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REFLEXIÓN DEL CAPÍTULO DOCE DEL LIBRO PACTO MATRIMONIAL

Un Resumen de Libro

Presentado al

Dr. Juan Carlos Martínez, Ed.D.


The Southern Baptist Theological Seminary

Como Crédito Parcial

de los Requerimientos para 45260H

Por

Ruben Cruz

SBTS Online Student

Febrero 28, 2018


TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN--------------------------------------------------------------------------------------------1

CAPÍTULO DOCE-------------------------------------------------------------------------------------------1

CONCLUSIÓN------------------------------------------------------------------------------------------------2

BIBLIOGRAFÍA----------------------------------------------------------------------------------------------4
Grupo # 2 El matrimonio es para hacer hijos. . . discípulos de Jesús: ¿Cuán absoluto es el
deber de procrear?

INTRODUCCIÓN

John Piper, es un excelente escritor de temas orientados a la familia. Mediante su libro

Pacto Matrimonial, incluye una serie de enseñanzas básicas que benefician la harmonía del

núcleo matrimonial. Este escritor expone en el capítulo doce, una excelente información acerca

de la responsabilidad de los padres en el crecimiento espiritual de sus hijos. Pero una clase de

crecimiento espiritual, enfocado en el discipulado del evangelio en ellos. John a través de este

gran interesante capítulo doce, desarrolla una amplia explicación en relación al tema de la

procreación de los hijos. Aunque más concretamente, en vías a la educación familiar dentro de la

intimidad hogareña. Específicamente al discipulado de los hijos en el entorno del hogar.

Señalando que en el matrimonio es donde se hacen los hijos. Sin embargo en este capítulo doce,

se visualiza con mayor claridad la relación entre los padres y sus hijos, en la parte discipulativa.

Y enfatiza el rol principal que tienen los padres en cuanto al discipulado de sus hijos en casa.

CAPÍTULO DOCE

El matrimonio presenta una eminente realidad determinada por Dios, el de procrear hijos

naturales. Y no únicamente procrear eslabones generacionales a través de los hijos, sino el

procrear generaciones de discípulos que sigan a nuestro Señor. Es decir, que no se trata

solamente de hinchar la tierra de muchísimos bebes, el concepto implica mucho más que eso.

Según este capítulo doce, lo que más verdaderamente interesa a Dios, es que en los matrimonios

se produzcan verdaderos discípulos de Jesús. Piper, hace una recopilación de fundamentos

establecidos por Dios dentro de las funciones matrimoniales. Siendo uno de ellos el hacer de sus

hijos discípulos de Jesús. El escritor indica abiertamente, que en el matrimonio se procrean hijos
con dirección a convertirlos en discípulos para Jesucristo. Asunto muy bien descrito por medio

de la misma Palabra de Dios (Efesios 6: 1-4). A través de este pasaje señalado, Piper corrobora

más perfectamente su enunciado. Esta es una ejemplificación bastante interesante de apreciar en

este libro Pacto Matrimonial. Además, él menciona el verdadero significado que dictaminado

por el Padre celestial, apunta categóricamente la función concreta del matrimonio. Su propósito

de existencia está altamente dirigido hacia lo que apunta Cristo y su iglesia. Entonces, ¿Cuán

absoluto es el deber de procrear? Si bien es cierto, dentro del matrimonio existe la procreación

de bebes promulgada por Dios (Génesis 1:28). Pero Dios hace énfasis en que el matrimonio es

para que nazcan discípulos que sirvan a Jesús. Eso significa, que el matrimonio es absolutamente

para hacer discípulos seguidores de Cristo. Y no absolutamente para procrear muchos bebes.

Hacer de nuestros hijos unos discípulos de Cristo, es una orden demandada de Dios. Pues como

padres estamos en el deber de hacer de nuestros hijos, esos primeros discípulos. El método

discipulativo necesita comenzar primero con los de nuestra casa. Por tanto, es una realidad

absoluta que los padres hagamos de nuestros hijos, los discípulos de Jesús. Es un hecho

comprensible, que en el matrimonio nacen hijos biológicos, pero también deben de nacer

discípulos arraigados en el evangelio de Jesucristo. Este es un trabajo dirigido exclusivamente

por los padres. Es en la casa donde los hijos iniciarán su primer entrenamiento bíblico.

CONCLUSIÓN
Para concluir con esta reflexión de este capítulo doce, es la voluntad divina que los

matrimonios permanezcan siempre unidos. Así mismo, que es el deber de los padres discipular a

sus hijos desde el núcleo del hogar. También que es un hecho absoluto, que el matrimonio no es

solamente procrear hijos biológicos. Absolutamente el matrimonio es para procrear discípulos

que sigan a Cristo. Por último, el escritor menciona que aun Jesús habló acerca de esta verdad
absoluta. Él cambio el absoluto de procrear hijos biológicos por el de procrear hijos espirituales.

Afirmando que esa es la verdadera razón de ser los matrimonios (Marcos 10:29-30).
BIBLIOGRAFÍA

Piper, John. Pacto matrimonial: perspectiva temporal y eterna. Carol Stream, IL: Tyndale House
Publishers, Inc., 2009.

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