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El espacio educa
1. ¿Cómo debe ser un aula?
2. ¿Cómo integrar el barrio o el pueblo en el aprendizaje escolar?
3. ¿Cómo integrar Internet en aprendizaje escolar?
4. ¿Cómo adecuar el espacio físico y virtual al proyecto educativo?
5. ¿Desequilibrio territorial y acceso a la educación?
6. ¿Cómo puede la tecnología favorecer el desarrollo personal en los
entornos rurales sin desarraigos?
7. ¿Cómo favorecer que los alumnos sean cosmopolitas?
8. ¿Qué tipos de espacios son necesarios?
9. ¿Qué principios debemos tener en cuenta al diseñar espacios
adecuados para las nuevas metodologías?
10. ¿Cómo deben participar los alumnos en el diseño de los espacios del
centro?
La política importa
1. ¿Cómo actualizar, en un pacto educativo para el 2030, los 4 pilares
fundamentales de la Educación del Informe Delors?. (Aprender a
conocer, a hacer, a convivir y a ser)
2. ¿Cuáles debieran ser los límites temporales de la escolarización
obligatoria?. ¿Sobre qué postulados habría que considerar la
adecuada temporalidad (sociales, desarrollo de la persona…)?
3. ¿Cómo reforzar una educación inclusiva en una sociedad cada vez
más compleja y diversa?
4. ¿Ha de reforzarse el papel de los municipios, o instituciones públicas
más cercanas al ciudadano, en lo referente a la gestión educativa?
5. ¿Cómo articular la participación de la ciudadanía, más allá de las
instituciones públicas (municipios y CCAA) en el desarrollo de las
actividades educativas, escolares y extraescolares?
6. ¿Cómo conjugar y encauzar políticamente la imprescindible
burocracia administrativa y legal y los intereses corporativos dentro
de la institución educativa con la imperiosa necesidad de
transformación que requiere la escuela y el aula?
7. Relacionado con lo anterior: ¿cómo incorporar la “revolución en la
innovación digital” que está sufriendo la Educación y la escuela
también en la Administración Pública Educativa?. A este respecto, se
vería afectada en: la labor de inspección, evaluación y resultados, la
labor de gestión administrativa digital, la labor de selección de
personal no docente, etc.
8. ¿Cuál es el papel de los nuevos actores económicos (corporaciones
de internet, fabricantes de dispositivos, desarrolladores de software,
fondos de inversión…) y sociales (Fundaciones, Asociaciones sin
ánimo de lucro, otras entidades colaboradoras) en sistema educativo?
9. El derecho a aprender, la necesidad de un aprendizaje para toda la
vida, ¿se garantiza con los derechos de escolarización?. ¿Qué más
habría que hacer?
10. ¿Cómo coordinar las políticas educativas con otras políticas públicas
relacionadas: culturales, ciencia y tecnología, medio ambiente y
sostenibilidad,… Muy en particular, las políticas vinculadas a la
empleabilidad, a la relación entre educación e inserción en el mundo
laboral, en lo referente al ajuste necesario a la nueva economía
digital.
11. Por último, y como quiera que debemos educar “para lo que aún no
existe” se requiere reflexionar sobre las plataformas políticas más
ágiles e innovadores que ayuden a diseñar, a través de la educación,
la sociedad que queremos. Una Educación en sentido amplio capaz de
afrontar el reto de transformación y rediseño de instituciones
(empezando por las educativas) que hagan posible la sociedad futura
Educación transformadora
La organización del centro se realiza desde la perspectiva de un proyecto educativo no sólo técnico
sino también emocional, ético y político. Esta perspectiva de proyecto fomenta en el centro
transformador la indagación y la discusión entre docentes, estudiantes y comunidad, así como el
trabajo con una visión integrada del conocimiento que permite la diversificación de actividades
dentro de un marco común. Para ello, la organización del centro contribuye a generar un
conocimiento riguroso, pertinente, ético y significativo para todos los actores implicados
(profesorado, alumnado y comunidad), que facilita una lectura crítica del mundo, en el sentido
freiriano.
Queremos unos centros que sean focos de transformación, una responsabilidad intrínsecamente
asociada a su rol educativo dentro de la sociedad, compartida con otros muchos agentes; unos
centros que tomen partido por la comunidad a la que pertenecen, den respuesta a sus inquietudes
y necesidades, alienten los procesos de cambio, den voz a quienes han sido silenciados. En
definitiva, que sean motor de la comunidad. La escuela no ha de liderar necesariamente estos
procesos, pero debe ser una pieza clave en los mismos, jugando su papel de referente en el
entramado comunitario.
Demandamos estructuras y modelos de participación que garanticen la representación y el
protagonismo de todos los actores –dirección, profesorado, personal de administración y servicios
y familias- en los espacios de discusión, reflexión y toma de decisiones, lo que implica establecer
por ley canales eficaces para compartir la información necesaria para asumir consensos entre
todos los sectores implicados.
Desde una visión holística del proceso educativo, reivindicamos una educación centrada en el
alumnado y sus circunstancias vitales, inclusiva, liderada por unos equipos docentes que tienen y
desarrollan sensibilidad al contexto y las historias personales del alumnado.
A los gobiernos corresponde garantizar el ejercicio de los derechos humanos y las condiciones para
el desarrollo digno de los habitantes del planeta, y por tanto son un actor clave en el proceso de
transformación social. Pero no son los únicos actores políticos. La responsabilidad de transformar
la sociedad y el sistema es compartida por todas las personas. Como Red de educadores y
educadoras, apostamos por una educación de transformación social, contando con todos los
actores educativos, especialmente con las familias Queremos una escuela en la que nuestros
alumnos y alumnas vivan la democracia en el día a día; donde puedan opinar sobre las cosas que
les afectan, donde puedan tomar decisiones junto con sus compañeros y el resto de la comunidad
educativa, implicándose en la vida escolar y aprendiendo a debatir, argumentar y pensar cómo
querrían que fueran las cosas y a luchar por conseguirlo. Si los estudiantes viven su centro como
algo propio, que depende de sus actos y decisiones, lo cuidarán con cariño y no serán necesarias
tantas normas restrictivas y prohibiciones.
Queremos una escuela participativa y cogestionada entre todos, porque alumnado y familias
pueden tener opiniones muy válidas sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje y sobre el
funcionamiento escolar que pueden ayudarnos a mejorar. Se trata de crear un entorno en el que se
favorezca el entendimiento mutuo y la cooperación, donde la participación no se viva como una
intromisión o una amenaza, sino como algo valioso y enriquecedor.
Queremos una escuela abierta y comprometida con los problemas del entorno, porque la tarea de
educar es muy amplia y compleja y la escuela no puede afrontarla en solitario, sino cooperando
con la sociedad