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CONCEPTUALIZACION Y POLITICA DE LA ATENCION EDUCATIVA DE LAS PERSONAS CON IMPEDIMENTOS

FISICOS

AREA: IMPEDIMENTOS FISICOS

CARACAS, JUNIO 1998

Autores:
Lic. Beatriz Núñez de Báez
Directora de Educación Especial

Lic. Nora Chávez de Quintero


Jefe de la División de Asuntos Técnicos

Lic. Francy Fernández


Jefe de la División de los servicios Administrativos

Lic. Gladys González de Salas


Responsable del Área de Impedimentos físicos

Lic. Ana Elda Roa de Rivas


Coordinadora del Programa de Prevención
y Atención Integral Temprana

Asesoras: Prof. Amalia S. de Torrealba


Prof. Iguaraya de Hernández

Fuente: Dirección de Educación Especial


Ministerio de Educación
República Bolivariana de Venezuela

INTRODUCCION

La Reorientación Político-Conceptual de la Modalidad de Educación Especial se inscribe en el marco de la


Reforma Educativa del Estado, el fortalecimiento del sistema educativo, mediante lineamientos de política que
garanticen la vinculación entre sus diferentes Niveles y Modalidades y con otros sectores y en los Planes de
Acción del Ministerio de Educación, al mismo tiempo que considera las nuevas tendencias e innovaciones que
servirán de base para la atención educativa integral de las personas con necesidades especiales.

En este sentido, el Area de Impedimentos Físicos de la Modalidad de Educación Especial plantea un Modelo de
Atención Educativa Integral, dirigido a la población con impedimentos físicos desde edades tempranas hasta la
adultez, garantizando un continuo en el proceso educativo y considerando al educando bajo una concepción
holística.

El presente Documento contempla aquellos aspectos relativos a los antecedentes históricos de la atención
educativa de esta población. Partiendo de un análisis retrospectivo y actual se plantea la Prospectiva,
reorientando el Modelo hacia una Atención Educativa Integral, donde se atenderán los diferentes grupos
etáreos. Entre 0 y 6 años, la atención integral temprana contempla la acción preventiva con una orientación
educativa encaminada a evitar, atenuar, o minimizar las condiciones limitantes en el desarrollo, atendiendo a
los lineamientos de Política establecidos en el Documento Normativo del Programa de Apoyo de Prevención y
Atención Integral Temprana.

Entre 6 y 15 años, se garantiza su escolaridad, ya sea en los planteles de Educación Básica o de la Modalidad de
Educación Especial; de 15 años en adelante se garantiza la escolaridad y capacitación laboral de estos jóvenes,
en concordancia con lo pautado por el Programa de Educación y Trabajo, el cual establece los lineamientos de
política para la atención educativa integral en este rango etáreo, mediante una línea de acción intrasectorial y
un trabajo articulado con otros sectores por la vía de la intersectorialidad.

El Documento, además de delimitar la población a ser atendida por el Area de Impedimentos Físicos, a través
de sus Unidades Operativas, mediante su caracterización, presenta la fundamentación teórica del modelo de
atención, estableciendo los elementos fundamentales para su administración, en el marco del cambio
educativo y los lineamientos estratégicos de la Modalidad de Educación Especial en un contexto
descentralizado.

VISION RETROSPECTIVA DE LA ATENCION EDUCATIVA


DE LAS PERSONAS CON IMPEDIMENTOS FISICOS

Al abordar la evolución de la atención educativa de la persona con impedimentos físicos, es necesario partir de
los cambios y transformaciones que se han sucedido a lo largo de la historia y del marco conceptual que le han
servido de fundamento, lo cual es un reflejo de la ideología dominante en un momento determinado.

Antiguamente la atención de las personas con impedimentos físicos era de tipo benéfico lo cual obedecía a una
concepción caritativa de las instituciones que los atendían; razón por la cual estas personas eran ubicadas en
grandes instituciones u hospitales en régimen de internado y respondían en gran medida a iniciativas privadas y
acciones filantrópicas, por lo que la atención era eminentemente segregacionista, alejando la persona de su
familia y su comunidad.

En el ámbito latinoamericano los avances ocurridos durante la década de los 50, en materia de atención de las
personas con impedimentos físicos, se orientaban básicamente hacia un modelo rehabilitatorio y asistencialista.
A principio de los sesenta comienza a manifestarse el interés de la sociedad y de diferentes profesionales por el
derecho que tienen estas personas a la educación. Se genera así una mayor sensibilidad por las necesidades
educativas de estas personas, entrando la "pedagogía", solo conceptualmente, ya que en la práctica respondía
a un modelo más bien terapéutico en las instituciones creadas para la atención de estos educandos.

En esta misma década, en Venezuela se comienzan a desarrollar acciones para la protección de la infancia; en
este sentido, en 1958 se crea la Federación de Instituciones Privadas de Asistencia al Niño (FIPAN), una de sus
funciones era orientar a los padres en la solución de los problemas que afectaban a sus hijos, además de
propiciar la formación de personal especializado en todos aquellos aspectos relacionados con su asistencia y
educación.

En el año 65 se crea la Asociación Nacional de Parálisis Cerebral (ANAPACE), institución de carácter privado,
cuyo proyecto fue crear un centro piloto de rehabilitación para la población con Parálisis Cerebral. El proceso de
atención contemplaba las fases de evaluación, diagnóstico, tratamiento y orientación a padres; posteriormente
se incluye como parte del proceso el aspecto educativo, con la creación de la escuela especial.
Este Modelo de atención consideraba fundamental la clasificación de las personas según el tipo y grado de
déficit, utilizaba pruebas psicológicas estandarizadas como principales instrumentos de diagnóstico en la
detección de problemas en el desarrollo, centrándose en las limitaciones y dejando de lado las potencialidades
del individuo; se consideraba que las personas con impedimentos físicos debían ser tratadas desde el punto de
vista médico, obteniendo óptimos resultados en el área de la salud, a través de la medicina rehabilitatoria; esto
originó el fortalecimiento y la creación de servicios adscritos a Hospitales (Giné et al, 1989).

Prosiguiendo con la evolución histórica, en cuanto a la atención educativa de las personas con impedimentos
físicos, el Estado Venezolano a través del Ministerio de Educación, crea en 1974 el primer Instituto de Educación
Especial para la atención de los niños y jóvenes con Impedimentos Motores, anexo al hospital Ortopédico
Infantil ubicado en el Area Metropolitana de Caracas, con la finalidad de iniciar, mantener la continuidad
educativa y garantizar la prosecución escolar (Primero a Sexto grado, como se denominaba en ese momento),
de los niños hospitalizados, aplicándose el Programa Oficial establecido para la educación regular, así como
integrar al sistema educativo aquellos educandos que por su impedimento físico no habían sido iniciados en su
escolaridad. No obstante, las acciones de dicho instituto se enmarcaban dentro de un modelo de atención más
asistencial que educativo.

En 1975, el Departamento de Educación Especial del Ministerio de Educación, para entonces adscrito a
Preescolar, pasa a ser la Dirección Nacional de Educación Especial y en 1976 se elabora el Documento de
Conceptualización y Política de la Educación Especial en Venezuela, estableciendo un cuerpo normativo que
regiría las principales acciones para la Educación Especial en materia de política educativa, fundamentada en
los principios filosóficos y políticos de Democratización y Modernización: Prevención, Normalización e
Integración, orientada hacia una concepción humanística, considerando al individuo ante todo como una
persona, cualquiera que sea su condición; así mismo, la fundamentación teórica del modelo de atención se
sustenta en una perspectiva integral que se inicia desde edades tempranas, continuando a todo lo largo del
proceso educativo hasta la edad adulta y en constante interacción con la escuela, la familia y la comunidad.

Por otra parte, la atención educativa en los planteles y servicios se plantea a través de la figura de un equipo de
acción interdisciplinaria, cuya misión es la de planificar y administrar la acción educativa. Sin embargo, los
elementos característicos de operatividad se orientan hacia una atención asistencialista y centrada en un
modelo clínico; esto se evidencia en la terminología utilizada, en la dinámica de trabajo de cada profesional y la
poca claridad en cuanto al rol que debe ejercer el docente como un integrante fundamental de equipo
interdisciplinario.

Con respecto a la población atendida, en el Documento antes mencionado, esta queda conceptualizada como
Impedimentos Motores, gestándose así la responsabilidad del Estado para la atención integral de esta
población.

En 1980 se promulga la Ley Orgánica de Educación donde se establece y garantiza a las personas con
impedimentos motores, el derecho a la educación como cualquier otro ciudadano, y donde se señalan
directrices y bases para su educación como proceso integral (LOE, Art. 32 al 35). Así mismo, se determina la
orientación, planificación y organización del sistema educativo y se norma el funcionamiento de los servicios,
pasando la Educación Especial a ser una Modalidad del sistema educativo (RLOE, Art. 30 al 36).

En la década de los 80, con motivo de realizarse el año Internacional del Impedido, la Asociación Nacional de
Rehabilitación, elabora el Documento "Carta para la década de los 80" (Rev. Educación Especial, 1980), en el
cual se establecen programas de carácter preventivo, educativo y laboral, igualmente propuestas en materia de
accesibilidad para la atención e integración de la población con impedimentos físicos y proyectos dirigidos a la
eliminación de barreras físicas y actitudinales dentro del marco del desarrollo socioeconómico del país (ONU,
1980). Sin embargo, una debilidad en la articulación entre los diferentes sectores y la no continuidad de las
programaciones establecidas, constituyó una limitante, para la consolidación de una efectiva atención integral a
esta población.

En 1981, con motivo del "Año Internacional del Impedido" las Naciones Unidas establece el lema Participación
e igualdad plena y la Dirección de Educación Especial y la Fundación para el Desarrollo de la Educación Especial
iniciaron acciones con el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, Desarrollo Urbano e Instituto Nacional de
Parques con la finalidad de adaptar las instalaciones de los diferentes servicios que estaban bajo su
dependencia, ejecutándose las primeras acciones del Proyecto "Ciudad sin Barreras en Venezuela"; todo ello
con el propósito de crear condiciones de accesibilidad para las personas con impedimentos físicos; sin embargo,
la falta de articulación entre estos sectores impidió que el proyecto fuese una realidad (Garrido, 1980).

Organismos internacionales tales como: Rehabilitación Internacional (RI), Organización Panamericana de la


Salud (OPS), Organización Cultural, Social y Educativa de las Naciones Unidas (UNESCO), Instituto
Interamericano del Niño (IIN); Organización de las Naciones Unidas (ONU); Organización Internacional del
Trabajo (OIT) entre otras, orientaron su trabajo hacia programaciones centradas en el establecimiento de
convenios, elaboración de legislaciones, normas uniformes y acciones para la accesibilidad de estas personas a
una atención integral, además de programas educativos con una orientación eminentemente asistencialista.

Con la finalidad de dar respuesta a la necesidad de atención educativa a niños y jóvenes lesionados por
quemaduras que permanecían hospitalizados por largo tiempo, lo que dificultaba su incorporación a la escuela
regular, en 1981 se crea, en el Hospital "J.M. de los Ríos" de la Ciudad de Caracas, el Servicio de Lesionados por
Quemaduras. Se evidencia así cómo los servicios anexos a hospitales surgen por la necesidad de suministrar
atención educativa a niños y jóvenes que se encuentran hospitalizados por largo tiempo (M E, COPRE 1986).

Para 1981 el Ministerio de Educación crea el Centro de Parálisis Cerebral en la ciudad de Caracas y en 1983 se
inicia formalmente la atención de los niños con parálisis cerebral, desde el nacimiento hasta los siete años de
edad, proporcionándoles una atención de carácter asistencial, a través de un equipo conformado por personal
médico, técnico y docente, atendiendo la población procedente de todo el territorio nacional.

En 1984 se crea, dentro de la estructura organizativa de la Dirección de Educación Especial la Coordinación


Nacional del Area de Impedimentos Físicos. Su objetivo fundamental era establecer acciones en el marco de las
políticas educativas destinadas a la consolidación de una normativa para la atención de esta población, que
hasta el momento era atendida por otros Programas y Areas de Atención de esta Dirección, y que requerían el
diseño de acciones específicas cónsonas con sus características, con la finalidad de proporcionar atención
integral a aquellos escolares con algún impedimento físico de cualquier tipo o causa no sensorial (Cartwright,
1994), tales como: impedimentos motores, impedimentos múltiples, secuelas de lesionados por quemaduras u
otras afecciones de tipo orgánico.

A partir de 1984, el Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA), a través del sistema Clase Radiofónica, Material
Impreso y Orientación inicia la atención educativa de la población joven y adulta con impedimentos motores en
Educación Básica, como una alternativa para proseguir la escolaridad de aquellas personas que por diversas
razones no podían continuar sus estudios en el sistema educativo regular.

En 1985 se crea la escuela hogar "Luisa Amalia Vegas de Vegas" por iniciativa de ASOCIRPLA (Asociación de
Cirugía Plástica) con la finalidad de hacer una realidad el Proyecto Escuela Hogar con el nombre antes
mencionado, para garantizar la escolaridad de los niños egresados del servicio de Cirugía Plástica del hospital de
niños "J.M. de los Ríos", como la vía más efectiva para lograr la integración, al considerar los niños en edad
escolar de la comunidad de El Junquito participantes activos en el proceso educativo y tomando como base
para el desarrollo de las actividades escolares, el Programa de la Escuela Básica, a fin de propiciar y crear
condiciones favorables para la prosecución escolar de muchos niños con impedimentos físicos que estaban
fuera del sistema educativo.

En términos generales se puede apreciar que la evolución de la atención educativa de las personas con
impedimentos físicos se ha planteado desde un modelo benéfico-asistencial. En los últimos años se ha venido
ampliando, al considerar la multidimensionalidad bio-psico-social de la persona, se incorporan a la planificación
educativa elementos del entorno en que se desenvuelven y se desarrollan estas personas.

A manera de síntesis, se puede decir que los cambios que han ocurrido en la concepción de la educación de las
personas con impedimentos físicos a lo largo de la historia, reflejan la evolución desde un proceso concebido
asistencialmente y centrado en la limitación, hacia un proceso educativo integral, basado en sus
potencialidades y posibilidades como persona; la forma en que la sociedad concibe el derecho de las personas
condiciona la forma de dar respuesta a sus necesidades.

