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CUADERNOS IBEROAMERICANOS

DE INTEGRACIÓN
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COORDINADORA TÉCNICA

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Primera edición: 2010

© Centro de Estudios de Iberoamérica, 2010


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ISSN: 1888-6736
D. L.: M-16.291-2008

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Impreso por:
CUADERNOS IBEROAMERICANOS
DE INTEGRACIÓN
NÚM. 12
————————————————————————————————
CIENCIA Y TECNOLOGÍA COMO ESPACIOS
DE COOPERACIÓN ENTRE LA UNIÓN
EUROPEA Y AMÉRICA LATINA. EXPERIENCIAS
Y VISIONES DESDE SUDAMÉRICA
MARÍA LAURA FALÓTICO
ALEJANDRA S. KERN
MARÍA SOLEDAD OREGIONI
MARÍA BLANCA PESADO RICCARDI
MARÍA EUGENIA SUÁREZ

CONTENIDO

NOTA PREVIA................................................................................................. 5

PRESENTACIÓN............................................................................................. 7

EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA.


UNA MIRADA DESDE EL RECEPTOR ........................................................ 9
1. Introducción ........................................................................................... 9
2. El régimen de cooperación internacional para el desarrollo ...................... 11
3. La Cooperación al Desarrollo de la Unión Europea ................................. 14
4. La experiencia de la cooperación con la Unión Europea........................... 17
5. Elementos para un acercamiento mutuo .................................................. 24
6. Propuestas para mejorar la efectividad del régimen de cooperación bilate-
ral ........................................................................................................... 26
7. Reflexiones finales ................................................................................... 28
4 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

ELEMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN CIENTÍ-


FICA Y TECNOLÓGICA «NORTE-SUR» CON LOS PAÍSES DE RENTA
MEDIA .............................................................................................................. 35
1. Introducción............................................................................................ 35
2. Los países de renta media y la cooperación en ciencia y tecnología............ 36
3. Las particularidades de la cooperación científica y tecnológica.................. 37
4. Variables para analizar la cooperación científica y tecnológica................... 42
5. Importancia de las variables propuestas para la definición de políticas de
cooperación de los países de renta media .................................................. 54

LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRA-


MAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA. ¿QUIMERA O REALIDAD?...... 59
1. Introducción............................................................................................ 59
2. La Política de Cooperación de la Unión Europea con Terceros Países........ 60
3. El 7.º Programa Marco como oportunidad de cooperación científica tec-
nológica para terceros países..................................................................... 64
4. La Participación de los Terceros Países en los PM ..................................... 71
5. Consideraciones Finales ........................................................................... 77

HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REU-


NIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA (RECYT) DEL
MERCOSUR. EL CASO DE ESTUDIO BIOTECH ....................................... 83
Introducción............................................................................................ 83
1. Cooperación internacional en el ámbito de la RECYT ............................. 85
2. Cooperación MERCOSUR-Unión Europea (UE).................................... 88
3. Un nuevo impulso a la cooperación en el ámbito de la RECYT................ 90
4. Estabilización de la trayectoria socio-política de la RECYT a partir del
fracaso del programa marco en ciencia y tecnología del MERCOSUR
(2006) ..................................................................................................... 92
5. Grupos sociales relevantes y consolidación del ideal de funcionamiento
internacionalista en la RECYT................................................................. 95
6. El programa BIOTECH .......................................................................... 98
7. Consideraciones finales ............................................................................ 108
Nota previa

El presente número de la Colección Cuadernos iberoamericanos de Integración


es posible gracias al apoyo financiero de la Agencia Española de Coopera-
ción Internacional y Desarrollo (AECID) plasmado, en particular, a través
del proyecto PCI, número D/016331/08, titulado «Consolidación de un
Observatorio Permanente de Cooperación/Integración para el fortaleci-
miento del espacio iberoamericano: Gobernabilidad, Cooperación y Análisis
judicial y Cohesión Social». Este Observatorio está cumpliendo, a mi juicio,
los fines para los que fue creado y supone, en particular, la base necesaria pa-
ra el mantenimiento de una estrecha y profunda relación académica entre la
Universidad Nacional San Martín de Buenos Aires (Argentina) y el Centro
de Estudios de Iberoamérica de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Esta relación se está proyectando no sólo en acciones conjuntas de investiga-
ción y en la puesta en marcha de actividades docentes sino que, además,
comienza a producir sus frutos en la gestión conjunta de proyectos avalados
por la Unión Europea y en el establecimiento de redes entre Universidades
del espacio iberoamericano. Con ello, se satisfacen las finalidades a las que
responden proyectos de esta índole.
La celebración anual de seminarios de expertos y las publicaciones, perió-
dicas y monográficas, dedicadas a temas relacionados con la cooperación e
integración en el espacio iberoamericano, así como los intercambios en el
ámbito de la investigación y de la docencia, constituyen la esencia del Obser-
vatorio Permanente que, a la postre, tiene como objetivo central: contribuir,
desde la perspectiva académica, al desarrollo social en el espacio iberoameri-
cano y, cómo no, favorecer y propiciar que las relaciones entre las Universi-
dades y las Instituciones de Educación Superior consoliden el espacio ibe-
roamericano en materia de cultura y educación.
Por esto, como venimos haciendo, hay que señalar con trazo grueso la es-
pecial contribución de la AECID, y subrayar con nitidez la importancia que
tiene la política española en este campo que, con acierto, ha creado meca-
nismos para la consolidación del espacio iberoamericano de educación y, de
este modo, responde además a los lineamientos que han señalado los Jefes de

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6 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

Estado y Gobierno iberoamericanos en el seno de la Comunidad Iberoameri-


cana de Naciones.
Ahora bien, esta publicación se enmarca, también, en las actividades del
Centro de Estudios de Iberoamérica que recibe el soporte institucional y finan-
ciero de la Cátedra Iberoamericana Santander, por lo que queremos dejar
constancia de nuestro agradecimiento al Banco Santander y a quienes dentro
del mismo lo han hecho posible, ya que, con seguridad, esta institución
destaca por su contribución en los dos espacios más significativos de nuestra
actividad: el ámbito universitario y el escenario iberoamericano.

CÁSTOR MIGUEL DÍAZ BARRADO


Director de Cuadernos Iberoamericanos de Integración
Director del Centro de Estudios de Iberoamérica
Universidad Rey Juan Carlos de Madrid

CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN 12 (2010). PÁGINAS 5-6. ISSN: 1888-6736


Presentación

En esta revista, las autoras presentan una visión de la cooperación entre la


Unión Europea, Argentina y el MERCOSUR desde la perspectiva particular
de quienes se han formado en un país tradicionalmente «receptor» y se de-
sempeñan también en puestos de gestión. En los cuatro artículos se abordan
diversos aspectos de esta cooperación, particularmente en el campo de la
ciencia y la tecnología. Creemos que las experiencias y visiones volcadas en
esta revista resultan particularmente relevantes, tras los resultados de la últi-
ma cumbre Iberoamericana organizada bajo el lema «Innovación y Conoci-
miento» y el posicionamiento que han adquirido estos temas en la relación
bi-regional.
Comenzando con una visión macro, M. Laura Falótico y M. Eugenia
Suárez analizan el régimen de cooperación bilateral entre Argentina y la
Unión Europea en el período 2000-2006, tomando y analizando la expe-
riencia de algunos proyectos ejecutados en estos años. De esta manera, ob-
servan cómo las características de este régimen inciden en la práctica coti-
diana de la cooperación. Las autoras consideran que la cooperación bilateral
constituye el «punto de encuentro» por excelencia entre ambos actores, don-
de es posible la convergencia de intereses de ambos espacios. Sin embargo,
destacan el poder estructural que ejerce la UE al definir las reglas de juego de
la cooperación y las limitaciones que genera para el país receptor, a pesar de
las cuotas de poder que sus instituciones poseen a partir del profundo cono-
cimiento de la realidad local. Para finalizar realizan una serie de propuestas
para mejorar la efectividad del régimen de cooperación bilateral, orientán-
dolo hacia una relación de verdadera asociación.
El artículo de Alejandra Kern aborda, desde una perspectiva teórico-
conceptual, las particularidades de la cooperación científica y tecnológica,
centrándose en las relaciones «norte-sur» y tomando algunas experiencias de
la cooperación de Argentina. Encuadra asimismo el tema en las discusiones
acerca de los espacios de cooperación con los calificados países de renta me-
dia, poniendo en discusión algunos conceptos e indicadores. Propone final-
mente una serie de variables para comprender procesos de cooperación en

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8 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

ciencia y tecnología, con el objetivo de analizar distintos niveles que dan


forma a estos procesos y ampliar la comprensión del tema para la definición
de políticas.
Maria Blanca Pesado Riccardi realiza una presentación de los Programas
Marco de la Unión Europea en tanto instrumentos de cooperación científica
y tecnológica que posibilitan la participación de terceros países. Luego de ca-
racterizar estos programas y la participación de Argentina en lo mismos,
analiza las condiciones de acceso a convocatorias y diseño de esos proyectos
para países no europeos. Sobre este análisis y algunas lecciones aprendidas,
proporciona luego algunas orientaciones generales a ser consideradas por los
terceros países como posibles vías de acceso al 7mo Programa Marco.
Finalmente, tomando ya una experiencia concreta, Soledad Oregioni
analiza en detalle un proyecto de cooperación en ciencia y tecnología entre
la Unión Europea y el MERCOSUR: BIOTECH. En el marco de una in-
vestigación más amplia sobre la evolución de la Reunión Especializada en
Ciencia y Tecnología (RECyT) del MERCOSUR, logra mostrar las relacio-
nes de poder y los significados que diversos actores asignan al proyecto
BIOTECH y a sus resultados. El análisis muestra la manera en que este pro-
yecto refleja la función que pasó a tener la RECyT como organismo gestor
de fondos internacionales, más que como una institución destinada a arti-
cular la integración regional de las actividades científicas y tecnológicas del
MERCOSUR.
Comenzando con cuestiones generales y avanzando hacia casos más par-
ticulares, esperamos que este número sume algunos elementos de reflexión e
intercambio en Iberoamérica.

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El régimen de cooperación Argentina-Unión Europea.
Una mirada desde el «receptor»
Lic. María Laura Falótico1
Lic. María Eugenia Suárez2

«La Unión Europea y América Latina están unidas por una fuerte asociación,
tanto política como económicamente. Juntos, representamos aproximada-
mente mil millones de personas. Nuestro amplio consenso sobre la agenda
internacional es un eje importante en el orden mundial multilateral actual.
Europa y América Latina son socios naturales y estos vínculos estrechos son
una sólida base para avanzar en los próximos años».
BENITA FERRERO
Waldner, Comisaria de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea

1. INTRODUCCIÓN

La Unión Europea es uno de los principales donantes de cooperación a nivel


mundial y para la Argentina, en particular. Su importante estructura que
integra, actualmente, a veintisiete Estados miembros la constituye en un so-
cio estratégico, tanto en el ámbito de la cooperación como a nivel político y
económico.

—————
1 Licenciada en Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Universidad del Salvador.
Especialista en Cooperación Internacional de la Universidad de General San Martín (Tesis en Curso
para la Maestría). Actualmente se desempeña en la Dirección General de Cooperación Internacional
del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Republica Argentina.
2 Licenciada en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador. Especialista en
Cooperación Internacional de la Universidad Nacional de General San Martín con tesis en curso para
la Maestría en Cooperación Internacional. Actualmente se desempeña en el Subprograma de
Vinculaciones Internacionales del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de la República
Argentina.

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10 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

En el contexto actual, la cooperación bilateral constituye el «punto de en-


cuentro» por excelencia entre ambos actores, donde habitualmente sus inte-
reses convergen, posibilitando el consenso. Resulta de suma importancia que
este ámbito de acción se consolide y crezca a fin de que pueda transformarse
en una base sólida sobre la que puedan sustentarse nuevos logros en los ám-
bitos político y comercial, donde el consenso es más frágil o, muchas veces,
no existe. Esto implica la necesidad de otorgar a la política de cooperación
un lugar prioritario, buscando fortalecerla.
La cooperación bilateral con la Unión Europea quedó formalmente ins-
tituida con la firma del primer Acuerdo Marco en 1990. Desde entonces, la
relación de cooperación ha ido evolucionando, a medida que ambos actores
fueron experimentando también cambios al interior. Esta relación ha exigido
a ambas partes negociación y coordinación constantes a fin de arribar a con-
sensos y permitir que la cooperación bilateral prospere.
Consideramos que estas líneas permitirán conocer más en profundidad el
régimen de cooperación bilateral y así tener una opinión más certera sobre
las medidas que es necesario adoptar a fin de fortalecer la relación de coope-
ración entre la Unión Europea y la Argentina.
Pretendemos aportar una mirada crítica de la cooperación bilateral siem-
pre desde el punto de vista del receptor, quien no tiene demasiadas posibili-
dades de cambiar las reglas de juego, pero sí el compromiso de alcanzar los
objetivos planteados en un inicio.
En ese sentido, el objetivo del presente artículo es analizar la relación de
Cooperación Bilateral entre la Argentina y la Unión Europea en el período
2000-2006, tomando como base los conceptos aportados por distintas es-
cuelas de pensamiento tanto de las teorías de las relaciones internacionales
como de la economía política internacional, así como la experiencia de los
proyectos ejecutados durante el mencionado período, fundamentalmente el
correspondiente al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) cuyo
objetivo era la mejora de la competividad de ocho sectores industriales.
De esta manera, se buscará entender las principales características que
definen al régimen de cooperación bilateral que ambos actores establecieron
con la firma del Acuerdo mencionado. Asimismo, se pondrá énfasis en ob-
servar cómo dichas características inciden en la práctica cotidiana de la coo-
peración. El análisis efectuado permitirá valorar si el régimen de cooperación
está siendo plenamente eficaz y, sobre esta base, esbozar algunas propuestas
que permitan fortalecerlo a fin de aprovechar al máximo las posibilidades
que el mismo ofrece.

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 11

2. EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO

El concepto de «cooperación» remite a la idea de un entorno internacional


donde los actores centran su comportamiento en la ayuda mutua, sin más
intereses que la construcción de un orden internacional pacífico que brinde
beneficios equitativos a todos sus integrantes. Si bien ésta podría ser una vi-
sión adecuada para la teoría utópica de las relaciones internacionales —cuyo
principal presupuesto es la armonía natural del interés nacional como regu-
ladora de la preservación de la paz internacional-3, en nuestra opinión, la
misma no refleja fielmente la estructura anárquica del sistema internacional.
La ausencia de un gobierno que resuelva dificultades o suministre protección
obliga a los Estados a preocuparse por su supervivencia, convirtiendo de esta
manera a la «autoayuda» en el principio de acción por excelencia. Como
sostiene el realismo estructural, representado por Kenneth Waltz, «en un
sistema de autoayuda, cada una de las unidades invierte una parte de sus
esfuerzos, no en procurarse su propio bien sino en suministrar los medios
para protegerse de las otras» (Waltz, 1992: 155).
La estructura de la política internacional limita, en efecto, la cooperación
entre las unidades del sistema internacional. Los Estados que deciden em-
prender una acción cooperativa deben preocuparse por cómo se dividirán los
beneficios que deriven de esa cooperación, así como por no tornarse excesi-
vamente dependientes de otros como consecuencia de dichas empresas coo-
perativas. De acuerdo con Waltz, los Estados procuran controlar aquello de
lo que dependen, o disminuir el grado de dependencia a fin de lograr una
autosuficiencia cada vez mayor (Waltz, 1992: 155).
Posiblemente, la teoría utópica o la teoría realista de las relaciones inter-
nacionales no sean las más adecuadas para realizar un análisis objetivo del
mundo globalizado actual, donde la interdependencia entre los Estados es
tan estrecha que la cooperación se convierte en un instrumento indispensa-
ble de las relaciones entre ellos y en una herramienta fundamental de su po-
lítica exterior.
De acuerdo con el institucionalismo neoliberal, el sistema internacional
no se caracteriza por una total anarquía, sino que por el contrario «la política
mundial, en cualquier momento dado, está en cierta medida institucionali-
zada»4, dada la existencia de organizaciones internacionales formales, reglas y
—————
3 DOUGHERTY y PFALTZGRAFF, 1993: 14.
4 KEOHANE, 1993: 7.

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12 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

normas codificadas (conocidas como «regímenes internacionales») y conven-


ciones (reglas y entendimientos implícitos). Las instituciones internacionales
limitan la anarquía del sistema internacional, al prescribir papeles de con-
ducta, restringir las acciones de los Estados y configurar sus expectativas.5
«Los neoliberales subrayan la forma en que los regímenes internacionales
contribuyen a que los Estados logren ciertos intereses comunes. En la política
internacional no todo es conflicto, aunque la cooperación, que podría resultar
benéfica para todos los participantes, es difícil de lograr, dada la profunda in-
certidumbre que caracteriza a la vida internacional. En particular, los Estados
dudan de que se pueda confiar en las promesas de cooperación de los socios.
Al hacer más transparente la conducta de los Estados y vincular los asuntos de
interés durante un tiempo suficiente (lo que hace posible que se adopten es-
trategias de reciprocidad), los regímenes reducen tal incertidumbre, disminu-
yen el temor a ser engañados o explotados por las otras partes y propician, así,
que los Estados se aventuren a participar en empresas conjuntas.»6
En otras palabras, desde esta perspectiva los regímenes favorecen la coo-
peración, al proporcionar bienes colectivos a sus participantes, disminuir los
costos de transacción, y reducir los riesgos y la incertidumbre de un sistema
internacional sin una autoridad política central, al hacer más previsible el
comportamiento de los actores.
Por otra parte, es también en el seno de los regímenes internacionales
donde se suelen dirimir los conflictos distributivos que comportan las rela-
ciones de cooperación. Los regímenes otorgan poder de acción a los Estados
hegemónicos, pero también a los subordinados, que encuentran en ese mar-
co una posibilidad, aunque limitada, de hacerse oír y de influir en las políti-
cas.7 Como sostiene el institucionalismo neoliberal, en un sistema interna-
cional anárquico «una función principal de los regímenes internacionales es
facilitar la formación de acuerdos mutuamente beneficiosos entre gobiernos,
de manera que la condición estructural de anarquía no lleve a una guerra de
todos contra todos general» (Keohane, 1993: 154).
Desde esta perspectiva, la Cooperación Internacional para el Desarrollo
puede ser concebida como un «Régimen», en el marco del cual los actores
pueden coordinar sus conductas en base a ciertas reglas, a fin de entablar
prácticas cooperativas que les permitan obtener beneficios mutuos.
—————
5 KEOHANE, 1993: 16.
6 HASENCLEVER, 1999: 505.
7 GÓMEZ GALÁN y SANAHUJA, 2001: 102.

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 13

En términos de Stephen Krasner, un «Régimen» es un «conjunto de prin-


cipios, normas, reglas y procedimientos de toma de decisiones, implícitos o
explícitos, alrededor de los cuales las expectativas de los actores convergen en
un área dada de las relaciones internacionales» (Krasner, 1982: 186). Entre
los principios rectores del Régimen de Cooperación se encuentran la promo-
ción del desarrollo económico y social, la obligación moral y política de
otorgar ayuda, y la equidad y solidaridad internacional. Mientras estos prin-
cipios permanecen invariables, las reglas y procedimientos de toma de deci-
sión suelen cambiar en función de quiénes son los actores que emprenden
acciones conjuntas y de las características que revisten las relaciones de coo-
peración, pudiendo ser estas últimas simétricas —entre actores con un nivel
de desarrollo similar— o asimétricas —entre actores que difieren en su nivel
de desarrollo relativo—. Es decir que, en nuestra opinión, mientras los prin-
cipios y normas generales de la cooperación no son habitualmente discuti-
dos, los actores deben establecer y consensuar sus propias reglas y procedi-
mientos de toma de decisión para regir las acciones de cooperación que
decidan emprender, tanto en el ámbito bilateral como multilateral.
El régimen de cooperación internacional está no sólo guiado por los prin-
cipios mencionados anteriormente, sino que el criterio de interés mutuo
constituye también un componente real del mismo. «Si bien la cooperación
tiene como principal objetivo contribuir al desarrollo de los países recepto-
res, aquellos que aportan recursos buscan también obtener beneficios deri-
vados de la misma. Estos beneficios pueden ser de carácter intangible, como
la posibilidad de disfrutar de los «bienes públicos» internacionales facilitados
por la cooperación (como por ejemplo un contexto internacional más pacífi-
co, estable y seguro) u otros más concretos como beneficios comerciales o
empresariales, o posibles ventajas de índole política o de influencia cultural,
generalmente no declaradas» (Gómez y Galán Sanahuja, 1999: 18). La vi-
sión más idealista de la cooperación internacional se conjuga entonces con
una visión más realista, ya que, en la práctica, la cooperación no está exenta
de elementos tales como el poder, la influencia y la promoción de los pro-
pios intereses.
Tal como lo sostiene el institucionalismo neoliberal, «las relaciones recí-
procas no están libres de poder; los agentes fuertes y débiles practicando la
reciprocidad enfrentan diferentes costos de oportunidad y la estructura in-
ternacional de poder ayuda a establecer qué valores se consideran equiva-
lentes» (Keohane, 1993: 193). En este sentido, es posible que los actores per-
sistan en sus acciones cooperativas siempre que aquellos con los cuales

CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN 12 (2010). PÁGINAS 9-34. ISSN: 1888-6736


14 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

cooperan mantengan una actitud recíproca, aun cuando los costos de opor-
tunidad derivados de dicha cooperación no sean los mismos para ambos.
El poder que los países más desarrollados ejercen en el marco del régimen
de cooperación internacional puede definirse, en términos de Susan Strange,
como un poder estructural. Este último es para la autora «el poder que mol-
dea y determina las estructuras de la economía política global dentro de la
cual otros estados, sus instituciones políticas, sus empresas económicas y (no
menor) sus científicos y otros profesionales tienen que operar».8
En los procesos de cooperación puede observarse, en este sentido, el ejer-
cicio de un poder sutil que determina un marco general de opciones dentro
del cual los actores operan. En efecto, el poder estructural otorga a los do-
nantes la capacidad de dar forma a los marcos en los cuales los estados se re-
lacionan entre sí o con las personas, y de decidir «cómo las cosas deben ser
hechas». A lo largo de este artículo, analizaremos el régimen de cooperación
entre la Argentina y la Comunidad Europea (CE) y el poder estructural que
esta última ejerce a través de la cooperación que brinda como parte de su
política exterior, al ser la CE la que define el marco, la modalidad de ejecu-
ción y la gestión de los proyectos que financia, y ser quien impone las «reglas
de juego», dejando a los receptores un escaso margen de maniobra para en-
contrar la mejor manera de lograr los objetivos planteados al comienzo de
los proyectos.

3. LA COOPERACIÓN AL DESARROLLO DE LA UNIÓN EUROPEA

La Unión Europea (Comunidad Europea más Estados miembros) constituye


el primer donante de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) del planeta, con
algo más de la mitad de los flujos mundiales.
La política de desarrollo se convirtió formalmente en política comunita-
ria en 1993, con la adopción del «Tratado de Maastricht», afirmándose su
autonomía al contar con objetivos propios y diferenciados de otras áreas de
política exterior.

—————
8 «Structural power [...] is the power to shape and determine the structures of the global political
economy within which other states, their political institutions, their economic enterprises and (not
least) their scientists and other professional people have to operate» (Strange, 1988: 24-25).

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 15

La cooperación y la ayuda al desarrollo constituyen para la Unión Euro-


pea un compromiso fundamental, basado en los artículos 177-181 de su
Tratado Constitutivo9. En el Artículo 181 A establece que «la Comunidad
llevará a cabo, en el marco de sus competencias, acciones de cooperación
económica, financiera y técnica con terceros países. Estas acciones serán
complementarias de las que lleven a cabo los Estados miembros y coherentes
con la política de desarrollo de la Comunidad».
A través de su política de cooperación, la Unión Europea intenta contri-
buir a la reducción de la pobreza, al desarrollo político, económico y social
sostenible, a la inserción de los países en desarrollo en la economía mundial
y a la consolidación de la democracia, el estado de derecho, el respeto a los
derechos humanos y las libertades fundamentales. «La ayuda que brinda se
compone exclusivamente de donaciones que, por definición, no exigen nin-
gún tipo de reembolso»10.
El Reglamento (CEE) N.º 443/92 del Consejo de las Comunidades Eu-
ropeas11 establece las normas que deben aplicarse a la ayuda financiera y téc-
nica, y a la cooperación económica con los países en vías de desarrollo de
América Latina y Asia. En su Artículo 15.º , se establece que la Comisión
Europea se hará cargo de la gestión de la ayuda financiera y técnica y de la
cooperación económica, siendo asistida por un Comité compuesto por los
representantes de los Estados miembros y presidido por el representante de
la Comisión.
A partir del año 2000, y en virtud de que «la importancia y la calidad de
los programas comunitarios eran objeto de críticas cada vez más explícitas, y
la imagen y la credibilidad de la Comisión estaba sufriendo un serio deterio-
ro a los ojos de los Estados beneficiarios, los Estados miembros y sus socios
en las instituciones multilaterales»12, la Comisión inició un proceso de re-
formas de su ayuda exterior.

—————
9 Versiones consolidadas del Tratado de la Unión Europea y del Tratado constitutivo de la
Comunidad Europea, con las modificaciones introducidas por el Tratado de Atenas, firmado el 16 de
abril de 2003. Diario Oficial de la Unión Europea, 29 de diciembre de 2006. C 321 E/125 a E/127.
10 Unión Europea y la Argentina. Quince años de cooperación, Delegación de la Comisión Europea
en Argentina, Octubre de 2006. Página 4.
11 Reglamento CEE N.º 443 del Consejo de las Comunidades Europeas, de 25 de febrero de
1992. Diario Oficial N.º L 052 de 27 de febrero de 1992, pp. 1-6.
12 Informe anual 2001 sobre la política de desarrollo de la CE y la ejecución de la ayuda exterior,
Comisión Europea, p. 10.

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16 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

El programa de reforma apuntó, principalmente, a13:

9 mejorar de forma significativa la calidad y la adaptabilidad de la ges-


tión de proyectos;
9 reducir notablemente el tiempo necesario para ejecutar los proyectos;
9 garantizar unos procedimientos de gestión financiera, técnica y con-
tractual armonizados para cumplir con las mejores normas internacio-
nales de deontología y responsabilidad;
9 reforzar el impacto y la visibilidad de la cooperación y de la ayuda al
desarrollo de la Unión Europea.

Teniendo en cuenta estos objetivos, el programa de reforma implicó cua-


tro grandes ejes de acción14:

9 Revisión íntegra y unificación de la programación de la ayuda exterior


conforme a los objetivos y prioridades de las políticas de la Unión Eu-
ropea.
9 Gestión integrada del conjunto del ciclo de operaciones; y para ello:
9 Creación de un servicio único encargado del ciclo de proyectos desde
la identificación hasta la evaluación. En este marco, la Comisión creó,
el 1 de enero de 2001, la Oficina de Cooperación EuropeAid, respon-
sable de la gestión integral del ciclo del proyecto, incluida la identifi-
cación individual y la evaluación de resultados.
9 Descentralización de la gestión de proyectos a favor de las Delegacio-
nes de la Comisión.

Esta reforma estableció un principio que constituyó un cambio en la


conducta de la Comisión: «Todo aquello que pueda gestionarse o decidirse
localmente, sobre el terreno, no debería gestionarse ni decidirse en Bruse-
las»15.
El proceso implicaba el refuerzo del personal estatuario y no estatuario de
las Delegaciones, así como el que éstas se responsabilicen progresivamente de
la identificación, la instrucción y el establecimiento de los proyectos y pro-

—————
13 Documento de trabajo interno de la Oficina de Cooperación EuropeAid: Informe sobre la
aplicación de la ayuda exterior de la Comisión Europea. Situación al 01 de enero de 2001, p. 11.
14 Documento de trabajo interno de la Oficina de Cooperación EuropeAid, p. 11.
15 L.c., p. 15.

