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LINEY QUIROGA JEREZ

MÓNICA LIZETH RUIZ BELTRÁN

UNIVERSIDAD DE LOS LLANOS


FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
LICENCIATURA EN PEDAGOGIA INFANTIL
VILLAVICENCIO

CONTENIDO

pág.

GLOSARIO 3

PRESENTACIÓN 5

ESTIMULACIÓN DE LOS RESIDUOS VISUALES EN LOS NIÑOS Y 6


NIÑAS DEL GRADO TRANSICIÓN

ESTRATEGIAS PARA DOCENTES DE PREESCOLAR 6

ESTRATEGIAS EN EL AULA DE APOYO 12

ORIENTACIONES GENERALES A LOS PADRES 14

BIBLIOGRAFÍA 21

WEBGRAFÍA 22

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Mónica Lizeth Ruiz Beltrán Unillanos, Pedagogía Infantil
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Liney Quiroga Jerez
Mónica Lizeth Ruiz Beltrán Unillanos, Pedagogía Infantil
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GLOSARIO

Persona con limitación visual: en este grupo se incluyen las personas ciegas y
con baja visión. La persona con limitación visual es aquella que presenta una
pérdida de la visión funcional en los siguientes aspectos fundamentales:

Agudeza visual: es la facultad del ojo para percibir la figura y la forma de los
objetos. Se mide tanto para lejos (AVL) como para cerca (AVC) y hace
referencia a la de un solo ojo (OD u OI) con la mejor corrección óptica.

Campo visual: se define como todo aquello que puede ser visto simultáneamente
mientras se tiene la vista fija en un punto dado.

Sensibilidad al contraste: ser refiere a la habilidad del sistema visual para


distinguir entre un objeto y su fondo.

Sensibilidad cromática: hace referencia a la capacidad del ojo de diferenciar


colores.

Persona ciega total: no tiene percepción luminosa. (NPL)

Persona con baja visión: “es la que tiene una deficiencia en el funcionamiento
visual y aún después del tratamiento y/o corrección tiene una agudeza visual
entre 20/60 y percepción de luz o un campo visual menor de 10 grados desde el
punto de fijación pero que usa o que es potencialmente capaz de usar la visión
para la planificación o ejecución de una tarea”30

Baja visión leve (visión parcial): Incluye personas con agudezas visuales con el
mejor ojo y la mejor corrección desde 27/70, hasta 20/200 sin incluirlo.

Baja visión moderada: pertenecen las personas que tienen agudezas visuales con
el mejor ojo y la mejor corrección desde 27/200, hasta 20/400 sin incluirlo.
Pueden realizar tareas visuales con el empleo de ayudas especiales e iluminación
adecuada, similares a las que realizan los sujetos con visión normal.

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Baja visión severa: son las personas que tienen agudezas visuales con el mejor
ojo y la corrección desde 27/400, hasta 20/1200 sin incluirlo. También incluye
las personas con conteo de dedos a 3 metros y los que tienen un radio de campo
visual no mayor de 10°, pero mayor de 5° alrededor de la fijación aun cuando no
esté alterada la agudeza visual central. Posibilidad de realizar tareas visuales
con inexactitudes, requiriendo adecuación de tiempo, ayudas y modificaciones.

Baja visión profunda: son las personas con pérdidas visuales de 20/1200 hasta
la percepción luminosa (PL). También incluye los pacientes con conteo de dedos
a 1 metro o menos y los que tienen un radio de campo visual no mayor de 5° a
partir del punto de fijación aun cuando no esté alterada la agudeza visual central.

Limitación visual: la limitación visual es un estado de funcionamiento, una


situación que requiere pensar y plantear cómo se pueden crear las condiciones
necesarias para conseguir un entorno sano que promueva el crecimiento,
desarrollo, bienestar, mejorar su calidad de vida, minimizando o eliminando las
barreras para el aprendizaje y la participación, para disfrutar de los derechos
que todas las personas tienen en esencia por su condición, como es el de la
educación, entre otros.

Visión límite: el déficit visual no incapacita al individuo para las actividades


habituales, pero precisa de adaptaciones sencillas para poder llevar a cabo
algunas de ellas. Puede leer en tinta con ayudas ópticas o con ampliaciones.