SITUACIÓN ACTUAL DE LA ATENCION EDUCATIVA


DE LAS PERSONAS CON IMPEDIMENTOS FISICOS

Al arribar a la década de los 90, en la Modalidad de Educación Especial, la atención educativa de las personas
con impedimentos físicos se realiza en los Institutos de Educación Especial y Servicios Hospitalarios.

Al hacer un análisis de la situación actual en lo concerniente a la atención educativa de las personas con
impedimentos físicos, se plantean dos vertientes: una asistencial, predominante en aquellos servicios anexos a
hospitales y en los cuales predomina un enfoque clínico-asistencial, y otro educativo, específico de aquellas
Unidades Operativas diseñadas para garantizar la prosecución escolar de esta población; en esta vertiente el
equipo de profesionales conformado por docentes, especialistas del área médica, psicológica y social, se orienta
hacia una dinámica interdisciplinaria, lo cual implica la tendencia a un abordaje del educando desde una
perspectiva integral, no obstante en la práxis se desvía esta acción integral, por cuanto cada profesional asume
su campo de conocimientos de una manera parcelada, sin considerar el principio de interdisciplinariedad,
elemento fundamental en un proceso educativo verdaderamente integral.

Aún cuando no existía una Política específicamente para la atención educativa en el Area de Impedimentos
Físicos, el Documento Rector de Conceptualización y Política de la Educación Especial en Venezuela (1976),
plantea elementos conceptuales básicos para una atención integral; en primer lugar, parte de la información
suministrada por la evaluación en términos educacionales y psicológicos; por otro lado, se rige por una
planificación basada en perfiles de funcionamiento y de orientación psicoeducativa, en pos de la meta
fundamental, la integración social y laboral del individuo. Todo esto planteó la necesidad de contar con equipos
interdisciplinarios conformados por profesionales de diferentes disciplinas. En la praxis, los elementos
característicos de operatividad no se corresponden con la política establecida en el Documento antes
mencionado, sino más bien con un modelo clínico, eminentemente asistencial, lo cual se evidencia en la
terminología utilizada y en la dinámica de trabajo de cada uno de los profesionales que conforman el equipo.

La otra debilidad está relacionada con la articulación dentro de la Modalidad, por la carencia de estrategias
efectivas que garanticen una vinculación con los otros servicios de las diferentes Areas y Programas de la
Modalidad de Educación Especial. La inexistencia de una política de atención educativa en el área no ha
permitido la prosecución escolar de las personas con impedimentos físicos desde edades tempranas; tampoco
se plantean estrategias efectivas que garanticen la vinculación entre los diferentes Niveles y Modalidades del
sistema educativo, dificultando así su integración escolar, laboral y social.

Es de hacer notar que la población atendida a través de los servicios del Area, proviene de los estratos más
desfavorecidos de las regiones urbanas y rurales del país; ellos ameritan una atención integral que considere los
múltiples factores que influyen en su proceso de desarrollo, donde el aspecto familiar es fundamental y sin
embargo una debilidad encontrada es la escasa participación de la familia y de la comunidad en el proceso de
atención educativa integral de estas personas. En consecuencia, la política de atención debe considerar las tres
áreas fundamentales de supervivencia, protección y desarrollo en términos del derecho a la vida, participación
en igualdad de oportunidades, constituyendo el área de desarrollo el eje central, ya que a través del proceso
educativo se garantiza el desarrollo integral de la persona en pro de su integración social.

Considerando la caracterización y heterogeneidad de la población atendida, la Modalidad de Educación Especial


se define en una doble función: por una parte, atiende a través de sus propios servicios a todos aquellos niños,
jóvenes o adultos, que por la complejidad de sus necesidades educativas especiales requieren de un abordaje
pedagógico diferenciado. Por la otra, promueve la educación integrada en los diferentes niveles del sistema
educativo (Nuñez de Báez, 1995).

En los planteles de Educación Especial del Area de Impedimentos Físicos en el sector oficial, se atienden,
temporal o definitivamente, a niños y jóvenes en edad escolar (4 a 14 años) con algún impedimento físico, para
garantizar su prosecución y culminación escolar en la Modalidad o apoyando su integración a la escuela regular.
Para el cumplimiento de los objetivos propuestos, se utilizan las guías curriculares de preescolar y el modelo
normativo de Educación Básica (Primera y Segunda Etapa), como base fundamental, haciendo las adaptaciones
necesarias en concordancia con la caracterización de la población atendida. Una vez cumplida la escolaridad en
estas etapas, puede decirse que solo una minoría logra la continuidad en el sistema educativo, motivado a una
debilidad en cuanto a la sistematización de la política para promover la integración escolar.

Las acciones para promover la integración escolar de la población con impedimentos físicos, tanto en la
Modalidad como en el sistema regular, ha sido asistemática; no se han desarrollado estrategias efectivas entre
los entes involucrados en la acción integradora. Para 1996, a través de la Resolución 2005, de fecha 02-12-96, se
establecen las normas que regulan la integración escolar de los alumnos con necesidades educativas especiales,
ratificando así el derecho a la educación de las personas con impedimentos físicos, considerando sus
posibilidades.

En los servicios adscritos a hospitales del Area de Impedimentos Físicos, la atención se imparte a los niños y
jóvenes que presentan impedimentos físicos y que se encuentran hospitalizados; dicha atención depende del
estado de salud del niño o joven. Si este no esta en condiciones para desplazarse, la atención se imparte en la
sala de hospitalización, donde se enfatizan las actividades recreativas con fines pedagógicos que garanticen su
prosecución escolar. Para lograr mayor aprovechamiento tanto del espacio físico como del personal docente, los
niños se organizan por niveles académicos que agrupan varios grados, esta organización varía dependiendo del
tiempo de permanencia del niño o joven en el hospital.

La atención educativa integral es un proceso que requiere continuidad y coherencia en sus acciones, en la
evaluación, planificación, reevaluación de objetivos y metas logradas; por otro lado, debe tomar en
consideración la participación activa de los padres, de profesionales de diferentes disciplinas bajo la figura de
equipo interdisciplinario, y la acción coordinada de programas sociales de apoyo, para el logro de los objetivos
propuestos en beneficio del niño, su familia y con la participación de la comunidad (Documento Normativo,
Prevención y Atención Integral Temprana, M E, 1997).

Es por ello que las estrategias, en cuanto a la programación para la atención educativa integral de las personas
con impedimentos físicos, se deben desarrollar a través de acciones intersectoriales que consideren las áreas de
supervivencia, protección y desarrollo, enfatizando acciones educativas para garantizar una verdadera atención
integral.
".... la búsqueda de profundización y análisis de los aspectos teóricos y operacionales del quehacer educativo...
nos ..." permitirá "... establecer bases teóricas sólidas, referencias conceptuales claras, políticas oportunas y
apropiadas, modelos aptos para abordar mejor nuestra realidad, lineamientos coherentes y estrategias
eficaces, todo esto para sostener una práctica fecunda en beneficio de las personas con necesidades especiales"
(Gómez, 1992).

PROSPECTIVA

La política educativa para la atención integral de las personas con impedimentos físicos está garantizada a
través de los principios de Democratización y Modernización; ambos responden a los objetivos esenciales de la
Revolución Educativa y se basan en documentos legales que sustentan la educación, básicamente la
Constitución Nacional y la Ley Orgánica de Educación y sus Reglamentos.

El principio de Democratización recoge el espíritu de los acuerdos y mandatos universales que plantean el
derecho en igualdad de oportunidades a la educación. La Normalización y la Integración son principios
estrechamente vinculados que revelan el carácter integral que tiene la Educación Especial como proceso. La
Normalización trasciende el marco de lo educativo y abarca todas las manifestaciones de la vida social
permitiendo a la persona compartir espacios menos restrictivos a través de propuestas normalizadoras e
integradoras que permitan desarrollar sus competencias en concordancia con sus posibilidades.

La Integración por su parte, promueve la participación del individuo en la vida familiar y comunitaria, en la
escuela y en el trabajo, en igualdad de condiciones. El proceso de la integración social va más allá de la simple
aceptación de la persona en un ambiente normal específico, es un hecho de tipo social que promueve la
participación activa de la persona en su medio y el establecimiento de vínculos entre las personas que lo
conforman.

La Educación Especial como Modalidad del Sistema Educativa considera la caracterización y heterogeneidad de
la población con necesidades especiales, la aplicación del modelo de atención y estrategias de atención
integral, la acción interdisciplinaria de los diferentes profesionales, la especificidad de los recursos, equipos y
materiales, así como las acciones a desarrollar para lograr el alcance de los propósitos y metas establecidas
(Nuñez de Báez, 1995).

Caracterización de la Población

Hasta los momentos no existe un concepto único de impedimento físico; ello se debe fundamentalmente a que
se parte de criterios básicos muy diversos. En este sentido, unas veces se adopta el criterio de la disminución o
limitación de la capacidad física, sin considerar las repercusiones que dicho impedimento produce en la
capacidad de desempeño de la persona afectada, como es el caso de un individuo con alto compromiso motor y
una función cognitiva intacta; otras veces, por el contrario, se adopta el punto de vista que atiende a la
capacidad de desempeño desde el punto vista motor, sin considerar sus habilidades cognitivas, hablándose en
este caso de disminución de la capacidad para ejecutar alguna actividad corporal.

Un impedimento físico puede o no ser discapacitante para una persona; el término se refiere a una disfunción
orgánica: la pérdida de una mano o la parálisis de los músculos del habla, de las piernas o de los brazos son
impedimentos físicos; usualmente un médico está involucrado en su diagnóstico, al tratarse de una condición
médica. Una discapacidad, por el contrario, es el efecto que el impedimento tiene en el funcionamiento de un
individuo en circunstancias específicas. Así por ejemplo, una persona confinada a una silla de ruedas, debido a
la lesión causada por una parálisis cerebral, ciertamente tiene un impedimento físico pero pudiera no ser
discapacitada. Es importante recordar que inclusive el impedimento físico más severo puede no ser
discapacitante en situaciones específicas. Muchos de los factores ambientales que crean discapacidades en las
personas con impedimentos físicos pueden ser modificados y acomodarse a estas personas (Cartwright, 1984).

A las personas con impedimentos físicos se les puede describir como individuos con discapacidades funcionales
relacionadas con sus habilidades físicas (por ejemplo uso de las manos, control corporal, movilidad), también se
incluyen las condiciones de salud (tales como perdida de fuerza y vigor), o con ambas; Hallahan y Kauffman
(1986), al analizar estas condiciones consideran que, desde el punto de vista educativo, las mismas se ubican en
el ámbito de la educación especial, al afectar el rendimiento y prosecución escolar del niño. Dichas condiciones
son de tal magnitud que le impiden el acceso a la escuela regular a un grado tal, que son imprescindibles
servicios, estrategias, equipos, materiales y estructuras físicas especializadas.

Es difícil e injusto describir las personas con impedimentos físicos como un grupo homogéneo. Inclusive en
aquellas agrupaciones de impedimentos específicos como la parálisis cerebral, los rangos de funcionamiento
van desde muy leves hasta muy severos. Dos individuos con un mismo diagnóstico pueden ser muy diferentes
en su habilidad para funcionar (1984).

La terminología médica le dice muy poco al educador acerca de las necesidades educativas de estas personas,
sin embargo, los profesionales que trabajan con ellos deben conocer las diferentes condiciones para entender
la naturaleza del trastorno y las implicaciones educacionales del impedimento (1984).

Desde el punto de vista educativo en términos generales, el impedimento físico no debe implicar ningún tipo de
barrera que imposibilite la adquisición de conocimientos, hábitos u otras habilidades, además de la plenitud de
su desarrollo cognitivo y emocional (Varios, 1990). Con el fin de desarrollar programaciones educativas
adaptadas a las necesidades que presentan estas personas, es necesario conocer las peculiaridades de dicho
impedimento, así como los diversos tipos y manifestaciones, lo cual permitirá adaptar las diferentes estrategias
pedagógicas que garantizarán su desarrollo integral.

Los impedimentos físicos comprenden una diversidad de situaciones de acuerdo al momento de su aparición.
Algunos, como las malformaciones congénitas y la espina bífida, son detectadas en el momento mismo del
nacimiento; en otros su detección ocurre después del nacimiento o unos meses más tarde, cuando el niño
comienza a presentar patrones motrices inadecuados, tal es el caso de la parálisis cerebral; otros impedimentos
físicos son detectables más tarde en la vida del individuo, como es el caso de aquellas anomalías que se hacen
evidentes en la adolescencia o en la vida adulta.

En el caso del Area de Impedimentos Físicos de la Dirección de Educación Especial, se utilizará el término
impedido físico para describir aquellas personas que presentan discapacidades o limitaciones físicas no
sensoriales (Ministerio de Educación, Programa de Impedimentos Físicos, 1986); en este sentido es necesario
diferenciar dos grandes grupos: trastornos neurológicos e impedimentos músculo esqueléticos y ortopédicos.

Existen numerosas clasificaciones en el campo de los impedimentos físicos. Así por ejemplo, la clasificación de
Gearheart (en Mori, 1993) ilustra la diversidad de esta categoría y propone dos grandes grupos: en el primer
grupo se encuentran ubicados los trastornos neurológicos como la parálisis cerebral, la espina bífida, y la
poliomielitis, entre otros; en el segundo, los impedimentos músculo-esqueléticos y ortopédicos, entre estos los
más comunes son la distrofia muscular, la osteogénesis imperfecta, la artritis y la escoliosis.

Los trastornos neurológicos son causados por daño, defecto o deterioro del sistema nervioso central (el cerebro
o la médula espinal). Aquellos trastornos que involucran el sistema nervioso central constituyen las causas más
comunes de necesidades educativas especiales en los niños.
Los niños con trastornos en el sistema nervioso central, frecuentemente presentan ciertas dificultades en su
habilidad para aprender, así como también en el funcionamiento físico. El daño en el cerebro de un niño puede
ocasionarle problemas en diferentes áreas como por ejemplo retardo motor o mental; dificultades en el
aprendizaje, trastornos en el habla y dificultades en el lenguaje, entre otros. Por otro lado, un niño con
trastornos en la médula espinal puede tener problemas con las sensaciones, con los movimientos y parálisis de
ciertas partes del cuerpo (Cartwright, 1984).

