clasificación académica valido
para la política pública en
América Latina?
"QS World University Ranking" Is an
instrument rating academic valid for public
policy in latin america?
RECEPCIÓN: 11.08.15
ACEPTACIÓN: 11.12.15
CARLOS EFRAÍN MONTUFAR SALCEDO
cmontufar@uotavalo.edu.ec
Médico y antropólogo. Especializado en Salud Pública
Internacional e Historia de Religiones en la Universidad
Católica de Louvain-La-Neuve. Bélgica. Posgrado en
Desarrollo local UCA. PhD en Antropología Cognitiva
en Atlantic I. University de los Estados Unidos
Docente e investigador de la Universidad de Otavalo -
Ecuador.
ECUADOR
Revista semestral de Investigación de la Corporación Internacional para el Desarrollo Educativo
Vol. 1. Número 16. Año 9 I (julio diciembre de 2015)
ISSN 1909-955X - E ISSN 2422 - 0736
RESUMEN
La multinacional Quacquarelli Symonds (QS) es la creadora del Ranking de
Universidades de Latinoamérica a partir del año 2011. Este ranking
categoriza las universidades a nivel mundial y por regiones. Actualmente
utiliza como categorías la reputación académica a partir de una encuesta
global (30%), la reputación ligada al empleador en encuestas (20%), la
relación estudiante docente (10%), número de artículos por facultad y citas
bibliográficas por articulo (20%), profesores con PhD (10%), impacto en la
web (10%). No obstante estos indicadores no fueron siempre los mismos y
han sufrido ciertas variaciones, lo cual dificulta la comparación de resultados
anualmente. El presente análisis es de tipo observacional y exploratorio
cualitativo desde el enfoque interpretativo hermenéutico, el cual se suscita
en base a la amplia difusión e influencia del QS, la siguiente interrogante:
clasificación académica pertinente para América latina? ¿Es adecuado que
un ranking de esta naturaleza sea considerado para decidir la política pública
en educación superior por los Estados latinoamericanos?
Palabras clave: QS ranking, clasificación académica, política pública.
ABSTRACT
Quacquarelli Symonds (QS) is the creator of the Universities Ranking in Latin
America since 2011. This ranking categorizes universities worldwide and by
region. Categories currently used as academic reputation from a global
survey (30 %), reputation linked to employer surveys (20 %), student teacher
ratio (10 %), and number of articles per faculty and citations per article (20
%), teachers with PhD (10%), and the impact on the web (10%). However,
these indicators were not always the same and have undergone certain
changes, making it difficult to compare results annually.
This analysis is of type observational and exploratory qualitative and based in
interpretative hermeneutics approach, which arises based upon the wide
dissemination and influence of QS, the questions: Can it be considered to
classification academic
relevant for Latin America? Is it right that a ranking of this nature is
considered to decide public policy on higher education for Latin American
states?
Key words: QS ranking, academic classification, public policy.
CIDE.
INTRODUCCION
Quacquarelli Symonds (QS) es una multinacional
inglesa, fundada en 1990 la cual se ha consolidado
como el principal proveedor mundial y especialista
mayor de información y soluciones en educación. QS
promociona que las decisiones educativas y
profesionales son demasiado importantes como para
dejarlas al azar; la empresa busca con sus servicios,
asegurar que los candidatos tienen acceso a las mejores
herramientas y a la mejor información de expertos
independientes antes de tomar una decisión. QS afirma
que sus actividades se extienden a través de 50 países,
trabajando con más de 2.000 instituciones de educación
superior y más de 12.000 empleadores. La misión de QS
sirve a la sociedad e inspira a todos los que trabajan en
ella, habilitando a la gente motivada en todo el mundo
para desarrollar su potencial mediante el fomento de la
movilidad internacional, los logros educativos y el
desarrollo profesional según su director general Nunzio
Quacquarelli1.
