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1
Cervio, Camila
Ataques de pánico o Instrucciones para sobrevivir al
desamor / Camila Cervio. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de
Buenos Aires : 13 mil pájaros ediciones, 2017.
124 p. ; 20 x 14 cm.
ISBN 978-987-42-5130-5
1. Poesía. I. Título.
CDD A861
13 mil Pájaros
ediciones
3x13mil@gmail.com
13milpajaros.blogspot.com.ar
2
Camila Cervio
ATAQUES DE PÁNICO
ISBN: 978-987-42-5130-5
13 mil pájaros ediciones, 2017
1ra edición: agosto de 2017, Buenos Aires, Argentina.
a mi abuela,
a mi mamá,
(Ioshua)
(Tomás Litta)
prólogo
El otro día me di cuenta, con un poco de horror y otro poco de extrañeza, de que
Camila Cervio es una de las pocas escritoras estrictamente contemporáneas que conozco.
Este dato, que parece hablar más de mi condición antisocial que de Camila, en el fondo
lleva una pregunta implícita: ¿Cómo escribe hoy alguien de mi edad? Lo primero que uno
ve de Camila, si la sigue en redes sociales, es que ella escribe incluso cuando no escribe.
Para ser más claro: la poesía se resignifica, cobra otro sentido si vemos cómo Camila “se
muestra al mundo”. Una vez le dije, al pasar, que si me tocara escribir un prólogo de una
obra suya diría que es una mezcla entre Sabato y Silvina Ocampo. Ese momento llegó, así
que lo digo, aunque sea para cumplir: en Camila hay una mezcla entre Sabato y Silvina
Ocampo. La figura oscura del derrotado por un lado y cierta pose fashion por el otro son
la estética externa, la imagen hacia afuera, que uno ve en la figura que construye Camila.
Aunque, pensándolo mejor, Sabato tendría que ser reemplazado por Pizarnik. Si Pizarnik
hubiera vivido en el siglo XXI y tuviera redes sociales, tendría una imagen similar a la de
Camila. Lo cierto es que Camila es fanática a muerte de Pizarnik, así que queda mejor
los poemas de Camila encontramos que la presencia física tiene una importancia
material: “Y yo estoy acá/ atada a tu ausencia”, “No hay espacio de mi cuerpo que no esté
habitado por tu ausencia”, por mencionar unos pocos ejemplos. El aire también tiene
corporal, son el motor de los poemas de Camila, al punto de que podríamos pensar que
este libro es, en realidad, la historia de dos cuerpos. Dos cuerpos que se cogen, que se
odian, que se rechazan, que se buscan, pero al fin y al cabo dos cuerpos. Son poemas
personales pero a la vez profundamente impersonales: esos dos cuerpos pueden ser los
nuestros.
Una vez me inquieté cuando Camila me dijo que escribía poemas todo el tiempo,
que se entusiasmaba y escribía al costado de una hoja, en algún margen, porque el poema
se le aparecía y no podía hacer otra cosa que materializarlo. Me pareció una imagen muy
Tanto dentro como fuera del poema, Camila busca –y es buscada por– lo físico, y da
cuenta de esa experiencia. Es una buena noticia, significa que este no es, ni por lejos, su
pablo nardi
mentí
No hay instructivo. Pero sí un aviso: tenés que saber que su portazo no es tu
muerte. Te dejó, te dijo que ya no te quiere (o que nunca lo hizo), entendiste que
encuentra calor en otros brazos, que se enreda en otras sábanas, que gime sobre otros
cuerpos. Ahora es el llanto lo que te duerme y no sus manos acariciándote el pelo. Ahora
nombre, y ese vacío en el pecho se llena de angustia. No ves ninguna salida posible que
no sea quedarte en la cama, esperar que el tiempo (ese que te dijeron que iba a curarte de
su ausencia) pase, y que al pasar, te lleve con él, para sentir que alguien, aunque sea la
muerte, te agarra de la mano. Pensás que te vas a morir. No, no lo pensás. Lo sentís. Lo
sentís cuando ves sus fotos: sigue viviendo sin vos, a ella también la agarra de la cintura,
y le debe decir las mismas cosas. Te acordás de cada palabra. ¿Le habrá contado que
cuerpo se afloja. Mirás tus piernas y jurás que podés verlo entre ellas. Cada vez te cuesta
más respirar. Jurás que todavía te quedó el sabor del desinterés en tu boca. Vuelven las
puntadas en el pecho. Jurás que todavía sus dientes muerden tu oreja. Cerrás los ojos
como si así fuera a dolerte menos. Estás segura: la muerte te habita, pero es tan cobarde,
que ni siquiera puede dar el golpe final. Se lo pedís, se lo rogás, pero ni la muerte quiere
Sin ningún instructivo. Sin ningún consejo que no sea respetar el dolor para que
después, cuando se vaya, no vuelva. Sin que ni siquiera puedas darte cuenta, un día vas a
pensarlo menos. Un día vas a estar sentada en un bar tomando cerveza, riéndote otra vez.
