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Ponencia

Encuentro Interuniversitario y Profesional de Trabajo Social con Familias

Historia Identidad e Intervención Profesional

Mar del Plata 30 de Noviembre y 1° de Diciembre de 2018

Título del trabajo: Trabajo social con familias mapuche en entornos urbanos.
Eje 5: Trabajo Social con Familias o Trabajo Social Familiar ( Ernesto Max
Aguero).
Autora : Rosa Viviana Soto
E Mail institucional:
coordinaciontsesquel@gmail.com
Coordinación de la Licenciatura en Trabajo Social, Facultad de Humanidades y
Ciencias Sociales, sede Esquel de la Universidad Nacional de la Patagonia San
Juan Bosco.
Resumen:
Presentamos el trabajo con familias mapuche, a través de la memoria escrita en el
paisaje urbano, de Comodoro Rivadavia, donde el modo de habitar el presente se
encuentra vinculado a los traslados forzados de los pueblos mapuche- tewelche y
mapuche-huilliche.
La relación entre los traslados forzados del campo a la ciudad de familias mapuche
han delimitado las formas de ocupar y habitar el espacio urbano, siendo los
márgenes de la ciudad el único lugar “disponible” y en condiciones donde la
existencia se desenvuelve en los límites de la supervivencia.
La investigación nace en el marco de las prácticas que se realizan en la Cátedra
de familia de la Licenciatura en Trabajo Social. Las fuentes referenciadas en esta
presentacion son los registros que elaboran las instituciones dependientes de la
Municipalidad (encuestas socioeconómicas, informes sociambientales, entre otros);
se incluyen también las actas de Red de instituciones del barrio y periódicos locales
que presentan a la “seguridad” como un problema en el barrio.
Por otra parte, el paisaje barrial, narra la memoria a través de topogramas que
desde la década del 50 se configura como un territorio urbano de pobreza donde
los modos de vivir están hegemónicamente producidos, condicionados por las
regulaciones materiales y las trayectorias cotidianas en un espacio -tiempo que en
la memoria de las familias tensiona la continuidad del despojo material y ancestral
con la posibilidad de producciones subjetivas de agencia en lo que llamaremos
movilidades estructuradas.

Introducción:
La presente ponencia narra en la memoria de una mujer mapuche-huilliche que residió
por casi 50 años en la zona alta y “no mensurable” el barrio Pietrobelli de Comodoro
Rivadavia y que actualmente se encuentra en un hogar de ancianos a la espera de una vivienda
o “morada” propia . (Heidegger en Basso; 1996).
Se inicia la presentación con un breve relato de los desplazamientos de los pueblos
originarios de Patagonia que con la Conquista militar se transformaron (no de una manera
lineal y con iguales alcances, sino que alteraron el modo de vida originario) en traslados
forzados; la finalidad de este apartado es la de comprender la lógica de la ocupación del
espacio urbano de los pueblos originarios. Se prosigue con los relatos de lugares y
organización del espacio en la memoria de dos mujeres mapuche que llegan a la ciudad
forzadamente por condiciones económicas y culturales, en este capítulo se pretende poner
atención a las narraciones de los recorridos más que a los lugares habitados . Se dedica una
sección especial al paisaje del barrio Pietrobelli de Comodoro Rivadavia en un relato que
intenta circular en el universo heterogéneo de significaciones que éste posee para sus propios
habitantes y para quienes lo “conocen” por los medios de comunicación o por los diseños de
las políticas sociales. Se finaliza con la Memoria de una mujer mapuche huilliche 1y sus
trayectorias en el barrio con la pretensión de potenciar en las memorias personales la historia
del barrio en la experiencia de “sentir los lugares “ (Basso;1996).

Desplazamientos, traslados forzados y ocupación del espacio urbano:

Las investigaciones más recientes respecto a los complejos procesos de


comunalización entre los pueblos mapuche y tewelche que ya se producían siglos antes de la
conquista militar ( Ramos, Delrío ; 2005) a través de los desplazamientos con la finalidad de
intercambio, ocupación y explotación de los espacios así como alianzas y matrimonios
permiten evidenciar que dichos pueblos no se comportaron como unidades discretas o
enfrentadas entre si tal como la versión hegemónica ha pretendido (y en muchos casos ha
logrado ) instalar y reforzar en el sentido común así como en versiones historiográficas.
Los desplazamientos originarios que eran propios al modo de existencia en el
territorio (wallmapu) fueron bruscamente convertidos en traslados forzados y largos
peregrinajes a partir de la conquista militar. Las comunidades pierden la posibilidad de
ocupar espacios y desplazarse con autonomía, los alambrados y la persecución sistemática
de las familias así como su “desmembramiento” son estudiadas ,entre otros investigadores,
por Enrique Mases (2002) quien dice que luego de serias controversias por parte del gobierno
y los periódicos de la época en cuanto al sistema de distribución de los indios tomados
prisioneros , los alcances de las controversias abarcaban la situación jurídica del indígena (
aun en situación de debate) y su condición de ciudadano. Así La Prensa abogaba, no por el
exterminio del indio sino, por despojarlo del territorio que ocupaba y desarmarlo. Fue así que