Visión normal: las personas con visión normal serían aquellas que no presentan
déficit o éste es tan pequeño que no supone limitación alguna en las actividades
cotidianas del sujeto por este concepto.

Estrategias pedagógicas: se entiende por estrategias pedagógicas aquellas


acciones que realiza el maestro con el propósito de facilitar la formación y el
aprendizaje de las disciplinas en los estudiantes. Para que no se reduzcan a
simples técnicas y recetas deben apoyarse en una rica formación teórica de los
docentes, pues en la teoría habita la creatividad requerida para acompañar la
complejidad del proceso de enseñanza- aprendizaje.

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PRESENTACIÓN

El presente manual se ha diseñado con el fin de brindar una oportunidad a


aquellos niños y niñas que presentan baja visión, ante su derecho de crecer como
personas independientes, con capacidad para interactuar con otras personas,
desenvolverse en cualquier ambiente y decidir por ellos mismos cómo quieren
realizar sus vidas. Aquí se ofrecen estrategias dirigidas a docentes y padres de
familia, para que les guíen en este proceso y logren alcanzar las metas que se
propongan.

Es una tarea para la cual deben capacitarse y adaptar estrategias de acuerdo


con las necesidades de cada uno de los niños y niñas, porque no todos comparten
las mismas características, ni requieren del mismo apoyo, por lo que se hace
indispensable conocer sobre esta labor y que puedan ofrecer la capacitación
adecuada de acuerdo con las tendencias educativas, que contribuyan a llevar a
estos niños y niñas al desarrollo de sus aptitudes.

De acuerdo con estas inquietudes, es de gran satisfacción como estudiantes del


programa de Licenciatura en Pedagogía Infantil de la Universidad de los Llanos,
presentar este manual y contribuir a esa capacitación de docentes y padres que
seguramente beneficiará a los niños y las niñas de los grados de preescolar en
su formación académica y será de gran ayuda para realizar sus proyectos al ver
que en su institución educativa y hogar cuentan con el apoyo necesario, para
realizar sus sueños.

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ESTIMULACIÓN DE LOS RESIDUOS VISUALES EN
LOS NIÑOS Y NIÑAS DEL GRADO TRANSICIÓN

ESTRATEGIAS PARA DOCENTES DE PREESCOLAR

Aquellos estudiantes que presentan solamente baja visión, se integran al aula


regular y realizan la mayoría de las actividades junto con sus compañeros de
grupo, siempre y cuando se les brinde el apoyo necesario, de acuerdo con sus
propias limitaciones. Entre estos apoyos están los materiales físicos, recurso
humano y las estrategias metodológicas que se ofrezca el docente a sus
estudiantes para que alcancen los objetivos propuestos dentro de su grupo.

Los niños o niñas con baja visión por lo general realizan movimientos repetitivos
como agitar la cabeza o los brazos, presionarse los ojos o repetir algunas frases.
Estas conductas pueden tener diversas causas:

1. Tensión acumulada. Se presentan en un momento de mucha tensión o


exigencia del medio o bien cuando no se les ha permitido moverse durante un
lapso prolongado.

2. Dificultad para expresar sus sentimientos. No tienen la posibilidad de


observar las expresiones o gestos de otras personas ante algo que les desagrada,
molesta o les es grato, así que sus conductas suelen ser una forma de expresar
dichos sentimientos.

3. Aislamiento. Se aíslan cuando las personas en su entorno no se le acercan, no


lo motivan para moverse, no le hablan o no le ofrecen los apoyos apropiados (por
ejemplo, pretenden enseñarle a escribir cuando aún no establece un código de
comunicación con el adulto). El ambiente escolar y familiar debe llenarse de
estímulos y actividades que lo motiven; así, se le apoya para reducir esos
movimientos y se evita que interfieran con los aprendizajes.

