOC que contempla
numerosas proposiciones de reforma a los diversos gobiernos, aun sin resultados. Con
todo se encuentra en trámite en el Congreso un proyecto enviado por el poder ejecutivo
con acuerdo del organismo contralor, que tiene algunas innovaciones urgentes.

Por otra parte debemos señalar que el organismo contralor ha elaborado un documento
titulado “Doctrina institucional” en el que se contienen los grandes principios, ideas y
aspiraciones de dicha entidad, en el entendido que los objetivos básicos de este órgano
contralor son el de velar por el respeto del ordenamiento jurídico, proteger el patrimonio
público, defender la probidad administrativa y asegurar la transparencia en la información
financiera.

II. ELEMENTOS FUNDAMENTALES QUE DEBEN PONDERARSE PARA


ENTENDER LO QUE ES LA CONTRALORIA.

1. La CG es un órgano de rango constitucional. Aun más, sus principales funciones,


especialmente la toma de razón, tienen ese carácter.
2. La CG, también por mandato constitucional, goza de autonomía.
Atributo que significa otorgarle a este organismo plena independencia en su acción
fiscalizadora tanto frente al poder ejecutivo como ante el legislativo y demás órganos del
Estado.
Como expresión de dicha autonomía, el Contralor General de la República goza de
inamovilidad una vez que es designado por el Presidente de la República, con acuerdo
del Senado, por mayoría de sus miembros en ejercicio, debiendo cesar a los 75 años de
edad. Ello no quita que puedan ser acusados constitucionalmente por notable abandono
de sus deberes.
Por lo mismo el Contralor dirige sus funciones fiscalizadoras y gestiona al servicio incluido
la administración de su personal sin intervención de ninguna otra autoridad. El
presupuesto anual del organismo debe aprobarse en la misma forma que para el resto de
los servicios públicos.

3. La CG, no obstante su autonomía, forma parte de la administración del Estado.


En consecuencia le son aplicables los grandes principios y normas fundamentales que
rigen a la administración.

4. La CG integra el sistema nacional de control de la administración.


Este atributo no figura en ningún texto normativo, sino que la propia CG ha sustentado
doctrinariamente este sistema y ha impulsado su fortalecimiento.
Este sistema, contempla diversos órganos que fiscalizan la administración (aparte de la
CG): la Cámara de Diputados, el Presidente de la República, los consejos regionales, los
consejos municipales, las unidades de control interno de los servicios, el TC, los
tribunales de justicia. Cabe agregar que se consolida cada vez más el llamado control
social a través del ejercicio del derecho de petición que tienen los particulares.
Cabe señalar que los servicios sometidos a la fiscalización de la CG deberán organizar
las oficinas especiales de control que determine este organismo, los contralores o
auditores que tengan a su cargo estas oficinas quedaran sujetos a la dependencia técnica
de la CG.
5. La Contraloría Chilena tiene características distintas al resto de las entidades
superiores de Fiscalización existentes en otros países.
Debe recordarse que la Contraloría nació en 1927 sobre la base de refundir el antiguo
tribunal de cuentas, la dirección de contabilidad y una inspectoría que funcionaba en el
poder ejecutivo. Como resultado de lo anterior, el organismo contralor realiza múltiples
funciones vinculadas a la fiscalización, las que usualmente están radicadas en diferentes
órganos en otros países.

6. La CG está planteada como órgano de control de la legalidad de la administración.


Por eso es que al órgano contralor no le corresponde fiscalizar los actos legislativos ni
tampoco los jurisdiccionales. Por lo mismo la Contraloría no puede representar la
inconstitucionalidad de un acto administrativo cuando este se encuentre expresamente
autorizado por una ley. En cambio cuando la inconstitucionalidad del acto administrativo
no tiene sustento legal, es evidente que la referida facultad tiene aplicación.

7. En relación con el ámbito de fiscalización de la Contraloría conviene hacer algunas


precisiones.
a) La Contraloría no fiscaliza a toda la administración del Estado, pues algunos
órganos administrativos por mandato de la ley han sido totalmente marginados
de su control (ej. Banco Central).
b) La Contraloría puede realizar labores de auditoría sobre organismos estatales
o semiestelares que no integren la administración pública.
c) La Contraloría puede, excepcionalmente, fiscalizar órganos netamente
privados. En este caso fiscalizara la correcta inversión de los fondos fiscales
que cuales quiera persona o institución de carácter privado perciban por leyes
permanentes a titulo de subvención o aporte del Estado para una finalidad
específica y determinada.
d) La Contraloría solo realiza labores limitadas de auditoría respecto de las
empresas públicas del Estado. Por lo que se sustrajo de la fiscalización al
personal de las empresas publicas con régimen de negociación colectiva.

8. La CG está concebida esencialmente como órgano de control de legalidad.


En consecuencia no se pueden realizar controles de merito o de oportunidad, ni
entrometerse en definiciones de políticas pues todo ello le corresponderá a la
administración. La Contraloría está impedida de ejercer funciones de coadministración.
Debe entenderse que la legalidad va más allá de las formas y procedimientos. Lo que a la
comunidad le interesa es que los servicios públicos funcionen bien, que hagan lo que
deben hacer, que los recursos que se entregan al Estado para fines determinados sean
empleados en tales fines respetándose los grandes valores y derechos que contempla el
ordenamiento jurídico

9. La probidad pública ha adquirido relevancia, atribuyéndole al organismo contralor


un papel importante en su protección y fortalecimiento.