1
En mapuzundüm mapuche huilliche son los mapuches que habitan la zona sur del wallmapu( territorio
ancestral mapuche) , identificados principalmente con la Isla de Chiloé y sus archipiélagos.
los traslados forzados implicaron que los indígenas reducidos fueran trasladados desde la
frontera a los diferentes destinos tales como el ejército, la marina, casas de familia o ingenios
azucareros dependiendo de sus edades y género.
En muchas comunidades del norte de Patagonia (Delrío, Ramos; op.cit) referencian
los largos peregrinajes tanto en gulumapu2 como en puelmapu3 , donde la incertidumbre y la
pobreza fueron los rasgos de la itinerancia entre los abuelos de los actuales habitantes de
estas tierras.
Doña Paula K., relata la migración forzada hacia Comodoro Rivadavia en la década
del 60 del siglo XX con similares características a las de sus mayores:

“Nos fuimos más cerca de Laguna del Mate, ahí lo teníamos cerquita…Quedaban
poquitos animales, ya no teníamos casi nada, porque ya nos decían que nos iban a cerrar
, qué vamos a hacer ahora?, no hallábamos que hacer…no lo queríamos dejar solo [a
mi madre] como ya no caminaba, hasta que no pase nada …después nosotros vinimos
a Paso de Indios y yo no volví mas afuera, porque es jodido volver para arriba, porque
no entra auto no entra nada. ¿Que voy a hacer allá? Estaban mis hermanas, me daba
lástima pero…Mi marido hacia construcción, trabajaba, estuvimos un mes. [Después]
nos fuimos para campo bajo … Sierra Negra, por Las Plumas todo eso, la costa del
Chubut ...Íbamos a caballo… trabajaba mi marido y yo también trabajaba.
Yo hacía planchado, planchaba, lavaba, de todo hacía…los milicos son los más
aprovechadores que hay dicen……me dan ganas de llorar cuando me acuerdo…
… la señora decía, vaya al basurero, lleve la tenaza y traiga el carbón…hoy en día si
no tiene plancha eléctrica no…yo lo habré sufrido eso , la brasa se prendía , después
con el …se calentaba sola ahora la enchufan y dicen no calienta nada …era la hija de
un milico , un cabo, lo echaban en la cocina de leña y así…[nos pagaban] en plata y a
veces me daban vicios también.”

Mapa con advertencias4:

2
Tierra del oeste, actual territorio del Estado chileno.
3
Tierra del este, actual territorio argentino.
4
Mapa con advertencias remite a que la fijeza del mapa corta la narración que Doña Paula realiza desde la
vivencia de una trayectoria personal que transcurre en un tiempo-espacio móvil e irreversible, en este caso el
mapa solo pretende mostrar un esbozo de las dimensiones espaciales, los recorridos que la llevan
forzadamente a la ciudad de Comodoro Rivadavia. Un mapa corta lo que el relato narra en continuidad
vivencial, experiencial parafraseando la noción de deslinde de De Certeau (1996)
El relato del traslado forzado por el alambrado, el hambre y la explotación de un Estado
occidental y capitalista que vende y divide la tierra con la lógica del mercado se encuentra
en el filo de la navaja diseñando políticas sociales para los excluidos que solo los mantiene
en los límites de la supervivencia (Álvarez Leguizamón; 2006) .
Raúl Zibechi (2008) concluye, luego de sus investigaciones en el continente
latinoamericano, que la ciudad mantiene a los migrantes internos (y externos) como
náufragos del sistema, continuando con la metáfora del naufragio, quien ha padecido el
naufragio vive la sensación del hundimiento, la pérdida de la embarcación y con ella la
pérdida del rumbo. Los mapuche-tewelche ocupan los espacios despreciados por la ciudad,
los lugares no aptos para la venta, sin acceso a servicios básicos, en condiciones de extrema
pobreza, hacinados y sometidos a las inclemencias del tiempo.
El barrio Pietrobelli nació y creció de esta manera, en el margen inestable de la ciudad,
en un terreno arcilloso, caracterizado por los desniveles , las pendientes pronunciadas, el
movimiento del suelo por su características geológicas (según entrevistas con funcionarios
de tierras del Municipio) en su gran mayoría presenta tierras no aptas para el asentamiento
habitacional y por este motivo se trabaja en la reubicación de los vecinos desde la década de
los 90 sin lograr la completa relocalización ya que el Municipio gestiona tierras sin servicios,
sin trazado urbano , repitiendo nuevamente la lógica de traslado forzado .
La desarticulación de las diversas áreas del municipio se evidencia en las entrevistas
realizadas durante la investigación, los funcionarios cuentan con áreas restringidas de
decisión que no se articulan en el conjunto de una política integral para los “erradicados”5.
Se continúa con una lógica de desplazamiento forzado que reafirma la exclusión en la ciudad.
La falta de coordinación se acentúa ante el cambio de gestión municipal, se cierran áreas, se
crean nuevas , se cambian los sectores de ubicación , los profesionales cambian de función,