QS es la creadora del Ranking de Universidades de
Latinoamérica a partir del año 2011. Este ranking
categoriza las universidades a nivel mundial y por
regiones. Actualmente utiliza como categorías la
reputación académica a partir de una encuesta global
(30%), la reputación ligada al empleador en encuestas
(20%), la relación estudiante docente (10%), número
de artículos por facultad y citas bibliográficas por
articulo (20%), profesores con PhD (10%), impacto en la
web (10%). No obstante estos indicadores no fueron
siempre los mismos y han sufrido ciertas variaciones, lo
cual dificulta la comparación de resultados anualmente.
El objetivo de este ranking según la empresa QS, es el
de proporcionar una comparación independiente de las
universidades en la región sobre la base de un conjunto
de criterios que reflejen las circunstancias y prioridades
de los países involucrados. Siendo América Latina una
región de rápido crecimiento, con dinámica de
población joven, y con aumento de los niveles de la
movilidad internacional de los estudiantes2. La empresa
asegura que todos los rankings son compilados por la
Unidad de Inteligencia QS en consulta con el Consejo
Asesor Académico Mundial QS. Los datos bibliométricos
requeridos en las secciones de puntuación de citaciones
bibliográfica de la metodología es suministrada por
Scopus, parte de la empresa Elzevir, considerada la
mayor base de datos de resúmenes y citas del mundo
de la literatura de investigación3.
Si bien QS no califica su ranking como una clasificación
académica de universidades, su prestigio es tal que el
antiguo ranking THES - QS es usado por Dinamarca en
1 http://www.qs.com/about-us.html
2 http://www.qs.com/qs-university-rankings-latin-america.html
3 http://www.qs.com/ranking.html
Cite este artículo como Montufar, C. (2015). ¿El QS World University Ranking es un instrumento de clasificación académica valido para la política pública en América
Latina?. Revista de Investigación Silogismo, 1(16), pagina 144-149. Disponible en: http://www.cide.edu.co/ojs/index.php/silogismo
su sistema de inmigración basado por puntos en orden
de conseguir una tarjeta de residencia4. En Rusia, el
primer ministro Dimitri Medvedev recientemente firmó
una orden otorgando reconocimiento oficial a los
títulos de 210 universidades en 25 países, en base a su
presencia en los principales rankings a nivel
internacional (Lloyd, 2012). A su vez, los miles de
beneficiarios de becas para estudiar en el extranjero,
bajo el nuevo Programa Global de Educación del
gobierno ruso, sólo tendrán la oportunidad de escoger
entre universidades que figuran prominentemente en
los rankings. En Brasil, el programa Ciencias sin
Fronteras, que tiene un presupuesto de US$2 mil
millones y busca colocar a 100,000 estudiantes de
posgrado en universidades de primer nivel en el
extranjero, también condicionará la recepción de becas
en base al ranking Times, entre otros5 y, en la India, la
Comisión Gubernamental de Becas fijó nuevas reglas en
junio para asegurar que sólo las 500 universidades
incluidas en el ranking Times y el ranking QS pueden
operar programas de doble grado con universidades de
ese país (Lloyd, 2012).
El presente estudio es de tipo observacional y
exploratorio cualitativo desde el enfoque interpretativo
hermenéutico, el cual se suscita en base a la amplia
difusión e influencia del QS, la siguiente interrogante:
un instrumento de clasificación académica pertinente
para América Latina? 145
¿Es adecuado que un ranking de esta naturaleza sea
considerado para decidir la política pública en
educación superior por los Estados latinoamericanos?
LA POTESTAD DE LOS CRITERIOS
Definir al concepto criterio involucra reconocer en él a
la regla conforme a la cual se establece un juicio o se
toma una determinación. La Real Academia de la
Lengua Española lo precisa como un término de origen
griego (κριτήριον, de κρίνειν, juzgar)6 que concierne a
una norma para conocer la verdad. Juicio,
discernimiento.
