Argumentos ateos y teístas llevan cientos de años en una controversia que

no parece tener fin. Desde grandes filósofos y simples pastores cristianos

han tratado de una o de otra manera en un plano lógico y filosófico
sustentar la idea de la existencia de un ser divino, de un creador, de un
rector de la vida, de un rector del universo en general; lo curioso del asunto
es que, si miramos cada una de las concepciones que se han hecho de un
Dios (hablo por supuesto del monoteísmo)*, estas difieren de una cultura a
otra y, aun dentro de las mismas religiones, también cambian estos
conceptos.

Por su parte, las posiciones ateas no se han hecho esperar y a medida que,
se iban ganando libertades políticas y religiosas comienzan a surgir sus
representantes, los cuales podían presentar sus tesis sin ser condenados por
herejes. Sus fundamentos se basan en la ciencia y la razón; pero, aun, el
ateísmo no se salva de sus propias divisiones, a pesar que su objeto es la
negación de cualquier deidad, o la negación del creacionismo en sus
múltiples manifestaciones existen diversos enfoques en lo que se refiere a
esa negación.

La idea del presente escrito, más que realizar una historia de las diversas
controversias que se han tenido por siglos entre el ateísmo y el teísmo, es
presentar los postulados de algunos de los actuales tratadistas y teólogos y,
tratar con cierta minuciosidad sus tesis con el fin de dejar mis opiniones
fundamentadas frente a las mismas.

Uno de los más reconocidos en la actualidad como ideólogo, teólogo y

filosofo de las tesis demostrativas de la existencia de un Dios, es el
apologista cristiano de la universidad de Oxford Richard Swinburne. Tres
de sus principales obras han sido traducidas al español: La existencia de
Dios (San esteban editorial , 2011); Fe y razón ( San esteban editorial 2012)
y recientemente su obra "Coherencia del teísmo" (2019). Es decir, en esta
triada se encuentra todo el fundamento apolologetico en favor de una
demostración, que pretende ser lógica y filosófica, de la existencia de un
"Dios".
Su argumentación acumulativa en favor de la existencia de Dios, se basa en
tres ejes temáticos:

1. A partir del hecho de que el universo se rige por leyes científicas simples

2. A partir de las leyes que conducen a la evolución de los seres humanos

3. A partir de la posesión de conciencia de los seres humanos

Como se puede ver sus tesis parten de los rasgos más generales del mundo,
del orden del universo (por supuesto, estas tesis, así concebidas, no son las
primeras; desde siglos atrás otros intentaron la misma argumentación, pero,
como ya dijimos, se trata de considerar la contemporaneidad de esas tesis-
teología natural-)

Considera Swinburne que- todas las religiones teístas necesitan de la

teología natural- "no tiene sentido la adoración de un creador que no existe,
ni pedirle que haga algo en la tierra o que nos lleve al cielo si no existe, ni
el tratar de vivir nuestras vidas de acuerdo con su voluntad si no tiene
voluntad. Si alguien esta tratando de ser racional en su práctica de la
religión cristiana (o islámica o judía), tiene que creer (hasta cierto punto) en
formulaciones doctrinales que sirven de sustento a la práctica" (R
Swinburne, conferencia sobre la "argumentación acumulativa a favor de la
existencia de Dios", Univ. de los Andes, octubre 2010).

1. El universo se rige por leyes científicas simples:

- Pero el mejor modo de entender la argumentación desde alguna de las

características mas generales del universo hacia la existencia de Dios es
verlo no como una deducción, sino como un argumento inductivo- uno en
el que las premisas hacen que la conclusión sea hasta algún punto probable,
pero no segura (pero todo lo que un argumento deductivo puede hacer es
llegar en su conclusión a aquello en lo que uno ya se ha comprometido en
las premisas) Todos los argumentos que parten desde evidencias para llegar
a teorías, tanto en la ciencia como en la historia, son inductivos).