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 17

gramas. De esta manera, el papel de la Oficina Central evolucionaría hacia la


supervisión de las actividades descentralizadas y el apoyo (técnico, financiero
y contractual) a las Delegaciones. De todas maneras, el proceso de descen-
tralización no tuvo en el corto plazo efectos positivos en la gestión de la
ayuda comunitaria, ya que continuaron habiendo retrasos en la ejecución de
los proyectos, persistió la carencia de personal y se mantuvo una cultura ad-
ministrativa centrada en los desembolsos y no en los resultados; no pudien-
do alcanzarse, en este sentido, los objetivos propuestos inicialmente.
Entre los años 2000 y 2006, la financiación comunitaria para la coopera-
ción regional y bilateral ascendió a casi 250 millones de euros, repartidos de
la siguiente manera: 48 millones para proyectos MERCOSUR, 65,7 millo-
nes para Argentina, 64 millones para Brasil, 51,7 millones para Paraguay y
18,6 millones para Uruguay.
Si bien estos montos son considerables, desde la perspectiva de los países
receptores «a menudo, estas cifras han sustentado una visión complaciente
del papel de la UE como actor internacional, y se han utilizado para acallar
o atenuar las críticas que han suscitado sus actuaciones, frecuentemente da-
ñinas, en otros ámbitos de las relaciones con los países en desarrollo, como el
comercio o la política agraria común. En América Latina, por ejemplo, la
ayuda ha sido a menudo una «política de sustitución», con la que se respon-
día, con un costo más bajo, a las demandas de acceso al mercado y de elimi-
nación del proteccionismo comunitario, en una clásica pauta de relaciones
de «ayuda sin comercio» (aid, not trade)» (Sanahuja, 2004: 97).
Este debate ocupa en la actualidad un lugar primordial en las negociacio-
nes que sostienen los países de América Latina y la Unión Europea en los
distintos foros. Los avances que se registren en esta discusión incidirán, in-
dudablemente, en las perspectivas futuras de la cooperación birregional, de-
terminando que la misma continué siendo una «política de sustitución» o se
constituya, por el contrario, en una medida que sumada a otras pueda con-
vertirse en un verdadero factor de promoción del desarrollo.

4. LA EXPERIENCIA DE LA COOPERACIÓN CON LA UNIÓN EUROPEA

El régimen de cooperación bilateral entre la Argentina y la Unión Europea


quedó formalmente constituido con la firma del «Acuerdo Marco de Coo-
peración Comercial y Económica entre la Comunidad Económica Europea

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18 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

y la República Argentina» el 2 de abril de 1990. Desde entonces, y a través


de los sucesivos acuerdos firmados, ambos actores fueron definiendo las re-
glas y procedimientos de toma de decisión propios de este régimen bilate-
ral. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, en una relación de
cooperación asimétrica como ésta, muchas de las reglas de juego lejos de
ser consensuadas terminan siendo impuestas por el actor más poderoso. Si
bien los «Convenios Marco» que rigen la cooperación bilateral fueron ne-
gociados y consensuados por ambas partes, los procedimientos para la ges-
tión cotidiana de los proyectos son impuestos por la Unión Europea, en
función de sus reglamentaciones comunitarias sin un espacio de negocia-
ción bilateral que permita considerar las limitaciones de la legislación ar-
gentina. Esto deriva en una constante búsqueda de adaptación y márgenes
de maniobra para resolver problemas cotidianos. A este hecho, cabe agregar
que los procedimientos de toma de decisión, instituidos por el Acuerdo
Marco a través de las denominadas «Comisiones Mixtas», no han dado lu-
gar en la práctica a decisiones conjuntas en todos los planos y que en mu-
chas ocasiones las mismas son adoptadas unilateralmente por la Unión Eu-
ropea fuera de ese ámbito.
Desde su creación, el régimen de cooperación fue evolucionando y exi-
giendo a ambas Partes negociación y coordinación constantes a fin de arribar
a un consenso. La voluntad de ambos actores de mantener el régimen fue
decisiva para superar los obstáculos que se presentaron y permitir que la co-
operación bilateral prospere.
El institucionalismo neoliberal sostiene, como se mencionó anterior-
mente, que la cooperación internacional presupone la existencia de intereses
mutuos y la voluntad de los actores de coordinar sus conductas en base a re-
glas —implícitas y/o explícitas— previamente consensuadas. Es decir que la
cooperación no surge como un comportamiento espontáneo de los actores,
sino que exige negociación y coordinación.
En la práctica de la cooperación, esta necesidad de negociación y coordi-
nación continua se torna evidente, más aún cuando los actores que deciden
cooperar son muy disímiles. La Argentina y la Unión Europea parten de
objetivos distintos que es necesario conciliar y de posiciones muchas veces
divergentes que resulta imprescindible acercar a fin de alcanzar una mayor
empatía, y hacer posible la cooperación. Es necesario reconocer también que
en la cooperación se entrecruzan distintos temas de vinculación, entre los
cuales inciden tanto aquellos políticos como comerciales. Este «ejercicio» de
negociar, consensuar y coordinar se ha transformado en una práctica habi-

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 19

tual de la relación bilateral, a fin de permitir que el régimen de cooperación


evolucione y perdure.
Por otra parte, el institucionalismo neoliberal presupone la existencia de
reglas en base a las cuales los actores pueden coordinar sus conductas y así
cooperar. Dicha coordinación resulta posible porque las reglas prescriben
papeles de conducta, restringen sus acciones y configuran sus expectativas.
Para que la cooperación entre dos actores pueda ser viable, es imprescindible
que las reglas sean claras y hayan sido consensuadas desde un principio. En
un régimen de cooperación asimétrica, como el de la Argentina y la Unión
Europea, donde los roles de «donante» y «receptor» están claramente defini-
dos, la tendencia del donante a imponer sus propias «reglas de juego» mina
la posibilidad de que la base sobre las que se sustenta la cooperación pueda
ser consensuada, tornándola más frágil. Esta tendencia es propia de la con-
cepción original de la cooperación como una práctica puramente asistencia-
lista, que vinculaba al donante y al receptor en una relación de carácter ver-
tical. Esta concepción está comenzando a evolucionar hacia una postura
donde la cooperación internacional es entendida cada vez más como un
producto de la asociación entre actores. La evidencia de una relación entre
socios que ofrecen y demandan beneficios en condiciones de reciprocidad,
representa un avance respecto de la concepción asistencial que identificaba a
un donante y a un receptor en una relación de sentido estrictamente unidi-
reccional. Esta nueva concepción de la cooperación, por ahora más discursi-
va que real, pretende promover una mayor confianza entre los actores parti-
cipantes así como un mayor grado de compromiso, fundamentalmente por
parte de aquellos países que tradicionalmente desempeñaron el rol de re-
ceptores netos de cooperación. La cooperación exige, en este sentido, un
compromiso de ambas partes para afrontar en forma conjunta los problemas
comunes. Los receptores deben asumir, entonces, un rol activo en las nego-
ciaciones sobre cooperación a fin de garantizar que la misma responda a sus
necesidades y prioridades, asegurando de esta manera que la cooperación
internacional se constituya en un verdadero factor de promoción del desa-
rrollo.
A fin de poder hacerse efectiva, esta nueva concepción de la cooperación
exige un cambio en las «reglas de juego», y obliga a los actores a readaptar
sus conductas. A lo largo del período de análisis, comprendido entre los años
2000 y 2006, la relación entre la Argentina y la Unión Europea evidenció
algunos cambios en este sentido, demostrando que la cooperación está evo-
lucionando gradualmente hacia un vínculo más simétrico, que responde al

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20 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

modelo de reciprocidad descripto anteriormente. Sin embargo, las relaciones


recíprocas no están libres de poder, lo que determina que los actores fuertes
y débiles enfrenten diferentes costos de oportunidad. En efecto, tal como lo
subrayamos anteriormente, el poder es una variable decisiva en la coopera-
ción. Esto también se ve reflejado en la relación de cooperación bilateral,
que continúa presentando aspectos claros de una relación vertical tradicio-
nal, que vincula a dos actores con distintos grados de poder. En la práctica,
la Unión Europea continúa imponiendo sus propias reglas de juego y dejan-
do a la Argentina poco «margen de maniobra». Esto ha derivado en numero-
sos obstáculos que han terminado socavando la efectividad del régimen de
cooperación bilateral.
La Unión Europea ejerce, en este sentido, cierto poder estructural que
termina delimitando el ámbito de actuación de los actores con los cuales co-
opera. De las cuatro estructuras identificadas por Susan Strange, que se inte-
rrelacionan entre sí dentro del poder estructural —«control sobre la seguri-
dad», «control sobre la producción», «control sobre el crédito» y «control
sobre el conocimiento, las creencias y las ideas» (Strange, 1988: 26)— nos
centraremos, en este caso, en esta última. De todas maneras, cabe resaltar
que durante la ejecución de la cooperación, la Comisión Europea mantiene,
asimismo, «control sobre el crédito», al ser el donante quien va liberando
progresivamente los fondos de acuerdo con las actividades previstas y quien
mantiene el control sobre la utilización de los mismos.
Teniendo en cuenta el análisis de los proyectos ejecutados durante el pe-
ríodo de estudio, es posible afirmar que en la cooperación bilateral existe
control sobre el conocimiento, las creencias y las ideas porque la modalidad
de ejecución responde a una concepción y a un modelo definido en forma
dominante por la CE. Asimismo, esto se observa en que las áreas temáticas
sobre los que versan los proyectos tienen que ver con concepciones y priorida-
des europeas, que se intentan proyectar hacia el exterior. Generalmente, los
proyectos se basan, en distinta medida, en tomar como ejemplo las experien-
cias europeas (ya sea como modelo de integración, su sistema normativo, su
sistema de educación, entre otros), siempre desde la mirada de Europa, y con
poca permeabilidad para comprender particularidades locales del receptor.
También existe «control sobre el conocimiento, aunque quizá menos
«perceptible» o más sutilmente, a través de los expertos europeos que se reci-
ben en el marco de la cooperación. Estos expertos transmiten su conoci-
miento pero muchas veces sin tener en cuenta tampoco el contexto del país
socio.

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 21

En este sentido, es la CE quien durante la ejecución de la cooperación


mantiene un fuerte control sobre las actividades que se desarrollan, los ex-
pertos que se reciben, el manejo de los recursos y, a través del cambio en las
directrices de ejecución, prioriza sus intereses y lógicas de funcionamiento
comunitario interno, limitando así el margen de interacción bilateral.
Lo que es común a los cuatro tipos de poder estructural, mencionados
por Strange, es que quien puede ejercerlo, puede cambiar el rango de opor-
tunidades a otros, sin poner ninguna presión directa sobre ellos para tomar
una decisión o tomar una elección en lugar de otra. Este poder es menos «vi-
sible» (Strange, 1988: 31).
En el transcurso de la ejecución de los proyectos, en este caso la Comi-
sión Europea, es quien tiene el poder de cambiar las reglas sin necesidad de
consenso, toma decisiones y realiza elecciones; los ejecutores o receptores de
la cooperación, por su parte, deben buscar siempre modos alternativos de
capitalizarlas para poder alcanzar de todas maneras, y dependiendo de las
capacidades locales, gran parte de los objetivos planteados.
Si bien hay reglas propias de la Comisión Europea, la imposibilidad de
negociar y consensuar tanto las reglas de ejecución como los procedimientos
de toma de decisión de la cooperación bilateral ha traído en la práctica di-
versas dificultades, algunas de las cuales se detallan a continuación:

• Poco margen para la definición de las prioridades de cooperación

Si bien actualmente la definición de las áreas de la cooperación se hace con-


juntamente con la Cancillería argentina, unos años atrás éstas eran definidas a
través de expertos europeos que visitaban nuestro país, se entrevistaban con los
organismos nacionales y luego decidían los sectores sobre los que versaba la
cooperación. En la actualidad, la firma de un Acuerdo en donde quedan
plasmados los grandes ejes temáticos para la cooperación otorga a la Argentina
un mayor margen para la definición de prioridades. De todas maneras, la falta
en la práctica de una real colaboración en la definición de los sectores priorita-
rios para el desarrollo de la cooperación dificulta, en cierta medida, la armoni-
zación de las políticas gubernamentales con la cooperación internacional.
Si bien no vamos a ahondar en el porqué de la selección de los grandes
temas sobre los que versa la cooperación de la Unión Europea, observamos
que los proyectos de cooperación son seleccionados de acuerdo con los inte-
reses particulares de la UE; de hecho se eligen ciertos proyectos, en detri-

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22 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

mento de otros que suelen vincularse con diferentes intereses económico-


comerciales. Tal es el caso de la Argentina, que en los últimos años no ha de-
sarrollado cooperación con la UE en proyectos relacionados con temas agrí-
colas, sector estratégico para el desarrollo del país. Así, se observa cómo en
última instancia predomina una visión de la cooperación internacional en
cuanto instrumento de la política exterior de los donantes.

• Debilidad en la identificación y formulación de los proyectos


de cooperación, que dificulta su viabilidad en la práctica

La experiencia indica que la fase de identificación y formulación de un pro-


yecto es decisiva para que el mismo pueda ejecutarse exitosamente.
Tradicionalmente, la UE destinó fondos para la realización de «misiones
de formulación», que estaban a cargo de consultores extranjeros. La falta de
un adecuado conocimiento de la realidad local y de las necesidades de los
destinatarios generó que muchas de estas misiones fueran infructuosas, dan-
do como resultado documentos técnicos de los proyectos inadecuados, lo
que los hacía difícilmente viables en la práctica.
Esto demostró la importancia de garantizar que las instituciones benefi-
ciarias participen activamente en la etapa de identificación y formulación de
los proyectos, a fin de favorecer que los mismos se ajusten a la realidad local
y se desarrollen en concordancia con la misma, promoviendo su éxito.

• Complejidad de los procedimientos de gestión de los proyectos


de cooperación

En pos de asegurar la transparencia en la gestión de los fondos asignados a la


cooperación internacional, como fue mencionado anteriormente, la UE di-
señó una normativa decididamente compleja para el uso de dichos fondos,
lo que dificulta en gran medida la ejecución cotidiana de los proyectos. A
esto se suma el hecho de que dicha normativa es frecuentemente modificada
por la UE sin consultas previas, lo que socava aún más la posibilidad de que
los responsables de ejecutar los proyectos se familiaricen con la misma. Para
las instituciones locales responsables de la ejecución, resulta esto un proceso
de constante cambio con un alto costo de tiempo que afecta sin duda al ni-
vel de ejecución final de los recursos.

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 23

Por otra parte, el mencionado proceso de descentralización operado por


la Comisión Europea, orientado a agilizar la gestión de la cooperación, gene-
ró inicialmente el efecto contrario, ante la inseguridad y falta de definiciones
claras para las Delegaciones. Esto puso en evidencia que el proceso de des-
centralización no logró alcanzar plenamente los objetivos planteados, ya que
las Delegaciones en los países todavía carecen de la autonomía y capacidad
de decisión necesarias, lo que determina que éstas tengan en muchas ocasio-
nes una participación marginal, siendo la mayoría de las decisiones adopta-
das en Bruselas.

• Dificultades para compatibilizar la normativa comunitaria


con la legislación nacional cuando ambas no son totalmente compatibles

A la complejidad de la normativa comunitaria ya mencionada se suma la es-


casa flexibilidad para compatibilizar la misma con la legislación argentina,
cuando ambas no son totalmente coincidentes, y con los cambios de con-
texto. La poca flexibilidad de la Comisión Europea para buscar mecanismos
alternativos que permitan hacer compatibles ambas normativas llega a para-
lizar muchas veces las actividades de los proyectos.
Las principales dificultades se han presentado en temas tales como ges-
tiones bancarias (solicitud de apertura de más cuentas bancarias que las
permitidas por la legislación local), modelo organizacional de las institucio-
nes del Estado (exigencia de contar con una «asistencia financiera» autóno-
ma para los proyectos, que impide aprovechar los recursos ya disponibles en
las instituciones estatales), funcionamiento del sistema presupuestario na-
cional (procedimiento para verificar el aporte de contraparte), y naturaleza
de los contratos del personal del Estado.
La mayoría de las dificultades mencionadas precedentemente, muchas de
las cuales persisten en la actualidad, obedecen a la falta de acuerdo entre am-
bos actores sobre las reglas y procedimientos que sustentan al régimen de
cooperación, que generalmente responden a los intereses del actor más pode-
roso. Como se mostró anteriormente, la imposibilidad de consensuar las
«reglas de juego» termina socavando la efectividad del régimen.

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24 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

5. ELEMENTOS PARA UN ACERCAMIENTO MUTUO

A pesar de los problemas que presentó la gestión de la cooperación durante


el período de análisis, hubo también aspectos que marcan una evolución de
la relación de cooperación hacia una posible «asociación de actores». Los
mismos muestran que la asistencia exterior de la Unión Europea se está en-
caminando hacia el logro de una mayor apropiación de las acciones por
parte de los receptores, enfatizando el concepto de responsabilidad compar-
tida, y de un intercambio más dinámico entre las partes, a fin de lograr la
definición de las prioridades de cooperación. Entre estos aspectos, cabe des-
tacar:

• La posibilidad dada por la UE de redefinir las prioridades de coopera-


ción como consecuencia de la crisis socio-económica atravesada por la
Argentina a fines de 2001, que permitió dar respuesta a las necesida-
des del país en ese momento.
• La mayor participación de la Argentina en la definición de las priori-
dades y los proyectos de cooperación, a través de la negociación y sus-
cripción del «Memorando de Entendimiento».
• El reemplazo de las «misiones de formulación» a cargo de consultores
extranjeros por procesos de planificación en los que participan los dis-
tintos actores involucrados; lo que permite que los proyectos resul-
tantes estén en concordancia con la realidad local.
• El notable incremento en la cantidad de expertos locales contratados
para brindar asistencia técnica en la gestión de los proyectos, y la con-
secuente disminución del número de expertos europeos.

Estas medidas concretas reflejan cierta voluntad de la Unión Europea pa-


ra introducir algunas modificaciones a su política de cooperación, a fin de ir
adaptándola al contexto local. La flexibilidad que dicha política fue ganando
con el tiempo ha permitido mejorar la gestión de la cooperación bilateral,
aumentando en cierta medida su impacto y eficacia. A esto se suma la capa-
cidad de negociación de la Argentina que le permitió ir incrementando gra-
dualmente su margen de acción, y salir de la postura pasiva de receptor.
Tal como se mencionó anteriormente, la pertenencia a un régimen de
cooperación exige a los actores involucrados negociación y coordinación
constantes, a fin de lograr preservar sus intereses y obtener beneficios. El
continuo balance que hagan dichos actores entre los beneficios que este ré-

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 25

gimen les brinda y los costos que implica influirá seguramente en su deci-
sión de permanecer o no en el mismo. Como sostiene Robert Keohane, en
general se supone que los Estados se unen a aquellos regímenes con los cua-
les esperan que los beneficios de ser miembros superen a los costos (Keoha-
ne, 1993: 153). No obstante esto, la relación de cooperación entre actores
no se basa exclusivamente en una relación de «costo-beneficio», sino que por
el contrario existen otros múltiples factores que inciden, determinando que
la misma no se sustente en conductas puramente racionales. En este punto
coincidimos con la visión cognitivista dura (o constructivista) que sostiene
que los valores, creencias y percepciones de los actores son decisivos en la
configuración de sus propios intereses y, por extensión, sobre las posibilida-
des de entablar prácticas cooperativas. Los casos analizados demuestran que
la cooperación internacional no responde exclusivamente a intereses egoístas
de los Estados, sino que es asimismo promovida por valores y creencias com-
partidas y por un sentido de pertenencia a una comunidad internacional.
Cuando dos actores tan disímiles en sus capacidades relativas, como la
Argentina y la UE, emprenden acciones conjuntas de cooperación, son
conscientes de que enfrentarán distintos costos de oportunidad y de que los
beneficios que deriven de estas acciones seguramente no serán equitativos.
Como subraya el neoliberalismo, si bien en las relaciones entre iguales se es-
pera, generalmente, que la equivalencia sea aproximada, en las relaciones
entre desiguales, hay pocas perspectivas de un intercambio equivalente.
Para la Unión Europea, las ganancias que obtiene de la cooperación bila-
teral pueden medirse en términos del prestigio y la visibilidad internacional
—al ser identificado como uno de los principales donantes de cooperación a
nivel mundial—, de ventajas económicas —que obtiene a través de un ma-
yor acceso a otros mercados— y de réditos políticos —, ya que la coopera-
ción le permite promover sus intereses en los países receptores—, entre
otros. La Argentina, en cambio, al tener menor poder relativo, debe afrontar
mayores costos de oportunidad y obtiene, en comparación, menores ganan-
cias. Estas últimas quedan, generalmente, reducidas a los beneficios concre-
tos que resultan de la ejecución de los proyectos de cooperación (que a pesar
de ser en gran medida positivos, no alcanzan habitualmente a constituir un
aporte sustancial al desarrollo nacional), y al anhelo de que la cooperación
siente las bases para un mayor intercambio político y comercial.
Por otra parte, los costos de oportunidad están principalmente represen-
tados por los costos de transacción —al ser la Argentina la responsable de la
gestión de los fondos asignados a la cooperación— y por los costos econó-

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26 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

micos —al tener que contribuir con fondos propios para la realización de los
proyectos de cooperación—.
Aunque los costos de mantener el régimen de cooperación puedan ser
muchas veces altos, el mismo constituye en el contexto internacional actual
un instrumento que permite a ambas partes promover sus intereses y obte-
ner beneficios. En este sentido, consideramos que la cooperación continúa
siendo la mejor opción, más aún cuando la misma se convierte en parte del
comportamiento estratégico de ambos actores. Por otra parte, en un mundo
interdependiente como el de hoy los costos de abandonar el régimen segu-
ramente superarían ampliamente los beneficios, principalmente en términos
del prestigio frente a los otros actores de la comunidad internacional.
Si bien la efectividad del régimen bilateral se ha visto socavada en gran
parte como consecuencia de las dificultades en la gestión, mencionadas ante-
riormente, la cooperación que brinda la Unión Europea sigue constituyendo
un apoyo significativo a las políticas nacionales vigentes en los distintos sec-
tores, pudiendo obtenerse beneficios sustantivos en la medida en que estos
recursos puedan ser bien administrados y puedan sortearse las dificultades
que se presenten.

6. PROPUESTAS PARA MEJORAR LA EFECTIVIDAD DEL RÉGIMEN


DE COOPERACIÓN BILATERAL

La cooperación conjunta durante el período de análisis ha dejado nume-


rosas «lecciones aprendidas» que podrán ser de utilidad para las acciones
futuras. Entre ellas, cabe destacar:

- La importancia de que la cooperación apoye y acompañe las políticas


nacionales del país beneficiario;
- La necesidad de un diálogo fluido y estrecho entre el donante y el be-
neficiario, en sus distintos niveles;
- La certeza de que las acciones de cooperación sólo pueden ser verdade-
ramente eficaces si logran adecuarse y desarrollarse en concordancia
con las realidades locales;
- La necesidad de continuar promoviendo una acción coordinada entre
la Unión Europea y la Argentina, en las diferentes etapas de la pro-
gramación de la cooperación y del ciclo de los proyectos.

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 27

En base a estas «lecciones aprendidas», es posible pensar en algunas es-


trategias de acción que permitan mejorar la gestión de la cooperación bilate-
ral, contribuyendo a aumentar su efectividad e impacto.
Consideramos de gran relevancia que en la futura cooperación bilateral se
ponga énfasis en la importancia de que la cooperación comunitaria acompa-
ñe a las políticas nacionales en cada sector, para lo cual se requiere de un
procedimiento que permita una definición conjunta de las prioridades y ac-
ciones de cooperación, lo que debería reflejarse también en el proceso de eje-
cución de los proyectos. A nivel regional, existe unanimidad acerca de la ab-
soluta necesidad de que el proceso de definición de prioridades pueda ser
consensuado, coordinado, conjunto y transparente. De esta manera, se evita-
ría que la Argentina deba «amoldarse» a las estrategias de acción fijadas pre-
viamente por la UE. Asimismo, es necesario que los actores locales mejoren
su capacidad de articulación para establecer conjuntamente las líneas priori-
tarias del país, a fin de maximizar los recursos de la cooperación.
Otro factor significativo es el fortalecimiento de las instituciones benefi-
ciarias a fin de que puedan absorber la ayuda que se les brinda y aprovechar
al máximo las oportunidades que el régimen les ofrece.
Por último cabe destacar, entre otros aspectos, la importancia de que las
acciones de cooperación estén en concordancia con el contexto en el que se
ejecutan y utilicen, asimismo, las capacidades locales existentes para multi-
plicar los beneficios de la cooperación.
Las propuestas mencionadas constituyen medidas concretas tendentes a
mejorar la efectividad del régimen de cooperación bilateral. Sin embargo, a
fin de alcanzar mejoras significativas, las mismas deben estar necesariamente
acompañadas por cambios más profundos, relacionados con la concepción
misma de la cooperación.
En este sentido, resulta de suma importancia que la concepción de la co-
operación pueda ir alejándose cada vez más de la perspectiva realista (que la
fundamenta estrictamente en los conceptos de poder e interés nacional), y
acercándose hacia una visión constructivista, donde las percepciones, creen-
cias y valores de los Estados juegan un rol fundamental.
Como lo expresa José Antonio Sanahuja, la política de cooperación de la
UE se encuentra, en el actual contexto internacional, en un período de tran-
sición que parece ir dejando atrás las razones que explicaron la aparición de
la política de desarrollo —argumentos morales, vínculos coloniales, objeti-
vos geopolíticos del conflicto bipolar, intereses comerciales—, que son re-
emplazadas por metas de desarrollo acordadas en foros multilaterales, y tam-

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28 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

bién por los nuevos objetivos de su política exterior y de seguridad, que in-
cluyen la búsqueda de estabilidad política, liberalización económica y acceso
a los mercados, así como la promoción de la democracia y el desarrollo so-
cial. La UE afronta, actualmente, la necesidad de definir las líneas estratégi-
cas de su acción exterior, teniendo que decidir si su política exterior va a res-
ponder a una «matriz realista» o bien si obedecerá a una visión
«constructivista». «Si se opta por una política de matriz realista, guiada por
intereses definidos en términos de poder, la ayuda se convertirá en un ins-
trumento cada vez más alejado de los objetivos que le da el Tratado de
Maastricht, y difícilmente podrá ser eficaz en la lucha contra la pobreza.
Por el contrario, si esa política responde a una matriz «constructivista»,
tratará de proyectar al exterior los valores y las visiones que definen la
identidad del «modelo europeo» de integración, incluyendo sus objetivos
«metapolíticos» de paz, contribuyendo a la prevención y resolución de los
conflictos, preferentemente por medios pacíficos. De igual manera, tratará
de promover las metas de democracia, solidaridad y cohesión social que le
son propias. Para que ello sea posible, la política de desarrollo debe gozar
de amplios márgenes de autonomía, y de esa forma responder a pautas de
asignación geográfica y sectorial, y a los métodos y enfoques que le son
propios, de manera que se garantice su eficacia como instrumento de desa-
rrollo (Sanahuja, 2004).

7. REFLEXIONES FINALES

El análisis del régimen de cooperación Argentina-Unión Europea permitió


comprobar que las asimetrías existentes entre ellas se reflejan en la práctica
cotidiana de la cooperación, donde el poder juega un rol fundamental. Co-
mo sostiene el institucionalismo neoliberal, «las relaciones de poder y de-
pendencia en la política mundial serán importantes determinantes de las ca-
racterísticas de los regímenes internacionales. Las elecciones de los agentes se
verán restringidas de forma tal que las preferencias de los agentes más pode-
rosos recibirán más peso» (Keohane, 1993: 153). En el marco del régimen
de cooperación bilateral, es la Unión Europea como actor con mayor poder
relativo quien impone sus propias reglas de juego y decide generalmente en
forma unilateral, minando de esta manera la posibilidad de que las bases so-
bre las que se sustenta el régimen puedan ser consensuadas.

