Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Naturales en la ultima hora de la jornada de la tarde (5:35 pm) con estudiantes del grado 611
proyectando un video sobre los factores de los ecosistemas. Mientras la mayoría de los
estudiantes observaban con atención el video, algunos empezaron a murmurar que olía a bóxer,
inmediatamente suspendí la presentación del video y pregunté a todos ¿alguien tiene bóxer?
¿Quién está usando bóxer para pegar algo? En ese instante no recibí respuesta, así que
continuamos con el video, pero, aunque yo no percibí el olor, seguí con la inquietud de saber
¿quién tenía el bóxer? Y sobre todo ¿con que objetivo lo tenía? estuve más atenta ante el
comportamiento de los estudiantes que estaban sentados en la parte de atrás del salón. Se acerca
un estudiante y me dice en voz baja que vio a Calos Salazar con un frasco pequeño de bóxer,
seguidamente me acerque a Carlos y le pregunte si él tenía bóxer, su respuesta fue no, pero no
le creí y le pedí que me entregara su bolso. Al revisar el bolso lo único que contenía era el frasco
de bóxer desocupado. En ese instante sonó el timbre para salir (ya era las 6:30) y lo único que
se me ocurrió por decirle al estudiante fue que teníamos que hablar mañana sobre el ¿por qué
ese frasco de bóxer estaba en su maleta? Y así quedamos, en dialogar al siguiente día en la
primera hora de clase. Creo la decisión de hablar al otro día fue la más conveniente, porque lo
más probable era el joven estuviera drogado y de pronto se alteraba o se ofuscaba al escuchar
mis preguntas.
1
En casa no podía sacar de mi pensamiento lo sucedido durante la clase, esa situación generó en
mí una decepción, tristeza e intriga, porque aunque no sabía la verdad, sospechaba que Carlos
lo había inhalado y es lamentable ver como nuestros jóvenes se pierden en ese mundo. Durante
gran parte de esa noche estuve inquieta en lo que debía decirle al otro día, deseaba tener las
palabras precisas al iniciar ese dialogo y que permitieran generar confianza en el joven para
poder indagarlo. En algún momento pensé que simplemente lo tenía para pegar algo, negándome
En el dialogo le solicité que me comentara todo lo sucedido con relación al frasco de bóxer y
creo que fue fácil obtener la información, porque con mucha tranquilidad me comentó varias
cosas, tales como, que él vendía el bóxer a muchos niños del colegio, que de un frasco él lo
dividía en 5 “dosis” y antes de entregarlo lo ponía al sol para que el pegante se vuelva gas y al
inhalar la “traba sea más rápido”, cada dosis cuesta $2.000, lo vende en el baño, que vende
Mientras transcurría el dialogo surgían más interrogantes ¿Cuáles son los niños que le compran?
¿Qué hace con el dinero que “gana”? ¿Su mamá tiene conocimiento de lo que usted hace en el
colegio? ¿Su mamá le pregunta de dónde saca el dinero para comprar esas cosas tan costosas?
¿Usted inhala bóxer u otras sustancias para drogarse? ¿En el colegio anterior también tenía el
negocio?
Algo que me impresionó mucho fue la tranquilidad y la franqueza que mantuvo durante la
2
responden, agachan la cabeza, sienten vergüenza y algunos manifiestan arrepiento por lo hecho;
Después intervine, y le manifesté sobre los daños que estaba causando a él y a otros niños, que
buscar apoyo y refugio en las personas que lo quieren (la mamá), que esto no es un juego ni un
trabajo, y como todos sabemos es abrir las puertas a un mundo oscuro, sin oportunidades, en el
que se puede perder todo, hasta la familia que es lo único valioso de la vida. Lo invité a pensar
en su mamá, en el dolor que le causará al verlo drogado y perdido, sin metas ni aspiraciones,
que él debe cambiar y no seguir defraudando, ni decepcionando a las personas que lo rodean.
Le insistí sobre lo valioso e importante que es él para nosotros, en todas las capacidades que
sino, otros niños y jóvenes que adquirieron el pegante; esto último generó en mi sentimientos
comente absolutamente todo (lo sucedido y lo escuchado), ella se puso en contacto con el señor
rector y entre ellos dos “dieron fin a esta situación”. Llamaron a la mamá de Carlos y elaboraron
la resolución de expulsión.
¿Ingresaría a otro colegio y continuaría haciendo lo mismo? ¿Su mamá lo sigue apoyando?
