Nº 9 / 12 de septiembre de 2018

El Alcázar
…educación, historia, literatura, arte, música y más

Confirmemos nuestra fe católica

Por

GASTÓN H. GUEVARA

En este número:

De género y palabras inventadas Preocupación en el campo

Por Por

GIANINA A. IZU FRANCO M. AMIEVA


Confirmemos nuestra fe católica
* Lo que sigue es el discurso
leído el día 8 de septiembre,
Festividad de la Natividad
de María, con ocasión de la
convocatoria a testimoniar
públicamente nuestra fe.
+ del Padre. Y todas las
Estimados hermanos en
la Fe
Hoy nos hemos reunido
dar testimonio
públicamente de nuestra fe
y se ha elegido este día, 8 de
septiembre, Fiesta de la
Natividad de la Virgen
María por varios motivos
que seguidamente podemos
enumerar:
1. El primero. Ha sido
Ella, Nuestra Madre, quien
tantas ofensas ha recibido
en estos últimos meses. Sus
imágenes en diferentes
espacios públicos, sobre
todo en Universidades
Estatales, han sido
profanadas por ejemplo
colocándole banderas a
favor del aborto como es el
caso de San Luis o han sido
arrancadas de cuajo como
en la UNCuyo. Y por ello
como hijos de esta bendita
madre, venimos aquí en este
día para desagraviar y
Confirmemos nuestra fe católica
GASTÓN H. GUEVARA
reparar las injurias a Ella
que es todo dulzura.
2. Segundo. Ella es
ejemplo de todo cristiano,
en humildad y en
obediencia a la Voluntad
virtudes que nosotros
ensalzamos en Ella son
motivo de un odio
descarnado por el padre de
la mentira y sus secuaces
que no pueden tolerar que
mancha alguna de pecado la
haya tocado.
3. Tercero y último. La
Virgen María es estandarte y
es Bandera. Ella es la que en
la postrimera batalla
aplastará la cabeza de la
serpiente.
Hermosamente nos dice
un texto de la liturgia de
hoy:
“Cuando nació la
Virgen Santísima se llenó de
luz todo el mundo, pues
María es una estirpe
bienaventurada, una raíz
santa y bendito es su futo.”
A Ella, lírica como una
estrella, humilde como una
esclava, milagrosa como el
alba, emperatriz de las penas
y de los júbilos reina, vayan
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entonces estas palabras en
pos de borrar los ultrajes a
su virginidad inmaculada.
Llegados a este punto, y
teniendo en cuenta todos
estos hechos de público
conocimiento, que no son
de ahora sino que se
prolongan en el tiempo, hay
muchos que aún no han
reparado que esto es una
guerra. Una guerra teológica
entre el bien y el mal, entre
Cristo Rey y el demonio. Y
a nosotros en este pedazo de
tiempo, nos ha tocado
librar, bajo la bandera de
Cristo, una de las tantas
batallas a lo largo de la
historia. Aún no lo hemos
dimensionado, y parecemos,
más que católicos,
ghandistas, pacifistas; pero
los otros, el enemigo que
hoy se presenta con pañuelo
verde, sabe que es una
guerra. Guerra que tiene
para ellos el “non serviam”
satánico por lema, y tiene
un sólo objetivo: derribar la
Iglesia de Dios porque ella
es, hoy por hoy, el único
bastión donde se conserva
intacto (a pesar de los
obispos, sacerdotes,
El Alcázar