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 29

No obstante lo anterior, y a pesar del poder estructural ejercido por la


Unión Europea, la cooperación es posible gracias a cierta cuota de poder
ejercida por la Argentina, lo que le permitió ir superando algunas barreras y
reglas de juego impuestas.
En este sentido, es importante destacar que el alcance de los objetivos de
los proyectos responde a cierto poder estructural ejercido por los receptores.
Esto se evidencia en el «control del conocimiento» (una de la dimensiones
del poder estructural) expresado en los expertos locales que participan de los
proyectos de cooperación, ya que muchas veces su conocimiento supera las
expectativas de sus pares europeos; en la capacidad de gestión y ejecución de
los proyectos (que concluyen con un alto porcentaje de ejecución del presu-
puesto y de aporte de contraparte); y en el «amoldarse» a las reglas de juego
de los donantes, tratando de mejorar el entorno local donde se desarrollan
los proyectos y las realidades que los llevaron a solicitar dicha cooperación.
Este conocimiento no proviene de la Delegación y/ o de los expertos que re-
cibe, sino que son capacidades locales que se encuentran en los órganos re-
ceptores de la cooperación. Un mayor margen de maniobra y poder de ne-
gociación están directamente relacionados con un rol activo del receptor, en
caso contrario quedará sujeto a las reglas de juego dadas por el donante sin
posibilidad de capitalizarlas a fin de poder alcanzar los resultados esperados
de la cooperación solicitada.
El análisis realizado muestra que el éxito de la cooperación internacional
depende no sólo del flujo de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) que desti-
nan anualmente los donantes, sino que es una combinación de esto más un
rol activo del receptor, quien debe mantener también cierta cuota de poder
(sobre todo control sobre el conocimiento, no sobre el crédito) a fin de po-
der ejecutar el proyecto en función de los objetivos que quiere lograr.
Los consensos acordados en el ámbito internacional orientados a mejorar
la eficacia de la AOD —que pueden resumirse en los principios de apropia-
ción, alineamiento, armonización, gestión por resultados y mutua rendición
de cuentas— muestran la importancia que la comunidad internacional atri-
buye a que el régimen de cooperación avance hacia una verdadera «asocia-
ción de actores», que responda al modelo de reciprocidad propuesto por el
neoliberalismo, donde se espera que los servicios y favores, la confianza y el
afecto, en el curso de los intercambios mutuos, encuentren algún equilibrio
aproximado. Esta concepción implica abandonar definitivamente los princi-
pios que dieron origen al régimen de cooperación. Cuando el mismo se ori-
ginó, el sistema internacional se caracterizaba por una confrontación bipolar

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30 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

(Este-Oeste), que determinaba que la ayuda estuviese directamente ligada a


la hegemonía y a los objetivos estratégicos de las potencias. En consecuencia,
existía una vinculación automática entre los intereses nacionales, la seguri-
dad, la política exterior y la ayuda externa. De esta manera, dado que la
ayuda estaba básicamente dirigida a legitimar la hegemonía del donante, la
misma difícilmente estaba en concordancia con las prioridades de los países
en desarrollo, que veían subordinados sus intereses a los de aquél. En el nue-
vo contexto internacional, se intenta promover que la cooperación interna-
cional deje de ser concebida estrictamente como un instrumento de la polí-
tica exterior de los Estados —quedando de esta manera subordinada a la
preservación de su interés nacional— y contemple las necesidades e intereses
de los receptores. La cooperación podría comenzar, entonces, a regirse por el
principio de «asociación» entre receptor y donante para el logro de objetivos
comunes.
Una verdadera asociación permitiría que las asimetrías características de
un régimen de cooperación vertical, como el de la Argentina y la UE, pue-
dan verse atenuadas, permitiendo que todos los actores involucrados puedan
obtener ganancias relativamente equitativas. Para que la misma sea posible,
donante y receptor deben correrse de sus posturas tradicionales y permitir
un mayor acercamiento y un diálogo genuino, que haga posible la empatía.
De esta manera, la cooperación podría orientarse más al logro de objetivos
comunes, que a la promoción de los propios intereses.
Un nuevo enfoque de la cooperación debería resignar definitivamente el
concepto de «asistencia» que aún perdura en el lenguaje internacional, y rede-
finir la cooperación como una actividad asociativa para alcanzar un objetivo
compartido de beneficio mutuo para las dos partes (Wainstein, 2007: 31).
Esta visión más idealista de la cooperación, más relacionada con los obje-
tivos proclamados por los países en sus discursos que con la práctica real,
podría concretarse si llegara a comprenderse realmente que los problemas
globales actuales exigen una acción colectiva guiada por criterios cooperati-
vos. «En un mundo interdependiente, el fundamento principal de la coope-
ración es que los problemas que afectan al Sur inciden sobre la sociedad glo-
bal en su conjunto, de la que también forma parte el Norte, y que dichos
problemas, cada vez en mayor medida, tienen raíces comunes por lo que se
impone una estrategia concertada para hacerles frente» (Gómez Galán,
2001: 26). En este sentido, la creciente interdependencia entre los países
convierte a la cooperación en una pieza clave de su comportamiento en el
ámbito internacional.

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 31

Por otra parte, como se mencionó anteriormente, el régimen de coopera-


ción no se sustenta, a nuestro criterio, en conductas puramente racionales,
donde los actores basan sus decisiones en relaciones de «costo-beneficio».
Por el contrario, en dicho marco —a diferencia de otros ámbitos de ac-
ción— los actores responden más a un modelo de comportamiento como el
propuesto por el Cognitivismo duro. Según dicho modelo, conocido como
«role player», «se desempeña un papel, en el ámbito internacional, cuando
los gobiernos advierten que los compromisos que tienen con otros Estados y
con la comunidad de Estados son reales e ineludibles [...] Para tomar una
decisión, quien desempeña un papel se pregunta qué es lo que resulta apro-
piado hacer en una situación dada, en lugar de cómo maximizar los objeti-
vos que se fijó de manera individual». (Hensclever et al, 1999: 510).
Consideramos que tanto el contexto de interdependencia actual como la
preeminencia de los «actores reflexivos» —por sobre los «racionales»—,
mencionados anteriormente, podrían contribuir a que un régimen de coope-
ración vertical pueda sustentarse más en relaciones de «asociación», de ca-
rácter más simétrico, que en relaciones de «competencia», donde el poder
relativo ocupa un lugar central.
Como se mencionó anteriormente, la relación de cooperación entre la
Argentina y la Unión Europea ha realizado algunos pocos progresos en pos
de convertirse en una «asociación de pares». Diversos cambios en los proce-
dimientos de gestión reflejan un incipiente cambio en la voluntad de la UE
de que su política de cooperación responda a las necesidades de los países re-
ceptores y no se subordine exclusivamente a los objetivos de la política exte-
rior y de seguridad comunitaria. No obstante esto, persisten varios elemen-
tos que continúan mostrando a la UE en un rol de donante tradicional, que
impone sus propias reglas de juego y decide unilateralmente las prioridades y
estrategias de acción. Resulta indispensable que la cooperación que brinda la
UE continúe siendo transformada y sea complementada por acciones (rela-
cionadas con el comercio, los aranceles, los créditos, la deuda externa, la so-
beranía alimentaria y las migraciones, entre otras) que tiendan a promover
un desarrollo más equitativo y un mayor bienestar en las poblaciones más
necesitadas.
De esta manera, podría contribuirse a una mayor efectividad del régimen
de cooperación bilateral, que brindaría beneficios más equitativos para sus in-
tegrantes y alimentaría la expectativa de obtener ganancias crecientes, tanto
inmediatas como futuras, más allá del ámbito de la cooperación. Como se ex-
puso anteriormente, en el vínculo entre la Argentina y la Unión Europea, los

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32 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

aspectos políticos y comerciales pesan tanto o más que los de cooperación, y es


por eso que la expectativa de que estos últimos se conviertan en la base que
promueva un mayor consenso en los otros dos es cada vez más fuerte.
Los avances que pueda experimentar el régimen bilateral, en este sentido,
podrán verse impulsados o frenados por la concepción de la cooperación que
prevalezca en la comunidad internacional. Actualmente coexisten dos visio-
nes de la cooperación, una que la concibe como herramienta para contribuir
a un cambio profundo de las estructuras y relaciones económicas, sociales y
políticas del mundo, con todas las consecuencias que esto acarrearía tanto
para los países del Norte como para los del Sur; y otra visión de la coopera-
ción que la define como un conjunto de mecanismos para paliar las grandes
diferencias que hay en el planeta y evitar un estallido social y un desastre
medioambiental, manteniendo en el fondo la actual estructura de equilibrio,
o mejor dicho de desequilibrio, entre países y bloques dominantes y domi-
nados. «No se trata de una división entre buenos y malos sino de dos mane-
ras distintas de entender el mundo, la justicia, la estabilidad, en definitiva los
objetivos de la humanidad y el papel de cada cual para contribuir a la conse-
cución de estos objetivos.» (Ravella, 2004: 146).
Para que la cooperación pueda funcionar como un verdadero instru-
mento del desarrollo es importante que prevalezca la visión que cree que a
través de la misma pueden lograrse cambios profundos de las estructuras y
relaciones económicas, sociales y políticas del mundo. Para ello, debería ga-
nar peso la visión constructivista, centrada en valores compartidos, en de-
trimento de la visión realista, que sostiene que los Estados no pueden perder
de vista las ganancias relativas, es decir, que deben estar atentos a cómo la
cooperación beneficia a sus socios. «Esta visión se centra en buscar para los
países del Sur un desarrollo que mantenga y legitime la situación actual, con
ciertas mejoras para evitar explosiones sociales y para crear mercados relati-
vamente capaces de absorber la producción de los países desarrollados»16. En
la medida en que prevalezca esta concepción, la cooperación constituirá un
mero instrumento paliativo de las necesidades de los países menos adelanta-
dos, destinado a aumentar el prestigio de los donantes, al permitirles cum-
plir con los compromisos asumidos en los foros multilaterales. En definitiva,
la cooperación será exclusivamente un instrumento de la política exterior de
los Estados desarrollados, orientado a legitimar el actual equilibrio de poder
del sistema internacional.
—————
16 RABELLA, Joaquim: o.c., p. 147.

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EL RÉGIMEN DE COOPERACIÓN ARGENTINA-UNIÓN EUROPEA 33

Si el régimen de cooperación deja, definitivamente, de estar centrado en


promover el desarrollo integral de los países, terminará perdiendo su verda-
dero sentido y se debilitará. En consecuencia, es necesario adoptar medidas
urgentes que permitan volver a encauzar las acciones hacia el logro de ese
objetivo.
Sin llegar a pensar que la cooperación puede transformar profundamente
la estructura de poder mundial, consideramos que es posible aspirar a que la
misma se convierta en un factor primordial de promoción del desarrollo,
siempre y cuando la misma se nutra de una visión que promueva los valores
e intereses comunes de la comunidad internacional y se sume a otras medi-
das complementarias que permitan a los países menos avanzados acortar la
brecha que los separa de los más desarrollados.

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Elementos y reflexiones sobre la cooperación científica
y tecnológica «norte-sur» con los países de renta media
Alejandra S. Kern1

1. INTRODUCCIÓN

Durante las últimas dos décadas, y en particular luego de 2000, se ha abierto


un importante debate político y académico acerca del rol de los llamados
«países de renta media» en la cooperación internacional al desarrollo. Los
ejes de la discusión se han centrado en: a) la limitación de la renta per cápita
como indicador de desarrollo; b) la necesidad de los países de renta media de
continuar recibiendo ayuda; y c) el rol de estos países como «nuevos donan-
tes» de cooperación.
Sin duda hay muchos elementos de discusión en torno a estos ejes y a las
diversas implicaciones negativas de esta clasificación. Sin embargo, la idea de
este trabajo es tomar un aspecto que se presenta como una oportunidad para
estos países: la cooperación científica y tecnológica. El análisis se realiza to-
mando la dimensión «norte-sur» de esta cooperación y teniendo en cuenta
las particularidades de América Latina.
El objetivo central es proponer algunas variables cualitativas para analizar
con profundidad el tema.
En una primera parte, se describe la relación entre país de renta media y
la cooperación en ciencia y tecnología. En segundo lugar, se especifican las
particularidades de la cooperación científica y tecnológica. Finalmente, se
—————
1 Doctora en Ciencias Sociales de FLACSO-Argentina y licenciada en Relaciones Internacionales
de la Universidad del Salvador. Se desempeña como profesora en la Maestría de Cooperación
Internacional de la Universidad Nacional de San Martín e investigadora del Centro de Investigación
en Cooperación Internacional y Desarrollo de la misma universidad. Es coordinadora del
Subprograma de Vinculaciones Internacionales Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de
la República Argentina.

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36 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

detallan una serie de variables relevantes para analizar esta cooperación y se


plantean algunas observaciones derivadas de un estudio de caso en el sector
de las Tecnologías Informáticas, entre Argentina y Alemania.

2. LOS PAÍSES DE RENTA MEDIA Y LA COOPERACIÓN EN CIENCIA


Y TECNOLOGÍA

De acuerdo con la definición del Banco Mundial, los países considerados de


renta media son aquellos cuya renta per cápita se encuentra entre los 766 y
los 9.386 dólares. Esta definición ha tenido un importante impacto en el
sistema de cooperación internacional para el desarrollo, en tanto el Comité
de Ayuda al Desarrollo de la OCDE la utiliza para clasificar aquellos países
destinatarios de ayuda.
Este indicador —ciertamente cuestionado como criterio para medir el
nivel de desarrollo de un país y su necesidad de ayuda— reúne un grupo de
países que resulta altamente heterogéneo. No obstante esta reconocida diver-
sidad, un estudio del Instituto Complutense de Estudios Internacionales ha
logrado identificar cuantitativamente sus principales rasgos en común
(Alonso et al., 2007).
Entre estas características, el estudio menciona un nivel de crecimiento
ligeramente superior a la media mundial, el cual atribuye a tres variables: la
apertura económica, la calidad institucional y el progreso tecnológico. Es
aquí donde el estudio muestra una primera relación entre tecnología y renta
media. Lo hace tomando dos índices mundiales que claramente evidencian
una correlación positiva entre nivel de renta y desarrollo tecnológico, lo cual
es observable a nivel mundial. Sin embargo, de los dos índices, el Technology
Achivement Index muestra valores que se encuentran por debajo del prome-
dio mundial, lo cual refleja una importante asimetría entre los países de
renta media y los países centrales. Esta asimetría muestra un espacio impor-
tante para la cooperación en este campo, que no es nuevo, sino que cuenta
con una larga historia de relaciones.
Existen numerosos acuerdos bilaterales entre países de América Latina y
Europa, que dan un marco político institucional a esta cooperación, e ini-
ciativas multilaterales como el Programa CyTED en el espacio Iberoameri-
cano que reflejan una historia y una intensa actividad de intercambio y vin-
culación técnico y científico.

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ELEMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA «NORTE-SUR»... 37

Algunas propuestas para guiar esta cooperación en el espacio


iberoamericano destacan que es necesario respaldar los esfuerzos de los países
de renta media para asentar una dinámica de acumulación de capital físico,
humano y tecnológico que les permita transitar hacia especializaciones
productivas y exportadoras de mayor dinamismo y productividad. En este
sentido, se destaca que es clave el acceso a los procesos de difusión y
adaptación tecnológica y la mejora de la eficiencia de la base infraestructural
de los países y que es necesario alentar el cambio productivo a partir de
instrumentos de política comercial (Alonso, 2007).
Los conceptos que se proponen en este artículo intentan mostrar algunas
limitaciones de esta estrategia y ampliar la visión para incorporar otros ele-
mentos.
Antes de explorar más en detalle los elementos a considerar en este área
de cooperación, es necesario definir algunas particularidades que permiten
identificar un campo de vinculación distinto al de la cooperación al desarro-
llo.

3. LAS PARTICULARIDADES DE LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA


Y TECNOLÓGICA

Desde la teoría de las relaciones internacionales, el tema de la cooperación


entre estados ha tenido diversas miradas que han resultado parciales e in-
completas para analizar sus particularidades, tanto en el campo del desarro-
llo, como en el área de ciencia y tecnología. Cabe, sin embargo, comenzar
destacando algunos aportes y diferenciar ambos tipos de cooperación.
Para los enfoques neoliberales, en un sistema internacional donde existen
intereses en general contrapuestos, la cooperación internacional es un proce-
so político entre estados que se ubica entre dos extremos: la armonía y el
conflicto (Keohane, 1984). Desde esta perspectiva y considerando que la
armonía automática de intereses no es posible, lo que caracteriza a la coope-
ración es la voluntad de los estados para coordinar sus políticas. Desde una
postura racionalista, los enfoques neoliberales analizan la cooperación inter-
nacional a partir de los intereses de los actores y su búsqueda por maximizar
beneficios o reducir incertidumbres a través de acciones colectivas. Esta es en
definitiva la función que se le atribuye a los regímenes e instituciones inter-
nacionales.

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38 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

Lo interesante de esta primera definición es que se refiere a la coopera-


ción como una acción política del Estado. De este modo, la cooperación se
comprende como estrategia de política exterior y por lo tanto sus contenidos
y modalidades responderán a las ideas e intereses que predominen en la
construcción de la misma.
La generalidad de esta primera definición pierde, sin embargo, capacidad
explicativa al no tener en cuenta la dimensión del poder en el sistema. Al
poner en el centro la idea de «coordinación» quita relevancia a las diferencias
de poder y pone énfasis en la voluntad recíproca entre Estados, nociones que
no son necesariamente suficientes para explicar las relaciones centro-
periferia.
Los enfoques constructivistas permiten ir más allá de esta visión raciona-
lista, sin por ello tener que descuidar la dimensión del poder. En primer lu-
gar, agregan nuevos elementos explicativos al considerar la influencia de
ideas, normas y valores en el comportamiento de los actores y en la configu-
ración de una determinada estructura de poder. En segundo lugar, contem-
plan también la influencia que puede tener la estructura del sistema en la
conducta de los actores. Es decir, que si bien los estados constituyen el sis-
tema a partir de ideas, una vez constituido, éste también imparte significa-
dos y contribuye a construir normas internacionales.
Las asimetrías de poder y la incidencia de ideas y valores se ven clara-
mente reflejadas en el caso específico de la cooperación para el desarrollo y
es importante aquí marcar algunas de sus características distintivas. De
acuerdo con la definición de las Naciones Unidas, este tipo de cooperación
consiste en «el conjunto de aportes, donaciones, préstamos en bienes o dine-
ro, así como la asistencia técnica que un país brinda a países en desarrollo
bajo condiciones concesionales. La idea central de este concepto no es preci-
samente la de coordinación, sino de la «ayuda» de los «más desarrollados» a
los «menos desarrollados» y se identifica más comúnmente con la palabra
«asistencia». De este modo, quedan contenidos en su definición tres ele-
mentos que de algún modo determinan el carácter de la relación entre estos
países: la asimetría de capacidades entre las partes, la finalidad de alcanzar el
desarrollo y la creencia de que esto es posible a partir de la transferencia de
recursos desde los países más ricos hacia los más pobres2. En este marco, la
—————
2Irónicamente Morgenthau criticaba esta visión mencionando que «...el subdesarrollo es
considerado como una especie de accidente o peor como una clase de enfermedad deficiente que
puede tratarse mediante inyecciones subcutáneas de los ingredientes faltantes». Morgentau, Hans «A

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ELEMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA «NORTE-SUR»... 39

noción de desarrollo económico ha jugado un papel ideológico que encubre


intereses particulares que persiguen los países donantes como parte de su
política exterior.
Si bien el desarrollo de un país está estrechamente vinculado con el desa-
rrollo científico y tecnológico, la cooperación internacional en el campo de
la ciencia y la tecnología (CyT) se ha tratado como un ámbito completa-
mente diferente de la cooperación para el desarrollo. Tomando la clasifica-
ción de lo que Archibugi y Ianmarino (2002) denominaron un proceso de
«globalización de la innovación» pueden distinguirse las siguientes formas de
cooperación científica y tecnológica:

⇒ Explotación internacional de las innovaciones producidas nacional-


mente
⇒ Generación global de innovaciones
⇒ Colaboraciones tecno-científicas globales

De acuerdo con esta clasificación, las dos primeras categorías tienen co-
mo actores centrales a las empresas, quienes buscan mejorar su posición en
distintos mercados a través de la innovación. Estos tipos de cooperación
constituyen estrategias empresariales para competir en mercados internacio-
nales y son muy diferentes de las «colaboraciones tecno-científicas» entre
universidades y centros de investigación públicos. Estas últimas colaboracio-
nes existen incluso desde los orígenes de la actividad científica y no están
animadas por fines lucrativos, sino por el interés de desarrollar conocimien-
to, ya sea motivado por el prestigio individual de los investigadores, como
por estrategias de desarrollo nacional.
Es precisamente este tipo de cooperación la que se observa como eje de
vinculación centro-periferia en el nivel estatal. Si bien se ha destacado que la
cooperación científica y tecnológica se realiza a través de distintos medios y
actores, tanto estatales como no estatales, y que el papel del Estado se ha
desdibujado crecientemente como protagonista central de este proceso
(Vaccarezza, 1997), lo que se intenta comprender aquí es su lógica como
política estatal. Claramente, una vez comprendido este marco político, es
necesario observar distintos niveles y espacios de interacción.
Se puede observar entonces una diferencia ontológica entre ambos tipos de
cooperación: mientras la cooperación al desarrollo es constitutivamente una
—————
political theory of foreign aid», The American Politial Science Review, 56 (2), 1962, pp. 301-309.

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40 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

relación asimétrica («donantes» y «receptores») fundamentada en algún nivel


de objetivos compartidos, la cooperación científica y tecnológica se presenta
como una relación más simétrica, basada en intereses competitivos. Clara-
mente, en esta última no hay una meta —«el desarrollo»— que esté por en-
cima de los intereses de cada Estado. En este sentido, la cooperación no se de-
fine en función de una obligación moral («la ayuda al otro»), ni apela a una
motivación ética global como «luchar contra la pobreza», sino que responde al
interés estatal de incrementar las propias capacidades del país, considerando al
conocimiento como recurso de poder. De esta manera, la intención de esta-
blecer esta cooperación implica una valoración de las capacidades de cada país,
que no está necesariamente ligada a su nivel de desarrollo económico, sino a
sus desarrollos científicos y tecnológicos en determinadas áreas. Esto implica
que hay formalmente un margen mayor para definiciones de política estatal
en los países periféricos, particularmente aquellos caracterizados como de
renta media, más allá de las asimetrías de recursos económicos.
Dejando de lado estas particularidades, ambos tipos de cooperación
comparten algunas características. En primer lugar, ambas son políticas del
Estado que se constituyen en torno a determinadas identidades, así como a
intereses políticos y económicos construidos sobre ellas y explicitados por los
gobiernos. En la asistencia al desarrollo se construyen las identificaciones
como «país desarrollado» («donante») y «país en desarrollo» («receptor»), con
una serie de características que los identifican y que definen el vínculo como
«ayuda» de los primeros a los segundos. En cuanto a los intereses, se observa,
por un lado, la intención de los donantes de crear condiciones políticas in-
ternas favorables en los países receptores y de resolver problemas globales
que los afectan en condiciones de interdependencia. Por otro lado, se obser-
va un interés de los países «en desarrollo» en contar con asistencia técnica y
recursos adicionales para superar problemas sociales y económicos.
En la cooperación científica y tecnológica, también hay una construcción
de identidades que asocia a los países centrales con un mayor desarrollo tec-
nológico acumulado, en relación con los países periféricos. Sin embargo, se
valora el conocimiento generado en estos últimos, esencialmente de sus
científicos y grupos de investigación. El interés que tiende a movilizar esta
cooperación es mantener o mejorar la competitividad internacional de la
economía del país, así como una imagen de prestigio. En este caso, la rela-
ción se plantea en términos de interés mutuo y de aportes simétricos entre
las partes y no tiene por objetivo corregir asimetrías, sino buscar comple-
mentariedades o bien ganancias relativas.

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ELEMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA «NORTE-SUR»... 41

Como segunda característica en común, ambas políticas se sustentan en


argumentos considerados universalmente válidos que constituyen lo que de-
nomino como «marco discursivo» de la cooperación. En el caso de la asis-
tencia al desarrollo, éste se basa en un concepto hegemónico y lineal del de-
sarrollo. En el caso de la cooperación científica y tecnológica, se basa en una
visión económica acerca de la utilidad del conocimiento y la tecnología de-
finida como innovación.
El nexo entre cooperación para el desarrollo y tecnología se ha constitui-
do esencialmente en la definición de la cooperación técnica. Este vínculo fue
analizado en un trabajo realizado en 1994 por el Instituto Alemán para el
Desarrollo (DIE). El trabajo se centraba en la relación entre la cooperación
técnica3 y el desarrollo tecnológico, afirmando que «[l]a cooperación técnica
(CT) apunta en primer término a fortalecer la capacidad resolutiva de los
países en vías de desarrollo [...].Una dimensión clave para el desarrollo de la
sociedad es el despliegue de las fuerzas productivas. El requisito para ello es
la existencia de capacidad tecnológica, es decir, la capacidad de apreciar la
oferta tecnológica aplicable a cada caso, evaluar y escoger tecnologías, apro-
vecharlas, adaptarlas, mejorarlas y finalmente, perfeccionarlas por cuenta
propia. La capacidad tecnológica es una condición fundamental para desa-
rrollar capacidad de autoayuda, la asistencia para crear capacidad tecnológica
es, en consecuencia un elemento básico de la CT.» (Hillebrand, Messner,
Meyer Stammer, 1994). Este razonamiento apelaba a la subordinación de la
aplicación de tecnologías a los objetivos de la cooperación técnica. En este
sentido, se hacía referencia a una oferta tecnológica existente que, supuesta-
mente, podía «elegirse, transferirse y adaptarse» y no a la generación local de
tecnologías. El vínculo que se establece entre tecnología y cooperación para
el desarrollo queda, por lo tanto, restringido a esta noción de «transferencia»,
dejando de lado otras posibilidades que ofrecen distintos campos de la cien-
cia y la tecnología, especialmente la investigación conjunta y apropiación
compartida de resultados.
Para sintetizar entonces algunas ideas preliminares:

- La cooperación internacional, tanto «para el desarrollo» como «cientí-


fica y tecnológica», constituyen políticas estatales.
—————
3 La cooperación técnica constituye una de las modalidades de cooperación para el desarrollo de-
finida en el marco de las Naciones Unidad e incluye la transferencia de técnicas, «saber cómo», y expe-
riencias desde los países industrializados.

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42 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

- En tanto políticas que vinculan países centrales y periféricos, la coope-


ración al desarrollo y la cooperación científico-tecnológica son ontoló-
gicamente diferentes y se construyen sobre distintas identidades e inte-
reses.
- La cooperación técnica es un tipo particular de intervención de la
ayuda al desarrollo, orientada a transferir experiencias prácticas, pero
no puede asimilarse a la cooperación científica y tecnológica.
- La principal característica de la cooperación científica y tecnológica es
que está construida en torno a un discurso dominante que considera
su utilidad en términos económicos y por lo tanto se desarrolla con el
objetivo de mantener o mejorar la posición competitiva de cada país
en el sistema internacional.
- Esta concepción tiende a generar relaciones más simétricas entre países
centrales y periféricos, en tanto cada uno aporta recursos valiosos para
las partes (conocimientos, recursos humanos calificados, infraestructu-
ra, insumos, etc.)

