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RESUMEN
La energía de la biomasa puede ayudar a cambiar los modos de producción y
consumo de energía y establecer un sistema de energía sostenible que pueda
promover eficazmente el desarrollo de la economía nacional y fortalecer la
protección del medio ambiente (Mao et al., 2018). Para poder incentivar la
utilización se debe hacer un previo análisis de su aprovechamiento y su
comportamiento en el medio ambiente. De esta manera este trabajo presenta un
análisis bibliográfico de artículos científicos con temas principales en la
investigación y el desarrollo de la utilización y aprovechamiento de la energía de la
biomasa, así como el estado y las tendencias de desarrollo de la utilización de esta
energía y el medio ambiente, se analizaron en función del análisis de contenido y la
bibliografía. La interacción entre la energía de la biomasa y el medio ambiente
comenzó a convertirse en una preocupación importante a medida que la
investigación se profundizaba progresivamente, se dejaba ver un beneficio y amplio
modo de utilización. Este trabajo es de gran importancia para conocer la aplicación,
el potencial energético, posterior desarrollo y la utilización de la energía de la
biomasa para presentar sugerencias y estrategias específicas basadas en el análisis
y la demostración de las relaciones e interacciones entre la utilización de la energía
de la biomasa y el medio ambiente. También es útil para los investigadores para
seleccionar los futuros temas de investigación.
Palabras claves: Energía de la biomasa, potencial energético, bibliografía.
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INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas, el rápido crecimiento económico en todo el mundo ha aumentado
el consumo de energía y la degradación ambiental. Las relaciones entre la energía, el medio
ambiente y los ingresos han motivado a los analistas de políticas y economistas a investigar
la causalidad del crecimiento económico, los aspectos ambientales y el consumo de energía
(Tiba y Omri, 2017). La creciente demanda de energía ha llevado al uso frecuente de
fuentes de energía basadas en combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), lo que ha
planteado serias preocupaciones ambientales. Sin embargo, las fuentes de energía
renovable se están promoviendo en todo el mundo como respuesta a la creciente
preocupación por el cambio climático (Winquist et al., 2019). Las fuentes de energía
renovable (biomasa, energía hidroeléctrica, energía geotérmica, energía solar, energía
eólica y energía oceánica (mareas y olas)) son el mejor enfoque para combatir los desafíos
ambientales (Owusu y Asumadu-Sarkodie, 2016). El consumo de energía intensificado que
ha seguido los esfuerzos para aumentar el crecimiento económico y mejorar los estándares
de vida ha dado lugar a altas emisiones de dióxido de carbono (CO2), lo que aumenta los
riesgos ambientales relacionados con el cambio climático. El aumento significativo de las
emisiones de CO2 se debe al aumento del consumo de energía (Adewuyi y Awodumi,
2017). Las emisiones de CO2 se encuentran entre los mayores contribuyentes a la
contaminación ambiental y el calentamiento global, y son una gran preocupación para el
mundo actual y el futuro del planeta (Bilgili et al., 2016).
La calidad ambiental y el crecimiento económico se han considerado una compensación,
pero la creciente demanda de energía debe abordarse de una manera que garantice un
crecimiento económico sostenible y evite daños ambientales (por ejemplo, la deforestación,
el cambio climático, la contaminación del agua, la pérdida de biodiversidad).
Durante tres décadas, el crecimiento económico ha continuado en economías recientemente
industrializadas y en transición como los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica). Los países BRICS poseen el 40% de la población mundial, aportan el 21% del
PIB mundial consume 40% de la energía mundial y contribuye a una proporción
considerable de las emisiones globales de CO2. Su rápido crecimiento económico requiere
que las importaciones de energía cumplan con los requisitos de energía, pero sus desafíos
ambientales aumentan al mismo tiempo. Los países BRICS deben contrarrestar estos
desafíos mediante el uso de fuentes de energía alternativas para futuras necesidades de
energía doméstica, comercial e industrial. La energía de biomasa está fácilmente disponible
y su producción se puede iniciar rápidamente en la región, por lo que los países BRICS
prefieren que la energía de biomasa forme parte de la agenda política del desarrollo
sostenible (Shahbaz et al., 2016). La tendencia del uso de energía de biomasa en los países
BRICS se muestra en la Fig. 1.