Generalmente la parálisis cerebral es el trastorno que subyace a los impedimentos motores presentados por un
índice elevado de niños. En este sentido es importante señalar la innumerable cantidad de definiciones que
sobre el trastorno han propuesto diferentes autores. Así por ejemplo, Malamud, Itabashi, y Castor (en
Cartwright, 1984) la definen como "cualquier trastorno que se caracteriza por una anomalía motora no
progresiva, con o sin impedimentos sensoriales y/o retardo mental, debido a daño o enfermedad en el cerebro
y que se manifiesta antes de los cinco años de edad" (p. 133).

Bartram (1984) por su parte considera que "El término 'parálisis cerebral' identifica a un grupo de trastornos no
progresivos como resultado de un funcionamiento inadecuado de los centros y vías motoras del cerebro,
caracterizados por parálisis, debilidad, incoordinación y otras manifestaciones del funcionamiento motor. Estas
manifestaciones tienen su origen en el período prenatal, perinatal o antes de que el sistema nervioso haya
alcanzado su madurez" (p. 133). Este daño puede ser causado por infecciones, enfermedades o una labor de
parto difícil o complicada, prematuridad o anoxia, entre otros.

En Venezuela, el Centro de Parálisis Cerebral (1997) del Ministerio de Educación, plantea que para describir
aquel grupo de trastornos crónicos que comprometen el control del movimiento, aparecen en los primeros
años de vida y son de carácter no progresivo, se utiliza el término de parálisis cerebral. Este término se refiere a
la localización del daño en cualquiera de los dos hemisferios cerebrales; por otro lado, el término "parálisis"
denota el compromiso que impide el control del movimiento corporal. Estos trastornos son ocasionados por un
desarrollo defectuoso o daño en las áreas motoras del cerebro, lo cual conduce a una desorganización en la
habilidad para el control adecuado del movimiento y la postura, más no por problemas en los músculos o en los
nervios propiamente dichos (Peña, 1989).

Estas definiciones concuerdan en que la parálisis cerebral la constituyen un grupo de trastornos, no es


progresiva, se trata de una disfunción cerebral y se presenta un impedimento en el funcionamiento motor.

En este trastorno se presentan manifestaciones muy variadas y con diferentes grados de severidad. La persona
puede tener dificultad con las destrezas motoras finas, como escribir o utilizar las tijeras; mantener el balance y
caminar o presentar movimientos involuntarios que no puede controlar, tal es el caso de los movimientos
incontrolables por tensión en las manos.

Estas manifestaciones varían de una persona a otra y pueden cambiar en el curso del tiempo; otras también
pueden presentar trastornos adicionales como convulsiones o retardo mental; sin embargo y contrario a la
creencia común, esta no siempre ocasiona una discapacidad severa. Mientras que el niño con parálisis cerebral
severa podría estar impedido para caminar y necesitar cuidado de por vida, otro con parálisis cerebral leve
podría ser ligeramente torpe y no requerir de atención especializada (1997).

Con relación a la clasificación, la misma puede realizarse según la causa, el grado de severidad, la topografía
(considera básicamente la afección específica de las extremidades) y la fisiología (considera el trastorno de los
movimientos). Estas dos últimas son las más ampliamente utilizadas.

Aunque pudiera ser útil la clasificación según el grado de severidad de esta condición, también es cierto que
algo de subjetividad está presente, razón por la cual no son tan consistentes como los otros sistemas; sin
embargo, los términos más comúnmente utilizados en la clasificación por grados de severidad son aquellos
propuestos por Deaver en el año 1955 (1984) en tres categorías: leve, moderado y severo. Hoy en día es la
terminología más utilizada al considerar el grado de severidad.

La clasificación de Deaver se resume de la manera siguiente:

En la parálisis cerebral leve la persona puede caminar y hablar, presenta un buen grado de independencia
personal y físicamente la apariencia personal luce normal, pero la precisión fina de los movimientos puede
estar afectada. En el grado moderado el individuo puede requerir atención especializada para los problemas del
habla, deambulación y autocuidado; usualmente se requieren braces y otros equipos especializados; por lo
general la marcha es diferente a la norma; por último, en el grado severo, la persona requiere de atención
especializada en aspectos relacionados con el habla, autocuidado y deambulación, pero la prognosis en cuanto
a la mejoría de las habilidades en estas áreas es muy pobre. El individuo tendrá poco uso de las manos, no
podrá caminar independientemente o hablar claramente.

En la clasificación topográfica, el término utilizado combina la descripción del miembro comprometido con el
término "plejia" o "paresia", para expresar la existencia de parálisis o debilidad. Tomando en consideración la
topografía, la parálisis cerebral espástica presenta los siguientes tipos: Cuadriplejia o tetraplejia (compromiso
de los cuatros miembros), triplejia (Compromiso de los miembros inferiores y uno de los miembros superiores),
paraplejia (compromiso de los miembros inferiores solamente), diplejia (Compromiso de los cuatro miembros,
más evidente en los miembros inferiores,) hemiplejía (Compromiso de un hemicuerpo), monoplejia
(Compromiso limitado a un solo miembro) y doble hemiplejía (Compromiso de los cuatro miembros, más
evidente en un hemicuerpo).

En la clasificación de acuerdo al tipo de trastorno en el movimiento o fisiológica, se plantea una clasificación de


cuatro categorías. En la parálisis cerebral espástica, los músculos están rígidos debido a que se presentan altos
niveles en el tono muscular, ocasionando una reducción en el movimiento, cuestión que se manifiesta a través
de trastornos motores anormales, como por ejemplo el entrecruzamiento de los miembros inferiores,
denominado posición en tijeras, causada por la contracción muscular impidiendo la deambulación. Afecta a un
70 u 80 % de la población con parálisis cerebral. Otro tipo en esta categoría es el que se conoce como tremor
que consiste en movimientos alternantes e involuntarios, la tensión y rigidez muscular es continua.

La parálisis cerebral atetósica o diskinética por su parte, está caracterizada por la presencia de movimientos de
torsión lentos e incontrolados. Estos movimientos usualmente comprometen las manos, los pies, los brazos o
las piernas y en algunos casos, los músculos de la cara y de la lengua, los cuales dan lugar a muecas y babeo que
se incrementan durante los períodos de estrés emocional y desaparecen durante el sueño. Estas personas
pueden tener problemas para la coordinación de los movimientos de aquellos músculos necesarios para el
lenguaje, ocasionando la condición conocida como disartria. Este tipo de parálisis se presenta en un porcentaje
de un 10 a un 20% de la población con parálisis cerebral.

La tercera categoría es la parálisis cerebral atáxica. Es la forma menos frecuente de parálisis y afecta
fundamentalmente el balance y la coordinación de la deambulación, en consecuencia, es inestable con una
amplia base de sustentación, evidenciándose gran dificultad para la realización de aquellos movimientos que
requieran de mayor presión, tales como, la escritura o el abotonado. También pueden presentar temblor
intencional, que se inicia con el movimiento voluntario, como por ejemplo, el alcanzar un libro observándose
temblor en el segmento corporal que esta siendo usado, temblor que se incrementa en la medida en que el
individuo se aproxima al objetivo deseado. Se considera que la forma atáxica se presenta en un porcentaje de
5-10%.
Por último, es necesario mencionar la forma mixta caracterizada fundamentalmente por la presencia de
características combinadas.
Estudios nacionales realizados en los Hospitales San Juan de Dios y Ortopédico Infantil de Caracas, han revelado
una frecuencia de 5.6%. Una revisión de 40.094 historias de pacientes atendidos desde 1974 a 1976, en el
Servicio de Neurología en el Hogar Clínico San Rafael de Maracaibo, mostró un total de 214 enfermos con el
diagnóstico de parálisis cerebral, entre 3.172 pacientes neurológicos, lo cual se corresponde con un 6.7% (Peña,
1989).

Según el Doctor Joaquín Peña (1989), la variabilidad de estos datos puede estar relacionada con los criterios de
selección y las características de las instituciones hospitalarias donde son atendidas personas con este tipo de
problemas. Por otro lado, el hecho de no haber unificación de criterios en cuanto a la definición del trastorno y
las diferentes categorías, puede estar afectando la variabilidad de las cifras, puesto que para algunos es difícil la
aceptación del diagnóstico de parálisis cerebral, como ocurre con los casos leves o con ciertas anomalías
anatómicas o enfermedades metabólicas, afectando en consecuencia los índices de frecuencia y prevalencia del
problema.

La espina bífida es otra condición perteneciente al grupo de los trastornos neurológicos; ocurre cuando la
columna vertebral no se cierra totalmente durante el crecimiento fetal. Dependiendo de la forma de la
condición y la ubicación de la abertura, se presentan diferentes manifestaciones neurológicas. En este sentido
es importante señalar la existencia de tres categorías.

En la espina bífida oculta, que es la menos severa, una o más de las vértebras que conforman la columna
vertebral no están formadas completamente. No ocurre ningún impedimento neurológico porque la médula
espinal no se sale de la columna vertebral. La piel ubicada sobre la zona afectada puede tener una mancha
cubierta de vellosidad, un lunar o puede ser normal. Generalmente no requiere tratamiento.

En la segunda categoría, el meningocele, se presenta una tumoración en las cubiertas de la médula espinal. Este
saco o quiste cubierto con la piel, ubicado en la espalda del niño contiene líquido céfalo raquídeo. Por lo
general los meningoceles no contienen elementos neurales, en consecuencia, la parálisis es inusual.
Intervención quirúrgica puede ser necesaria para eliminar el saco o quiste, pero no se presentan en el niño
impedimentos adicionales.

El Mielomeningocele es la forma más severa de espina bífida; el saco o quiste contiene una porción de médula
espinal y pudiera no estar totalmente recubierto por piel, permitiendo que se presenten fugas de líquido céfalo
raquídeo. Dependiendo del nivel del daño en la médula, puede ocurrir parálisis en los miembros inferiores y en
el tronco. Mientras más elevado se ubique el nivel del daño, mayor parálisis ocurrirá. Así por ejemplo, la
persona puede presentar pérdida de sensación en la piel al dolor, temperatura y tacto, parálisis de las
extremidades inferiores, parálisis de la vejiga y de los músculos relacionados con el vaciado de la misma,
parálisis del esfínter intestinal o hidrocefalia (crecimiento exagerado de la cabeza causado por acumulación y
presión excesiva de líquido céfaloraquídeo). El tratamiento médico, que incluye cirugía durante los primeros
días de vida, puede mejorar la movilidad. Mientras más temprano se corrija la hidrocefalia, menor daño ocurre
en el cerebro y se puede lograr un mayor nivel en el desarrollo cognitivo del niño (1984).

Los niños con espina bífida frecuentemente pueden caminar con muletas y braces. Si este es el único problema
presentado por el niño, usualmente el desarrollo ocurre dentro de los límites normales; sin embargo, puede
estar asociada con retardo en el desarrollo físico, mental y emocional, caderas dislocadas, escoliosis, labio
dividido o paladar hendido, contracturas del tejido suave y deformidad esquelética eventual debido a que la
acción, gravedad y postura muscular opuesta no ocurren.
La poliomielitis es otro de los trastornos ubicados en esta clasificación. Es una infección viral de las células
motoras en la médula espinal y/o el tejido nervioso del cerebro que resulta en parálisis. Si la infección
solamente causa inflamación de la célula y del tejido de soporte habrá recuperación favorable. Pero si estas son
destruidas por el virus, no hay lugar para la recuperación y la parálisis es permanente (1984).

Es una enfermedad poco común hoy en día, debido a que las personas están propiamente inmunizadas con la
vacuna antipolio. La principal razón por la cual es necesario hacer mención de ella es para enfatizar la necesidad
de inmunización. Aunque esta enfermedad debería estar totalmente erradicada, a nivel mundial, en el presente
hay un alarmante número de niños que no han sido adecuadamente inmunizados y han contraído la
enfermedad o están enfrentando el riesgo de contraerla (1984).

La vejiga, el control intestinal, las sensaciones y las habilidades cognitivas no resultan afectadas por el virus,
pero usualmente se presenta parálisis residual moderada o severa de las extremidades inferiores y el tronco, al
igual que deformaciones óseas. Después del tratamiento médico y ortopédico, el niño afectado puede usar
bastón para caminar y usualmente asiste a la escuela regular (Peñafiel, 1996)

El segundo grupo lo constituyen los impedimentos músculo-esqueléticos y ortopédicos. Se refiere a todas


aquellas alteraciones orgánicas del aparato motor o de su funcionamiento que afectan al sistema óseo, las
articulaciones, los nervios y/o músculos. Las consecuencias de esta condición se manifiestan en el
desplazamiento, posturas, coordinación motora y manipulaciones. En este grupo se ubican la distrofia muscular,
la osteogénesis imperfecta, la artritis y la escoliósis, entre otras.

Bleck (1975) definió la distrofia muscular como una debilidad difusa progresiva de todos los grupos musculares,
caracterizada por una degeneración de sus células y el reemplazamiento por tejido graso y fibroso. La causa es
desconocida, pero tiene un origen genético; de acuerdo con la clasificación de Huttenlocher (en Cartwright,
1984) existen diferentes tipos: de acuerdo a la edad de comienzo, al ritmo en la progresión de la debilidad
muscular, la distribución del grupo de músculos comprometidos y el modo de heredabilidad.

La forma más común de distrofia muscular es la de Duchenne o infantil (también llamada distrofia muscular
progresiva o pseudohipertrófica). Esta enfermedad afecta principalmente a los varones, su diagnóstico ocurre
después de los tres años de edad; anteriormente, el niño presenta una historia de desarrollo motor lento;
algunos niños que no han sido diagnosticados al momento de entrar a la escuela aparentan ser torpes desde el
punto de vista motor, carentes de energía física y se pueden caer frecuentemente. Es importante que el
maestro tenga conocimientos sobre este trastorno y pueda detectar signos y síntomas de la distrofia muscular,
de lo contrario el niño puede ser diagnosticado inapropiadamente con una dificultad de aprendizaje o con un
daño cerebral. Sin embargo, el retardo mental leve está comúnmente asociado a esta forma de distrofia.