5
Según la RAE: erradicar v. tr. Eliminar o suprimir de manera completa una cosa que se considera mala o
perjudicial y que, generalmente, afecta a muchas personas
no se puede continuar un expediente iniciado en una oficina porque cambian las oficinas y
los archivos no se encuentran en los “lugares” donde se iniciaron6.
El espacio del municipio presenta un movimiento que no corresponde a una lógica que
priorice una política habitacional, los lugares no indican un orden y los espacios como
lugares practicados se presentan caóticos, los recorridos que los vecinos deben realizar se
presentan como peregrinajes a diferentes oficinas ( que no se encuentran en un mismo
edificio sino que están dispersas por la ciudad) que ofrecen una mirada desarticulada, las
situaciones habitacionales son narradas en forma reiterada ante cada oficina para luego ser
derivados a otra dependencia donde tampoco pueden decidir la relocalización de un vecino
ni los tiempos en que la respuesta se concretará.7

Relatos de lugares y la organización del espacio:

Los relatos organizan lugares (De Certeau; 1996:128) “producen geografías de


acciones…organizan los andares antes o al mismo tiempo que los pies los ejecutan…”. En el
cruce de relatos se crean genealogías de lugares, “contratos narrativos” compuestos de
fragmentos tomados de historias anteriores que se transforman en mitos urbanos que
permiten fundar lugares y articular espacios, tanto en el barrio Pietrobelli como el Balcón
del Paraíso han sido denominados por los antiguos vecinos de la ciudad y por sus propios
habitantes como “Chile Chico”8 por la importante masa migratoria de ese origen en sus
inicios. La constitución de esas familias provenientes de Gulumapu9, es mayoritariamente
mapuche , cuya identidad queda oculta bajo la nacionalidad chilena , siendo identificados por
los funcionarios del Estado como “chilenos” y no como mapuche:
“La gente de Jorge Newbery toda es descendiente de chilenos (…), abuelos, padres, la
mayoría con padres chilenos.”10

6
Entrevista a la Lic. Marta Castro, 22 de febrero de 2012. Area Tierras: ubicada en calles Rivadavia y Alsina,
primer piso. Hata el año 2011 antes del cambio de gestión municipal atendían al público en calle Chacabuco
555 y su área territorial abarcaba la zona norte de la ciudad.
7
Entrevistas realizadas a profesionales y operadores de las áreas de Tierras, Derecho de Ocupante, Dirección
de Vivienda Popular, PROMEBA y PROMEVI, Ordenamiento y mensura, Sector de reubicación Zona norte,
Sector de relocalización Fracción 14, Ayuda Social Directa , Trabajar Para Incluir (T.P.I.) y Secretaría de
Desarrollo Humano entre los años 2011 y 2012.
8
“Se sabe que la comunidad de chilenos más numerosa que vive en Argentina es la de Comodoro Rivadavia,
cuyo atractivo laboral comenzó a perfilarse desde fines de la década de los años 30, albergando en sus espacios
a gente sencilla, humilde y pobre, amén de poco ilustradas. El primer barrio de chilenos en Comodoro fue
fundado con el nombre de Chile Chico, en el costado noroeste del populoso barrio Pietrobelli.” (Diario El
Divisadero, Región de Aysen, Consulta: 14-03-11 en : http://www.eldivisadero.cl/noticias/
?task=show&id=17307)
9
Tierra del oeste en mapuzundum
10
Entrevista realizada en el año 2011 a Acompañante Comunitario del Barrio Jorge Newbery.
Se perfila, desde el relato , a “los chilenos” como un todo homogéneo sin identificar
otras características de una población que migró forzadamente desde diferentes zonas rurales
y urbanas y de composición mayoritariamente mapuche.

“ En 1950 , los chilenos ya no tienen lugar en el barrio Pietrobelli; avanzan con sus
humildes casas de chapas por la ladera oeste del Chenque, es gente pobre, muy pobre,
vienen por trabajo, algunos huyen de los terremotos de Chile, llegan con lo puesto y
no le temen al trabajo... vencen la inclinación del terreno, viven sin los servicios de
agua, luz y cloacas, desafían al viento, multiplican la solidaridad, comparten el pan y
el trabajo para levantar una casita” 11

En el narrador del periódico local se reitera la indistinción de la mayoritaria


composición mapuche de los denominados “chilenos” provenientes de las diversas regiones
y que huyen de la extrema pobreza y de las medidas del Estado chileno de expropiación de
las tierras a favor de los colonos de origen principalmente alemán y en menor medida los
de origen francés, inglés y suizo (Zabala Cepeda , 2008).
Negri y Cocco (2006) describen la situación actual de las periferias urbanas que
funcionan como campos de concentración donde se deposita el rechazo y el odio fundado en
relación al otro, al considerado peligroso para la integridad.

“El barrio Pietrobelli ha tomado mal nombre, una porque los chilenos nos agrupamos
de este lado, pero no todos somos delincuentes, uno que otro había, no lo vamos a
negar y ellos le hicieron mala fama al barrio y a los chilenos”…”Éramos los malos de
la película, fue el primer barrio marginal de Comodoro, si ocurría algo malo ¿dónde
era?, en el Pietrobelli; aquí estaban los bares, los boliches , si ocurría un hecho de
sangre era acá, pero esa época ya pasó”.12

Los dispositivos gubernamentales organizan la exclusión y la división en forma de


“apartheid” (Negri, Cocco: 1) donde el orden “es incapaz de encontrar bases de
legitimación”.
En una entrevista a una operadora comunitaria del Barrio San Martín , cuya
composición migratoria es similar al del barrio Pietrobelli relata :

11
Comodoro Rivadavia, Crónicas del Centenario, 1901-2001, Diario Crónica, febrero de 2001, Buenos
Aires, Grafica Balbi
12
Entrevista a Rolf Weilbier, Diario Crónica, Comodoro Rivadavia, 10 de junio de 2000
“y en general …(el barrio) estaba complicado estos días ( enero 2011)
..por lo que pasó con los chicos Salvatierra13 …
el barrio está revolucionado por ese tema”.

