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¡Hola a todos!

Continuamos con el debate de la Unidad dos:

Una de las herramientas más importantes de las finanzas públicas son los impuestos.
En este artículo se explica de manera sencilla para qué sirven los impuestos:
https://www.bbva.com/es/tasas-impuestos-cotizaciones-por-que-y-para-que-debemos-
pagar-tributos/

¿Son necesarios los impuestos? ¿Es preferible que sean elevados o reducidos? ¿Cuál
es vuestra opinión?

Qué son los impuestos?

Son pagos obligatorios que debemos hacer todas las


personas al Estado, en la cantidad y forma que
señalan las leyes.

La ley fundamental de nuestro país es


la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en ella se establecen los derechos y
obligaciones de sus habitantes y de sus
gobernantes. Se trata de la norma jurídica suprema,
y ninguna otra ley o disposición puede contrariarla.
Es en nuestra Constitución Política donde
se establece la obligación de los mexicanos de
contribuir para el gasto público del país, es decir, de
pagar impuestos.

En nuestro país existen diversas contribuciones,


además de los impuestos, como son los
derechos, los aprovechamientos, las aportaciones
de seguridad social. Todas están debidamente
reguladas por una ley especial.

¿Por qué debo pagar impuestos?

Porque los impuestos son uno de los medios


principales por los que el gobierno obtiene ingresos;
tienen gran importancia para la economía de
nuestro país, ya que gracias a ellos se puede invertir
en aspectos prioritarios como la educación, la salud,
la impartición de justicia y la seguridad, el combate
a la pobreza y el impulso de sectores económicos
que son fundamentales para el país.

El no pagar impuestos impide al


gobierno destinar recursos suficientes para
cubrir las necesidades de nuestra sociedad, por lo
que es fundamental que cumplamos con esta
obligación.

Qué son los impuestos y por qué


son necesarios?
Muchas personas tienen dudas con respecto a que son los
impuestos, pero en realidad su definición es simple: Los impuestos
son la forma que tiene el Estado para recabar tributos y obtener la
mayoría de los ingresos públicos.

Muchas personas tienen dudas con respecto a que son los impuestos, pero en realidad su
definición es simple:

Los impuestos son la forma que tiene el Estado para recabar tributos y obtener la mayoría de
los ingresos públicos.

Debemos tener en cuenta que los tributos se dividen en impuestos, tasas y contribuciones
especiales.

De esta manera, el Estado es capaz de tener los recursos suficientes para llevar a cabo
actuaciones como las infraestructuras, administración o, incluso, la prestación de servicios,
entre otros.

Estos tributos o impuestos son pagados por las personas, familias o empresas al Estado, y
ayudan a cubrir las necesidades colectivas de la comunidad, por lo que afectan a toda la
población en general.
En resumen, ¿tienen que bajar o subir los impuestos en España? Algunos, los
impuestos sobre la inversión empresarial (el impuesto de sociedades), los
impuestos sobre el empleo y los salarios de los trabajadores (las cotizaciones
sociales) y sobre el ahorro (los impuestos sobre el patrimonio y sobre los
rendimientos de capital) deben bajar; y otros (las tasas y precios públicos y
algunos impuestos especiales, así como los tipos del IVA sobre algunos
bienes y servicios) deben subir. A nadie se le escapa la dificultad política de
esta tarea. Pero otros países, la mayoría de la UE, la han llevado a cabo. Sería
deseable que en España haya Gobiernos que hagan políticamente posible lo
que es económicamente deseable y necesario antes de que nos lo impongan
las circunstancias.

Ojo muy interesante:

Esto lleva a sugerir que si no hay un tejido productivo privado que


sostenga la economía, la disminución del gato público tendrá un efecto
negativo. Donde no hay fábricas, el consumo está soportado por los
ingresos que la población obtiene de su vinculación con el estado, y si
esa fuente se ve mermada, el resultado será obvio. Igualmente, en una
economía que carece de tejido productivo poco efecto tiene bajar
impuestos, puesto que no hay cómo fortalecer un sector productivo
inexistente. Es como el efecto que tiene un TLC para un país que no
tiene qué exportar. O como dice la canción, si hubiera azúcar le hacía
tinto pero como hago si no hay café.
De manera tal que el asunto es complejo. Nada es blanco o negro, y la
decisión correcta dependerá de la composición de cada economía.
En el tiempo que lleva la reforma
tributaria, ¿qué conclusiones se
pueden sacar?
Además de lo anterior, si bien es cierto que en muchos casos
los impuestos terminan revirtiéndose a los productores, el
incremento del IVA, sobre todo en los bienes de consumo
masivo, afectó directamente el costo de vida, pero no solo por
la adquisición de bienes, también porque algunos servicios
pasaron a estar gravados con el impuesto al consumo,
aspecto que trajo incrementos en los precios para el
consumidor, generando efectos inmediatos. Todo esto trajo
como consecuencia la restricción en el consumo de algunos
productos.

