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Nombre
Ezequiel i. reyes Valdez
Matricula
2019-03672
Cesión
72
Carrera
Psicología educativa
Facilitadora
DIONICIO MARIA CASTILLO
Asignatura
Español 2
Tema
Unidad I y II
Fecha De Entrega
Día 24 de julio del 2019
Universidad Abierta para Adultos (UAPA)
Unidad I y II
Asignatura: Español II Grupo: 72
Facilitador: DIONICIO MARIA CASTILLO
Participante Ezequiel Isaac Reyes Valdez Matrícula 2019-03672
1.- Describe los tres elementos básicos que constituyen la estructura del
texto.
El contenido del texto se distribuye en las tres partes clásicas: introducción,
desarrollo y conclusión.
La narración tiene 2 tipos de estructuras: estructura externa y estructura interna.
12- Menciona los tipos de narradores, las etapas y las leyes de la narración.
Narradores Etapas Leyes de la narración
El narrador en primera persona Etapa expositiva Ley de la unidad
Narrador en tercera persona Nudo o trama Ley de la verosimilitud
El narrador en segunda persona. Desenlace Ley de interés
Hoy en día, en el trajín de la vida moderna, hemos dejado un poco la vieja costumbre leer
en nuestros ratos de ocio. La opción de la televisión como entretenimiento que apenas
demanda esfuerzo intelectual, es uno de los factores que originan esta dejadez.
Sin embargo, ¿es simplemente un cambio de costumbre sin consecuencia alguna? ¿Qué
tan importante es la lectura, no ya como fuente de información que es su principal virtud,
sino como fuente de entretenimiento? Mmmm, la lectura es realmente importante. Nos
ayuda a mantener activas y sanas las neuronas del cerebro.
Estudios clínicos han demostrado que así como nuestro cuerpo necesita ejercicio para
flexibilizar los músculos y evitar que se atrofien, el cerebro necesita también hacer
gimnasia para que no le suceda lo mismo. Las células del cerebro se activan cuando la
imaginación del lector se despierta ante el estímulo que supone el contacto con
creaciones literarias, bien en la forma de poemas, bien a través de cuentos, novelas o
ensayos.
No se trata en este caso de leer para informarnos, no; sino de leer simplemente como
entretenimiento. Cuando dedicamos un rato de nuestro tiempo libre a leer piezas
literarias, el cerebro trabaja al mismo tiempo que se divierte. Es cierto que resulta más
fácil buscar entretenimientos que no le exigen nada al intelecto como ver una película,
una telenovela, un juego de pelota… pero ahí está el problema: no activa las neuronas del
cerebro; y como este tipo de programa suele traer consigo mucha violencia, en lugar de
distraernos terminamos estresados.
(Versión libre del texto de Rolando Sifuentes, rescatado el 18 de mayo del 2012
en http://www.123people.es/s/rolando+sifuentes)
Sin embargo, ¿es simplemente un cambio de costumbre sin consecuencia alguna? ¿Qué
tan importante es la lectura, no ya como fuente de información que es su principal virtud,
sino como fuente de entretenimiento? Mmmm, la lectura es realmente importante. Nos
ayuda a mantener activas y sanas las neuronas del cerebro.
Desarrollo
Estudios clínicos han demostrado que, así como nuestro cuerpo necesita ejercicio para
flexibilizar los músculos y evitar que se atrofien, el cerebro necesita también hacer
gimnasia para que no le suceda lo mismo. Las células del cerebro se activan cuando la
imaginación del lector se despierta ante el estímulo que supone el contacto con
creaciones literarias, bien en la forma de poemas, bien a través de cuentos, novelas o
ensayos.
No se trata en este caso de leer para informarnos, no; sino de leer simplemente como
entretenimiento. Cuando dedicamos un rato de nuestro tiempo libre a leer piezas
literarias, el cerebro trabaja al mismo tiempo que se divierte. Es cierto que resulta más
fácil buscar entretenimientos que no le exigen nada al intelecto como ver una película,
una telenovela, un juego de pelota… pero ahí está el problema: no activa las neuronas del
cerebro; y como este tipo de programa suele traer consigo mucha violencia, en lugar de
distraernos terminamos estresados.
Conclusión
En una conferencia magistral sobre el tema La literatura y la vida, el laureado escritor
peruano Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura 2010, manifestó que “la ficción no
existe para investigar un área determinada de la vida, sino para enriquecer
imaginariamente la vida”, lo que viene a corroborar desde el punto de vista de un literato
lo que la ciencia está descubriendo en su propio campo.
Cuando me devolvió mi prueba me quedé boquiabierto: una enorme equis roja tachaba
cada una de mis respuestas. ¡Estaba reprobado! ¡Debía de haber algún error! Había
repetido al pie de la letra las palabras del maestro. Inmediatamente supe que toda la clase
había salido reprobada. ¿Qué había ocurrido?
Muy sencillo, nos explicó el señor Whitson. Él había inventado ese cuento del gatiguampo.
Jamás había existido tal especie. Por lo tanto, cada uno de los datos de nuestras notas era
incorrecto. ¿Acaso queríamos que nos aprobara por contestar falsedades?
Huelga decir que nos pusimos furiosos. ¿Qué clase de prueba era esa? ¿Y qué clase de
maestro era éste?
El señor Whitson agregó que esperaba que hubiéramos aprendido algo de esa
experiencia: los maestros y los libros de texto no son infalibles. Y nadie lo es. Nos
recomendó no permitir que nuestras mentes se adormecieran y tener siempre la
disposición de hacer una investigación por nuestra propia cuenta. Y cuando estemos
seguros, después de habernos documentado, tener el valor expresar nuestra
inconformidad si el maestro o el libro de texto nos parecen errados.
Cada lección del señor Whitson constituía una aventura. Todavía hoy recuerdo, casi de
principio a fin, algunas de sus disertaciones. Un día nos dijo que su Volkswagen era un
organismo viviente. Tardamos dos días en armar una refutación que le pareciera
aceptable. No se dio por satisfecho hasta que le demostramos no sólo que sabíamos lo
que era un organismo viviente, sino también que teníamos la entereza de defender la
verdad.
Aplicamos nuestro nuevo escepticismo a todas las materias de enseñanza. Esto ocasionó
problemas a los demás maestros, quienes no estaban acostumbrados a que los
contradijeran. Nuestro maestro de historia, por ejemplo, disertaba sobre cualquier tema
y, de pronto, se oían carraspeos y alguien susurraba: “gatiguampo”.
No he realizado ningún gran descubrimiento científico, pero las lecciones del señor
Whitson nos infundieron a mí y a mis compañeros algo igualmente importante: el valor
civil de mirar a las personas en la cara y decirles que están en un error cuando nos hemos
informado convenientemente acerca del asunto. También nos enseñó que esta actitud
puede ser divertida, pero sobretodo, resulta provechosa.
Ejercicios
1.- ¿Te parece adecuado el título del texto? ¿Por qué?
Sí, porque va de acuerdo a el sentido del texto. Por qué en cierto aspecto nos enseña que
es necesario analizar bien e investigar, porque el conocimiento que tengamos, es el que
nos dará las llaves de nuestro éxito.