Se somete el investigador, por consiguiente, al criterio
como vehículo, tamiz y vínculo para poder ejercer el
acto cognitivo de descifrar la veracidad de una realidad
cualesquiera. No existiría veracidad confirmada sin
criterio validado, esa es la potestad metodológica que
conferimos al concepto criterio.
Son siete los criterios empleados por el QS ranking
Latinoamérica en el año 2015. De ellos, dos
4http://www.nyidanmark.dk/en-
us/coming_to_dk/work/greencard-scheme.htm
5 http://coledutab.org/
6 http://lema.rae.es/drae/?val=
 corresponden a la reputación institucional: Encuesta
global de académicos sobre la reputación de las
instituciones universitarias y encuesta a los empleadores
de los profesionales universitarios. Es decir que el 50%
del puntaje otorgado a cada universidad en el rankin
depende de la subjetiva opinión de profesores y
empleadores entrevistados.
Sobre la pertinencia del uso de estos criterios han
convergido numerosas reflexiones. Mu-Hsuan (2012)
sostiene que la metodología se basa en medidas
bibliométricas y encuestas de pares. En este último
método existen serios sesgos en cuanto a los
procedimientos de retorno de las encuestas, debido a
un alto índice de no respondientes, desfigurando los
resultados. En estudios realizados durante el año 2015,
se expresa que los rankings indicadores muestran la
visibilidad del erudito en la base de datos, más no su
impacto en la comunidad académica en comparación
con sus pares. Incluso se recomienda extrema prudencia
a la hora de elegir los indicadores y puntos de
Sociedad, cultura e identidad
referencia en el ranking escolar (Wildgaard, 2015).
En un análisis comparativo entre los rankings globales y
nacionales, los resultados indican que los rankings
nacionales tienden a incluir un mayor número de
indicadores que se centran principalmente en los
parámetros educativos e institucionales, mientras que
los sistemas de clasificación mundiales tienden a tener
un menor número de indicadores que se centran
principalmente en el rendimiento de la investigación.
Análisis de similitud de rango entre las clasificaciones
nacionales y las clasificaciones globales filtrados para
ENTIMEMAS I
cada país sugieren que con la excepción de unos pocos
casos los rankings globales no predicen fuertemente el
ranking nacional (Cakir, Acarturk, Alasehir, Cilingir
2015).
Estas reflexiones han generado que incluso se
recomiende crear los propios rankings nacionales con
criterios contextualizados (Robinson, García, Torres,
Delgado, Herrera; 2014). Obviamente las reacciones
dependen de la ubicación en el rankings, creando
distorsión; tal es el caso del Instituto de Educación de
Londres, que se regocija de estar dos ocasiones
consecutivas liderando, sobre otras instituciones
reputadas como Harvard o Stanford (UCL, 2015), incluso
opiniones institucionales encomian los criterios de
reputación académica y de empleadores (Montgomery,
2015) o Ranhvargers (2014) quien sostiene que los
rankings incrementan la popularidad institucional.
Desde un punto de vista metodológico, el cambio de los
criterios utilizados de un año en otro en el ranking,
dificulta someternos a comparaciones fidedignas en el
tiempo7.
7 http://www.topuniversities.com/university-rankings-
articles/world-university-rankings/qs-world-university-rankings-
methodology
Revista semestral de Investigación de la Corporación Internacional para el Desarrollo Educativo
Vol. 1. Número 16. Año 9 I (julio diciembre de 2015)
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CLASIFICAR, CATEGORIZAR Y ACREDITAR
Determinados los criterios, impulsamos las
evaluaciones, e instituimos las clasificaciones; definidas
como el ordenar o dividir un conjunto de elementos en
clases a partir de un criterio determinado, es decir,
clasificar también es organizar, ordenar por categorías.
