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Asignatura de Inmunología

IV Ciclo de Estudios Semestre Académico 2019-II

SISTEMA INMUNE,
ORGANIZACIÓN E HISTORIA

Integrantes:

Mejia Delgado Elizabeth Esther


Salazar Huamán Luz Mireya
Sarmiento Yaipen Alisson Fiorella
Sánchez Najar Rosy Danielle
Jara Chafloque Itza Lucero

Horario:

10:15 – 11:45 a.m

Docente:

Dr. Chavez Burgos Carlos

Chiclayo – Perú

2018
INTRODUCCIÓN
El Sistema inmune está conformado por una serie de órganos, tejidos y
células esparcido de manera amplia por todo el cuerpo. Desde el punto
de vista de sus características estructurales podemos encontrar órganos
macizos como el timo, el bazo y los ganglios linfáticos y estructuras
tubulares como los vasos linfáticos que se encuentra intercomunicando
algunos de los órganos mencionados anteriormente. Si se toma en
cuenta las funciones que realizan, entonces se pueden clasificar dichos
órganos en primarios y secundarios. En los primeros tienen lugar la
generación de las células que conforman al sistema inmune
(linfopoyesis) y además existe un microambiente idóneo de modo que
los linfocitos adquieren su repertorio de receptores específicos para
cada tipo de antígeno. Mientras que los segundos se encargan de
hospedar las células capacitadas funcionalmente para interactuar con
microorganismo o antígeno, atrapados por estos órganos, en un entorno
adecuado para que las mismas interactúen con dichos agentes extraños
al organismo y los eliminen.
Como ya habíamos dicho anteriormente, estos órganos están
interconectados por vasos sanguíneos y vasos linfáticos, de forma tal
que se constituye un sistema unitario, entrelazado y bien comunicado.
Estos vasos transportan las células del sistema inmune, de las cuales el
actor principal es el linfocito.
MARCO TEÓRICO