religiosos o laicos felones) el
Orden sobrenatural y tiempo de restaurar y es
natural. Recordemos que
una nación no se pierde
porque unos la ataquen,
sino porque quienes la
aman no la defienden.
Tengamos presente de aquí
en más el grito de guerra del
Arcángel “quis ut Deus”
¿Quién como Dios?
Frente a esta catastrófica
situación son muchos los
que callan o confunden, su
lenguaje no es el “sí, sí; no,
no” que nuestro Señor le
pide a sus apóstoles, por la
tanto si no es este su
lenguaje ha de ser el “el
lenguaje del maligno” el que
profieren por sus bocas. En
ellas predican amor al
mundo y contemporizan
con sus manifestaciones
cuando piden “diálogo”.
Esto no es de ahora, son
años de esta prédica ruinosa
los que han formado
sacerdotes y laicos negados
al orgullo y al desafío del
espíritu combativo del
cristianismo. Se han
mofado del Santo y del
Cruzado. Estas –dicen- son
cosas de un pasado lúgubre
de la Iglesia, ya no es
posible vivir de esa forma
hay que aggiornarse al siglo.
Esto es una guerra, una
guerra que no nos puede
Confirmemos nuestra fe católica
encontrar indiferentes. “Es
trance de combatir, y es
hora de decidir y ocasión de
despertar”: defender a Dios
y a la Patria son
obligaciones tan graves para
el cristiano, que por
cumplirlas debe estar
dispuesto a armarse. No hay
contradicción entre la
espada y la cruz sino unión
indisoluble, ahí está San
Luis Rey para atestiguarlo,
el Rey Cruzado, que por
amor a la Cruz y por
recuperar los Santos
Lugares tomo la Espada y
partió en cruzada.
+ Manuel
Nuestra fe, nuestra
religión nos constituye en
hijos del Padre. La patria
nos constituye en hijos de
aquellos que fueron los
fundadores de la
nacionalidad, de aquellos
que fueron capaces de
asumir la responsabilidad
de una soberanía política y
de un destino histórico.
Sin historia no hay
patria, que es lo mismo que
decir, la Patria es su
historia. Y nuestra patria es
su historia católica y
mariana. El ser nacional
reconoce su origen en el
catolicismo español de la
contrareforma religiosa.
Baste observar los nombres
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con los cuales fueron
fundadas nuestras ciudades,
muchas de ellas con el
nombre de María, con una
advocación mariana, como
la Virgen del Buen Aire,
Luján, Itatí, Virgen del
Valle, del Rosario. También
encontramos ciudades con
nombres de santos, como la
nuestra en honor al glorioso
rey de Francia San Luis.
No debemos olvidarnos
de nuestros próceres,
varones católicos, que todas
sus hazañas y proezas las
pusieron bajo el manto de
nuestra Madre del Cielo.
Por poner un ejemplo.
Belgrano, ese
hombre tan puro y tan
pleno, católico y mariano, le
escribió estas palabras al
general San Martín,
palabras que debieran
grabarse de modo indeleble
en las almas de todo
católico, de todo argentino:
“Conserve la bandera que le
dejé, que la enarbole
cuando todo el ejército esté
formado, e invoque a
Nuestra Señora del Carmen
como Generala y no se
olvide de los escapularios
para la tropa. Acuérdese
que usted es un general
cristiano, apostólico y
romano y que no debe
permitir, ni siquiera en las
conversaciones más triviales,
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que se falte el respeto a todo
lo que hace a nuestra santa
religión”.
+ fondo, la separación no es
Pero hoy por el
contrario, se rechaza la
historia, se rechaza a los
héroes queriendo negar
nuestro pasado católico y
mariano y se propugna la
separación de Iglesia y
Estado.
Que sea necesario
separar al Estado de la
Iglesia es una tesis
absolutamente falsa y timidez de los buenos, que
nociva. Porque al apoyarse
en la tesis de que el Estado
no debe cuidar para nada la
religión constituye una
verdadera negación del
orden sobrenatural,
despreocupándose de la
razón última del ciudadano,
que es la eterna
bienaventuranza. El Estado
no debe ser obstáculo para
alcanzar este sumo bien sino
que, además, debe
necesariamente favorecerlo.
Es necesario que exista una
ordenada relación unitiva,
comparable, no sin razón, a
la que se da en el hombre
entre el alma y el cuerpo.
Error muy grande y de muy
graves consecuencias, como
hoy podemos observar, es
excluir a la Iglesia, obra del
mismo Dios, de la vida
social, de la legislación, de
Confirmemos nuestra fe católica
la educación de la juventud
y de la familia.
Para quien la penetre a
más que una funesta
consecuencia del laicismo
que es propugnado por
derecha e izquierda, y
cuando hablamos de
laicismo nos referimos a la
apostasía moderna, que
pretende alejarse de Dios y
de la Iglesia. Esto sucede, en
la mayoría de los casos,
debido a la apatía o a la
se retiran de la lucha o
resisten con excesiva
debilidad; de donde se sigue
como natural consecuencia
que los enemigos de la
Iglesia aumenten en su
audacia temeraria. Pero si
los fieles, en general,
comprendiéramos que es un
deber militar con infatigable
esfuerzo bajo las banderas
de Cristo Rey, entonces,
inflamados ya en el fuego
del apostolado, nos
consagraríamos a llevar a
Dios de nuevo a las
sociedades y a trabajar por
mantener incólume los
derechos del Señor.
Para condenar y reparar
de alguna manera la pública
apostasía que con tanto
daño se produce en nuestro
tiempo, es preciso gritar
fuerte: Dios no muere,
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Cristo no muere, Su Iglesia
no muere. Porque cuanto
mayor es el indigno silencio
con que se calla el dulce
nombre de nuestro
Redentor, tanto más alta
debe ser la proclamación de
ese nombre por los fieles y
la energía en la afirmación y
defensa de los derechos de
su real dignidad y poder.
No queremos, y lo
repetimos, no queremos
que estaticen a nuestros
niños y jóvenes con la
depravación que hoy se
quiere implementar desde el
Estado, violando el Derecho
Natural a la educación de
nuestros hijos. No
queremos una educación
sexual que sea puramente
genitalista y que promueva
la promiscuidad. No
queremos una educación
donde Dios quede excluido
de la historia porque
nuestra patria es su historia
católica.
Ahora bien en estos
personajes que argumentan
contra la no intervención de
la Iglesia se presenta una
especie de bipolaridad,
porque por otra parte le
exigen que “palie el hambre
del mundo”
Hablan de que la Iglesia
avasalla los derechos
humanos y les respondemos
que no hay ideologías más
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sanguinarias que la liberal y
la marxista. Recordemos la
guillotina de la Revolución
Francesa, el Terror y las
armas napoleónicas
llevando “Libertad,
Igualdad y Fraternidad”.
Recordemos los Gulag
soviéticos, Katin y la
matanza por hambruna de
pueblos enteros; los
fusilamientos en Cuba; los
secuestros, asesinatos, y
colocación de bombas por
doquier por parte de los
jóvenes idealistas del ERP y
Montoneros; en fin, las más
de cien millones de almas
que se cobró el comunismo
alrededor del mundo. Y por
último, la promoción del
asesinato más vil, el del
niño por nacer y la
prostitución de las mentes
de los niños y jóvenes con la
educación sexual. Contra
estos pseudo-derechos está
la Iglesia, y bien que así sea.
Parece ser hoy por hoy el
único bastión de sentido
común.
Nos obligan a recluirnos
en nuestros templos, nos
dicen que la fe debe
profesarse en el fuero
interno y que nadie nos
molestaría si fuera así.
¡Mentira! Deberían
reconocer que nuestra fe no
es respetada ni siquiera en
Confirmemos nuestra fe católica
nuestros templos, baste ver
los numerosos ejemplos de
pintadas que se dan año tras
año en diferentes puntos
del país, y tiene su punto de
ebullición en el Encuentro
de “Mujeres”. Sumemos
además las profanaciones a
la Eucaristía y el escarnio a
los sacerdotes y religiosos en
la vía pública.
Pero tal vez deberíamos
agradecerles, sí,
agradecerles, porque para
nosotros el que seamos
injuriados e insultados es
síntoma de buena salud, ya
se nos fue dicho que
seríamos odiados a causa de
Su Nombre.
Sabemos también que
quieren sacar las imágenes
religiosas de los espacios
públicos. Les respondemos.
Si ustedes quieren bajar
nuestras imágenes,
imágenes que representan la
verdadera y única fe y la
historia de nuestra patria,
les pedimos a ustedes que
bajen sus imágenes
religiosas, de su religión
antropocéntrica,
democrática y laica, saquen
las imágenes del Che, de
Marx y de todo el zurdaje
pseudoreligioso, saquen los
pañuelos verdes y los
nombres de guerrilleros y
asesinos de las aulas y las
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cátedras, saquen su
adoctrinamiento en
ideología de género.
No nos pidan que
guardemos nuestra fe
debajo de la mesa, porque
no podemos, no queremos y
porque es nuestro deber
alumbrar.
+
La hora que se presenta
queridos hermanos en
Cristo es aciaga, funesta,
dura y difícil. Pero que no
flaqueen las fuerzas. Hay
que clavar un poco más las
rodillas en el suelo y pedir a
Dios y a María Santísima
que esto no siga arreciando,
pero también pedir, si nos
toca, la Santa ira de levantar
el puño contra el enemigo
que ha blasfemado de
nuestra fe.
Aún hay una batalla
pendiente que ha de
librarse al romper el alba y
al anuncio sonoro del
Arcángel. Aquel que dijo
“Vengo pronto” vendrá y la
batalla final tendrá un sólo
vencedor: Cristo y con Él
todos los que han sido fieles
a su causa. Y la Mujer pisará
la cabeza de la serpiente.
¡Viva Cristo Rey!
El Alcázar