III. COMENTARIOS SOBRE LAS FUNCIONES DE LA CONTRALORÍA.

Para el cumplimiento de sus objetivos, el organismo contralor realiza fundamentalmente


las siguientes funciones.

1. Toma de razón de los decretos y resoluciones.


Mediante la toma de razón la CG se pronuncia acerca de la constitucionalidad y legalidad
de los actos emitidos por la administración.
Debemos aclarar algunos puntos sobre los cuales se sabe muy poco por personas ajenas
a la Contraloría.

a) Contrariamente a lo que se piensa, no todos los decretos y resoluciones están


afectas a la toma de razón.
Por otra parte e. Contralor General está autorizado para disponer la exención
cuando los actos administrativos no inciden en materias esenciales y no están
firmados por el Presidente de la República.
b) Cualquier tercero puede recurrir ante la CG ejerciendo el derecho a petición,
impugnando un decreto o resolución que este tramitándose ante el órgano
contralor.
c) El pronunciamiento de la Contraloría no produce cosa juzgada respecto de la
legalidad o ilegalidad del acto. Por eso es que la toma de razón no inhibe las
acciones jurisdiccionales que se pueden interponer respecto del mismo acto.
d) El Senado, conociendo de contiendas planteadas por la Contraloría, ha resuelto
reiteradamente que no procede el recurso de protección en contra de la toma de
razón o, del acto de representación de ilegalidad o inconstitucionalidad que haga
el organismo contralor.
Pero procederá el recurso de protección si la Contraloría interviniera en una
materia que carece de competencia o cuando la privación, perturbación o
amenaza del ilegitimo ejercicio del derecho constitucional amparado se produce
por la dilación en el pronunciamiento del contralo excediéndose del plazo
establecido.
e) Existe la toma de razón con un oficio de alcance, se trata de una práctica
administrativa que tiende a facilitar la gestión de la administración.
Se realiza así cuando la toma de razón se realiza para reconocer al decreto o
resolución un alcance determinado en cuanto a su naturaleza y fundamentación
jurídica o a su contenido o efectos. También se podrán hacer presentes errores
formales o de carácter accidental que aparezcan de manifiesto en el decreto o
resolución.

2. Emite dictámenes jurídicos.


La CG realiza una labor interpretativa de las normas aplicables en el ámbito
administrativo. El órgano contralor tiene facultades para impartir instrucciones o emitir
dictámenes a requerimiento de los ministros del Estado, jefes superiores de servicios u
otras autoridades. También puede hacerlo a petición del funcionario o de particulares
cuando, habiéndose solicitado estos a la administración activa, no se hubiere emitido
pronunciamiento alguno o se haya denegado el derecho pretendido. Así mismo puede
emitir informes jurídicos de oficio cuando imparte instrucciones sobre la aplicación de una
ley determinada (ej. Leyes de reajuste de remuneraciones).
Por mandato de la ley los dictámenes de la Contraloría constituyen jurisprudencia
administrativa, la cual es obligatoria para los órganos de la administración del estado, y
los abogados, fiscales o asesores jurídicos de los servicios públicos no pueden ignorar
dicha jurisprudencia.

3. Efectúa auditorias e inspecciones


Mediante esta labor que se realiza en los propios servicios, se hace se hace una
evaluación de los controles internos, una auditoria de las operaciones y una auditoria de
los estados financieros de los servicios fiscalizados.
También puede realizar investigaciones por propia iniciativa, por denuncia o por petición
de la cámara de diputados al ejercer esta sus funciones fiscalizadoras. Cada investigación
termina en un informe fundado. Y de las conclusiones de la investigación se pueden
originar sumarios administrativos o denuncias a la justicia del crimen.

4. Realiza tareas de control especializado para el cumplimiento de las normas


que rigen a los funcionarios públicos
La LOC de la CG le ha encargado específicamente la vigilancia del cumplimiento de las
disposiciones contenidas en el estatuto administrativo (se entiende por estatuto
administrativo el conjunto de normas jurídicas destinadas a regular las relaciones
laborales entre las diversas instituciones de la administración pública y su personal
dependiente).

5. Mantiene un registro del personal de la administración del Estado


Esta tarea se complementa con un registro de empleados públicos, además de un registro
de las personas condenadas por crimen o simple delito de acción pública o inhabilidades
por sentencia judicial para servir en cargos u oficios públicos, así como una nómica de los
funcionarios separados o destituidos administrativamente de cualquier cargo o empleo
público.
6. Mantiene un registro de las declaraciones de intereses
Las autoridades superiores del Estado y las demás autoridades, jefes y funcionarios hasta
el nivel de jefe de departamento, están obligados a hacer una declaración jurada de
intereses, la cual será pública y deberá actualizarse cada 4 años y cada vez que ocurra
un hecho relevante que la modifique. Se presentara en 3 copias que serán autentificadas
al momento de recepción por el jefe del órgano al que pertenece el declarante o ante
notario. Una de ella será remitida al CGR o Contraloría Regional, para su custodia,
archivo y consulta, otra se deposita en la oficina de personal del órgano que los reciba y
otra se le devuelve al interesado.