Al constituirse en un trastorno progresivo, el niño estará cada vez más limitado para ejercer adecuadamente las
diferentes habilidades y destrezas de la vida diaria. Específicamente, al comienzo el niño tendrá una marcha en
forma de balanceo, dificultad para subir y bajar escaleras, caminar en punta de pie, dificultad para levantarse al
caerse. En la medida en que los músculos se debilitan no podrá levantar los brazos por encima de su cabeza;
usualmente a la edad de 10 a 12 años no podrá caminar; ocurren deformidades esqueléticas como resultado de
la debilidad de los grupos de músculos que ejercen una misma función, entre estas deformidades esqueléticas
la más común es la escoliosis; el movimiento de la nuca hacia adelante está cada vez más limitado; los
miembros superiores están permanentemente curvados. Este tipo de distrofia casi siempre es fatal e
inusualmente sobreviven después de los diez años. La causa de la muerte puede ser una falla cardíaca debido a
que el músculo del corazón se torna demasiado débil para funcionar o por infección pulmonar, pues los
músculos para respirar se han debilitado.
Otro trastorno que se ubica dentro del grupo de impedimentos musculo-esqueléticos y ortopédicos es aquel
denominado osteogénesis imperfecta, frecuentemente conocida como enfermedad del "hueso quebradizo".
Con frecuencia se trata de un trastorno heredado que pudiera ser diagnosticado en el momento del nacimiento
o durante los primeros años de vida. Esta última forma (osteogénesis imperfecta tardía) usualmente tiene un
curso leve y la tendencia de los huesos a fracturarse puede desaparecer después de la pubertad. Este
impedimento está caracterizado por una frente ancha, cara triangular, extremidades cortas y curvas, pecho en
forma de barril y coyunturas excesivamente flexibles. En la medida en que el niño crece puede aparecer
sordera. Generalmente el tratamiento es quirúrgico para corregir las deformidades de los huesos y braces para
la deambulación. Muchos de estos niños no podrán caminar y requerirán el uso de sillas de ruedas.

La artritis reumatoidea juvenil, perteneciente también a este grupo, aún cuando se piensa que es una
enfermedad que se presenta en la vida adulta o durante la vejez, muchos niños pueden contraerla. Se trata de
un grupo de enfermedades caracterizadas por inflamación de la coyunturas. Los niños con esta enfermedad
pueden sufrir de dolores severos, por lo que requieren medicación. La medicación más efectiva para el
tratamiento de la inflamación es la aspirina. Pero además de medicación también se incluye dentro del
tratamiento suficiente descanso, el uso de sillas de ruedas y muletas para evitar que el peso del cuerpo
descanse sobre las coyunturas inflamadas y para el mantenimiento del tono muscular.

Los docentes deben entender la naturaleza cambiante del niño con artritis, pues al sufrir una noche de dolor y
despertarse con la rigidez que este dolor ocasiona, da lugar a que el niño sea poco sociable y colaborador
durante la actividad escolar. Se debe evitar que permanezca sentado o mantenerse en una misma posición por
tiempo prolongado, para prevenir que sobrevenga la rigidez. Se le debe estimular a cambiar de posición
frecuentemente y a realizar actividades físicas.

En ciertos tipos de artritis, se pueden presentar problemas visuales y el maestro debe estar alerta a dificultades
potenciales. Miller (en Cartwright, 1984) reporta que la mayoría de los niños bajo elevadas dosis de aspirina
tendrán una pérdida auditiva a los tonos elevados mientras toman la medicación, pero esta retorna a sus
límites normales cuando es descontinuada la ingesta del medicamento.

Por último, es importante mencionar dentro de este grupo la Escoliosis. Un ejemplo de escoliosis congénita es
la formación inadecuada o segmentación de los huesos de la columna vertebral. La curvatura lateral (escoliosis)
de esta última puede ser causada por condiciones congénitas, neuromusculares o idiopáticas (causa
desconocida). Los niños con mielomeningocele pueden sufrir de escoliosis congénita. También es común como
impedimento asociado en aquellos niños que padecen de trastornos musculares como la parálisis cerebral,
distrofia muscular o daño en la columna vertebral.

El tipo más común de scoliosis es la idiopática. Ocurre con mayor frecuencia en niñas adolescentes. La
deformidad ocurre en el continuum de leve hasta severa, y el tratamiento, dependiendo de la severidad,
consiste de ejercicios, braces u operación para fusionar la médula.

Los maestros pueden ayudar a evitar que la escoliosis se convierta en severa, vigilando el posicionamiento
adecuado de los niños y alertando al equipo médico si observa el comienzo de una columna curvada. Algunas
escoliosis se pueden prevenir si aquellos responsables de trabajar con el niño durante la infancia aseguran un
posicionamiento adecuado del cuerpo todo el tiempo.

El niño con impedimento físico puede estar afectado desde su nacimiento, no obstante, en la mayoría de los
casos no se evidencia un compromiso en su integridad cognitiva, pudiendo desarrollar con eficiencia cualquier
tarea educativa que se le proponga.
Independientemente de la clasificación, las consecuencias que el impedimento físico genera para la persona en
cuanto a su futura integración social, difiere en cada caso. Dado que la afectación motora cambia de un sujeto a
otro, las diferencias individuales vendrán determinadas más por la problemática concreta de la deficiencia
motórica y por las potencialidades de cada individuo, que por el diagnóstico clínico que se le realice. Se trata de
conocer la problemática de la persona afectada con respecto a sus posibilidades de aprendizaje y adaptación,
independientemente de la causa que la provocó.

Es importante señalar que existen otras condiciones físicas que pueden limitar el funcionamiento motor de los
niños. Entre estos se pueden mencionar los trastornos crónicos de salud tales como aquellos de naturaleza
cardíaca, respiratoria y renal; así como también las enfermedades asmáticas, hemofinámicas y los trastornos
endocrinos; además de las malformaciones congénitas, accidentes e impedimentos de salud, todos estos
comunes en niños en edad escolar. Estas enfermedades traen como consecuencia una baja capacidad vital en la
persona, lo cual interfiere con el rendimiento escolar de estos niños, por cuanto su asistencia a la escuela
resulta altamente irregular, afectando la adquisición de sus aprendizajes.

En cuanto a las cardiopatías congénitas, es importante señalar que existen varios tipos, los cuales se dan
aisladamente o en combinación con otras; al mismo tiempo, pueden estar afectadas las distintas subdivisiones
anatómicas del corazón o los grandes vasos que permiten que el torrente sanguíneo desemboque o salga de él.
Algunas son más letales o incapacitantes que otras; en otros casos las consecuencias son escasas en la infancia,
pero pueden producir graves deficiencias en etapas cronológicas superiores. El síntoma que suele estar más
vinculado con los problemas cardíacos congénitos es el de la cianosis y de allí la denominación de niños azules,
a aquellos infantes que la padecen. Sin embargo, no todos los problemas cardíacos presentan estos síntomas y
se pueden asociar a unas condiciones o estados distintos a aquellos de las deficiencias congénitas (Cruickshank,
1973).

El origen de las cardiopatías es desconocido; estudios realizados evidencian que aproximadamente el 50% de
estas dolencias se presentan en niños en edad escolar (1973). El 85% de estos son susceptibles a una
intervención quirúrgica, pero no todas pueden ser corregidas con éxito. En algunos casos, los niños pueden
alcanzar un nivel de vida normal, pero hay otros cuya actividad física queda notablemente restringida,
generando la necesidad de una convalecencia larga, al mismo tiempo que se deben considerar mecanismos que
permitan enseñar al niño a vivir dentro de sus propias limitaciones, por cuanto se convierten en individuos
lentos y fatigables, tanto física como intelectualmente, por lo que requieren de ciertas ayudas para proseguir su
escolaridad en la escuela regular; es indispensable lograr una concertación con el personal directivo y los
maestros de la escuela, la familia y el médico tratante con la finalidad de lograr una orientación cónsona con la
problemática presentada por el educando.

Otra enfermedad que puede generar consecuencias importantes para la asistencia regular del niño a la escuela
es la diabetes mellitus, considerada como un trastorno metabólico, caracterizado por concentraciones
anormales de glucosa en la sangre (hiperglucemia) y en la orina (glucosuria), además de un metabolismo
inadecuado de las grasas y proteínas, debido a la falta de producción de insulina por el páncreas. En los casos
no tratados se da una marcada pérdida de peso, desarrollo de cansancio y debilidad, además de la aparición de
cetoacidósis (1973).

En aquellas diabetes que permanecen incontroladas se pueden presentar estados de sépsis, lesiones del tejido
nervioso y vasculopatías. Es una enfermedad de origen desconocido, aún cuando se sabe que intervienen varios
factores como la herencia, las infecciones, el exceso de alimentación, la disfunción de las glándulas endocrinas y
ciertos factores psicológicos.

En el tratamiento del niño se debe considerar el hecho de permitirle competir con sus compañeros física,
mental y socialmente. En el programa médico es importante incluir la dieta específica y la administración de
insulina. Por otro lado, hay que controlar el ejercicio en relación con la necesidad de insulina, porque el
ejercicio vigoroso tiende a disminuir la dosis de glucosa en la sangre. Para ello, el niño debe aprender a
reconocer los primeros síntomas de shock y llevar consigo azúcar para evitarlo. También se consideran riesgosas
las infecciones.

Sus necesidades pedagógicas pueden ser satisfechas en las aulas regulares, lo importante en enseñar al
educando un determinado régimen, pero haciéndolo dentro de una atmósfera recreativa, de compañerismo y
de apoyo moral; se debe prestar atención psicológica tanto al niño como a sus padres.

Otra enfermedad considerada como un trastorno crónico de salud y que interfiere en la asistencia regular del
niño a la escuela es el asma. Se trata de un trastorno habitual del sistema respiratorio que afecta a las personas
de todas las edades con repetidos episodios de dificultad en la respiración y que se caracteriza por estornudos,
respiración dificultosa, esputos y catarro. Estos síntomas pueden oscilar desde el catarro más suave y
estornudos a trastornos de la respiración tan graves como para obstruir el intercambio de gases en los
pulmones con una serie de consecuencias fatales. La causa más usual de esta enfermedad es un trastorno de
origen alérgico caracterizado por ruido silbante, tos y deficiencia para respirar; las causas son desconocidas
pero los factores emocionales pueden ocasionar las crisis; se ha encontrado que el niño asmático es muy
sensible desde el punto de vista emotivo (Duhamel, 1995).

El tratamiento generalmente consiste en procedimientos para prevenir los episodios y los ataque agudos,
reduciendo la sensibilidad a ciertos alergenos, ejercicios de respiración y drenaje postural de los pulmones y
tratamiento inmediato de las infecciones respiratorias. Se deben evitar los juegos físicos que requieren de
esfuerzo fuerte y prolongado; los ataques de asma leve pueden ser controlados haciendo que el niño se siente
y descanse, respire calmada y regularmente, con poca o ninguna atención por parte del maestro y el resto de
los alumnos. A estos niños se les debe brindar una ayuda psicológica, conjuntamente con sus padres
(Cartwright, 1984).

Otra categoría importante a considerar son los trastornos convulsivos. Los mismos presentan una
sintomatología de carácter episódico, involuntario, cambios en el estado de conciencia o en las respuestas al
ambiente, actividad motora anormal, cambios en la conducta, en las sensaciones o en las funciones
anatómicas.

Una convulsión es un fenómeno paroxístico de tipo motor, sensitivo, psicosensorial o vegetativo, acompañado o
no de una pérdida transitoria de la conciencia, debido a una descarga neuronal excesiva. Estas manifestaciones
clínicas dependen no solo de la localización de la descarga, y su diseminación, sino también de los diferentes
factores etiológicos específicos y el grado de maduración cerebral. De este modo, algunos tipos de convulsiones
aparecen exclusivamente en la infancia y dentro de un rango de edad bien establecido; esto ha dado base al
concepto de síndrome epiléptico. La repetición de estos fenómenos paroxísticos ocasionados por la disfunción
de las neuronas cerebrales, determina el estado patológico crónico, manifestado por la recurrencia de
convulsiones y denominado epilepsia (Peña, 1989. p. 194).

Generalmente estos ataques se clasifican en cinco categorías de acuerdo con sus manifestaciones clínicas
(Cartwright, 1984):

Grand mal. Constituye el tipo más severo, caracterizado por la pérdida de la conciencia, caída y contracciones
musculares involuntarias. Los ataques algunas veces están precedidos por un aura o señal. Durante el mismo, la
persona puede arrojar espuma por la boca y perder el control de la vejiga y esfínter anal. Al despertar puede
estar confundida y desorientada. Los maestros deben seguir ciertos procedimientos para asegurar la integridad
física del niño que experimenta el ataque, además de preparar a los otros educandos para aceptar la ocurrencia
del mismo.
Petit mal. Representa el tipo más común en los niños; aunque pierden la conciencia, no hay actividad motora;
usualmente no hay aura que presida el ataque y frecuentemente son erróneamente diagnosticados como
distraídos y perezosos. El maestro debe estar alerta a posibles ataques y reportar su ocurrencia o algún cambio
en la frecuencia.

Psicomotora. La más compleja de los cuatro tipos; afecta los procesos cognitivos y motores; algunos resultan en
conductas extrañas e involuntarias, así como también confusión, rabia y conducta abusiva. El maestro debe
saber que el niño no tiene control en el momento del ataque y esperar que el episodio cese por sí solo.

Jacksoniana. Un ataque parcial que afecta solo una parte del cuerpo, con movimientos rítmicos y
espasmódicos.

Mioclónica y akinética. Los ataques mioclónicos se caracterizan por contracciones breves e involuntarias
(rigidez temporal de los músculos). Usualmente un grupo único de músculos está afectado, causando conductas
como repentina caída de la cabeza hacia delante o hacia atrás y movimientos espasmódicos de los brazos hacia
arriba. En cuanto a los ataques akinéticos, algunas veces se les denomina pequeño mal motor, caracterizado
por pérdida del tono y caída repentina.

Todo niño o adolescente epiléptico debe seguir un tratamiento medicamentoso regular y continuo; esto le
permitirá el control de las crisis convulsivas. Generalmente los tratamientos médicos son bien tolerados;
algunas dosis elevadas pueden provocar somnolencia, lentitud y problemas de comportamiento que dificultan
su eficiencia y éxito en las actividades escolares.

Los maestros pueden ser útiles al médico tratante cuando un niño esté bajo algún tipo de medicación
anticonvulsivante, al vigilar sus efectos secundarios, como por ejemplo, somnolencia y registrando la frecuencia
y duración de los ataques, mientras diferentes dosis medicamentosas se estén prescribiendo para mejorar la
frecuencia de los ataques. También puede asistir al niño ayudando a los otros alumnos de la clase a entender y
aceptar la enfermedad. El mayor obstáculo es el trauma de rechazo social y emocional de parte de pares y
adultos quienes están desinformados y no aceptan la persona con esta enfermedad.