4. VARIABLES PARA ANALIZAR LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA


Y TECNOLÓGICA

Teniendo en cuenta las particularidades de la cooperación en ciencia y tec-


nología y la relevancia de este campo para los países calificados de renta me-
dia, se proponen a continuación tres variables para considerar tanto en el
análisis de casos, como en la formulación de políticas:

CUADRO 1. NIVELES DE ANÁLISIS Y VARIABLES PARA ANALIZAR LA COOPERACIÓN


INTERNACIONAL EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA.

Nivel de análisis Variable


Sistema ⇒ Estructura de poder internacional en el campo tec-
nológico en que se desarrolla la cooperación
Unidad (estado) ⇒ Relación entre «identidad estatal» y políticas de
ciencia y tecnología.
⇒ Sistemas Nacionales de Innovación (SNI)
Subunidad (instituciones/grupos ⇒ Trayectorias y estilo socio-técnicos de los grupos de
de investigación) investigación.

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ELEMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA «NORTE-SUR»... 43

En la descripción de cada variable se consideran algunos elementos de un


estudio de caso sobre la cooperación entre Argentina y Alemania en el sector
de las Tecnologías Informáticas (ver Kern, 2008)

4.1. La estructura de poder internacional de los campos tecnológicos


en que se desarrolla la cooperación

Tomando la propuesta de Cox, contamos con elementos útiles para analizar


la función de las tecnologías en el sistema internacional en un doble sentido.
Por un lado, la estructura de poder de este sistema y el orden resultante
constituyen elementos que inciden —restringiendo o promoviendo— en el
desarrollo y difusión de tecnologías. Por otro lado, estos procesos de desa-
rrollo y difusión son también elementos constitutivos de esta estructura y,
por lo tanto, factores de cambio posible. Partiendo de esta visión, la tecnolo-
gía puede ser comprendida como variable dependiente de muchos otros
factores que contribuyen a explicar su desarrollo, su difusión y limitaciones
en el sistema global. Se plantea así un análisis de la relación entre tecnología
y poder en determinado orden internacional. Siguiendo el concepto pro-
puesto por Robert Cox, los tres elementos que constituyen este orden —
ideas, capacidades materiales e instituciones— pueden considerarse con
relación a un sector tecnológico en particular. La cooperación se desarrolla
dentro de un orden, que es constituido y al mismo tiempo se constituye, en
relación con desarrollos científicos y tecnológicos.
Las ideas tienen especial relevancia para comprender cómo ciertas tecno-
logías se «politizan» en el plano internacional, esto es, el proceso mediante el
cual se insertan en el dominio público, «se hacen políticas»4. Estas ideas se
explicitan en discursos dominantes acerca de la utilidad social y política de
una tecnología. El caso de las Tecnologías de la Información y la Comunica-
ción (TIC) resulta sumamente ilustrativo al respecto. Desde mediados de los
90 pueden identificarse dos tejidos discursivos diferenciados. Por un lado, se
constituyó un discurso que atribuía a las TIC un valor económico, vincula-
do a la noción de almacenamiento y transmisión de conocimiento. Estas
—————
4 La idea fue extraída de un texto de John Ruggie, quien, analizando la relación entre política y
tecnología, observaba que la naturaleza ha sido politizada: «La aplicación de la ciencia y la tecnología a
los asuntos humanos ha convertido progresivamente a la «naturaleza» en objeto de la autoridad y op-
ción pública» Ruggie, John G.: «International responses to technology: Concepts and trends», Inter-
national Organization 29, 1975, p. 560).

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44 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

tecnologías se insertaban en un discurso más amplio sobre la «economía del


conocimiento», donde éste último se consideraba un factor de crecimiento
económico y competitividad. En esta definición, las TIC se entendían como
un factor económico esencial para aumentar la competitividad de los países
y generar empleo. Como consecuencia, la politización de las TIC entre paí-
ses centrales se tradujo en iniciativas de cooperación para compartir expe-
riencias y sumar esfuerzos en el área de la innovación.
Por otro lado, se constituyó un discurso enmarcado en una relación cen-
tro-periferia, donde las TIC se entendieron como factor de desarrollo, no en
términos de crecimiento económico, sino de ampliación de libertades y par-
ticipación de los individuos. Esta concepción del desarrollo se explicitó a
comienzos de los 90 en el primer informe de desarrollo humano del PNUD,
donde desarrollo fue definido como «ampliación de oportunidades». Más
adelante, Amartya Sen (1999) retomó parte de esta idea desde una perspec-
tiva liberal y definió desarrollo como ampliación de las libertades de los in-
dividuos. Ambos casos reflejan el cambio que se fue produciendo en las ideas
dominantes sobre el desarrollo y el rol creciente que fueron adquiriendo los
factores políticos e institucionales. En este contexto, el énfasis de la defini-
ción de utilidad de las TIC estuvo en los aspectos comunicacionales de estas
tecnologías y en su «uso» por parte de la población, pero no en su genera-
ción e inclusión en otros sectores de la economía. Basada en estos significa-
dos, la politización de las TIC se enmarcó en las actividades de cooperación
para el desarrollo, orientadas a proveer «acceso» y promover el «uso» de estas
tecnologías. En este marco, se dio a las TIC un carácter instrumental para
alcanzar los objetivos de desarrollo definidos esencialmente por la comuni-
dad de países donantes. Asimismo, claramente ambos discursos resultaron
complementarios y definieron un tipo de vinculación económica y política
en el sector: los países centrales se concentran en desarrollar las TIC y los
países periféricos en utilizarlas. Esta complementariedad refleja asimismo la
vinculación entre las políticas de ayuda al desarrollo y la apertura de merca-
dos para estos productos. La concepción del Programa @alis entre Europa y
América Latina es un ejemplo muy claro: no promueve el desarrollo de tec-
nologías locales en la región, sino la utilización de aquellas disponibles en
Europa.
El segundo elemento, las capacidades materiales, conduce a identificar
diferencias en la disponibilidad o acumulación de ciertos conocimientos y
tecnologías en un amplio escenario de actores. Se trata esencialmente de es-
tados y empresas, y cabe destacar que no basta con considerar sólo a los pri-

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ELEMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA «NORTE-SUR»... 45

meros para comprender la estructura de poder en un campo tecnológico, en


tanto son estas últimas las principales generadoras de innovación. El desa-
rrollo de Silicon Valley, el liderazgo de IBM y Microsoft en hardware y soft-
ware y el desarrollo de Internet evidencian una serie de capacidades acumu-
ladas en los EEUU en el sector TIC que constituyen las bases materiales de
su predominio internacional en este campo. Sin duda estas capacidades se
articulan con un discurso acerca de la relevancia económica y social de estas
tecnologías, en conceptos como «sociedad de la información» o «economía
del conocimiento», entre las expresiones más utilizadas. En este sector y en
este contexto, Europa y América Latina podrían explorar, sin embargo, espa-
cios de cooperación para contrarrestar su debilidad.
La conjunción de ideas y capacidades materiales se completa con el tercer
elemento del orden internacional: las instituciones que cristalizan este orden.
En este sentido, la cooperación internacional puede ser comprendida bajo
este concepto. En el sector TIC ha tomado forma a nivel multilateral bajo
las «Cumbres sobre Sociedad de la Información» que definen el problema en
torno a la «brecha digital» y promueven cuestiones ligadas al uso y acceso.
Estas instituciones consolidan una estructura de poder promoviendo la
transferencia de tecnologías que se generan en los países centrales hacia una
periferia, a la cual se le construye una necesidad bajo los argumentos del de-
sarrollo. En otras palabras, los discursos dominantes han generado políticas
de cooperación al desarrollo que buscan proveer «acceso» a estas tecnologías,
pero no promueven su generación local. Esto contribuye a consolidar una
estructura de poder donde las capacidades de producción de TIC se con-
centran en los países centrales y son transferidas a los países periféricos, don-
de encuentran la posibilidad de ampliar sus mercados.
En el caso de la cooperación científica y tecnológica, otras instituciones
como los acuerdos internacionales de propiedad intelectual o el estableci-
miento de ciertos estándares tecnológicos determinan el espectro de posibi-
lidades de desarrollo y difusión de tecnologías.
De esta manera, los estados centrales y las principales corporaciones in-
ternacionales ejercen su «poder estructural» en el sector TIC. Tomando co-
mo caso particular el sector del software, el poder se configuró por la con-
junción de las políticas generadas por los estados centrales— principalmente
EEUU— y los desarrollos de estándares tecnológicos de grandes empresas
transnacionales —particularmente el lenguaje JAVA—. Los estados centrales
definieron el marco jurídico y las reglas de cooperación y competencia entre
sus mercados, así como la difusión y creación de nuevos mercados en los

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46 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

países «en desarrollo». Por su parte, las principales empresas disponían de


capacidad de financiamiento, tecnología, conocimiento, producción y habi-
lidad para establecer estándares que limitaban el desarrollo de tecnologías
alternativas. Estados centrales y empresas transnacionales fijaron así las reglas
de juego y las condiciones de desarrollo del sector para los países periféricos.
Entre estos últimos, aquellos países considerados «de desarrollo intermedio»
como Argentina fueron además parte de la competencia entre estados cen-
trales, en tanto constituían mercados potenciales para sus tecnologías y posi-
bles proveedores de conocimiento y recursos humanos capacitados.

4.2. La relación entre «identidad estatal» y políticas de ciencia y tecnología

Los procesos de cooperación científica y tecnológica forman parte de la po-


lítica en estos campos y se relacionan de distintas formas con la política exte-
rior. En esta relación se pone en juego la distinción entre «política de la
ciencia» y «política científica» (Elzinaga y Jamison, 1995). Esta última preci-
sa un área de política pública, definida como «...medidas colectivas tomadas
por un gobierno, por un lado, con el fin de promover el desarrollo de la in-
vestigación científica y tecnológica, y, por otro, de explotar los resultados de
la investigación para objetivos de política general» (Salomón, 1997, citado
en Elzinaga y Jamison 1995:572-573). Una primera consideración es que en
países periféricos se observa más énfasis en el cumplimiento del primer ob-
jetivo, mientras en los países centrales las políticas cumplen con los dos.
El segundo concepto, la «política de la ciencia», se refiere a la relación
entre ciencia y poder, a la movilización de la ciencia como recurso en las re-
laciones internacionales, al uso que hacen de ella grupos de interés o clases
sociales para aumentar su influencia y al ejercicio de un control social sobre
el conocimiento. En estos términos, la política de la ciencia no está desligada
de la política científica, en tanto la definición de la misma es producto de
grupos que detentan el poder en el área.
También constituye un vínculo entre política de la ciencia y política exte-
rior. Por un lado, en cuanto a la manera en que la ciencia y, eventualmente,
la tecnología se incluyen en la política exterior (consolida prestigio, constru-
ye identidades, altera la estructura de poder, etc). Por otro lado, como la in-
cidencia que ejercen algunas ideas consolidadas en un plano global en la
formulación de políticas locales, tal como se producen a través de organiza-
ciones como la OCDE.

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ELEMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA «NORTE-SUR»... 47

Claramente, la relación entre ambas políticas puede analizarse a partir de


relaciones de poder y los intereses que promueven los Estados. Sin embargo,
es posible ampliar un poco más el análisis si los intereses se comprenden
desde una matriz constructivista. Como afirma Wendt, «la ontología de la
vida internacional [...] es “social” en el sentido de que es a través de las ideas
que los estados se relacionan unos a otros, y “construccionista” en el sentido
de que esas ideas ayudan a definir quiénes y qué son los Estados.» (Wendt,
1999: 372). Y es aquí donde aparece el concepto de «identidad» definida
como tener ciertas ideas sobre quién es uno en una situación dada, lo cual
vale para los estados. Su conceptualización de la identidad es compleja y
distingue cuatro categorías: personal o corpórea, tipos, rol y colectiva.
La identidad personal implica que los estados son actores con ciertas pro-
piedades esenciales, como el control de la violencia física en un territorio.
Pero la identidad personal o corpórea no se agota en su propia constitución
sino que es, para Wendt, «un sitio o plataforma para otras identidades. Aquí
entra la segunda categoría: los tipos. Al hablar de tipos de identidad Wendt
toma la definición de James Fearon, quien se refiere a un categoría social o
«rótulo aplicado a personas que comparten (o creen que comparten) alguna
característica o características, en apariencia, rastros de conducta, actitudes,
valores, habilidades (ej. idioma), conocimiento, opiniones, experiencia, cosas
en común (como una región o el lugar de nacimiento), y así.» (Wendt,
1999: 225). En este sentido, un Estado puede tener distintos tipos de iden-
tidades a un mismo tiempo.
Las identidades de rol incorporan de una manera más decisiva al «otro»,
son sociales y existen sólo en relación con los otros. Se puede afirmar que el
lugar que ocupa un Estado en la estructura del sistema internacional y las
expectativas que genera en los otros estados reflejan esta identidad. La no-
ción de interés se construye en gran medida en relación con esta identidad.
Tomando a Jutta Weldes (Weldes, 1996) el contenido de un “interés nacio-
nal” es el resultado de un proceso de representación en el cual los gober-
nantes le dan sentido al contexto internacional en el cual el Estado se ve in-
serto. Por lo tanto, antes que los políticos puedan tomar decisiones respecto
a «qué hacer», se involucran primero en un proceso de interpretación acerca
de la situación que el Estado enfrenta y cómo debería responder. Aquí la
cuestión no es qué características tiene un determinado orden internacional,
la estructura histórica de Cox, sino cómo las elites gobernantes perciben este
contexto. Este proceso implica la existencia de lo que Roberto Russell de-
nominó «sistema de creencias» de los gobernantes, el cual constituye un

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48 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

factor causal importante en las orientaciones principales de la política exte-


rior5 (Russell, 1996). A través de este proceso, los Estados construyen sus
identidades en forma intersubjetiva.
Finalmente, la identidad colectiva nos lleva a la cuestión de la identifica-
ción, entendida como un proceso cognitivo en el cual la distinción yo-otro
se vuelve borrosa y en cierta forma es trascendida completamente. La identi-
dad colectiva, en breve, es una combinación particular de identidades de rol
y de tipo, una combinación con el poder causal de inducir a los actores a
definir el bienestar del otro como parte del bienestar del yo, a ser “altruista”
(Wendt, 1999: 229). La identificación con el mundo occidental, o con los
países industrializados, o con los países del «sur» son manifestaciones de
identidad colectiva.
Tanto la identidad de «tipos» como la de «rol» contribuyen a explicar
distintos modos de articulación entre la política de ciencia y tecnología y la
política exterior. Cuando la identidad de un Estado está asociada a la de
«país industrializado» (rol) y «líder tecnológico» (tipo), la relación entre am-
bas tiende a resultar mutuamente constitutiva. Esta articulación puede verse
claramente en el caso de Alemania, donde los objetivos de cooperación in-
ternacional han tendido explícitamente a fortalecer su capacidad científica y
tecnológica en campos como el de la Informática, donde desde comienzos
de los 90 se percibía que el país había perdido su posición internacional ante
Estados Unidos y Japón (Kern, 2008). Esta pérdida afectaba no solamente
su posición económica, sino a la propia identidad del país. Analizando al
mismo tiempo el caso de la Argentina, cuya identidad podría calificarse co-
mo país «periférico» (rol) y «en transición positiva» (tipo)6, la articulación en
los 90 fue muy diferente. La política científica y tecnológica quedaba subor-
dinada a objetivos muy generales de política exterior: dar una imagen de país
confiable, con diversos lazos de vinculación hacia el mundo desarrollado
(Kern, 2008).

—————
5 Para Russell este sistema incluye distintos tipos de creencias: «filosóficas» (supuestos sobre natu-
raleza de la política, de las RRII y el rol del individuo en la historia) e «instrumentales» (relación me-
dios-fines en el contexto de la acción), las cuales inciden en lo que denomina creencias «contextuales»,
es decir, «lo que se tiene por cierto, verosímil o probable en una circunstancia específica», particular-
mente las imágenes y percepciones del sistema internacional y de la situación de cada país en él.
6 Con este concepto se intenta caracterizar la identidad Argentina, constituida durante los 90
como un país que se adaptaba a un entorno neoliberal buscando, así, «insertarse» en el mundo.

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ELEMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA «NORTE-SUR»... 49

4.3. Los Sistemas Nacionales de Innovación (SNI)

Tomando la definición de Lundvall, un Sistema Nacional de Innovación»...


está constituido por elementos y relaciones que interactúan en la produc-
ción, difusión y uso de nuevos conocimientos económicamente útiles, y [...]
comprende elementos y relaciones situados dentro de los límites del Estado
nacional» (Lundvall, 1992: 2). Implica un «tejido de relaciones» en el que se
vinculan actores del gobierno, la sociedad y la comunidad de investigación
(Dagnino y Thomas, 1999). Estos sistemas no siempre funcionan en forma
virtuosa. Esto significa que en muchos casos los elementos del sistema se
refuerzan mutuamente para promover procesos de innovación y aprendizaje,
mientras, en otros, se combinan en constelaciones que bloquean esos proce-
sos.
Los SNI constituyen un modelo dinámico, en el que tienen lugar proce-
sos de retroalimentación y reproducción. Estos procesos no son homogéneos
o estandarizados sino que se relacionan con particularidades locales. Así, di-
ferentes SNI reflejan distintos modos de innovación, independientemente
de los resultados observables en indicadores estadísticos, como la cantidad de
patentes producidas o el crecimiento del PBI.
Si bien el concepto de SNI es complejo y no se agota en estas definicio-
nes, para ampliar la comprensión de cómo funcionan en países centrales y
periféricos, es importante considerar dos aspectos. En primer lugar, el ca-
rácter «nacional» permite dar cuenta de un espacio local de relaciones que
entra en contacto con elementos externos (grupos de investigación extranje-
ros, agencias de cooperación, empresas, etc.). No se trata de sistemas cerra-
dos, sino que existen distintas modalidades de apertura y relaciones interna-
cionales evidentes en los procesos de cooperación. En segundo lugar, se
incluyen en este espacio distintos actores públicos y privados interrelaciona-
dos de alguna manera, que dan lugar a una co-construcción entre tecnolo-
gías, empresas e instituciones públicas. Esta co-construcción no es necesa-
riamente convergente, pues en sistemas altamente fragmentados esta puede
ser divergente.
En líneas generales, se pueden identificar algunas características distinti-
vas entre los SNI de países centrales y periféricos. En la periferia, los gastos
del Estado en actividades científicas y tecnológicas superan ampliamente a
los que realiza el sector privado, lo cual resulta inverso en los países centrales.
Tanto los recursos financieros como humanos son significativamente inferio-
res a los de los países centrales. Finalmente, mientras los elementos científi-

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50 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

cos (investigadores, producción académica, etc.) son predominantes en la


actividad e incluso en la definición de áreas de relevancia, las interfases entre
ciencia, tecnología y mercado son mucho más débiles y a veces inexistentes.
En este sentido, los países centrales tienden a presentar un «tejido de rela-
ciones» más fuerte que determina una mayor interconexión entre el sistema
científico y el sector productivo, con el consecuente aprovechamiento eco-
nómico de los resultados de la innovación.
Analizar las diferencias entre estos SNI resulta fundamental para com-
prender —y prever— la interacción entre sus distintos elementos, el rol de
las partes en la cooperación y las modalidades de apropiación de los resulta-
dos.
En estos sistemas también se generan procesos de politización de tecnolo-
gías que responden a sus particularidades locales, pero que pueden verse in-
fluidos por la hegemonía de procesos de politización en el nivel del sistema
internacional.
Argentina y Alemania compartían una visión positiva acerca de la trans-
formación social que «impulsaba» el desarrollo y la difusión de las TIC. Per-
cibían positivamente el rol de estas tecnologías en un contexto de globaliza-
ción que facilitaba el intercambio de ideas, conocimientos e información en
una sociedad global crecientemente interconectada.
Las políticas implementadas en ambos países compartían también un su-
puesto sobre la relación entre Estado y mercado en la promoción de estas
tecnologías. Este supuesto se inscribía dentro de un «discurso societal global»
relativo a los beneficios del libre mercado para todos los países e indepen-
dientemente de sus particularidades. En este discurso, el Estado se definía
como el responsable de crear las condiciones marco para el desarrollo de las
fuerzas del mercado, creando una regulación que promoviera la competencia
y la inversión privada en el sector. El libre juego del mercado se consideraba
como el factor que promovería la difusión de las TICs a los mejores precios
para la población, dentro de una dinámica de innovación creciente. Se pre-
suponía que el Estado tenía la función subsidiaria de equiparar aquellas zo-
nas y sectores de la población que no resultaban rentables para el mercado,
proveyendo mecanismos de acceso comunitarios.
La homogeneidad de este discurso no tuvo el mismo impacto en Argen-
tina y Alemania. A la hora de definir las amenazas que conllevaba la globali-
zación para la «transición hacia la sociedad del conocimiento», Alemania
rescató sus fronteras nacionales y estructuró sus políticas para fortalecer su
posición económica frente a un sistema internacional que percibía altamente

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ELEMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA «NORTE-SUR»... 51

competitivo. En Argentina, en cambio, las políticas en el sector de las TIC


acompañaron el proceso de apertura y desregulación que se interpretaba
como necesario para la inserción del país en el sistema internacional. La
«transición hacia la sociedad del conocimiento» fue un concepto esencial-
mente retórico, que se esperaba cumplir automáticamente a partir de esta
apertura y de la transferencia de tecnologías generadas en el mundo desarro-
llado.
Resulta claro que la hegemonía de algunas ideas sobre alguna tecnología
en particular, en este caso las TIC, no resulta determinante para la defini-
ción de políticas locales. Una comparación entre Argentina y Alemania
muestra que cada país estableció diferentes políticas, basadas en distintas
concepciones sobre la utilidad de las TIC.
Ambos procesos de politización nacionales se desarrollaron en contextos
particulares del sector del software y servicios informáticos y con distinto
grado de consideración de los mismos por parte del gobierno. En Argentina
se habían creado empresas desarrolladoras de software y servicios como sec-
tor económico independiente de otras ramas de la producción, pero no fue
identificado por el gobierno como tal hasta 2003. Tampoco se vincularon en
procesos de innovación con otros sectores tradicionales de la economía ar-
gentina. Se trataba además de un sector en constante crecimiento, con un
importante componente de empresas PYMEs locales que invertían en inno-
vación, pero que no contó con instrumentos de promoción desde el Estado,
pues éste dejaba espacio al libre juego del mercado dominado por las grandes
empresas transnacionales. Al contrario, en Alemania, el desarrollo de soft-
ware y servicios informáticos se consideraba como un sector económico
transversal a otros sectores tradicionales de la industria alemana. En los estu-
dios que se hicieron sobre el sector, la categorización de una «rama secunda-
ria» que incluía al software dentro de los productos y servicios de otras in-
dustrias, reflejaba la relevancia de este vínculo. El gobierno consideró
entonces a las TIC como un factor de innovación para toda la economía y,
en consecuencia, como un elemento esencial de su competitividad. Desarro-
lló entonces políticas de apoyo a la innovación y generó un cambio institu-
cional fusionando aquellos institutos de investigación científica con aquellos
orientados al desarrollo y la transferencia de tecnología para el sector priva-
do. Estas instituciones vinculaban así promoción estatal y privada en este
campo.
Las particularidades del sector en Alemania implicaron que los desarrollos
de software estuvieran más vinculados con la innovación en otros sectores de

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52 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

la economía, insertando cambios tecnológicos en los mismos y retroalimen-


tando el diseño de productos y servicios de acuerdo con necesidades de las
empresas. En Argentina este vínculo no se produjo, limitándose así las posi-
bilidades de innovación local en sectores fuertes de la economía a través de
los desarrollos en el sector del software.

4.4. Trayectorias y estilos socio-técnicos

Descritas ya las variables macro —internacional y nacional—, alcanzar una


mejor comprensión de los procesos de cooperación científica y tecnológica
requiere analizar el nivel de interacción entre investigadores y tecnologías.
Abordar este nivel resulta todo un desafío para las Relaciones Internacio-
nales y requiere recurrir a estudios realizados desde otros campos. La pro-
puesta aquí es tomar los aportes de los estudios sociales de la ciencia y la
tecnología, entendido que consideraciones técnicas, científicas, sociales, eco-
nómicas y políticas están estrechamente ligadas y conforman un todo com-
plejo. Referirnos a estas relaciones a partir del concepto de «socio-técnico»
elimina las fronteras entre tecnología y sociedad, considerando que se trata
de elementos mutuamente constitutivos. Esta perspectiva permite una vin-
culación muy estrecha entre los tres niveles propuestos para el análisis.
Si bien la riqueza de los estudios sociales de la ciencia y la tecnología es
muy amplia y son varios los conceptos que pueden utilizarse para los estu-
dios de casos de cooperación, aquí haré referencia a dos de ellos que resultan
un buen punto de partida para comprender interacciones en un nivel sub-
estatal.
La evolución de las actividades de los grupos de investigación puede
comprenderse como una «trayectoria socio-técnica». De acuerdo con la defi-
nición de Thomas, Lalouf y Versino (2005), estas trayectorias son una cons-
trucción analítica que incluye la interrelación constitutiva de varios ele-
mentos, entre los que mencionan «productos, procesos productivos y
organizacionales, instituciones, relaciones usuario-productor, procesos de
aprendizaje, relaciones problema-solución, procesos de construcción de
«funcionamiento» de una tecnología, racionalidades, políticas y estrategias
de un actor», así como otros conceptos más complejos7. Esta definición in-
—————
7 Los autores hacen referencia a los conceptos de «technological frame», propuesto por Wiebe Bi-
jker, y «technological constituiencies», por Alfonso Molina.

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ELEMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA «NORTE-SUR»... 53

cluye la evolución de actividades tecnológicas acumulativas y autogeneradas


que reflejan tanto la incidencia del condicionamiento material previo, como
los procesos de autoorganización en una dinámica socio-técnica8 (Thomas,
1999). En esta definición los condicionamientos materiales previos explican
sólo una parte de la trayectoria. El resto se explica a partir de interacciones
entre elementos heterogéneos a lo largo del tiempo.
Si bien es posible que estas trayectorias sean direccionadas parcialmente
por la intención de algunos actores, como gobiernos, empresas, institucio-
nes, tecnólogos o científicos, en la práctica son procesos auto-organizados.
Esto significa que el concepto de «organización» —entendida como la dispo-
sición de relaciones entre los componentes de una unidad compleja— es
aquello que liga los elementos que forman parte de un todo (Thomas et. al,
2005).
En procesos de cooperación internacional, estos conceptos permiten, en
primer lugar, reconstruir y caracterizar las trayectorias particulares de cada
grupo de investigación que participa de estos procesos. Las trayectorias so-
cio-técnicas culminan en «estilos socio-técnicos» de innovación y cambio
tecnológico, definidos como formas relativamente estabilizadas de producir
tecnología y de construir definiciones sobre su funcionamiento y utilidad.
Las variaciones de «estilo» contribuyen a comprender las diferencias que apa-
recen entre grupos de distintos países y el modo en que se articulan. En el
estudio de caso realizado, se observaba una división de tareas entre los gru-
pos alemán y argentino que se explicaba por sus diferencias de estilo. Mien-
tras el estilo del grupo argentino se orientaba hacia la producción de cono-
cimiento público, construía su agenda traccionada por los desarrollos
tecnológicos internacionales y no contemplaba la relación usuario-productor
local en la investigación, el grupo alemán se orientaba a la producción de
tecnologías aplicadas a la producción, construía su agenda a partir de las
demandas de la industria local y basaba los desarrollos en la relación usuario-
productor. La división del trabajo resultante implicaba que los argentinos
trabajaran en las fases más abstractas de la investigación y los alemanes en la
producción y aplicación. Esta división tenía, asimismo, consecuencias para
la apropiación de los resultados que se lograba en la segunda fase y en rela-
ción con alguna empresa local.
—————
8 Se trata de una conceptualización sincrónica definida como «...un conjunto de patrones de inte-
racción de tecnologías, instituciones, políticas, racionalidades y formas de constitución ideológica de
los actores» (Thomas, Lalouf y Versino, 2005).

