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Situación de desamparo

Se considera situación de desamparo la que se produce de hecho a causa del


incumplimiento, o del imposible o inadecuado ejercicio de los deberes de
protección establecidos por las leyes para la guarda de los menores, cuando
éstos queden privados de la necesaria asistencia moral o material.
En los supuestos de desamparo, la gravedad de los hechos aconseja la
separación del menor del núcleo familiar causante de tal situación.
El desamparo es declarado por la entidad pública que, en el respectivo territorio,
tenga encomendada la protección de menores. En el caso de la Comunidat
Valenciana, la competencia es de la Generalitat, a través de la Conselleria de
Igualdad y Políticas Inclusivas, que actúa a través de sus servicios territoriales.
Las consecuencias jurídicas de la declaración de desamparo son las siguientes:
- Se asume por Ministerio de la Ley la tutela del menor (tutela automática).
- Se asume la guarda del menor, la cual se realizará mediante acogimiento
residencial o acogimiento familiar.

SITUACIONES DE DESAMPARO
1. La negligencia en la atención física, psíquica o educativa del menor por parte
de sus padres, tutores o guardadores, cuando las omisiones en el cuidado del
menor sean sistemáticas o graves.
2. La utilización, por parte de los padres, tutores o guardadores, del abuso físico
o emocional hacia el menor, con episodios graves de maltrato, o la existencia
de un patrón crónico de violencia en la dinámica relacional con aquél.
3. Aquellas perjudiciales para el desarrollo físico, psíquico y emocional, en
las cuales el menor no dispone de una satisfactoria y adecuada relación con algún
familiar, o bien su edad, estatus físico, cognitivo, emocional o temperamental
limitan su capacidad de autoprotección ante las mismas.
4. Aquellas de precariedad, dificultad de afrontamiento de la realidad social,
dificultades parentales y relacionales u otras potencialmente perjudiciales para
el menor, en las que no se cuenta con el consentimiento y colaboración de los
padres, tutores o guardadores para su superación, no pudiéndose abordar las
mismas desde los recursos generales o especializados disponibles en la
comunidad con el menor integrado en la familia.
5. Cualquier otra situación que produzca en el menor un perjuicio grave en su
desarrollo físico o psíquico y que requiera para su protección de la
separación de su núcleo familiar, mediante la asunción de la tutela por
ministerio de la Ley.
Decret (CV) 93/01, (art. 24), Reglamento de medidas de protección jurídica del menor

Listado de situaciones que pueden suponer la situación de desamparo de un


menor, a diferencia de lo que hacen algunas leyes autonómicas, que indican, a
tit́ ulo de ejemplo, algunas de estas situaciones. Destacamos:
1. La negligencia (no requiere dolo) en la atención física, psíquica o educativa
del menor por parte de sus padres, tutores o guardadores, cuando las omisiones
en el cuidado del menor sean sistemáticas o graves.

 Dejar al cuidado de terceros sin abono de manutención, visitas ni


comunicación.
 El abandono voluntario del menor por parte de su familia.
 Ausencia de escolarización habitual del menor o absentismo escolar
reiterado. 755
 El trastorno mental grave de los padres o guardadores que impida el
normal ejercicio de la patria potestad o la guarda.
 Enfermedades o adicciones incapacitantes no aceptadas.
 La convivencia en un entorno socio-familiar que deteriore gravemente
la integridad moral del menor o perjudique el desarrollo de su
personalidad.
 Sin habilitación de vivienda o no cumpliendo éstas condiciones dignas
 Falta de higiene del menor (755)
 Falta de colaboración con las instituciones.

2. La utilización, por parte de los padres, tutores o guardadores, del abuso físico
o emocional hacia el menor, con episodios graves de maltrato, o la existencia
de un patrón crónico de violencia en la dinámica relacional con aquél.

 1. Maltrato físico al menor (757)*


 2. Maltrato psíquico o emocional al menor*
 3. Abusos sexuales al menor*
 4. Violencia entre progenitores, tutores o guardadores (754)
 5. Inducción a la mendicidad, prostitución o delincuencia o explotación
económica análoga como el trabajo de menores de corta edad*.

Sentencias 753, 754,

 Existencia de malos tratos (físicos o psíquicos) o de abusos sexuales


por parte de las personas de la unidad familiar, o de terceros con
consentimiento de estas.

Sentencias 750, 751, 752,

3. Aquellas perjudiciales para el desarrollo físico, psíquico y emocional, en las


cuales el menor no dispone de una satisfactoria y adecuada relación con algún
familiar, o bien su edad, estatus físico, cognitivo, emocional o temperamental
limitan su capacidad de autoprotección ante las mismas.

 Enfermedades o adicciones aceptadas pero incapacitantes de los TPP.


 Ausencia de personas encargadas de la custodia efectiva o in idóneas
(760)
 Toxicomanía o adicciones del menor consentidas por los TPP
 Desbordamiento de la situación (754)
 Ausencia de vínculos afectivos o que éstos tengan muchas carencias
(755)
 Abandonos temporales
 Actos impropios de naturaleza sexual en su presencia (757)*
 Asunción de culpa por los menores (754).
 Desarrollo de actividades delictivas en su presencia (755)

4. Aquellas de precariedad, dificultad de afrontamiento de la realidad social


dificultades parentales y relacionales u otras potencialmente perjudiciales para
el menor, en las que no se cuenta con el consentimiento y colaboración de los
padres, tutores o guardadores para su superación, no pudiéndose abordar las
mismas desde los recursos generales o especializados disponibles en la
comunidad con el menor integrado en la familia.