7. Lleva la contabilidad general de la nación


Esta contabilidad debe sujetarse a la Ley de Administración Financiera del Estado.
Esta función implica 3 actividades fundamentales.
a) Actividad Normativa: se investigan, analizan y fijan principios, formas y
procedimientos técnico-contables a que deben ajustarse tanto el registro como la
información para la consolidación de las distintas operaciones propias de la
gestión de las entidades incluidas en la cobertura de la contabilidad pública.
b) Actividad de procesamiento o de registro contable consolidado: incluye, recepción,
análisis, procesamiento y consecuente registro de la información contable que
periódicamente fluye de las entidades afectas al sistema de contabilidad pública
que permite la formación y mantención de un banco de datos sobre la gestión
financiera del sector público.
c) Actividad de información o de emisión de estados contables: involucra tareas de
análisis, estructuración, formación, distribución y publicación de la información
referida a la gestión presupuestaria, financiera y patrimonial del sector público
contenida en los registros señalados precedentemente.

8. Realiza el juzgamiento de las cuentas de los funcionarios de la administración


Dentro de la Contraloría funciona el tribunal de cuentas tendiente a hacer efectiva la
responsabilidad civil extracontractual de los funcionarios que causen daño al patrimonio
del Estado como consecuencia de su actuación ilegal verificada en un examen de cuentas
o establecida como conclusión de sumario administrativo. El juez de cuentas de primera
instancia es el Subcontralor General y de segunda instancia es el Contralor General.

9. Recopila y edita las leyes, reglamentos y decretos de interés general.


Corresponde exclusivamente a la Contraloría recopilar y editar en forma oportuna y
metódica todas las leyes, reglamentos, y decretos de interés general y permanente con
sus índices respectivos. Le corresponderá asimismo, confeccionar y editar el boletín de
jurisprudencia administrativa de la Contraloría y atender al cuidado y fomento de la
biblioteca del servicio.

IV. DESAFIOS FUTUROS DE LA CONTRALORIA.

La CGR ha jugado un papel importante en la formación del derecho administrativo


chileno, en la preservación del ordenamiento jurídico y en el resguardo de la probidad.
Tanto es así que los actos de corrupción administrativa son escasos, pero los riesgos son
cada vez mayores y es una de las razones por las cuales el régimen de control requiere
de cambios ineludibles. El organismo contralor debe ir en la línea de avanzada de la
modernización, modernización que implica desafíos como la profesionalización del
servicio, la aplicación de la nueva tecnología, la capacitación intensa, la decidida y
gradual desconcentración del territorio a través de las contralorías regionales, la
publicidad de los resultados finales de los informes y decisiones del contralor, etc.

Se requiere urgentemente la aprobación de la LOC de la CGR, exigida por la CPR, y que


haga posible reformas necesarias como las siguientes: clasificación del ámbito de
competencia del organismo contralor sobre la administración del estado, el otorgamiento
de potestades suficientes, nueva estructura del organismo, nueva planta de personal y
supresión de funciones ya obsoletas.
TRIBUNALES Y ORGANOS ELECTORALES

Juan Ignacio García Rodríguez


Director del Servicio Electoral
Profesor de Derecho Público

I. INTRODUCCIÓN

La mejor manera de apreciar y entender este tema es comparando la CPR de 1980 con el
texto que existía hasta 1973 con la plena vigencia de la CPR de 1925.

Órganos primarios electorales: tribunal Calificador de Elecciones, Tribunales Electorales


Regionales y el Servicio Electoral, luego están aquellos organismos que de menor
permanencia en sus tareas electorales.

II. JUSTICIA ELECTORAL.

a) Tribunal Calificador de elecciones.

Del análisis del art 79 de la CPR de 1925 y el art 84 de la CPR de 1980 se desprende que
en la práctica, el tribunal de 1980 es la casi exacta continuación del que existía a raíz del
texto de 1925.

Diferencias.
En el caso de 1925 se componía por 5 miembros designados por sorteo, uno entre
individuos que han desempeñado los cargos de Presidente de la Cámara de Diputados
por más de un año, dos entre individuos que desempeñen los cargos de Ministros de la
CS y uno entre individuos que desempeñen cargos de Ministros de la CA de la ciudad
donde celebre sus sesiones el congreso.

En 1980 se componía por 3 ministros o ex ministros de la CS elegidos por esta en


votaciones sucesivas y secretas por la mayoría absoluta de sus miembros, un abogado
elegido por la CS de la misma forma señalada anteriormente y un ex presidente del
Senado o de la Cámara de Diputados que haya ejercido el cargo por un lapso no inferior a
3 años el que será elegido por sorteo. Los miembros duraran 4 años en sus funciones y
una LOC regulara la organización y funcionamiento de este tribunal.

En 1999 se modifico la integración por 5 miembros designados, 4 de ellos por la CS


mediante sorteo y uno que hubiese ejercido el cargo de presidente o vicepresidente de la
Cámara de Diputados o del Senado por un periodo no inferior a los 365 días, designado
mediante sorteo por la CS.
Ambas CPR entregan a una LOC la regulación de la organización y funcionamiento de
este tribunal.

El actual tribunal que comenzó sus funciones en el año 200 ya está integrado en la forma
señalada por la última reforma.

En síntesis este órgano electoral goza de atribuciones como practicar el escrutinio general
de las elecciones y tiene amplias facultades en materia de formación y disolución de
partidos políticos.
Las sentencias de este tribunal electoral son de última instancia y sin ulterior recurso.

b) La CPR de 1980 establece los Tribunales Electorales Regionales: son los


encargados de conocer las elecciones de carácter general y a las que tengan lugar
en aquellos grupos intermedios que determine la ley.