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54 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

En segundo lugar, el análisis de trayectorias conduce a analizar de qué


modo cambian —o no— las actividades de los grupos vinculados en la coo-
peración en cuanto a sus agendas de investigación, desarrollos, transferen-
cias, etc., una vez que comenzaron a trabajar en conjunto. En este análisis se
pueden observar las relaciones de poder entre los grupos de distintos países,
determinadas no sólo por factores materiales, sino por otros como el presti-
gio de los investigadores o sus relaciones. En el caso estudiado, la trayectoria
de la cooperación comenzó determinada por los objetivos del grupo alemán,
pero fue exitosamente reorientada en un segundo proyecto, a partir del
prestigio del director de investigación argentino en temas que ocupaban un
lugar central en los desarrollos internacionales.
Finalmente, el concepto de trayectoria socio-técnica puede aplicarse para
comprender la forma en que se desarrolla un proceso de cooperación a lo
largo del tiempo y que puede no responder a las expectativas iniciales. En el
caso de Argentina y Alemania, se observó, por ejemplo, que si bien los orga-
nismos políticos que generaron la cooperación presuponían inicialmente una
tendencia convergente entre los grupos de investigación, en tanto habían
definido un mecanismo que obligaba a acordar y ejecutar «proyectos», lo
cierto es que la auto-organización de la variedad de elementos que constitu-
yeron la trayectoria condujo, en realidad, a una creciente divergencia que fue
diluyendo el interés en cooperar.

5. IMPORTANCIA DE LAS VARIABLES PROPUESTAS PARA LA DEFINICIÓN


DE POLÍTICAS DE COOPERACIÓN DE LOS PAÍSES DE RENTA MEDIA

Este trabajo ha intentado presentar a la cooperación internacional en ciencia


y tecnología como un área particular de estudio. Comprender tanto sus par-
ticularidades como su complejidad requiere un enfoque esencialmente inter-
disciplinario en el cual las Relaciones Internacionales tienen mucho para
aportar y mucho para explorar.
Desde la disciplina, el desarrollo tecnológico se ha considerado general-
mente como una variable dependiente que ha incidido, o bien en la estruc-
tura, o bien en las interacciones del sistema internacional. La propuesta aquí
es, en cambio, considerar relaciones mutuamente constitutivas entre ciencia,
tecnología y relaciones internacionales, en su dimensión social, política y
económica. Con este enfoque, se busca relativizar, por un lado, la idea de

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ELEMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA «NORTE-SUR»... 55

objetividad de la ciencia y del progreso tecnológico como generador de


cambios sociales, y, por otro lado, la sobreestimación de la acción social so-
bre la construcción de artefactos y solución de problemas.
Las variables propuestas permiten identificar conceptos para comprender
aspectos que inciden en el desarrollo y difusión de tecnologías, tales como
las características de un orden internacional hegemónico, el desarrollo de
instituciones internacionales que aseguran o restringen ventajas en estos
campos, el modo en que opera el poder estructural de algunos actores en un
sector tecnológico particular y los procesos de politización de ciertas tecno-
logías. La relación entre identidad y política exterior también amplía la
comprensión sobre los intereses por los cuales los estados deciden cooperar
en ciencia y tecnología.
Las variables propuestas abarcan diversos niveles de análisis en un intento
por comprender la complejidad de este área de cooperación, considerando
no sólo a los Estados y sus interacciones (gráfico 1).

GRÁFICO 1: ORGANIZACIÓN DE VARIABLES PARA ANALIZAR PROCESOS


DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Sistema internacional

Poder estructural
Ideas
Instituciones

Estado
Estado
SNI Identidad SNI
Identidad
Políticas CyT Políticas CyT
Política exterior Política exterior
Trayectorias
Trayectorias socio-técnicas
socio-técnicas
Grupos de
investigación Estilos Cooperación Estilos Grupos de
socio-téc. socio-téc. investigación

Tal como se observa en el gráfico, los Estados se vinculan en procesos de


cooperación dentro de un sistema internacional que incluye —entre otros

CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN 12 (2010). PÁGINAS 35-58. ISSN: 1888-6736


56 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

posibles elementos— ideas, poder estructural e instituciones. En la relación


se ponen en juego tanto elementos propios del Estado, como de los grupos
de investigación. La lista de elementos en los tres niveles podría sin duda
ampliarse enriqueciendo las posibilidades de análisis.
En particular, es importante y necesario sumergirse en un nivel micro que
nos permita ampliar la comprensión de los procesos de cooperación, a partir
de una visión socio-técnica.
Sin duda la cooperación científica y tecnológica representa una
oportunidad para definir nuevos modos de cooperación en Iberoamérica, en
particular con los países de renta media. Sin embargo, no se trata de
aumentar capacidades tecnológicas y humanas de estos últimos,
concibiéndolos como «receptores», sino de generar sistemas que permitan
tanto diseñar los proyectos, como aplicar sus resultados a la resolución de
problemas locales, o bien competir en espacios globales más amplios.

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La participación de los Terceros Países en Programas
Marco de la Unión Europea. ¿Quimera o realidad?
María Blanca Pesado Riccardi1

«Es una condición para el desarrollo el acceso al progreso tècnico, por tanto
hace falta, de un lado, capital humano cualificado y capacitado para asimilar
las nuevas innovaciones tecnológicas y, de otro, la posibilidad de vivenciar
tales innovaciones».
VALESCA RAIZER BORGES
Revista CIDOB N.º 31 (1995)

1. INTRODUCCIÓN

La Unión Europea es hoy el principal donante de la región latinoamericana


con contribuciones estimadas de 450 millones de euros al año. Dentro de su
programación en materia de cooperación contempla instrumentos temáticos
globales y geográficos como la cooperación bilateral, regional y subregional,
con sus propias reglas y lógicas de funcionamiento.
Para países terceros como el nuestro, es esencial entender dichos meca-
nismos para mejorar nuestro papel e incidencia a la hora de asociarnos,

—————
1 Licenciada en Ciencias Políticas con especialización en Relaciones Internacionales por la
Pontificia Universidad Católica de Bs. As (UCA). Experta en Cooperación Multilateral por la
Universidad Internacional de Andalucía de España. Especialista en Cooperación Internacional de
la Universidad General San Martín (Tesis en Curso para la Maestría). Actualmente se desempeña
en el Subprograma de Vinculaciones Internacionales del Instituto Nacional de Tecnología
Industrial (INTI) y en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) de la
República Argentina.

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60 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

formular, ejecutar y evaluar proyectos concretos que reciben una financia-


ción comunitaria.
En esta oportunidad, analizaremos en particular la cooperación en Inves-
tigación Científica y Tecnológica que se logra a través de instrumentos como
los Programas Marco que han nacido en la década de los 80 con el fin de
posicionar y fortalecer el espacio europeo de investigación científica a través
de licitaciones de proyectos de I+D+i.
Cabe aclarar que si bien no abordaremos los aspectos que tienen que ver
con la ejecución de los proyectos I+D+i, sí profundizaremos sobre las condi-
ciones de acceso a convocatorias y diseño de esos proyectos:
Asimismo, intentaremos dar cuenta de la relación de Argentina y la
Unión Europea en Cooperación Científica y Tecnológica, cuyos primeros
antecedentes datan de 1986 y se han multiplicado con el acuerdo de coope-
ración bilateral que entró en vigencia en el año 2001. Desde aquel entonces,
se han financiado aproximadamente más de 200 proyectos en los que parti-
ciparon instituciones argentinas, con una contribución comunitaria total de
alrededor de 220 millones de euros.
Por ello, otra de nuestras aspiraciones con este trabajo es proporcionar al-
gunas orientaciones generales a ser consideradas por los terceros países como
posibles vías de acceso al 7mo Programa Marco.
Por último y luego de todo ese recorrido, relataremos nuestras lecciones
aprendidas junto con alguna reflexión personal sobre la difícil compatibili-
dad entre ciencia y tecnología en el Sistema Nacional de Innovación Argen-
tino, y a la hora de elaborar propuestas bajo los requerimientos organizacio-
nales, prioridades de I+D+i y esquemas financieros europeos.

2. LA POLÍTICA DE COOPERACIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA


CON TERCEROS PAÍSES

La Unión Europea es el segundo socio comercial de América Latina y el


primer donante de ayuda al desarrollo en la región.
Cada dos años la Unión Europea y todos los países de la región realizan
una cumbre sobre temas políticos, económicos, científicos, tecnológicos,
culturales y sociales que sirve de insumo para la planificación de las estrate-
gias de cooperación plurianuales que establece la Unión Europea a nivel re-
gional y bilateral.

CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN 12 (2010). PÁGINAS 59-81. ISSN: 1888-6736


LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRAMAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA 61

Por otra parte, hay que destacar que casi todos los países de Latinoaméri-
ca tienen vinculaciones con la Unión Europea, ya sea a través de acuerdos
comerciales, de asociación o de cooperación.
Por ejemplo, en el año 2003 la Unión Europea firmó un acuerdo con la
Comunidad Andina y otro con América Central. También ha negociado un
acuerdo de asociación con el MERCOSUR que incluye la creación de una
zona de libre comercio entre las dos regiones.
En lo que concierne a la Argentina específicamente, en el año 1991 se
ratificó el Acuerdo Marco de Cooperación Comercial y Económica y como
mencionamos al principio, desde el año 2001 tenemos incluso un acuerdo
bilateral en Ciencia y Tecnología con el objetivo de acrecentar e intensificar
las actividades de cooperación en dicho campo de acción.

a) Lineamientos Generales

La cooperación y la ayuda al desarrollo constituyen para la Comunidad Eu-


ropea un compromiso fundamental basado en una serie de objetivos priori-
tarios como la reducción de la pobreza, la promoción del desarrollo sosteni-
ble y la inserción de los países en desarrollo a la economía mundial. Para
ello, la Comunidad Europea brinda ayuda pública al desarrollo, es decir, do-
naciones que no exigen ningún tipo de reembolso.
En Argentina, este compromiso encuentra sus antecedentes en 1991 con
el Acuerdo-Marco de Cooperación Comercial y Económica . Desde allí en
adelante, Argentina ha participado de todos los instrumentos de coopera-
ción que ofrece la Comunidad Europea como los programas temáticos, pro-
yectos bilaterales y otros tantos como los Alban, ALFA, AL-INVEST y Urb-
AL. Además, la Argentina desde finales de la década de los 80 se ha involu-
crado en los programas de investigación científica, con lo cual, en estos casi
18 años de cooperación hemos recibido más de € 444,1 millones de fondos
europeos para el desarrollo de proyectos.
Pero antes de seguir avanzando, nos parece que es necesario expresar de
un modo más ilustrativo la política europea de cooperación geográfica y de
cooperación temática con el siguiente cuadro que ofrece Europaid en su si-
tio web.

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62 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

Negociación con los Bilateral: estrategia plurianual para la Argentina


Gobiernos Subregional: estrategia plurianual para el MERCOSUR
Cooperación
geográfica Programas horizontales:
Convocatorias regionales ALBAN, ALFA, AL-INVEST, @LIS, URB-AL, EUROsociAL,
Obreal
1. Actores no estatales
2. Medio ambiente
3. Desarrollo humano y social
Cooperación temática
Convocatorias mundiales 4. Seguridad alimentaria
5. Promoción de la democracia y los derechos humanos
6. Cooperación en temas de migraciones y asilo
Investigación científica Programa Marco
Fuente: http://www.delarg.ec.europa.eu/es/ue_y_argentina/cooperacion/quince_anios.htm

En efecto, la cooperación geográfica se desenvuelve en 3 niveles.

1. Nivel bilateral. La cooperación de la CE se inserta siempre en el mar-


co de la política de desarrollo decidida por el país beneficiario y re-
fuerza las prioridades definidas por éste. En consecuencia, las acciones
se seleccionan de común acuerdo con el Gobierno argentino y cons-
tituyen la estrategia plurianual de cooperación de la CE.
2. Nivel subregional. Si pensamos un ejemplo para nuestra subregión
MERCOSUR, aquí la meta esencial es apoyar el proceso de integra-
ción.
3. Nivel regional. La cooperación con América latina se implementa
mediante programas horizontales sobre temáticas especificas y con
metodologías propias, tales como ALBAN, ALFA, AL-INVEST,
@Lis, Urb-AL, EUROsociAL, Obreal.

La cooperación temática se desarrolla a través de donaciones que se otor-


gan para proyectos específicos de las ONG, de otros actores de la sociedad
civil o de poderes públicos locales. Los proyectos que se van a financiar se
eligen mediante un mecanismo competitivo. Para cada temática, se organi-
zan convocatorias internacionales o regionales, donde pueden presentar sus
propuestas las organizaciones de la sociedad civil o las instituciones públicas
locales. Cabe aclarar que esta modalidad de financiación implica fondos más
modestos que en el caso de la cooperación geográfica.
Ahora bien, es válido preguntarnos a esta altura cuáles son los temas prio-
ritarios para la Unión Europea a nivel regional. La respuesta inmediata es:
cohesión social, cooperación económica, derechos humanos , medio am-
biente y cooperación universitaria.

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LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRAMAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA 63

Por último y especialmente relevante para países de desarrollo intermedio


como Argentina, tenemos que contabilizar la ayuda europea al desarrollo de
la investigación científica en el mundo mediante los Programas Marco de
Investigación que serán el objeto de nuestro estudio en el presente trabajo.

b) La Promoción de la Investigación Científica Tecnológica

Los Programas Marco Plurianuales de I+D son el instrumento de la política


europea que pretende consolidar el Espacio Europeo de Investigación y al-
canzar los objetivos de la agenda de Lisboa en cuanto a destacar el conoci-
miento y la innovación como los componentes estratégicos de la UE en la
próxima década.
Además, la intención es que la UE obtenga el liderazgo científico y tec-
nológico en las 10 áreas de conocimiento que fomentan los programas mar-
co, estimulando la creatividad y excelencia de la investigación europea, desa-
rrollando y potenciando los recursos humanos en investigación y
promoviendo las capacidades para investigación y la innovación en Europa.
En el año 2007, se lanzó el 7mo Programa Marco (7PM) cuyo presu-
puesto estimado es de 50.521 millones de € (Aprox. 5% del presupuesto de
I+D europeo), siendo los objetivos de la política internacional de C&T de la
UE:

• Fomentar asociaciones estratégicas con terceros países, atrayendo a los


mejores investigadores para que trabajen con Europa.
• Facilitar el acceso a entornos de investigación extracomunitarios, pro-
moviendo sinergias a escala mundial.
• Abordar problemas concretos que aquejan a terceros países o que tie-
nen carácter mundial, basándose en el interés y el beneficio mutuo.

Los principales beneficiarios de los programas marco son las empresas, las
asociaciones industriales, las universidades y sus grupos de investigación, los
centros de Investigación, los centros de Innovación y Tecnología, adminis-
traciones públicas y personas físicas.
Comparación de los presupuestos de los PM desde su creación hasta la
actualidad:

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64 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

55
50,5
50
45
40
35
30
25
14,96 17,5
20 13,12
15
10 5,36 6,6
3,27
5
0
1984-1987 1987-1991 1990-1994 1994-1998 1998-2002 2002-2006 2007-20013

Fuente: ABEST.

3. EL 7.º PROGRAMA MARCO COMO OPORTUNIDAD DE COOPERACIÓN


CIENTÍFICA TECNOLÓGICA PARA TERCEROS PAÍSES

a) Generalidades del 7PM

El 7PM es el principal instrumento de la Unión Europea para financiar el


desarrollo de la investigación, la tecnología y la innovación y cuenta con un
presupuesto total de aproximadamente 50.000 millones de euros para el pe-
ríodo 2007-2013, que se distribuye entre los diferentes componentes de di-
cho programa que son: Programa Capacidades, Programa Ideas, Programa
Personas, Programa Cooperación, Comunidad Europea de la Energía Ató-
mica (EURATOM) y Centro Común de Investigación(CCI).
El gráfico de torta de la página siguiente esclarece la distribución presu-
puestaria del 7PM.
En la presente comunicación nos detendremos en los cuatro programas
del 7PM que se implementan a través de convocatorias de proyectos. El ór-
gano encargado de publicar dichas Convocatorias de Propuestas a Proyectos
(Calls for Proposals) es la Comisión Europea (CE), brazo ejecutivo de la
Unión Europea que representa el interés europeo.
A cada uno de los cuatros programas se le ha asignado un monto del pre-
supuesto total. En el siguiente cuadro se describe cada uno de ellos con sus
características particulares.

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LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRAMAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA 65

Fuente: ABEST.

Cabe aclarar que aquellos resaltados en gris son en los que pueden parti-
cipar efectivamente los terceros países (Programa de Cooperación y Gente):

Participación de terceros
Objetivos Monto total Instrumentos
países
1. COOPERACION
Financiar todo tipo de acti- 32.000 millones de euros Las actividades de coope- Podrán participar en pro-
vidades de investigación en ración deben implementar- yectos con países euro-
las siguientes áreas defini- se por medio de: peos en todas las áreas
das como prioritarias para - Investigación colabora- temáticas con excepción
la UE: tiva (CR) de «Seguridad y Espacio».
- Salud - Plataformas Tecnológicas El instrumento para terce-
- Alimentos, agricultura y (TP) ros países es: CR
biotecnología - Iniciativas Tecnológicas
- TIC’s Compartidas (JTI)
- Nanociencias, nanotec- - Coordinación de progra-
nología, mas de investigación na-
materiales y nuevas tec- cional (CRP)
nologías Los instrumentos estable-
- Energía cen la cantidad mínima de
- Medio ambiente socios de la UE y de terce-
- Transporte ros países. A mayor inves-
- Humanidades y Econo- tigación mayor cantidad de
mía socios exigida.
- Seguridad y Espacio
Estas actividades deben
realizarse a través de la
cooperación entre universi-
dades, industria, centros de
investigación y autoridades
públicas.

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66 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

2. IDEAS
Financiar nuevo conoci- 7.500 millones de euros Los temas a investigar son NO
miento, es decir, investiga- evaluados y aprobados por
ción puramente científica y el Consejo Científico de la
que no puedan realizarse UE.
por el sector privado -
«investigación de frontera».

3. GENTE
Financiar la formación de 4.300 millones de euros - Entrenamiento inicial de Acciones internacionales
RRHH desde el inicio de la futuros investigadores (Ma- como IIR (International In-
carrera profesional y a lo rie Curie Networks) coming Fellowships) Becas
largo de su desarrollo labo- - Entrenamiento Perma- para investigadores de tres
ral. nente y Desarrollo de ca- años.
rrera (becas individuales y IRSES (International Re-
cofinanciamiento de pro- search Staff Exchange
gramas nacionales, regio- Scheme) Intercambios de
nales e internacionales) personal científico y técnico
- Asociativita Industria – IAPP (Industry – Academia
Academia Partnership and Pathways)
- Acciones Internacionales Intercambio de personal
- Acciones Específicas entre la industria y la aca-
demia.
4. CAPACIDADES
Apoya el fortalecimiento de 4.300 millones de euros Las áreas temáticas son Actividades orientadas a
la calidad y disponibilidad -Infraestructura de Investi- establecer capacidades.
de la infraestructura de in- gación
vestigación, desarrollo e - Investigación en beneficio
innovación. de las PYMES
- Regiones del conoci-
miento
- Ciencia en la Sociedad
- Actividades de Coopera-
ción Internacional
- Potencial de Investigación

Fuente: INTI – Subprograma de Vinculaciones Internacionales, Unidad de Cooperación Técnica y Económica.

b) Novedades del 7PM

A continuación, se señalan en forma de bullet points los principales cambios


que presenta este instrumento de financiación de proyectos I+D con res-
pecto al 6mo PM:

• Ampliación del nivel de participación – La apertura a terceros países


es casi total, por lo tanto el nivel de participación es similar al de los
europeos, aunque con diferencias sustanciales en cuanto a protago-
nismo y responsabilidad.

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LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRAMAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA 67

• Incoporación de nuevas temáticas de I+D – Por primera vez incluye


las ciencias blandas como las socioeconómicas y humanas.
• Aumento del presupuesto —Aumento del 63% con respecto al 6PM.
• Consejo Europeo de Investigación (CEI) – La primera agencia pan-
europea de financiación de la investigación financiará proyectos de in-
vestigación europeos de mayor riesgo en las fronteras científicas.
• Regiones del conocimiento —Universidades, centros de investiga-
ción, empresas multinacionales, autoridades regionales y PYME pue-
den vincularse y fortalecer sus capacidades y su potencial de investiga-
ción.
• Financiación del riesgo compartido – Un nuevo mecanismo que debe
mejorar el respaldo a los inversores privados en proyectos de investiga-
ción y mejorar el acceso a créditos del Banco Europeo de Inversiones
(BEI)
• Iniciativas tecnológicas conjuntas (ITC) – Las ITC, que representan
un seguimiento impulsado por los usuarios de las plataformas tecno-
lógicas europeas (PTE), son un concepto nuevo que agrupa a diferen-
tes socios con el objetivo de asumir objetivos que no pueden alcanzar-
se mediante el enfoque basado en las convocatorias de propuestas.
• Servicio de asistencia único – Un único servicio de asistencia (hel-
pdesk), el «Research Enquiries service», actúa como primer punto de
contacto para participantes potenciales
www.ec.europa.eu/research/enquiries

c) Esquemas de financiación

En todos estos temas, el apoyo a la cooperación transnacional se implemen-


tará a través de:

– Investigación en Colaboración: Proyectos en Colaboración, Redes de


Excelencia, Acciones de Coordinación/Apoyo, Acciones para promo-
ver y desarrollar recursos humanos y movilidad.
– Iniciativas Conjuntas de Tecnología: principalmente derivadas del tra-
bajo de las Plataformas Europeas de Tecnología.
– Coordinación de los programas de investigación: Esquema ERA—
NET.

CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN 12 (2010). PÁGINAS 59-81. ISSN: 1888-6736


68 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

Cada Programa del 7PM tiene su propio programa de trabajo (Work Pro-
gramme) donde se indican por llamado los diferentes esquemas de financia-
miento, qué propósitos persigue, cuánto es el aporte financiero, con qué du-
ración en el tiempo y para que tipo de actividades.
En el siguiente recuadro aparecen las variables antes mencionadas con
una breve explicación:

Esquema de Fi- Propósitos Programa Audiencia Tamaño y Re- Duración Actividades


nanciamiento cursos

Proyectos Cola- Desarrollo de Cooperación Institutos de in- Varían entre 24-60 meses. Investigación,
borativos nuevos conoci- Capacidades vestigación, proyectos de demostración,
Collaborative mientos, universidades, pequeña o me- management del
Projects (CP) tecnologías, industrias (inclu- diana escala consorcio,
productos, coor- yendo SMEs) y (acciones de in- diseminación,
dinación científi- usuarios finales. vestigación) a entrenamiento.
ca. Demostra- proyectos de
ción/ gran escala (in-
Investigación. tegración de
proyectos).
Redes de Integración de la Cooperación Institutos de in- Varían, siendo el 48-60 meses. Programa de
Excelencia investigación pa- Capacidades vestigación, número óptimo Actividades
Networks of Ex- ra crear un Universidades. entre tres y siete Conjunto (Joint
cellence (NoE) «centro virtual participantes. Programme of
de investigación Activities, JPA).
europeo en este Complemento
campo». en el uso de los
recursos de los
participantes
(infraestructura,
conocimientos,
material, inter-
cambio de in-
vestigadores y
técnicos).
Acciones de No investiga- Cooperación Institutos de in- Varían según el Pocos meses Acciones de
Coordinación y ción, sino activi- Capacidades vestigación, tema y tópico de a 48 meses. Coordinación:
Apoyo dades de de- Gente universidades, la investigación. networking,
Coordination mostración. Ideas industrias Como condición coordinación y
and Support Ac- Existen Acciones (incluyendo mínima, deben diseminación de
tions (CSA) de Coordinación SMEs), estar integradas actividades. Ac-
(para coordinar managers de por al menos ciones de Apo-
las políticas de proyectos de una entidad le- yo: conferen-
investigación) y investigación, gal. cias, seminarios,
Acciones de dueños. workshops,
Apoyo (focaliza- diseminación,
das en una acti- comunicación,
vidad o evento). competiciones,
premios.
Fuente: ABEST

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LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRAMAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA 69

Para los terceros países, los esquemas de financiación más frecuentes que
se pueden aplicar son los Proyectos Colaborativos y las Acciones de Coordi-
nación y Apoyo.
En ambos esquemas deben participar al menos tres entidades legales esta-
blecidas en un Estado Miembro o País Asociado de la UE. Aquí es impor-
tante aclarar que los países externos a la UE o no pertenecientes a Países
Asociados son miembros elegibles de consorcios para muchos proyectos, pe-
ro hay que justificar muy bien su inclusión a menos que el llamado esté diri-
gido específicamente para determinados países fuera de la UE.

d) Contribuciones Financieras de la UE

En general las contribuciones financieras de la Comunidad cubren los de-


nominados costos elegibles que son tanto los directos como los indirectos. Los
costos directos son los que están estrictamente relacionados con la acción a
desarrollar a través de un proyecto como por ejemplo: el pago de salarios del
personal técnico y administrativo involucrado, las misiones al exterior, los
viajes locales, la participación en seminarios, la compra de equipamiento y
repuestos, las publicaciones y estudios de investigación, los costos de audito-
rias y evaluaciones, traducciones y actividades de visibilidad.
Por otra parte los costos indirectos se calculan como el 7% de los costos
directos y son, por ejemplo, el alquiler de la oficina, los materiales de traba-
jo, servicios como fax/tel/electicidad, etc
Después encontramos los llamados costos no elegibles que no son subven-
cionados por la Comunidad Europea.
En conclusión, lo que puede financiar la Comunidad Europea en % son:

Actividades tecnológicas y de investigación:


50% de los costos elegibles, excepto para:
– Entidades públicas, establecimientos de educación secundaria y superior,
organizaciones de investigación sin fines de lucro y PyMEs: 75%

Actividades de demostración:
50% de los costos elegibles

Otras actividades:
100% de los costos elegibles

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70 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

Actividades de investigación básica:


100% de los costos elegibles

Actividades de apoyo y coordinación:


100% de los costos elegibles

Formación y desarrollo profesional de investigadores:


100% de los costos elegibles

e) Reglas de Participación

En todos los componentes la participación se basa en un proceso de selec-


ción competitiva, donde se abren convocatorias en forma periódica que es-
tablecen las áreas, los instrumentos, el monto y demás requisitos, se presen-
tan las propuestas o candidaturas, se evalúan, se rankean y se definen las
presentaciones que serán financiadas y los montos a repartir y/o los candi-
datos seleccionados.
Para presentarse en los instrumentos de cada componente se requiere
cumplir una serie de pasos de coordinación previa con los socios y/o tu-
tores de capacitación, luego completar un conjunto de documentos que
comprenden la integridad del proyecto/formación y las obligaciones de
las partes. Dependiendo del instrumento, algunos procedimientos son
más complejos que otros; aún son algo complejos para países como el
nuestro.
Respecto del proceso de selección de las Propuestas a Proyectos, debemos
tener en cuenta que existe un conjunto de criterios de elegibilidad y de eva-
luación preestablecido que los participantes deberán tener en consideración
al momento de su presentación.
Los criterios de elegibilidad de las Propuestas son:

• Cumplimiento de fechas límite;


• Cumplimiento del número de participantes requerido;
• Cerciorarse de que la Propuesta esté completa;
• Observancia de los límites presupuestarios;
• Cumplimiento de cualquier otro requisito establecido en la Convo-
catoria

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LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRAMAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA 71

Las propuestas son juzgadas por una comisión de evaluadores indepen-


dientes en función de cinco criterios de evaluación:

a) La excelencia científico-tecnológica
b) La relevancia según los objetivos del Programa de Trabajo
c) El impacto de los resultados
d) La calidad y eficiencia en la implementación y en la gestión (manage-
ment)
e) Los recursos disponibles.

4. LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PM

a) El interés de la política exterior en CyT de la Comunidad Europea


hacia Latinoamérica

No hace mucho tiempo que Europa mira con buenos ojos a los países de la
región latinomericana como escenario apto para el «asociativismo en
I+D+I».
Concretamente, lo que permitió un primer acercamiento Unión Euro-
pea-Latinoamérica fue la democratización de los países de la región a partir
de la década de los 80 y 90, junto con la integración de las economías regio-
nales al nuevo orden mundial signado por la globalización.
Fue así que en 1987 comienza un primer diálogo político y comercial
entre la UE y el Grupo Río2, en el marco de la Asamblea General de las Na-
ciones Unidas celebrada en septiembre de ese año en la ciudad de Nueva
York.

—————
2 El Grupo Río fue creado el 18 de diciembre de 1986, por la Declaración de Río de Janeiro,
suscrita por Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela. Sus
antecedentes se remontan a la crisis centroamericana de la década de los 70, cuando se creara el grupo
Contadora y de Apoyo a Contadora para lograr la paz en la región. Hoy por hoy, se trata de un
organismo internacional que efectúa reuniones anuales entre los jefes de Estado y de Gobierno de
países firmantes de América Latina y el Caribe. Las decisiones del Grupo son adoptadas por medio del
consenso entre sus integrantes, dentro de los cuales hoy también se incluyen Bolivia, Chile, Ecuador y
Paraguay. Cabe aclarar que Panamá ya no forma más parte del Grupo Río desde 1988, siendo en la
actualidad 11 los países miembros.

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72 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

Al respecto, Valesca Raizer Borges señala que «este diálogo se institucio-


naliza el 20 de diciembre de 1990 en la conferencia informal de Roma, me-
diante la aprobación por las partes de la realización anual de Conferencias
Ministeriales entre las dos regiones, representando el marco institucional de
las relaciones latinoamericanas y comunitarias».
A partir de ese momento, se abren embajadas o delegaciones de la Comi-
sión Europea en toda América Latina, reflejando de ese modo los lazos de
cooperación que empezaban a consolidarse.
En consecuencia, la investigación científica y tecnológica tuvo como ob-
jetivo facilitar los resultados de su desarrollo en Europa para abrirse a los
problemas específicos de los Terceros Países. Comenzaron así a financiarse
proyectos conjuntos, becas de estudios, workshops científicos, entre otras ini-
ciativas de transmisión de conocimientos y transferencia de tecnología.
Es importante, a esta altura de la comunicación, entender que la coope-
ración que promueve la UE en materia científico tecnológica se basa princi-
palmente «en el intercambio de conocimientos científicos pre-competitivos».

b) Modalidades de colaboración internacional con Europa

De acuerdo a todo lo que fuimos describiendo de esta herramienta de coo-


peración que son los programas marco, advertimos que es condición necesa-
ria que los terceros países sean invitados por un socio europeo. En general
estas invitaciones surgen a través de los contactos formales o informales que
hay entre los investigadores en áreas temáticas comunes que los vinculan in-
ternacionalmente. Dada esta condición, tienden a identificarse temas de in-
terés mutuo, pero dentro de un marco de prioridades ya estudiado y defini-
do en el contexto europeo. De esta manera, el tercer país debería analizar en
qué medida el interés de Europa lo puede beneficiar para el desarrollo de su
investigación, teniendo claras las reglas de patentamiento y los montos posi-
bles de financiación.
En la mayoría de los casos, los terceros países reciben invitaciones a pro-
yectos casi armados donde deben proponer su participación. Esto no impide
que la propuesta del tercer país se pueda ir preparando desde el inicio con el
resto de los socios europeos, lo que ocurre es que aún en América Latina no
hay un conocimiento profundo ni una actualización permanente sobre los
cambios en este Programa. Los detalles y alcances de cada convocatoria re-
quieren un contacto fluido con instancias científicas e institucionales en

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LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRAMAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA 73

Bruselas, que es donde reside la Comisión Europea con sus expertos evalua-
dores por tema de I+D.
En el componente 3, lo que se promueven son actividades de formación
de recursos humanos a través de becas que acompañan al investigador a lo
largo de todas las etapas de su carrera científica. En general los procesos de
aplicación son similares a los de cualquier beca internacional de especializa-
ción maestría y/o doctorado. Un elemento distintivo de este componente
son los IRSES (International Research Staff Exchange Scheme), porque la
apertura es total a terceros países como el nuestro y se basa en intercambios
no de individuos particulares sino entre instituciones pares.
Lo interesante de este tipo de intercambio del personal científico y téc-
nico es que el objetivo se focaliza en establecer o profundizar la asociación a
largo plazo entre 2 o más organizaciones de investigación de Europa y 1 o
más organizaciones de terceros países.
En general los intercambios son de una duración inferior a 12 meses, pe-
ro los contratos entre las instituciones pueden ser de 2 a 4 años.
Básicamente el financiamiento se distribuye entre las organizaciones que
forman parte del intercambio; para el caso de los terceros países éstos deben
financiar los gastos de su personal saliente aunque hay excepciones para los
IPCP (International Cooperation Partners Countries) como Argentina.
Ello significa que se pueden compartir costos. Por ejemplo, se podría nego-
ciar que los pasajes queden a cargo de la institución argentina miembro del
IRSE y el estipendio mensual a cargo de la institución europea donde el per-
sonal realizaría el intercambio.
Por último, cabe señalar que los campos de investigación podrán ser ele-
gidos libremente por los participantes, aunque lo más conveniente es tener
en cuenta el interés europeo en I+D+i para conseguir la aprobación de la
propuesta que se eleve.

c) Participación y efectividad de los Terceros Países

De acuerdo a los resultados del 7PM UE publicados por la oficina de enlace


de la Unión Europea en Argentina —ABEST— , podemos decir que las
áreas temáticas donde mayor cantidad de proyectos se han presentado por
parte de instituciones argentinas dentro del Programa de Cooperación han
sido en alimentos (FAB – Food, Agricultura and Biotechnology), salud y
nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

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74 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

De todos modos, como se podrá observar en el cuadro, en el período de


un año (2007-2008) la cantidad de proyectos aprobados con participación
argentina ha sido muy poca (43), si tenemos en cuenta que los Programas
Marco son licitaciones de proyectos a escala mundial, donde el nivel de
competencia es muy alto y la tasa de éxito, es decir, de aprobación por parte
de la Comisión Europea en algunos casos llega sólo al 10%, según las expre-
siones de Cornelia Nauen, de la delegación europea, en un Infoday sobre
KBBE (European Knowledge Based Bio-Economy) realizado en Buenos Aires
en mayo de este año.

PROYECTOS APROBADOS POR LA COMISIÓN EUROPEA CON PARTICIPACIÓN


DE ARGENTINA COMO TERCER PAÍS (PERÍODO 2007-2008)

Costo del proyecto por partici- Contribución argentina al


Área temática N.º proyectos
pante argentino (€) proyecto (€)
Energía 2 469.321 115.662
Medioambiente 4 1.404.713 289.291
FAB 6 963.942 217.891
Salud 7 1.275.815 263.115
TICs 6 726.840 130.468
Nano 4 978.359 111.760
Cs. Sociales 2 224.430 46.784
Transporte 3 566.774 486.602
Coop. Int. 2 677.932 0
Infraestructura 1 92.400 84.400
Ciencia en Sociedad 1 38.796 4.202
Marie Curie 5 0 0
Total 43 7.419.322 1.750.175
Fuente: Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

Sin embargo, si comparamos el rol de la Argentina con otros países de la


región en términos de participación en proyectos de I+D europeos bajo la
figura de los programas marco, estamos en primer lugar. (Ver cuadro en la
página siguiente). No obstante, el nivel de efectividad medido en relación a
los proyectos presentados y aprobados por la Comisión Europea, es inter-
medio.
En forma similar al nivel de participación Argentina, encontramos a paí-
ses como Brasil y México, aunque éste último con mayor efectividad que
Brasil.
Por otra parte, llama la atención el alto nivel de efectividad de países co-
mo Chile, Colombia, Perú, Uruguay y Guatemala que si bien presentaron
muchos menos proyectos que Argentina, la aprobación de los mismos ha si-
do más efectiva y concreta que en nuestro caso.

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LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRAMAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA 75

De todos modos, si contabilizamos los proyectos en los que los países la-
tinoamericanos forman parte de consorcios de I+D europeos, seguimos ad-
virtiendo que es muy bajo el nivel de participación, ya que la media resul-
tante de todas las participaciones de los 19 países registrados en el gráfico de
barras no supera el 7%.
Y todo ello nos lleva a preguntarnos cuáles serán las posibles dificultades
que advierten los terceros países al intentar participar de estos instrumentos
de cooperación en ciencia y tecnología que ofrece la Unión Europea.
Algunas de ellas las señalamos a continuación, sustentadas en los aparta-
dos expuestos a lo largo de este trabajo:
- Complejidad burocrática de las convocatorias en cuanto a las reglas de
participación para la conformación de los consorcios y formatos a
cumplir para la presentación de proyectos.
- El coordinador científico de las propuestas ha de ser europeo. Por lo
tanto, un tercer país puede tener una idea brillante, pero no la puede
conducir sino que tiene que delegar esa tarea a una institución de
Ciencia y Tecnología europea.
- Las reglas de participación de la comunidad europea suponen una
heterogeneidad de actores participantes, lo cual dificulta a veces las
cuestiones administrativas y de organización del trabajo.
- Los terceros países están supeditados a la gestión y coordinación de las
instituciones europeas.
PARTICIPATIONS/PROJECTS

Participations Projects Effectiveness

40 38 40%
EFFECTIVENESS
35 35%
29
30 30%

25 25%

20 17
20%

15 13 15%
10
10 7
8 10%
5
5 2 2 2
5%
1 1 1 1
0 0 0 0
0 0%
Costa Rica

Venezuela
Argentina

Honduras
Bolivia

Uruguay
Brazil

Colombia
Chile

Peru
Mexico
El Salvador
Dominican Rep.

Cuba

Nicaragua

Paraguay
Guatemala
Ecuador

Panama

Fuente: ABEST.

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76 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

A pesar de ello, tenemos registro en Argentina de experiencias exitosas


dentro del 7PM UE. Algunos ejemplos ilustrativos son EURALINET, BIO
CIRCLE, PRO IDEAL, LAC ACCESS Y ABEST I y II, actualmente eje-
cutados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva
(MINCyT).
También en el marco del MERCOSUR existen otros dos proyectos ava-
lados por la Comunidad Europea como el MERCOSUR DIGITAL y BIO-
TECH.
Casi siempre estos proyectos nacen gracias a los vínculos personales entre
científicos por un lado y tecnólogos por el otro, que se conocen en semina-
rios, cursos de capacitación, conferencias plenarias, etc.
Allí se despierta el interés por áreas comunes de investigación bajo un
objetivo común; y si ambas partes tienen el entusiasmo y la perseverancia,
comienzan por conformar una red.
Al respecto, Jesús Sebastián señala que «la organización en red contribuye
a potenciar las infraestructuras y recursos humanos existentes, además de ali-
viar la asimétrica distribución de las capacidades para la I+D+ i en la mayo-
ría de los países, donde la geografía de la innovación muestra la existencia de
unos pocos polos de desarrollo científico y tecnológico junto a extensas áreas
de menor desarrollo. La organización en red facilita la interacción y la com-
plementariedad, favoreciendo la cohesión territorial. [...] La organización
funcional en redes de investigación permite aprovechar mejor los recursos
existentes que la organización basada en macroproyectos, con una participa-
ción muy reducida de recursos humanos, lo que conduce a una centrifuga-
ción y atomización de los esfuerzos y capacidades».
Dicho esto, evidenciamos que las redes de conocimiento son una buena
alternativa para que los terceros países se involucren con el espacio europeo
de la investigación, compartiendo conocimientos, noticias de eventos y aspi-
raciones en I+D cuya máxima expresión será la definición de un proyecto
conjunto. Cuando nace la idea proyecto, esta busca ser innovadora en su
solución a un problema concreto y alcanzable mediante la colaboración in-
ternacional. Y allí es donde nace la oportunidad de la cooperación en ciencia
y tecnología.
Pero no es fácil aprender a cooperar entre instituciones de CyT que están
ubicadas a distancias geográficas inmensas, por ello la necesidad de generar a
través de proyectos conjuntos la cohesión territorial como espacio de inte-
racción e influencia mutua. En definitiva, cuando una institución de un ter-
cer país decide cooperar con su contraparte en Europa, sabe los riesgos que

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LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRAMAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA 77

asume, y también las ventajas que puede obtener. Preparar un proyecto de


I+D entre un grupo de 4, 6 o más socios es una tarea ardua, intensa y de in-
numerables dificultades.
No sólo por las diferencias de criterio, sino porque el enfoque del pro-
yecto ha de ser multidisciplinar y el abanico de problemas que ello puede
generar es bastante amplio. En este sentido, la integración de los consorcios
implica también una diversidad de actores con distintas motivaciones, inte-
reses y capacidades (científicos, burocracias institucionales, empresas, etc.)
Claramente la investigación científica tiene lógicas de producción y apropia-
ción diferentes de la tecnología y los actores más involucrados con uno u
otro campo actúan en función de necesidades diferentes. En el caso de los
científicos prima el prestigio individual, la valoración de su conocimiento.
En el campo de la tecnología tienden a primar la obtención de ventajas eco-
nómicas competitivas a partir de la apropiación de nuevos productos o pro-
cesos. Combinar habilidades, conocimientos y expertise en todos los espa-
cios es un desafío para pocos, que parece una «verdadera quimera» si a ello le
sumamos los requerimientos organizacionales, prioridades científicas y es-
quemas financieros de la comunidad europea.
Pero ello nos conduciría a todo un capítulo aparte de este planteo. En
última instancia, para el caso concreto de los programa marco, lo más
efectivo es que el coordinador del proyecto logre armonizar intereses diver-
sos y organizar el trabajo en forma articulada y con una clara percepción
de beneficios para todos. Cada institución de CyT debe ocuparse de que
los paquetes de trabajo en los que participen visualicen la comunión de
esfuerzos, respondiendo a un todo coherente y acorde con lo que la convo-
catoria está solicitando, para así aumentar las posibilidades de que el pro-
yecto sea aprobado.

5. CONSIDERACIONES FINALES

En este último apartado, intento esbozar algunas recomendaciones para los


terceros países en términos de acciones a seguir para involucrarse efectiva-
mente en los Programas Marco.
A tal fin, lo primero que se requiere es que esa estrategia se adecue tanto a
la visión de las instituciones participantes como a los objetivos del Programa
Marco. Un buen comienzo de esa articulación es identificar aquellas ventajas

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78 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

que ofrece este instrumento de cooperación para las instituciones partici-


pantes, tales como:

- El financiamiento de la UE para fortalecer las capacidades tecnológi-


cas y científicas.
- La actualización en las últimas tendencias científicas y tecnológicas
- La generación y multiplicación de vinculaciones con instituciones de
CyT de la UE
- El fortalecimiento de vinculaciones con instituciones de CyT de la re-
gión latinoamericana, ya que en general los proyectos son presentados
por un conjunto de instituciones de la UE y por terceros países de una
misma región geográfica.
- La potencialidad de explotar y transferir conocimientos y tecnologías
locales (de los terceros países) que aún no han ingresado al mercado
europeo.

Asimismo, se han de detectar, como parte de la estrategia, aquellas motiva-


ciones que entran en juego tanto para los investigadores pertenecientes a insti-
tuciones de CyT, así como para la institución. Ellas se resumen en las siguientes:

Para el Investigador:

- Acceso a complementariedad de expertise.


- Oportunidad de Trabajar con otros investigadores internacionales
- Ganar acceso a infraestructuras de investigación que generalmente es-
tán fuera de su alcance.
- Financiamiento.

Para la Institución:

- Mejorar acceso a recursos y mercados.


- Reducción de costos, compartir riesgos.
- Competir internacionalmente, realizar nuevos roles y formar nuevas
alianzas en un mundo cambiante.

En suma, compete ahora mencionar algunas consideraciones que toda


institución de un tercer país debe tener en cuenta a la hora de presentarse a
convocatorias europeas de proyectos I+D+i.

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LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRAMAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA 79

– Detectar cuando la institución está en condiciones de participar de las


convocatorias de proyectos y aprovechar las Calls of Proposals como un
ejercicio práctico y vivencial que fortalecerá el posicionamiento y lógi-
ca de funcionamiento interna y externa institucional.
– Cada institución que participa debe identificar claramente cuál será su
contribución en la idea del proyecto a ser presentado. El aporte de
I+D en cada paquete de trabajo debe responder tanto a la convocato-
ria como a las prioridades estratégicas de I+D de las instituciones par-
ticipantes.
– Reconocer cuándo una convocatoria tiene (o no) un interés central
para el grupo de profesionales de las instituciones, para de ese modo
asumir con confianza y responsabilidad el desafío de participar en
proyectos que generen beneficios mutuos.
– Conocer exhaustivamente todos los detalles sobre las convocatorias y
las reglas de participación europeas para aumentar las condiciones de
elegibilidad de las ideas proyectos.
– Proteger las ideas y el conocimiento innovador que generan las insti-
tuciones participantes como mecanismo de apropiación de sus logros
en I+D+i.

A modo de conclusión y por todo lo expuesto anteriormente, elijo nue-


vamente las palabras de Jesús Sebastián para terminar de colorear el paisaje
que ofrecen los Programas Marco a los Terceros Países: «El reconocimiento
de las sinergias que ofrecen las interacciones y la complementariedad, la va-
loración del incremento de la eficacia de los procesos de investigación, tra-
ducida en una mayor productividad, visibilidad y mejora de la calidad del
proceso mismo y de los resultados obtenidos, las mejoras en las capacidades
competitivas de las instituciones y las empresas y los impactos sobre el grado
de internacionalización, son algunos de los beneficios que pueden señalarse.
Sin embargo, la cooperación, como proceso interactivo y social, no deja de
plantear dilemas y dificultades que surgen por conflictos derivados de los
propios intereses de los participantes, de la complejidad de las interacciones
personales e institucionales y de la necesidad de entender y asimilar diferen-
cias culturales».

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80 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Artículos académicos

1. SEBASTIÁN, Jesús: «La cultura de la cooperación en I+D+i». Artículo


publicado en la Revista virtual Espacios. Link de acceso:
http://www.revistaespacios.com/a00v21n02/82002102.html
2. RAIZER BORGES, Valesca (1995). «La cooperación científica y tecnoló-
gica entre la Comunidad Europea y América Latina», Revista CIDOB
d’Afers Internacionals, Número 31.

Publicaciones Oficiales

1. A Strategic European Framework for International Science and Technology


Cooperation. Communication from the Comission to the Council and
the European Parliament. Official Publications of the European
Communities. Year 2009, Lucemburgo.
2. Cooperación científica entre Argentina y la Unión Europea. Proyectos y re-
sultados 6.º Programa Marco. Publicación de la Oficina de enlace con la
Unión Europea en Ciencia, Tecnología e Innovación. Año 2007, Buenos
Aires, Argentina.
3. El 7PM en breve. Cómo participar en el Séptimo Programa Marco de la Unión
Europea para la investigación. Guía de Bolsillo para principiantes. Oficina de
Publicaciones de la Comisión Europea. Año 2008, Luxemburgo.
4. Participación de Argentina en el 6.º y 7.º Programa Marco de la Unión Eu-
ropea. Publicación de la Oficina de enlace con la Unión Europea en
Ciencia, Tecnología e Innovación. Año 2008, Buenos Aires, Argentina.
5. Unión Europea y la Argentina. Quince años de cooperación. Publicación de
la Delegación de la Comisión Europea en Argentina. Año 2006, Buenos
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6. Una potencia mundial. Las relaciones exteriores de la Unión Europea. Ofi-
cina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas. Año 2004,
Luxemburgo.
7. Un nuevo enfoque de la cooperación científica y tecnológica internacional en
el Séptimo Programa Marco de Investigación (2007-2013»). Comisión Eu-
ropea, Dirección General de Investigación, Unidad de Comunicación.
Año 2007, Bruselas, Bélgica.

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LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCEROS PAÍSES EN LOS PROGRAMAS MARCO DE LA UNIÓN EUROPEA 81

Sitios web de interés

www.abest.mincyt.gov.ar
http://europa.eu.int
http://ec.europa.eu/research/fp7
http://ec.europa.eu/research/enquires
http://cordis.europa.eu/fp7/home_es.html
www.mincyt.gov.ar/coopinter.htm

Participación en eventos vinculados al 7.º PM de la UE

9 Reunión Informativa sobre oportunidades de cooperación en TIC’s en


el VII Programa Marco de la Unión Europea. (Junio 2008)
9 Reunión Informativa sobre oportunidades de cooperación para Países
Terceros en el VII Programa Marco de la Unión Europea. (Agosto
2008)
9 Workshop sobre oportunidades de cooperación para Países Terceros de
la Unión Europea y Herramientas para Facilitar la Participación.
(Octubre 2008)
9 Reunión Informativa sobre oportunidades de capacitación Programa
específico People del VII Programa Marco de la Unión Europea.
(Noviembre 2008)
9 Infoday sobre el VII PM (Mayo 2009)

CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN 12 (2010). PÁGINAS 59-81. ISSN: 1888-6736


Hacia un funcionamiento internacionalista
de la Reunión Especializada en Ciencia y Tecnología
(RECYT) del Mercosur. El caso de estudio BIOTECH
Oregioni, María Soledad1

INTRODUCCIÓN

El artículo surge como resultado de una investigación más amplia, que ana-
liza el proceso de cooperación internacional en ciencia y tecnología en el
MERCOSUR a partir del caso de la Reunión Especializada en Ciencia y
Tecnología (RECYT). Partiendo del supuesto de que los actores sociales re-
levantes que participan de esta reunión le otorgan sentido y construyen fun-
cionamiento. Entendiendo que tanto una tecnología, como una institución,
pueden tener distintos tipos de funcionamiento, en relación a las ideas de
éxito y de fracaso que poseen los actores sociales relevantes que participan de
su construcción. El objetivo central de la investigación es analizar qué tipo
de funcionamiento le asignan, a la RECYT, los actores que participan del
proceso de cooperación.
El artículo se centra en el caso de estudio BIOTECH por las siguientes
razones: En primer lugar, porque es uno de los programas considerados exi-
tosos en el ámbito de la RECYT. En este sentido, permite indagar cuál es el
significado de éxito y/o fracaso que manejan los actores sociales relevantes
que participan de esta Reunión. En segundo lugar, el caso de estudio es sig-
nificativo, porque el área de las biotecnologías reviste especial importancia

—————
1 Lic. en Relaciones Internacionales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos
Aires (UNCPBA) Argentina. Maestranda en Ciencia, Tecnología y Sociedad, Universidad Nacional de
Quilmes (UNQ), Argentina. Becaria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICET),
Argentina. Lugar de trabajo: Centro Interdisciplinario en Relaciones Internacionales y Locales
(CEIPIL), Facultad de Ciencias Humanas (FCH) UNCPBA. E-mail: soregioni08@hotmail.com

CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN 12 (2010). PÁGINAS 83-113. ISSN: 1888-6736


84 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

en el discurso de los polícy maker, quienes en su mayoría hacen referencia al


valor de las innovaciones para insertar a la Región en el marco del nuevo pa-
radigma tecnológico, lo que abriría ventanas de oportunidad a los países de
América del Sur. Y, por último, este caso en particular permite observar la
interacción de distintos elementos en la construcción de redes de coopera-
ción en el ámbito de la RECYT, y la incidencia de flujos de cooperación de
terceros países o grupos de países en la construcción de funcionamiento.
A partir de las caracteristicas de BIOTECH, se procederá a analizar cómo
incide la implementación de este programa en el proceso de cooperación,
quién se beneficia a partir de BIOTECH, si se generan redes de coopera-
ción, quién coordina dichas redes, quiénes son los intermediarios y a qué re-
sultados se ha arribado para el año 2009.
El proyecto BIOTECH se analiza como una red tecno-político-
económica, donde se destacan dos fases: una fase de la red tecno-político-
económica, que se da en la etapa de creación del proyecto, y otra en la etapa
de su implementación. Estas dos fases de la red permitirán observar cómo se
coordinan en torno a la red elementos heterogéneos que dan forma a las re-
des de cooperación en el sector biotecnológico.
La metodología de trabajo se basó en la recopilación y análisis de fuentes
primarias y secundarias. En el caso de las fuentes primarias, se trabajó con
las actas de la RECYT, y entrevistas semi estructuradas a actores relevantes
(investigadores, policy makers). Y, como fuentes secundarias, se utilizó bi-
bliografía especializada.
A lo largo de la investigación se identifica a la RECYT como un ámbito
de cooperación multilateral, y se mencionan los principales inconvenientes
que surgen para implementar los proyectos que se proponen en la Reunión.
Asimismo, se observa que la cooperación birregional con la Unión Europea
constituye una solución a los problemas de financiamiento para los actores
sociales relevantes, dado el fracaso del Programa Marco en Ciencia y Tecno-
logía del MERCOSUR en crear líneas de financiamiento propias. A partir
de este momento se hace referencia a un nuevo ideal de funcionamiento que
se torna hegemónico en el ámbito de la RECYT: el ideal de funcionamiento
internacionalista.

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 85

1. COOPERACIÓN INTERNACIONAL EN EL ÁMBITO DE LA RECYT

La RECYT del MERCOSUR se crea en el año 19922, con el objetivo explí-


cito de integrar las instituciones de investigación y la formulación de los li-
neamientos básicos para las políticas científicas y tecnológicas del MERCO-
SUR. La creación de la RECYT representa la adopción de un nuevo marco
conceptual e institucional para el tratamiento de las cuestiones relacionadas
con la ciencia y la tecnología a nivel Regional. La integración en el MER-
COSUR debe ser entendida como un instrumento que permite comple-
mentar las políticas locales de flexibilización de las fronteras en relación a los
flujos de bienes de capital internacionales. (Do Santos, 2000: 58).
Las delegaciones que participan de la RECYT están formadas por repre-
sentantes de los respectivos órganos nacionales de ciencia y tecnología,
miembros de los Ministerios de Relaciones Exteriores y de los Ministerios de
Industria y Comercio. La presencia de miembros del Misterio de Relaciones
Exteriores se justifica por su papel mediador en el ámbito político. En
cuanto a los miembros del ministerio de industria y comercio, está asociada
a la necesidad de establecer y monitorear la interfase en relación a los intere-
ses del sector productivo.
Los encuentros de la RECYT son abiertos a la participación esporádica-
mente. En relación a las necesidades establecidas en la agenda, participan
personas ligadas a la comunidad académica, institutos de investigación,
agencias de financiamiento, representantes de entidades empresariales, etc.
Asimismo, eventualmente son invitados representantes de gobiernos de ter-
ceros países, organizaciones, programas internacionales y miembros de los
subgrupos de trabajo del MERCOSUR.3
La RECYT del MERCOSUR es el órgano regional que reúne a las dis-
tintas instituciones de ciencia y tecnología de los estados asociados, por lo
tanto, su trayectoria se encuentra directamente relacionada con la importan-
cia que se le otorga a la ciencia y a la tecnología a nivel nacional.
La institucionalización de la ciencia y la tecnología varía notablemente en
los distintos países que forman parte de la RECYT. Argentina y Brasil pre-
sentan el mayor desarrollo relativo en términos institucionales en el sector
—————
2 La RECYT se crea en la VI Reunión del Grupo del Mercado Común (GMC), a través de la
resolución 24/92.
3 De acuerdo a autores como: Mercedes Botto (2006) es necesario democratizar este tipo de
organizaciones internacionales, ya que no se permite la presencia de ciudadanos y/o organizaciones no
gubernamentales en las RECYT.

