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 La Oratoria. Definición.

Una de las cualidades esenciales del ser humano es su capacidad de


comunicación oral, a través de la cual transmite pensamientos, sentimientos, vivencias,
conocimientos, etc. Desde la más remota antigüedad, las diferentes civilizaciones
desarrollaron un Arte que permitiera alcanzar un alto nivel en la comunicación oral, a
este Arte los clásicos griegos y romanos le llamaron ORATORIA.
“La Oratoria es un conjunto de estrategias, conceptos, tácticas y técnicas
destinadas a que cada persona desarrolle sus propias capacidades en la comunicación
oral, capacidad que es imprescindible para el correcto desempeño profesional en
cualquier área de actividad para enseñar, comunicar, liderar, motivar, negociar”.
En la Oratoria, como en otras artes, no se trata de imitar a otros, por buen orador
que sea una persona, si se le imita siempre será una copia del original. Se puede
extraer enseñanzas de los grandes oradores, pero nunca imitarlos, es fundamental que
cada cual desarrolle su propia capacidad de Oratoria, que sea un original y no una
copia, además, cada personalidad es diferente y por ende, cuenta con diferentes
medios para ejercer la Oratoria.

La Oratoria se considera a su vez una ciencia, un arte, una técnica y un


instrumento:
 ES UNA CIENCIA, por la observación, en cuanto tiene como principio
sistematizado: conocer.
 ES UN ARTE, por la aplicación de determinados principios, los cuales le permiten
al Orador hacer bien una cosa: hablar con persuasión.
 ES UNA TÉCNICA, pues posee un conjunto de procedimientos dignos de un arte o
una ciencia, pero además porque con habilidad procura seguir una serie de
pasos.
 ES UN INSTRUMENTO, porque como herramienta es útil para convencer y
persuadir.

 Objetivos de la Oratoria:
 Desarrollar y potenciar las propias capacidades de intercomunicación personal.
 Descubrir las herramientas personales de comunicación y expresión verbal.
 Conocer la estructura lógica del discurso, el diálogo y la negociación.
 Adquirir métodos de preparación e improvisación de discursos.

 La Retórica y la Elocuencia.
Según Aristóteles, La Retórica es útil y su tarea no consiste en persuadir, sino en
reconocer los medios de convicción más pertinentes para cada caso en particular; y por
eso la define como la facultad de teorizar lo que es adecuado en cada caso para
convencer. Para su completa definición, se puede añadir que se considera el arte de
elaborar discursos gramaticalmente correctos, elegantes y sobre todo convincentes.
Se le conceptúa como la teoría de la elocuencia. Es el arte que enseña las
reglas del buen decir. También, se denomina retórica al conjunto de reglas, preceptos y
principios referentes al arte de hablar o escribir de manera elegante.
Por su parte, la Elocuencia se define como aquel talento de hablar o escribir para
deleitar o persuadir. Es lo que conmueve o impresiona. Es la fuerza de expresión.
La elocuencia es la parte de la retórica que enseña cuanto se refiere a la oratoria.
La Elocuencia no se limita a la palabra sino que también utiliza el gesto, los
ademanes, la mirada, las lágrimas, los suspiros… e incluso hasta el silencio que, en
ciertos casos, puede ser bastante elocuente.

 Razones por las cuales la Oratoria es una habilidad.


1) Porque el dominio de las habilidades en el discurso hablado permiten comunicar
incluso información compleja, de manera que todos los miembros del público la
puedan comprender.
2) Porque le permiten influir en las actitudes y en el comportamiento del público.
3) Porque pueden ayudar a lograr objetivos y metas importantes, como por
ejemplo, obtener un empleo.
4) Porque permiten alcanzar posiciones jerárquicas y de liderazgo.

 La relevancia de la Oratoria: La atención en el público.


Las palabras del orador son irrelevantes si no hay personas a quien dirigirlas.
El orador prepara y luego pronuncia un discurso con la intención expresa de alcanzar
un objetivo específico con un público de una o más personas que tengan la libertad
de aceptar o de rechazar ese objetivo.

 La diversidad en el público.
Las diferencias entre 2 o más personas afecta a casi todos los aspectos del
proceso de comunicación; no obstante, la posibilidad de comprendernos unos a
otros depende mucho de con quién estemos y de las palabras que utilizamos. La
mayor parte de la población hace hincapié en la falta de armonía racial, de género y
cultural, por lo tanto el orador SIEMPRE debe considerar esta situación cuando
presenta su discurso.

 La Oratoria y el Pensamiento Crítico.


Por Pensamiento Crítico se entiende a aquel proceso analítico y de evaluación
que utiliza la lógica y el razonamiento para trasmitir información y además facilita la
comprensión, el cambio de creencias o el descubrimiento de problemas en el
mensaje informativo o persuasivo de la otra persona. Es así como el estudio de la
Oratoria no solamente permite aprender aspectos del pensamiento crítico, sino que
también los pueda aplicar en sus propios discursos.
 La Responsabilidad Ética que involucra la Oratoria.
Según el filósofo griego Platón: “el primer objetivo del Orador consiste en
conocer la verdad”, esta frase se complementa con la siguiente premisa (anónima):
“si el orador busca mejorar el bienestar de su público por medio de su discurso,
entonces está emprendiendo un acto moral”; esto permite reafirmar el carácter
ético que implica la Oratoria.
Los asuntos éticos están centrados en los grados de corrección o incorrección
en el comportamiento humano. Las familias, las escuelas y las creencias
relacionadas con la religión tienen la corresponsabilidad de ayudar a los individuos a
desarrollar esquemas éticos que pueden ser aplicados en situaciones específicas;
por lo tanto, esto nos lleva a afirmar que una persona no puede actuar y elegir
racionalmente sin antes contar con un sistema ético de manera explícita o implícita.