1. Historia y generalidades de la inmunología


La palabra inmunología deriva del latín immunitas, que era un término con el que se
denominaba a quienes estaban "protegidos" de pagar impuestos. Dicha palabra sigue
vigente en términos sociales y es aplicada, por ejemplo, a los embajadores, que están
exentos de someterse a las leyes que rigen sobre el resto de los ciudadanos (inmunidad
diplomática) o a los legisladores, que no pueden ser juzgados tan fácilmente al
detentar fueros, también llamados "inmunidad".
En medicina se define como inmunología a la ciencia que estudia todos los
mecanismos fisiológicos de defensa de la integridad biológica de un organismo. A su
vez, estos sistemas de defensa se dividen en dos grandes grupos: la inmunidad innata,
que defiende al organismo rápidamente y de forma inespecífica, y la inmunidad
adaptativa, que es específica contra los agentes agresores y actúa de forma mediata.
Como tantas otras ciencias, la Inmunología presenta un prolongado período pre-
científico, de observaciones y aproximaciones meramente empíricas. La resistencia a
ulteriores ataques de una enfermedad infecciosa fue ya recogida en escritos de la
antigüedad; el historiador griego Tucídides (464-404 a.C.) narra que en una epidemia
acaecida durante la guerra del Peloponeso, los enfermos eran atendidos solo por
aquellos que habían sobrevivido previamente a la enfermedad, en la seguridad de que
éstos no volverían a ser contagiados.
Igualmente, en la antigua China se había observado que las personas que en su niñez
habían padecido la viruela no la adquirían más adelante en su vida. Los mismos
chinos, en el siglo XI a. C., fueron los primeros en intentar una aplicación de estas
observaciones que indicaban la inducción de un estado protector por medio de una
forma suave de la enfermedad: la inhalación de polvo de escaras de viruela provocaba
un ataque suave que confería resistencia ante infecciones posteriores. Una
modificación\n fue introducida en Occidente en el siglo XVIII por Pylarini y Timoni,
y fue popularizada en Gran Bretaña por Lady Mary Wortley Montagu, esposa del
embajador inglés en Constantinopla, tras una serie inicial de pruebas sobre
"voluntarios" (prisioneros). Sin embargo, este tipo de prácticas no llegaron a arraigar
ampliamente, ya que no estaban exentas de riesgos, entre los cuales figuraba la
posibilidad de transmisión de otras enfermedades.
El primer acercamiento a la inmunización con criterios racionales fue realizado por el
médico inglés Edward Jenner (1749-1823), tras su constatación de que las vaqueras
que habían adquirido la viruela vacunal (una forma benigna de enfermedad que sólo
producía pústulas en las manos) no eran atacadas por la grave y deformante viruela
humana. El primer abordaje plenamente científico de problemas inmunológicos se
debió, a Louis Pasteur. Estudiando la bacteria responsable del cólera aviar (más tarde
conocida como Pasteurella aviseptica), observó (1880) que la inoculación en gallinas
de cultivos viejos, poco virulentos, las protegía de contraer la enfermedad cuando
posteriormente eran inyectadas con cultivos normales virulentos.
Años más tarde, Pasteur, propugnó la idea de que los fagocitos segregan enzimas
específicos, análogos a los "fermentos" digestivos (1900). Esta teoría de los fagocitos
constituyó el núcleo de la teoría de la inmunidad celular, de modo que la fagocitosis
se consideraba como la base principal del sistema de defensa inmune del organismo.
Por otro lado, la escuela alemana de Koch hacía hincapié en la importancia de los
mecanismos humorales (teoría de la inmunidad humoral).
Una contribución esencial a las ideas sobre el mecanismo de formación de los
anticuerpos la realizó el australiano Macfarlane Burnet (1899-1985), al establecer su
teoría de la selección clonal; ésta argumenta que cada linfocito B, previamente al
contacto con el antígeno, sintetiza un único tipo de anticuerpo, específico para cada
antígeno determinante antigénico), de modo que la unión del antígeno causa la
proliferación clonal del linfocito B, con la consecuente síntesis incrementada de
anticuerpos específicos. Esta teoría resucitó las ideas selectivas, y actualmente es el
paradigma aceptado por todos los inmunólogos.
Más recientemente Niels Jerne ha realizado nuevas aportaciones y refinamientos a la
teoría de la selección clonal, proponiendo un modelo de regulación inmune conocido
como teoría de las redes idiotípicas. Los avances en Inmunología durante los últimos
años han sido espectaculares, consolidando a ésta como ciencia independiente, con su
conjunto propio de paradigmas, ya relativamente escindida de su tronco originario
microbiológico.
2. Constitución del sistema inmune
El sistema inmune está compuesto por una variedad de diferentes tipos de células y
proteínas. Cada componente realiza una tarea especial dirigida a reconocer material
extraño (antígenos) y/o reaccionar contra material extraño. Para algunos
componentes, el reconocer el material como extraño al cuerpo es su principal y única
función. Otros componentes funcionan principalmente para reaccionar contra el
material extraño. Mientras que otros componentes funcionan tanto para reconocer
como para reaccionar contra antígenos extraños. Por lo tanto, si un componente del
sistema completo falta o no funciona bien otro componente puede asumir
parcialmente por lo menos algunas de sus funciones.
Los principales componentes del sistema inmune son: Linfocitos B, Linfocitos T,
Fagocitos y Complemento. Los linfocitos B, son células especializadas del sistema
inmune cuya principal función es la de producir anticuerpos (también llamados
inmunoglobulinas o gammaglobulinas). Los linfocitos B se desarrollan de células
primitivas (células madre) en la médula ósea. Una vez maduros, los linfocitos B
pueden ser encontrados en la médula ósea, ganglios linfáticos, bazo, algunas partes
del intestino, y en menor proporción en el torrente sanguíneo. Cuando los linfocitos
B son estimulados por algún material extraño (antígenos), responden madurando en
otro tipo de célula llamado células plasmáticas. Las células plasmáticas son las células
maduras que en efecto producen los anticuerpos.
Los linfocitos T ( en ocasiones llamados células T) son otro tipo de células inmunes.
Los linfocitos T no producen moléculas de anticuerpos. Las tareas especializadas de
los linfocitos T son: (1) atacar directamente antígenos extraños tales como virus,
hongos o tejidos transplantados, y (2) actuar como reguladores del sistema inmune.
Los linfocitos T se desarrollan a partir de células madre en la médula ósea.
Los fagocitos son células especializadas del sistema inmune cuya principal función
es la de ingerir y destruir microorganismos. Estas células, como algunas otras en el
sistema inmune, se desarrollan a partir de células madre en la médula ósea. Habiendo
madurado, emigran a todos los tejidos del cuerpo, pero son especialmente prominentes
en el torrente sanguíneo, bazo, hígado, ganglios linfáticos y pulmones. Hay diversos
tipos de fagocitos. Leucocitos polimorfonucleares (neutrófilos o granulocitos) que son
encontrados en el torrente sanguíneo y pueden emigrar a sitios de infección en
cuestión de minutos. Los monocitos, otro tipo de células fagocíticas, se encuentran
también circulando en el torrente sanguíneo. Estos también forran las paredes de los
vasos sanguíneos en órganos como el hígado y bazo.
El sistema complemento se compone de 18 proteínas del suero, que funcionan de una
manera ordenada e integrada para defender contra infecciones y producir inflamación.
Algunas proteínas en el sistema complemento se producen en el hígado, mientras que
ciertas células fagocíticas, los macrófagos, producen otras. Los componentes
complementos deben ser convertidos de formas inactivas a formas activas para así
poder ejercer sus funciones de protección.