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86 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

científico tecnológico, como también en el desarrollo de planificación de


políticas orientadas a los sectores científicos, tecnológicos y empresariales.
En ambos países los Ministerios de Ciencia y Tecnología centralizan la polí-
tica científico— tecnológica a nivel nacional, se encargan de la planificación
y articulan con organismos de ejecución. Los organismos más representati-
vos son: CONICET4, INTI5, INTA6, CNEA7, INAA8, SEGEMAR9, por
parte de Argentina, y CNPQ, CAPES10, EMBRAPA11, en Brasil. Además
cuentan con organismos de promoción, en el caso de Argentina, el principal
organismo de promoción es la Agencia Nacional de Promoción Científica y
Tecnológica (ANPCYT), que cuenta con el Fondo para la Investigación
Científica y Tecnológica (FONCIT) y con el Fondo Tecnológico Argentino
(FONTAR). En Brasil, las principales agencias de financiamiento son: el
Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPQ)
y la Coordenação de aperfeiçoamento de pessoal de nível superior (CAPES).
Uruguay también posee organismos de ciencia y tecnología y goza del re-
conocimiento internacional de su comunidad científica. La mayor parte de
la investigación científica de Uruguay está concentrada en la Universidad de
la República y sus institutos de investigación, en este sentido se destaca la
importancia del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias. La Di-
rección Nacional de Ciencia y Tecnología de Uruguay es la principal institu-
ción de planificación de políticas en ciencia y tecnología del país. Los prin-
cipales fondos destinados a investigación se encuentran incluidos en el
presupuesto de la universidad, y el Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Tecnológicas administra los recursos provenientes del programa
de desarrollo tecnológico, que depende del Banco Interamericano de Desa-
rrollo (BID).
Paraguay es el país más rezagado en términos institucionales. Esto se en-
cuentra directamente relacionado con el bajo nivel de desarrollo relativo que
presenta este país con respecto a los demás miembros del MERCOSUR. En
la década de los noventa, Paraguay manifestó la necesidad de generar institu-
—————
4 Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
5 Instituto Nacional de Tecnología Industrial.
6 Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
7 Comisión Nacional de Energía Atómica.
8 Instituto Nacional del Agua y del Ambiente.
9 Servicio Geológico Minero Argentino.
10 Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior.
11 Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária.

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 87

ciones en el área de la ciencia y la tecnología. En este sentido, la creación del


Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), del Fondo Na-
cional de Apoyo a la Ciencia y la Tecnología (FONACYT) se orienta a for-
talecer el sistema de ciencia y tecnología Nacional.
La implementación de las actividades que se proyectan en la RECYT
muchas veces se ve interrumpida por falta de financiamiento. La represen-
tante brasileña ante la RECYT, Eliana Emidato de Azambua, destaca que la
falta de presupuesto ha dificultado el desempeño de la RECYT. Esta pro-
blemática se refleja en distintas instancias de cooperación en ciencia y tec-
nología entre los países del MERCOSUR. Por ejemplo: el portal RECYT, el
observatorio para la Sociedad de la Información, el Premio MERCOSUR en
Ciencia y Tecnología. Ante la falta de presupuesto, se recurre a programas de
cooperación internacional provenientes de organismos internacionales, ter-
ceros países o grupos de países. Al respecto, Lea Velho (2001) menciona que
las dificultades financieras son uno de los principales obstáculos que deben
enfrentar los países del MERCOSUR para generar redes de cooperación en
ciencia y tecnología, ya que no se pueden establecer redes sin financiamiento.
La RECYT es un ámbito de cooperación multilateral. Sin embargo, en
diferentes oportunidades es recurrente solicitar programas de financiamiento
externos al MERCOSUR. Generalmente se solicita financiamiento a orga-
nismos internacionales, terceros países o grupos de países, ya que no se ha
logrado generar fondos propios para financiar la ciencia y la tecnología a ni-
vel Regional.
El hecho de depender de programas externos de cooperación genera
cierta dependencia externa (Velho, 2001). En este sentido, es importante no
perder de vista las problemáticas propias de la cooperación norte-sur, que ca-
racterizan y condicionan en gran medida a las políticas públicas de los países
latinoamericanos (Kreimer, 2001); (Oregioni, 2008); (Tagliaferro, 2008) De
acuerdo a lo observado, las políticas de cooperación de la RECYT con terce-
ros países responden a las políticas «ofertistas» del norte y a las demandas de
las elites científicas locales. Estos intereses no son necesariamente contra-
dictorios, ya que los científicos locales buscan posicionarse en el campo in-
ternacional, amoldando sus temas de investigación a aquellos que están en
boga en el resto del mundo.
Esto es confirmado en las entrevistas que se realizaron a miembros de la
RECYT. Por ejemplo, en el caso específico de la Comisión Temática Socie-
dad de la Información (CTSI), el entrevistado sostiene que se creó la CTSI,
porque en ese momento los organismos internacionales financiaban investi-

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88 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

gaciones en dicha temática, y por lo tanto sería viable conseguir financia-


miento para lograr implementar los programas de cooperación en la Región.
Esta visión exógenerada de las políticas de cooperación se agudiza a partir de
testimonios de funcionarios de segundo rango del área de Relaciones Inter-
nacionales del Ministerio de Ciencia y Tecnología Argentino, cuando seña-
lan que «Toda Cooperación es bienvenida» (Tagliaferro, 2006).
Los diferentes testimonios de los funcionarios entrevistados hacen refe-
rencia que para dinamizar las actividades de cooperación al interior del
MERCOSUR, los países que lo componen deben convertirse en polos de
atracción de proyectos de innovación con terceros países o bloques como es
el caso de la Unión Europea (Menvielle; 2004).

2. COOPERACIÓN MERCOSUR-UNIÓN EUROPEA (UE)

La cooperación Norte-Sur históricamente ha garantizando a los investigado-


res del Sur acceso al conocimiento, recursos financieros y materiales, recono-
cimiento y reputación. Por su parte, los países del Norte han visto en la coo-
peración una herramienta diplomática para alcanzar sus objetivos de política
exterior. En este sentido, los países del Norte han encontrado en la coopera-
ción una forma de acceder a recursos naturales inexplorados, de gran utili-
dad para la investigación científica, también a espacios de observación de
ecosistemas, y biodiversidad, útiles para diferentes disciplinas (Lea Velho,
1998).
En el caso de la cooperación que reciben países latinoamericanos por
parte de la Unión Europea, se relacionaría con la necesidad de contrapesar el
poder de Estados Unidos a escala global, y disputarle la hegemonía en la Re-
gión. En este sentido es importante reconocer que la ciencia no es neutral. Si
bien en el proceso de cooperación las distintas partes buscan algo que ganar,
no siempre se busca lo mismo (Oregioni, Piñero, 2008).
Los programas de cooperación entre la Unión Europea12 y América Lati-
na compartieron como rasgo común su carácter asistencialista, propio de la
modalidad vertical y asimétrica de cooperación. Desde 1976 se establece una
—————
12
La Unión Europea se encuentra en quinto lugar respecto a la nómina de los países cooperantes
con América Latina, ya sea a nivel bilateral o multilateral. (Evaluación de la estrategia regional de la CE
en América Latina, 2005).

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 89

línea de cooperación financiera y técnica, en la cual los proyectos son apoya-


dos en un 80% por parte de la Unión Europea, haciéndose cargo la contra-
parte del resto del monto en especie, como lo es la infraestructura, el equi-
pamiento, el personal, etc. A partir de la década del noventa en la Unión
Europea se comienzan a registrar cambios relacionados con la implementa-
ción de nuevas estrategias de cooperación, basadas en la asociación estratégica
birregional con América Latina. Así surge el concepto de asociación que da
origen a nuevos sujetos e instrumentos de cooperación. Este cambio se atri-
buye a las presiones ejercidas por la Sociedad Civil Europea, junto a la con-
cepción de un nuevo rol de Europa en la Región Latinoamericana (Evalua-
ción de la estrategia regional de la CE en América Latina, 2005).
En este contexto, las políticas de cooperación entre la Unión Europea y el
MERCOSUR se dan en el marco de la modalidad bi-multilateral. En la
Primera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el
Caribe y la Unión Europea, quedaría concertada la asociación estratégica bi-
rregional (Lozano y Velázquez, 2004). La I Cumbre Euro-Latinoamericana,
celebrada los días 28 y 29 de junio de 1999 en Río de Janeiro, sirvió para
propiciar el necesario momento político para el lanzamiento de las negocia-
ciones entre MERCOSUR y la UE. Este evento expresa un salto cualitativo
en las relaciones entre ambas regiones, donde ya existían diálogos políticos
entre la UE y las diferentes subregiones.
El presidente francés Jacques Chirac, con motivo de su gira por MER-
COSUR, propuso celebrar una reunión birregional MERCOSUR-UE en el
marco de la Cumbre general entre la UE y América Latina, con el objetivo
de avanzar en las negociaciones para la creación de la tan ansiada zona de li-
bre comercio entre ambos bloques.
La Cumbre marcó la madurez de las relaciones de las dos regiones, ele-
vando la prioridad de la agenda birregional, permitiendo el establecimiento
de una nueva forma de relacionarse, cuya principal meta debería ser la re-
ducción de las asimetrías y el incremento de los niveles de desarrollo. En el
marco de la Cumbre se propuso la construcción de una «Asociación Estraté-
gica Biregional», y el encuentro se cerró con una Declaración Conjunta y un
Plan de Acción que dejaba sentado un amplio número de prioridades referi-
das al diálogo político, a las relaciones económicas y financieras, y a la coo-
peración, cuya implementación en los años posteriores debería contribuir a
la puesta en marcha de dicha Asociación.
En el seno de las negociaciones birregionales con la Unión Europea, el
Comité de Cooperación Técnica del MERCOSUR se remitió a la Presiden-

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90 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

cia Protempore de la RECYT, para incluir en el Acuerdo Birregional el ám-


bito de la ciencia y la tecnología. El texto fue enviado inmediatamente por
correo electrónico a todas las delegaciones, y si bien se destaca, de acuerdo a
las observaciones de las delegaciones, que se aceptó de manera general la
idea, no hubo consenso en el MERCOSUR. Por lo tanto, a pesar del interés
de la UE, el tema no fue abordado en las negociaciones birregionales du-
rante la reunión de Bruselas que se realizó en marzo del año 2001.
En el año 2002, se impulsa la idea de generar plataformas biotecnológicas
en el MERCOSUR, pero, en el 3 de noviembre de 2005, se firmó el Con-
venio ALA/2005/017-350 entre la Comunidad Europea y MERCOSUR. El
objetivo explicito del Convenio consiste en promover el establecimiento y
consolidación de una plataforma regional de biotecnologías para el desarro-
llo y la utilización de las aplicaciones de las tecnologías en los cuatro países,
así como lograr aumentar el valor agregado y la competitividad de sus pro-
ductos en los mercados internacionales.
Finalmente, en el año 2007 se elabora una Declaración Conjunta, por el
MERCOSUR y la Unión Europea, donde se reconocen como áreas de inte-
rés común a las infraestructuras, la energía, y la ciencia y tecnología.

3. UN NUEVO IMPULSO A LA COOPERACIÓN EN EL ÁMBITO DE LA RECYT

A partir del año 2000, se reestructura el diseño organizativo de la RECYT.


En el siguiente grafico se puede observar la proyección de los diversos acto-
res que participarán del foro de discusión de la política científica y tecnoló-
gica del MERCOSUR en el ámbito de la RECYT.
Como se puede observar en el gráfico número 1, en el organigrama de la
RECYT se incluyen formalmente actores relevantes pertenecientes al am-
biente externo del MERCOSUR, se contempla la incidencia de sectores del
gobierno, de la académica, de organismos internacionales, y de programas de
cooperación internacional. Esto marcaría el comienzo de un nuevo rumbo
de la RECYT, que se va a estabilizar con el fracaso del Programa Marco en
Ciencia y Tecnología del MERCOSUR, destinado a generar líneas propias
de financiamiento.
En el año 2001 el Grupo de cooperación con terceros países o bloques de
países presentó a la RECYT un informe con recomendaciones. En relación a
esta propuesta decidió crear un «Grupo Ad Hoc de Cooperación científico-

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 91

tecnológica con Terceros Países o Grupos de Países», con la intención de ela-


borar una propuesta en base a lineamientos del informe. Un producto de la
interacción de ese grupo podrá ser finalmente un manual de procedimiento
para la cooperación científico-tecnológica.

CUADRO N.º 1: ORGANIGRAMA DE LA RECYT, MODIFICADO EN EL AÑO 2000

Ambiente Externo Coordinación COMISIONES CIENTÍFICAS ÁREAS


TEMATICAS
Grupos del
MERCOSUR Argentina Agroindustria
Capacitación de Recursos
Medio
Humanos y Proyectos de
Brasil Información y Desarrollo. Ambiente
Gobierno.
Química Fina.
Paraguay Nuevos
Sector RECYT. Materiales.
Productivo. Comité Científico.
Uruguay

Academia.
Chile Sistemas de
Información.
Sociedad de la Información.
Organismos Bolivia. Terminología.
Internacionales
Tecnología de la
Información

Programas de
Cooperación
Internacional.

Otros.

Fuente: Actas RECYT.

En relación con los posibles contenidos de la cooperación se propuso que


los mismos surjan del contacto de los coordinadores de la RECYT con cien-
tíficos, tecnólogos, representantes de otros organismos del Estado y empresa-
rios de los Estados Parte.
Hasta el año 2002, no existía un programa coordinado donde se defina la
modalidad de vinculación con terceros países.
«[...] esta cooperación no ha tenido coordenadas y términos de referencia
de cómo debía entablarse, y tampoco parámetros que sirvan a su evaluación,
corrección y reformulación.»
Por lo tanto, en el año 2002 el MERCOSUR resuelve los criterios y pro-
cedimientos para la cooperación en ciencia y tecnología con países Extrazo-

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92 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

na, Asociaciones Regionales u Organismos Internacionales. Mediante el do-


cumento que emite el Grupo del Mercado Común se explicita que las acti-
vidades de cooperación en ciencia, tecnología e innovación, deben contri-
buir al desarrollo productivo y competitivo del MERCOSUR. Y que la
cooperación extra zona ayudará a mejorar el desempeño del MERCOSUR
en estas áreas. Además, se deben incluir dos áreas de trabajo. Por un lado, el
MERCOSUR como bloque, podría emprender acciones de cooperación en
ciencia, tecnología e innovación, en el marco de acuerdos económicos que
permitan estrechar vínculos del MERCOSUR con esos países en áreas que se
consideran relevantes. Y, por otro lado, se debe analizar qué tipo de aportes y
términos deben ser elaborados como oferta MERCOSUR en ciencia, tec-
nología e innovación.
También se acordó que cada una de las delegaciones que participan de la
RECYT realice consultas internas con sus respectivas instituciones naciona-
les en ciencia y tecnología, para definir las líneas de cooperación. En el Pro-
grama de Trabajo 2002-2003 de la RECYT, se establece que los proyectos de
cooperación científica, tecnológica y en innovación productiva del MER-
COSUR con países extra zona, asociaciones regionales u organismos inter-
nacionales deberán contribuir al proceso de cooperación en el interior del
MERCOSUR.

4. ESTABILIZACIÓN DE LA TRAYECTORIA SOCIO-POLÍTICA13 DE LA RECYT A


PARTIR DEL FRACASO DEL PROGRAMA MARCO EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA
DEL MERCOSUR (2006)

En el año 2006, la primera reunión de ministros y altas autoridades en cien-


cia y tecnología del MERCOSUR y Estados asociados elabora la «Declara-
ción de Buenos Aires». En dicho documento, se afirma la necesidad de crear
un Programa Marco de Ciencia, Tecnología e Innovación para el MERCO-
SUR, que promueva el desarrollo de iniciativas conjuntas entre institucio-
—————
13 El concepto trayectoria socio-política es una derivación directa del concepto trayectoria socio-
técnica (Thomas, 2008), pero a diferencia de éste permite centrar la atención en la interacción de ele-
mentos políticos, ideológicos, institucionales y organizacionales (Oregioni, 2009).

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 93

nes, empresas y equipos de investigación y desarrollo de los países de la Re-


gión.
«El programa marco contribuirá a establecer un espacio MERCOSUR de
integración en ciencia, tecnología e innovación y favorecerá la consolidación
de los desarrollos científicos y tecnológicos de cada país.» (Declaración de
Buenos Aires, 2006)
En la declaración de Buenos Aires se reconoce que, a pesar de los esfuer-
zos realizados, no se ha logrado consolidar dentro de la Región una trama
suficientemente densa y eficaz de actores e instituciones académicas, empre-
sariales y de gestión pública y privada, que impulse de manera continuada y
sostenible el desarrollo, difusión y uso de la ciencia y la tecnología, para
mejorar la calidad de vida de la población y competitividad de sus econo-
mías. Asimismo, más allá de casos puntuales de algunos países, el MERCO-
SUR no ha logrado insertarse como actor significativo en el escenario mun-
dial de la investigación científica y el desarrollo tecnológico.
El Programa Marco surge en un contexto distinto al de la década del
noventa en la que prevalecían ideales comercialistas de integración. En
cambio, en el año 2006, se estaba instalando el discurso del Regionalismo
Autónomo, acompañado por el cambio de la política exterior de los paí-
ses miembros del MERCOSUR, y el ingreso de Venezuela al Bloque Re-
gional.
El Regionalismo Autónomo hace hincapié en la integración de los países
del Cono Sur de America Latina, a partir de una base ecológica y productiva
que contempla la necesidad de preservar el patrimonio ecológico y ejercer
una competitividad legítima, que contemple una nueva regulación comercial
y cambios políticos que incluyan estas metas. Pero, fundamentalmente, la
autonomía del nuevo regionalismo parte de lograr la independencia de con-
diciones externas, como la recuperación de la capacidad de tomar decisiones
propias sobre los caminos a seguir por parte de los países que integran el
Cono Sur. (Eduardo Gudynas, 2008)
La crisis del neoliberalismo en la Región modificó la visión optimista res-
pecto a la globalización, que predominaba en los países del MERCOSUR,
fundamentalmente en los dirigentes argentinos. En este período se abre una
nueva política de integración, donde se privilegia la relación entre Argentina
y Brasil, que son los ejes de le integración en el Cono Sur. Además se reco-
noce el liderazgo de Brasil en América del Sur. Por parte del gobierno argen-
tino, la alianza estratégica con Brasil se reconoce como una relación impres-
cindible para atraer inversiones extranjeras, negociar con mayor fuerza con

CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN 12 (2010). PÁGINAS 83-113. ISSN: 1888-6736


94 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

actores poderosos del sistema internacional, y para el fortalecimiento y ex-


pansión de empresas de capital nacional (Colombo, 2007).
Brasil acompaña la integración en torno al MERCOSUR siempre y
cuando no perjudique sus intereses nacionales (Colombo, 2007). Las rela-
ciones de cooperación hacia la Región iniciadas en la década del ochenta por
la presidencia de Sarney se profundizan con la actual presidencia de Lula Da
Silva, quien plantea ampliar el proyecto del MERCOSUR al Área de Libre
Comercio de América del Sur (ALSA) en el año 2004. Además, en la actual
gestión de Brasil, el proceso de cooperación puede ser entendido como dis-
tinto al modelo de integración comercial predominante en la década del no-
venta, ya que se hace referencia al ideal de cooperación física y productiva a
nivel regional. (Solares de Lima, 2008).
En este contexto, en el plan de trabajo de Buenos Aires, se establecen las
líneas de acción programadas para el periodo 2006-2010 en el ámbito de la
RECYT.
En cuanto a la elaboración del Programa Marco en Ciencia y Tecnología
del MERCOSUR, de acuerdo con el testimonio de miembros de la RECYT,
se discutió minuciosamente, punto por punto, palabra por palabra. Se depo-
sitaron muchas expectativas en este instrumento. Sin embargo, no se pudo
cumplir. Hoy constituye solo una «expresión de buena voluntad».
Según un entrevistado que participó en la elaboración del Programa Mar-
co en Ciencia y Tecnología:
«El caso paradigmático para mí fue cuando hace dos o tres años, proba-
blemente hace mucho más que eso..., se aprobó el programa marco de la
RECYT, que fue un ejercicio donde se discutió palabra por palabra qué se
iba a poner en ese documento...y después no sirvió para nada, porque no
hubo ninguna manera de poder implementarlo..., a diferencia de la Unión
Europea que tiene una organización central [...]
Actualmente el Programa Marco se recuerda como un ejercicio intelectual
de lo que hubiese sido en sentido real. En líneas generales, este Programa bus-
caba la liberalización de un fondo que sirviera para financiar las actividades
científico-tecnológicas en la Región, pero no hubo manera de implementarlo.
Según el testimonio de un entrevistado:
«el Programa Marco termino en una catarata de frustraciones».
En una primera instancia, se intentaron implementar fondos no reembol-
sables del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Posteriormente, se
exploró la posibilidad de una contribución proporcional a sus recursos de los
países socios, ninguna de las opciones fue posible.

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 95

Una vez más la ausencia de presupuesto destinado a la integración del


área científico-tecnológica del MERCOSUR lleva a que se recurra a pro-
gramas de cooperación con terceros países o bloques de países para el desa-
rrollo de actividades en el marco de la RECYT. En esta oportunidad, se re-
curre al programa Marco de la Unión Europea, debido a la importancia que
gana Europa en la relación Birregional con el MERCOSUR.
A partir del fracaso del Programa Marco de Ciencia y Tecnología del
MERCOSUR, del éxito del programa BIOTECH, primero, y del programa
MERCOSUR Digital, después, la RECYT consolida un tipo de funciona-
miento internacionalista, donde los temas que se proyectan desde la RECYT
se adaptan a las necesidades del mercado internacional de producción de co-
nocimiento, cumpliendo las tareas asignadas dentro de la división interna-
cional, en este caso, del trabajo científico. Ya que las políticas de cooperación
científica de la RECYT se amoldan a las políticas de oferta del terceros paí-
ses o grupos de países fundamentalmente de la Unión Europea.

5. GRUPOS SOCIALES RELEVANTES Y CONSOLIDACIÓN DEL IDEAL


DE FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA EN LA RECYT

La idea de Funcionamiento Internacionalista se estabiliza a partir del fracaso


del Programa Marco en Ciencia y Tecnología del MERCOSUR. Es decir
que los actores relevantes que priorizaban la política de cooperación en base
a la captación de recursos financieros se imponen sobre los actores relevantes
que intentan implementar un modelo de desarrollo autónomo.
En el Programa Marco de Ciencia y Tecnología del MERCOSUR
(2006), se califica a la cooperación entre los países del MERCOSUR como
un medio para una eficaz vinculación con centros mundiales de producción
de conocimiento, es decir, que este ideal de funcionamiento estaba presente
aunque aún no era hegemónico.
La idea de funcionamiento internacionalista esta relacionada con la nece-
sidad de adaptar los programas de trabajo a las oportunidades de financia-
miento externo al MERCOSUR, sin cuestionar la subordinación de las
agendas regionales a los mandatos de los organismos internacionales propios
de las modalidades asistencialistas de la cooperación Norte-Sur. Dentro de

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96 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

esta perspectiva se encuentran los miembros de la delegación argentina ante


la RECYT. En un análisis de los resultados alcanzados por la RECYT en sus
primeros diez años de trabajo, la directora del Área de Relaciones Interna-
cionales del MINCYT y responsable política por la delegación argentina
ante la RECYT sostiene:
«[...] si bien hubo acciones concretas, se podría haber avanzado mucho
más, lo que pone de manifiesto un desequilibrio entre la capacidad de ima-
ginar propuestas y la posibilidad de traducirlas en medidas efectivas. Para re-
solver este problema es preciso contar con mayor capacidad de gestión y ar-
ticulación de iniciativas regionales y agilizar los mecanismos de
funcionamiento interno. Desde ambas perspectivas, la RECYT y los cuatro
países deberían convertirse en polo de atracción de proyectos de innovación
con terceros países o bloques, como es el caso del proyecto de Biotecnología
con la UE.» (Menvielle, 2004).
También la representante brasileña ante la RECYT manifiesta un ideal de
funcionamiento internacionalista, cuando sostiene que es necesario que los
países del MERCOSUR cooperen para:
«[...] promover o desenvolvimento científico e tecnológico na Região e
que os países do MERCOSUL cooperem em condições de igualdade com
outros países ou blocos».
En el caso de la Comisión Temática Sociedad de la Información (CTSI),
desde sus inicios se puede identificar el ideal de funcionamiento internacio-
nalista. Esto se refleja en el discurso de los miembros de dicha comisión. Ya
que, de acuerdo a los testimonios de los entrevistados, los proyectos en torno
a la sociedad de la información surgen como una forma de adaptarse a los
programas de financiamiento internacionales.
La mayoría de los participantes piensan la CTSI de la RECYT como un
medio para acceder a los distintos programas internacionales de coopera-
ción, a los cuales no pueden acceder en forma individual. Por ejemplo, esto
se puede observar al analizar la Red tecno-político-económica que se cons-
truye en torno al Proyecto MERCOSUR Digital, en el marco de dicha Co-
misión Temática.
Por otro lado, tanto los delegados de Brasil como los delegados de Chile
ante la CTSI son actores sociales internacionalistas, ya que en su discurso
manifiestan el éxito de la RECYT en Relación a su vinculación extra-
regional.
En la primera Reunión de la CTSI, el representante brasileño, luego de
comentar la experiencia de su país en el fomento de la sociedad de la infor-

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 97

mación, hace referencia al MERCOSUR como un medio para articular otras


iniciativas, como DOT FORCE, comunidad Europea, CER, OPAS entre
otros. Asimismo, a propuesta de Chile, se proyecta la creación de un grupo
MERCOSUR que participe internacionalmente en materia de sociedad de
la información, con el objetivo de consolidar una posición MERCOSUR en
los diferentes ámbitos e instituciones del sistema internacional vinculados a
esta área en particular.
Según el representante chileno ante la CTSI:
«Estas actividades de cooperación internacional serían una fuente de in-
greso de dinero para financiar las actividades de la RECYT en la construc-
ción de la sociedad de la información.»
También la representación argentina manifestó expectativas en generar
acciones conjuntas en búsqueda de financiamiento de proyectos comunes,
organización de actividades de intercambio de experiencias, poniéndose a
disposición para recibir equipos de otros países que quieran conocer las acti-
vidades que Argentina esta implementando para el fomento de la Sociedad
de la Información.
Un entrevistado de la delegación argentina que formo parte de la RECYT
en el marco de la CTSI, ante la aprobación del proyecto MERCOSUR di-
gital, sostiene:
«La verdad que en lo que la RECYT si acertó [...] es en funcionar como
interlocutora de la UE para encabezar financiamientos europeos».
Esto marca la idea de éxito de la RECYT, para determinados actores so-
ciales relevantes, que ven en este foro de cooperación multilateral un medio
para financiar sus programas de investigación.
A lo largo de su trayectoria socio-política se destaca que la RECYT ad-
quiere un funcionamiento internacionalista, que se comienza a gestar con la
reestructuración de dicho foro de cooperación multilateral, y que finalmente
se estabiliza a partir del fracaso del Programa Marco de Ciencia y Tecnología
del MERCOSUR, en generar fondos propios para financiar las actividades
que se proyectan desde la RECYT.
El funcionamiento internacionalista implicará atribuir a la RECYT un
rol mediador con organismos internacionales, países o grupos de países que
no forman parte del MERCOSUR. El estudio de caso del Programa BIO-
TECH permitirá analizar cuáles son los elementos que interactúan en la
construcción del funcionamiento internacionalista en el marco de la RE-
CYT.