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Fig 1. Tendencia en el consumo de energía de biomasa per cápita en las economías
BRICS 1992–2013(Danish y Wang, 2019).
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REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
1. Definición de la energía de la biomasa
La biomasa se define como la energía que se origina en las plantas vivas, incluidos los
tallos de los árboles, las ramas y las hojas, así como los residuos de la cosecha agrícola
y el procesamiento de semillas o frutos (Pang, 2016). La energía de biomasa se
compone de tres categorías principales: madera, no madera y residuos (Bildirici, 2014),
ha captado la atención mundial en los últimos años, es un recurso renovable que se
puede transformar en tres fases de combustible: gas, líquido y sólido(Vamvuka, 2011).
Como una de las fuentes de energía renovable importantes, la energía de biomasa ocupa
una posición importante en el sistema energético(König, 2011)
2. Usos de la biomasa
Para ser una alternativa viable, un biocombustible debe proporcionar una ganancia neta de
energía, tener beneficios ambientales, ser económicamente competitivo y ser producible en
grandes cantidades sin reducir el suministro de alimentos (Hill et al., 2006)
La pirólisis y la licuefacción son métodos ampliamente aceptados que se utilizan para la
síntesis de biocombustible utilizando biomasa. Comparativamente, la licuefacción
hidrotermal (HTL, por sus siglas en inglés) se considera un proceso más económico y
respetuoso con el medio ambiente que la pirólisis. Por ejemplo, la pirólisis emite materia
volátil y requiere una materia prima seca, mientras que HTL puede manejar tanto la
biomasa seca como la húmeda, ahorrando costos, energía y tiempo necesarios para secar la
biomasa. El bio-aceite no se puede utilizar directamente para fines de transporte y
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encendido. Por lo tanto, necesita un proceso de actualización para mejorar sus propiedades
físico-químicas. Existen varios métodos para mejorar el bio-aceite, como el
hidrotratamiento, el craqueo catalítico, el fluido supercrítico (SCF), la esterificación y la
emulsificación (Baloch et al., 2018).
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financieros que estos materiales carbonosos pueden aportar por su uso en centrales
eléctricas. En las zonas rurales, las centrales térmicas de carbón a pequeña escala pueden
resolver los problemas de suministro y transmisión, y se pueden crear pequeñas industrias,
como la producción de leche lechera o la molienda de cereales(KUMAR y GUPTA, 1998).
También las demandas de combustible más grandes y consistentes de las industrias más
grandes se pueden satisfacer con los caracteres derivados de la biomasa. Como ejemplo,
trabajos que demostraron que el carbón de lodo fecal podría potencialmente ser utilizado
como combustible sólido en centrales eléctricas y hornos de cemento (Khiari et al., 2019)
2.4. Baterias
Degradaciones de tierras y aguas. La biomasa no es del todo limpia, requiere una gran
cantidad de espacio de almacenamiento y se necesita una gran cantidad de tierra y agua.
En el procesamiento de esta energía emite gases contaminantes en menor escala por parte
del carbón vegetal y demás productos vegetales que utiliza (Joselin Herbert et al., 2016).
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METODOLOGÍA
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CONCLUSIONES
La energía de biomasa se comporta como una fuente de energía más limpia que los
combustibles fósiles y ayuda a reducir la contaminación ambiental. La biomasa es un
material complejo renovable natural con una enorme variabilidad química. Su potencial
para la producción de energía varía en relación con el proceso utilizado, que puede
involucrar tecnologías elementales o altamente sofisticadas
RECOMENDACIONES
Dado que este material se puede encontrar en todos los continentes, se debe promover su
uso para la producción de energía y productos de energía secundaria (combustibles sólidos,
líquidos y gaseosos) y aumentar la capacidad de recuperación de residuos agrícolas,
forestales e industriales. Junto con otros recursos renovables , como la energía solar, eólica
Se debe profundizar y apoyar más en el estudio de esta energía que se está abriendo paso
para combatir los gases de efecto invernadero, para que sea una energía más eficiente y
limpia y se redusca al máximo los posiles gases que se puedan generar a partir de su uso
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2019). Es por eso que se recomienda apostar más por la investigación y mejora de eficiencia
de la energía de la biomasa
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