En términos de Agamben (1998) la creación de un campo 14 como complemento del


Estado-nación permite cercar un territorio separado e imponer la excepción de una vigilancia
y represión legitimada en un sistema democrático. Las periferias urbanas presentan este
rasgo que es naturalizado por los funcionarios, la opción entonces es mantenerse en un sitio
a resguardo del peligro que es asociado a los adolescentes que habitan el barrio y a quienes
se los criminaliza . Se asumen actitudes de resguardo de la propia vida , entendida como
valiosa frente a la vida de los jóvenes cuyo valor es descalificado, en un territorio donde la
vigilancia policial tiene permitido no solo vigilar, controlar las conductas , sino también
matar legítimamente : La entrevista a la operadora continúa…

- “…nos dividimos, un día hacemos toda la parte alta de acá y después la parte alta de
allá y entonces encontramos una señora que venía a vernos y nos dice chicas no suban
porque hay un tiroteo y eran no se las 11 de la mañana y justo nosotras íbamos a esa
cuadra y…entonces es un peligro, entonces la gente sabe , hay gente que nos dice no
vayan a mi casa, yo vengo…”
- “…- por ejemplo ese día (día pactado para la entrevista que debió posponerse)…
estaba cercada toda la cuadra porque fue en esta cuadra derecho (homicidio de un
joven) , de acá derecho 2 ó 3 cuadras derecho antes de llegar a la escalera. En un pasaje
que hay. Y bueno estaba cercado todo porque ahora tiene, yo veía móviles, baje del
colectivo y me vine caminando para acá , no vi toda la movida que había . Mi
compañera me dice ¿no viste toda la policía? Salgo ahí, estaba lleno de policías, toda
la cuadra hasta acá y bueno…El tema es ahora la venganza”

La vida en el barrio convertido en un campo, se vive como un tipo de vida que no


es vida, allí se encuentran las “vidas sacrificables”, no se sabe si se los “deja vivir” o se los

13
Según un periódico provincial: “Mataron a un joven en Comodoro: Fue luego de una balacera en uno de los
sectores más conflictivos de la ciudad petrolera: el barrio San Martín. La víctima se apellidaba Hernández y
tenía 18 años.
Las viejas cuentas pendientes entre grupos antagónicos y las provocaciones cotidianas pueden haber sido los
motivos que nuevamente se cobraron una vida joven en el sector comprendido entre las calles Los Perales,
Jazmines, Las Fresas y 12 de Octubre al 3.700, casi en los límites de los barrios San Martín y Máximo Abásolo.
La víctima es un joven de 18 años de apellido Hernández, a quien persiguieron a disparos y el proyectil mortal
se lo efectuaron de arriba hacia abajo a una distancia algo superior a los 20 metros, según una fuente policial…
Mientras tanto, toda la familia Salvatierra y algunas amistades proseguían atrincherados en su casa, seguramente
pidiendo las garantías judiciales que en el pasado también hicieron; cabe recordar que este diario en varias
ocasiones los ha entrevistado ya que la violencia barrial les había cobrado también otras dos vidas jóvenes, la
de un hijo y el yerno hace algunos meses atrás.” Diario Jornada,05-01-11
14
Entendido como campo de concentración, como mecanismo que combina el aislamiento y la destrucción del
enemigo, de cualquier identidad contraria.
“hace morir” 15. La vida de los jóvenes mapuche-tewelche transcurre en el límite desde el
mismo momento del nacimiento, sus vidas no tienen un futuro posible de ser proyectado, el
presente adquiere una intensidad que puede llevarse la vida a manos de otro joven o de las
fuerzas policiales. La condena de la pobreza y la exclusión penaliza la existencia cotidiana,
la sospecha continua justifica la muerte en una aparente interminable cadena con la que se
vive generación tras generación.

Paisaje barrial:

La circulación en el espacio del barrio Pietrobelli de Comodoro Rivadavia, en


términos de recorrido (De Certeau; 1996) se configura en trayectorias simultáneas y móviles
que poseen múltiples identidades. Cuando abrimos los periódicos locales o cuando hablamos
con las personas que se guían por el sentido común reforzado por las noticias, el barrio se
presenta como un espacio inmóvil, como una superficie que conserva la constante del peligro
para el foráneo que la transita. Allí el extraño se siente atemorizado, intimidado por los relatos
que articulan mitos de tiroteos periódico y a cualquier hora del día.
La excepción a estos relatos la narran los estudiantes de Trabajo Social que año a año
realizan sus prácticas de familia16 en el espacio existencial donde las familias los esperan y
generan mecanismos de “protección” para que puedan acceder a las viviendas , se acuerdan
horarios y lugares de encuentro. El recorrido por el espacio se hace en grupo y guiados por
los docentes en la etapa inicial y posteriormente por las propias familias que se ofrecen a
esperarlos en determinados lugares del barrio. En general el horario elegido es antes del
mediodía, momento en que las instituciones se encuentran funcionando y en el que se “respira
tranquilidad”17 en el barrio.
Los recorridos en el espacio del barrio son narrados semanalmente en forma de
crónicas escritas y en forma de discurso oral por los estudiantes que son afectados por la
vivencia cotidiana de las familias que abarcan el amplio espectro de las trayectorias de vida
que los llevaron a habitar el barrio hasta la constante “lucha” por la subsistencia. La
composición familiar de los habitantes del barrio está signada por su pertenencia originaria
al pueblo mapuche-tewelche, aunque no siempre se hace explícita ,los relatos acerca de los
desplazamientos y las prácticas cotidianas permiten identificar esta pertenencia.

15
“La perspectiva de la tanatopolítica es compartida por Roberto Esposito, quien se detiene en las teorías de la
inmunidad en el derecho, la religión y la biología para explicar los mecanismos de constitución de esa aparente
paradoja enunciada por Foucault: que para que algunos vivan, otros deben ser asesinados.”(Rodríguez; 2009)
16
Las prácticas de familia consisten en un período que abarca los meses de julio a noviembre de trabajo
intensivo con un grupo familiar del barrio, el objetivo de dicha práctica es lograr el vínculo y la intervención
en situaciones cotidianas que las familias requieren de los servicios asistenciales y que por sí solas no pueden
resolver. Estas familias ya conocen los objetivos de las prácticas y esperan a los estudiantes cada año para
continuar trabajando situaciones abordadas por las instituciones y por otros grupos de práctica.
17
Expresión de la Directora del Centro de Promoción Barrial “Grillitos” que conoce la dinámica del barrio
desde hace mas de 20 años e identifica las mañanas como los momentos más tranquilos en que los
enfrentamientos no se producen porque quienes pueden promoverlos “están durmiendo” .
Siguiendo a Gupta y Ferguson (2008) la presunción de la existencia de un
isomorfismo entre espacio, lugar y cultura cae en las lógicas cotidianas de convivencia y de
trayectorias en los espacios urbanos, el pensamiento hegemónico y lineal solo pareciera
comprender esta discontinuidad a través de “los otros” internos que rompen la armonía de la
cotidianeidad. Convirtiéndolos en los “enemigos” o los elementos inseguros cuando la
cultura “dominante” no es la que rige a las familias originarias.
El barrio Pietrobelli no es un espacio homogéneo, si bien las instituciones,
principalmente del Estado, realizan operaciones de deslinde (De Certeau) fundando
metarrelatos que se componen de fragmentos de historias anteriores, componiendo espacios,
confrontando y desplazando fronteras. El Estado acumula en sus diversas oficinas legajos a
cerca de las familias del barrio, estructurando una división del espacio urbano, estos relatos
van delante de las prácticas sociales abriendo campos de sentido y creando un teatro de
acciones , el barrio Pietrobelli se presenta así como lugar nefasto18 .
Desde el año 2010 nace entre los barrios Pietrobelli , Balcón del Paraíso y Jorge
Newbery la red de interacción “ Patio Abierto”:

“ con la finalidad de evitar la repetición de suicidios adolescentes…sabiendo que la


fortaleza esta en unirse, coordinar, trabajar juntos por los niños y niñas …con este
espíritu nace la Red…, en mayo de 2011 se presentaron a las autoridades políticas un
diagnóstico de la situación … ya que veíamos con desconcierto como los programas
sociales que deben fortalecer los vínculos familiares, acompañar a las familias en la
crianza de los hijos, promover acciones saludables se retiraban del barrio por temor a
la inseguridad, por la falta de garantías para los profesionales y operadores que deben
trabajar en pos de mejores condiciones para los sectores más vulnerables…” 19

Como respuesta al petitorio firmado por referentes de instituciones y programas que


integran la Red tales como: Oficina de Derechos y Garantías, Colegio Domingo Savio,
Centro de Salud del Barrio Pietrobelli, Policía Comunitaria, CBP Grillitos, Escuela N°2,
Capilla Virgen del Carmen, Cátedra Trabajo Social II de la UNPSJB, Programa de
adolescentes La Esquina y Pastoral Social en la reunión del 13 de junio de 2012 de la “Red
Patio Abierto” se tomó conocimiento que la actual gestión municipal ha diseñado
dispositivos de vigilancia para el barrio, retaceando presupuesto a los programas sociales que
ya se encontraban malogrados presupuestariamente según el diagnostico anterior formulado
en la Red. Se deriva que las prácticas del Estado municipal continúan reforzando la noción
de “peligrosidad” instalada en “lugares” asociados a personas mapuche-tewelche.

