Vous êtes sur la page 1sur 6

Capítulo 5

November, 11th 201x

El ruido de la ciudad me resultaba ensordecedor, después de todo el tiempo en el


que estuve aislada no escuchaba más que mis pensamientos y la voz de Jack, estar
afuera era tanto un alivio como una preocupación de no saber que sería de mí.

Después de tanto tiempo de encierro. Tener el diario devuelta era un consuelo,


pensé haberlo perdido el primer día de clases, pero supongo que Jack debió haberlo
tomado.

La primera vez que vi la casa, no podía creer que existiera un lugar tan hermoso
como este, era una casa de gran tamaño y junto a ella había un enorme árbol de
aguacate, noté que el terreno era inmenso donde había tantos árboles que lo único
que se veía alrededor era verde, a pesar de estar en un lugar tan alucinante, la
sensación punzante en el pecho y el desasosiego me hacia saber que no importaba
lo mucho que corriera o gritara, no habría modo de escapar.

Recuerdo con claridad el momento previo a entrar a la casa, Jack vendo mis ojos y
me guio lentamente a la puerta principal. Lo que vi después me dejo realmente
deslumbrada.

Dos golpes en la puerta hicieron que Alice dejara de escribir. Estaba atardeciendo
y sabia que era momento en el que Jack solicitaba su presencia en el salón de baile.

Alice abrió la puerta y vio el rostro que se le iba haciendo familiar día a día,
Mercedes la había ayudado a instalar el primer día, nunca hablaba con ella de
cosas que no fueran las instrucciones de Jack.
- Hola, Mercedes, estaré lista en un minuto – dijo Alice

Los días que había pasado con Alice en la casa de campo de sus abuelos habían
sido un sueño para Jack.

Ella había estado tranquila y no había intentado escapar como los primeros días
en la ciudad, esos días habían sido tan tormentosos porque la voz en su cabeza le
decía que era mejor terminar con todo esto, que Alice debía desaparecer, que lo
merecía por no amarlo como debía, pero era su Alice, su dulce amor, su dulce
Alice, solo debía darle tiempo, ella iba a amarlo.

A las 5 en punto se abrieron las puertas y apareció Alice en un hermoso vestido


celeste que resaltaba cada uno de los rasgos de su rostro. Estaba bella como
cada tarde.

Mercedes encendió el tocadiscos y un hermoso vals empezó a sonar

- Te ves deslumbrante hoy, como todos los días – dijo un Jack muy sonriente

- Supongo que así es – dijo Alice sin mostrar emoción alguna

- ¿Te gustó el vestido? Preguntó Jack mientras tomaba a Alice por la cintura y

la llevaba a la pista de baile.

- Sabes que no puedo quejarme – dijo Alice incómoda ante el tacto de él.

- No tienes por qué, te doy todo lo que necesites – dijo Jack inquietándose por

la réplica de Alice.

- Jack, he sido buena contigo y no me he quejado de ninguna de tus peticiones,

creo que merezco saber como está mi familia – dijo Alice tratando de sonar

dulce.
- Alice sabes cuánto te amo, pero no puedes contactar a tu familia, no les

importas, piensan que mataste al profesor Ríos y no quieren saber de ti – dijo

Jack tajante.

- No puede ser verdad susurró Alice.

- Cariño, te haré sentir mejor, tú sabes que soy el único que realmente te

ama - dijo Jack acercando su rostro a Alice.

- Nadie te está buscando – siguió diciendo Jack mientras estaba a

centímetros de los labios de Alice.

- ¡¡Mientes!! – gritó Alice y golpeó fuertemente en el rostro a Jack.

Al darse cuenta de lo que acababa de hacerse quedo helada mientras veía


como la mejilla de Jack enrojecía con la marca con la marca de su mano
grabada.

Jack la miro con furia, tomo su muñeca con fuerza mientras apretaba cada vez
más.

- Mercedes, lleva a Alice a su habitación parece que esta indispuesta – dijo

Jack entre dientes.

Alice siguió a Mercedes sin decir palabra.

El rechazo de Alice molesto grandemente a Jack a pesar de todo el amor que


sentía por ella, ya había pasado demasiado tiempo para que ella continuara
actuando tan negativamente.
Jack decidió ir a su lugar, la parte favorita de la casa que hacía creer que su futuro
con Alice era seguro, todas las posibilidades estaban ahí, en la habitación con la
puerta roja.

Jack sacó la llave que tenía colgada en su cuello y abrió la puerta. La habitación
era del tamaño apropiado con un traga luz en el techo, perfecto para todo lo que
tenía ahí. Las paredes eran blancas y una de ellas estaba exclusivamente
dedicada a Alice, llena de fotografía que Jack había obtenido desde el primer día.

Fotos de Alice en la clase, saliendo con amigos en la cafetería de la universidad,


en el parque, una de ella dormida, otras de sus redes sociales, toda la pared era
un homenaje a Alice, uno realmente aterrador.

Jack admiró por unos momentos el mural que estaba lleno de todas las fotos de
Alice, y luego se dirigió a las siguientes que contenía todo su plan para el futuro de
Alice y e suyo.

- Como puede ser posible que lo ayudas a mantenerme aquí – Alice le


reclamo a Mercedes.

Mercedes se dirigió a la habitación de Alice y Abrió la puerta.

- Buenos noches señorita – dijo Mercedes.

Alice entró a su habitación y azotó la puerta. Tenia que calmarse asi que empezó
a escribir.
November, X 201X

Cuando ingresé a la casa quedé anonadada, no esperaba un lugar tan impecable


y espacioso, la decoración era adecuada para el tipo de casa. Una mujer los
esperaba al pie de las escaleras.

Jack le dio instrucciones de guiarme a mi habitación, yo seguía a la mujer que


ahora conozco como Mercedes, por un pasillo hasta una puerta blanca. La
habitación era moderna con una puerta de color azul y gris que son mis colores
favoritos. No sabia que pensar de todo lo que estaba pasando, en otras
circunstancias, esta habría sido mi habitación soñada, pero la realidad es que era
y es mi prisión

Cayó la noche y Alice se sentía cansada por todo lo que había pasado esa tarde,
que Jack casi la besara, la cachetada que le dio, el fuerte apretón y la mirada
asesina que puso después de golpearlo. Después de tanto Alice se quedó
dormida.

Alrededor de las 3 de la madrugada, un ruido despertó del profundo sueño a Alice,


parecía que alguien salía de una habitación. Sigilosamente Alice abrió su puerta y
lo que vio lo dejo sin aliento, empezó al temblar al ver todas las fotografías de ella
que cubrían una pared.

Jack la había seguido a todos lado, incluso había estado en su casa. Alice no
podía creer lo enfermo que estaba Jack, él no lo amaba, estaba obsesionado con
ella; lamentablemente esa no era la peor parte, ya que en la siguiente pared había
fotos de muchas personas: sus padres, sus amigos, estudiantes de la universidad,
profesores.

Alice recorrió con la mirada cada una de las imágenes hasta que llego a la foto del
hombre que había amado, el profesor Robert Ríos, sus ojos se llenaron de
lagrimas al recordar lo que sintió cuando le dijeron que había muerto. Ver su
fotografía con una enorme cruz, solo le hizo pensar una cosa. Jack lo había
asesinado.

Vous aimerez peut-être aussi