De género y palabras inventadas
* El artículo que sigue fue
escrito hace tiempo, pero
tiene una actualidad
pavorosa.
Con motivo de la
marcha organizada por las
redes sociales y a realizarse
esta tarde denominada “Ni
Una Menos” y afirmando
lo que sostiene el doctor
Jorge Scala en su libro
“Género y Derechos
Humanos”, comenzamos a
escribir las líneas que siguen
a continuación:
La convocatoria por la
violencia de género nos
hace recurrir al método tan
utilizado por Sócrates, la
mayéutica, para preguntar y
preguntarnos si conocemos
de qué estamos hablando y
llegar a la conclusión
esperada por este filósofo
para afirmar que no
sabemos nada.
¿Por qué digo esto?
porque empezando a Es así, nos han vaciado
indagar en los conceptos
que se utilizan comúnmente
en los “mass media”, en los
medios masivos de
comunicación, los utilizados
por estas personas que
organizan la marcha, y hasta
incluso por las palabras
Confirmemos nuestra fe católica
GIANINA A. IZU
empleadas por nosotros
mismos, los católicos, nos
damos cuenta de que existe
una clara manipulación
semántica.
Veamos qué dice el
profesor Rafael Breide
Obeid al respecto:
“La manipulación de la gente
a través del lenguaje es lograr
vaciar a las palabras de su
contenido simbólico, lograr
que no nos lleven a las cosas,
pero sí que transmitan un
significado emotivo, que sea
una señal de placer o de
displacer.
Decía el gran masón
Bonneville, en El espíritu de
la Religión: "El primer paso
para comenzar las
revoluciones universales, es
aprender de la naturaleza el
arte de bautizar con nombres
mágicos y circulares y
abstractos a los hombres y a
las cosas”.
de contenido ciertas
palabras tales como género:
si uno se remite al
diccionario nos dice que el
género es una forma
gramatical de distinguir el
sexo femenino del masculino.
Actualmente no refiere la
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palabra al “concepto” sino
que al revés quieren
modificarnos el concepto a
través de la palabra.
El doctor Jorge Scala nos
habla en su libro de este
tema:
“En el lenguaje se define al
género masculino o femenino
de las palabras, de manera
arbitraria, -es decir, sin que
tenga relación alguna con la
sexualidad, por ejemplo, la
mesa es de género femenino y
el vaso de género masculino…
Extrapolando esto a los
seres humanos, se pretende
sostener que hay un sexo
biológico, que nos es dado y,
por lo tanto resulta definitivo;
pero –a la vez-, toda persona
puede construir libremente su
sexo psicológico o “género”. Al
comienzo se usan los términos
“sexo” y “género” de modo
intercambiable, como si
fueran sinónimos y luego
cuando la gente se
acostumbró a utilizar la
palabra género, se le va
añadiendo
imperceptiblemente, el nuevo
significado de sexo construido
socialmente”
Traemos a colación estas
citas ya que estamos usando
El Alcázar