18
Fäs: es el asiento místico en el mundo invisible, sin el cual todas las conductas exigidas o autorizadas por
el iüs …y en términos mas generales todas las conductas humanas , son inciertas, peligrosas, incluso
fatales…Dumezil en De Certeau: 136)

19
Documento de la “Red Patio Abierto” 2012
Amanda en las trayectorias urbanas :

Doreen Massey (2000) define el espacio como una configuración de multiplicidades


de trayectorias, en una simultaneidad de interrelaciones que se presenta como una
incompletud, dando origen a los espacio-tiempo juntos. Tiempo y espacio comprendidas
como categorías que no son mutuamente excluyentes sino como implicadas e imbricadas.
La multiplicidad de trayectorias en el barrio Pietrobelli de las familias mapuche-
tewelche , nunca son iguales, se transforman en el tiempo-espacio que se transita en el
presente .
Siguiendo a esta autora y abandonando la idea de espacio como más material que el
tiempo podemos transitar las múltiples trayectorias en el ahora. Las historias de las familias
se viven, se cuentan, devienen de manera diferenciada .No son reproducciones de lo mismo,
sino que retornan de manera alterada.
El Barrio Pietrobelli , ubicado en la ladera del cerro chenque de Comodoro Rivadavia,
es entendido no como una superficie plana, o como paisaje con una superficie continua
inmóvil y sin trayectorias sino como espacio en el que se presentan simultáneamente
trayectorias contemporáneas , configurándose en territorios del capitalismo urbano donde se
visualizan procesos de sometimiento del otro diferente. El espacio, como espacio del barrio
y de relaciones dinámicas permite visibilizar las trayectorias de la pobreza en los márgenes
de la ciudad.
Paradojalmente , en términos de Foucault (1984) el Barrio Pietrobelli también puede
ser interpretado como heterotopía crónica, es decir, el espacio donde pareciera que el tiempo
queda abolido, donde los estudiantes de trabajo social regresan anualmente a realizar sus
prácticas con las familias mapuche tewelche .
Retomando a Delrío y Ramos (2005:107) “el estereotipo del indígena urbano” ,
entendido como el emergente de un proceso de dispersión e invisibilización, trae aparejado
el supuesto de marginalidad” . La desterritorialización ha configurado en la memoria de las
trayectorias familiares “pliegues” (Ramos; 2008) donde queda oculto todo rastro de dolor , o
al menos la parte más descarnada que no se vuelve a relatar a los descendientes , posiblemente
como preservación de la dignidad, en un medio hostil que los estigmatiza .
A continuación se relatará de manera abreviada la trayectoria de una mujer
perteneciente a una familia mapuche-huilliche cuyo devenir confluye con el de otras familias
en un territorio urbano común: el barrio Francisco Pietrobelli de Comodoro Rivadavia.
Estas trayectorias denotan procesos heterogéneos en cuanto historicidad singular pero
fuertemente homogéneo en relación a la persistencia de la pobreza como horizonte del cual
pretenden emerger pero que se presenta como un muro inalcanzable de sortear en las
históricas condiciones económicas y sociales que les ofrece el Estado a través de las políticas
públicas.
La invitación a desandar sus trayectorias y penetrar en el campo de la lucha por la
supervivencia cotidiana de los mapuche-tewelche urbanos es un viaje hacia las afecciones
del narrador y del campo perceptivo configurado en territorios urbanos de pobreza. La
resistencia y la persistencia de la vida en contextos desfavorables es un convite a abrir el
conocimiento de las condiciones afectivas de existencia de familias mapuche-tewelche en
Comodoro Rivadavia en el siglo XXI.
Amanda se define a sí misma como “chilota” , nació en el año 1954 en la Isla Grande
de Chiloé , territorio del oeste de la nación mapuche (wallmapu). Su familia “mapuche-
huilliche” estaba en ese entonces configurada por una cantidad que no puede precisar de
hermanos (Amanda es analfabeta) . Esta configuración familiar es similar a otras familias
mapuche-huilliche, su madre formó pareja al menos en dos oportunidades con dos hermanos
. Este modo de organización es una práctica que con la llegada del cristianismo comenzó a
ser rechazada por la iglesia, el Estado y por las propias familias mapuche . Amanda penaliza
a su madre por este modo de vivir en familia, ella misma luego de ser bautizada en Comodoro
cuando ya era mayor de edad recibió la propuesta del padre de una de sus hijas de compartir
la vivienda con una de sus hermanas y así colaborar entre los tres en la economía y crianza
de los niños, según relata con enojo ella rechazó esta oferta y dice que como consecuencia
de esta decisión quedó “pobre y sola en esta choza” refiriéndose a su presente vivencial en
una casa de chapa, con piso de tierra, sin luz ni agua ubicada en la falda del cerro del barrio
Pietrobelli.
Su hermana y su ex pareja tuvieron hijos y se mudaron a otra vivienda, ellos
mantuvieron un empleo relativamente estable y su situación económica les ha permitido
subsistir en la ciudad con menores privaciones que Amanda.
Retomando su trayectoria de vida , hasta los 15 años vivió en el campo, en la Isla de
Chiloé (gulumapu), donde trabajaba la tierra junto a sus hermanos y padres, nunca fue a la
escuela ni aprendió a leer ni a escribir. A esa edad llegó a Comodoro Rivadavia con un “tío”
(se desconoce como cruzo la frontera , si con permiso de los padres o de otro modo) que le
ofreció cambiar de futuro en la ciudad trabajando como empleada doméstica.
Su itinerario migratorio no es recordado por Amanda, no “puede” recordar como
cruzó la frontera, solo recuerda que su tío-padrino la trajo a Comodoro Rivadavia, quedan en
los pliegues de la memoria la trayectoria del paso a la Argentina, oculta allí los andares de
un tránsito que se presenta como el fin de una historia rural y ancestral marcadas por el
hambre y la pobreza y el comienzo de una trayectoria urbana y marginal.
A partir de los quince años y hasta que su enfermedad agravó su integridad física-
motriz y su autonomía vivió en el Barrio Pietrobelli y trabajó como empleada doméstica
de una familia que reside en la zona baja del mismo barrio. Su circulación en el barrio es
parte de la cotidianeidad en la vida de Amanda, raramente salía de los límites del barrio, sólo
lo hacía cuando asistía a la escuela primaria de adultos que funciona en el centro de la ciudad,
cuando visitaba a una amiga en kilometro 8 (ocho) o visitaba a su hija menor en el Barrio
Estela Maris. Esos recorridos estaban sujetos a la posibilidad de haber adquirido boletos de
colectivo de pasajeros como “pensionada” o como “estudiante”. Llevaba en una cartera los
diferentes boletos que debía administrar mensualmente para salir del barrio. “Salir del barrio”
era vivido como un viaje, un acontecimiento, en la circulación por el espacio que vive como
una oportunidad para el encuentro con personas a quienes aprecia y con quienes se siente
contenida.
Dentro del barrio Amanda es conocida y reconocida por los vecinos que la saludan
cuando la ven pasar , ella no se muestra gratamente reconocida por todos sino mas bien
vigilada y controlada, después del saludo hace alguna referencia que manifiesta su desagrado
al saberse observada en sus trayectorias cotidianas.
La movilidad de Amanda se vio seriamente condicionada cuando se le diagnosticó
“obesidad clínicamente severa (mórbida), dilipemia y diabetes tipo II”20. En el año 2011 a
partir de una descompensación severa y deterioro neurológico los médicos del centro de salud
barrial manifestaron a esta investigadora que requería de insulina en forma diaria desde el
año 2010 pero que nunca se le había ofrecido tal tratamiento porque conocen las condiciones
de habitabilidad y “ella no tendría donde guardar la insulina”. Los profesionales no intentaron
ninguna alternativa de solución al problema ya que no “es su área” o “competencia” resolver
la aplicación de insulina a una paciente que no tiene los recursos suficientes para conservarla.
El centro de salud como oficina del Estado no arbitró los medios para que Amanda pudiera
recibir la asistencia necesaria y en su lugar le ofreció las dosis máximas de medicación por
vía de comprimidos que resultaron insuficientes para sus necesidades.
La entrevista realizada a los profesionales por esta investigadora en presencia de
Amanda abrió la posibilidad de recibir insulina en el centro de salud los días de semana en
que el Centro de Salud funciona con atención al barrio, hasta que una nueva crisis no le
permitió bajar del cerro para asistir al centro de salud.
Una mañana del mes de diciembre de 2011, después de permanecer durante gran parte
del día y hasta el horario en que el Centro de Salud se cierra esta investigadora junto a la
acompañante comunitaria en salud realizaron una internación “forzada” en el Hospital
Regional .
El espacio de la guardia del Hospital Regional se presenta como un entorno “hostil”
, con puertas cerradas y carteles que señalan “no tocar la puerta y esperar hasta ser atendidos”,
allí se localizó al médico del Centro periférico que se encontraba cumpliendo su tarea en el
Hospital Regional pidiéndole intermediara para que Amanda fuera internada ante la situación
de no poder regresar a su casa por los intensos dolores que no le permitían ascender el cerro.
Luego de largas conversaciones con el médico que aducía no había parámetros
médicos para internarla Amanda , la acompañante comunitaria y la investigadora fueron
recibidas por las médicas de guardia que se dirigieron en tono que fue vivenciado como
violento , los argumentos aducían que se trataba de un caso “social” y que el Hospital
Público está excedido de casos sociales de los cuales nadie se hace cargo, “los pacientes
quedan acá y nadie los retira”. El hospital como lugar ordenado con camas que están