En cuanto a la hemofilia, puede decirse que es una enfermedad grave de la sangre, de origen genético y
hereditario. Es ocasionada por la ausencia de una proteína de coagulación, presente habitualmente en el
plasma sanguíneo. Su incidencia es predominante en el sexo masculino. En la descripción clínica del tipo severo
se distinguen dos tipos de hemorragia, las externas y las internas o hematomas (Duhamel, 1995).

El primer tipo consiste en hemorragias en caso de cortaduras y raspaduras; dichos accidentes se pueden
mejorar por la compresión local durante aproximadamente veinte minutos, lo cual permitirá la formación de
callos para hacer ceder la hemorragia. En el segundo, se produce una hemorragia dentro de la masa muscular,
generalmente a raíz de un traumatismo, pero también puede ocurrir en forma espontánea en diferentes partes
del cuerpo. Las hematomas voluminosas o de localización peligrosa (alrededor de los ojos, intra-abdominal e
intracraneana) son graves y deben ser tratadas cuando se presentan los primeros síntomas para que no se
produzca ninguna secuela.

Aquellas hemorragias intra-articulares son los accidentes más frecuentes y graves. Las mismas tocan todas las
articulaciones con predominio de las rodillas, los tobillos y los codos y sobrevienen después de un traumatismo,
esfuerzo o en forma espontánea. La repetición de la hematosis en las mismas articulaciones produce su
deformación y destrucción progresiva, pudiendo desencadenar en una verdadera deficiencia motriz, por lo cual
debe ser tratada desde sus primeros síntomas, que consisten en dolor, acompañados de problemas para el
movimiento de la articulación. El niño o joven hemofílico debe evitar las alturas, los golpes y las caídas, no subir
ni bajar escaleras violentamente, no levantar objetos muy pesados (portafolio o útiles escolares) y debe
aprender a observar y detectar cualquier ligero dolor por minúsculo que este sea.

La hemofilia es una enfermedad crónica con amenaza permanente de accidentes (hemorragias y hematosis)
repetidos durante el período de crecimiento. Las constantes hospitalizaciones por intervenciones quirúrgicas o
las movilizaciones eventuales por las consultas provocan ausentismos impredecibles y dificultan su escolaridad.
Su prosecución escolar debe garantizarse a través de la educación regular mediante un trabajo coordinado
entre docentes, familia y médico tratante para precisar el tipo de ayuda y los límites en la práctica de sus
actividades.

También es importante considerar los cánceres y la leucemia como enfermedades que afectan seriamente la
prosecución escolar de los niños. Están caracterizadas por una proliferación anormal y anárquica de un tipo de
células. El cáncer no es una afección contagiosa; las formas más frecuentes en los niños son las leucemias y los
tumores cerebrales. Los cánceres infantiles tienen un desarrollo mucho más rápido que en los adultos, lo cual
los hace sensibles a los tratamientos; entre los más comunes se encuentran la cirugía, la radioterapia y la
quimioterapia. En el caso de ciertos tumores cerebrales, las secuelas pueden estar en el orden neurológico tales
como aquellas motrices (problemas de equilibrio, coordinación de movimiento y lentitud, entre otros) y
cognitivas (problemas de memoria, atención, espacio-temporales y del lenguaje); estas secuelas pueden ser
tratadas por los especialistas; aquellas postoperatorias y de radioterapia se pueden reflejar en problemas de
crecimiento.

La escolaridad de estos niños y jóvenes está necesariamente perturbada, motivado a las ausencias ligadas a los
tratamientos, a las complicaciones eventuales durante el curso de la enfermedad y a los efectos secundarios de
la quimioterapia. A fin de garantizar una educación adecuada a las necesidades de estos educandos conviene
tomar medidas correctivas y metas realistas entre todos los entes involucrados en el quehacer educativo
(1995).

Entre las otras afecciones de importancia a señalar se encuentra el síndrome de inmuno deficiencia adquirida
(SIDA). Enfermedad producida por una infección ocasionada por el virus HIV (virus de inmuno deficiencia
humana). Toda persona afectada por este virus es diagnosticada positiva; puede ser sintomática o asintomática,
es decir, puede o no presentar algún síntoma clínico. La enfermedad se caracteriza por un déficit inmunológico
profundo y con manifestaciones infecciosas diversas cada vez más específicas y graves; los medios de
transmisión del virus son actualmente bien conocidos: la transmisión por vía sexual, por vía sanguínea o
materno-fetal (1995).

En pediatría existen dos formas de evolución; la forma severa, donde la enfermedad evoluciona rápidamente
presentándose en el 20% de los casos; en la forma lenta, después de un período asintomático durante muchos
años, el déficit inmunológico se puede agravar presentando manifestaciones clínicas como alteraciones en el
estado general de salud, infecciones bacterianas, algunas veces más tardíamente, manifestaciones
neurológicas. No existe tratamiento curativo, pero la combinación de medicamentos antivirales retarda el
proceso de la enfermedad; el control sanguíneo y la vigilancia biológica e inmunológica es muy importante para
determinar los pronósticos y prevenir numerosas infecciones.

Durante el curso de la evolución de la enfermedad, las medidas que se deben tener presentes para el niño o
adolescente dentro de la institución escolar no se diferencian de aquellas que generalmente predominan en
otras enfermedades crónicas; es necesario considerar la disposición a la escolaridad de estos niños o jóvenes en
función de su estado de salud; además de la orientación escolar, no existe contraindicación alguna para aquel
educando diagnosticado positivamente.
Los efectos que pueden tener en los niños y adolescentes y sus familias las distintas clases de problemas
crónicos de salud son diversos, de allí que no se pueden hacer generalizaciones sin establecer factores
específicos para cada caso en particular.

Estos educandos pueden presentar sentimientos de inseguridad, desesperación, vergüenza, rechazo, culpa, baja
autoestima y miedo; Los cuales se manifiestan a través de conductas tales como evitar la interacción con otros,
tratar de ocultar la problemática o volverse en extremo dependientes; es posible prevenir dichas reacciones
mediante una intervención oportuna por parte del maestro, entendiendo que estas personas, aunque
presentan una limitación, se les debe ofrecer mayores oportunidades para desenvolverse en la sociedad. Es
imperativo que la sociedad y la escuela estén conscientes de sus necesidades y hacerlos partícipes de todas las
actividades sociales para que puedan alcanzar un nivel más elevado de desarrollo.

Marco Conceptual y Político del Modelo de


Atención Educativa Integral

La Educación Venezolana se rige por los preceptos establecidos en la Constitución Nacional en sus Artículos
79,80 y 81, en los cuales se proclama el derecho a la educación de todos los ciudadanos; la educación se asume
como un proceso integral de formación permanente, continuo y sistemático que tiene como finalidad "... el
pleno desarrollo de la personalidad, la formación de ciudadanos aptos para la vida y para el ejercicio de la
democracia, el fomento de la cultura y el desarrollo del espíritu de solidaridad humana..." (Constitución
Nacional, Art. 80).

Por otro lado, la Ley Orgánica de Educación en sus Artículos 3, 5, 6, 7 y 13 establecen fines educacionales,
enmarcados en los principios de libertad, igualdad, autonomía, idoneidad y respeto a la dignidad de la persona.
Siendo la Modalidad de Educación Especial una variante escolar, responde a los objetivos, fines y principios
previstos en los diferentes niveles educativos y, en consecuencia, debe ser congruente con la normativa jurídica
que rige la educación general.

También establece la formación de un individuo "... Capaz de participar activa, consciente y solidariamente en
los procesos de transformación social, consustanciado con los valores de la identidad nacional y con la
comprensión, la tolerancia, la convivencia y las actitudes que favorezcan el fortalecimiento de la paz entre las
naciones y los vínculos de integración y solidaridad latinoamericana..." (Ley Orgánica de Educación, Art. 3).

El Reglamento de la Ley Orgánica de Educación, en sus artículos 30 al 35, establece y garantiza a las personas
con impedimentos motores el derecho a la educación y donde se señalan directrices y bases para su educación
como cualquier otro ciudadano.

La educación se enmarca filosóficamente en una corriente humanista-social, y axiológicamente en una


tendencia que asume el respeto de los valores individuales del hombre, en la medida que ellos no violenten los
derechos colectivos y sociales, en la búsqueda del bien común garantizado para todos y cada uno de los
venezolanos (Hernández, 1995).

El modelo para la atención educativa integral de las personas con impedimentos físicos responde a una
concepción holística de hombre, eminentemente social, a una concepción de sociedad y de vida previamente
establecida, centrado en una visión del individuo como una integridad bio-psico-social en quien debe propiciar
la interacción armónica entre este y el medio que lo rodea.
La concepción del modelo propuesto, confiere un valor preponderante a la educación en términos de su
finalidad, la cual se enmarca en el contexto de una sociedad en constante cambio, que conduce a la
permanencia en el tiempo de los fines de la educación, mientras se mantengan los valores que la sustentan,
pues estos tienden a variar en función de las condiciones ambientales de la sociedad. Es por ello que frente a
las necesidades de la sociedad de hoy y de mañana, la cual demanda cambios en cuanto al desarrollo personal
y social del hombre, los fines de la educación se perfilan hacia la formación de hombres creativos, conocedores
y sensibles de la realidad, con una valoración de la responsabilidad social y una capacidad de comunicación y de
relación con los demás, constituyendo estas las condiciones necesarias para el logro de una verdadera
integración social.

Un individuo que presenta un impedimento físico es ante todo una persona, y como tal, sus derechos están
garantizados al quedar contemplados en la Constitución Nacional; entre éstos, es fundamental la educación
como derecho social, permanente e irrenunciable de todos los Venezolanos (Art. 78), por cuanto permite a la
persona su autorealización, un desarrollo cónsono con la vida en sociedad y por ende, unas relaciones humanas
exitosas, además de la eficiencia económica. En cada uno de ellos se encuentra que la integración social es el
medio fundamental para lograr la incorporación de estas personas a la sociedad.

Desde el punto de vista epistemológico, al hablar de los fines de la educación, y al considerar al ser humano
como centro de este proceso, es fundamental considerar el proceso de desarrollo de esta persona. El proceso
cognoscitivo es dinámico, dialéctico y abierto, en constante ampliación y profundización, cubriendo instancias
cognoscitivas cada vez más profundas. La fuente del conocimiento es la actividad social del hombre, es lo que
permite incentivar un espíritu y una capacidad creativa, promover innovaciones, y despertar el gusto por el
saber.

Proclamar que la educación establece el pleno desarrollo de la personalidad y la formación de un hombre que
sea eficiente, crítico, ético, creativo y afectivo conduce a la necesidad de un cambio en la concepción de
escuela; ella necesariamente tiene que diferir del modelo clásico y apuntar hacia una concepción que permita
la formación integral de la persona con impedimentos físicos y su inserción social en la comunidad. Siguiendo
esta misma línea de pensamiento, Piaget señala que... "El objeto principal de la educación es crear hombres
que sean capaces de hacer cosas nuevas, no simplemente repetir lo que han hecho otras generaciones:
hombres que sean creativos, descubridores" (Piaget, 1977), hay que hacer inventores no conformistas.

Al hacer una revisión de los programas sobre los procesos del aprendizaje y el desarrollo cognitivo que
proponen Kamu y Devries (1977), se evidencia que los fundamentos del desarrollo evolutivo planteados por
estos autores provienen de la perspectiva de Piaget. Este último plantea que el conocimiento es un acto del
sujeto sobre los objetos, por tanto el desarrollo intelectual sólo tiene lugar como resultado de la propia
actividad constructiva del individuo. El interaccionismo social de Piaget gira en torno al concepto de estructuras
cognoscitivas, que el niño construye por si mismo en interacción con el medio que lo rodea, en forma
continuada desde el nacimiento hasta la adolescencia (Labinowcz, 1982).

La participación activa del sujeto en el proceso de enseñanza-aprendizaje y el aprendizaje significativo, son


planteamientos que subyacen a la teoría de la psicología cognitiva, la psicogenética y el enfoque histórico-
cultural; este último plantea la importancia de la interacción social para la construcción de las funciones
psicológicas superiores; para que esta interacción social tenga su efecto positivo en el desarrollo de las
habilidades cognitivas, el aprendizaje es fundamental, contribuyendo así al desarrollo del individuo en su
entorno cultural (Vigotsky, 1926).

Según la epistemología genética que plantea la construcción socio-histórica de la conciencia (Vigotsky, 1896-
1934), el desarrollo del pensamiento se produce mediante un juego constante de procesos que llevan al sujeto
de un estado de conocimientos más simples a otros más complejos y se traducen en cambios cualitativos en sus
estructuras cognoscitivas, donde fundamentalmente la conducta superior surge de la interacción entre los
hombres, tiene un origen interactivo-social y es la fuente esencial y factor primario del desarrollo psicológico.
Estos cambios psicológicos en un entorno eminentemente social permiten la organización de ambientes de
aprendizaje y la mediación de los procesos en los alumnos de acuerdo a lo que Vigotsky denominó Zona de
Desarrollo Próxima, considerada como la distancia entre el nivel real de desarrollo, donde el sujeto puede
resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, donde podrá resolver problemas
con la ayuda de un adulto u otro compañero más capaz (Losada, 1996).

El conocimiento está condicionado por las contingencias socio-historicas que se operan en la realidad. De allí
que una educación fundamentada en una concepción epistemológica de este tipo demandará una práctica en
función de la estructura y dinámica social características de cada sociedad a la vez que responderá a las
necesidades de sus integrantes.

En este sentido, el proceso educativo se fundamenta en el postulado que considera a la educación como un
proceso de la comunicación humana, definiéndola como el diálogo que se da entre las personas sobre algo que
le es significativo y percibido como hecho cognoscible. En consecuencia, es una educación que enfatiza la
criticidad, la reflexión y la acción sobre la realidad, asignándole un peso fundamental a la responsabilidad de los
educandos en la transformación de la realidad (Documento Normativo, Deficiencias Visuales, M E, 1990).

Desde una perspectiva sociológica, sociedad y educación van íntimamente relacionadas ya que en toda
sociedad, por primitiva que ésta sea, siempre se han encontrado formas de educación. La educación es una
función social. ".... El proceso de renovación social, mediante el cual entran constantemente en la sociedad
nuevos individuos como elementos de ella, exige que estos individuos sean desarrollados al punto que puedan
sustituir a las personas de la generación actual. Así, el cambio de los individuos se conserva, y se transmite el
producto del trabajo en la sociedad" (Dilthey, 1986). La educación como función de la comunidad, como
actividad social, se cumple siempre en todas partes.