3. Respuesta inmunitaria

La respuesta inmune es la respuesta del cuerpo causada por su sistema inmune


activado por antígenos. La respuesta inmune puede incluir inmunidad contra
microorganismos patógenos y sus productos, alergias, rechazos de injertos y
autoinmunidad contra antígenos propios. En este proceso, las principales células
involucradas son las células T y las células B (subtipos de linfocitos) y los macrófagos
(un tipo de leucocitos o glóbulos blancos). Estas células producen linfocinas que
influyen en las actividades de las otras células huésped. Las células B, cuando son
activadas por células T auxiliares, experimentan una expansión clonal. Las células B
se diferencian en células B efectoras, que son de corta duración y secretan anticuerpos,
y las células B de memoria, que son de larga duración y producen una respuesta rápida
y recordada cuando se exponen a la misma infección en el futuro. Las células B
maduran para producir inmunoglobulinas (también conocidas como anticuerpos), que
reaccionan con los antígenos. Al mismo tiempo, los macrófagos procesan los
antígenos en unidades inmunogénicas que estimulan a los linfocitos B a diferenciarse
en células plasmáticas secretoras de anticuerpos, estimulando a las células T a liberar
linfocinas.

3.1. Respuesta inmunitaria innata

Comprende las células y los mecanismos que defienden al ser vivo, de la infección
por otros organismos, de forma no específica. Esto significa que las células del sistema
innato reconocen, y responden a patógenos de forma genérica y, a diferencia del
sistema inmunitario adaptativo, no confiere inmunidad a largo plazo o protectora al
huésped. El sistema inmunitario innato proporciona defensa inmediata contra la
infección, y se encuentra tanto en animales como en vegetales.

3.2. Respuesta inmune adaptativa

Proporciona al sistema inmunitario vertebrado la capacidad de reconocer y recordar


patógenos específicos, generando inmunidad y ofreciendo respuestas más potentes
cada vez que el patógeno es reencontrado. Es una inmunidad adaptiva para que el
sistema inmunitario del cuerpo esté preparado para amenazas futuras. El sistema es
altamente adaptable gracias a la hipermutación somática.
4. Inmunidad y medicina

4.1. Alergias
Una alergia es una reacción de su sistema inmunitario hacia algo que no molesta a la
mayoría de las demás personas. Quienes tienen alergias suelen ser sensibles a más de
una cosa.
Normalmente, su sistema inmunitario combate los gérmenes. Es el sistema de defensa
de su cuerpo. Sin embargo, en la mayoría de las reacciones alérgicas responde a una
falsa alarma. Los genes y el medio ambiente probablemente tienen un rol en las
alergias.

4.2. Enfermedades autoinmunes


Una enfermedad autoinmune, también enfermedad autoinmunitaria, es una
enfermedad causada por el sistema inmunitario, que ataca las células del propio
organismo. En este caso, el sistema inmunitario se convierte en el agresor y ataca y
destruye a los propios órganos y tejidos corporales sanos, en vez de protegerlos. Existe
una respuesta inmunitaria exagerada contra sustancias y tejidos que normalmente
están presentes en el cuerpo.
Se han identificado más de 80 enfermedades autoinmunes. Las más comunes son la
enfermedad celíaca, la diabetes tipo 1, la artritis reumatoide, el lupus eritematoso
sistémico y la esclerosis múltiple.

