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Que levante la mano el primero que no haya escuchado sobre la ‘guerra del agua’, ese mito

apocalíptico que por lo menos en mi infancia, circulaba en los pasillos del colegio y
aseguraba que en el futuro, el peor conflicto de la humanidad iba a desatarse por ese líquido
que Colombia, en teoría, tiene por montones. La solución no es fácil

Es lamentable que en materia de descontaminación de fuentes hídricas en Colombia apenas,


diría yo, que un 15% o 20 % de los vertimientos generados en nuestras ciudades tienen algún
tipo de tratamiento, es decir que el 75% o 80% restantes van directamente a los ríos, con las
respectivas consecuencias sobre el medio ambiente.

Los ríos son la representación de nuestras ambiciosas obligaciones de consumo. Si


hiciéramos un cambio en las formas de producción y en las costumbres de la comunidad,
aun así, debido a la contaminación no habrá lugar en un corto plazo para remediar los
inmensos daños causados al ecosistema por la contaminación del agua, es necesario tomar
medidas urgentes para mitigar los impactos ambientales derivados de las actividades
económicas.

A la grave contaminación con la que obsequiamos los humanos al agua en forma directa con
las diferentes explotaciones mineras, petroleras, fugas de oleoductos que van a parar a
nuestros ríos, se suma la deforestación para construir viviendas en zonas cercanas a los mares;
edificios y luego calles, el pavimento no deja filtrar el agua y las aguas saladas terminan
contaminando las dulces subterráneas con el pasar del tiempo
Entramos en un círculo vicioso en el que deforestamos para producir comida, pero al
deforestar dañamos los ecosistemas de los ríos, lo que hace más difícil nuestro acceso al agua
y por consiguiente, entorpece nuestra producción de alimentos, lo que nos lleva a seguir
talando las rondas de los ríos para sembrar más hectáreas de comida y luego… círculo
vicioso.
Estrategias podrían plantearse para mitigar este problema

Uso adecuado de los productos por parte de las industrias La prevención de la contaminación
incluye prácticas que reducen el uso de materiales peligrosos para así proteger los recursos
naturales.
Otra medida preventiva sería el cambio del producto incluyendo modificaciones en la
composición para reducir el volumen y la toxicidad de los residuos durante el ciclo de vida
de estos. De esta manera cuidamos y protegemos a los ecosistemas y al medioambiente en
general.
La mejor manera de reducir la contaminación del agua es disminuyendo el uso de
combustibles
Reducción del uso de los productos químicos en las plantaciones Para reemplazar el uso de
productos dañinos para el medioambiente existen diversos productos de origen biológico que
contribuyen al control de las plagas de manera eficaz y sana.

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