La educación preescolar es una etapa de especial trascendencia para el


desarrollo intelectual, la formación moral y el logro de la autonomía en niños de

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tres a cinco años.
El grupo de educación preescolar incluye estudiantes diferentes entre sí en
cuanto a procedencia cultural, estilos de aprendizaje, niveles de conocimiento,
predisposición hacia la escuela y capacidad para aprender y otros que avanzan
con lentitud y dificultad, son aquellos que presentan alguna discapacidad.

Todos los niños necesitan potenciar sus capacidades y ser incluidos socialmente.
Para ello, el profesional en pedagogía infantil debe conocer los avances del
pensamiento correspondientes a esta etapa, entre ellos:

• El juego simbólico, es decir, la manera en que el niño juega con objetos


imaginarios y a los que les da un significado real (por ejemplo, un palo puede ser
un avión, una caja simular un coche y un rebozo enrollado hacer las veces de una
muñeca).
• La imitación, que le permite copiar las acciones del adulto (por ejemplo, la forma
en que come el papá, la risa de algún familiar cercano o el modo de peinarse de
la mamá).
• La imagen mental, que es la representación del objeto que el niño tiene en su
mente y que le facilita recordarlo aunque desaparezca de su vista.

Estos avances en el pensamiento se manifiestan en la etapa preescolar, incluso


en los niños con alguna discapacidad, entre ellas la visual.

El juego es la expresión típica de la construcción de la


inteligencia. Por medio del juego, el niño representa lo
que ve y entiende del mundo, por ejemplo, cuando utiliza
piedras para jugar a las carreras de coches o envuelve
un rebozo para arrullar al bebé o utiliza un palo para
hacerlo volar como un pájaro o un avión.

La imaginación da paso a la creatividad. Por eso es muy


importante que el niño juegue de manera natural con
tierra, palitos, varas o lodo. No requiere juguetes comerciales para imaginar
cosas.

El niño con baja visión también tiene necesidad de jugar; pero su poca iniciativa

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y creatividad lo llevan a imitar el juego de otro niño.
El profesor constituye una pieza clave en la conducción de actividades para el
aprendizaje, ya que su labor también se extiende a los padres de familia, que
representan una fuerza social importante en la comunidad; por ello, es muy
importante que los involucre en las actividades escolares.

A continuación se presentan unas estrategias retomadas del documento Baja


visión Guías didáctica para la inclusión en educación inicial básica, del Consejo
Nacional de Fomento Educativo de México, en el año 2010, a través de las cuales
los docentes podrán estimular los residuos visuales de los estudiantes, cada una
tiene su objetivo, descripción de la actividad y el material sugerido porque
podrán ser reemplazados por otros.

Actividades para el ámbito cognoscitivo

En el ámbito cognoscitivo, se ofrecen actividades para


apoyar el desarrollo de habilidades y del pensamiento
del niño con discapacidad. Asimismo, se indican las
relaciones entre la actividad simbólica (imitación,
imagen mental, juego, dibujo y lenguaje) y las habilidades del pensamiento
(asociación visual y auditiva, memoria visual y auditiva), relaciones que se
establecen por medio del juego, el cual es el eje central para el desarrollo de la
conducta cognoscitiva.

1. Juegos sin ver.

 Objetivos: que el niño o niña reconozca algunos objetos al identificarlos


mediante el tacto por su forma, material y utilidad.

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 Actividad: colocar en una bolsa o caja objetos
de aseo personal, juguetes y objetos escolares.
El estudiante con los ojos cerrados los toca,
reconoce de qué están hechos y para qué sirven,
así como algunas características de forma:
después, extrae un objeto y lo muestra y
comprueba si coincidió con lo que imaginó.
 Material didáctico: bolsas o caja con objetos
(lápiz, cepillo, borrador, pelota, palitos, piedras, semillas, etc.)

2. Lectura de cuentos apoyada en imágenes.

 Objetivos: que el alumno lea cuentos apoyándose en imágenes y reconozca de


qué tratan.

 Actividades: presentar a los niños y niñas cuentos


con imágenes para que inventen una historia a partir
de ellas. Verificar que los estudiantes con baja visión
tengan acceso a las imágenes, es decir, que las pueda
ver. De ser preciso, colocarlas en relieve o utilizando
diversas texturas. Si el libro tiene letras escritas,
ajustarlas a las necesidades del niño. Además, usa un identificador, es decir,
una textura o imagen que lo distinga de los demás para que los alumnos lo
localicen y reconozcan.