4.3. Inmunodeficiencias

La inmunodeficiencia es un estado patológico en el que el sistema inmunitario no


cumple con el papel de protección que le corresponde dejando al organismo
vulnerable a la infección. Las inmunodeficiencias causan a las personas afectadas una
gran susceptibilidad a padecer infecciones y una mayor prevalencia de cáncer. Las
personas con inmunodeficiencia normalmente se tratan con la inmunidad pasiva para
superar infecciones.

4.4. Trasplantes

Tratamiento médico complejo que consiste en sustituir un órgano que está enfermo y
que pone en peligro la vida de una persona, por otro que funcione adecuadamente
proveniente de otra. No siempre es necesario trasladar el órgano completo, sino que a
veces es suficiente con trasplantar parte del órgano, algún tejido o simplemente
células. El órgano trasplantado reemplaza y asume la función del órgano dañado del
receptor, salvándole la vida o mejorando la calidad de ella. Una variedad de órganos
macizos y tejidos pueden ser trasplantados, incluyendo riñones, pulmones, corazones,
y precursores hematopoyéticos. Hay algunos riesgos asociados con este
procedimiento que dependen del tipo del trasplante, que frecuentemente incluyen
infección y rechazo del injerto.
CUESTIONARIO N°01

1. ¿Cuál es el aporte y la trascendencia de Cornellius Celsius a la medicina?

Aulus Aurelius Cornelius Celsus, “El Cicerón de la Medicina”, “El Hipócrates


Romano” (25AC-50AD), probablemente fue consejero de los emperadores Tiberio
y Calígula. Poco se sabe sobre su vida y origen, algunos historiadores lo catalogan
como un recopilador de los conocimientos médicos de la época; otros cuestionan si
fue médico o cirujano pero por sus escritos se deduce que debió practicar tanto la
medicina como la cirugía. Su mérito mayor es que recopiló y consignó los
conocimientos médicos de la época en su tratado “De Re Medicina” libro que duró
perdido hasta el año 1443 cuando fue redescubierto; y siendo el primer manuscrito
médico que impreso, lo que ocurrió en 1478.

Según Celso y el conocimiento de su época, las lesiones que puede sufrir el cuerpo,
eran de cinco clases: “las que resultan de un agente externo, como ocurre con las
heridas; las que dependen de una enfermedad interna , como el cáncer; las
originadas por la formación de cuerpos extraños, como los cálculos de la vejiga;
las debidas a un desarrollo anómalo, como ocurre con las venas varicosas; y por
último las lesiones por defecto, es decir, aquellas en que una parte es demasiado
corta. De estas afecciones, unas reclaman el auxilio de los medicamentos y otras,
exigen más especialmente la ayuda de la cirugía”.

También se describen los cambios producidos por inflamación y se registran los 4


puntos cardinales de ésta: “notae vero inflammationes sunt quattuor, rubor, et
tumor, cum calore et dolore”.

Su obra se dividió en 8 tomos:

I: Reseña histórica de la Medicina

II: Evolución y tratamiento general de las enfermedades

III y IV: La terapia especial (describe gangrenas, primeras definiciones de la


inflamación como respuesta inmune)

V y VI: Farmacología (drogas y medicamentos)

VII: Cirugía

VIII: Enfermedades óseas.


En sus volúmenes, Celso fue el primero en informar con precisión los síntomas de
varias enfermedades incluyendo la epilepsia, enfermedades mentales como la
paranoia, ataques al corazón, y la malaria (que él describe con extrema
precisión); para nombrar a los cuatro principales signos de inflamación: calor, dolor,
hinchazón y enrojecimiento; para describir cómo reaccionó carne (se inflamó) por
microbios, recomendando la limpieza y lavado de heridas con soluciones como el
vinagre; para describir en detalle la rabia, úlceras, tumores, amputaciones, la
eliminación de una parte del cráneo (que él dijo debe realizarse como último recurso),
y las técnicas quirúrgicas para la circuncisión; utilizar el término "hidrofobia" (miedo
al agua); y recomendación de las mordeduras de serpientes chupando el veneno de la
herida, que indica (correctamente) que el veneno sólo es perjudicial cuando se absorbe
por la herida, pero no en caso de ingestión.

Para una comprensión de la anatomía, Celso defendió el valor de la disección del


cadáver humano, una práctica prohibida por ambas religiones griega y romana. Celso
se acredita con los rumores que lo señalan de actos maliciosos de viviseccion
(disección y desmembramiento) de haber sido realizado con los delincuentes para la
investigación médica. Creía firmemente que el diagnóstico y el pronóstico eran
esenciales antes de darse un tratamiento efectivo.