Pero al ordenar, retiramos, excluimos y por tanto;
segregamos. Acreditar a su vez, es demostrar la verdad
o autenticidad de algo, especialmente asegurar o dar fe
documentalmente de que una cosa es auténtica o
verdadera; y, cerramos el circulo, cuando utilizamos los
criterios identificados previamente para hacerlo.
Si bien el ranking QS no consiente acreditación alguna,
no siendo una institución vinculante con los Estados, la
publicación mundial de sus resultados clasificatorios
derivan en una categorización implícita validada en el
origen mismo de la empresa QS.
Los resultados de un ranking universitario deberían por
consiguiente en este caso, poseer un valor indicativo y
referencial, mas no, decisoria en la asignación de
recursos y política pública.
DISCUSION: DEL RANKING A LA POLITICA PÚBLICA.
La reputación de una universidad involucra varios
factores como: sus docentes, sus investigaciones, sus
publicaciones, su infraestructura, entre otros que
permiten su reconocimiento a nivel nacional e
internacional. Su atractivo depende de la innovación,
sus nexos con la empresa privada y pública, su
compromiso ético y la solución de problemas reales a
nivel práctico. El marketing ha ayudado a que las
universidades puedan dar a conocer sus actividades a
nivel científico, sus logros en beneficio de la sociedad y
los beneficios que obtienen sus estudiantes graduados.
También ha mejorado su imagen reposicionando su
nombre, sus carreras, sus servicios e incrementar el
número de estudiantes que ingresan. El objetivo de los
procesos de categorización fue identificado como una
estrategia para el mejoramiento de la calidad
universitaria. No obstante el aspecto económico tiene
un valor importante. Coincidentemente el rendimiento
de los fondos patrimoniales de las universidades
estadounidenses entre 1980 y 2010 muestran entre los
más altos a las instituciones universitarias con mejor
ranking QS a nivel mundial: Harvard Yale Princeton
10.2%8.
La calidad significa aportar valor al cliente, esto es,
ofrecer unas condiciones de uso del producto o servicio
http://www.qs.com/qs-university-rankings-latin-america.html
8 Thomas Piketty. El capital en el siglo XXI. El rendimiento puro
de los fondos patrimoniales universitarios. FCE 2014. Págs. 492-
496.
CIDE.
superiores a las que el cliente espera recibir y a un
precio asequible. Una visión actual del concepto de
calidad indica que calidad es entregar al cliente no lo
que quiere, sino lo que nunca se había imaginado que
quería y que una vez que lo obtenga, se dé cuenta que
era lo que siempre había querido. Walter A. Shewhart,
citado por Haq y Brown (20105) sostenía al respecto:
s resultado de la interacción de dos
dimensiones: dimensión subjetiva (lo que el cliente
quiere) y dimensión objetiva (lo que se ofrece). En el
contexto de la categorización universitaria se identifica
con el cumplimiento de especificaciones de criterios, las
cuales se objetivan en el procedimiento analizado en el
presente estudio. No obstante, la calidad es también el
cumplimiento de normativas. Sin embargo la calidad
posee dimensiones humanas a más de técnicas y
económicas.
Angel Gutiérrez Sanz9 sostiene en relación a la
educación en su dimensión humana que nuestra
sociedad, antes que de buenos profesionales está
necesitada de personas integras y cabales, algo que
solamente puede dar una educación entendida como
tarea del hombre y para el hombre. Dentro de este
contexto no carece de sentido en estos momentos
hablar de la dimensión humana de la educación,
comprendiéndola como un proceso perfectivo del ser
humano. Es más, Lordache-Platis (2015) incluso añade el
concepto de capital relacional en las universidades
como factor fundamental de performance.
Empero, no existen instrumentos para medir este
aspecto, definido como el compromiso social de las
instituciones educativas. Surgen interrogantes ligadas al
uso de estos instrumentos para delinear la política
pública. ¿Cómo utilizar los resultados de un
instrumento de medida que no toma en cuenta el
compromiso social institucional, en la construcción de
políticas dirigidas al bien común?