Un día vas a despertarte sin los ojos hinchados. Un día el pecho va a dolerte menos, y el
vacío, va a llenarse de vos. No hay una fórmula para sobrevivir al desamor, como tampoco
hay una para el amor, pero puedo decirte que cuando llegue ese día vas a mirarte al
espejo y darte cuenta de que aprendiste a ser la rosa, y a no morir desangrada por
ninguna espina. Porque el desamor no es otra cosa que vivir en un constante ataque de
pánico.
camila cervio
¿quién dice que antes de la muerte
y aprendérmelos de memoria.
yo
puedo tocarte
respirarte
acabarte
todas, todos,
mientras yo
hago de tu cuerpo
un poema.
siempre que me encuentro estás vos
¿a dónde me perdía
¿a dónde me refugiaba
¿a dónde me reconocía
ya no importa
encontrar respuestas
si puedo encontrarme
encima tuyo.
el tesoro
y entonces dibujé una equis en tu pecho
ahogándome en dolor
para después
seguir viviendo
esos mapas
con besosausenciallanto
y les agradezco
pero ya es momento
de llamarlos pasado
(y no pisarlos
no me hace falta
para no perderme
y me agarrás de la mano
justo-donde-se-unen
nuestros dedos.
con vos el amor ya no es ausencia
tenés que saber
no dejo de pensarte,
que no quiera
que no quiera
pero también
deberías saber
de no-me-importa-nada
(y a veces es siempre),
que olvidaron
enamorarse de mí.
el camino es tu cuerpo desnudo
¿a quién le importa
si los caminos
llevan a Roma
voy a confesarte
tu cuello,
justo antes
de ponerme encima
de acabarnos
una
y otra
vez.
lo que sos: un milagro
sos tan
sos tan
sos tan
de ser
mis inseguridades
y de repente sonrío,
y creo en el destino,
en los milagros
decime,
se respira mejor
el aire a mi alrededor.
de repente
y no quisiste transformarte
en todo
te digo
en una nebulosa,
y vos te reís:
estoy segura
que el universo
es lo que siento
cuando se acarician?
es exhalar humo
es reírnos juntos
pensando en vos,
sonrío
deberías saber
que tu piel
de la que nunca
que no sea
quedarte a vivir.
que me besaste,
y terminaste
en el placard,
cada parte
de tu cuerpo
(por favor,
no cambiés la clave
mi alma es un espejo
frágil,
se acerca lo suficiente
mi alma es un espejo
y si intentás romperla
que estabas,
que me besabas,
que me sonreías,
anoche
pero lo mejor
fue despertarme,
que estuvieras,
que me besaras,
que me sonrieras,
anoche
pero prefiero
(y eso es tu mérito,
antes de vos
prefiero
mirarte y
por mi cuerpo,
o peor:
te juro
para no escribirte
para no contarte
que anoche
y no era en tu cama.