2. ¿Cuál es el concepto de inmunidad cuando se está iniciando la


inmunología?

En los inicios de nuestra era, el concepto de inmunología estaba limitado a la


capacidad que adquirían ciertos individuos de hacerse resistentes a determinadas
toxinas o venenos de origen vegetal, luego de exposiciones de dosis pequeñas pero
continuas. Tal es el caso del rey Mitrídates, el cual instauró el término “mitridatismo”
para referirse a tal efecto; así como también Locusta, quien se fue volviendo inmune
a venenos vegetales luego de una continua ingesta de pequeñas dosis, mérito por el
cual le llevó a ser la “envenenadora oficial” del imperio, llegando a ser protegida por
el emperador Nerón.

3. ¿Cuáles fueron los primeros protocolos de tratamiento contra la viruela,


cuándo?

• La viruela es una enfermedad aguda y contagiosa producida por un virus ADN


bicatenario “Variola” que proviene del latín que significa “moteado”, es decir
bultos y pústulas que aparecen en el rostro y cuerpo. No hay tratamiento
especial para la viruela y la única forma de prevención es la vacunación.
• Se transfería por contacto directo con los infectados o a través de fluidos
corporales, también a través de objetos contaminados como las camas, y la
enfermedad tenía dos variantes. La Viruela mayor, que era la más común y la
más severa y letal. Y la Viruela menor, que causaba una enfermedad menos
agresiva, que era mortal en menos del 1 por ciento de los casos. Las otras
formas, menos habituales, eran: la hemorrágica y la maligna. Ambas causaban
irremisiblemente la muerte.
Protocolos de tratamiento
 Asiáticos: Escarificar la piel y aplicar un macerado de costras humanas de
viruela.
 Los chinos recomendaban utilizar un macerado de costras humanas de viruela
y espolvorearlo en la nariz. Esta técnica pasó a Europa con las invasiones
otomanas y tomó fuerza a partir de 1718 cuando lady Mary Wortley Montagu
(1689-1762) se familiarizó con la escarificación y se la aplicó a su hijo de 6
años y la propuso para enfrentar la epidemia de viruela que azotó a Londres en
1721.
 En 1770 Jetsy usa la escarificación y aplica material purulento vacuno y
observa que las personas se hacen inmunes a la enfermedad, aplicando este
método en forma de vacunas a la población.
 En 1796 Jenner organizó y preparó el protocolo fundador de la inmunología
experimental en la medicina occidental. En primer lugar, inoculó al niño
Phipps con pus procedente de las lesiones que la lechera tenía en sus manos y,
a las seis semanas repitió el experimento, pero esta vez con pus proveniente de
una lesión activa de viruela humana. El niño no enfermó, así que Jenner, más
tranquilo, aumentó la dosis un mes después y lo volvió a inocular. James
Phipps resistió al embate de la viruela y Jenner saltó a la gloria, a pesar de que
su monografía de 75 páginas, exponiendo 33 casos de vacunados, titulada An
inquiry into the causes and effects of the variolae vaccinae, a disease
discovered in some of the western counties of England, particularly
Gloucestershire, and known by the name of the cowpox, fuera rechazada por
la Royal Society y tuviera que ser publicada con sus propios recursos en 1798.
 El descubrimiento de Jenner fue clave para el posterior programa
de vacunación, especialmente crucial ya que no hay ningún tratamiento
efectivo para la viruela.

4. ¿Cuál es la importancia y la trascendencia de Emil Roux para la


inmunología?

 Colaborador de Pasteur en el desarrollo de la vacuna antirrábica, fue el


inventor del frasco de doble entrada para desecar las médulas espinales de
los conejos como sustrato para inactivar al virus de la rabia.
 Con Chamberland y Yersin confirmaron el papel del bacilo de Kleb y
Löffler en la etiología de la difteria, y estudiaron en detalle, desde 1888 a
1890, la toxina diftérica.
 Inició la inmunización en caballos y luego en el hombre.

5. ¿Qué es el horror autotoxicus, quien lo propone, y cuál es el significado


para la inmunología?