Están constituidos por un Ministro de la CA respectiva, elegido por esta, y por dos
miembros designados por el TCE de entre personas que hayan ejercido la profesión de
abogados o desempeñado la función de ministro o abogado integrante de la CA por un
plazo no inferior a 3 años. Duraran 4 años en sus funciones y tendrán las inhabilidades e
incompatibilidades que determine la ley.
Las sentencias de estos tribunales son apelables ante el TCE.
La LOC de Municipalidades les entrega el escrutinio y la calificación de las elecciones
municipales.

III. ADMINISTRACIÓN ELECTORAL.

La CPR de 1980 en su art 18 establece que habrá un sistema electoral público. Una LOC
determinara su organización y funcionamiento, regulara la forma en que se realizan los
procesos electorales y plebiscitarios, en todo lo no previsto por la CPR y garantizara la
plena igualdad entre los independientes y los miembros de los partidos políticos tanto en
la presentación de candidaturas como en su participación en los señalados procesos.
Las LOC Nªs 18.556 y 18.700 regularon al Servicio Electoral dándole el carácter de
órgano administrativo autónomo encargado de organizar los procesos electorales y
continuador legal de los órganos administrativos creados a contar de 1925 que tenían
similares funciones.

El art. 87 establece: créese el Servicio Electoral, organismo autónomo, con personalidad


jurídica y patrimonio propio, cuyo objeto será cumplir con las funciones que la ley le
señale y que se relacionara con el presidente de la República a través del Ministerio del
Interior. Su domicilio será la capital de la República.

IV. LA INSCRIPCION ELECTORAL.

a) Ciudadanía

La CPR de 1925 en su art. 7 señalaba que son ciudadanos con derecho a sufragio los
chilenos que hayan cumplido 18 años de edad y están inscritos en los registros
electorales.
Este texto establecía como requisito de ciudadanía el estar inscrito en los requisitos
electorales.
La CPR de 1980 en el art. 13 señala que son ciudadanos los chilenos que hayan cumplido
18 años de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva. La calidad de
ciudadano otorga los derechos de sufragio, de optar a cargos de elección popular y las
demás que la Constitución o la ley confieren.
Este texto elimina el requisito de estar inscrito en los registros electorales para obtener la
calidad de ciudadano.

b) Inscripción de extranjeros

El art. 104 inc. 1° del texto modificado de 1925 establecía que podrán votar en la elección
de regidores los extranjeros mayores de 18 años de edad y que hayan residido por más
de 5 años en el país, efecto para el cual habrá registros particulares en cada comuna.

En la CPR de 1980 en el art. 14 se señala que los extranjeros avecindados en Chile por
más de 5 años que cumplan con los requisitos, podrán ejercer el derecho a sufragio en los
casos y forma que señala la leu.

c) Juntas electorales

En el art. 6 de la CPR de 1925 (de acuerdo con la ley N° 4.554 de 1929) se creó el
Registro Electoral Permanente y que estableció juntas inscriptoras para los electores,
compuestas principalmente por el notario conservador de bienes raíces, el tesorero
provincial o comunal y el jefe de la oficina de identificación en el respectivo departamento.

Con posterioridad cambiaron la integración, llegando a estar compuesta por un


funcionario de carabineros y el oficial del Registro Civil respectivo. Finalmente en 1973
solo quedaba como único integrante el funcionario del Registro Civil respectivo.

En materia de juntas inscriptoras la LOC de Inscripciones Electorales N° 18.556 emanada


del art. 18 de la CPR señala que estos organismos estarán integrados por 3 miembros
designados por el director del Servicio Electoral, de los cuales dos serán a proposición a
cuaterna de la junta electoral, además el director podrá designar un miembro en calidad
de suplente en cada junta inscriptora.

Las personas propuestas y las designadas deben cumplir ciertos requisitos: a) ser
ciudadanos mayores de 21 años, b) haber aprobado la enseñanza básica o su
equivalente, c) ser vidente y, d) tener domicilio en la circunscripción electoral de la
respectiva Junta Inscriptora.
Las personas que se propongan para integrar estas Juntas, podrán ser, ex funcionarios
judiciales, públicos o municipales. Y mientras conserven el carácter de miembros de estas
juntas no podrán desarrollar cualquier actividad político-partidista.
No podrán ser miembros las personas que desempeñen cargos de representación popular
o sean candidatos a ocuparlos, ni los que ejerzan cargos de confianza exclusiva del
presidente de la República o sean dirigentes de partidos políticos.
Estas juntas han funcionado normalmente desde 1987.

V. JUNTAS ELECTORALES.

Estor organismos tienen un similar tratamiento en ambas CPR.


Tienen como función a designación de vocales de mesas receptoras, locales de votación
y son custodios de uno de los libros de Registro Electoral que debe mantenerse a nivel
local y que se utiliza en la respectiva mesa de sufragio.

En la actualidad la LOC N° 18.556 en su art. 6 señala que en las provincias cuya capital
sea asiento de CA, estarán integradas por el fiscal de esta última (presidente), el defensor
público, el notario público, el conservador de bienes raíces de la misma (secretario). En
las demás capitales de provincia se integraran con el defensor público (presidente), el
notario público y el conservador de bienes raíces de ellas (secretario). Si hay más de uno
de los funcionarios, integrara la respectiva junta el más antiguo en la categoría.
Los miembros serán permanentes y conservaran ese carácter en tanto desempeñen la
función pública requerida para su designación.

VI. MESAS RECEPTORAS DE SUFRAGIOS.

Su integración y forma de designación se ha mantenido casi inalterable en el tiempo


después de 1925.