 Material didáctico: cuentos con imágenes.

Actividades para el ámbito psicomotor

El con baja visión desarrolla su imagen corporal por medio de sus movimientos y
experiencias con objetos, personas y acontecimientos. A partir de la conciencia
de su propio cuerpo y sus movimientos es capaz de relacionarse con mayor
autonomía en su espacio cercano. Las vivencias en la comunidad le permiten
después conocer el espacio lejano, a partir de experiencias sensoriales.

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1. Juego del tesoro

 Objetivos: que el alumno ubique objetos y personas con relación a sí mismo:


cerca, lejos, enfrente, a un lado, adelante y atrás, izquierda y derecha.

 Actividad: esconder un objeto y dar pistas para que el niño lo busque y


encuentre. Por ejemplo, se le dice: da tres pasos largos hacia adelante; después,
uno largo a la derecha; ahora dos pasos hacia atrás y ahí está el tesoro.

Antes de iniciar el juego, recorre junto con el


niño con baja visión el área donde puede
esconderse el tesoro. El tesoro debe tener un
color llamativo, para que el niño lo pueda
encontrar.

 Material didáctico:
- Un objeto cualquiera fácil de reconocer.
- Mapa simple de un tesoro escondido en el salón de clase.

2. Juego de Juan Pirulero

 Objetivo: Que el alumno imite los gestos y acciones de sus compañeros.

 Actividad: Imitar lo que hace Juan Pirulero. “Éste es el juego de Juan Pirulero
y cada quien atiende a su juego”. El docente simula tocar el tambor y luego pide
que todos le imiten. Después, un niño hace como que toca otro instrumento
musical y, cada vez que le toca el turno a alguien, todos imitan su acción y cantan:
“Éste es el juego de Juan Pirulero y cada quien atiende a su juego”.

Aquí el profesor debe asegurarse que el niño con baja visión vea el movimiento
por imitar. En caso necesario, indicarle a su compañero cercano que le diga de
qué movimiento se trata.

 Material didáctico: caja de cartón, palos o varas.

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Actividades para el ámbito psicosocial

El ámbito psicosocial del niño comprende las relaciones que establece con la
familia, la escuela y la comunidad, en convivencia con sus padres, hermanos,
instructor, compañeros y amigos.
1. Círculo de conversación

 Objetivo: Que el alumno exprese sus sentimientos y emociones de acuerdo


con el contexto.

 Actividades: sentados en círculo, conversar con los alumnos acerca de lo


acontecido en el día o el fin de semana. Enfatiza cómo se sintieron ante diversas
situaciones y la manera en que pueden expresar los sentimientos. Por ejemplo,
“la alegría se manifiesta a través de la risa o sonrisa”, etc.

En ocasiones el alumno con baja visión no puede expresar sus


sentimientos mediante gestos, puesto que no los puede imitar. En
este caso, hay que ayudarle a imitar los gestos de sus compañeros;
entonces se puede indicarle a un compañero que se acerque al
alumno con baja visión para que lo toque o le dé la instrucción del
gesto que debe hacer.

 Material didáctico: expresiones de sus compañeros.

2. Representaciones

 Objetivo: que el alumno participe en representaciones sencillas.

 Actividad: Seleccionar juguetes que representen animales y que sean fáciles


de identificar al tacto. Asegurarse que el niño con baja visión sepa de qué
juguete se trata y que conozca el objeto o animal que represente.

El niño juega a simular situaciones, es decir, juega a la casa o a que va al mercado


o al campo con los animales, etcétera. Algunos niños con baja visión severa
requieren tocar los objetos o verlos muy de cerca para reconocerlos.

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 Material didáctico: Objetos relacionados con las
diversas situaciones por representar. Por ejemplo, un
sombrero para ir al campo, monedas y una bolsa para
comprar, una cobija para simular la cama, etc.