te lo juro,
puedo describirte
cómo se siente
es tan desesperante
como saber que podés
entonces
y yo solamente pensaba:
que me quisieras.
escuchaba al médico,
yo intentaba explicarle
pero,
sonaba a despedida?
de tus manos,
me den la alegría
de ser rosas”,
te dije,
pero ya es de día
que no sean
creo
y que tu diversión
fue arrancarme
cualquier cosa
menos el silencio.
no:
esperaba de vos
una sorpresa
que me convenciera
te darás cuenta
qué contradicción:
no se esperan,
segundo,
si mi cuerpo ya lo tenías?
¿no te alcanzaba,
si total ya sabías
muchas veces,
muchas noches,
una respuesta,
hoy la encontré:
tejiendo otra,
y yo estoy acá
atada a tu ausencia
sin parar
de pensarte.
no hay espacio de mi cuerpo que no esté habitado por tu
ausencia
¿te acordás
de las mañanas
con un beso
y hasta me decías
buen día?
¿te acordás
de las tardes
y yo veía
y se transformaba
en la excusa perfecta
¿te acordás
de las noches
de sentirnos tanto
y tu piel, magia
ahora despierto
y me dan media,
miro el atardecer
mientras tu ausencia
se clava en mi piel,
y me dan media.
a la noche
ya casi no siento,
la angustia,
al que llegaste,
antes de conocerte
ya me había convertido
(y estaba cansada
prenderla fuego,
mirarla arder
y transformarse en cenizas.
pediste un deseo,
que a oscuras
te confesé
(y al lado de él,
no quiero culparte,
en lugar de besándote,
en lugar de tu espalda.
lo que ni siquiera
llegaban a ser
castillos de arena.
pero ni siquiera
me estabas mirando.
pero solamente
me tocabas la piel.
sino vivirlas,
y te fuiste,
y dejarte en el papel.
me repito,
si yo sabía
en mis ojos
que me dijo:
si duele, no es amor.
pero yo ya sé
esto es ausencia,
es volver a equivocarme.
sueño #2
el rivotril
me hace dormir
me corté el pelo,
bajé de peso,
si de todos modos
a mí ya me vencieron
tu ausencia, la angustia y
voy a confesarte
yo me rompo sola,
para auto-destruirme.
voy a confesarte
y no hay espacio
que me dabas,
voy a confesarte
y que dijeras:
qué hermosa estás
podría enredarme en él
voy a confesarte
es tu ausencia
hace un mes,
dos cosas:
y que no volviste.
un rato más?
nunca se me ocurrió a mí
es un vicio,
apoyarte en mi lengua,
y no bajar nunca,
y no terminarte nunca.
pero te digo,
es un vicio:
sin embargo:
sin embargo:
(volvía a mi cabeza
apoyada en tu pecho),
siempre me pregunté:
y lo hiciste en silencio,
estrellas en tu cama,
risas,
y la respuesta
fue
sentirme bien
no lo que decimos).
de golpe,
te transformaste
y de golpe,
en pasado.
“a” de amor y de asesino
suave puede ser una caricia
apretar el gatillo
y nunca lo hiciste,
tan cobarde
lentamente
tu silencio,
la distancia
y el miedo.
vos huracán, yo cenizas
estaba tan cansada
de las despedidas,
para decirme:
y a los principios
vamos a romperlos
y te creí,
no quedaron principios,
y sonreí
tampoco deseos,
barriéndome
y yo
seguía sonriendo,
¿cómo se puede
ser
tan
masoquista?
no se puede vivir en el paraíso
me resucitaste en un orgasmo,
en la piel de otro,
¿cuál es el sentido
de buscar un cielo
si ya me negaste
el paraíso de tu cuerpo?
sueño #3
anoche soñé
decías:
ni fuiste la causa
fuiste
el efecto
de mi no-quererme-nunca,
que me tengo
queriéndote.