Sus integrantes están designados por sorteo entre los integrantes de cada libro de
registro, hecho que entrega a la ciudadanía la integración de estas mesas. Con un
sistema de excusas e inhabilidades que no es del caso señalar.
El escrutinio que realiza este organismo, de no ser reclamado pasa a ser el escrutinio final
de la elección, salvo que deba ser ratificado por el Tribunal Calificador de Elecciones.

VII. COLEGIOS ESCRUTADORES

Desde la CPR de 1925 a la fecha han tenido un tratamiento similar.


La actual LOC (18.700) establece que tiene por finalidad reunir las catas de los escrutinios
realizados en las mesas receptoras de sufragios, sumar votos que en ellas se consignen y
cumplir las demás funciones que señala dicha ley. No podrán deliberar ni resolver sobre
cuestión alguna respectiva a la validez de la votación.
Existirán los colegios escrutadores que determine el Director del Servicio Electoral por
resolución fundada, en la que se indicara la localidad de funcionamiento y las mesas que
corresponderá a cada uno. Cada colegio no podrá escrutar más de 200 mesas
receptoras.
Habrá a lo menos un colegio en cada localidad en que tenga su sede una junta electoral.
Cada colegio estará compuesto de 6 miembros titulares igual número de suplentes y un
secretario, a menos que hubiese funcionado con número inferior de mesas, en cuyo caso
el colegio formara con los que hubiere, lo que serán designados de acuerdo con el
procedimiento establecido en la ley señalada.
Para ser miembro se requerirá haber desempeñado el cargo de presidente de alguna de
las mesas que le corresponderá escrutar al respectivo colegio.

VIII. CONSLUSIÓN

Lo que se hizo en 1980 y años posteriores fue un proceso de continuidad en el régimen


electoral jurisdiccional y administrativo que rigió desde 1925 hasta 1973.

LAS FUERZAS ARMADAS EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1980


Marisol Pena Torres
Profesora de Derecho Constitucional
Pontificia Universidad Católica de Chile

I. INTRODUCCIÓN

Max Weber definía al Estado como aquella comunidad humana que dentro de un territorio
determinado reclama para si el monopolio de la violencia física legitima la cual realiza a
través de los órganos que constituye y que son las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de
Orden y Seguridad Pública y que por ser órganos del Estado, la expresión de su voluntad
se atribuye al Estado mismo.

La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 en su art. 12 señala


que la garantía de los derechos del hombre y del ciudadano necesitan una fuerza pública,
instituida para el beneficio de todos y no para la utilidad particular de aquellos a quienes
esta confiada.

La evolución constitucional chilena muestra una escasa o nula regulación de estas


instituciones, lo que cambio con la CPR de 1980 al incluir un capitulo completo referido a
las Fuerzas Armadas y de fuerzas de orden y seguridad pública, en el que se contiene
una amplia referencia a su dependencia orgánica, a sus misiones, composición y
características. Estas normas deben complementarse con aquellas contenidas en el
capítulo referido al Consejo de Seguridad Nacional, con las que se refieren a las
atribuciones militares del presidente de la República y a los estados de excepción
constitucional, con el servicio militar obligatorio y con el resguardo del orden público
durante actos electorales y plebiscitarios.

II. LA REGULACIÓN APLICABLE A LAS FUERZAS ARMADAS EN EL


DESARROLLO CONSTITUCIONAL CHILENO.

Los primeros textos constitucionales consideraban solo las atribuciones que el Presidente
de la República o el Congreso podían ejercer en materias militares.
Así se limitaban a requerir el acuerdo del Congreso o del Senado para que el Ejecutivo
pudiese ejercer atribuciones militares.

La Constitución de 1818 continuaba la tendencia y se refiero fundamentalmente a las


atribuciones del ejecutivo como del legislativo en materias militares: se exigía el acuerdo
del Senado a pluralidad de votos para resolver los grandes negocios del Estado, entre los
que se encontraba el declarar la guerra y levantar nuevas tropas o mandarlas fuera del
Estado. Entre las facultades del ejecutivo se consideraba el mando y organización de los
ejércitos, armada y milicias.

La Constitución de 1822 consideraba a miembros de los cuerpos armados como


integrantes del Senado.
Diversas atribuciones se confiaban al Congreso como declarar la guerra a propuesta del
ejecutivo.
Entre las facultades del ejecutivo se contemplaba: el mando supremo y la organización y
dirección de los ejércitos, armada y milicias, pero no podrán mandarlos en persona sin el
consentimiento del poder legislativo; nombrar por si solo a los generales en jefes del
ejército; entre otras.
La Constitución de 1923 confiaba al Director Supremo atribuciones como: organizar y
disponer las fuerzas de más y tierra con arreglo a la ley, nombrar los Generales en jefe
con acuerdo del Senado, declarar la guerra en la forma constitucional, entre otras.
El senado en tanto, debía autorizar el ingreso o estacionamiento de tropas extranjeras en
la jurisdicción del Estado la salida de tropas nacionales fuera del territorio del Estado, la
fijación de fuerzas de mar y tierra para cada año o urgencia pública, entre otras.
En tanto el título XX de dicha constitución regulaba la “fuerza pública” precisando que la
fuerza del Estado se compone de todos los chilenos capaces de tomar las armas:
contiene la seguridad interior y la defensa exterior, señalando por primera vez las
características de la fuerza pública.