En relación a la sostenibilidad de los procesos de
clasificación, evaluación o categorización, este requiere
de constantes basadas en la metodología organizativa,
el capital humano e igualmente el aspecto financiero.
El proceso de categorización de las universidades
requiere de una metodología participativa institucional,
que permita a las IES no solo ser sujeto de evaluación
sino actores del proceso de fortalecimiento. Actores
que se permitan el análisis en conjunto con los
representantes del ejecutivo sobre las metas y los
tiempos junto al diseño de estrategias a ejecutarse en el
interior del proceso orgánico de las universidades,
escuelas politécnicas e institutos técnicos y tecnológicos.
Esta metodología permitiría facilitar sostenibilidad
institucional al proceso continuo de categorización, la
9 http://www.escritores.org/libros/index.php/item/la-educacion-
en-su-dimension-humana
Cite este artículo como Montufar, C. (2015). ¿El QS World University Ranking es un instrumento de clasificación académica valido para la política pública en América
Latina?. Revista de Investigación Silogismo, 1(16), pagina 144-149. Disponible en: http://www.cide.edu.co/ojs/index.php/silogismo
cual fácilmente puede confundirse con un sistema de
inspección control en vez de un proceso de
mejoramiento continuo de la calidad de la educación
superior. El capital humano está enfocado en la
docencia universitaria.
La equidad institucional es otro aspecto incidente en el
análisis de las universidades y corresponde a la
distribución de responsabilidades entre los sectores
público y privado. Si bien los Estados han realizado
esfuerzos validos en aspectos técnicos como la
infraestructura de comunicaciones, y refortalecimiento
institucional y de marco legal, una de las debilidades
organizacionales es aun la tendencia al aislamiento y
particularismo del sector público, el cual tiene mucha
dificultad para compartir responsabilidades con las
instituciones del sector privado con y sin fines de lucro.
Todo proceso evaluativo debería incluir el equitativo
intercambio de información y de recursos para lograr
que el sector educativo global consiga el objetivo de
calidad en sus procesos y en sus resultados. Siendo un
sector tan estratégico, la necesidad de incluir
estrategias públicas privadas y de cooperación
internacional. Se han establecido actividades de
cooperación entre universidades y otros actores a través
de investigación colaborativa, desarrollo tecnológico y
emprendimiento.
En el direccionamiento de actividades conjuntas para la
innovación (Morales, Márquez, Martinez 2012). 147
Actualmente algunos estudios se dirigen a señalar la
importancia de la auditoria interna y la gestión de
riesgos corporativos en las IES, destacando el impacto
que el proceso de categorización tiene en los aspectos
financieros. Lynch (2015) considera incluso que los
rankings están diseñados para asegurar que las
universidades estén alineadas con los valores del
mercado a través de sistemas de auditoría intensiva. Se
intenta expresar que toda acción de valor en la
educación se puede medir numéricamente. La sencillez
y la accesibilidad de las clasificaciones numéricas
desvían la atención de su arbitrariedad y sus objetivos
políticos y morales.
En la disposición de las instituciones universitarias, se
percibe en ocasiones, que los fines del proceso
educativo están tan próximos a conseguir aprobación
internacional como a la mejora sustancial del proceso
docencia aprendizaje internamente. Según Kumar
Mamidala (2015) este sería un instrumento más cercano
a la comercialización de la educación superior.
En relación a los centros oficiales de enseñanza en
América latina, eje fundamental de su pertinencia
radica en la capacidad de estas instituciones junto al
Estado para identificar la problemática de la Nación a la
que pertenecen y responder con soluciones pertinentes
a su realidad desde la construcción de capital humano.
Si bien el QS ranking podría ser considerado como un
instrumento de referencia global en la clasificación
 académica de universidades en el continente, su
eficacia es limitada y la importancia asumida
peligrosamente excesiva.