 Agotamiento de las posibilidades de intervención sin éxito (755).


 A pesar de la intervención subsisten los indicadores (759)
 Ajustar la necesidad al caso
 No es un castigo por la falta de colaboración.
 Fundada en el riesgo de desatención.(desamparo preventivo)
 A pesar de la información (758).

5. Cualesquiera otra situación que produzca en el menor un perjuicio grave en su


desarrollo físico o psíquico y que requiera para su protección de la separación de
su núcleo familiar, mediante la asunción de la tutela por ministerio de la Ley.

 Residual
 Necesario por la diversidad de circunstancias concurrentes
 Interpretar en relación con lo expuesto respecto de los otros supuestos
 Imposibilidad de revertir la situación inicial (inversión de la carga de la
prueba) (761)

Situación de riesgo

Se considera situación de riesgo para el menor, aquella que, por circunstancias


personales, interpersonales o del entorno, ocasiona un perjuicio para el
desarrollo y/o bienestar personal o social del mismo sin que sea necesaria la
asunción de la tutela por ministerio de la ley para adoptar las medidas
encaminadas a su corrección.
En las situaciones de riesgo, el perjuicio que afecta al menor no alcanza la
gravedad suficiente para justificar su separación del núcleo familiar, por lo
que la intervención de la Administración se limita a intentar eliminar, dentro de
la institución familiar, los factores de riesgo.
La apreciación, la intervención y la ejecución de medidas ante situaciones de
riesgo, es una competencia municipal.
Las situaciones de riesgo se resuelven mediante medidas de apoyo familiar.

Determinación de riesgo
 Interpretación extensiva
 Objetivación
 Condicionada a la colaboración de los progenitores
 Prueba
 Alternativas a la falta de recursos públicos para apoyo familiar

SITUACIONES DE RIESGO
1. La negligencia en la atención física, psíquica o educativa del menor por
parte de sus padres, tutores o guardadores, siempre y cuando las omisiones en el
cuidado de aquél sean esporádicas y leves.
2. El abuso físico o emocional, siempre y cuando NO se produzcan episodios
graves de maltrato y/o NO haya un patrón crónico de violencia en la dinámica
relacional familiar.
3. Aquellas potencialmente perjudiciales para el desarrollo físico, psíquico y
emocional en las que el menor tiene una satisfactoria y adecuada relación con
alguno de los miembros de la familia, o bien una edad y un estatus físico,
cognitivo, emocional o temperamental que reduce su vulnerabilidad ante las
mismas.
4. Aquellas de precariedad, dificultad de afrontamiento de la realidad social,
dificultades parentales y relacionales, u otras potencialmente perjudiciales
para el menor, en las que se cuenta con el consentimiento y colaboración de los
padres, tutores o cuidadores para su superación (abordándolas desde los RR grales
o espec con la familia sin necesidad de tutela).
5. Cualquier otra situación que produzca en el menor un perjuicio en su
desarrollo físico o psíquico, pero cuya magnitud se considere inferior al
derivado para el mismo si se asumiera la tutela por ministerio de la Ley.
Decret (CV) 93/01, art. 16, Reglamento de medidas de protección jurídica del meno

r Apoyo Familiar

El apoyo a la familia es una medida de protección dirigida a cubrir las


necesidades básicas del menor y mejorar su entorno familiar, con el objetivo
de mantenerlo en dicho entorno en unas condiciones que permitan su
desarrollo integral.
Corresponde a las entidades locales el desarrollo y aplicación de los recursos de
apoyo a la familia, pudiendo ser éstas de carácter técnico o económico.

Se entiende por medidas de apoyo de carácter técnico, las intervenciones de


carácter socio-educativo o terapéutico desarrolladas por profesionales en favor
del menor y de su familia, tendentes a la prevención de situaciones de
desarraigo familiar. También tienen esta consideración los servicios prestados a
la familia por las diferentes instituciones que faciliten el desarrollo de la vida
familiar y permitan una mejor atención a los menores.
Se entiende por medidas de apoyo de carácter económico, las prestaciones o
ayudas que se facilitan cuando la causa determinante del riesgo para el
desarrollo del menor procede de situaciones de carencia o insuficiencia de
recursos económicos.
La intervención familiar se podrá acompañar, entre otras, de las siguientes
medidas especiales de apoyo:
- Programas compensadores de carácter socio-educativo que favorezcan la
integración y faciliten el adecuado ejercicio de las funciones parentales, así como
una mejora en las relaciones socio-familiares.
- Prestaciones económicas, para atender las necesidades básicas de los
menores.
- La asistencia acompañada del menor a centros de carácter educativo.
- La intervención de voluntarios en tareas de apoyo al menor y a su familia.
- La ayuda a domicilio.
- La atención diurna en centros destinados a prestar un apoyo preventivo a la
inadaptación social de los menores (centros de día).
- Programas formativos de garantía social dirigidos a adolescentes que,
abandonando el sistema escolar, requieran una formación profesional que
favorezca su incorporación laboral.
- Programas de orientación, mediación y terapia familiar.

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