"Las experiencias individuales, adquiridas mediante la participación en las tareas colectivas, ponen al hombre
en capacidad de servir, porque ha adquirido las destrezas indispensables, asimilándose al mismo tiempo el
espíritu de la colectividad y haciéndose partícipe de su sentimiento y emociones. Se dice entonces que el
individuo ha sido socializado mediante el proceso de la educación" (Prieto, 1985).

De lo expuesto anteriormente se desprende que la función de la educación es eminentemente social; en


consecuencia, su tarea será entonces, formar al hombre, como sujeto cognoscente a intervenir en su realidad y
contribuir a su transformación.

Al respecto, Sloan (1981) refiere que la intervención del hombre en su realidad y la posibilidad de transformarla
está determinada por la importancia del discernimiento en el conocer; conduciéndolo a identificar y a
comprender aquellos aspectos fundamentales del conocimiento, a descubrir su significado intrínseco. Una
concepción del conocimiento y del conocer que enfatice la importancia del significado, del propósito y de los
valores ubica a la educación en un nivel fundamental. De allí que un autentico cambio de premisas en la
comprensión del conocimiento, una transformación en las formas del conocer, le dará a la educación una
profunda y transcendente dimensión social. (Documento Normativo, Deficiencias Visuales, M E 1990).

La pedagogía debe considerarse como una ciencia de la educación, ya que establece los principios que rigen el
acto educativo, fija las finalidades hacia las cuales se dirige y se constituye en un recurso teleológico e
instrumento metodológico de utilidad para la educación. Por otro lado, la educación como proceso científico se
relaciona con las teorías que explican el aprendizaje. Por consiguiente, necesita utilizar el conocimiento que
sobre la naturaleza del hombre y su comportamiento aporta la psicología.
Las relaciones entre la psicología y la pedagogía han sido adecuadamente expresadas por Villaverde (Coll,
1980), quien considera que ambas se ocupan del espíritu. La psicología se ocupa de conocerlo, describiendo,
explicando e interpretando los fenómenos psíquicos (misión teórica); mientras que la pedagogía se ocupa de
actuar sobre él, guiándolo, conduciéndolo y dándole adecuada forma (misión práctica).

La pedagogía podrá ser entendida como un campo propicio para la aplicación de conocimientos científicamente
obtenidos a través de la psicología. De esta forma un planteamiento de la educación desde una óptica
humanista, concibe la naturaleza y enlace del proceso educativo como un problema de la persona, la sociedad y
la cultura.

En síntesis, la atención educativa de los niños, jóvenes y adultos con impedimentos físicos se fundamenta en
unos postulados de orden filosófico, legal, sociológico, psicológico y pedagógico que sirven como soporte para
la conformación de un Modelo de Atención Educativa Integral para esta población.

Caracterización del Modelo de Atención

La atención educativa integral de las personas con impedimentos físicos responde a los mismos principios
rectores de la educación en general. La Democratización garantiza el acceso de todos los ciudadanos a los
beneficios de la educación, lo cual implica no solamente acceder al sistema educativo, sino la permanencia en
el mismo y el aprovechamiento máximo de lo que éste le ofrece, tanto en su vertiente formal como en la no
formal.

A través de la Modernización se pueden realizar los ajustes y adecuaciones necesarias de acuerdo a los avances
científicos y tecnológicos para que la acción educativa responda a la demanda de la sociedad actual. La
Integración, como principio filosófico, es el derecho social que tiene toda persona a interactuar en forma activa
en los diferentes ámbitos. Integración significa aceptar a las personas como miembros activos de nuestra
sociedad desde el punto de vista familiar, educativo, laboral y social. La Prevención se establece con la intención
de garantizar una intervención oportuna que permita atender o compensar los problemas, impidiendo que
algunas dificultades transitorias se conviertan en permanentes.

Los referidos principios se inscriben en el marco político, filosófico, psicológico y social de la Educación Especial.
Esta garantiza la atención educativa integral de las personas con impedimentos físicos, concibiendo a la persona
holísticamente, como un ser bio-psico-social, al considerar su aspecto físico, su personalidad, su participación
en la sociedad, su aspecto intelectual, su orientación en el trabajo productivo y por ende su integración social
plena.

La atención integral comprende acciones educativas de orden social; en tal sentido, para enfrentar el reto de la
integración social de la persona con impedimento físico es necesario abordar al educando desde cualquier fase
o etapa de la vida, ya sea en edades tempranas, en la edad escolar, adolescencia o en la edad adulta,
considerando fundamentalmente el entorno familiar del educando, pues el campo de acción no se limita
exclusivamente al niño; por el contrario, uno de los componentes esenciales de la acción educativa es el trabajo
con la familia, la escuela y la comunidad.

La concurrencia de diferentes disciplinas bajo la figura de un equipo interdisciplinario se plantea en función de


una atención educativa global, eficiente y efectivo. La confrontación y el intercambio de saberes desde cada una
de las disciplinas se realiza con la finalidad de conocer la realidad del educando y poder así construir
alternativas viables desde los diferentes enfoques, para abordar las situaciones educativas planteadas con una
visión holística del problema, asumiendo, de esta manera, la sistematización e integración del conocimiento en
un trabajo de equipo (Documento Normativo, Dificultades de Aprendizaje, M E, 1997).
El modelo de atención educativa integral de la persona con impedimento físico es integral, continuo,
permanente, sistemático y articulado con los niveles y modalidades del sistema educativo venezolano a fin de
garantizar el ingreso, prosecución y culminación escolar de los educandos.

La atención educativa integral permite la formación de una persona cuyo desarrollo está determinado por la
interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales, considerando al individuo como protagonista activo
de su proceso de aprendizaje y desarrollo personal, donde interactuan sus esquemas cognoscitivos y afectivos,
dando significado a la información del medio circundante, actuando sobre él y transformándolo.

Es importante destacar, que el sujeto que aprende atribuye a la información recibida un sentido en función de
sus intereses, necesidades y experiencias, esto constituye un papel preponderante para la construcción del
conocimiento y es lo que caracteriza el aprendizaje significativo (Ausebel).

En consecuencia, el modelo educativo de atención integral del Area de Impedimentos Físicos parte del proceso
de desarrollo del ser humano, centrado en las posibilidades de la persona, respetando siempre su condición,
donde las estrategias metodológicas diseñadas están en función del alcance de su integración social:
autorrealización personal, prosecución escolar, capacitación y colocación laboral, a fin de lograr su
independencia personal y social.

Objetivos Generales del Modelo de Atención. Los objetivos generales del modelo de atención educativa integral
de la persona con impedimento físico se enmarca en los objetivos de la educación en general y atiende a los
principios de la educación formal y no formal:

 Promover la formación integral de un ciudadano crítico e innovador que participa activa, y


responsablemente como ente cognoscente en la transformación de su realidad, que lo conduzca al
bienestar individual y social.

 Ofrecer una atención educativa a las personas con impedimentos físicos de carácter preventivo, integral
e interdisciplinario, donde se aborda al individuo considerando sus posibilidades y sus limitaciones, así
como las condiciones que faciliten sus verdadera integración social.

 Contribuir a la integración socio-laboral de las personas con impedimentos físicos para lograr su
incorporación al trabajo productivo.

Orientación Curricular

El currículum supone la concreción de los fines sociales y culturales de socialización que se le asigna a la
educación; es el escenario de un modelo educativo determinado. Cuando se define el currículum sé esta
describiendo la concreción de las funciones de la institución escolar y la forma particular de enfocarlas en un
momento histórico y social determinado para un Nivel o Modalidad.

En tal sentido, el currículum es el conjunto de componentes integrados y organizados que propician


experiencias de aprendizaje, para garantizar los objetivos trazados en cada Nivel o Modalidad; dichos
componentes se traducen en el educando, el docente, la planificación, estrategias metodológicas, equipo
interdisciplinario y evaluación.

Partiendo de la idea de que el alumno con impedimentos físicos ha de tener igualdad de oportunidades a la
educación, teniendo derecho a la vez a una educación apropiada a sus características, se plantea la necesidad
de hacer accesible a él la oferta educativa que ofrece la escuela, proporcionándole las adaptaciones
curriculares, técnicas y administrativas para garantizar con éxito el proceso de enseñanza-aprendizaje, donde se
promueva el desarrollo de su creatividad, imaginación, libertad, independencia y el auto-descubrimiento de sus
potencialidades emocionales, físicas y cognitivas.

El currículum para la atención educativa integral de las personas con impedimentos físicos esta sustentado en la
normativa legal vigente para los Niveles de Preescolar, Básica, Media Diversificada y Profesional y de las
Modalidades de Educación Especial y Educación de Adultos.

Debido a su condición, para la atención educativa integral de las personas con impedimentos físicos, se deben
incluir en el currículum áreas del conocimiento que longitudinalmente consideren el desarrollo del proceso que
el niño, joven o adulto requiere para garantizar su aprendizaje, tales como Lenguaje y Comunicación, Educación
Física, Deporte y Recreación y Educación y Trabajo.

El Lenguaje del niño es una extensión del sistema de comunicación afectiva previamente establecido entre el
niño, su familia y/o las personas que lo atienden; las relaciones sistemáticas básicas de su lenguaje inicial y sus
correlaciones cognitivas, son inherentes a este primer sistema de comunicación no verbal y, en esencia, son el
resultado de sobreponer rasgos de un sistema lingüístico a un sistema afectivo que ya conoce a fondo.

Este sistema de comunicación afectiva se establece mediante una sincronización entre el niño y la madre u
otras personas. A menudo se desestima el papel que corresponde al niño en esta sincronización, cuando con
sus respuestas, gratifica y mantiene los comportamientos instructivamente afectivos de los adultos. Así, el niño
aprende las primeras respuestas comunicativas no verbales de atención, petición, negación, rechazo,
agradecimiento o complacencia, y más adelante sobrepone las palabras correspondientes al código de su
comunidad, gracias a las oportunidades, los métodos y el refuerzo diferencial que le proporcionan los adultos.

El niño con retardo en el desarrollo, en especial si presenta impedimentos físicos graves, tiene grandes
dificultades en mantener un sistema de comunicación inicial satisfactorio con su madre, no responde a sus
contactos afectivos tal como se espera, las respuestas de la madre y otros adultos para establecer contacto y
comunicación humana con el niño solamente se centran en la satisfacción de sus necesidades básicas de
alimentación e higiene.

Por ello, al estimular el lenguaje de un niño que ha tenido una historia de muchas dificultades en sus relaciones
comunicativas y afectivas iniciales, es necesario elaborar programas que reconozcan las bases socio-afectivas
que subyacen a tan importante esfera del desarrollo, y que al mismo tiempo se orienten a lograr que el niño
con estos problemas asuma un sistema de comunicación personal afectivo más amplio y adecuado, que
conduzca a su crecimiento lingüístico. Este elemento socio-afectivo se ha de introducir antes o al mismo tiempo
que el programa estructurado de enseñanza del lenguaje vocal o no vocal.

Mac Donald (Dirección General de Educación, 1989) constata que, al intentar proporcionar diferentes medios
de comunicación para el niño que no habla, es importante que se considere primero lo que se quiere decir
cuando se habla de comunicación. Según este autor, un aspecto muy importante a tener en cuenta es que la
comunicación no puede tener lugar si solo interviene una persona. Es necesaria la intervención de dos
personas, un emisor y un receptor. Cuando se desarrollan programas de ayuda para la comunicación de un
niño, también se debe actuar sobre el entorno en el cual vive, para que la comunicación pueda ser efectiva.

Es probable que muchas de las dificultades de comunicación que presentan los niños con graves problemas
físicos sean en gran parte el resultado de que su comunidad no interactua con ellos. O donde los otros tienden
a no interactuar con ellos socialmente.

Los niños con graves impedimentos físicos deben tener suficientes oportunidades que les permitan ganar
experiencias con los otros; esto contribuirá a su desarrollo personal e intelectual. (1989).
En muchas ocasiones las personas con algún impedimento físico presentan dificultad para expresar
gestualmente los deseos y sentimientos más primarios del hombre. Debido a que una de las causas del
impedimento físico se produce en el sistema neuromuscular, el habla va a estar considerablemente afectada,
aunque el lenguaje comprensivo pueda estar bien estructurado. El ejemplo más significativo es el niño con
parálisis cerebral. Al tener afectadas las áreas motrices, las actuaciones o emisiones lingüísticas que éste realiza
sufrirán esa circunstancia. En otras ocasiones, si el niño tiene alteradas áreas adicionales del encéfalo, puede
que no reciba la información exacta del exterior, no comprendiendo por tanto, el lenguaje (1989).

La intervención debe comenzar lo antes posible y será global para incidir en todos los aspectos deficitarios que
son básicos para la actividad lingüística: relajación, deglusión, masticación, audición, respiración, fonación y
articulación.

En consecuencia, es necesario considerar en la programación de estas personas todo lo referente a los


componentes de la lengua materna: fonológico (sonidos articulados), semántico (significado de las palabras),
sintáctico (relación de los elementos gramaticales), morfológico (forma de las palabras) y pragmático (uso del
lenguaje). Estos aspectos deben desarrollarse dentro del currículum (Documento Normativo, Area del Lenguaje,
1997).

Otra área que merece especial atención en la acción educativa integral de la persona con impedimento físico es
la Educación Física, Deporte y Recreación.

El movimiento es básico para nuestra vida, es importante para el desarrollo de las necesidades orgánicas,
psicológicas, emocionales, sociales e intelectuales, es fundamental para el crecimiento y desarrollo humano
desde edades tempranas hasta la edad adulta. El crecimiento, el desarrollo y el aprendizaje se pueden lograr
con la actividad física.

La educación física como disciplina pedagógica, ejerce un papel preponderante en todas las esferas que
conforman el ser humano. Utiliza sus medios y estrategias de aprendizaje sobre el ente corporal, por lo que los
aspectos psíquicos y físicos constituyen una unidad funcional. Tal como lo señala Cagigal (1989) "... atender el
cuerpo es atender al hombre. Sus funciones orgánicas, motoras, de búsqueda interior, de grandes
satisfacciones, el disfrute de su propia vida, constituyen parte esencial de su desarrollo (Currículo Básico
Nacional, Educación Física, M E, 1997).