Recomendaciones para la adecuación de actividades

Las actividades descritas son ejemplos para que el docente ajuste las
actividades del preescolar, conforme a las características del alumno con baja
visión: la forma en que ve mejor, el apoyo que requiere para desplazarse, la forma
en que recibe la instrucción, el acceso a los materiales por medio del tacto, las
adecuaciones a los materiales. Además de esto debe:

- Presentarle los objetos a la altura de los ojos y de frente o bien hacia


donde se sabe que mira los objetos.
- Buscar las mejores condiciones de iluminación.
- Ofrecerle objetos que contrasten, es decir, de color muy diferente al
fondo, por ejemplo: negro y blanco, azul y amarillo.
- Reforzar todas las respuestas del niño que indiquen que está
esforzándose o ha localizado el objeto.
- Prestar atención a las respuestas del estudiante con baja visión, durante
las actividades de grupo.
- Registrar las respuestas del alumno en un cuaderno especialmente
dedicado al seguimiento de sus avances.

ESTRATEGIAS EN EL AULA DE APOYO

Debido a la baja visión, algunos alumnos demandan adecuaciones en los materiales


y en la organización del aula de apoyo. A continuación se proponen adecuaciones
sencillas que el docente podrá efectuar con la colaboración de los padres de
familia. Cuando el alumno con baja visión ingresa al aula de apoyo por primera
vez, es necesario acompañarlo en un recorrido por el espacio del aula para que
se oriente y gane confianza.

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• Ubicarlo muy cerca al docente, de forma que se le facilite recibir la información
que proporciones al grupo.
• Analizar qué lugar del salón le favorece, de acuerdo con sus requerimientos de
iluminación (mucha o poca).
• Asegurarse que no se dejen objetos en el piso con los que pueda tropezarse.
• Procurar que no se muevan las áreas dentro del aula e informar al alumno
respecto de cualquier cambio necesario y recorrer el aula junto con él.
• Conservar en orden y señalizados los materiales del aula, para favorecer la
independencia del niño.
• Colocar un listón u objeto pegado en la silla del alumno, para que pueda localizar
su asiento.
• Tomar en cuenta las posibilidades de visión del alumno y enseñarle los lugares
u objetos que podrá tomar como referencia para llegar a la escuela, en caso de
desplazamiento en exteriores.

Recursos y materiales didácticos

Algunos alumnos con baja visión no requieren ninguna adecuación en los


materiales para ver mejor y sólo necesitan mover la cabeza dejando fijo el texto,
acercarse el libro o mayor iluminación, así que se sugiere permitirles colocar el
libro en la posición que más les acomode para su lectura. Las características de
la visión del alumno determinan el tipo de materiales que le resulta más
conveniente.

Materiales y apoyos específicos para niños con baja visión

• Plumones y lápices cuyo grosor o color permiten al alumno identificar la letra.


• Cuadernos con líneas más remarcadas para que el alumno no se pierda en el
renglón.
• Iluminación. Acomodar al alumno en el salón de clases en función de sus
necesidades de iluminación, e incluso utilizar una lámpara de mano que alumbre
su cuaderno. Para reducir la iluminación pueden usarse cachuchas, sombreros o
lentes oscuros.
• Colocar hojas de plástico de diferentes colores encima del libro para resaltar
los contrastes.
• Atriles. Mejoran la postura del alumno durante la lectura y la escritura. En

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caso de no contar con ellos pueden colocarse otros materiales para aproximar el
libro, como cajas para alzar el libro o sillas más bajas para que el alumno se
acerque más al texto.
• Plantillas de escritura. Las láminas de cartón cortadas por los renglones ayudan
a marcar táctilmente el espacio de escritura.
• Ayudas ópticas. Las receta un oftalmólogo. Son diferentes tipos de lupas,
lentes especiales con prismas o telescopios individuales que amplían la imagen
para facilitar la lectura y la escritura.

ORIENTACIONES GENERALES A LOS PADRES

Los padres de familia de los alumnos con baja visión


constituyen el pilar fundamental para la integración del
alumno y su independencia. Es importante comprenderlos
y guiarlos, porque desconocen qué pueden hacer y cómo
ayudar a sus hijos, por esto es conveniente que se reúnan
con los docentes y entre juntos descubran las
capacidades de los niños y la forma cómo pueden
ayudarlos.

