Vous êtes sur la page 1sur 1

UTOPIA POSIBLE PERO IMPERFECTA.

¿Me va decir usted que con una buena arquitectura no mejoramos nuestra
nación? Y es que la arquitectura es un arte, que debemos conservar siempre en
su mejorar estado, como una premisa importante, no solamente cuidar las
estructuras ambiguas, que por su vejez aumenta su precio, es que no debemos
movernos solo por dinero, también cuidar de lo actual y fomentar esta cultura.
Ahora, hablemos de lo que nos propone Antonio San’tElia en “Manifiesto futurista
de la arquitectura”, donde el autor propone un cataclismo arquitectónico. Critica y
rechaza de una manera férrea la arquitectura clásica, que define como como algo
pesada y llena de ornamentos y protocolos, pero su proposición es una crear una
nueva y mejor arquitectura, más naturalista, ligera y bastante dinámica, que tenga
una buena acogida en nuestro contexto actual y se adapte a el tiempo, a nuestro
hoy por hoy y como lo mencioné antes.
La arquitectura se denomina como un arte y el arte se vincula con el servir,
entonces aquí vemos un pequeño bache, el que necesitamos una arquitectura que
responda más a necesidades sociales y no individuales. Necesitamos
arquitecturas formidables que se expandan desde la Guajira hasta la hermosa
Amazonia, no que se concentre en la burguesía Colombiana; Así pues, podemos
decir que hay una indisoluble relación entre el arte y la arquitectura, que se
evidencia en el proceso final de un artista, podemos decir con esta tesis que en
todo artista hay un arquitecto y en todo arquitecto hay un artista, valga la
redundancia muy necesaria. El arte también se denomina como un servicio al ser
humano y cabe explicar que de esta se vale la arquitectura, ya que es un sentido
principal. Suplir las necesidades estéticas del hombre, para crear un espacio
necesario para su subsistencia y la de conservar su hábitat.
Las ideologías nacionales arquitectónicas, deberían replantear esta iniciativa, las
zonas económicas y exclusivas son bastante acogidas por formidables obras, pero
no tenemos en cuenta que contamos con bastantes terrenos abandonados que
sirven para materia de muchos proyectos, que al ejecutarlos, disminuirá la pobreza
del país.
Finalmente podemos demostrar que con una arquitectura incluida en Colombia
que responda más a necesidades sociales y no individuales, podemos abrir un
horizonte hacia el desarrollo económico y cultural del país; es tan sencillo como
imaginar una persona sujeta a evidenciar violencias constantemente, en un
espacio obscuro tanto en color como en pasado, tiene una alta tendencia a repetir
la historia. Por eso tomemos conciencia de lo mucho que podemos cambiar
nuestra actual situación con mejores infraestructuras y que es posible crear un
ambiente propicio para el desarrollo de sus gentes con la arquitectura, ya que el
arte tiene como función servir y que lo que nos hace falta es una arquitectura más
social y no excluyente como la evidenciamos diariamente, con un sentido más
público y capaz de resolver los problemas de las mayorías

Vous aimerez peut-être aussi