Para un estudio fenomenológico (fenómenos) de los valores de intimidad del espacio
interior, analiza distintas perspectivas de la casa. Nuestras casas del pasado se mantienen en nuestros recuerdos. Cuanto más compleja sea la casa y más lugares de intimidad tenga (espacios), los recuerdos se hallarán más caracterizados. Las sucesivas casas en las que vivimos guardan los “tesoros” (recuerdos) de los días pasados en la primera casa, la casa natal (“primer universo”). Buscamos características o cualidades subconscientemente que se asemejen a ella cuando estamos en una nueva casa. La casa natal determina nuestra jerarquía de las funciones de habitar, es donde se forjan los primeros valores, vemos en ella una imagen de protección (“segundo vientre”). Estudia la casa como un ser vertical, caracterizada como reflejo de la persona. El la guardilla, el tejado protege al hombre de la lluvia y el sol; aquí los pensamientos son claros, la experiencia del día borra los miedos de la noche, los miedos se racionalizan rápidamente, representa los sueños el hombre. El espacio de conexión o espacio intermedio representa la razón, la transición entre dos estados. El sótano es el lugar donde subsisten los miedos durante el día y la noche, la oscuridad es constante, la conexión con el suelo representa mis raíces, aflora lo irracional, los miedos permanecen durante todo el día. El habitar parte de lo simple o casi primitivo, la figura de la choza. La casa como raíz de la función del habitar debe componerse de plantas simples y espacios poco complejos.
2) ¿Cuál podría ser (o no) la relevancia y el interés del texto de Bachelard para la arquitectura contemporánea?
En la contemporaneidad los lugares ya no se interpretan como algo permanente, sino que se
entienden como focos de acontecimientos, como escenarios de hechos efímeros. Las arquitecturas tienden a ser contenedores neutros, donde imágenes y equipamiento configuran interiores modificables y dinámicos. La arquitectura de los no lugares son espacios vinculados al consumo, ocio y transporte (ej.: shoppings). En los edificios de apartamentos actuales, todo conviven en un mismo lugar (ej.: monoambientes), y se tienen pocos lugares de intimidad. La morada no guarda relación con su entorno, ya no esta dentro de la naturaleza; no hay relación entre espacio y morada. No tienen raíces (no tienen sótano, son estacionamientos). Los ascensores destruyen los heroísmos de las escaleras. Dichos espacios no son constitutivos de la persona. Las casas ya no están en la naturaleza, sino que aparecen casas “apretadas” en las cuales tenemos menos miedos. Bachelard intenta darnos las herramientas para que tomemos conciencia de la importancia del factor psicológico a la hora de proyectar. Plantea que el profesional debe entender a la persona para la cual va a proyectar. El autor es estructuralista. El estructuralismo plantea que una persona es producto de los procesos que hemos vivido. Un apersona nace vacía y la sociedad la va llenando, somos creados por la sumatoria de cosas que nos han pasado.