Los padres deben estar muy cercanos a sus hijos en particular durante los
primeros tres años de vida cuando el infante construye su conocimiento del
mundo. Durante la etapa educativa, deben permitir la integración plena de su
hijo en la escuela y en las actividades del hogar, pues las actitudes de
sobreprotección suelen limitar el funcionamiento en el ambiente familiar, escolar
y comunitario. Se recomienda involucrarlos en la inclusión educativa de su hijo,
por ejemplo, realizando el material didáctico que éste va a necesitar dentro del
aula.

UNA FORMA DIFERENTE DE VER EL MUNDO

Ser persona con baja visión es otra forma de ser distinto, en este caso, por un
accidente de la existencia humana; y esta distinción está determinada por la
funcionalidad en el entorno y la misma apariencia física. El ser una persona con
limitación visual no lo hace distinto en términos de desempeño cognitivo o
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emocional, a menos que existan trastornos asociados, pero sí se es diferente en
cuanto a la manera cómo se aborda el mundo en sus múltiples facetas. Y ser
distinto, en nuestro medio, también suele determinarse como “raro”, generando
curiosidad, clasificaciones y exclusión. La familia de la persona con limitación
visual, debe ser el núcleo primordial donde se acepte tal diferencia, por encima
del dolor o el miedo que ésta represente. Este es un pre-requisito básico sin el
cual la identificación del limitado visual como tal, va a encontrar grandes
barreras.

Seguramente su hijo se puede cuestionar diciéndose:


“Soy ciego”, “no veo bien”, “soy distinto”, “tengo que
hacer las cosas de manera diferente a los demás”, “puedo
triunfar”, planteamientos que deben estar presentes en
los niños o niñas desde la más temprana edad. Estas
definiciones y argumentos existenciales se irán
asimilando, con el tiempo, de una forma cada vez más
emotiva-racional y cada época de la vida traerá sus revisiones y
replanteamientos propios; la manera como se hayan abordado, inicialmente,
facilitará, o dificultará la resolución de conflictos; para hacer más fácil su
aceptación usted debe:

• Hablar con su hijo sobre lo que significa ser una persona con baja visión, pero
para esto debe existir un adecuado control de sus sentimientos como padre o
madre y un análisis preciso de lo que para usted significa dicha condición. Si
usted percibe la limitación visual como una catástrofe que imposibilita asumir la
vida con decoro y perspectivas de felicidad, su hijo aprenderá a asumirla como
tal.

Si por el contrario usted se esfuerza por desarrollar actividades positivas ante


las situaciones más conflictivas, él también incorporará una manera diferente de
ver y ejercer la vida. Ayude a que se perciba en una realidad concreta con las
posibilidades y limitantes, con proyección futura que no estén cargadas de falsas
expectativas.

• Enseñe a su hijo a valorar lo singular de su situación, en términos que no


minimicen aquellas cosas difíciles que implica ser limitado visual, pero que

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tampoco obnubile el reconocimiento de su capacidad individual. Enséñelo a
quererse tal y como es, pero recuerde que el primer paso para ese aprendizaje
es que usted esté convencido de que su hijo es merecedor de amor y que este
gran sentimiento debe liberarse de prejuicios, sentimientos de lástima y
actitudes erróneas de sobre-protección.
• Reitere a su hijo la posibilidad de encontrar ventajas en las situaciones más
adversas y, por el contrario, motívelo a vivir su circunstancia de limitado visual
de manera más benéfica, sin que esto implique pisotear los derechos de los
demás; no se trata de ser atendido de primero en una fila donde ocupa uno de
los últimos puestos, ni de llegar tarde a clases, ni evadir responsabilidades con
el argumento de ser ciego. Es, simplemente, aplicar estrategias para convertir
situaciones tensas en momentos agradables.