La Constitución de 1828 mantuvo las tradicionales atribuciones del Congreso Nacional en


lo que se refiere a aprobar o reprobar la declaración la declaración de guerra que haga el
ejecutivo.
El ejecutivo en tanto estaba facultado estaba facultado para disponer de la fuerza de mar
y tierra como de la milicia activa para la seguridad interior y defensa exterior de la nación.
El capítulo XI de dicha constitución se refería escuetamente a la fuerza armada señalando
que estaría compuesta del ejército de mar y tierra y de la milicia activa y pasiva.

La Constitución de 1833 se refería a las fuerzas armadas en su capítulo XI y entre las


materias que regulaba se incluyen: la fijación anual de las fuerzas de mar y tierra que han
de mantenerse en pie en tiempo de paz y de guerra; la autorización para que las tropas
nacionales salgan del territorio de la república; se incorpora la posibilidad de deducir
acusación constitucional contra los generales del ejército o de la armada, por haber
comprometido gravemente la seguridad o el honor de la nación. El Presidente de la
República mantiene sus clásicas funciones.

La Constitución de 1925 al margen de las ya tradicionales atribuciones presidenciales en


materia militar, solo se refirió a la fuerza pública en una de sus normas (art. 22) que fue
modificada y ampliada por la reforma constitucional de 1971 que señalo que la fuerza
pública es esencialmente obediente, ningún cuerpo armado puede deliberar.
Al Presidente de la República se le confiaba la provisión de los empleos miliares y en el
caso de los grados de coroneles, capitanes de navío y demás oficiales superiores del
ejército y armada, con acuerdo del Senado.

Por reforma constitucional de 1971 se modifico la constitución de 1925 y el art. 22 se


amplió en términos de precisar la fuerza pública está constituida única y exclusivamente
por las Fuerzas Armadas y el cuerpo de Carabineros, instituciones profesionales,
jerarquizadas, disciplinadas, obedientes y no deliberantes.

III. ANTECEDENTES DE LA REGULACIÓN CONTENIDA EN LA


CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1980.

La Comisión de Estudios de la Nueva Constitución aprobó en septiembre de 1973 un


conjunto de “metas fundamentales para la nueva CPR” en los que se refiriere a las
fuerzas armadas se incluyen las siguientes incorporaciones:
 Incluir disposiciones que establezcan la participación de las fuerzas armadas.
 El rol de las fuerzas armadas y carabineros de Chile con relación a su misión de
velar por la seguridad externa y externa.
Por su parte en las orientaciones entregadas por el presidente de la República a la
comisión de estudios en noviembre de 1977, con el objeto de que fueran consideradas, se
incluyeron los siguientes aspectos:
 Necesidad de crear un nuevo poder de seguridad que contemplase el papel de las
fuerzas armadas de contribuir a garantizar la supervivencia del Estado.

De lo anterior se infiere la intención de perfilar a la seguridad como una verdadera función


del Estado al servicio de la plena vigencia del estado de derecho y subordinada a la
autoridad presidencial. Paralelamente, está llamada a asegurar la estabilidad institucional
de forma acorde con el plexo de valores que definen la esencia de la nacionalidad y que
representan el núcleo fundamental de la propia CPR.

Sin embargo no puede desconocerse que la interpretación de aquellas situaciones en el


plano concreto afectan dichos valores y la estabilidad de las instituciones del Estado no
puede quedar entregada al libre arbitrio de los institutos armados.

IV. LA REGULACIÓN JURIDICA DE LAS FUERZAS ARMADAD Y DE LAS


FUERZAS DE ORDEN Y SEGURIDAD PÚBLICA EN LA CONSTITUCIÓN DE
1980

1. BASES DE LA INSTITUCIONALIDAD

Las bases de la institucionalidad representan el conjunto de principios y valores que


informan toda la constitución y que constituyen el referente interpretativo obligatorio de la
misma.

Al discutirse este capítulo en la comisión de estudios, estuvo muy presente la idea que él
debía contener alguna referencia a las fuerzas armadas.
En este sentido Alejandro Silva Bascuñán expresaba “una mención a las fuerzas
armadas, en el ordenamiento constitucional, debe formularse en el capítulo preliminar de
la carta, por cuanto contiene las bases generales de la estructura jurídica del país y las
fuerzas armadas son fundamentales para dar eficiencia al derecho”,

Las fuerzas armadas están insertas dentro del estado de derecho y en efecto como
sostenía Sergio Diez, el principio fundamental del Estado en relación con las fuerzas
armadas es que en Chile hay un estado de derecho. Ese es el principio fundamental de
las fuerzas armadas, es decir, que estas al igual que los demás órganos del Estado, están
sometidas a la ley y a ellas se aplican todas las disposiciones.

Las fuerzas armadas contribuyen a cumplir una de las finalidades concretas y especificas
que se imponen al Estado en razón del bien común y que se refiere a garantizar una
situación ausente de riesgos que favorezca la estabilidad y el desarrollo del país. Así es
deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población.
Al respecto don Jorge Ovalle señala que el concepto de seguridad nacional envuelve todo
riesgo general que pueda implicar un peligro para la integridad del estado y sus
instituciones o peligros que afecten la vida y salud de los habitantes.

Así, en el espíritu del constituyente, la seguridad nacional en cuya concreción tienen un


rol esencial las fuerzas armadas, está estrechamente relacionada con el desarrollo
integral del país.
Sin embargo la comisión constituyente fue enfática en sostener que pese a que la
seguridad nacional debe ser preocupación de todos y cada uno de los miembros de la
comunidad, su esencia debe estar radicada en las fuerzas armadas.