Los empresarios piden una mayor


reducción de impuestos, ¿qué opina
al respecto?
Los tributos son la mayor fuente de ingreso de un país, es su
forma de financiarse. Cuando las circunstancias del país son
estables, en todo sentido, la prioridad podría ser, entre otras,
impulsar la industria a través de medidas de este tipo; es decir,
implementando unas cargas tributarias cómodas, pero en un
momento histórico como el que estamos viviendo en nuestro
país, son muchos los frentes que se deben atender y a
todos (industriales, empleados, independientes etc.) nos
corresponde soportar una carga tributaria alta.
¿Mayor competitividad es sinónimo
de disminuir impuestos para los
empresarios?
En realidad, esto no es del todo cierto. Si bien existen niveles
de impuestos que pueden ser tan altos que estén en detrimento
de la actividad económica, la realidad es que en la larga
historia económica de los países es muy raro encontrar
casos de países que se desarrollen sin contar con un
Estado que tenga los recursos suficientes para invertir en
bienes y servicios públicos, infraestructura y demás
necesidades. No hay ningún estudio que demuestre una
relación negativa entre impuestos y crecimiento.

¿Y las personas naturales en dónde


quedan? ¿Cómo afectan los
impuestos sus bolsillos?
“La reforma tributaria frenó el gasto, los colombianos
se comportaron de manera cautelosa y esto generó
una disminución significativa en las ventas de
productos y en el consumo, impactando el comercio”
Efectivamente, el impacto de la reforma se ha hecho sentir,
especialmente en los hogares. La reforma tributaria frenó el
gasto, los colombianos se comportaron de manera cautelosa y
esto generó una disminución significativa en las ventas de
productos y en el consumo, impactando el comercio. Esta
reforma tributaria le apostó a los impuestos indirectos, que
afectan principalmente la demanda, por eso era de
esperarse que el aumento de tres puntos porcentuales en
el IVA afectara directamente a los hogares.
¿Qué otra estrategia se puede realizar
para que el recaudo se eleve?
Más allá de aumentar los impuestos constantemente, lo
que debe mejorar son los mecanismos de recaudo de los
ya existentes, mejorar los mecanismos en contra de la
evasión. Si los esfuerzos se dirigieran en ese sentido, los
ingresos por concepto de tributos aumentarían de manera
considerable sin necesidad de implementar reformas
constantes, las cuales se caracterizan simplemente por
aumentar las cargas.

¿A nivel fiscal qué se debe hacer para


que el país esté en línea con los
países de la OCDE?
Desde que se creó esta organización su misión ha sido ayudar
a los gobiernos a alcanzar el crecimiento económico sostenible
de sus economías y su fuerza laboral, y aumentar el nivel de
vida de los habitantes, manteniendo al mismo tiempo la
estabilidad financiera contribuyendo así al desarrollo de la
economía mundial.
Colombia debe implementar cambios y alinearse a sus políticas
en manejo ambiental, químicos, gobierno corporativo de
empresas públicas, comercio, asuntos fiscales, empleo,
seguridad social, mercados financieros, desarrollo territorial,
educación, salud y agricultura, entre otros.

A nivel fiscal, en particular, el sistema financiero debe ser


transparente, debe asegurarse de que no haya secreto
bancario y tener un número de estándares. Esos
requerimientos ya han sido cumplidos completamente,
Colombia es miembro activo del Foro Global sobre
Transparencia e Intercambio de Información con objetivos
fiscales, fundado desde el 2009 para monitorear la
implementación correcta de los estándares de información. Esto
le asegura el acceso a tratados de información con otras
naciones.
Se necesitarán leyes, decretos, resoluciones, según sea el
caso, para alcanzar el objetivo de entrar a esta organización,
conformada hasta el momento por 34 naciones. Colombia,
Lituania y Rusia son los próximos candidatos por ingresar.

¿En qué se deberá enfocar el próximo


gobierno para que el recaudo fiscal
cumpla las metas?
Lo primero que debe quedar claro es que necesariamente se
avecina una nueva reforma tributaria, pues el gasto del
Estado ha subido muchísimo y el presupuesto debe ser
sostenible y esto solo se logra aumentando los ingresos a
través de los impuestos. El faltante que genera la renta
petrolera es otro factor determinante para confirmar dicha
necesidad.
Las posibilidades de que rebajen impuestos en esta nueva
y necesaria reforma no son muy viables. Al contrario, sin
duda renacerá el impuesto a la riqueza, así le den otra
denominación, como impuesto a la paz o al posconflicto.
Finalmente, esa reforma debe concentrarse de manera
contundente en mejorar los mecanismos de recaudo para
tratar de tapar el hueco fiscal que afrontamos.