• Incentive a su hijo a experimentar la magia de vivir, llevándolo a descubrir la


diversidad que nos rodea. Él necesitará que usted le explique de una manera
enriquecedora, los conceptos que conforman el universo: el concepto de mesa es
único pero su representación material es variable, diversa y genuina en cada caso.
Promueva, a su vez, su capacidad de asombro ante las diferencias de la
naturaleza y por ende las del mismo ser humano, según sus características
físicas y mentales, de condición social, de credo religioso, etc. Pregone el deber
humano de tolerar y aceptar al otro. Enséñele a respetar lo singular de cada
persona, aún por encima de la valoración que reciba del otro.

Llévelo a cuestionar el concepto de “normalidad” al cual se enfrentará


constantemente, ya que puede generar en él sentimientos de frustración por el
rechazo social que involucra. Para ello, su hijo debe contar, como fundamento,
con un sano autoconcepto que le permita apartarse del encasillamiento
conceptual por la sub-valoración de otros.

¿Qué es, acaso, “lo normal”? ¿Cuál es la manera “normal” de caminar? ¿Es, por
ejemplo, usando un bastón, como otra forma de avanzar por un camino sorteando
los obstáculos? ¿No han existido diversos tipos de escritura según la historia y
las necesidades de los grupos humanos? ¿Cuántas maneras existen de coger una
cuchara, o de partir un trozo de carne? Cada cual debe encontrar su propio
modo de hacerlo.

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• Es su hijo, pero no existe una pertenencia absoluta y usted no puede moldearle
la vida a su acomodo. Permítale hacer sus propias elecciones de acuerdo con sus
características individuales. No pretenda verlo como su proyección, como la
imagen idealizada de aquello que usted no pudo ser. Usted tuvo su oportunidad y
él tiene ahora la suya. No pretenda ajustarlo a su modo de pensar y de sentir, ni
a los convencionalismos rígidos de la familia. Respete su diferencia, su
singularidad.

• No pretenda que su hijo responda a una imagen preconcebida y estándar de las


personas con limitación visual. No existen dos ciegos iguales así compartan
muchas características grupales, así como una persona con baja visión diferirá
de una con ceguera total. Recuerde que la formación de la personalidad depende
de un proceso de desarrollo psicológico en el cual son determinantes las
experiencias únicas que cada cual percibe e interpreta en su vida. El pertenecer
a un grupo con características similares, no los uniforma necesariamente. El valor
de lo singular prevalece sobre lo colectivo.

• Recuerde que el sentirse diferente se refiere a dos cuestiones de valoración


fundamentales: sub-valoración y supra-valoración personal. Aquí se hace énfasis
en la primera, porque suele ser la caracterización más frecuente en personas
con algún tipo de limitación visual y que no han contado con herramientas
eficaces para enfrentar la hostilidad de un mundo que no tolera y no acepta todo
aquello que es diferente, pero en realidad podemos encontrar personas con
limitación visual que se polarizan en el extremo de la hiperimagen, la autoestima
excesivamente elevada.

El origen de tal comportamiento puede explicarse de múltiples maneras que no


son fáciles de resumir con dos o tres párrafos y que ameritan estudios en el
campo de la psicología. Pero podemos intuir la carencia de marcos de referencia
sensoriales que influyen en lo emotivo y en la cognición.

Al asumir un estilo de superioridad se puede entrar en el juego del prejuicio que


siempre tiene doble vía: el vidente me rechaza y yo, con baja visión, segrego al
vidente. Necesito entonces reafirmar un status mayor que puede verse
reforzado por el éxito en las actividades académicas y laborales.

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Este es un aspecto más complejo, pero usted, como padre de familia, debe estar
atento a descubrir este tipo de distorsiones del comportamiento que son tan
importantes como las de sub-valoración y que dificultan enormemente la
competencia como seres sociales de las personas con limitación visual.

El afán de éxito, puede abarcar, y de hecho así suele ocurrir, al mundo escolar.
Alrededor de un niño con limitación visual, se pueden generar escasas o muchas
expectativas en cuanto a su desempeño académico y escolar dependiendo de la
percepción que sobre él se tenga. Existen padres de familia que presionan al niño
o joven por un comportamiento excelente, sin salidas en falso, olvidando que
antes que cualquier circunstancia es un niño, un ser humano con su propia
dinámica.