2. RELACIONES DE LAS FUERZAS ARMADAS Y DE LAS FUERZAS DE ORDEN


Y SEGURIDAD PÚBLICA CON EL JEFE DEL ESTADO

Uno de los aspectos más cuestionados de la CPR de 1980 ha sido la falta de una
autentica y eficaz subordinación de las fuerzas armadas y de las fuerzas de orden y
seguridad pública a la autoridad del Presidente de la República.
Al respecto, la LOC de BGAE señala (entre otras) a las FFAA como una de las
instituciones que forman al Estado, y que forman parte de la administración centralizada
de este por tanto, actúan bajo la personalidad jurídica y con los bienes y recursos del fisco
quedando sometidas a la dependencia del Presidente de la República a través del
ministro correspondiente (ministro de defensa). Debemos señalar que a pesar de que el
art. 90 de la CPR señale estas fuerzas dependan del ministerio de defensa nacional,
suscribimos a la tesis de que se trata de una dependencia meramente administrativa, ya
que el art 32 N°19 de la CPR señala que le corresponde al Presidente de la República
disponer de las fuerzas armadas, de allí que no se advierte como el ministro de defensa
pueda tener un tipo de mando sobre las FFAA.

Lo anteriormente señalado no debe llevar a la conclusión de que las FFAA son


simplemente un servicio público que integra la administración del Estado.

La autoridad jerárquica del Presidente de la República sobre las FFAA y las fuerzas de
orden y seguridad pública fue materia de particular preocupación para la comisión
constituyente en especial la necesidad de impedir que dichas instituciones quedaran
anuladas en su actuar por consideraciones políticas de orden coyuntural, en este sentido
se señalo que la principal garantía para la estabilidad institucional reside en mantener la
independencia de las FFAA frente a influencias políticas de cualquier naturaleza.

Este criterio expresado por la comisión constituyente debe traducirse en que se


mantendrá la autoridad jerárquica indiscutible del presidente de la República pero afecta
ciertos límites en el ejercicio de sus atribuciones de orden militar. Así el Presidente de la
República:
 Designa a los Comandantes en Jefe de las FFAA y al General Director de
Carabineros entre los cinco oficiales generales de mayor antigüedad. Acá no goza
de libertad absoluta para designar toda vez que la máxima responsabilidad
institucional debe recaer en aquellos oficiales que hayan llegado a la cúspide de la
carrera militar en base a sus particulares meritos.
 Remueve a los Comandantes en Jefe del Ejército, de la Armada, de la Fuerza
Aérea y al General Director de Carabineros, en casos calificados y con acuerdo
del Consejo de Seguridad Nacional.
 Dispone los nombramientos, asensos y retiros de los oficiales de las FFAA y de
Carabineros, mediante decreto supremo, en conformidad a lo dispuesto en la LOC
de las FFAA, dicho DS será expedido a través del Ministerio de Defensa Nacional,
a proposición del respectivo Comandante en Jefe Institucional.
 Dispone de las fuerzas de aire, mar y tierra, las organiza y distribuye de acuerdo
con las necesidades de la seguridad nacional. Según la CPR de 1925 esta función
podía ser ejercida por el Presidente de la República según lo hallare conveniente,
hoy en cambio estas atribuciones deben ejercerse de acuerdo con las
necesidades de la seguridad nacional.
 Asumir en caso de guerra, la jefatura suprema de las FFAA. Esta atribución es
más restringida que en la CPR de 1925 que le permitía mandar personalmente a
las fuerzas de mar y de tierra con acuerdo del Senado (en tiempos de paz y de
guerra) y hoy solo es en caso de guerra.
 Delegar en las autoridades militares respectivas las facultades que le corresponde
ejercer durante los estados de excepción constitucional.

3. MATERIAS DE LEY VINCULADAS A LAS FFAA Y A LAS FUERZAS DE


ORDEN Y SEGURIDAD PÚBLICA.

La CPR de 1980 ha mantenido radicadas en el poder legislativo una serie de materias


vinculadas al quehacer de los institutos armados. Es el caso de las normas para permitir
la entrada de tropas extranjeras en el territorio nacional o permitir la salida de tropas
nacionales fuera de él, entre otras.

4. MISIONES DE LAS FFAA Y DE LAS FUERZAS DE ORDEN Y SEGURIDAD


PÚBLICA

La CPR de 1980 ha destinado un capítulo (X) especial para regular el régimen aplicable a
las FFAA y las fuerzas de orden y seguridad pública, el cual no solo se refiere a las
características y misiones de estas instituciones, sino que, además, regula otros aspectos
básicos de su organización interna como la incorporación a las plantas y dotaciones
respectivas, nombramiento y duración en el cargo, nombramiento, asensos y retiros de los
oficiales.

El aporte más relevante de la CPR de 1980 consiste en haber mencionado en forma


explícita las misiones que asigna tanto a las FFAA como a las fuerzas de orden y
seguridad pública.