3
¿Será un drogadicto más para la sociedad? O ¿ya es bachiller? ¿Continúo entrenando su deporte
favorito? Pero también quedé con otra inquietud ¿Quiénes son los estudiantes que le compraban
Estas situaciones hoy en día son muy frecuentes en nuestros estudiantes por múltiples causas y
creo que nosotros como docentes no estamos preparados para dar una orientación, nos faltan
muchas herramientas y conocimientos sobre la forma correcta y efectiva para enfrentarla, ¿será
que expulsando a los estudiantes adictos solucionamos algo? O ¿los estudiantes adictos en la
escuela son inofensivos o inducen a otros jóvenes? La drogadicción es una problemática social
que cada día va en aumento invadiendo a las personas, las escuelas, las familias y la sociedad;
se requiere prender las alarmas en cada hogar con mucho amor, compañía, apoyo, dedicación,
comprensión y educación. Con esfuerzo y compromiso desde las familias y las escuelas se puede
4
LA REFLEXIÓN EN LA PRACTICA DOCENTE: TRANSFORMA Y HUMANIZA
Son las diversas situaciones problemas vividas por el docente durante la interacción no sólo con
estudiantes, sino también con padres de familia, docentes compañeros y los directivos; las que
van a permitir el autoaprendizaje en la práctica reflexiva, pero no basta sólo con identificarlas,
además requieren ser analizadas, evaluadas y replanteadas para desarrollar las nuevas
competencias o habilidades y conocimientos. Perrenoud afirma “El análisis de la práctica, el
trabajo sobre el habitus y el trabajo por situaciones-problemas son dispositivos de formación
que tienen como objetivo desarrollar la práctica reflexiva” (p. 22).
Cuando se refiere al análisis de una situación problema o a realizar la práctica reflexiva, son
varios los elementos que se encuentran integrados y que uno a uno después de ser evaluados
desencadenan información valiosa para mejorar las futuras prácticas, información que al ser
organizada y sistematizada se puede reproducir y compartir con otros docentes permitiendo un
aprendizaje basado en la experiencia de otro y un mejoramiento de la práctica. Perrenoud
establece
Perrenoud, 2007
“La práctica reflexiva puede extenderse, en el sentido general de la palabra, como la
reflexión sobre la situación, los objetivos, los medios, los recursos, las operaciones en
marcha, los resultados provisionales, la evolución previsible del sistema de acción.
Reflexionar durante la acción consiste en preguntarse lo que pasa o va a pasar, lo que
podemos hacer, lo que hay que hacer, cuál es la mejor táctica, qué orientaciones y qué
precauciones hay que tomar, qué riesgos existen, etc.” (Perrenoud, 2007, p. 30).
Y al reflexionar en la acción el docente actúa de forma preventiva y puede predecir sobre los
resultados esperados.
5
Con frecuencia se dice que los niños y los jóvenes de hoy son de otro mundo, que nacen con un
chip, desarrollan habilidades desde edades muy tempranas, especialmente con el uso de la
tecnología, son estudiantes que se han sido sobre-estimulados, pero en el aula se sienten
desmotivados, desinteresados, indiferentes y apáticos, generando en la cotidianidad de las
instituciones educativas la deserción escolar, el bajo rendimiento académico y la reprobación.
Las causas de este escenario educativo son múltiples, como: ejes temáticos alejados del
contexto, de la realidad, de los intereses y las necesidades de los estudiantes, las estrategias y
metodologías pedagógicas que utiliza el docente en el desarrollo de su práctica son poco
atractivas e innovadora, manteniendo la transmisión del conocimiento teórico.
Ante esta problemática es necesario que el docente de hoy reflexione sobre su práctica en la
cotidianidad laboral y la transforme, en una práctica donde conciba a los estudiantes como seres
humanos íntegros y como los protagonistas que participan activamente para lograr un
aprendizaje significativo y el desarrollo de competencias básicas; tomando como punto de
partida la experiencia, el entorno, las emociones y los sentimientos en un ambiente de
aprendizaje permeado por la empatía entre los participantes del proceso enseñanza –
aprendizaje. Como lo afirma Domingo (2014) “La participación de la emotividad humana en
los procesos de aprendizaje es real y elevada” (p. 45)
El rol del docente en su práctica requiere estar re-inventandose continuamente para poder
responder con responsabilidad a los desafíos que la sociedad cambiante, con la práctica reflexiva
adoptada en su cotidianidad con el objetivo de una formación autónoma a partir de su
experiencia, de transformar su práctica pedagógica para crear ambientes de aprendizaje a partir
del contexto y teniendo en cuenta la emotividad de los educandos.
6
BIBLIOGRAFÍA
Domingo, R. À., & Gómez, S. M. V. (2014). La práctica reflexiva. Madrid, España: Narcea.