pedile a tu silencio que deje de hablar
no me preguntés
no me preguntés
se llenó de espinas.
no me preguntés
y haceme el favor
y prefirió esconderse
y soportar
todos
los Sinmí:
sos feliz
sin mí.
yo no quiero que me salven
lo que pasa
es que me vendaron
lo que pasa
intentan curarme
yo no veo la hora
en tu cama
el viento
como tampoco
significa
que me quieras
en la cabeza).
si para que estés bien tengo que estar destruída
si mi noche
era tu día,
si tus besos
despedidas,
en tantos bares,
y no me avisaste
grita mi nombre
y pide paz
alguien
entra a mi vida
en puntas de pie,
me destroza,
y yo solo logro
quebrarlo.
alguien
y es veneno
(yo lo sé
pero igual
lo tomo entero).
alguien
acaricia mi espalda
y me empuja al vacío.
alguien
se saca la máscara
y sonríe,
y yo reconozco tu boca,
tus ojos,
tu placer en mi destrucción.
la culpa es mía
de la que existías
a veces se disfraza
tan
bien
de amor).
la culpa es mía
por creer
cuando en realidad
eras
adiós
a cualquier hora
quizás
mi error
y decirte
adiós
manteniendo la calma
(entonces,
cuando te ibas
tu silencio
empezaba a destruirme).
aunque,
creo,
mi error fue
quería compartir
sábanas.
ellos o vos o yo
dicen
que lo mejor
(¿o soy yo
tu ausencia?)
todo lo que pensaba que eras
te miraba dormir
que me maravillaba
te miraba despertar,
gruñirle a la almohada,
te miraba
te tocaba
te sentía
nos gemíamos
nos besábamos
nos acabábamos
siempre,
y yo siempre
me pregunté:
¿cómo saber
si no estoy soñando?
eras la tormenta
eras la inspiración
en mi cabeza
otra vez,
y la canción
que grita
que ya no estás,
la piel en infinito
el infinito en amor
el amor en éxtasis
el éxtasis en caída
la caída en golpe
el golpe en dolor
el dolor en silencio
el silencio en ausencia
casualmente
(y todos sabemos
en qué se convierte
antes de salir
para siempre
de mi vida
aunque te mire
justo cuando no sé
justo cuando no sé
y maldiga
que seas
tan sensual,
aunque te mire
a arrancarte la ropa,
el camino
va a seguir
ahí
como si mi silencio
como si mi miedo
por favor
ya no me duelas
no te hagas doler.
entonces
y ya no sé
el lugar,
lo transformabas
y hasta el infierno
sentado
de arrancarle la ropa
como un eco
es más puro,
en el cuerpo
en una cama.
ojalá
y que vos
sos el atormentador.
me niego a creer
que la vida
es a lo que le escapo
me niego a creer
se hicieron tormenta,
me agarró la lluvia
sin paraguas.
me niego a creer
que al confesarte
vos
que la muerte
todavía no me alcanza,
que la vida
tan ciegos
ya estoy bien,
ya estoy curada,
ya logré sobrevivir.
si supieran
que tu amor
es de esas muertes
es de esas muertes
que matan
dejándote viva,
y yo me creí noche,
mi miedo no es la oscuridad
sino la luz.
a verme
y te digo
mi miedo
es
este
silencio.
la poesía también me abandona
temblaba
en todo mi cuerpo.
pero es el miedo,
el miedo a no encontrar
nunca más
las palabras
lo que no entienden
es que primero
nunca te tuve
sino de libertad
(y qué paradójico
es sentirse cárcel
al lado de alguien
y segundo,
para destruir
si lo nuestro
era tormenta?
todo el tiempo)
quererte es como ir a la guerra por la paz
te confundí con motivo
con amor
con magia
con infinito
pero, ¿cómo
pude quererte
por flores,
a veces se gana
a veces
es tan cobarde
es su silencio.
el mismo verbo, distintas bocas
te arrancaba la ropa
me rompías el alma
me querías de noche.