Cultivar dichas funciones, es cuidarlo hacia la posibilidad de autosuficiencia psicológica, de equilibración, de


recuperación, de valores, de enriquecimiento de la vida personal y al encuentro con un satisfaciente sentido de
la vida..."(p. 240).

La educación física constituye acciones educativas que van dirigidas a la optimización de la "psyquis humana a
través de una práxis corporal manifestando su expresión en la actividad pedagógica que incide en forma total
en la educación de la persona" (p. 241)

El movimiento corporal lúdico, rítmico que brinda la educación física permite ser, conocer, actuar y convivir de
allí que constituye el proceso para encausar de forma óptima las potencialidades motrices y corpóreas de las
personas para que sean útiles, tanto en su proceso de crecimiento personal como en los referentes a la vida
social.

Al proveerle a las personas con impedimentos físicos experiencias corporales y rítmicas se les permite
interactuar en forma significativa con otras personas de una manera agradable en igualdad de condiciones;
además de facilitarle el desarrollo de otras áreas de aprendizaje, le ayudan al desarrollo perceptual-motor,
específicamente imagen y control corporal, orientación espacial, discriminación sensorial, equilibrio y memoria
cinestésica, así como el desarrollo de capacidades de atención y concentración; además estas actividades
desarrollan destrezas de socialización, trabajo en grupo, cooperación, e interacción indispensable para una
efectiva integración social. Se debe considerar la Educación Física, Deporte y Recreación como un medio para
promover el desarrollo potencial de las personas con impedimentos físicos.

Amaya (1997) por otro lado, plantea la importancia del "abordaje corporal consciente" en el desarrollo integral
de los educandos con necesidades especiales, conceptualizándolo como el conjunto de actividades corporales y
sistemáticas que el docente orienta y facilita a fin de generar procesos psicomotores, afectivos y sociales que se
manifestarán a través de la expresión y comunicación de los educandos.

Para lograr una atención educativa integral de la persona con impedimento físico, es necesario desarrollar
programaciones con miras a abordar la formación laboral. La educación para el Trabajo debe considerarse a
todo lo largo del proceso y comenzar desde edades tempranas hasta llegar a la adultez, comenzando por
enfatizar la valoración al trabajo, utilizando para ello el juego como estrategia de aprendizaje, para luego
proporcionar experiencias de aprendizaje que se perfilen a la orientación y exploración vocacional,
desarrollando las condiciones necesarias para iniciar cualquier oficio o profesión y por ultimo, la formación y
capacitación laboral a objeto de garantizar la efectiva incorporación de esta población al trabajo productivo y,
por consiguiente, su integración socio-laboral.

Desde el punto de vista educativo, la atención de la población con impedimentos físicos debe comenzar en
edades tempranas e incorporar a los padres en todo el proceso, planteando objetivos flexibles, orientados hacia
la búsqueda de la independencia personal, autonomía y socialización del niño o joven.

El modelo de atención educativa integral considera al educando como el centro de la atención curricular, es un
elemento participativo dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, una persona en permanente crecimiento,
único, con características y necesidades propias, capaz de desenvolverse armónicamente en su entorno a través
de la participación, creatividad, autonomía, espontaneidad y confianza en sí mismo, consciente de las
posibilidades de su desarrollo, con libertad para decidir y asumir responsabilidades para el logro de la
autorealización y donde su participación activa es fundamental en el proceso de auto-aprendizaje.

La atención de los educandos con impedimentos físicos estará bajo la responsabilidad de un equipo
interdisciplinario, caracterizado por el trabajo conjunto y cooperativo de varias disciplinas en el proceso
educativo especial, permitiendo que los hallazgos derivados de uno de los profesionales sean complementados,
enriquecidos y modificados por los hallazgos de los otros que conforman el equipo, a fin de arribar a una
comprensión más completa y poder ofrecer una atención educativa integral, donde se consideren los aspectos
biológicos, cognitivos, afectivo-emocionales y sociales.

El equipo estará conformado por docentes regulares y especialistas, psicólogos, trabajadores sociales, médicos,
terapistas de lenguaje, terapistas ocupacionales y fisioterapistas. Su función permite atender al niño
diferencialmente y de acuerdo a sus necesidades. Este equipo debe poseer una particular formación
profesional, condiciones personales y vocacionales especiales que le permitan comprender la naturaleza de su
intervención como verdadero mediador en el proceso de atención de estos educandos.

Este equipo de profesionales debe mantener una actitud abierta en relación a la atención integral, capaz de
interpretar y modificar las condiciones reales del medio, apto para ofrecer al niño un ambiente adecuado que le
permita desarrollar sus potencialidades en un clima de libertad y respeto hacia su persona y hacia los demás,
con gran conocimiento del niño y con una amplia formación cultural y profesional.

La planificación educativa como un componente del currículum, es un proceso dinámico, de acción


interdisciplinaria que tiene como propósito diversificar las estrategias de intervención pedagógica, determinar
los objetivos, contenidos y medios a ser utilizados e impulsar el cambio en la práctica docente, contribuyendo
así a elevar la calidad de la educación que se imparte en la institución escolar.

El proceso de evaluación integral es el producto de la acción interdisciplinaria del equipo técnico, docente,
padres y alumnos. Es una parte intrínseca del currículum, que se mantiene en todo el proceso de aprendizaje,
respetando la diversidad, las diferencias individuales y el ritmo de aprendizaje de la persona, debe ser
permanente, flexible, continuo y formativo, implicando al alumno en la observación y seguimiento de su propio
proceso de aprendizaje.

Coll (1987) considera que el cómo evaluar va unido al cómo enseñar, ya que ambos procesos se realizan
simultáneamente y no en forma separada. De allí que la evaluación podrá verse como un proceso constructivo
integrado al quehacer educativo en el que se contemplan diversas dimensiones: evaluación del aprendizaje de
los alumnos, la práctica pedagógica, los materiales educativos y el proyecto curricular (Currículo Básico
Nacional, M E, 1997).

La evaluación debe cumplir funciones diagnósticas, formativas y sumativas de base absoluta, centrada en las
potencialidades e intereses del educando y debe responder a los lineamientos establecidos en la normativa
legal vigente según corresponda a cada Nivel o Modalidad.

Estrategias Metodológicas

Dentro de la práctica educativa de la persona con impedimento físico, es necesario realizar la evaluación de sus
capacidades, necesidades e intereses lo más tempranamente posible.

En la esfera neurológica, es importante considerar aquellos aspectos generales del niño y su desarrollo
sensoriomotor; en el área psicomotora se considerarán el control postural y equilibrio, la coordinación, la
organización espacio temporal, lateralidad, relajación y control de movimientos; en el área intelectual, social y
de la personalidad se observará y detectará la presencia o no de otras deficiencias, el grado de autonomía e
integración y la posible existencia de trastornos emocionales y de conducta; por último una evaluación de su
desarrollo lingüístico para valorar la capacidad movilidad de las partes del cuerpo asociadas a la fonación,
valoración de las actividades vegetativas, de los órganos asociados con la locución y valoración por la capacidad
para vocalizar y hablar.

Después de realizada esta evaluación se plantearán acciones para la atención integral individualizada acorde a
las necesidades y posibilidades de la persona con impedimentos y que tendrá como finalidad desarrollar y
potenciar un grado de autonomía e independencia lo más adecuada posible. Se fomentarán estrategias que
faciliten y desarrollen la capacidad de comunicación, aspecto gravemente afectado en la mayoría de las
personas con impedimentos físicos (Peñafiel, 1992).

Debido a la heterogeneidad de las características de las personas con impedimentos físicos, algunos pueden
presentar problemas de movilidad de diferentes tipos, así como otros relacionados con la postura, la higiene
personal, y el control de la comunicación oral o escrita; todas estas situaciones requieren de adaptaciones
suplementarias que permitan al educando apropiarse del conocimiento.

Las personas con impedimentos físicos necesitan una serie de ayudas y recursos específicos para acceder al
currículum. Estas pueden ser permanentes o transitorias.

Los problemas vinculados con la accesibilidad abarcan barreras evidentes tales como escalones, barandas,
tocadores, puertas, estacionamientos y obstáculos menos aparentes como teléfonos públicos y ascensores,
entre otros; esto les impide el acceso a la educación, al trabajo y, en consecuencia, no se aprovecha al máximo
su potencial (Kauffman, 1981).

La educación psicomotriz no debe concebirse en sesiones programadas y sistematizadas en un tiempo


determinado; esta debe ser flexible y adaptada a las necesidades tanto del niño y de la familia; consistirá en
lograr hábitos y adquisiciones motrices, perceptivas, del habla y conductuales. De allí la importancia de
coordinar las acciones de los diferentes profesionales en torno al niño. La autonomía personal que en
condiciones normales se adquiere en los primeros años de vida, en los niños con impedimentos físicos
generalmente está alterada.

Desde el punto de vista educativo, la atención integral individualizada deberá comenzar lo más tempranamente
posible e integrar a los padres en todo el proceso, planteando objetivos flexibles que busquen la
independencia, autonomía y socialización del niño o joven. Es importante valorar cualquier logro alcanzado por
más pequeño que este sea; se debe alentar cualquier esfuerzo realizado y asegurarse de que las actividades
propuestas puedan ser realizadas.

En cuanto al desarrollo intelectual se debe favorecer la interacción con el medio circundante, haciendo énfasis
en la estimulación sensorial y en la planificación de una acción pedagógica cónsona con la realidad del niño. En
todo caso el educando con impedimento físico, generalmente no está afectado cognitivamente, por lo que la
acción pedagógica debe plantearse tanto en el aula como fuera de ella y siempre con la participación de la
familia.

En consecuencia, se deben proporcionar al alumno los conocimientos centrados en su entorno, adecuándolos a


su capacidad. Se han de plantear objetivos comunes para todos los alumnos de la clase, haciendo las posibles
adaptaciones que este requiera. Una educación fundamentada y basada en la diversidad de los alumnos debe
establecer las adaptaciones curriculares, técnicas y administrativas relacionadas en lo referente a estrategias,
recursos y evaluación, a fin de que estas respondan a las características y necesidades de los alumnos.

En cuanto a la socialización, resulta fundamental destacar el uso del lenguaje como medio de comunicación,
estimulando aquellas habilidades que supongan ayuda al niño para conseguir hábitos encaminados a lograr su
adaptación al medio, una mayor autonomía y sobre todo un concepto positivo de sí mismo, el cual está
estrechamente vinculado a las ideas que sobre él y sus posibilidades, tengan aquellos que le rodean. El
desarrollo social del niño o joven dependerá en gran medida de las iniciativas que se le proporcionen para
evitar conductas de sobreprotección o culpabilidad (Peñafiel, 1992).

ADMINISTRACION DEL MODELO DE ATENCION

La Dirección de Educación Especial del Ministerio de Educación, a través de la Unidad Programática de


Impedimentos Físicos, como instancia nacional, tiene como competencias el diseño de las políticas referidas a la
atención educativa integral de las personas con impedimentos físicos en el ámbito nacional; velar por el
cumplimiento de estas políticas; orientar el desarrollo profesional de los recursos humanos del Area en el
ámbito estatal y municipal; asesorar a los entes formadores en lo que respecta a la formación profesional en el
Area de Impedimentos Físicos y promover proyectos de investigación e innovaciones educativas.

Las instancias estatales y municipales en el marco del proceso de descentralización, tienen la competencia de
administrar y supervisar la atención educativa integral dirigida a las personas con impedimentos físicos. A estas
instancias les compete: Planificar, coordinar, supervisar y evaluar programas y proyectos educativos sectoriales
e intersectoriales que conlleven a una acción educativa integral.
En la instancia institucional, las Unidades Operativas de la Modalidad de Educación Especial que ofrecen
atención educativa integral a las personas con impedimentos físicos, tienen la competencia de garantizar el
cumplimiento de los objetivos de la acción educativa, administrar el curriculum, coordinar y ejecutar programas
y proyectos, atendiendo a los lineamientos de la política establecida por los organismos competentes.

Unidades Operativas

La Modalidad de Educación Especial, a través del Area de Impedimentos Físicos cuenta con los siguientes
planteles y servicios:

Unidades Educativas (UE): De acuerdo con la Circular 003 (M E, 1997), es una unidad operativa que
proporciona atención educativa integral a la población de niños y jóvenes con impedimentos físicos en edades
comprendidas entre los 3 y los 16 años de edad, cursantes de los Niveles de Educación Preescolar, Básica y de la
Modalidad de Educación Especial de acuerdo al artículo 70, literal "e" del Reglamento de la Ley Orgánica de
Educación (1996), atendiendo a la programación curricular regular establecida por el ente Ministerial, con
énfasis en lo referido en el Título III y en el Art. 31 del Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación.

Servicios de Educación Especial Anexos a Hospitales: Son unidades operativas que ofrecen atención educativa
integral no escolarizada a una población de niños y jóvenes con impedimentos físicos a través de dos
alternativas:

 Atención Directa a una población de niños y jóvenes con impedimentos físicos que se encuentran
hospitalizados. La misma se garantiza durante el tiempo de permanencia del educando en el hospital y
articulado con el plantel de procedencia del estudiante. Aquellos educandos que ingresan al centro
hospitalario sin escolaridad, el Servicio tiene la responsabilidad de garantizarles el inicio escolar
estableciendo los enlaces necesarios para tal fin, bien sea como servicio de apoyo o mediante una
atención directa.

 Servicio de apoyo. Mediante esta alternativa se establece una relación directa, por la vía Convencional
o no Convencional, con aquellas instituciones de donde proviene persona hospitalizada. En el primer
caso, la articulación se establece con Preescolares, Escuelas Básicas y con otros planteles o servicios de
la Modalidad de Educación Especial. En el segundo caso, para aquellos educandos que no están
escolarizados, el Servicio establecerá los mecanismos necesarios con las instituciones responsables,
según el rango etáreo, para la atención integral de estas personas incluyendo el campo laboral.

Centros de Atención Integral (Parálisis Cerebral-Impedimentos Motores): A través de estos servicios se


garantiza la atención educativa integral no escolarizada a aquella población de niños, jóvenes y adultos con
Parálisis Cerebral o con Impedimentos Motores, mediante dos alternativas:

 Atención Directa. Se realiza en el Centro y atiende a aquella población de niños, jóvenes y adultos cuya
caracterización los ubica en el rango de la parálisis cerebral o de los impedimentos motores, a fin de
realizar la evaluación, atención educativa integral individualizada y/o la integración escolar y
seguimiento en aquellos educandos que así lo requieran.