En el contexto latinoamericano el afán de
reconocimiento de resultados positivos en los procesos
de política pública sobre reforma universitaria, puede
generar tendencias a la comparación desmedida
(rankings internacionales) con instituciones educativas
de diversos continentes en un acto globalizante que
deslegitime genuinos esfuerzos por mejorar la calidad
de la educación superior, relegando el valor de la
respuesta acertada a los problemas de la realidad
educativa local. Adorno y Horkheimer (2007) solían
decir que actualmente la vida real es indistinguible del
contenido de los films, los cuales con su teatro de
ilusión no dejan espacio para la imaginación o la
reflexión de la audiencia. Parafraseándolos, sería muy
deseable que las categorizaciones prescindan
convertirse en ilusorias representaciones de la realidad
de la educación universitaria, o peor aún, que sean los
Sociedad, cultura e identidad
mismos actores del público universitario, quienes
confundan teatro con realidad.
CONCLUSIONES
Como reflexión se expone que en múltiples ocasiones
los objetivos operacionales de las instituciones
educativas están tan adheridos a conseguir aprobación
internacional que los procesos de clasificaciones pueden
provocar serias confusiones.
En relación a la sostenibilidad de los procesos de
ENTIMEMAS I
clasificación, evaluación o categorización, este requiere
de constantes basadas en la metodología organizativa,
el capital humano e igualmente el aspecto financiero.
El proceso de categorización de las universidades
requiere de una metodología participativa institucional,
que permita a las IES no solo ser sujeto de evaluación
sino actores del proceso de fortalecimiento. Actores
que se permitan el análisis en conjunto con los
representantes del ejecutivo sobre las metas y los
tiempos junto al diseño de estrategias a ejecutarse en el
interior del proceso orgánico de las universidades,
escuelas politécnicas e institutos técnicos y tecnológicos.
Esta metodología permitiría facilitar sostenibilidad
institucional al proceso continuo de categorización, la
cual fácilmente puede confundirse con un sistema de
inspección control en vez de un proceso de
mejoramiento continuo de la calidad de la educación
superior. El capital humano está enfocado en la
docencia universitaria.
En relación a los centros oficiales de enseñanza en
América latina, eje fundamental de su pertinencia
radica en la capacidad de estas instituciones junto al
Estado para identificar la problemática de la Nación a la
que pertenecen y responder con soluciones pertinentes
a su realidad desde la construcción de capital humano.
Si bien el QS ranking podría ser considerado como un
Revista semestral de Investigación de la Corporación Internacional para el Desarrollo Educativo
Vol. 1. Número 16. Año 9 I (julio diciembre de 2015)
ISSN 1909-955X - E ISSN 2422 - 0736
instrumento de referencia global en la clasificación
académica de universidades en el continente, su
eficacia es limitada y la importancia asumida
peligrosamente excesiva.
En el contexto latinoamericano el afán de
reconocimiento de resultados positivos en los procesos
de política pública sobre reforma universitaria, puede
generar tendencias a la comparación desmedida
(rankings internacionales) con instituciones educativas
de diversos continentes en un acto globalizante que
deslegitime genuinos esfuerzos por mejorar la calidad
de la educación superior, relegando el valor de la
respuesta acertada a los problemas de la realidad
educativa local. Adorno y Horkheimer (2007) solían
decir que actualmente la vida real es indistinguible del
contenido de los films, los cuales con su teatro de
ilusión no dejan espacio para la imaginación o la
reflexión de la audiencia. Parafraseándolos, sería muy
deseable que las categorizaciones prescindan
convertirse en ilusorias representaciones de la realidad
obnubilando la realidad de la educación universitaria.
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Cite este artículo como Montufar, C. (2015). ¿El QS World University Ranking es un instrumento de clasificación académica valido para la política pública en América
Latina?. Revista de Investigación Silogismo, 1(16), pagina 144-149. Disponible en: http://www.cide.edu.co/ojs/index.php/silogismo