ojalá
de que mientras yo
te tomaba entero,
las partes
de mi cuerpo
erizarte la piel).
dejaste de dolerme
cuando entendí:
juntos éramos la noche
y en algún momento
tenía que amanecer.
distancias
ahora que te veo lejos
que me acariciaras
y usaras mi pecho
de almohada.
yo te pedí
que si me querías
y lo demostraras
yo te advertí
y yo me enamoraba
y no hacías.
y te sorprendés
yo te dije,
lo que no sabés
es que tu desinterés
y que fui yo
en un acto de desesperación,
te convirtió en poema.
instrucciones para escapar de tu ausencia
tuve que deshacerme
el nudo de la garganta
y convertirlo en soga,
entonces,
ahorcarme
preferí escalar
y comerme el mundo,
en mi piel,
durante no-sé-cuánto-tiempo.
mientras escalaba
tropiezos
y descubrí
no era otra
que la mía,
y descubrí
que la tuya
ya no estaba,
llegó el momento
de volver a vivir.
encontrate en este poema
¿quién de los dos se confundió?
¿vos
en cualquier momento
o yo
soportando tu desinterés
¿vos
o yo
de verdad,
decime,
¿vos
o yo
olvidando lo que se sentía
besarte
en la inquietud de tu cama
descubriste
en la inquietud de mi cama
descubrí
como vos.
sueño #4
ya no te sueño
y eso
para mí
es volver a vivir.
te pido que no vuelvas
no vuelvas
ya me acostumbré
a decir tu nombre
y no agachar la cabeza,
ya me acostumbré
qué sé de tu vida
y decirles
que ya no soy yo
ya no soy yo
no vuelvas
porque ya entendí
que el amor
por mí.
gracias por tu desinterés
tu olvido hizo
de mí misma.
y con tu desinterés
aprendí:
y el corazón no me pesa,
se te clave en la piel,
sino también
de abrirla
y agradezco tanto
este libro
para ahorcarme
cada noche que no estabas conmigo,
y ya no lo necesito,
y a vos
porque ahora
volví a respirar
y en mis pulmones
y en tu alma
tu silencio
tu ausencia
tu desinterés,
sin saber
pensaste
“empecemos de cero”
(con vos
pero en negativo).
dijiste
que no-te-habías-dado-cuenta,
yo ahora no puedo
sino
que te vi bien
que me di cuenta:
no sos lo que me faltaba,
porque a mi vida
no le hace falta
ningún imbécil.
lo que ya no te tengo
volviste de la peor forma
de la más cobarde
volviste
decime,
y preferís fingir
decime,
¿qué ves en mí
a caer en vos?
amor,
con debilidad),
dejé de hacerlo
y me vi rota de nuevo.
entonces
tan débiles
este poema).
ya no te espero,
yo me exilié de tu cuerpo
y encontré refugio
en estos versos.
mis miedos son míos
bajé la guardia de mis miedos
me diste la espalda
valía la pena
pero ya no:
mis lágrimas
y mi cuerpo.
depende de mí
no de tu voz.
y yo ya no te quiero más.
te lo juro,
anotalo:
porque es no deseo
para repetirme:
y cuando vengas
cuando vengas
ellas
sino eso
Este libro lo seguí escribiendo sola en mi cama mientras juraba que ya no aguantaba más,
Este libro lo terminé de escribir sentada en mi balcón, volviendo a respirar, con el sol
dándome en la cara (y aprendí: lo bueno de haber tocado fondo es que estás más cerca de
volver a la superficie).
Pero sobre todas las cosas, tengo que decir que este libro lo escribí cuando el amor me
hacía sentir que estaba volando, cuando me estrellé contra el suelo y cuando me
reconstruí. Por sobre todas las cosas, quiero decir, este libro lo escribí gracias a las
me reconstruyen leyéndolo.
Esta 1ra edición de 100 ejemplares
fue impreso en El Vacío
Invierno del 2017
Buenos Aires
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