 Servicio de Apoyo. Mediante esta alternativa se establece una relación directa con instituciones
Convencionales y No convencionales, donde son atendidos los niños, jóvenes y adultos con parálisis
cerebral o impedimentos motores, para garantizar:

- La prevención y atención integral temprana de los niños de 0 a 6 años, atendidos en los Preescolares
Regulares y de Educación Especial, Centros de Desarrollo Infantil, Multihogares y Hogares de Cuidado
Diario y Maternales, entre otros; así como también orientar la continuidad del proceso educativo de
esta población.

- El proceso de integración escolar de esta población en los niveles de Básica, Media Diversificada y
Profesional y a la Modalidad de Educación de Adultos, a través de las alternativas educativas propias de
esta Modalidad (CEAC, CEBA, IRFA, INCE). Para aquellos educandos que permanecen dentro de la
Modalidad, el seguimiento de esta población, garantiza la continuidad de su educación a través de los
diferentes servicios y planteles de la misma.

Los Centros de Atención Integral (CAI), como servicios de apoyo, no están concebidos para brindar escolaridad
ya que es competencia de los planteles donde estén cursando los educandos. Razón por la cual, este Centro
debe realizar acciones de manera cooperativa y coordinada con estas instancias educativas y con otros sectores
(Salud, Social), a fin de poner a la disposición de docentes y alumnos el apoyo técnico, materiales y recursos
didácticos especializados necesarios para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para tal efecto el Centro de
Atención Integral debe contar con un equipo interdisciplinario integrado por personal técnico-docente
especializado.

En cuanto a la integración escolar el Centro de Atención Integral, es una unidad administrativa que a nivel
institucional, tiene las competencias de orientar, asesorar y coordinar acciones con las instituciones educativas
que atienden a la población con Parálisis Cerebral e Impedimentos Motores, a fin de asegurar la permanencia,
continuidad y culminación en el sistema educativo y garantizar el apoyo al proceso de atención educativa
integral.

Líneas Estratégicas de Acción

El modelo de atención educativa integral para las personas con impedimentos físicos se direcciona en dos líneas
estratégicas de acción:

- Una línea de acción dentro de la Modalidad de Educación Especial para atender de manera permanente o
transitoria a niños, jóvenes y adultos con impedimentos físicos que por sus necesidades educativas requieren
de un abordaje especializado, con un enfoque integral dentro de la Modalidad.

- Una línea de integración escolar, en la cual se atiende a esta población dentro del ámbito regular en los
diferentes Niveles y Modalidades del sistema educativo con el apoyo de los servicios de Educación Especial.

La primera línea estratégica, se refiere a la atención educativa integral permanente o transitoria de los niños,
jóvenes y adultos con impedimentos físicos que por sus necesidades educativas requieren de un abordaje
pedagógico diferenciado y especializado en los planteles y servicios de la Modalidad de Educación Especial,
garantizando un proceso educativo integral y continuo, lo cual implica el fortalecimiento de la articulación
intramodalidad. Esto requiere coordinar esfuerzos entre los profesionales de los servicios de las diferentes
Programas y Areas de la Modalidad de Educación Especial.

La atención educativa integral e individualizada de la población constituida por niños con impedimentos físicos,
en el rango etáreo de 0 a 6 años, está garantizada a través de la acción coordinada entre las unidades operativas
propias del Area de Impedimentos Físicos, de los Programas de Prevención y Atención Integral Temprana (los
Centros de Desarrollo Infantil), e Integración Social (los Equipos de Integración), además de otros servicios de la
Modalidad de Educación Especial que cumplen funciones de apoyo y planteles propios del Nivel de Preescolar.

De 0 a 3 años, el modelo se orienta hacia una intervención temprana integral, atendiendo a la condición de
riesgo y a las alteraciones en el desarrollo; en el caso del niño entre 3 a 6 años, el modelo se orienta hacia una
atención educativa temprana que garantiza la continuidad de los alcances del proceso de intervención
temprana del niño (Documento Normativo, Prevención y Atención Integral Temprana, M E, 1997).

La Unidad Educativa (UE) del Area de Impedimentos Físicos (Circular 003, M E, 1997) comienza la atención
educativa temprana, a través de su preescolar, a partir de los 3 años de edad para garantizar la continuidad del
proceso educativo iniciado en el Centro de Desarrollo Infantil.

Esta acción educativa se realiza a través de un proceso integral e interdisciplinario siguiendo los lineamientos
legales vigentes en la normativa de Educación Preescolar y la política educativa de la Dirección de Educación
Especial a través de los Centros de Desarrollo Infantil, Unidades Educativas y el Centro de Atención Integral
(Parálisis Cerebral-Impedimentos Motores).

La atención educativa integral de la población de niños y jóvenes con impedimentos físicos, en edades
comprendidas entre 6 y 15 años se realiza en las Unidades Educativas (UE) de acuerdo a la Resolución 003 (M E,
1997) y se fundamenta en los mismos lineamientos establecidos en la normativa legal vigente para la Educación
Básica con el propósito de garantizar la prosecución escolar de esta población, a través de un modelo integral e
interdisciplinario.

La atención educativa especializada e individualizada de la población con impedimentos físicos a partir de los 15
años se rige por la normativa legal vigente para la Educación de Adultos con sus programaciones
convencionales y no convencionales, en sus diferentes opciones (a distancia, presencial, libre escolaridad y
radiofónica) y los Lineamientos y Políticas de los Programas de Educación y Trabajo e Integración Social de la
Dirección de Educación Especial, a fin de proporcionar una educación permanente y garantizar la capacitación
laboral en un oficio según sus competencias e intereses proporcionando diferentes alternativas tales como:
Educación de Adultos, Instituto Nacional de Capacitación Educativa (INCE), Instituto Radiofónico Fe Y Alegría
(IRFA) y otras contempladas dentro del régimen de Educación de Adultos. Estas acciones permitirán en su
conjunto, la integración del educando con impedimentos físicos a la familia, a la escuela, al trabajo y a la
sociedad de una manera activa, participativa, solidaria y estable.

La segunda línea estratégica, la integración escolar, garantiza la atención educativa integral de la población de
niños, jóvenes y adultos con impedimentos físicos que deben ser integrados a la educación regular; para ello se
establecen normas que regulan la integración escolar de los alumnos con necesidades educativas especiales, a
través de la Resolución 2005, de fecha 02 de diciembre de 1996, ratificando así el derecho a la educación de las
personas con impedimentos físicos, considerando sus posibilidades, asegurando así la articulación intrasectorial
entre las unidades operativas de los Niveles de Preescolar, Básica, Media, Diversificada y Profesional y la
Modalidad de Educación de Adultos con la Modalidad de Educación Especial.

La atención educativa temprana del niño con impedimentos físicos, entre 0 y 6 años, se rige por los objetivos,
principios y lineamientos de la Educación Preescolar, por la vía Convencional y No Convencional, los cuales se
proponen el desarrollo integral del niño en las áreas de protección, supervivencia y desarrollo a través de los
sectores de salud, social y educación.

En consecuencia, para garantizar la integración escolar de los niños con impedimentos físicos de 0 a 6 años, se
desarrollan líneas de acción que permitan una articulación intrasectorial e intersectorial.

La atención integral de la población con impedimentos físicos de 0 a 6 años, con una visión intersectorial debe
realizarse a través de la articulación con el sector salud (Red de Asistencia Materno-Infantil, Programa
Alimentario PAMI, Unidades de Nutrición), con el sector social (Multihogares y Hogares de Cuidado Diario,
Lactancia Materna, Prevención del Embarazo Precoz, del Ministerio de la Familia), además de todas aquellas
programaciones de carácter nacional e intersectorial dirigidas a la atención integral de la infancia.
La atención de la población comprendida entre 0 y 3 años, es responsabilidad del Centro de Desarrollo Infantil
con el apoyo de las Unidades Educativas (UE) del área de Impedimentos Físicos y de los Centros de Atención
Integral (Parálisis Cerebral, Impedimentos Motores). Así mismo, esta atención puede darse en Maternales y
Preescolares, bajo la acción cooperativa de los Planteles y Servicios de la Modalidad de Educación Especial
responsables de la atención integral de este rango etáreo.

La atención educativa de la población con impedimentos físicos entre 3 y 6 años puede darse en los Centros de
Desarrollo Infantil, en los preescolares especiales de las Unidades Educativas o en los Preescolares Regulares,
en este último caso el Centro de Desarrollo Infantil y/o la Unidad Educativa cumplen funciones de seguimiento
y de apoyo coordinando sus acciones con otros servicios de la Modalidad como las Unidades Psicoeducativas,
Equipos de Integración, Aulas Integradas, CENDA y Centros de Rehabilitación del Lenguaje.

La atención educativa integral de la población de niños y jóvenes con impedimentos físicos de 6 a 15 años
integrados en el nivel de Educación Básica, se realiza mediante un trabajo coordinado entre los profesionales
especializados del Area de Impedimentos Físicos con los Niveles de Educación Básica y Media Diversificada y
Profesional y la Modalidad de Educación de Adultos en términos de planificación, ejecución y evaluación para la
acción educativa, respetando su proceso evolutivo, proporcionando estrategias pedagógicas acordes que le
permitan lograr una integración armónica entre el niño, la escuela y la comunidad.

El programa de escolarización para este rango etáreo se lleva a cabo en las escuelas de Educación Básica, en la
Primera, Segunda y Tercera Etapa, con el apoyo del equipo interdisciplinario de los Planteles y Servicios de la
Modalidad: Unidades Psicoeducativas, Equipos de Integración, Unidades Educativas, Centros de Atención
Integral, CENDA, Aulas Integradas, Centros de Rehabilitación del Lenguaje (M E, Resolución 2005, 1996).

La atención educativa integral de la población con impedimentos físicos a partir de los 15 años se rige por la
normativa legal vigente para la Educación de Adultos en sus programaciones convencionales y no
convencionales, Educación Básica, Media Diversificada y Profesional y los lineamientos y políticas de los
Programas de apoyo de Educación y Trabajo e Integración Social de la Dirección de Educación Especial, a fin de
lograr el ingreso, la prosecución y culminación educativa, capacitación para la vida mediante la adquisición de
un oficio o profesión y su futura inserción en el campo laboral y social.

La población con impedimentos físicos que ingresa a la educación de adultos, debe ser atendida a través de un
trabajo coordinado entre las Modalidades de Educación Especial y de Adultos (LOE, Art. 15, ordinal 2), con una
orientación educativa interdisciplinaria. Esta puede realizarse a través de los Centros de Atención Integral (CAI)
y Unidades Educativas (UE) del Area de Impedimentos Físicos, Talleres de Educación Laboral (TEL), en
coordinación con los Programas de Educación de Adultos (Centro Educativo de Acción Comunitaria, CEAC),
Centro de Educación Básica de Adultos (CEBA) y Educación Radiofónica.

La inserción laboral de las personas con impedimento físico se realizará en forma coordinada con el apoyo de la
Fundación Juventud y Cambio del Ministerio de la Juventud (Plan de Empleo Joven), apoyo a microempresas,
Instituto Nacional de Capacitación Educativa (INCE) en su programa de colocación en coordinación con el Taller
de Educación Laboral (TEL) y los Equipos de Integración.

A fin de dar cumplimiento a lo establecido en la Constitución Nacional, se deben proporcionar oportunidades al


joven o adulto con impedimento físico para acceder en igualdad de condiciones a la educación. Para afianzar
estos derechos desde el punto de vista legal, la Resolución 1181 (M E, 1984) establece y garantiza la
prosecución escolar a todo lo largo de las diferentes etapas de educación básica del grupo etáreo de 10 a 14
años de menores en circunstancias especialmente difíciles (menores de la calle, no escolarizados, trabajadores
y aquellos institucionalizados). La Resolución 1762 (M E, 1996), por su parte, dictamina las normas para
garantizar el ingreso y permanencia de los alumnos en los planteles oficiales y privados en los diferentes niveles
del sistema educativo sin discriminación de ningún tipo. Por otro lado, la Resolución 2005 (M E, 1997) expresa
todo lo referente a la integración escolar con el apoyo de los servicios internos o externos requeridos tales
como los Núcleos Integrales de Bienestar Estudiantil (NIBE), Equipos de Integración, Talleres de Educación
Laboral (TEL) y los Centros de Formación y Capacitación, entre otros.

En cuanto a la articulación intersectorial, que permita facilitar la formación, capacitación e inserción socio-
laboral de la población joven y adulta con impedimento físico, se debe fortalecer la vinculación con el
Ministerio de la Familia, Sanidad e Instituto Nacional del Menor (INAM), el Instituto Nacional de Deportes (IND),
el Ministerio de Desarrollo Urbano (MINDUR), Transporte y Comunicaciones, Juventud, Trabajo, Justicia,
Instituto Nacional de Capacitación Educativa (INCE), Instituto Venezolano de los Seguros Sociales e instituciones
Públicas y Privadas y Organizaciones No Gubernamentales (ONGs); todo ello en función de prestar un servicio
de apoyo educativo de calidad, que garantice la satisfacción de las necesidades educativas especiales desde una
perspectiva integral (Documento Normativo, Educación y Trabajo, M E, 1997).

Con respecto a las adaptaciones curriculares para la atención educativa integral de las personas con
impedimentos físicos integrados a la escolaridad regular, los contenidos, las propuestas metodológicas, los
procedimientos técnicos y ayudas especiales adoptarán características específicas determinadas por las
capacidades y limitaciones particulares de cada grupo, sin perder de vista la condición individual de cada
educando y su entorno, enriqueciéndolo con todos aquellos aspectos que sean necesarios y que permitan el
desarrollo integral de la persona tales como aptitudes, valores individuales y colectivos, creatividad,
autorealización y trabajo.

La accesibilidad a los espacios de la edificación escolar permite que las personas con limitaciones físicas puedan
disfrutar de las mismas oportunidades que el resto de los ciudadanos; es el paso a los aspectos fundamentales
de la vida de la persona: educación, trabajo y relaciones sociales, impidiendo que se produzcan marginaciones y
haciendo posible al individuo su inserción en la sociedad.

La escolaridad del niño, joven o adulto con impedimento físico debe transcurrir en un ambiente lo menos
restrictivo posible. Una discapacidad física, por si sola no es razón para excluir a una persona de su ámbito
regular, tampoco las barreras arquitectónicas. Las decisiones relacionadas con su ubicación escolar se deben
basar en una evaluación lo más completa posible de cada individuo en particular.

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