20
Según consta en certificado medico del médico Matias Bonamino del Centro de Salud Pietrobelli del 14-11-
11.
disponibles para situaciones que ameriten internación deben ser desocupados con la mayor
prontitud posible, el gasto que genera un paciente , en términos económicos y de personal
son prioritarios en los parámetros de un sistema de salud colapsado, “sin camas suficientes
para atender la demanda” , sin profesionales suficientes y mal pagos por el Estado. La
relación del Estado con las políticas públicas y las familias mapuche-tewelche en territorios
urbanos vuelve a encadenarse de manera irreversible hacia la exclusión.
Las médicas de guardia manifestaron que la internación solo seria por espacio de 48
horas y que se la debía retirar de allí en ese plazo, que su pronóstico de salud no mejoraría
ya que el daño neurológico provocado por la falta de insulina era irreversible. El tiempo
cronológico occidental (capitalista) se rige por lógicas que no se corresponden a las
necesidades humanas de los cuerpos sufrientes. Ante estas afirmaciones Amanda lloró y se
enojó con las médicas porque sintió el maltrato en el tono de voz principalmente de una de
ellas y en los gestos más que en los significados de las palabras. Esta derivación
interpretativa surge de la pregunta que Amanda hizo cuando le estaban colocando el suero y
preparándola para la internación pidiendo le expliquen que significaba 48 ; la investigadora
que suscribe y que la acompañaba en ese proceso de internación le explicó que 48 hs son
dos días completos, que permanecería allí solo por dos días y que luego regresaría a su casa.
El cronos occidental vuelve a presentarse como barrera de encuentro con la cultura ancestral,
Amanda no fue escolarizada, sus tiempos no se rigen por horas calculadas por relojes sino
por su ritmo biológico, por sus afecciones y sus necesidades.
La intervención continúo a cargo de la Defensa Publica que medió para que el
Hospital se responsabilizara por el cuidado de la salud durante la internación. Al día
siguiente la Defensora la visitó en la sala del hospital y la entrevistó interrogándola respecto
a las posibilidades de regresar a su vivienda.
En el mes de diciembre de 2012 la ausencia de Amanda en las calles del barrio es
notoria para sus vecinos y una de ellas, dueña de un almacén, decide visitarla para saber que
ocurre , la encuentra en la cama sin posibilidad de moverse con fuertes dolores , llevando ya
dos días sin levantarse. La vecina le ayuda a higienizarse, la alimenta y comienza a
comunicarse con las instituciones más cercanas para solicitar asistencia médica en el
domicilio, después de medio día de llamados a diferentes instituciones una ambulancia llega
hasta la casa de Amanda, le realizan controles y deciden que no hay criterio para la
internación. Interviene la Oficina de la Defensa Pública ya que Amanda no cuenta con
familiar que la pueda asistir en las necesidades mínimas de higiene y alimentación. Después
de trámites ante el Hospital Público que no cuenta con los medicamentos necesarios para su
tratamiento diario se solicita internación en el Hogar de Ancianos de gestión estatal hasta
tanto se concrete la posibilidad de una vivienda.
Amanda continúa hoy solicitando un lugar donde vivir en Comodoro Rivadavia, ya
no puede habitar la casa del barrio Pietrobelli, su salud ingresó en un estado de pérdida motriz
creciente y por ello debió aceptar el ingreso a un Hogar de Ancianos hasta tanto se le entregue
la vivienda que espera desde el año 1987.
La institución que, como lugar provisorio de residencia, la hospeda se presenta como
el lugar que restringe su autonomía y al mismo tiempo es el espacio donde recibe asistencia
médica y alimenticia. Amanda llega al Hogar de ancianos sin ser aun una “anciana” según
las categorías vigentes21 , sino , nuevamente como un “naufrago” del sistema que no puede
diseñar su futuro ni decidir sobre su propia vida ya que sus posibilidades se restringieron
hasta el grado de comenzar a depender de otros para vivir.