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98 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

6. EL PROGRAMA BIOTECH

El caso de estudio del programa BIOTECH, servirá para entender cómo la


RECYT ingresa a una nueva etapa, donde tiene como centro la cooperación
con terceros países o grupos de países. Además, el programa BIOTECH se
considera unos de los programa más exitosos de la RECYT. Por lo tanto, se
analizará cómo se construye la idea de éxito de un programa en el ámbito de
la RECYT.
Al analizar BIOTECH, no se pretende discutir las potencialidades de la
biotecnología para el desarrollo, sino dar cuenta de cómo se construye un
programa que se considera exitoso en el ámbito de la RECYT. El éxito del
proyecto, en el marco de un ideal de funcionamiento internacionalista, con-
siste en que logra conseguir líneas de financiamiento de la Unión Europea.
Es decir, que los actores sociales relevantes que participan de la RECYT es-
tán interesados no sólo en desarrollar la biotecnología en la Región, sino
fundamentalmente en obtener financiamiento para investigar en esta área de
conocimiento, y consecuentemente mantener las actividades de los grupos
de investigación del MERCOSUR.
La trayectoria socio-política de este programa de cooperación entre el
MERCOSUR y la Unión Europea se analiza a partir de la red tecno-político-
económica14 que permite sostener el programa BIOTECH, desde la idea del
proyecto hasta su implementación.

a) Precedentes a BIOTECH

En los paises del Cono Sur existe una importante tradición en el area de las
investigaciones «bio», que constituye un precedente importante al proyecto
BIOTECH.
La ciencias biomédicas se encuentran entre las primeras disciplinas que se
institucionalizan en América Latina. En esta primera etapa de institucionali-
zación y de creación de campos de conocimiento, la cooperación internacio-
nal juega un rol central (Saldaña, 1992); (Cueto, 1989); (Vessuri, 1996);
—————
14 Se abordará el análisis de las redes de cooperación internacional en ciencia y tecnología a partir
del concepto red tecno-político-económica (Kern, 2009). Este concepto amplía el concepto de red
tecno económica (Callon, 1992), destacando en el análisis la especificidad de la dimensión política.
Esto resulta central en el análisis de las redes de cooperación internacional, ya que se considera al Es-
tado como el actor fundamental de la arena internacional.

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 99

(Kreimer, 2006), y existe una fuerte participación del Estado que invita a los
científicos, sobre todo europeos, a dar origen a la llamada ciencia nacional
(Kreimer, 2006).
Argentina y Brasil son de los pocos países de la Región que se han intere-
sado en desarrollar programas gubernamentales, tendentes a coordinar y
fortalecer los esfuerzos de investigación y producción en biotecnologías.
En el caso de Argentina, las ciencias biológicas tuvieron una tradición
importante. Los dos premios Nóbel que obtuvo el país, por los doctores
Bernanrdo Houssay en medicina, y Federico Leloir en química, son claros
exponentes del lugar que había alcanzado el sector bio en el país hacia los
años sesenta. Sin embargo, los cambios políticos y del régimen que impul-
saron los gobiernos autoritarios en la década de los setenta implicaron un
profundo retroceso en la investigación científica y en la educación supe-
rior.
Para fines de la década de los ochenta, en Argentina son escasos los
grupos de buen nivel académico en la investigación básica. Según el censo
del año 1989, elaborado por la Secretaria en Ciencia y Tecnología (SE-
CYT) Argentina, las ciencias biológicas concentran alrededor del 11% del
total de recursos humanos en investigación y desarrollo. (Bercovich y
Katz, 1990).
Con el retorno de los gobiernos democráticos, se retoman programas de
gobierno tendentes a desarrollar el sector «bio». En el año 1984, se constru-
yó en el ámbito de la SECYT una comisión que formuló un programa na-
cional en biotecnología destinado a brindar apoyo institucional y financiero
a la I&D, formación y cooperación internacional en biotecnología. En el
año 1987, de todos los programas nacionales coordinados por la SECYT, el
mayor presupuesto correspondió a biotecnología. En ese entonces el sector
público contaba con casi 100 grupos dedicados a investigación básica y/o
aplicada, con biotecnología, donde trabajaban unos 1.000 científicos, e igual
cantidad de técnicos. (Bercovich y Katz, 1990).
En Brasil, el gasto destinado en la década de los ochenta a investigación
en biotecnología, por parte del Conselho Nacional de Pesquisas (CNPq),
supero los 3 millones de dólares. Se construyó uno de los principales centros
de I&D e investigación biotecnológica del país, «Rio-Bio», situado en el
Campus de la Universidad de Río de Janeiro. La Universidad de Campinas
también construyó un centro similar. En la década del ochenta, Brasil con-
taba con 1.400 cientificos, y 1.800 técnicos, trabajando en el campo de la
biotecnología (Bercovich y Katz, 1990).

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100 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

Las raíces de la cooperación en el campo de las biotecnologías15 entre paí-


ses del MERCOSUR también se pueden rastrear a la década de los ochenta.
En el año 1980, se firma el Acuerdo en Ciencia y Tecnología entre Argenti-
na-Brasil. Si bien éste es un acuerdo de cooperación bilateral, sus repercu-
siones se fueron extendiendo progresivamente a la Región Sudamericana. Es
a partir de la influencia de este acuerdo que surge el Centro Argentino-
Brasileño de Biotecnología (CABBIO) en el año 1986.
A través del CABBIO, se han realizado un gran número de proyectos bi-
nacionales en varios temas, que van desde maíz transgénico a poliéster bio-
degradable, dando un gran impulso a la biotecnología. La institución dio
origen a grupos de trabajo, públicos y privados, entre ambos países.
El CABBIO surge como un proyecto de cooperación bilateral y se con-
vierte en un precedente importante de la cooperación en el área de la bio-
tecnología. Actualmente se considera uno de los proyectos más exitosos de
cooperación regional. Entre otras cosas, posibilitó la construcción de un
banco de recursos genéticos, un banco binacional de germoplasma y un
banco de cepas microbianas. El CABBIO también tiene a su cargo la Es-
cuela Argentino-Brasileña de Biotecnología (EABBIO), donde se cumple
con la función de formación de recursos humanos, promoviendo el inter-
cambio científico en función de determinadas áreas y modalidades16. En el
año 2001, ingresan al CABBIO Uruguay y Paraguay.
En el marco de la RECYT, el área temática de las biotecnologías ha si-
do tratada en varias oportunidades. En el año 2003, según consta en el
anexo VI de acta 01/03 de la RECYT, se propone realizar el programa de
desarrollo e integración en biotecnología MERCOSUR+2, que entre otras
cosas se propone los objetivos de: realizar un inventario de las capacidades
Regionales; confeccionar una base de datos de grupos de trabajo en bio-
tecnología para la Región, que incluiría información sobre proyectos y ac-
tividades de investigación con el fin de generar vinculaciones científicas y
comerciales con la UE; el desarrollo de Recursos Humanos e Integración
de Redes, que tienen como objetivo prioritario contactar entre sí a los la-
boratorios e investigadores que trabajan en distinto campo de interés y
generar proyectos de investigación competitivos en conjunto con la Unión

—————
15 De acuerdo a la definición de la OCDE, la biotecnología es la «aplicación de la ciencia y los
principios de la ciencia y la ingeniería al tratamiento de materias por agentes biológicos en la
producción de bienes y servicios». (Bull et all., 1982)
16 (http://www.mincyt.gov.ar/, 2008)

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 101

Europea, para acceder a financiamiento de mayor envergadura (Acta RE-


CYT 01/2003).

b) Redes tecno-político-económicas en torno a BIOTECH

El Programa de Apoyo al desarrollo de las Biotecnologías en el MERCO-


SUR, BIOTECH, se crea en el año 2005 a partir de un convenio entre la
Unión Europea y el MERCOSUR. Este programa surge en el marco de un
convenio de relacionamiento externo del MERCOSUR, donde se plantea la
necesidad de «promover el desarrollo y la explotación de las biotecnologías
en el MERCOSUR, para aumentar duraderamente el valor añadido y la
competitividad de sus productos en los mercados internacionales» (MER-
COSUR/GMC/RES. 58/05).
Como se mencionó en el apartado anterior, el CABBIO es el principal
antecedente de cooperación en el campo de la biotecnología entre países
pertenecientes al MERCOSUR. Posteriormente, ya constituido el MER-
COSUR se crea el Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico
Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur (PROCISUR). Por lo tanto,
cuando en el año 2001 se plantea la biotecnología como una de las líneas de
trabajo estratégicas para la RECYT, se propone identificar las actividades lle-
vadas a cabo en CABBIO y PROCISUR. Así, basándose en la experiencia
previa, desde la RECYT, se pretende apoyar el desarrollo de biotecnología
con aplicaciones a salud humana, vegetal, y animal; biotecnología e industria
farmacéutica, medicina, y veterinaria, bioseguridad y seguridad biológica.
El objetivo explícito de la integración en el área biotecnología es el fo-
mento de la competitividad productiva, a partir de incrementar el valor
agregado a las cadenas agroalimentarias, aumentar la competitividad a través
de la mejora de procesos, creación de nuevos productos, aumento de la segu-
ridad del consumo humano y la reducción de eventuales impactos ambien-
tales adversos; incremento de la productividad y la calidad de los productos
en todas las etapas de la cadena productiva; desarrollo de bioproductos; y
fomentar el desarrollo de una industria biotecnológica, generadora de pro-
ductos y servicios de alto valor agregado en el mercado que capitalice el co-
nocimiento básico en beneficio de la sociedad.
Argentina es el país que lleva recurrentemente el tema de las biotecnolo-
gías a la RECYT, y quien propone solicitar a la Unión Europea apoyo finan-
ciero para el desarrollo de estas actividades.

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102 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

En la RECYT XXV/01 la Argentina propone la realización de un workshop


en biotecnología agropecuaria organizado por la RECYT con apoyo de PRO-
CISUR. Y en la XXIX RECYT, de 2003, la representación argentina presentó
el programa de desarrollo de biotecnología en el MERCOSUR+2. Este Semi-
nario cuenta con financiamiento de la Comisión Europea en Relaciones Exte-
riores (RELEX). El mismo se realizara en Buenos Aires en el mes de mayo.
En la RECYT XXXI/04, el coordinador argentino del Comité de Coope-
ración Técnica, Osvaldo Scaserra, informó que la UE aprobó el proyecto de
biotecnologías entre la UE y el MERCOSUR. Y expuso cuáles deben ser las
acciones a tomar por la RECYT, para lograr ejecutar el proyecto a partir del
año 2005. Alineado a esta presentación, el representante Uruguayo ante la
RECYT, Juan Abdala, destaca la claridad de la exposición y señala la necesi-
dad de avanzar en aspectos operativos.
En la RECYT, XXXIII/05, la coordinadora argentina presenta el pro-
yecto Biotecnología Unión Europea— MERCOSUR. También se realizó
en Buenos Aires, la I Reunión de la Comisión Asesora para el Desarrollo
de la Biotecnología (CADB), creada en el ámbito de la RECyT, para aseso-
rar a la misma en relación a la ejecución del proyecto BIOTECH. Com-
puesta por 3 representantes de cada país especialistas en biotecnologías (1
representante del Gobierno, 1 del Sector Privado y 1 de la Investigación
Académica). La Coordinadora de Argentina enfatiza la necesidad del perfil
técnico de los participantes, argumentando que el conocimiento técnico es
importante para acordar los planes operativos general y anual.

c) Policy makers y sector «bio»

Existe una clara articulación entre el sector biotecnológico a nivel Regional,


y la ocupación de los policy makers en la promoción de políticas de coopera-
ción en biotecnología. Ya que los policy makers de los ministerios o secreta-
rias de los países que forman parte del MERCOSUR, e incluso represen-
tantes ante la RECYT, forman parte del sector «bio». El protagonismo de
Argentina en el Programa BIOTECH no es casual. En el caso de la biotec-
nología, se observa una estrecha relación entre los colegios invisibles17 y los
—————
17
Los colegios invisibles hacen referencia a una forma de cooperación internacional a partir de la
cuál grupos de investigadores se encuentran en congresos o reuniones de sus disciplinas específicas.
Generalmente los «colegios invisibles» comparten criterios sobre prioridades de investigación.

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 103

policy makers. Esto sería uno de los factores que facilitan la gestión del pro-
yecto BIOTECH.
El proyecto BIOTECH es gestionado por el Ministerio de Ciencia y
Tecnología Argentino. Los policy makers argentinos se encuentran directa-
mente vinculados con la tradición «bio». El actual Ministro de Ciencia y
Tecnología hasta su asunción como ministro, ejerció como Investigador
Principal del CONICET, en el Instituto de Biología y Medicina Experi-
mental – Director del Laboratorio de Biología de la Reproducción y Biotec-
nología Animal (en uso de licencia), es decir, que tiene un vínculo directo
con el sector científico.18
Por otro lado, el Secretario Técnico del proyecto BIOTECH y el repre-
sentante de la Comisión Asesora para el desarrollo de la biotecnología en el
proyecto Biotech Sur, Eduardo Trigo19, forma parte del grupo CEO20 (Con-
sultores en Economía y Organización). Es importante destacar que las acti-
vidades que lleva adelante CEO son financiadas mediante la venta al merca-
—————
18 Se puede observar que en la figura de una persona se encuentran varias relaciones de
pertenencia, que si bien no se ejercen simultáneamente, permiten generar vínculos con el sector; en
este caso los vínculos se generan entre el sector político y el sector de investigación.
19 Es Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Catolica de Cordoba y PhD
en Economía Agraria de la Universidad de Wisconsin. En el pasado se ha desempeñado como
Director Ejecutivo de la Fundación ArgenINTA y en distintas organizaciones internacionales,
incluyendo el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, IICA y el Servicio
Internacional para la Investigación Agrícola Nacional, ISNAR, donde se desempeñó con Director de
Investigación y Transferencia de Tecnología, y Director de Investigaciones respectivamente. Como
consultor ha colaborado con los Programas INCO y ALFA de la Unión Europea, el Banco
Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, el Instituto para el Medio Ambiente de Estocolmo,
la organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial y diversas instituciones de
investigación agropecuaria de América Latina y el Caribe. Desde 1999 es parte del Directorio de la
Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT), e integra la recientemente
creada Comisión Asesora de Biotecnología de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Alimentación. Está especializado en el área de políticas y gestión de la ciencia, la tecnología y la
innovación en la agricultura y el sector de los recursos naturales; áreas en las que ha publicado diversos
artículos y libros.( http://www.grupoceo.com.ar/GrupoCeo.htm).
20 Consultora que desde el año 1991 esta abocada a la investigación y asesoría en problemas
económicos, sociales, institucionales y de gestión de las sociedades latinoamericanas y a la reflexión de
sus alternativas de desarrollo. Sus ámbitos temáticos preferenciales son los relacionados con el análisis
y la puesta en ejecución de estrategias de desarrollo, la gestión sustentable de los recursos naturales y la
gestión del espacio rural, el análisis de la competencia desleal en el comercio, el análisis y el diseño de
políticas públicas, el desarrollo institucional y la gestión económica y financiera tanto del sector
público como del privado. Tanto por su trayectoria como por su vocación, los sectores económicos y
sociales cubiertos por sus investigaciones son el agropecuario y el rural, la ciencia y al tecnología y la
educación superior.

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104 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

do de consultarías y asesoramiento a quienes toman decisiones en el sector


público y privado, a organismos de asistencia técnica y financiera multilate-
ral.21 En el marco de esta consultora, Eduardo Trigo se ha desempeñado co-
mo consultor de distintos programas de la Unión Europea.
Por lo tanto, la vinculación de los policy makers con grupos asesores loca-
les y programas de cooperación internacional, donde el dinero actúa como
intermediario (ya que los servicios de consultaría se venden), permiten vi-
sualizar las redes que sostienen los programas de cooperación, como es el ca-
so de BIOTECH
En diferentes medios el Dr. Trigo defiende el proyecto BIOTECH, al
sostener que este tipo de proyecto «Demuestra el interés del bloque europeo
en la Región Sudamericana pionera en el campo, y dotada de capital huma-
no competitivo y adecuado a los requisitos internacionales y a las mas ade-
cuadas tecnologías.»22
Asimismo, en declaraciones a la prensa, Trigo destaca que desde hace más
de una década los europeos vienen desarrollando mecanismos institucionales
que llama plataformas biotecnológicas. Éstas son estructuras formalizadas
que reúnen a la industria y al sector académico, la ciencia y la tecnología pa-
ra identificar las necesidades de la industria. Estos proyectos apuntan a la
competitividad mediante el conocimiento. Para la UE, el MERCOSUR es
estratégico en términos biotecnológicos23.
En los países del MERCOSUR la biotecnología tiene una gran impor-
tancia, ya que estamos hablando de Argentina, Brasil y Paraguay, que son
tres de los principales países que utilizan la tecnología agropecuaria en el
mundo.
Además se destaca la importancia del sector «bio» en Argentina, en dis-
tintos sectores productivos. Argentina cuenta con un importante sector vete-
rinario que respondió efectivamente al rebrote de la aftosa a comienzos del
nuevo siglo, con una gran producción de vacunas para mantener los están-
dares internacionales de seguridad, no sólo para el país sino también para
parte de la Región.
El sector farmacéutico argentino constituye el más importante de Lati-
noamérica, siendo el desarrollo biotecnológico en este sector muy promiso-
—————
21
http://www.grupoceo.com.ar/GrupoCeo.htm
22
http://www.mincyt.gov.ar/web_biotech/prensa/Argentina/14.06.08%20Revista%20Fortuna%
20-%20sin%20logo.pdf
23 http://www.mincyt.gov.ar/web_biotech/prensa/Argentina/05.06.08%20El%20Federal-sin%20-
logo.pdf

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 105

rio para el país, Argentina fue el primer país en todo el mundo en obtener la
hormona de crecimiento humana procedente de ganado bovino transgénico.
La empresa Biosidus situó de esta forma al país en un selecto grupo de los
más desarrollados en el área con tal logro (Hiperion Biotech y Trikarty, 2005
a: 5). En el caso de la industria farmacéutica en Argentina «se combinan una
larga tradición en biomedicina y una industria de capitales nacionales, que a
pesar de las fusiones y adquisiciones que ocurrieron en la década de los 90,
aún representa 50% del total de lo comercializado en el mercado.»(Hiperion
Biotech y Trikarty, 2005 a: 11).
Asimismo, en Argentina se destaca la presencia de instituciones públicas
(MINCYT, AGENCIA, CONICET) y privadas (más de 80 empresas) rela-
cionadas con la biotecnología.

GRAFICO N.º 2: RED TECNO-POLÍTICO-ECONOMICA QUE PRECEDE A BIOTECH


UNION EUROPEA.
PROSISUR

$$$$.

workshop en
biotecnología
agropecuaria ASESORES

RECYT
ARGENTINA
.
CIENTIFICOS

Seminarios en
Biotecnología, SECTOR
BIO.

ECONOMISTAS CABBIO.

BRASIL
CNPQ
UNIVERSID
AD DE LA
REPUBLICA.
MICYT
URUGUAY

Actores. Intermediarios.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de Actas de la RECYT.

En el caso de Brasil, en los últimos años se le ha otorgado creciente im-


portancia a la biotecnología como área de interés para promover el desarrollo

CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN 12 (2010). PÁGINAS 83-113. ISSN: 1888-6736


106 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

Nacional. Se implementó el programa de Biotecnología y Recursos Genéti-


cos del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT). Es el punto de partida
desde donde se sostienen las estrategias y las acciones de la biotecnología del
país. Las distintas instituciones ejecutoras son el Consejo Nacional de Desa-
rrollo Científico y Tecnológico (CNPq), la Fundación de apoyo a la investi-
gación del Estado de San Pablo (FAPESP), el EMBRAPA, el Ministerio de
Sanidad, el Ministerio de Medio Ambiente, la Fundación Biominas y
ANPROTEC, entre otros. Además, en Brasil se identificaron aproximada-
mente 200 empresas relacionadas directamente con el sector biotecnológico.
La red tecno-político-económica (véase el gráfico de la página anterior)
permite observar la interacción de elementos heterogéneos en la construc-
ción de la cooperación entre el MERCOSUR y la Unión Europea dentro del
área de las biotecnologías.
En un primer momento el actor que coordina la Red es la RECYT, que
articula a los distintos países del MERCOSUR y a la comunidad científica, a
partir de actividades como seminarios en biotecnología, workshops en tec-
nología agropecuaria. Es decir, que estas actividades actúan como interme-
diarios entre la RECYT y el sector de investigación en el área biotecnológica.
En este punto, como se explicita en el grafico, podemos observar la relación
existente entre la RECYT con el CABBIO y El PROCISUR, que son los
principales precedentes en investigaciones biotecnológicas a nivel regional.
Asimismo, la RECYT logra coordinar actividades con la Unión Europea
mediante la delegación Argentina, que se constituye en el principal interme-
diario, dado los importantes lazos que relacionan al sector científico, tecno-
lógico y a los policy makers de ambas regiones. A partir de estos intermedia-
rios, la RECYT logra traducir el interés de la Unión Europea en financiar
actividades relacionadas con el sector biotecnológico en el MERCOSUR.
Asimismo, la Unión Europea, por medio del dinero y de asesores externos,
que actúan como intermediarios, incide en el desarrollo de la biotecnología
en el MERCOSUR.
Como se explicita en los párrafos anteriores y se puede observar en el
grafico N.º 2, antes del programa BIOTECH, en la RECYT ya existía un
entramado de relaciones entre los distintos elementos que posteriormente
formarían el programa BIOTECH; incluso la presencia de la Unión Euro-
pea como financiadora de las distintas actividades en el área biotecnológica.
Sin embargo, el programa BIOTECH plantea un desafió mucho mayor, que
consiste en la creación de una plataforma de biotecnologías en el MERCO-
SUR.

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HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 107

Con la aprobación del programa BIOTECH, los vínculos de la red tec-


no-político-económica se tornan más complejos, ya que se generan interme-
diarios más sólidos, como son las comisiones asesoras, el Plan Operativo
Global (POG), el Plan Operativo Anual, el sitio web y el foro electrónico
por medio del cuál se vinculan los integrantes del programa
En este aspecto, se destaca el peso que tienen los elementos tecnológicos,
como por ejemplo los foros electrónicos y/o el sitio Web, en la construcción
de la Red de cooperación de este sector en particular.

GRÁFICO N.º 3: RED TECNO-POLÍTICO-ECONÓMICA DEL PROGRAMA BIOTECH


Coordinadora Argentina

RECYT. PROGRAMA
BIOTECH.
WEB

U.E
Sector “BIO”.

$$$$$$
POG

Asesores
Técnicos.
POA

CEO

Actores Intermediarios
Fuente: Elaboración Propia, en base a datos disponibles en Actas de la RECYT.

Si bien la RECYT logra traducir los intereses de la Unión Europea me-


diante el Programa BIOTECH, para que la traducción se concrete, es nece-
sario poner en movimiento una serie de elementos que actuarán como in-
termediarios entre la Unión Europea y la RECYT. A su vez la RECYT es
traducida por el dinero, que actúa como intermediario entre los Grupos re-
gionales relacionados con el sector «bio» y la Unión Europea.

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Para el primer desembolso de dinero, fue preciso tener aprobados el Plan


Operativo Global (POG) y el Primer Plan Operativo Anual (POA). Es decir,
que los planes serían los intermediarios entre el programa y el financia-
miento que permite implementarlo. Los medios digitales son los intermedia-
rios entre los participantes de las distintas delegaciones en la elaboración del
programa. Y se incluye a los potenciales usuarios del proyecto que pertene-
cen al sector productivo.
Sin embargo, las redes que se generan en la etapa de implementación del
programa BIOTECH son redes cortas e incompletas. Cortas, porque si bien
involucran al sector académico, no llegan a ser permeables al sector produc-
tivo, sino que éste se ve como «potencial» usuario del programa de coopera-
ción. E incompletas, porque no logran abarcar todos los actores de la red, ya
que la implementación de este programa de cooperación pasa fundamental-
mente por Argentina, donde se creó la oficina de BIOTECH, y por la
Unión Europea, que es la entidad que emite el financiamiento del programa.
Como se puede observar, tanto en las redes tecno-político-económicas
que se construyen en torno a las biotecnologías en cuanto precedentes al
programa BIOTECH, como en las redes que se construyen en instancias de
su implementación, la articulación de los distintos elementos se genera bási-
camente entre los policy makers y la comunidad científica. El actor que arti-
cula esta red es el dinero, que logra poner en funcionamiento un proyecto de
envergadura birregional.
El proyecto BIOTECH se construye sobre las bases del financiamiento
externo, pero con una destacada importancia de las redes previas a su im-
plementación. Estas redes son cortas, ya que se mantienen a partir de los
vínculos entre los policy makers y el sector «bio». Asimismo, se puede obser-
var que en la justificación y puesta en marcha del programa se utiliza al sec-
tor productivo del MERCOSUR (potencial usuario de los desarrollos bio-
tecnológicos) como intermediario para traducir el proyecto de cooperación.

7. CONSIDERACIONES FINALES

A partir del caso de estudio del programa BIOTECH, se pueden observar


dos fases de la red tecno-político-económica que lo sostiene. Este modo de
comprender la cooperación internacional en ciencia y tecnología permite
arribar a las siguientes conclusiones:

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Si bien existen algunos ideales de cooperación científica y tecnológica, la


cooperación bi-multilateral se genera principalmente a partir de la necesidad
de atraer recursos financieros externos para financiar la ciencia y la tecnolo-
gía en la Región, dada la debilidad presupuestaria de los sistemas científico-
tecnológicos de los países que forman parte del MERCOSUR y la imposibi-
lidad de generar mecanismos propios de financiamiento a nivel Regional.
Es importante destacar el rol que juegan las redes previas que existen en
el campo del sector «bio», entre policy makers, y el sector científico-
tecnológico local, ya que inciden positivamente en el desarrollo e imple-
mentación del proyecto. En este sentido Argentina actúa como uno de los
principales intermediarios en la articulación de la red tecno-político-
económica, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Sin embargo, en
la fase de implementación del proyecto las redes de cooperación son cortas,
ya que no se llegan a articular el conocimiento que se produce con su in-
dustrialización e implementación por parte del sector productivo, sino que
sólo se lo menciona como usuario potencial.
En las distintas fases de la red tecno-político-económica, se destacan asi-
metrías entre los países del MERCOSUR, en relación a las redes construidas
desde el sector «bio». En el caso de Argentina, a partir de investigadores y
policy makers; en el caso de Brasil, a partir del CNPQ y del MINCYT; en el
caso de Uruguay, a partir de la Universidad de la Republica. Asimismo, la
limitada participación de Paraguay coincide con la ausencia de tradición en
la investigación sobre este campo de conocimiento.
Como se puede observar a lo largo del artículo, en la construcción de la
cooperación intervienen elementos heterogéneos que construyen funciona-
miento. El funcionamiento varía de acuerdo a quienes son los actores rele-
vantes que logran coordinar las redes de cooperación. En el caso del pro-
yecto BIOTECH, los actores relevantes, que logran coordinar la red,
consideran el éxito de la cooperación a partir de la obtención de fondos ex-
ternos, en este caso de la Unión Europea. En tal sentido, se destaca que el
éxito del programa BIOTECH no pasa por los potenciales resultados que
traería aparejado el programa, sino por haber logrado acceder a financia-
miento externo. En este sentido el proyecto BIOTECH se considera exitoso,
ya que logra traducir el interés de la Unión Europea en financiar el desarro-
llo de la biotecnología en la Región.
Por su parte, la Unión Europea logra incidir en la Región, ya que se ha
convertido en la principal financiadora de las actividades que se desarrollan
en ciencia y tecnología en el ámbito de la RECYT del MERCOSUR.

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Como síntesis final, es importante destacar la importancia de conducir


los intereses que manifiestan ambas regiones en la coordinación de políticas
de cooperación, donde se dinamice el flujo recíproco de conocimientos, y
donde la cooperación contemple las problemáticas que se manifiestan en los
países del Cono Sur de América Latina.

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118 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

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118
HACIA UN FUNCIONAMIENTO INTERNACIONALISTA DE LA REUNIÓN ESPECIALIZADA EN CIENCIA... 119

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120 CUADERNOS IBEROAMERICANOS DE INTEGRACIÓN

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