Otros, en cambio, llevados por sentimientos de lástima o de culpa, no se atreven


a exigir los mínimos requerimientos de disciplina y existen otros padres cuya
actitud es ambivalente: unas veces exigen y en otras pasan por alto el desacato,
la desobediencia, la indisciplina.

Con el niño limitado visual se hace necesario establecer límites, normas, marcos
de referencia desde la más temprana edad. Es importante convenir o clarificar
espacios de ejecución en las diversas actividades.

Un punto importante en lo referente a la disciplina, es la necesidad de llevar al


niño a comprender que el hecho de vivir con determinada limitación, no lo ubica
como una excepción en el cumplimiento de las normas del hogar, del colegio y de
la comunidad en general. Los
componentes morales (que
denominan como conducta) y
culturales disponen de un lapso de
tiempo más amplio que demandan
procesos de identificación más
complejos, pero en las que
obviamente, también influirán de
manera decisiva los aprendizajes
previos transmitidos por la familia.

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Pero esa normatividad de mínima convivencia social es contundente en su
realización y garantiza el sobrevivir como ser social, de manera más armónica
con los otros. Un niño con baja visión no puede faltar a clase, no puede dejar de
presentar sus deberes a tiempo o trabajar solo cuando se exige el trabajo
grupal, con el argumento de su limitación y mucho menos si cuenta con los
recursos necesarios para la ejecución de esas y otras tareas.

La vida escolar es un ambiente de formación, revisión y afianzamiento o


eliminación de valores y actitudes, es un espacio de contrastes humanos donde
se mezclan la intolerancia y la aceptación, el amor y la hostilidad, expresados
por los comportamientos propios de cada edad, de cada etapa de la vida. Así que,
aunque a usted como padre de un niño con baja visión, le angustie la idea de cómo
su hijo deberá enfrentar ese mundo en particular, piense que de ese espacio vital
se debe aprovechar cada circunstancia, para el crecimiento personal y para la
auto-realización.

No es una tarea fácil, pero del fortalecimiento emocional que los caracterice a
ustedes y a su hijo dependerá, en buena medida, el logro de aquellas metas
propuestas. En la vida escolar, su hijo seguramente encontrará que muchas de
las aproximaciones de los otros (compañeros o profesores), se originarán en una
curiosidad por su limitación sensorial. Una actitud de mayor comprensión, menos
prevenida, llevará a su hijo a manejar este tipo de situaciones y a cambiar las
actitudes de los demás.

Las explicaciones que su hijo brinde con naturalidad sobre los cuestionamientos
que se le hagan, contribuirán a que ellos vayan tomando las cosas de manera
también natural. Pero si en cada pregunta
o actitud se presiente una amenaza, su
hijo creará una coraza con el silencio, la
agresividad o la evasión, lo cual puede
llevarlo al retraimiento.

No debemos olvidar, de todas maneras,


que la escuela resulta en ocasiones un
espacio agresivo donde se rotula a los
niños y jóvenes con etiquetas que

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aniquilan o ponen en duda su potencial como seres íntegros. Allí también, por obra
y gracia del desconocimiento, se discrimina y se segrega al individuo que es
diferente. El padre de familia debe promover la integración de su hijo en el
medio escolar, basada en el respeto por su diferencia y procurar que éste,
fundamentado en su amor propio, encuentre caminos para superar la situación.
El mundo académico de su hijo demandará un gran apoyo de su parte.

El aprendizaje del Braille y del Abaco, la orientación y movilidad como dispositivo


básico para alcanzar mejores niveles de independencia, la relación con los
profesionales de servicios de apoyo, generará en su hijo actitudes particulares
en las cuales la motivación jugará su papel preponderante y se involucrarán
componentes cognitivos y emocionales.

Lo más probable es que usted tenga que aprender el sistema de lectoescritura


Braille, acompañarlo en muchos desplazamientos, o ayudarlo en la elaboración de
material didáctico. Este acompañamiento en el proceso, fortalecerá
emocionalmente la relación entre ustedes y hará que entre juntos alcancen las
metas que se han propuesto.

Liney Quiroga Jerez


Mónica Lizeth Ruiz Beltrán Unillanos, Pedagogía Infantil
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