un término sin saber qué
significa y que connotación
ideológica trae consigo. No
decimos que no haya que
defender al sexo femenino o
masculino, solo pido que
abramos los ojos y seamos
capaces de distinguir al
menos en el plano del
lenguaje las ideas que se
intentan imponer.
Detrás de esta marcha se
encuentra presente no la
defensa de la mujer, sino la
defensa de un movimiento
ideologizado, ateo,
procurador del aborto y de
la perversión contra natura
Preocupación en el campo
Antes de que asome el
alba, al son de los primeros
cantos del gallo
madrugador, es una
costumbre bien gauchesca,
la de don Camilo, al
levantarse del catre,
persignarse, encomendarse
al buen Dios y su santa
Madre y comenzar la
jornada reavivando el fuego
que, la noche anterior,
dormitó al cobijo de las
cenizas.
Ni bien se enciende la
lumbre, se preparan las
Confirmemos nuestra fe católica
que deja entrever la
proclamación de la
existencia de supuestos
cinco “géneros” y no dos
sexos como muestra la
realidad.
Para concluir citamos
lo que nos dice Rafael
Obeid
“…al haber sido separadas
de su objeto (la palabra
"salud" quiere decir
envenenar un proceso para
producir una muerte;
“reproductiva" quiere decir
lo contrario, quiere decir no-
reproductiva, es decir,
abortiva) éstas palabras
FRANCO M. AMIEVA
cosas para el mate,
alrededor del cual se
generan los mejores
momentos para la reflexión
y el diálogo sobre los
menesteres diarios que
acompasan la vida de
campo.
- ¡Cosa rica es el mate
compadre!- Exclamó don
Camilo mientras tomaba el
primer mate bien dulce y
con agua hirviendo, que a
los novatos les pelaba el
paladar pero que para no
manchar la hombría, había
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vaciadas destruyen Io que
señalan. La libertad siempre
muere en manos del
liberalismo; el bien común
muere en manos del
comunismo. Si digo
comunismo es para destruir
el bien común; si digo
Liberalismo es para destruir
la libertad; si digo
feminismo es para destruir a
la mujer, en lo esencial de
ella, que es ser esposa y
madre.”
que inflar el pecho y retener
algún lagrimón por si acaso
quería salir.- ¡Sírvase mi
amigo!- Le dijo a don
Fernández y mientras éste
muy lentamente tomaba el
mate, Camilo –agarrándose
el mentón y con la mirada
un tanto ida pero con el
ceño fruncido- le espetó -
¿vio don Fernández lo que está
pasando en la ciudá? Las cosas
se están poniendo muy fieras,
los hombres se están casando
con los hombres, los políticos
están sacando leyes que van en
El Alcázar
 Nº 9 / 12 de septiembre de 2018