¿Subir los impuestos sube la recaudación o la baja?


¿Bajar los impuestos baja la recaudación o la sube?
La respuesta a estas preguntas, al menos en la teoría, debería ser:
“depende”.
Depende del lugar en la CURVA DE LAFFER en que nos
encontremos.
En todo caso lo que debe quedar absolutamente claro es que aquella
idea de aumentar sistemáticamente los impuestos, de que “pague más
el que tiene más” (que, por cierto, ya es así; no necesito copiar aquí
las tasas “nórdicas” de IRPF que tiene nuestro país, con un máximo de
un 36%) –que tanto “vende”-, tiene límite.
No es posible aumentar siempre los impuestos.
Al menos no es posible hacerlo y obtener siempre más recaudación.
Al fin y al cabo el problema sigue siendo el mismo: los impuestos no
importan tanto sino que lo realmente es relevante es lo que se hace
con ellos: el gasto.
Vamos a suponer que en la próxima campaña electoral que se nos
avecina se hablará mucho de ello (de Impuestos y de Gasto Público).

La tesis consiste en que esa rebaja fiscal insuflaría dinamismo económico


induciendo a una mayor recaudación, pues al cabo la fiscalidad inhibe el
crecimiento. La historia lo discute. En los 30 años gloriosos, de 1947 a
1973, la economía de EE UU creció a un ritmo anual del 4%, pese a que el
tipo marginal en el impuesto sobre la renta osciló entre el 75% y el 90%,
muy por encima de las medidas de François Hollande. Y la máquina
económica no se gripó por eso.

Urge una reforma fiscal integral: que todos paguen y paguen


menos los que pagan su parte y aún más
Desde el zapaterismo, algunos como el exjefe de su oficina económica
David Taguas, vienen a compartir parte del planteamiento. Y su antecesor y
exministro de Industria Miguel Sebastián reverdece aquel lema de que
“subir impuestos es de izquierdas” —al menos el impuesto sobre la renta—
para salir de la recesión. Desde el rubalcabismo, Valeriano Gómez le
recrimina que también lo propugnaba para tiempo de bonanza (la polémica,
en www.eldiario.es/zonacritica)

Bienvenida la discusión sobre los ingresos, que debe completar la


monotemática persecución de los gastos. En realidad, en España hay
margen para aumentar los ingresos porque la presión fiscal es ocho puntos
inferior la media europea, mientras el gasto público, solo cuatro puntos.

Pero que haya mucho margen virtual antes de igualarnos a los socios, no
significa que deba recorrerse enteramente ahora. Sobre todo, no implica
que deba agotarse con nuevas subidas generalizadas cuando urge
recuperar el consumo y la demanda agregada. Las medidas a tomar
debieran ser muy selectivas, guiadas tanto por el criterio de su eficacia
recaudatoria como por el de su equidad. La primera, que paguen los que no
pagan, perseguir el fraude fiscal, que alcanzaría en España unos 70.000
millones de euros, casi el doble de la factura de intereses de la deuda
pública, cercana a 39.000 millones.

Cada vez son más las voces, empezando por el Comité Económico y
Social, que postulan una reforma global, de conjunto y profunda, de todo el
sistema impositivo español, implantado pieza a pieza desde la Transición.
Algunos impuestos son sombras de sí mismos. El de sociedades es un
coladero de exenciones y deducciones implantadas a la medida de la fuerza
negociadora del lobby que las reclamase, ergo perjudica a las pymes.

CONCLUSIONES:
*una rebaja en las tasas llevaría, sin duda, a un aumento de la recaudación.
*No es posible aumentar siempre los impuestos, menos no es posible hacerlo y
obtener siempre más recaudación.

* No hay ningún estudio que demuestre una relación negativa


entre impuestos y crecimiento.
Webgrafía:
https://www.ieemadrid.es/2018/12/04/deben-bajar-o-subir-los-impuestos-
en-espana/
https://www.larepublica.co/economia/disminuir-los-impuestos-a-las-
empresas-podria-aumentar-el-pib-en-06-2783557
https://www.gerencie.com/bajar-impuestos-o-disminuir-el-gasto-
publico.html
https://www.bbva.com/es/tasas-impuestos-cotizaciones-por-que-y-para-que-debemos-
pagar-tributos/

http://campusiep.com/recursos/extra/recursos_aula/cua_index.html

https://elpais.com/economia/2013/05/15/actualidad/1368645623_840885.html

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