Paul Erlich en sus investigaciones no encontró evidencia de la existencia de


anticuerpos que reaccionaran con estructuras propias (autoanticuerpos), por lo que
propuso el concepto de Horror autotoxicus, que establecía que el sistema inmune
carecía de la capacidad de reaccionar ante “antígenos “propios o autoantígenos”.
Dos años después Karl Landsteiner demostró lo contrario al encontrar que en una
rara enfermedad, la hemoglobinuria paroxística nocturna, se destruían los
eritrocitos a causa de los anticuerpos producidos por el mismo paciente: su sistema
inmune generaba una respuesta en contra de sus propias células.

6. ¿Cuál es la contribución de Metchnikov a la inmunología?

Los trabajos de Metchnikoff fueron rechazados por los defensores de la teoría humoral
de la inmunidad. En cambio, fueron apoyados por varios histopatólogos como
Virchow. Durante los años siguientes Metchnikoff se dedicó a buscar pruebas que
minimizaran el papel de la inmunidad humoral y resaltaran la importancia de la
fagocitosis. Metchnikoff admitió la decisiva función de los componentes del suero
inmune (anticuerpo, complemento) en la inmunidad adquirida y específica, pero
negaba su participación en la innata y no específica.

Metchnikoff asistía a todos los congresos que podía con el fin de dar a conocer y
defender su teoría de la fagocitosis. Trabajó también en el estudio comparativo de la
respuesta inflamatoria. A finales de la centuria, en 1897 y 1898, Metchnikoff observó
que los polimorfos eran muy activos en la ingestión de bacterias y que los mácrófagos
lo eran de otras células. Concibió entonces la idea de que la atrofia senil del cuerpo
humano podía deberse a una fagocitosis de los tejidos alterados. Quizás fuese una idea
inicial de lo que luego se conoció como enfermedades autoinmunes. Poco a poco fue
abandonando los estudios de inmunidad y se centró más en el poceso de
envejecimiento.

7. ¿Qué aspectos se perfilan como el futuro de la inmunología?

La inmunología tiene ciertos problemas que deberían resolverse, los cuales son:
1. La homeostasis sigue siendo una incógnita, inclusive el sistema inmune debe
tener equilibrio constante en condiciones normales. tanto en la
sobreproducción como en la reducción se deben establecer los mecanismos por
los cuales el cuerpo tiende a mantener su equilibrio, delimitando y
desintegrando células, por ejemplo, células tumorales a través de marcadores
específicos que deberían ser aislados para obtener una alternativa a la cura del
cáncer.
2. El desarrollo de nuevas terapias antiinflamatorias contra enfermedades
autoinmunes, las cuales vienen siendo tratadas con terapias desarrolladas en
los años 60´s, son de alta prioridad para la investigación de la industria
farmacéutica.

CONCLUSIONES

 Cornellius Celsius fue el primero en informar con precisión los síntomas de


varias enfermedades, defendió el valor de la disección del cadáver humano,
una práctica prohibida. Además creía firmemente que el diagnóstico y el
pronóstico eran esenciales antes de darse un tratamiento efectivo.

 En los inicios de nuestra era, el concepto de inmunología estaba limitado a la


capacidad que adquirían ciertos individuos de hacerse resistentes a
determinadas toxinas o venenos de origen vegetal, luego de exposiciones de
dosis pequeñas pero continuas.

 La viruela se declaró erradicada en 1979 después de un programa de


vacunación que está considerado como una de las victorias más importantes
de la medicina moderna.

 El concepto de Horros autotoxicus, establecía que el sistema inmune carecía


de la capacidad de reaccionar ante “antígenos propios o autoantígenos”.

 Metchnikoff concibió la idea de que la atrofia senil del cuerpo humano podía
deberse a una fagocitosis de los tejidos alterados. Quizás fue la idea inicial de
lo que luego se conoció como enfermedades autoinmunes.

Referencias bibliográficas

 Kaufmann, S.H., Elie Metchnikoff’s and Paul Ehrlich’s impact on infection


biology, Microbes and Infection 2008; 10: 1417-1419.
 Laín Entralgo, P., Historia de la medicina, Barcelona, Salvat, 1977.
 Schmalstieg, F.C. Jr.; Goldman, A.S., Ilya Ilich Metchnikoff (1845-1915)
and Paul Ehrlich (1854-1915): the centennial of the 1908 Nobel Prize in
Physiology or Medicine, J Med Biogr, 2008;16(2):96-103.
 Tauber, A.I., Metchnikoff and the phagocytosis theory, Nat Rev Mol Cell
Biol, 2003; 4: 897-901.

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