contra del tata Dios, se están
permitiendo las piores
travesuras; están sacando leyes
que apañan a los traviesos y lo
pior es que si uno defiende lo
que Diosito ha querido (varón y
mujer) lo tildan de
discriminador y ¡¡¡hasta puede
marchar preso!!!
- ¡Dios me libre desos amores
torcidos!- Exclamó don
Fernández mientras le
devolvía el mate a don
Camilo a la vez que le
preguntó: -¿y a qué se refiere
con eso de discriminar?
- Mire querido amigo, la vez
pasada en la homilía que dio el
padrecito Pérez, explicó que
Dios nos ha dado inteligencia y
que por ella podemos distinguir
lo güeno de lo malo. Y que de
ahí podemos elegir mejor. Y que
este poder distinguir y luego
elegir implica discriminar. Es
decir que discriminar es parte
de la inteligencia que nos
diferencia de las bestias-.
Don Fernández que no
podía esquivar a su propio
sentido común, le preguntó
sobre el pucho: –pero si el
discriminar es parte del
pensamiento, y el pensamiento
evita que seamos como los
brutos ¿quieren estos políticos
que seamos pior que los
animales? ¡Esto parece cosa e
mandinga!- Y se persignaba
mientras le invadía una
profunda congoja que
reflejaba en sus ojos, como
añorando esos tiempos en
que no se veían esas cosas.
Y para agudizar la
preocupación, don Camilo
dando un seco sopapo en la
mesa que hizo saltar la
matera exclamó: –lo único
que falta ahora es que nos
manden preso por jugar al
truco y digan que es un juego
discriminador y violento por
que el macho mata a la
hembra. Hay Diosito mío
¿Cuándo será el día en que nos
gobierne un gaucho, que respete
Tus leyes y saque a guascazo
limpio al que le eche tierra al
asado?

Somos un grupo de laicos católicos, profesionales,

dedicados a temas relativos al ámbito de la
educación, que con el afán que la vocación suscita, la
cual nos llama a conocer y dar a conocer la Verdad,
decidimos crear el Centro de Estudios Educativos
que lleva por nombre “Rigans Montes” en honor e
inspiración de aquella lección inaugural de Santo
Tomás de Aquino como Magister in Sacra Pagina, en
la cual comenta un versículo del Salmo 103 que reza
“Tú das de beber a las montañas desde tus altas moradas;
del fruto de tus obras se sacia la tierra” (Salmo 103,13).

Contacto: ceerigansmontes@gmail.com

Confirmemos nuestra fe católica El Alcázar