Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
rovenza, una provincia francesa, es un lugar lleno de luz con paisajes ma-
ravillosos donde se encuentran los olivares franceses más antiguos. Tienen
una producción muy alta de aceitunas y buen aceite de oliva; también magni-
ficos embutidos que secan al aire libre, quesos de cabra y carnes de cordero y
ternera de alta calidad. Además es un lugar donde abundan las Elores, especial-
mente la lavanda, que florece en campos enormes.
Con todos estos productos hay una riqueza culinaria muy amplia, de es-
tilo mediterráneo; se cocina básicamente con aceite de oliva en lugar de man-
tequilla, por lo que algunos le llaman la otra cocina de Francza'.
Además de la variedad de verduras que se consumen en la zona medi-
terránea como el tomate, las calabacitas, berenjenas y pimientos, hay tam-
bién profusión de hierbas aromáticas: romero, mejorana, albahaca, estragón,
orégano, salvia y tomillo, que se usan no solamente en embutidos, sopas y
estofados, sino como medicina que ayuda al estómago y los pulmones.
Abundan en esta zona los pescados y mariscos, que se preparan de ma-
nera sencilla como la calderada, que es una sopa de pescado de la que hay
muchas variedades, y la boaz'llabaíse, que se conoce en todo el mundo y es
originaria del puerto de Marsella; la palabra proviene de boullz'ry abassz'er (her-
vir y reducir). Cada familia del sur de Francia tiene su propia receta, a base de
diferentes pescados y mariscos; la llaman sopa a’oraa’a o cala’o a’e oro porque el
azafrán que lleva le da un intenso color rubio.
También de pescado es la boamal'e, otra sopa muy famosa que se sirve
con alz'olz' o mayonesa al ajo. Otros platos son el gígot au romarz'n, que es una
pierna de cordero asada al romero; la pz'saladz’e’re, tarta de cebollas con tomate,
anchoas y aceitunas negras; el rarataílle, estofado de verduras de la región, y
la ensalada m'coz'se, con papas, tomates y anchoas.
Aunque la comida es sencilla, las salsas y los condimentos la mejoran de
manera considerable; usan mucho el tapenaa’e, una pasta de aceitunas, alca-
parras, ajo, aceite y anchoas que se sirve sobre pan o para enriquecer alguna
salsa; también preparan una salsa caliente de anchoas, aceite y ajo, que se
sirve con verduras, y el pz’stoa, muy parecido al pesto italiano, con albahaca,
queso y aceite. Como la salsa más importante está el alz'olz', que en un prin-
cipio era sólo ajo con aceite y actualmente se le añaden yemas de huevo, de
manera que tiene apariencia de una mayonesa.
En la repostería destacan la famosa tarta de azahar y las lazz'cotelas de Aíx.
Languedoc-Roussillon se ubican al oeste de Provenza; subiendo por los
agrestes desfiladeros se llega a soleadas provincias de la llamada tierra roja.
Tienen en común con Provenza tanto su historia y cultura como la comida.
Languedoc-Roussillon son las regiones vinicolas ma’s grandes que exis-
ten, desde que los ocupantes de la Galia descubrieron que la vid era lo único
que crecía en esos lugares de tierra pedregosa. Desde hace mucho tiempo se
producen en Roussillon los vinos dulces “naturales”, que tienen gran acepta-
ción en Francia; para esto dedican tierras de cultivo en las laderas y terrazas
más secas y calurosas, donde los vendimiadores trabajan cuando la uva des-
arrolla más azúcar. Esto se logra gracias al sol, limitando la producción por
hectáreas; así el vino tiene más azúcar residual.
En la actualidad se producen también vinos tintos secos de gran calidad,
en todo Languedoc-Roussillon; las uvas que se utilizan son básicamente ca-
rzg'nan y ganache y también la symh que procede del Ródano.
En esta región se ubica el pueblo de Roquefort, que tiene montañas cali-
zas con muchas grietas como resultado de un gran derrumbe, lo que favorece
la entrada de aire fresco y humedad; esto hace que en las paredes de las cue-
vas se produzca el hongo llamado pem'cz'llíum roqaeforrí, que germina también
en el pan de centeno. El hongo se mezcla con leche fresca de oveja, se cuaja y
se forman los quesos; posteriormente se perforan con unas agujas para hacer
canales por donde penetra el aire. Se cubren y se llevan a las cuevas y allí se
dejan durante tres meses o más para su maduración. A pesar de que resulta
un queso de sabor fuerte, puede acompañarse tanto con un vino tinto como
con uno dulce de tipo moscatel.
Su cocina está influida por la del Sur y el Oeste; tienen, como en Pro-
venza una fuente rica de pescado en el Mediterráneo,- sin embargo, el platillo
típico de Languedoc es el cassoulet, considerado una obra maestra de la cocina
regional. Es un potaje, casi una crema, de alubias con carne de ganso o cerdo,
cebollas, tocino, salchichas y confir d’oz‘e.
Roussillon produce, como otras regiones de Francia, las verduras tempra-
nas de tamaño pequeño o prz'meurs, muy apreciadas para acompañar los pla-
tos en la cocina actual.
Los platos originarios de estas regiones son además del cassoulet, las beren-
jenas con setas, hojaldrada de anchoas, omelette au Roquefort, brandada de baca-
lao y en repostería están las bzz'cotelas de almendra y el enrollado de castañas.
PGPGS DGUthe
ñ-
&M««\oívïr__.;;, Alioli
Sopa de cebolla
//,,-../CÁ—
N“ . .
chhe Lorraine París Brest de trufa
31