Al examinar las misiones constitucionales de los institutos armados resulta preciso señalar
que la CPR de 1980 distinguió claramente a las FFAA (ejército, la armada y la fuerza
aérea) de las fuerzas de orden y seguridad pública (carabineros e investigaciones). Estás
ultimas sólo constituyen propiamente la fuerza pública
Las misiones que el art. 90 de la CPR confía a las FFAA son las siguientes.

a) La defensa de la patria
Esta refería en el campo bélico. En la comisión de estudios, Jaime Guzmán expreso que
todos los chilenos tienen por misión defender la patria como también la tiene la
institucionalidad, aunque en un sentido más bien espiritual del concepto, no obstante las
implicaciones materiales que reviste.
No obstante al interior de la comisión de estudios se le dio un alcance aun mayor a la
defensa de la patria, así Gustavo Lorca expreso que la finalidad de las FFAA es por
sobre todo la defensa de la patria, lo que constituye un valor moral que va mucho más allá
de lo que pueda entenderse por seguridad nacional, concepto este ultimo relacionado
más bien con cuestiones de orden técnico y especializado.

b) Ser esenciales para la seguridad nacional.


Desde la doctrina, la seguridad puede ser entendida como una función del Estado a
través de la cual este va avanzando en la concreción de su fin propio que es el bien
común.
Si bien todos los chilenos tienen el deber de contribuir a preservar la seguridad nacional,
la responsabilidad inmediata por el logro de las condiciones que ella importa recae a las
instituciones armadas, bajo la autoridad del presidente de la República.

c) Garantes del orden institucional de la república


Según consta en las sesiones de la comisión de estudios, este resguardo confiado a las
FFAA y a Carabineros se inserta dentro del denominado poder de seguridad, a que había
aludido el Presidente de la República en las orientaciones que entregaba a dicha
comisión. Este llamado poder seguridad estaba referido al papel deben cumplir las
mencionadas instituciones en relación con la súper vivencia del estado, los principios
básicos de la institucionalidad y los grandes y permanentes objetivos de la nación, todo lo
cual tiene una expresión positiva, concreta en el orden institucional que la república
soberanamente se ha dado para promover el logro de esos objetivos.

Más concretamente, el orden institucional de la República está constituido por el conjunto


de instituciones y las regulaciones que les son inherentes que la sociedad se ha dado con
el fin de defender y promover los valores y principios sustanciales sobre los que se edifica
esa institucionalidad.

La misión de garantizar este orden, importa a las FFAA y Carabineros la tarea de estar
preparadas para intervenir operativamente cuando la autoridad política decrete algún
estado de excepción o cuando por cualquiera situación, ese orden institucional se vea
quebrantado, sin que se advierta otro remedio para restablecerlo.

Al interior de la comisión de estudios esta defensa fue planteada con precaución ya que
podía llevar a que el resto de las instituciones descasara en las FFAA.

Lo anterior no obsta las funciones permanentes que cumplen las FFAA, por ej. Lo relativo
al control de armas, tampoco obsta a la asesoría permanente que deben brindar estas
instituciones al Presidente de la República a través del Consejo de Seguridad Nacional (el
consejo puede hacer presente al Presidente de la república, al Congreso o al TC su
opinión frente a algún hecho o acto materia que, a su juicio, atente gravemente en contra
de las bases de la institucionalidad o pueda comprometer la seguridad nacional.

El constituyente de 1980 reitera las características de las fuerzas dependientes del


ministerio encargado de la defensa, señalando que son profesionales, jerarquizadas y
disciplinadas. Y en el caso de las FFAA y Carabineros son esencialmente obedientes y no
deliberantes.
La característica obedientes debe entenderse a los mandos de las respectivas
instituciones. Respecto a “no deliberantes” en la comisión constituyente Jaime Guzmán
considero que los Estados mayores siempre han deliberado sobre toda clase de materias
que de algún modo afectan al destino superior de la República pues ello es inherente a la
misión de defender la patria.

De allí que la comisión Ortuzar consideraba que la no deliberación, como característica de


las FFAA y Carabineros tiene como excepción las materias relativas a sus funciones
específicas, precisión que sin embargo fue eliminada por el Consejo de Estado. Lo cierto
es que si no se interpreta correctamente este rasgo se corre el riesgo de someter a las
FFAA a una verdadera interdicción. Por ello acertadamente Enrique Evans de la Cuadra
sostenía que la no deliberación implica prescindir de adoptar actitudes políticas.

En lo que se refiere a las misiones que la CPR de 1980 asigna a la fuerza pública
constituida por carabines e investigaciones ellas consisten en dar eficacia al derecho y
garantizar el orden público y la seguridad pública interior, en la forma que lo determinen
sus respectivas LOC. A su turno, Carabineros se integra además con las FFAA en la
misión de garantizar el orden institucional de la república.

También destacan las funciones de la fuerza pública en lo que se refiere a la seguridad


interior del país, esto es a aquellas condiciones que aseguren en el orden interno, la
ausencia de riesgos o amenazas que obstaculicen el logro de los objetivos nacionales. En
esta última función podría participar eventualmente las FFAA aportando la información
que se recabe a través de sus actividades de inteligencia para desbaratar el accionar de
grupos subversivos o terroristas.

Desde el punto de vista de la garantía del orden público, confiada a Carabineros e


Investigaciones, se ha sostenido que el orden público es la situación de normalidad y
armonía existente entre todos los elementos del Estado, concebida gracias al respeto de
su legislación.

5. CONSLUSIÓN

Puede sostenerse que acorde con las Cartas constitucionales más modernas, la
regulación jurídica de los institutos armados es hoy una real palpable reforzando así el
logro de la función de seguridad que compete al Estado y asegurando al mismo tiempo la
plena vigencia del estado de derecho.

La verdadera supeditación de las FFAA al estado de derecho y dentro de él, al principio


de legalidad que rige el actuar de todos los órganos del Estado.

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