 Directrices esenciales para el desarrollo de un Discurso Ético.


1. Hablar con la verdad: De todas las directrices, ésta tal vez sea la más
importante. Una vez que el público da su consentimiento al escuchar a un orador,
está extendiendo a la vez su confianza y de éste se espera una actitud de
honestidad; de otra forma lo que se puede obtener de público es un rotundo
rechazo tanto hacia el orador como a sus ideas.

2. Mantener la información en perspectiva o expectativa: La mayoría de las


personas tiende a entusiasmarse tanto con la información que a veces exagera su
importancia; sin embargo, un toque de exageración puede ser aceptable como un
producto normal de la naturaleza humana, pero se debe tener precaución con
esto ya que si el público la percibe como distorsión, pueden considerarla como
sinónimo de mentira.

3. Evitar los ataques personales contra quienes se oponen a nuestras ideas:


Prácticamente, es una regla universal que los insultos y otros ataques personales
irrelevantes van en perjuicio de la honradez del orador. Es por eso que un público
responsable debe reconocer que dichas tácticas no contribuyen con la
argumentación del orador y además representan un abuso a la condición
privilegiada de que disfruta éste, pero… obviamente, el orador por su parte no
debe ser quien propicie un ambiente de hostilidad en el contexto de su discurso.

4. Revelar toda fuente de información acusatoria: Si se pretende analizar o


denunciar actos reprobables cometidos por individuos o por organizaciones
durante su discurso, el orador está obligado a proporcionar las fuentes de su
información y de sus argumentos, ya que la mención de este tipo de actos puede
llegar al límite de lo que es legalmente definido como difamación. Por lo tanto, el
orador debe estar consciente de los riesgos legales y éticos a los que se expone al
pronunciar declaraciones acusatorias cuando carece de medios probatorios que
lo respalden.

5. Conceder el crédito pleno respecto a las fuentes de citas y paráfrasis: Cuando


una persona se encuentra en una situación bajo presión, es muy probable que
tenga la tentación de utilizar fragmentos de otras personas sin hacer la cita
correspondiente; indiscutiblemente que llegar a hacerlo implica una forma de
plagio, aunque sea en menor proporción, lo cual significa robar o hacer pasar las
ideas y las palabras de otra persona como propias, o usar una producción creada
sin acreditar la fuente. Esto, además de ser poco ético, en algunos contextos
también se considera ilegal, lo que puede acarrear una sanción de pago de daños
y perjuicios.

 La Oratoria Jurídica.
También conocida como Oratoria Judicial o Forense, es aquella impuesta por la
autentica oralidad procesal y que se despliega ante los tribunales de justicia en las
audiencias, por las partes (cuando así se requiere) y por los letrados que las
representan para la exposición del caso.
El desempeño profesional de un abogado requiere inexorablemente de un
óptimo desempeño oral y gestual. La persuasión será el método más eficaz para la
obtención de resultados. Para el profesional de la ley, conocer las técnicas y estrategias
de la expresión oral y gestual le otorgará una importante ventaja competitiva. La
capacitación continua y la profundización en diferentes especialidades son una
tendencia mundial que busca la cualificación de los profesionales del Derecho, para
que puedan responder de manera adecuada a los requerimientos de la profesión.

 Objetivos de la Oratoria Jurídica:


 Cualificar el desempeño profesional en todos los aspectos profesionales que
requieran de la comunicación oral y gestual.
 Incrementar el conocimiento y manejo de los procesos de comunicación oral en
la disertación (comunicación pública) y persuasión interpersonal (oratoria
deliberativa), en conversación, en negociación y en reuniones.
 Comprender el rol fundamental de la comunicación como vía clave para
transmitir una idea con claridad.
 Incorporar actualización para propiciar un claro entendimiento sobre las nuevas
actitudes, comportamientos, conocimientos y herramientas que debe poseer
todo Abogado que aspire a optimizar su persuasión pública.

 La Oratoria y el Derecho.
LA EXPRESIÓN ORAL ocupa un lugar importante en el desarrollo de la profesión
de abogacía. Los avances en el juicio oral, la mediación o la negociación, constituyen
ejemplos importantes.
La oratoria y la abogacía mantienen un origen histórico común. Ya que, en Grecia
los oradores famosos eran “contratados” para convencer en las contiendas jurídicas.
Posteriormente, estos oradores comenzaron a ser retribuidos por estos servicios, con
lo que se convirtieron en los precursores de la actual abogacía.
La finalidad de la oratoria, que en el mundo clásico era considerada una de las
artes, era conmover y convencer. Sin embargo, no puede decirse que la oratoria, su
técnica y principios, hayan perdido vigencia en un mundo en el que la comunicación es
cada vez más una herramienta estratégica. En el caso de la abogacía litigante o “de
tribunales”, la oratoria nunca ha dejado de ser un instrumento necesario, pero la
conveniencia de “hablar bien en público” es reconocida cada vez por más profesionales
del Derecho.

 Partes en las cuales se estructura la Oratoria Jurídica:


En la Oratoria Jurídica, el lenguaje tiende a ser más técnico, y su disertación se
viene a articular en tres (3) partes o fases:
 FASE EXPOSITIVA: la cual corresponde a un resumen de los hechos que se
pretenden juzgar, y esto le corresponde a los oradores jurídicos (los Abogados).
 FASE ARGUMENTATIVA: en donde el Abogado hará alarde no solamente del
conocimiento jurídico pertinente al caso, sino también de la capacidad para hacer
uso de sus herramientas corporales para ser más elocuente.
 FASE FINAL O PETITORIA: en donde se pretende lograr o materializar el objetivo
de obtener la razón, y todo lo que eso implica.

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