Conclusiones:

El planteo de la hipótesis inicial de esta ponencia que vincula los traslados forzados
a lo largo de la historia del pueblo mapuche con la forma de habitar el espacio urbano se
confirma en la memoria de Amanda . Esta relación ,que de ninguna manera es lineal ni
determinista, se presenta de manera ligada a un tiempo-espacio donde la marginación y el
traslado forzado han sido una modalidad de relación de la vida de Amanda con el Estado a
través de las políticas sociales.
Los procesos de marginación creciente permanecen ocultos en la memoria de la
protagonista, las instituciones guardan en sus archivos retazos de la historia de una mujer que
sin ser aun una anciana no cuenta con un lugar dentro de la ciudad que pueda convertirse en
su “morada” en términos de Heidegger ( Basso; 1996:54). Las múltiples relaciones vividas
de las personas con los espacios, en las cuales el espacio adquiere sentido , se inscriben en la
memoria de Amanda , en el recorrido de las trayectorias urbanas desde su llegada a la ciudad
y hasta este presente incierto que la mantiene inmóvil, sin posibilidad de circulación aunque
con una percepción vívida de “su barrio” . El paisaje barrial la acompaña en sus relatos, la
topografía del barrio habita el pensamiento y son altamente significativos en el mundo que
habitó por casi cincuenta años. El barrio activa en ella sensaciones que enlazan el paisaje
físico con la propia imaginación , la experiencia de “sentir los lugares” (Basso; 1996) tiene
una dinámica recíproca, los lugares animan las ideas y las personas sienten que esos lugares
los animan, esta relación entre las sensaciones y los aspectos del mundo externo solo puede
manifestarlas Amanda, ningún profesional ni operador barrial puede acceder a este campo
interpretativo sin entrar en el universo de significados que Amanda posee del barrio . Volver
a migrar, volver a naufragar en la ciudad es hoy un presente que con toda la incertidumbre
continúa generando en Amanda el desafío de un futuro donde pueda habitar una morada que
gestiona desde hace casi 30 años. La imposibilidad creciente de moverse en el espacio físico
no le impide seguir proyectando un futuro en el que pueda volver a adquirir autonomía y se
reafirme como persona con capacidad de decisión sobre su propia vida. En los acotados
márgenes de elección Amanda continúa proyectándose en un lugar para ella que rompa con
la lógica de marginación en territorios urbanos.

21
Para las Naciones Unidas toda persona mayor de 65 años en los países desarrollados son considerados
ancianos y para los países subdesarrollados esta etapa se inicia a los 60 años.
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